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iglesia colombiana

Vie 31 Mar 2023

Voz del Pastor | 2 de abril de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 27, 11-54 | Pasión de nuestro Señor Jesucristo

Mar 28 Mar 2023

Iglesia en Apartadó ya tiene Administrador Diocesano

Este martes 28 de marzo el Colegio de Consultores de la Diócesis de Apartadó eligió al padre Leonidas de Jesús Moreno Gallego como Administrador Diocesano de esta jurisdicción eclesiástica. El presbítero se venía desempeñando desde el año 1988 como Director de la Pastoral Social. Esta elección se da luego que monseñor Hugo Alberto Torres Marín, anterior obispo, asumiera el pasado 23 de marzo como nuevo Arzobispo Metropolitano de Santa Fe de Antioquia. El padre Moreno desempeñará este liderazgo encomendado por sus hermanos sacerdotes (a tenor del canon 421&1 del Código de Derecho Canónico) hasta que el Papa Francisco nombre nuevo obispo titular para la Diócesis de Apartadó. A través de un mensaje enviado a las comunidades en la mañana de hoy, el presbítero ha agradecido al organismo colegiado por haberle confiando esta misión; ha sido claro en que se trata de una responsabilidad conjunta y ha pedido que oren por él. Al tiempo, dijo que mantendrá el ritmo del importante legado pastoral que han dejado allí los señores obispos; que ha hecho que esa Iglesia particular vaya madurando, creciendo y consolidándose en su plan de pastoral. Sobre monseñor Hugo, puntualizó que en sus casi 9 años como pastor de esa diócesis"deja un testimonio muy importante; ha sido generoso en su entrega, espíritu misionero, obispo de las periferias, entregado realmente al encuentro, a la escucha, con una enorme paciencia y con una dedicación muy ejemplar". Recordó que el prelado sigue cerca, en Santa Fe de Antioquia, y que, por ende, seguirá acudiendo a él como un importante consejero. El sacerdote antioqueño ha estado en la región del Urabá desde el 20 de enero de 1981. Desde entonces, su misión pastoral ha tenido como enfoque central el trabajo por la reconciliación y la paz territorial. Desde su fundación en el año 2010, CORDUPAZ (Corporación Desarrollo y Paz Córdoba y Urabá), entidad sin ánimo de lucro y cuya proyección abarca todo el Urabá – Darién, así como los territorios del departamento de Córdoba, que son jurisdicciones de las diócesis de Montería y Montelíbano, ha estado bajo su dirección. El presbítero ha trabajado en el territorio desde antes de la creación de la Diócesis de Apartadó, por ello, tiene toda la historia pastoral de esta Iglesia particular en su memoria. BIOGRAFÍA El presbítero Leonidas de Jesús Moreno Gallego nació el 26 de mayo de 1951 en la vereda La Casiana del municipio de Jardín (Antioquia); es el décimo hijo del matrimonio de Miguel Ángel Moreno Vargas y Raquel Alicia Gallego Díaz. Su hogar está conformado por 13 hermanos, 4 de ellos mujeres y 9 hombres. De esta familia Dios escogió 2 sacerdotes, el padre Leonidas y el padre Bernardino Moreno Gallego quien falleció en un lamentable accidente fluvial el 16 de julio de 1997. Estudió la primaria en la Escuela de Varones de Jardín, Moisés Rojas de su localidad de origen. Realizó de séptimo a noveno grado de bachillerato en el Seminario de El Carmen de Atrato, y décimo y undécimo, en el Seminario Conciliar de Jericó. En cuanto a sus estudios mayores, cursó filosofía en el Seminario Conciliar de Bogotá, viviendo en el Intermisional de Bogotá. La preparación en teología la realizó en el Seminario Cristo Sacerdote de La Ceja (Antioquia) y, posteriormente, se formó en teología fundamental en La Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. El padre Leonidas Moreno fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1980 en Jardín (Antioquia), por monseñor Pedro Grau Arola, en aquel entonces, obispo del vicariato Apostólico de Quibdó. Entre sus cargos desempeñados en esa región, se destacan: 1. Fundador y párroco de la Parroquia de Gilgal, para ese momento, de la Diócesis de Quibdó, ahora ubicada en la jurisdicción de la Diócesis de Apartadó. 2. Miembro fundador del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 3 del 2 de septiembre de 1988 de monseñor Isaías Duarte Cancino. 3. Director del Secretariado Diocesano de Pastoral Social mediante decreto n° 10 del 23 de septiembre de 1988 de monseñor Isaías Duarte Cancino. 4. Párroco y fundador de la Parroquia San José Obrero de Apartadó, por decreto n° 38 del 12 de septiembre de 1990 de monseñor Isaías Duarte Cancino. 5. Párroco de del templo del Divino Ecce Homo de Turbo, decreto n° 151 del 12 de septiembre de 1994, de monseñor Isaías Duarte Cancino. 6. Director de Pastoral Social, decreto n° 194, del 17 de julio de 1996, de monseñor Tulio Duque Gutiérrez, Administrador Apostólico de la Diócesis de Apartadó. 7. Vicario del Secretariado Diocesano de Pastoral Social, decreto n° 198, del 15 de agosto de 1997, de monseñor Tulio Duque Gutiérrez, obispo de Apartadó. 8. Fundador y párroco de la Catedral Nuestra Señora del Carmen en el año 1998, actualmente Catedral Santa María de la Antigua del Darién. 9. Vicario General de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 002 del 31 de octubre de 2007, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, obispo de Apartadó. 10. Miembro del Consejo Económico de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 004 del 6 de noviembre de 2007. 11. Vicario Parroquial de San José Obrero de Apartadó, decreto n° 022 del 6 de mayo de 2008. 12. Miembro del Colegio de Consultores de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 029 del 26 de junio de 2008, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval. 13. Miembro del Equipo de Pastoral Sacerdotal, decreto n° 033 del 15 de julio de 2000, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval. 14. Vicario Episcopal y Vicario General de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 0223 del 16 de agosto de 2014, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, administrador Apostólico de la Diócesis de Apartadó. 15. Confirmado como Vicario General de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 001 del 20 de octubre de 2014, de monseñor Hugo Alberto Torres Marín, en aquel momento Administrador Apostólico de la Diócesis de Apartadó. 16. Párroco y fundador del templo San Juan Pablo II de Apartadó, decreto 23/17 del 22 de diciembre de 2017, de monseñor Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó. 17. Desde, su fundación, CORDUPAZ (Corporación Desarrollo y Paz Córdoba y Urabá), 19 de febrero de 2010, ha estado bajo la dirección del padre Leonidas Moreno Gallego, una entidad sin ánimo de lucro y cuya proyección abarca todo el Urabá – Darién, más los territorios del departamento de Córdoba, que son jurisdicciones de las diócesis de Montería y Montelíbano. Consulte el comunicado oficial del nombramiento AQUÍ

Lun 27 Mar 2023

CEC anima consolidación del trabajo regional en la pastoral familiar

Convocados por el Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), los días 17 y 18 de marzo, diecinueve representantes de pastoral familiar de las jurisdicciones eclesiásticas ubicadas en los departamentos de Chocó y Antioquia se dieron cita en el Seminario Diocesano Nuestra Señora en Marinilla (Antioquia), para desarrollar el ‘Encuentro regional de agentes de pastoral familiar´. Tres fueron los objetivos centrales bajo los cuales se llevó a cabo este espacio en el que participaron sacerdotes y laicos de las arquidiócesis de Medellín, Santa Fe de Antioquia y de las diócesis de Sonsón-Rionegro, Santa Rosa de Osos, Apartadó, Quibdó e Istmina-Tadó: Compartir experiencias pastorales en torno al trabajo que adelanta cada una de estas iglesias particulares, facilitar actividades formativas para el acompañamiento a las familias en crisis y para el trabajo pastoral al servicio de la vida y el amor; y socializar la actualización del Plan Nacional de Pastoral Familiar. Para la consecución de estos propósitos, uno de los enfoques centrales del encuentro consistió en avanzar hacia la consolidación del equipo de trabajo regional, por lo que se pusieron en marcha espacios de escucha desde la experiencia de cada diócesis, que permitieran vislumbrar con enfoque sinodal nuevas líneas de proyección pastoral. Desde la CEC, participó en el evento el padre Nelson Enrique Ortiz, director del Departamento de Matrimonio y Familia, quien, según lo ha indicado, halló allí elementos importantes para conocer la realidad actual y las necesidades concretas de cada jurisdicción, para, de esta manera, pensar estrategias de acompañamiento. Uno de los aspectos que más resalta el presbítero como signo de esperanza, es la presencia de los laicos comprometidos liderando esta importante misión pastoral en la región. Entre los aspectos y avances logrados desde el trabajo de cada jurisdicción están, entre otros: Los 17 centros de pastoral familiar con programas de preparación al matrimonio, fortalecimiento de la familia, acompañamiento al servicio de la vida con el reconocimiento de la fertilidad y asesoría jurídica para las familias en la Arquidiócesis de Medellín; el apoyo que desde la pastoral familiar de la Diócesis de Sonsón-Rionegro se le brinda a los colegios del territorio; el primer centro de escucha y acompañamiento fundado en la Diócesis de Quibdó; el encuentro con pajeras en unión marital de hecho que ha podido convocar la Diócesis de Istmina-Tadó; y el soporte recibido en la Diócesis de Santa Rosa de Osos desde la Universidad Católica del Norte para prestar el servicio de escucha en diversas comunidades. Para el abordaje de los temas, el encuentro contó también con la participación de dos invitadas especiales, la doctora María Piedad Puerta de Klinkert, directora de WOOMB COLOMBIA (Organización Mundial del Método de la Ovulación Billings) y la doctora Diana Carmenza López, docente de la Universidad Católica de Oriente, quien aportó ideas clave a los delegados para para el acompañamiento de las situaciones de crisis.

Sáb 25 Mar 2023

¡Firmemos pactos por la vida y contra la muerte! 

Por: P. Rafael Castillo Torres - Colombia ha celebrado la 'Semana por la vida' como un esfuerzo por crear conciencia de su valor sagrado en medio de una cultura de muerte. Cuanto está sucediendo en nuestras zonas rurales por el conflicto armado y el domino de los territorios; en nuestras calles con la violencia social y de las puertas hacia adentro en nuestras casas; amén de la consideración absurda de que el derecho a abortar está por encima de la vida humana, nos tienen que hacer despertar. Pareciera que hemos perdido nuestra capacidad de asombro y de reacción. Hemos llegado al extremo de la indolencia, de la insolidaridad, de la impotencia, de la inercia. Reaccionamos de manera grandiosa frente a los desastres inevitables, y en forma cobarde, frente a los desastres que podríamos evitar: los de la confrontación armada y la criminalización del conflicto social. Todo indica que no creemos en nada, ni en nadie. Ni en nosotros mismos. No creemos que nadie pueda detener la guerra. No creemos ni aún en las acciones de los que dicen querer participar en detener la guerra: “alguna ventaja debe pretender sacar”. El mayor agravante de tal situación, son los convencidos de que las soluciones nada tienen que ver con ellos. Las soluciones al conflicto armado, y al conflicto de la criminalización de la vida cotidiana, no provienen para nada de nuestra propia participación. ¿Qué caminos podemos explorar, y recorrer juntos, para que esta celebración de la vida sacuda nuestras conciencias y nos anime a reconocer que un medio es moralmente bueno si participa del bien que se persigue como objetivo y lo genera y es inmoral cuando produce lo contrario del bien buscado? Lo primero es reconocer que en determinadas circunstancias nosotros también somos parte del problema, porque no siempre sabemos resolver nuestras diferencias como conviene. No siempre tratamos bien a nuestros semejantes. Muchas veces somos también violentos, con nuestros hijos, con nuestra mujer, con nuestros familiares más cercanos. El conflicto que se nos presenta a la vuelta de la esquina, no siempre lo resolvemos en forma adecuada, justa y pacífica. Solemos reaccionar mal frente a dificultades que se nos presentan con nuestros vecinos y compañeros de trabajo. En un accidente de tráfico, perdemos los estribos. Muchas veces somos parte del problema, aunque no lo reconozcamos. Fácilmente nos convertimos en agentes de violencia en sus distintas manifestaciones. En no pocas ocasiones, y sin medirlo ni pensarlo, estamos arriesgando nuestra propia vida y la vida de la gente que amamos. Es urgente reconocer que hacemos parte del problema y que podemos ser también parte de la solución. Las soluciones también dependen de nosotros. Las personas que amamos no las podemos proteger por completo. No podemos estar detrás de ellas a cada instante. Necesitamos de los otros, para proteger a los que amamos. ¿Quién de nosotros puede detener la práctica del fleteo tan común y tan cotidiana en nuestras ciudades? ¿Necesitamos de agentes de policía en cada esquina o tal vez estamos urgidos del coraje de construir, de manera concertada, nuevos pactos de ciudadanía? Lo segundo que tenemos que lograr es recuperar la confianza en nosotros mismos para proteger a los que amamos, como nosotros también podemos proteger a otra gente, que tienen gente que los ama y que no siempre pueden ser protegidos. Siempre habrá personas que nos pueden ayudar a proteger a la gente que amamos; así como nosotros, también, podemos ayudar a proteger a personas amadas por otras personas que quizás ni conozcamos. Es el momento de pedir ayuda y ayudar a cuidarnos y a cuidar a otros, hasta de nosotros mismos, que solemos reaccionar, a veces, de manera violenta. También hay que cuidarlas de quienes suelen emplear la violencia de manera circunstancial o como medio de vida. Lo tercero es construir pactos que hagan ridícula la violencia y que ayuden a construir una cultura del respeto a la vida. Pactos que se renueven y se evalúen. Pactos para prevenir hechos violentos y evitar que en algún caso se sucedan muertes violentas. Pactos para poder Vivir. Pactos que le permitan funcionar a las autoridades y al Estado con eficacia, con oportunidad y suficiencia. Pactos para ayudar a construir Estado, legitimidad y gobernabilidad. Pactos por medio de los cuales rompamos el miedo, quebremos el sentimiento de impotencia, la indolencia y construyamos los artesanos de la paz que saquen de las orejas a los guerreros de la guerra. Pactos por la vida que nos mejoren nuestra calidad de vida, nuestra seguridad y nuestra confianza. Pactos para Vivir que sean el producto del libre examen de la situación de violencia en la localidad y que libremente quieran adoptar sus implicados. Pactos que vayan mostrando la capacidad de solucionar pacíficamente los conflictos cotidianos. Pactos en los que se concrete la voluntad de paz y en los que todos pueden participar: Pactos a favor de todos y en contra de nadie. Pactos en los que cualquiera pueda participar y con los que pueda proteger a la gente que ama. Basta que yo me sienta bueno. No pensemos que todo se ha perdido, hay muchas cosas que se pueden hacer, que están al alcance de nuestras manos, y aún, al frente de nuestras narices. Pero llevamos un retraso de años y nos tenemos que apurar, si nos queremos salvar…Y salvar a la gente que amamos. Pero con todo este desafío que nos interpela y que es el mayor reto que tenemos como Nación, nos preguntamos: ¿Qué sigue? Creemos que ha llegado el momento de construir civilidad alrededor de cada uno de nosotros para protegernos de la violencia y curarnos de la enfermedad de matar. Hay que construir pactos de ciudadanía entre los que vivimos cerca, los que trabajamos juntos y los que estudiamos en el mismo lugar. Pactos que creen confianza y construyan sociedad desde una manera nueva de resolver las diferencias. Construir una sociedad que tengamos a la mano y que sea capaz de asumir la obligación y el reto de encontrar una y mil formas de entronizar la cultura del respeto a la diferencia; la valoración del otro y la tolerancia mediante un adecuado manejo del conflicto, de modo que siempre se respete y preserve la vida. Construir una sociedad que no ponga en juego la vida de nadie, en cada contradicción o diferencia. Construir sociedad convirtiendo en un propósito nacional detener la violencia y la guerra, en medio del conflicto. En este propósito debemos ocuparnos de salir todos victoriosos de esta guerra: la del conflicto armado y la de la criminalización del conflicto de la vida cotidiana. Necesitamos construir un nuevo acuerdo entre los colombianos. Dotarnos de una carta de navegación de mediano plazo con la cual mostrarnos orgullosos con nosotros mismos: haber sido capaces de construir desde abajo la Nación, en un proceso de reconciliación liderado por la gente que ama y que ha salido, decididamente, al rescate de sus amores. Vamos a salir al rescate de la vida creando una nueva cultura que la respete. Todos tienen derecho a sus vidas, todas sus vidas nos son preciosas. Una vida que perdamos nos hace daño a todos. En este terreno tenemos que reconstruir o recuperar el tejido social, el mecanismo de la regulación y el control social, ejercido por la sociedad civil. Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana queremos movilizarnos y nos vamos a movilizar a favor de la vida para protegerla; para romper el miedo; y salir a su rescate donde quiera que ella sea amenazada. Queremos invitarlos a reaccionar de manera preventiva contra todo aquello que signifique riesgo de muerte para cualquier habitante en la cuadra, en el barrio, en la localidad o en la comuna. Vamos con los pactos para vivir y contra la violencia. Hacemos un llamado a toda la gente de la cuadra que tiene la obligación de reaccionar y de intervenir contra el maltrato infantil; la violencia contra la mujer ejercida en el seno del hogar o en nuestras calles; el maltrato entre los hermanos. Todos en la cuadra tenemos que ocuparnos de la vida de nuestros jóvenes donde los padres, dadores de vida, sean protectores de la vida humana; todo el barrio tiene que reaccionar ante el peligro de las riñas entre vecinos, en las tiendas y bares de la localidad. Pero para ello es indispensable que los vecinos, los compañeros de trabajo, los jóvenes en los colegios y universidades, etc. decidan voluntariamente la naturaleza y el alcance que le quieren dar a estos Pactos por la Vida y contra la Muerte. Pbro. Rafael Castillo Torres Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS)

Sáb 25 Mar 2023

Semana por la vida 2023: Dejar a un lado la indiferencia y asumir un compromiso con su cuidado

En el marco de la 'Semana por la vida 2023' que promueve entre el 19 y el 26 de marzo la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, envió un mensaje de reflexión a todos los caucanos, invitándolos a interiorizar en la responsabilidad que cada ser humano tiene con la integridad y vida de las personas. De acuerdo con el prelado, esta importante región del suroccidente del país se ha visto seriamente afectada por una especie de cultura y drama de la muerte. “El año pasado contamos más de 776 muertos y los índices crecen este año en el Cauca. Estamos lastimando la naturaleza y los seres humanos en los entornos familiares generando amenazas a la integridad humana, estamos causando demasiadas muertes sistemáticas en el entorno de un departamento que es bello por lo demás”, precisó monseñor Sánchez. Siendo enfático en que todos en Colombia estamos llamados a ser obreros y trabajadores por la vida, el arzobispo dijo que la celebración de esta semana nos da una oportunidad para dejar a un lado la indiferencia y asumir este compromiso, defendiéndola donde esté en riesgo y promoviéndola donde necesita ser revitalizada. Agregó también que “la vida encierra en sí misma un misterio enorme y quien no se detiene a pensar el valor y el sentido de ese misterio puede banalizar su concepto”. Este es el mensaje del Arzobispo de Popayán: Para conocer detalles de la Semana por la vida 2023, ingrese AQUÍ.

Vie 24 Mar 2023

Semana Santa para niños, niñas, adolescentes y jóvenes

En el contexto de la Semana Santa que se vivirá en Colombia entre el 2 y el 9 de abril, y bajo el propósito de vincular a sus niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la celebración de la Pascua, diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país, a través de sus delegaciones de pastoral infantil y pastoral juvenil, han preparado una serie de insumos que permitan guiarlos en su experiencia de comunión, reflexión e interacción en este importante tiempo, dando paso a la acción del Espíritu Santo que siempre sorprende con la novedad de la Buena Noticia de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Con el aval de las diócesis y arquidiócesis, el Departamento de Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha recopilado este material para ponerlo al servicio de todas las comunidades que deseen impulsar esta vivencia y así seguir caminando juntos desde la oración, la meditación y el compartir. A continuación podrá encontrar los documentos en formato pdf para su descarga (haga clic sobre el texto de cada archivo): Pascua - Pastoral Juvenil - Arquidiócesis de Bucaramanga Pascua - Pastoral Infantil - Arquidiócesis de Bucaramanga Pascua - Pastoral Infantil - Arquidiócesis de Ibagué Pascua - Pastoral Juvenil - Arquidiócesis de Medellín Pascua - Pastoral Infantil - Diócesis de Girardota Pascua - Pastoral Juvenil - Diócesis de Magangué Pascua - Pastoral Infantil - Diócesis de Sonsón Rionegro Pascua - Pastoral Juvenil - Diócesis de Caldas Pascua - Pastoral Juvenil - Diócesis de Soacha Pascua - Pastoral Infantil - Diócesis de Soacha

Vie 24 Mar 2023

Cercanía, creatividad y coraje en su misión: Llamados del Papa Francisco a los obispos colombianos

Este viernes 24 de marzo, sobre el medio día romano, tras finalizar su esperado encuentro con el Papa Francisco que se desarrolló durante dos horas, los arzobispos de las provincias eclesiásticas de Bogotá, Florencia, Ibagué, Nueva Pamplona, Tunja y Villavicencio, junto a monseñor Nelson Jair Cardona, obispo de la Diócesis de San José del Guaviare, ofrecieron una rueda de prensa para dar a conocer detalles de lo vivido durante los cinco días de su Visita Ad Limina Aspostolorum, del diálogo con el Santo Padre y de lo que significa esta experiencia para el impulso de la vida pastoral en Colombia. Al iniciar este pronunciamiento, realizado desde la Sala Marconi del Palacio Pío XII en la Ciudad del Vaticano, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), destacó que se trató de una significativa experiencia de fraternidad y encuentro, propicia para fortalecer las relaciones no solo humanas sino también apostólicas entre los 38 obispos que viajaron en este primer grupo. Para monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, esta es su primera Visita Ad Limina, pues fue ordenado obispo en el año 2013 y la última vez que los prelados colombianos habían vivido esta experiencia fue en 2012 cuando se encontraron con el papa Benedicto XVI. En medio de lo significativos que fueron estos días para él, quiso resumirlos destacando diez palabras clave: Cercanía, amabilidad, fraternidad, acogida, apostolicidad, Amazonia, creatividad, sinodalidad, coraje y gratitud. Refiriéndose a la gracia de poder celebrar la Sagrada Eucaristía en comunión cada día en una basílica romana diferente, monseñor Orlando Roa Barbosa, arzobispo de Ibagué dijo que en ellas se habían puesto las intenciones que llevaban de cada una de sus jurisdicciones y les permitió experimentar una cercanía especial con Dios, con el Papa y con la Iglesia Universal. Algunos de los principales desafíos que dejan sus reuniones en los dicasterios Sobre la visita a los once dicasterios y los demás organismos de la Curia Romana, los obispos han destacado en su pronunciamiento la amplia disposición de escucha que encontraron allí por parte de los prefectos y de sus equipos de trabajo. Afirmaron que recibieron luces, motivaciones y esperanzas para continuar el camino evangelizador y sinodal en Colombia. Según lo han indicado los prelados, uno de los temas que surgió constantemente en sus reuniones al interior de los organismos romanos y durante el encuentro con el Papa fue el de la Amazonia. Sobre ello, monseñor Omar de Jesús dijo que se había destacado la importancia de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA) y que se habló, incluso, de la posibilidad de la adecuación de un rito amazónico con las comunidades indígenas que habitan estos territorios. Y aunque fue claro en afirmar que este paso requiere aún investigación, agregó: “Muy interesante porque los obispos que trabajamos en esas zonas podemos contarles de la variedad cultural y la riqueza que tenemos con todos estos pueblos ancestrales, por ejemplo, con las lenguas y con la espiritualidad". Por otra parte, de acuerdo con monseñor Nelson Jair Cardona, en cuanto al tema de la evangelización, han podido reconocer durante esta Visita Ad Limina el reto inmenso de entrar de un mundo cada vez más digital, una evangelización tiene que hacer presencia no solo en los medios sino también a través de la cual la Iglesia asuma los nuevos lenguajes y maneras de llegar a los fieles. Agregó: “El reto que hemos encontrado es que para eso necesitamos involucrar a la juventud que es la que conoce este nuevo modo de comunicarse más que nosotros”. El prelado también ha narrado con gran satisfacción cómo ha constatado que en la Curia Romana la fuerza, el protagonismo y la corresponsabilidad del laicado es una realidad y esto se convierte en uno de los principales retos para la aplicación en su jurisdicción eclesiástica. Al respecto ha puntualizado que este tema “superó el nivel del discurso en el Vaticano; en verdad lo han vivido”, pues fue de gran alegría para él encontrar allí los tres estados de vida (sacerdotes, religiosos y laicos) trabajando en igualdad de condiciones y enriqueciendo la Iglesia. Sobre los procesos pendientes de causas de los santos colombianos, monseñor Luis José Rueda ha dicho que pudieron constatar la amplia lista de hombres y mujeres del pueblo de Dios, especialmente sacerdotes, religiosas y religiosos que están en proceso de beatificación. Destacó, de manera especial, la de monseñor Pedro Ismael Perdomo, quien fue arzobispo de Bogotá y primado de Colombia entre 1928 y 1950. Dijo que es una causa está bastante adelantada y que esperan llegue a la beatificación, “que se consolide científicamente el milagro”. Dentro de los casos, el prelado también destacó el de Toribio Maya, el único laico presente en la larga lista, oriundo de Popayán (Cauca). Sobre él afirmó: “Alimentó su vida con la Eucaristía, con la palabra de Dios, con el amor a la Virgen María y eso lo llevó a servir especialmente a los enfermos y concretamente a los enfermos de lepra a mediados del siglo XX. Esa era una situación que pocos querían asumir por los riesgos de contagio y, sin embargo, sin ser un religioso, sin ser un sacerdote, se dedicó al servicio de los más abandonados en ese momento”. Temas abordados y principales llamados durante el encuentro con el Santo Padre Destacando que se trató de un diálogo muy natural, en el que el Papa fue haciendo aportes a medida que ellos iban planteando sus inquietudes, los prelados indicaron que entre sus principales insistencias estuvo la necesidad de mantener la cercanía reconociéndose siempre como miembros e hijos del santo pueblo de Dios, así como un coraje creativo especial para fortalecer su trabajo. De acuerdo con monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja, el Santo Padre ha sido específico en la necesidad de erradicar por completo el clericalismo en la Iglesia para convertirse en verdaderos ministros. A propósito de este tema, monseñor Luis José Rueda también ha dicho también que están llamados a hacer una transición de una Iglesia de conservación a una Iglesia netamente misionera, evangelizadora y con todo el pueblo de Dios. “Eso significa que nosotros, los ministros actuales de la Iglesia y los ministros que se están formando, deben encajar, meter en su corazón la semilla del reino de Dios y del pueblo de Dios para evitar esas asimetrías donde el laico pasa segundo lugar”, agregó el presidente de la CEC. Los prelados han dicho también que el Pontífice los invitó a no desfallecer en la construcción de la paz en Colombia. Según lo ha indicado monseñor Jorge Alberto Ossa, arzobispo de Nueva Pamplona, el Santo Padre les ha dicho que deben tener mucha paciencia en este sentido reconociendo que los procesos de paz toman tiempo y retos, por lo que les ha pedido continuar “aclimatando la paz”, rodeando las buenas acciones que se realicen en ese sentido y conservando la “libertad para hacer críticas cuando las cosas no se hacen bien”. Según lo han expresado los obispos, otro de los retos centrales que dejó este encuentro fue el de la formación. Al respecto, monseñor Orlado Roa dijo: “Nosotros estamos llamados a fortalecer la formación permanente en los sacerdotes y a consolidar la formación inicial que se imparte los seminarios”. Hacer esto, según lo ha referido, permite seguir luchando desde el nivel de la prevención contra realidades lamentables que se han presentado, como la de los abusos en entornos eclesiales. El fortalecimiento de la pastoral penitenciaria fue otro de los llamados del Papa Francisco a los prelados colombianos. Han dicho que, ante la realidad de hacinamiento que existe en muchos establecimientos penitenciarios y carcelarios no solo del país sino del mundo entero, así como otras dificultades que enfrenta esta población privada de la libertad, para el Pontífice es fundamental seguir acompañando de manera decida esta misión. Aunque no hubo oportunidad de profundizar al respecto con el Santo Padre, la preocupación por otros aspectos del contexto nacional colombiano como el narcotráfico y la corrupción, también surgió en el diálogo. La segunda fase de la Visita Ad Limina 2023 será en abril De esta manera se dio por cumplida la primera etapa la Visita Ad Limina de los obispos colombianos. El segundo grupo, en el que se encuentran los prelados de las provincias de Barranquilla, Cali, Cartagena, Manizales, Medellín, Santa Fe de Antioquia y Popayán, la desarrollará del 17 al 22 de abril. ______________________ Rueda de prensa:

Jue 23 Mar 2023

Obispos colombianos se pronunciarán desde Roma tras su encuentro con el Papa Francisco

La Visita Ad Limina Apostolurum 2023 del primer grupo de obispos colombianos que se ha venido desarrollando desde el pasado lunes 20 de marzo en la Ciudad del Vaticano, finalizará mañana viernes 24 tras su encuentro con el Santo Padre que, se espera, pueda darse sobre las 9:30 de la mañana (hora romana). Al finalizar esta audiencia, los prelados ofrecerán una rueda de prensa desde las instalaciones de Radio Vaticana, pronunciamiento que será retransmitido a través del canal de Youtube y la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia (/episcopadocol), desdelas 6:30 de la mañana (hora Colombia). En contexto Esta importante experiencia de comunión eclesial se ha desarrollado en los días previos no solo a partir de la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo y la celebración diaria de la Sagrada Eucaristía en las basílicas más importantes de Roma, sino también con permanentes reuniones de trabajo en once de los quince dicasterios (o ministerios) y otros importantes organismos de la Curia Romana, como la Pontificia Comisión para América Latina, la Pontificia Academia para la Vida y el Tribunal de la Rota Romana. Durante dichos encuentros, los 38 obispos que participan en esta fase de la visita han dado a conocer no solo aspectos concretos de la iglesia colombiana a partir de la realidad de cada una sus jurisdicciones eclesiásticas, sino también situaciones asociadas al contexto social, político y económico del país, que preocupan ampliamente a los prelados y que también representan desafíos para su misión. Diferentes recomendaciones han surgido desde los dicasterios para el fortalecimiento de la tarea evangelizadora de la iglesia que peregrina en Colombia. Algunas de ellas sobre temas como: La educación en instituciones católicas, las vocaciones, la fuerza de los laicos, la importancia de las parroquias, los retos de la catequesis frente a las nuevas dinámicas sociales y los lenguajes digitales, el trabajo de las pastorales sociales, la promoción de la ecología integral, la relevancia de la comunicación para la evangelización, el cuidado de la vida religiosa y los tribunales eclesiásticos. Los detalles conclusivos de esta primera parte de la Visita Ad Limina y del mensaje que dará el Santo Padre a los obispos, se conocerán el día de mañana durante la conferencia de prensa que será originada desde Vatican News.