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Iglesia

Sáb 11 Ene 2020

Obispos del pacífico y suroccidente alertan agudización del conflicto armado

En un comunicado conjunto los Obispos de la Región del Pacífico y Suroccidente de Colombia, expresaron una vez más su preocupación y advertencia por la agudización del conflicto en estas zonas territoriales y en otras regiones del país. “En diversos momentos hemos advertido sobre las dificultades que viven muchas personas en el territorio del Pacífico y Suroccidente, y hemos solicitado al Estado colombiano una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”. Estos territorios, compuestos en su mayoría por afrodescendientes, indígenas y mestizos, ha sido uno de los más golpeados por la violencia, en este sentido los prelados expresaron “alzamos nuevamente nuestra voz de pastores y hacemos un llamado a retomar el sendero de la paz en la perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, los Derechos de los Pueblos y el Derecho Internacional Humanitario". En su mensaje convocaron al Gobierno Nacional como a otras instancias estatales, “a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y líderes sociales, tanto a Leyner Palacios como a los otros liderazgos que están en riesgo”. Igualmente, solicitaron prestar atención ante las alertas por posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales. También reafirmaron su llamado para buscar salidas políticas y pacíficas al conflicto armado, de manera especial con el ELN, con las AGC y estructuras similares. “Esperamos la respuesta sincera de los diversos actores, mediante gestos concretos de verdadera voluntad de paz”. Finalmente, pidieron a los colombianos continuar en permanente oración y seguir trabajando con compromiso en la construcción de un país equitativo, fraterno y sin violencia. El mensaje fue suscrito por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali; Mons. Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Popayán; Mons. Juan Carlos Barreto Barreto, Obispo de Quibdó; Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de Istmina – Tadó; Mons. Hugo Alberto Torres Marín, Obispo de Apartadó, Mons. Luis Albeiro Maldonado, Obispo de Mocoa – Sibundoy; Mons. Rubén Darío Jaramillo Montoya, Obispo de Buenaventura; Mons. José Saúl Grisales, Obispo de Ipiales; Mons. Orlando Olave, Obispo de Tumaco; Mons. Edgar de Jesús García Gil, Obispo de Palmira. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar comunicado[/icon]

Sáb 11 Ene 2020

Los obispos de Venezuela a los gobiernos de América

Intensos días vivieron en Caracas los obispos venezolanos tras la celebración de su 113ª Asamblea plenaria para analizar los escenarios políticos y sociales. Sin duda “los madrugó” la abrupta y polémica elección del parlamento el pasado 5 de enero y en una inusual forma la directiva del episcopado delegó en tres obispos: Luis Enrique Rojas, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Mérida, Cástor Oswaldo Azuaje, obispo de la diócesis de Trujillo, y Jesús Alfredo Guerrero, obispo de la diócesis de Barinas, la lectura de lo que en esta ocasión han llamado ‘Carta fraterna’. En el texto, que recoge el sentimiento de millones de venezolanos tanto dentro como fuera del territorio, han expresado su inconformidad ante los gobiernos de América y el mundo por el falso clima de normalidad que “autoridades y medios de comunicación del gobierno proclaman y difunden”, por tanto “denunciamos su falsedad y cinismo”. “Es inaceptable que un país con inmensas riquezas haya sido empobrecido por la imposición de un sistema ideológico que, lejos de promover el auténtico bienestar, ha vuelto la espalda a sus ciudadanos, por lo que hoy sufrimos el aumento de la desnutrición infantil, la destrucción del aparato productivo y el crecimiento de una especulación agobiante y la corrupción intolerable”, han dicho. Un régimen totalitario e inhumano Si bien han reconocido “los esfuerzos realizados desde diversas instancias internacionales para atender la situación de Venezuela”, los obispos “siguen apostando al diálogo sincero y las negociaciones que reúnan las condiciones de respeto a los derechos fundamentales del pueblo venezolano”. También han advertido que “quienes hoy están al frente del gobierno, lo que cuenta no es el bien común sino el interés desmedido de riqueza y poder hegemónico, capaz de resquebrajar todo intento de vivir en auténtica democracia”. “Vivimos en un régimen totalitario e inhumano en el que se persigue la disidencia política con tortura, represión violenta y asesinatos, a esto se añade la presencia de grupos irregulares bajo la mirada complaciente de las autoridades civiles y militares, la explotación irracional de recursos mineros que destruye amplias extensiones del territorio venezolano, el narcotráfico y la trata de personas”, señalaron. Renuncia de Maduro Una vez más los obispos han repudiado los acontecimientos ocurridos en el parlamento para reafirmar su mensaje del pasado 12 de julio de 2019, ocasión en la cual exigieron “la salida de quien ejerce el poder de forma ilegítima” en clara referencia a Nicolás Maduro y el cese de la Asamblea Nacional Constituyente, lo cual implique la celebración de unas nuevas elecciones presidenciales bajo la tutela de un nuevo Consejo Nacional Electoral imparcial, auditoría al registro electoral, participación de venezolanos en el exterior y supervisión de organismos internacionales. Han a la comunidad internacional apoyen iniciativas en esa dirección. Por otra parte han reiterado a los militares “guiarse por la sana conciencia de su deber, sin servir a parcialidades políticas, respetando la dignidad y los derechos de toda la población, como juraron ante Dios y la Patria” como bien lo expresaron el pasado 8 de enero tras reunirse con la junta directiva del parlamento, encabezada por Juan Guaidó. A los venezolanos en el mundo A los más de 4.000.000 de venezolanos en la diáspora han expresado su solidaridad en virtud de que “sabemos de las vicisitudes que han tenido que sufrir y los riesgos que ha supuesto su partida”, por ello “recuerden que Venezuela siempre se ha distinguido por ser un país de acogida a migrantes venidos de diversas partes del mundo”. Asimismo han expresado su agradecimiento de corazón a los países e Iglesias del continente y del mundo que “han brindado a quienes han emigrado para poder sentir la solidaridad y la real posibilidad de un trabajo y una condición que les permita vivir y contribuir con su familia que quedó en Venezuela”. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar comunicado[/icon] Tomado: Portal Vida Nueva Foto: Conferencia Episcopal de Venezuela

Vie 10 Ene 2020

Celebrar la fiesta del Bautismo del Señor reafirma el compromiso misionero

Así lo explica el padre Manuel Hernando Vega León, director de los departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal colombiana, al precisar que al conmemorar este día “reafirmamos nuestra adhesión a Jesús (…) Renovemos en esta fiesta nuestro compromiso misionero y evangelizador de ungidos, enviados y bautizados a proclamar el Evangelio con la vida y nuestro testimonio de fe”. Después de haber celebrado el nacimiento de Jesús en Navidad y su manifestación al mundo como Salvador en la fiesta de la Epifanía, la Iglesia recuerda este domingo el Bautismo del Señor. “En esta fecha se cierra el tiempo litúrgico de la Navidad y se inaugura la primera semana del Tiempo Ordinario, un hermoso recorrido por la vida del Señor Jesús en el Evangelio de San Mateo, podríamos decir que este domingo es un domingo de transición”, subrayó el sacerdote. Aquí el Evangelio “nos presenta a Jesús en el momento de ser bautizado por Juan el Bautista en el Jordán, ungido por el Espíritu Santo y proclamado Hijo de Dios por la voz del Padre del Cielo”, este es un momento en el que la Iglesia invita a redescubrir la gracia del sacramento del Bautismo.

Jue 9 Ene 2020

CELAM hace un llamado a orar por la Paz del mundo

Un llamado a orar por la Paz del mundo, especialmente por aquellos países donde se viven momentos de tensión, es el mensaje que unido al del Papa Francisco, hace el Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), presidido por su presidente Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte. “En unidad con el Papa Francisco, sumamos nuestras oraciones por la Paz en el Mundo, por el cese de los conflictos que hacen sufrir a familias y pueblos enteros y en particular por la grave tensión que se vive en estos momentos entre varios países: la guerra solo trae muerte y destrucción”. Evocando las palabras del Papa Pío XII: “el peligro es inminente pero aún hay tiempo. ¡Nada se pierde con la paz; todo se pierde con la guerra!”, la Iglesia de América Latina anima a la unidad y al diálogo, para que se busquen soluciones pacíficas, respetando sin reservas el derecho internacional. “Nos unimos en oración con el Papa y rechazamos toda forma de violencia y de fractura social y llamamos a las grandes naciones del mundo, en especial a sus gobernantes, al respeto mutuo, a la concordia y el buen entendimiento, a no escatimar esfuerzo alguno para evitar un escenario de mayor tensión”. En su declaración, el CELAM insiste en la importancia de la oración, en comunión con el obispo de Roma, para que “nunca más en nuestra historia tengamos que avergonzarnos de la forma en que un ser humano eliminó al otro porque no fueron capaces de dialogar y encontrar consensos para caminar juntos”. Finalmente, los obispos de esta Institución, exhortan a las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe y a las Conferencias Episcopales del mundo, a unirse para realizar jornadas de oración por la Paz. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 9 Ene 2020

Año nuevo, en la esperanza

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Primero: Es común que cada que comenzamos el nuevo año hagamos las cábalas y los vaticinios sobre lo que esperamos para el año al que damos inicio, según el calendario civil. Es posible que cada uno reitere los planes de trabajar mejor, de cuidarse con los alimentos, de rebajar peso, de solucionar las desavenencias, etc. Eso está bien. Lo que produce preocupación es que posiblemente son los mismos propósitos de cada año y que seguramente no se han cumplido. Qué importante es que se haga el propósito de cumplir de la mejor manera posible lo que se ha de alcanzar, poniendo la confianza en Dios con una buena dosis de voluntad personal y disciplina. Segundo: Por otra parte, la Iglesia ha comenzado desde semanas atrás el año litúrgico, con el adviento y la navidad. Un propósito clave debemos buscar alcanzar, de la mano de Dios, y es el que los ángeles cantaron en el portal de Belén, la paz: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a las personas de buena voluntad”. Tercero: Con la fiesta del Bautismo del Señor comenzamos el tiempo llamado Per annum, o tiempo ordinario en la liturgia de la Iglesia. El color verde será el característico. Es el verde la esperanza, de la confianza, de la fe. Es el color también de la florescencia y de la alegría. Así debería ser la vida de los cristianos católicos; ese debería ser el aporte que como ciudadanos deberíamos dar en momentos de crisis, incertidumbre y dificultades. El Papa Francisco nos dirá: “Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias: «Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha […] Pero algo traigo a la memoria, algo que me hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha agotado su ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! […] Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor» (Lm 3,17.21-23.26)” (Exhortación Evangelii Gaudium, 6). Cuarto: El cristiano está llamado no a ser promotor de la desesperación, ni profeta de catástrofes, sino que está llamado a ser testigo de la esperanza, porque sabe muy bien que el Señor es el siempre vivo, el siempre actuante, que está con nosotros, está en medio de nosotros, está adelante mostrándonos el camino, y está atrás para protegernos. Alegría y esperanza, dos palabras que se deben traducir, en un estilo de vida alegre y cargada de la confianza, en los tiempos nuevos que nos han sido prometidos. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Jue 9 Ene 2020

La voz del Pastor | Enero 12 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 3,13-17

Jue 9 Ene 2020

El bautismo de Jesús ilumina la realidad de nuestro propio bautismo

Primera Lectura: Is 42,1-4.6-7 Salmo: Sal 29(28), 1a+2.3ac-4. 3b+9b-10 Segunda Lectura: Hch 10,34-38 Evangelio: Mt 3,13-17 Introducción Del encuentro con Cristo en la Palabra, surgen estás ideas para nuestra reflexión: • Cristo es el siervo paciente profetizado por Isaías para ser el salvador de todas las naciones. • El pueblo de Dios debe alejarse del ambiente pagano para vivir la santidad. • Cristo es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo y nos da la nueva vida. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La profecía de Isaías se aplica a Cristo, el siervo paciente que se manifiesta como el enviado de Dios para reconstruir su pueblo santo y redimir a todas las naciones. Esta profecía de Isaías se cumple plenamente en el bautismo de Cristo que asume la condición de siervo y nos representa ante el Padre, por eso se pone en la fila de los pecadores para asumir nuestro pecado sin ser pecador, otorgándonos, de este modo, la vida nueva que nos trae el sacramento del bautismo. En el Antiguo Testamento los judíos tenían el privilegio de invocar el nombre de Yahveh; ahora en esta etapa de la historia somos los cristianos los que podemos acercarnos con libertad delante del misterio de Cristo, pues él ha derribado todos los muros que nos separaban y nos ha dado la plena libertad. Jesús es el siervo de Dios y una vez bautizado se dedica al anuncio de la salvación a todos los hombres. La lectura de los Hechos de los Apóstoles nos recuerda uno de los discursos misioneros dirigidos a los judíos, donde se muestra que Dios no hace distinción de personas, porque para él todos hemos sido llamados a la salvación que se nos ha otorgado en Cristo Jesús, hecho que nos hace libres con su muerte y resurrección; todo esto ha sido posible gracias al bautismo que nos hace hijos de Dios. En el texto del Evangelio que nos narra el bautismo de Jesús, él aparece como el elegido, al igual que el siervo de Yahveh, para realizar una misión entre los hombres, la cual se cumple con su presencia firme y humilde, ya que ha sido ungido por el Espíritu Santo para manifestarse como el enviado del Padre. El texto bíblico nos va guiando y nos muestra que al abrirse los cielos se da inicio a una nueva etapa de la historia de la salvación, ya que Jesús viene a realizar una misión trascendente en medio de la humanidad renovada como una nueva creación. De ahora en adelante Jesús se presenta como el Hijo amado del Padre, enviado a proclamar la buena noticia que libera al mundo de los yugos que la oprimen y esclavizan. La paloma es un símbolo de la nueva creación, ya que al igual que en el diluvio, en el libro del Génesis, nos recuerda la nueva creación que Dios viene a realizar mediante el bautismo de Jesús, en donde el Espíritu Santo es portador de esa nueva vida que todos recibimos mediante el baño bautismal que nos regenera y nos hace vivir como hijos amados de Dios. La presencia del Espíritu Santo en el bautismo de Jesús es la plena garantía y la confirmación de que el Padre acompaña al Hijo en su misión y en la obra redentora que le ha confiado y por eso la voz envía a Jesucristo para que cumpla con la misión de salvar a la humanidad. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El bautismo de Jesús ilumina la realidad de nuestro propio bautismo, donde Cristo se hace siervo para expiar nuestros pecados, asume la condición de vicario o embajador nuestro ante el Padre para pagar la deuda que habíamos adquirido con el pecado de Adán. Cristo se pone en la fila de los pecadores sin ser pecador y así asume nuestro pecado y nos otorga la entrada al reino de Dios, por eso, en nuestro bautismo, se abre el cielo para nosotros y el Espíritu Santo desciende y nos hace templos de su presencia, de modo que también se nos garantiza la presencia del Padre que nos acompaña en el cumplimiento de la misión que se nos encomienda de anunciar su Palabra y ser testigos de su misericordia. Desde ese día somos introducidos en la vida nueva y como nuevas creaturas somos parte de la nueva creación que ha obrado en nosotros la fuerza del Espíritu en virtud del sacramento del bautismo que recibimos. Cada día, en el lugar donde nos encontremos debemos manifestar la alegría del evangelio con nuestro propio testimonio de vida y, como Jesús, debemos pasar haciendo el bien a nuestros hermanos. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El sacramento del Bautismo nos compromete a vivir la vida nueva de la gracia que hemos recibido desde aquel momento. Por eso el catecismo de la Iglesia Católica 1253 nos recuerda que “el Bautismo es el sacramento de la fe (cf Mc 16,16). Pero la fe tiene necesidad de la comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles. La fe que se requiere para el Bautismo no es una fe perfecta y madura, sino un comienzo que está llamado a desarrollarse. Al catecúmeno o a su padrino se le pregunta: «¿Qué pides a la Iglesia de Dios?» y él responde: ¡La fe!”. De este modo, nosotros que recibimos la fe nos comprometemos a custodiarla, defenderla y difundirla en medio de la humanidad dando testimonio de la nueva vida que recibimos. Renovemos hoy nuestro propio bautismo: un día fuimos sumergidos en Cristo y nos llenamos de la presencia de su Espíritu. Nuestra misión, entonces, debe ser la misma que Él llevó a cabo: “pasar por la vida haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal”. Sólo así será posible hablar de buenos propósitos como artesanos de la paz. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Es importante en este día decorar y resaltar más el bautisterio 2. Sería conveniente administrar el sacramento del bautismo en ese día. 3. Es muy recomendable que, desde antes de la celebración litúrgica, se guarde silencio en el templo, en la sacristía y en los lugares anexos. De modo que todo se disponga devota y debidamente para la acción sagrada (Cfr. OGMR 45). 4. Si no hay bautismos, se recomienda utilizar una de las fórmulas del rito para la bendición y aspersión del agua, en memoria del Bautismo, que ocuparía el lugar del acto penitencial al comienzo de la Misa, siguiendo lo indicado en el Apéndice I, Formulario II, del Misal, p. 1056. 5. Esta fiesta presenta esquema propio de celebración, incluido el Prefacio. 6. Propiciar un momento de silencio, después de la oración comunión, para dar gracias a Dios Padre por la presencia de Jesús en la eucaristía y en nuestras vidas. 7. Hoy finaliza el tiempo de Navidad y desde mañana lunes, comienza la primera parte del Tiempo Ordinario, que se prolonga hasta el martes 25 de febrero. 8. Se sigue el formulario de la Misa para la semana I del Tiempo Ordinario, Misal, p. 29. Liturgia de las Horas Tomo III, Salterio 1ª semana.

Mié 8 Ene 2020

Diócesis de Cúcuta entrega 135 millones en ayudas para familias vulnerables

El programa ‘Follow Up To’ Respuesta Conjunta Colombia, concluyó el 2019 con la entrega de 135 millones de pesos en ayudas materiales para 120 hogares de zonas marginadas de la ciudad de Cúcuta. Este proyecto es una iniciativa que lidera la Diócesis de Cúcuta, a través de la Corporación de Servicio de Pastoral Social (Cospas), en alianza con el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana y la Pastoral Social de Holanda (Cordaid), el cual consistió en estudiar las necesidades de la población perteneciente al Centro de Evangelización Santo Tomás, que comprende los barrios La Fortaleza, El Talento y La Flor, en el Anillo Vial Occidental. Lo que más alertó fue la presencia de niños que viven en situaciones precarias, sobre todo por la falta de salubridad, desde el lugar donde duermen, hasta para su higiene personal. Por esta razón, se censó a la comunidad y se identificaron a las mujeres cabeza de familia, a los migrantes venezolanos, colombianos retornados y víctimas desplazadas por el conflicto armado. Los beneficiarios de ‘Follow Up to’ recibieron acompañamiento psicosocial en lo corrido del año; capacitación en el manejo y saneamiento básico del agua; encuentros pastorales y de evangelización, apoyados por el padre que guía espiritualmente el Centro de Evangelización Santo Tomás, el presbítero Fabián Pacheco, y por las hermanas Misioneras de la Nueva Vida, quienes hicieron una intervención integral. Después de estos procesos, el pasado 30 de diciembre, el padre Abimael Bacca Vargas, director de Cospas y Yazmín Esmeralda Corzo Sánchez, coordinadora del proyecto, hicieron la entrega de camas con sus respectivos colchones y sábanas; kits de aseo (shampoo, jabón, papel higiénico, cepillo dental); útiles de cocina (ollas, jarras, cubiertos, platos); recipientes para almacenar aproximadamente 250 litros de agua, ya que en estas zonas el agua potable llega cada 15 días. Esta obra de caridad cerró el año 2019 beneficiando a 120 familias, que suman cerca de 700 personas. Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Cúcuta