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iglesia colombiana

Lun 1 Jul 2024

Espiritualidad, comunión y análisis regional: protagonistas en el primer día de la CXVII Asamblea de los Obispos Colombianos

Este lunes, 1 de julio, se desarrolló la primera jornada de la CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano en Bogotá. Un inicio lleno de espiritualidad, comunión y trabajo por grupos, con énfasis en el análisis del contexto del país, desde la realidad de las regiones que acompañan.La apertura se dio con la celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos. Durante la homilía, el prelado recordó el protagonismo del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y la necesidad de invocar su presencia para discernir, conducir y proyectar, en unidad, las decisiones que se tomarán durante esta asamblea electiva, que deben tener, según indicó, un sentido especial de servicio a la Iglesia y al país.Posteriormente, la instalación del encuentro la protagonizó el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, a sus hermanos. En él evocó, particularmente, cuatro bienaventuranzas, a manera de motivación para que, como pastores, sepan responder a los desafíos eclesiales y sociales del país: “Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”, “Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”, “Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio” y “Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”.Serán más de 40 los encargos de liderazgo que realizarán los obispos durante esta Asamblea 117. Entendiendo la importancia del momento y la necesidad de hacerlo a la luz del Evangelio, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, dirigió una iluminación sobre los fundamentos espirituales de lo que significa discernir y elegir a sus hermanos obispos en cargos de responsabilidad. El purpurado lo hizo evocando algunos capítulos del Evangelio según San Marcos (Mc 3, 13-19) y del Libro de los Hechos de Los Apóstoles (Hch 1, 12-17, 21-26; Hch 6, 1-6).El cardenal Salazar también conectó este episodio electivo con las tres dimensiones que conforman la sinodalidad propuesta por el papa Francisco a la Iglesia: comunión, participación y misión. Recordó que, como pastores, deben ponerse al servicio del infinito amor de Dios por el pueblo; discernir los signos de los tiempos y tener presente que la Iglesia es testigo e instrumento de la salvación. Esto introdujo a los obispos en un momento especial de meditación personal y adoración en presencia del Santísimo Sacramento.El trabajo adelantado por el episcopado colombiano en la tarde de esta primera jornada se centró en el análisis de la realidad social del país por regiones; los aspectos allí abordaros también servirán de base para las decisiones que tomarán esta semana. Para ello, se dividieron en siete regiones, cada una conformada por dos provincias eclesiásticas: Bogotá-Tunja, Ibagué-Manizales, Florencia-Villavicencio, Bucaramanga-Nueva Pamplona, Medellín-Santa Fe de Antioquia, Cali-Popayán y Cartagena-Barranquilla.Tres preguntas guiaron dicho espacio: ¿Cuál es el problema social más arraigado en la región? ¿Cuáles son las características del país que desean ayudar a construir? ¿Cuáles son las principales líneas de acción para enfrentar el problema social identificado? Los encargados de moderar las reflexiones fueron los arzobispos. En el informativo ‘Así Va La Asamblea’, tres de ellos, comparten algunas de estas ideas: monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobispo de Manizales, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja.También en esta emisión tres de los obispos nombrados en los últimos meses por el papa Francisco, entregaron su testimonio de lo que ha significado para ellos ser parte de esta primera asamblea: monseñor Alejandro Díaz García, obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez, obispo electo de El Banco y monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco, obispo auxiliar electo de Barranquilla. Conozca los testimonios a continuación:

Lun 1 Jul 2024

Austeridad, entrega en la misión, servicio y valentía: motivaciones del Cardenal Rueda a los obispos, a la luz de las bienaventuranzas

Este lunes, 1 de julio, inició la CXIII Asamblea Plenaria de los obispos colombianos. Durante la instalación del encuentro, que tendrá carácter electivo, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, animó a los prelados a vivir la austeridad, entregarse en la misión, donarse en el servicio a sus comunidades, y afrontar las dificultades y fragilidades desde la verdad, con valentía y el anuncio del perdón.El Primado de Colombia inició su discurso inaugural haciendo alusión a Lucas 6, 20-23, donde Jesús pronuncia las bienaventuranzas a sus discípulos tras haberlos elegido en el ministerio apostólico. Les recordó a los obispos que esta primera enseñanza también se traslada a su misión como sucesores de los doce apóstoles, por lo que es fundamental hacer una relectura de ella, especialmente en este año de la oración, que prepara a la Iglesia Universal para el Jubileo de la Esperanza 2025.El Cardenal Luis José Rueda afirmó que, frente a los retos a los que está expuesta la esperanza, es normal que surja la tentación de la desconfianza, pero que el cristiano, y aún más, el obispo, puede afrontar las situaciones más adversas, con su confianza puesta en el misterio de la cruz y de la resurección del Señor. Animando y reconfortando a sus hermanos, compartió así su reflexión sobre las bienaventuranzas:“Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”. Enfatizó en la importancia de la vida austera, se refirió a ello como “un mensaje poderoso y un gran aporte para la paz en Colombia”; un ejemplo de lucha contra la corrupción y la codicia que tanto daño causa.“Felices los obispos que aprendiendo de Jesús viven el espíritu de la pobreza y el desapego, son servidores humildes que no viven de la imagen, sino que, en la propia conciencia saben con sinceridad quienes son, y ponen su corazón en el verdadero tesoro que es Cristo crucificado y resucitado, vivo y cercano cada día”.“Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”. Recordó a los obispos el llamado que se les ha hecho a entregarlo todo por la misión evangelizadora. De esta forma, los convocó a estar dispuestos a trabajar en conjunto con las diversas vocaciones dentro de la Iglesia colombiana, y así, caminar hacia la verdadera sinodalidad.“Felices los obispos que son agradecidos con el pequeño paso que se pudo dar, que saben mantener la serenidad, aunque el lobo esté al acecho, que no pierden la esperanza, aunque al revisar las duras labores por la evangelización, pareciera que la cizaña estuviera ahogando el trigo, son obispos que confían en la acción del Espíritu Santo, y son capaces de ponerse en silencio y de rodillas para agradecer ante el sagrario, después de una jornada de aparentes fracasos”.“Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio”. Los invitó a reconocerse vulnerables y frágiles, y que, a su vez, se descubran reconfortados y consolados por el amor de Dios Padre. Además, a ser servidores de la esperanza en sus comunidades, sabiendo leer e interpretar los signos de los tiempos.“Son obispos con capacidad para consolar al que está afligido, son hermanos que prefieren llorar que sucumbir, son aquellos que no se dejan deslumbrar por las estadísticas, son capaces de conmoverse ante el sufrimiento de las personas y de la ciudad, y lloran por amor, uniéndose a las lágrimas de Jesús por Jerusalén”.“Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”. Con esta bienaventuranza finalizó el Cardenal Rueda Aparicio animando a sus hermanos en el ministerio apostólico, a tomar la cruz de la misión y a avanzar con valentía dejándose acompañar. Mencionó que, de esta forma, pueden escuchar la voz del Espíritu Santo, por ejemplo, en medio del sonido ensordecedor de las noticias falsas.“Son Obispos que tienen en su conciencia el signo de María, serena y fiel junto a la cruz de su Hijo, que mantienen la paz ante la injuria y la difamación. Son obispos convencidos de que nada los podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (…) Son hombres que han recibido en su vida personal el perdón y logran anunciarlo con sus actitudes y palabras en medio del Pueblo Fiel de Dios, llevan el bálsamo de la misericordia como una gracia desbordante, saben que a pesar de las presiones externas y las fragilidades internas, nadie los podrá separar del amor de Cristo, ni la angustia, ni la persecución, ni la desnudez, ni los peligros, ni la guerra (Cfr Rm 8, 31 - 39).En su discruso, el Arzobispo de Bogotá manifestó gratitud por el apoyo y la confianza depositada durante los tres años que ejerció como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; también lo hizo en nombre de sus hermanos en la dirección, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (arzobispo de Popayán y vicepresidente) y monseñor Luis Manuel Alí Herrera (obispo auxiliar de Bogotá y secretario general). Además, extendió su agradecimiento al padre Jorge Bustamante Mora (actual secretario general encargado) y a cada uno de los "hermanos y hermanas del Secretariado Permanente del Episcopado de Colombia (SPEC)", por su servicio. Al tiempo, manifestó su disposición para seguir apoyando a quienes en esta CXVII Asamblea Plenaria resulten elegidos en estos roles."Es hermoso ver que somos discípulos misioneros itinerantes, es bello dar un signo de libertad a la Iglesia de Colombia y a la sociedad de nuestro país, un signo de libertad ante la tentación de sentirse indispensables, porque estamos convencidos de que el Espíritu Santo elige, capacita y acompaña siempre nuevas expresiones de liderazgo sinodal, al servicio de su Pueblo Santo", concluyó el Cardenal Luis José.

Vie 28 Jun 2024

Obispos colombianos vivirán una nueva asamblea electiva del 1 al 5 de julio: piden a los fieles orar por este momento

Desde el próximo lunes 1 hasta el viernes 5 de julio, los obispos colombianos se reunirán en Bogotá para desarrollar su CXVII Asamblea Plenaria. En esta oportunidad, el encuentro tendrá como propósito central elegir a quienes liderarán el trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante el trienio 2024 – 2027.Durante esta asamblea los prelados decidirán quiénes serán los encargados de desempeñar durante este período los roles de presidente, vicepresidente y secretario general; determinarán cómo quedarán conformadas las comisiones episcopales y quiénes las presidirán. Además, designarán a aquellos sacerdotes, religiosas y laicos que, desde las diversas áreas del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), conducirán estratégica y operativamente la materialización de la misión de la Iglesia colombiana, a partir de las líneas propuestas por la CEC.Setenta y ocho pastores activos, incluyendo a los administradores diocesanos de Duitama, Vélez y Santa Rosa de Osos y al Provicario Apostólico de Guapi; así como doce obispos eméritos, han confirmado su participación en este encuentro. En él también se abordarán diversos temas de la actualidad eclesial y social, para definir criterios que le permitan a la Iglesia seguir respondiendo a los desafíos del país, a la luz del Evangelio, teniendo como prioridad el bien común y partiendo de las realidades concretas que se presentan en los territorios que acompañan los obispos.Fieles, ¡A orar por las elecciones en la Conferencia Episcopal de Colombia!Entendiendo que este acontecimiento es tan importante para el episcopado, como para los demás miembros de la Iglesia que peregrina en Colombia, la actual Comunidad de Presidencia, integrada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio (presidente), por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (vicepresidente) y por el padre Jorge Enrique Bustamante Mora (secretario general encargado), proponen al Pueblo de Dios intensificar durante los próximos días su oración, teniendo presente esta intención.“La oración nos introduce en una intimidad particular con Dios, en una sociedad con Él, la oración tiene poder, por eso quiero extenderles esta invitación para una campaña de oración por la próxima asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia (…) La Conferencia Episcopal dinamiza todas las tareas y nos unifica en propósito al servicio del país, los invitamos para que oren intensamente, de modo que cada elección, esté dentro del marco de los propósitos de Dios; las personas que resulten elegidas, deben servir a partir del querer de Dios, contamos con su oración”, expresó monseñor Omar Alberto, arzobispo de Popayán, en representación de sus hermanos en el episcopado.El cierre de esta asamblea plenaria coincidirá con el XIII Congreso Nacional Misionero, a través del cual la Iglesia colombiana conmemorará 100 años de haberse celebrado el primero de estos encuentros. El congreso significó un despertar misionero histórico en el país y sirvió de inspiración para otras Iglesias del continente. Ahora, al celebrar su centenario, servirá para renovar las fuerzas de la tarea evangelizadora. Los obispos participarán en este congreso centenario que se estará desarrollando desde el viernes 5 hasta el domingo 7 de julio en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.Vea a continuación la primera emisión de Así Va La Asamblea, el informativo del Episcopado Colombiano, en el contexto del encuentro 117:

Mié 26 Jun 2024

“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18)

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Avanzamos en el desarrollo de nuestro Proceso Evangelizador de la Diócesis de Cúcuta, con el lema “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), que el evangelista Mateo complementa con la respuesta de Jesús a Pedro: “Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 17-18). Siendo esta Palabra de Jesús una verdad fundamental de nuestra fe, sobre la cual se basa la certeza que Jesucristo fundó la Iglesia y eligió a Pedro y a sus sucesores como piedra angular de la misma, “Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt 16, 19). Esto es lo que le da fuerza y solidez a la fe y por eso proclamamos con fervor que nuestra Iglesia es apostólica.En el Apóstol Pedro, columna de la Iglesia, tenemos un testigo de Jesucristo, cuya profesión de fe, es manifestación de su deseo constante de entregar toda su vida a la voluntad de Dios. En la respuesta que dio a Jesús cuando fue interrogado sobre quién era Él para los apóstoles, está contenida toda la misión del Señor a quien seguimos como camino, verdad y vida, cuando cada uno de nosotros hace profesión de fe en Él, pronunciando con Pedro: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), inspirándonos a responder debidamente a la vocación recibida en la vida sacerdotal, religiosa, matrimonial y familiar.Pedro fue elegido por el Señor para la misión de ser el primero entre los apóstoles, él es la piedra sobre la cual se edificó la Iglesia, “sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 18), quien junto con los demás apóstoles y luego con los sucesores garantizan la apostolicidad de la Iglesia, que llega hoy hasta el Papa Francisco, que en este momento es Pedro, para cada uno de los creyentes en Cristo, en comunión con todos los obispos.Próximamente celebramos con toda la Iglesia la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y con esta celebración estamos llamados a renovar nuestra comunión con la Iglesia universal en la persona del Papa Francisco, en quien los católicos tenemos una roca firme de nuestra fe, porque Jesucristo quiso edificar su Iglesia sobre Pedro y sus sucesores. En sus enseñanzas y escritos encontramos magisterio firme, para hacer frente a los oleajes de confusión doctrinal que hoy en día aparecen en muchos ambientes que desorientan a los cristianos.En el Papa, los obispos y los sacerdotes fieles, es decir, en todos aquellos que reconocen la autoridad del Romano Pontífice, siguen su Magisterio y transmiten sus enseñanzas; encontramos al mismo Cristo, Buen Pastor, que guía a sus ovejas a la salvación eterna. Escuchemos su voz, sigamos sus huellas, imitemos su ejemplo de amor, santidad y entrega incondicional para el bien de toda la humanidad y la Iglesia.Los católicos en comunión con Pedro, tenemos la misión de defender y proclamar la fe católica, en obediencia al Papa, dando testimonio de unidad y comunión en los distintos ambientes en los que cada uno se encuentra a nivel familiar, parroquial, laboral y social. Así lo expresa Aparecida cuando dice: “No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas. Afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella ‘nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Católica. La Fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión. Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que podemos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los apóstoles y con el Papa” (Documento de Aparecida 156).Esta verdad viene reforzada con el testimonio de vida de los últimos Papas que hemos tenido, quienes han mantenido la fe, la esperanza, la paz y la comunión, aún en medio de muchos sufrimientos y momentos de cruz en el cumplimiento de su misión apostólica, recibiendo del Espíritu Santo la fortaleza para no temer subirse a la Cruz con Cristo, en las contrariedades de cada día que trae predicar y defender el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, en comunión con toda la Iglesia, con la certeza que el poder del infierno no derrotará a la Iglesia (Cf Mt 16, 18) porque está unida a la roca firme que es Nuestro Señor Jesucristo.Al celebrar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, nos unimos a la jornada del Óbolo de San Pedro y oramos particularmente por las intenciones del Papa Francisco, de modo que en todo momento reciba la gracia del Espíritu Santo, que lo llene de sabiduría para continuar conduciendo a la Iglesia e iluminando todas las realidades del mundo con la luz del Evangelio y trabajando por la comunión y la unidad de toda la Iglesia. Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José nos ayuden a decir con Pedro: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), para vivir en comunión con Jesucristo y con la Iglesia universal, unidos al Papa Francisco, hoy Pedro, piedra firme de la Iglesia para nosotros.En unión de oraciones,reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Mar 25 Jun 2024

Falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, Prefecto Apostólico Emérito de Leticia

A sus 82 años de edad, falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, quien, entre el 8 de julio de 1997 y el 23 de octubre del 2000, se desempeñó como Prefecto Apostólico de Leticia (Amazonas). El pastor antioqueño fue el segundo en desempeñar este oficio, antes que dicha circunscripción eclesiástica fuera elevada a Vicariato Apostólico por el papa Juan Pablo II.La muerte de monseñor Ruiz Velásquez se produjo en la madrugada de este martes 25 de junio en la ciudad de Medellín, donde vivía desde el año 2016 en una casa familiar.Monseñor William de Jesús nació el 2 de octubre de 1941 en el municipio de Entrerríos (Antioquia). Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Cursó una maestría en Catequesis en la Universidad Católica de París (Francia).Fue ordenado sacerdote para el clero esa misma jurisdicción el 11 de septiembre de 1966, por monseñor Miguel Ángel Builes. Allí desempeñó múltiples oficios pastorales, entre ellos: Vicecanciller de la Curia y Notario del Tribunal Eclesiástico (1969), Promotor Diocesano de la Pastoral Vocacional (1973), Vicario de Pastoral de la Diócesis (1995) y Coordinador de la Pastoral Familiar (1996). En julio de 1997 fue nombrado Prefecto Apostólico de Leticia, misión que desempeñó por tres años.Al regresar a su región natal, entre los años 2001 y 2016 fue párroco en los municipios de Amalfi, Yarumal y Donmatías. Allí apoyó también diferentes procesos de desarrollo municipal e impulsó iniciativas asociadas a la educación, la defensa de la vida y la institucionalidad.Fue colaborador permanente del Consejo de Administración de la Cooperativa Fraternidad Sacerdotal.El padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos, expresó sus condolencias a familiares y amigos del presbítero, e informó que las exequias se celebrarán este miércoles 26 de junio, a las 3:00 p.m., en la Catedral Metropolitana de Medellín.

Jue 20 Jun 2024

Iglesia en Boyacá recibió formación en atención y prevención de abusos: casi 800 personas participaron

Entre el 12 y el 14 de junio, Duitama fue sede de las jornadas regionales de capacitación sobre atención y prevención de abusos desarrolladas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la iniciativa “Iglesias Seguras y Protectoras”. En esta oportunidad, con obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosas y laicos de la Provincia Eclesiástica de Tunja. De manera especial, de las cuatro jurisdicciones de Boyacá: la Arquidiócesis de Tunja y las diócesis de Duitama-Sogamoso, Garagoa y Chiquinquirá.Cerca de 800 personas de zonas urbanas y rurales del departamento acudieron a esta convocatoria, liderada por los obispos y los miembros de los organismos encargados de la cultura del cuidado en cada una de estas Iglesias particulares . También asistieron algunos representantes de la Diócesis de Yopal, que hace parte de esa provincia.Se trata del cuarto ciclo de formación por provincias eclesiásticas facilitado en lo que va corrido del 2024 por el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y el Departamento de Comunicaciones de la CEC, así como por el Presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado. En él, se llevaron a cabo conferencias, talleres y diálogos específicos en torno a temáticas como: claves para generar entornos protectores, elementos psicosociales para identificar situaciones de abuso, fundamentos canónicos para la atención y aspectos necesarios para comunicar con enfoque de cuidado y prevención.“Este momento ha sido un paso más, un escalón más, en todo el compromiso que tenemos las diferentes diócesis de esta jurisdicción, en esta cultura del cuidado y ser verdaderas apóstoles de la prevención”, expresó el padre Ricardo Alonso Lache, también de la Diócesis de Garagoa.Sobre el sentido fundamental de la cultura del cuidado y las reflexiones suscitadas durante las jornadas, monseñor Julio Hernando García Peláez, obispo de Garagoa, afirmó: “Se trata de un acto de responsabilidad en lo que es la Iglesia como tal, que debe continuar la obra de Jesús, atendiendo de modo especial a los niños y brindándole a los niños ambientes seguros. Jesús bendecía a los niños. Nosotros estamos para cuidar a los niños y bendecirlos.”Por su parte, el padre Óscar Pinzón, administrador diocesano de Duitama, destacó la necesidad de afianzar cada vez más el trabajo por la cultura del cuidado a nivel provincial, así como los retos que tienen tras esta formación:"Aquí en Boyacá el tema provincial está muy muy arraigado y hemos trabajado de la mano las diócesis vecinas, conformando una suerte de comisión o Delegación Provincial para la Cultura del Cuidado, con la cual nos reunimos mes a mes, hemos preparado también remotamente este encuentro de Iglesias particulares, pero sigue el esfuerzo de ver qué nos hace falta: perfeccionar los decretos con los cuales se crean las comisiones, las oficinas, también de los materiales y de las formas en que en cada diócesis podemos llegar a ser multiplicadores de esta buena noticia".Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja también valoró la actividad como una oportunidad para aclarar dudas y unificar criterios. Además, aprovechó para hacer una invitación especial que permita seguir fortaleciendo el Sistema para la Cultura del Cuidado que ha sido definido por la Iglesia Católica colombiana:"Invitar a todos los que ya han pasado también por esta formación a que demos un paso adelante: que se estabilice en cada una de las jurisdicciones la oficina, como lo ha pedido el papa Francisco "Vos Estis Lux Mundi", que haya un organismo en el cual la gente tenga fácil acceso a todo lo que tiene que ver con denuncias o prevención de este fenómeno, de los abusos de poder, de conciencia y sexuales, que tanto dolor causan en la sociedad y específicamente nuestra Iglesia".Las jornadas finales de este ciclo formativo se están desarrollando entre el 19 y el 21 de junio con las jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla. Así, la Conferencia Episcopal de Colombia clausurará la segunda etapa de este proyecto, que ha sido auspiciado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.Vea a continuación el informe del evento:

Lun 17 Jun 2024

30 de junio: Jornada de oración y apoyo a la misión del papa Francisco desde Colombia

El domingo 30 de junio, en todas las parroquias de Colombia, se llevará a cabo la versión 2024 del “Óbolo de San Pedro”, la jornada mundial de oración y apoyo económico a la misión del papa Francisco en el anuncio del Evangelio y en sus obras de caridad hacia los más necesitados; así como al sostenimiento de los diferentes organismos de la Curia Romana. La colecta se realiza en el contexto de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.Las actividades apoyadas por la Santa Sede con la contribución que realizan cada año los fieles en los distintos países durante la colecta del Óbolo de San Pedro se categorizan en tres dimensiones centrales: proyectos sociales, apoyo a la presencia evangelizadora de Iglesias necesitadas y expansión o preservación de la evangelización en nuevas Iglesias. De allí, que los principales beneficiarios sean personas migrantes, refugiadas, afectadas por desastres naturales, guerras u otras adversidades humanitarias, personas de la tercera edad, hospitales o institutos religiosos en dificultad.La Conferencia Episcopal de Colombia y la Nunciatura Apostólica extienden una invitación especial a todo el Pueblo de Dios para que se unan a esta jornada, como signo concreto de comunión con el pontífice, como sucesor de Pedro, y de solidaridad con quienes él tiene la posibilidad de apoyar.“Se llama Óbolo porque es una pequeña ofrenda, pero una pequeña ofrenda de cada cristiano, de cada católico en todo el mundo, permite al Santo Padre llevar adelante su misión y nos permite a nosotros sentirnos unidos a él. Por supuesto, junto con esa pequeña ofrenda, estamos todos invitados a orar por el Santo Padre, por sus intenciones, a orar para que el Señor siga asistiéndolo y fortaleciéndolo en su ministerio”, expresó el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli.Para guiar esta jornada especial de oración por el papa Francisco durante la Santa Misa, el Departamento de Liturgia comparte un subsidio orientador con la monición inicial y la oración de los fieles.Lo recolectado en las parroquias durante este día en el momento de la ofrenda tendrá tal fin. Quienes deseen, pueden unirse también a la colecta de manera remota, haciendo su consignación a la cuenta de ahorros de Davivienda Nº 014542872, a nombre de la Nunciatura Apostólica.

Lun 17 Jun 2024

La Iglesia colombiana está lista para celebrar su centenario misionero, en el marco del XIII Congreso Nacional

Entre el 5 y el 7 de julio de 2024, la Iglesia colombiana conmemorará cien años de haber realizado el Primer Congreso Nacional Misionero. Convocados por Obras Misionales Pontificias (OMP) y por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), mil doscientas personas, entre sacerdotes, consagrados, seminaristas y laicos, de las diferentes regiones, se reunirán en Bogotá, en la Pontificia Universidad Javeriana, para renovar su compromiso misionero y ser protagonistas en la concepción de nuevos y creativos modos de continuar anunciando el Evangelio, en el marco del XIII congreso, constituido como el congreso centenario. Los obispos del país acompañarán esta importante celebración.El Primer Congreso Nacional Misionero realizado del 15 al 24 de agosto de 1924 en Colombia fue pionero a nivel mundial, calificado como un despertar y Kairós del Espíritu en la Iglesia; la entonces Madre Laura Montoya Upegui, animó directamente su organización, como preparación para la exposición misionera que se realizó en Roma, con ocasión del Año Santo 1925. Años más tarde, lo empezaron a replicar en otros países, como México. De allí, el lema elegido para este centenario: “En la Iglesia Misionera, ¡Colombia de primera!”.El evento proyectó para Colombia un fructífero camino en la transmisión del Evangelio, del que han surgido grandes figuras de santos y mártires misioneros, entre ellos, la misma Santa Madre Laura, el Venerable Miguel Ángel Builes, el Beato Padre Marianito, los beatos mártires hospitalarios, el Beato Pedro María Ramírez, el Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve y la Beata María Berenice Duque Hencker. Además, importantes proyectos, comunidades e institutos, con un decidido compromiso por la misión, entre los que se destacan el Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, las Misioneras Teresitas y las Hijas de la Misericordia.De manera especial, el congreso centenario iniciará oficialmente el día viernes 5 de julio con la entronización de las reliquias de Santa Laura Montoya. Durante su desarrollo, se llevarán a cabo diversas ponencias, sesiones de trabajo grupal, espacios con testimonios misioneros y jornadas de adoración eucarística. Todas ellas proyectadas para aportar al deseo de bautizados, formados y amantes de la misión, para que vayan las regiones de Colombia a anunciar al Señor, o también, a otros países donde aún no llega el mensaje o donde hacen falta más multiplicadores.El Cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto de la sección para la primera evangelización y las nuevas iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización del Vaticano, será el invitado internacional especial. A su cargo estará la primera ponencia del evento, titulada “La missio ad gentes en la Iglesia local”; además, el domingo 7 de julio, presidirá la Solemne Eucaristía de clausura y envío misionero.“El congreso cenentario va a ser para todos nosotros un punto de reinicio en la labor evangelizadora en Colombia y, sin lugar a dudas, una oportunidad maravillosa para que nuestra Iglesia Católica continúe florenciendo y haciendo que todo el pueblo colombiano, halle, entre otros, los caminos de tan anhelada paz”, expresó moseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina-Tadó, administrador apostólico de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones.El prelado se refirió también a la necesidad de que este momento ayude a vivir en Colombia “un Evangelio dinámico”; indicó tres adverbios inspirados en Hechos de los Apóstoles 1,8 que enmarcan esta tarea: aquí, allí y allá. “Aquí, en mi parroquia y en mi diócesis; allí en el resto de las jurisdicciones de Colombia; y allá, en cualquier lugar del mundo”, explicó monseñor Mario.Es importante recordar que, en Colombia, cada 4 años se celebra un Congreso Nacional Misionero. Aunque en el caso de esta edición centenaria los cupos para participar de manera presencial ya están agotados, también se podrán unir a él quienes deseen desde cualquier parte del mundo, de manera virtual mediante un aporte de 40.000 COP o 12 USD. La inscripción se puede realizar aquí.Conozca la agenda preliminar del evento aquí.