Jue 2 Mar 2017
El Señor nos invita a vencer las tentaciones y crecer en el amor
El Señor nos enseña a vencer las tentaciones y quiere que saquemos provecho de las pruebas por las que vamos a pasar. Que este camino cuaresmal, vivido en oración, espíritu de mortificación y obras de caridad, nos permita crecer en amor a Dios y al prójimo.
Lecturas
[icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Gn 2,7-9; 3,1-7[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: 51(50),3-4.5-6a. 12-13.14+17 (R. cf. 3a)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 5,12-19 (forma larga) o Rm 5,12.17-19 (forma breve)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 4,1-11[/icon]
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon]
La CUARESMA recuerda los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto; lleno del Espíritu Santo, regresa Jesús del bautismo en el Jordán, y “fue conducido por el Espíritu al desierto (donde ayunó cuarenta días y cuarenta noches), para ser tentado por el diablo” (cf. Mt. 4, 1-2): fueron días vividos en oración y penitencia. Al finalizar estos días, tuvo lugar la escena que nos describe la liturgia en este primer domingo de cuaresma: las tentaciones de Jesús, descritas hoy por el evangelista Mateo.
Las lecturas que nos presenta hoy la liturgia nos dejan ver la desobediencia del primer hombre, Adán, y toda la situación de pecado (pérdida de la amistad y de la comunión con Dios – descripción de la primera lectura del libro del Génesis); en la segunda lectura (de la Carta a los Romanos) se muestra el contraste entre el hombre viejo, Adán, y el hombre nuevo, Cristo: la acción de Dios Padre en su Hijo nos hace pasar de la desobediencia a la obediencia, de la muerte a la vida, devolviéndonos la dignidad de hijos de Dios. El Santo Evangelio describe el encuentro entre Jesús y el diablo, el cual busca tentar a Jesús al inicio de su misión y burlar – desfigurar su identidad mesiánica como Hijo de Dios; mas Jesús vence porque permanece fiel a la voluntad de Dios.
Es oportuno hacer una pequeña reflexión sobre el desierto como situación humana y escenario de prueba: toda la vida está llena de pruebas y tentaciones, así el discípulo de Cristo debe manifestar su fidelidad al Señor. El desierto puede simbolizar un lugar propicio para las grandes revelaciones, en el silencio y la amistad con Dios, que posibilita el servicio a Dios y a nuestros hermanos; como también puede ser un lugar de tentación, rebelión y pecado, donde el discípulo requiere la gracia de Dios para vencer el pecado y el mal.
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon]
A lo largo de sus enseñanzas, Jesús quiso animarnos cuando llega la prueba, la tentación: es oportuno obrar con humildad, fidelidad a la voluntad de Dios, en oración y sacrificio. “¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman”, afirma el Apóstol Santiago (1,12).
San Mateo describe algunas de las tentaciones más frecuentes:
a. Consumismo: El Señor Jesús, después de pasar cuarenta días con sus noches ayunando, siente hambre; y el tentador le propone: “…di que estas piedras se conviertan en pan”. Es el dilema fundamental entre el ser y el tener, saber elegir cada día, tantos afanes y apegos, es la tentación del camino fácil.
b. Manipulación: La segunda tentación busca desafiar a Dios – “Si eres Hijo de Dios, tírate abajo…” Cristo se niega a hacer milagros inútiles, por vanagloria; puede ser una tentación frecuente entre creyentes: el deseo de quedar bien o de exigir pruebas extraordinarias a Dios.
c. Ídolos: el demonio ofrece a Jesús toda la gloria y el poder que un hombre puede ambicionar – “Todas estas cosas te daré, si te postras y me adoras”. La ambición, buscarnos a nosotros mismos, los bienes materiales que nos atraen y fascinan, etc. El Señor nos invita a estar vigilantes para no dejarnos llevar por las glorias del mundo
El diablo busca inducir a Jesús hacia un falso mesianismo, el mesianismo triunfalista, terreno, que no corresponde al plan de Dios. Nosotros como discípulos, en medio del mundo, también debemos estar atentos para no dejarnos vencer por el tentador; el Señor está a nuestro lado, acompañándonos y animándonos: “En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: Yo he vencido al mundo” (Jn. 16,33).
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon]
El tiempo de la cuaresma que hemos iniciado nos permitirá nuevamente centrar nuestra vida en Dios, ya que tantas ofertas del mundo con facilidad nos alejan del verdadero amor a Dios y a nuestros hermanos. En el libro Jesús de Nazaret, el Santo Padre, Benedicto XVI, al desarrollar el tema de las tentaciones de Jesús insiste: “En la lucha contra Satanás ha vencido Jesús: frente a la divinización fraudulenta del poder y del bienestar, frente a la promesa mentirosa de un futuro que, a través del poder y la economía, garantiza todo a todos, Él contrapone la naturaleza divina de Dios, Dios como auténtico bien del hombre. Frente a la invitación a adorar el poder, el Señor pronuncia unas palabras del Deuteronomio: “Al Señor tu Dios, adorarás y a Él sólo darás culto” (Mt.4, 10; cf. Dt. 6,13). El precepto fundamental de Israel es también el principal precepto para los cristianos: adorar sólo a Dios” (p. 70).
Pidamos al Señor que no nos deje caer en la tentación, así cada día podemos contar con su presencia para permanecer firmes y servir a Dios en la vocación a la que nos llama.
[icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon]
Invitar a la Campaña de la Comunicación Cristiana de Bienes que comenzó el Miércoles de Ceniza. Como fruto de las privaciones voluntarias, la ofrenda de los fieles contribuye al apoyo que la Iglesia brinda a muchas personas que son víctimas de los desastres naturales o del conflicto en Colombia.
2. Este domingo se celebra el rito «de la elección» o «inscripción del nombre» para los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual, empleando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 799-800 del Misal.
Tener presente que el Prefacio en este día es propio: «Las Tentaciones del Señor», p. 79 del Misal.
Aprovechar este tiempo de cuaresma para el ejercicio del Santo Vía Crucis (en especial los viernes) y de las prácticas de ayuno y abstinencia.
Precisar que todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de carne, que obliga a todos los mayores de catorce años.