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Iglesia

Mar 16 Oct 2018

Frente al hambre, nuestras acciones son nuestro futuro

Por: Mons. Fernando Chica Arellano - Un año más, hoy, 16 de octubre celebramos el Día Mundial de la Alimentación. En esta ocasión, el lema escogido es «Un mundo #HambreCero para 2030 es posible». Viene acompañado de una invitación para cada uno de nosotros: «Nuestras acciones son nuestro futuro». A día de hoy, unos 821 millones de personas carecen del pan cotidiano. Desde hace tres años, para sonrojo de la humanidad, la cifra de los hambrientos no ha dejado de aumentar. Lo sorprendente es que, en septiembre de 2015, en el seno de la ONU, 193 países se comprometieron a acabar con la pobreza y el hambre, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos, de forma que nadie quede atrás. Concretamente, el Objetivo 2 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se propone alcanzar el Hambre Cero. El Papa Francisco, cada vez que se detiene en estas cuestiones, insiste en la necesidad de superar la retórica y las meras declaraciones para pasar a la acción con gestos tangibles e iniciativas bien coordinadas. Individual y colectivamente, todos deberíamos poner lo mejor de nosotros mismos, abandonando la indiferencia y el egoísmo. Solo así terminará la penuria de los postergados de nuestro planeta. A este respecto, cuatro puntos adquieren particular relieve. Necesitamos actuar ya. La llamada a la acción no es algo opcional. Es imprescindible, sobre todo si miramos el trayecto recorrido. Es triste recordar que, ya en 1974, se aprobó la «Declaración universal sobre la erradicación del hambre y la malnutrición», que marcaba el objetivo de que, para el año 1984, «ningún niño, mujer u hombre se vaya a la cama con hambre». A su vez, la Conferencia General de la FAO reiteraba este compromiso al instituir el Día Mundial de la Alimentación en 1979. Ahora se fija el año 2030 como nuevo horizonte para acabar con la lacra del hambre. Es obvio que este plazo queda demasiado lejos para quienes sufren por no tener nada, o casi nada, que llevarse a la boca. Los pobres no merecen esta espera. Necesitamos actuar mejor. En este trayecto, hay lecciones aprendidas, iniciativas exitosas y proyectos fracasados. El problema fundamental no es de producción de alimentos, sino de acceso a los mismos y su distribución equitativa. Sabemos que lograr la seguridad alimentaria exige un enfoque integrado que aborde todas las formas de malnutrición, la productividad y los ingresos de los pequeños productores de alimentos, la resiliencia de los sistemas alimentarios y el uso sostenible de la biodiversidad y los recursos genéticos. El reto es que nada de ello se quede en papel mojado, sino que haya recursos suficientes y voluntad política para emprender una acción eficaz. Desgraciadamente, los datos de seguimiento indican que hay poco avance y algunos retrocesos. A este ritmo, dice la FAO, no se lograrán alcanzar los objetivos trazados en la Agenda 2030. Necesitamos actuar concretamente. Ante la envergadura del drama del hambre, podemos caer en la tentación de la parálisis, al sentirnos desbordados. Sin embargo, siendo un desafío global, es también una realidad muy cercana. Recordemos, por ejemplo, que un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se pierde o se despilfarra. En Europa cada consumidor desperdicia unos cien kilogramos de comida por persona y año. Son estadísticas escandalosas. Algo se podría remediar si, cada día, en la cocina y el comedor de nuestros hogares, en los restaurantes y supermercados de nuestras ciudades, tomáramos medidas más incisivas y solidarias para que mucha comida no acabara en la basura. Necesitamos actuar con visión amplia. Alrededor del 80 por ciento de las personas que sufre pobreza extrema en el mundo vive en zonas rurales. La mayoría de ellas depende de la agricultura. Según informes recientes, los conflictos y el cambio climático están afectándoles gravemente, sobre todo en África y Asia. Es necesario cambiar de rumbo, invertir en paz, sumar esfuerzos para paliar los desastres relacionados con la variabilidad climática extrema, que causan incontables daños en el sector agrícola y ganadero. El Señor, Jesús, al ver que sigue habiendo una multitud hambrienta, nos dice a cada uno de nosotros con toda claridad: «Dadles vosotros de comer» (Mt. 14, 16). A este imperativo se agregan las palabras del apóstol Santiago: «Suponed que un hermano o hermana andan medio desnudos, faltos del sustento cotidiano, y uno de vosotros le dice: “id en paz, calientes y saciados”, pero no le da para las necesidades corporales, ¿de qué sirve? Lo mismo la fe que no va acompañada de obras, está muerta del todo» (2,15- 17). Frente al hambre no bastan las palabras. Obras son amores y no buenas razones. Serán las acciones las que posibilitarán el futuro de nuestros hermanos más pobres. Y también el presente. Mons. Fernando Chica Arellano Observador permanente de la Santa Sede ante la FAO el FIDA y el PMA

Mar 16 Oct 2018

Sínodo: "Hay que valorar e impulsar la cultura de la escucha en los jóvenes"

En el sínodo de los jóvenes que se desarrolla en Roma, monseñor Omar Mejía Giraldo, obispo de Florencia y quien hace parte de la delegación colombiana presente en este importante evento eclesial, ofrece algunas reflexiones personales, a partir de aspectos y aportes ofrecidos por los padres sinodales. Retos de la Iglesia 1. Cercanía, salir, nuevos métodos, formación sacerdotal y formación de agentes misioneros para que vayan a los jóvenes, trabajar los temas de: sexualidad, afectividad, la mujer en la Iglesia y el mundo digital. 2. Debemos ser más propositivos. Tenemos que ser capaces de unir todos los enfoques y dejar de ser tan occidentales. Retomar el tema de la paternidad y la maternidad espiritual. Profundizar el mundo virtual y digital… Con la situación de los abusos sexuales, debemos superar el escándalo y sus efectos y sobretodo, comprometernos en renovar la Iglesia desde dentro. Tenemos que llamar a la virtud mediante la vivencia de la castidad y la virginidad. Es necesario que seamos claros en la presentación del magisterio de la Iglesia. 3. Debemos poner todo nuestro empeño en la vivencia de la liturgia y en la presentación de las homilías. Es urgente promover la participación activa de los jóvenes en la Iglesia. Es necesario hablar y compartir más experiencias y ser menos teoría. Debemos profundizar el tema de la relación entre mundo moderno y fe. Es necesario que les hablemos a los jóvenes de la identidad y la libertad. Urgente crecer en nuestra Iglesia en el tema de la calidad y la calidez de nuestras relaciones humanas. También es bueno que presentemos los aspectos positivos de la Iglesia y no quedarnos sólo con lo negativo. 4. El documento no se puede quedar hablando de los miedos de los jóvenes debe ser más esperanzador. En el acompañamiento de los jóvenes es central la escucha y el diálogo. Se hace necesario que mencionemos más explícitamente a Dios. Los jóvenes quieren ver a la Iglesia como un lugar de honestidad y transparencia. Valorar e impulsar la cultura de la escucha. 5. Es necesario tener presente los diferentes contextos de los jóvenes e ir allí donde ellos están. Necesitamos ir al mundo universitario. Valoremos más los aportes de los medios digitales, éste es un medio maravilloso de evangelización. Pongámosle atención a las sectas, ellas están creciendo y es un factor bastante preocupante. Falta profundizar el mundo indígena. Se hace necesario crear espacios físicos de encuentro y evangelización para los jóvenes. Profundizar más el tema de los jóvenes y la vida consagrada. 6. Se hace urgente que los pastores conozcamos la realidad de los jóvenes. Debemos presentar el rostro visible y glorioso de la Iglesia. Que las homilías no sean ideas o discursos, que apunten fundamentalmente a tocar el corazón de las personas. Usar la web sin dejarnos usar de la web. No necesitamos ser expertos, pero si acompañantes de los jóvenes. Pongámosle atención a la: ludopatía, corporeidad, sexualidad, comunicación. En el trabajo con los jóvenes debemos utilizar más la pedagogía del silencio. 7. Con los jóvenes démonos a la tarea de: escuchar, reconocer, descubrir, mirar, observar, encontrarnos con ellos… 8. La crisis de la transmisión de la fe, hace parte de la crisis general que vive el mundo de hoy. Urgente: Salir, dar testimonio, cercanía entre movimientos y comunidades nuevas, articulación entre todos… La Iglesia debe ser profética. Debemos insistir en la integralidad de la persona. Promovamos la conversión entre los jóvenes. Propuestas: 1. Debemos resaltar más el aspecto propositivo y positivo de los jóvenes. Propuesta: que se den pequeños mensajes cada semana, algo breve, con pocas palabras y muchas imágenes. Decirle a los jóvenes: Queremos escucharlos, lamentamos nuestros errores, los amamos… Profundizar el tema de la amistad. Elaborar pequeños talleres interactivos y con preguntas abiertas, donde los jóvenes se puedan expresar. 2. Que se haga un mensaje corto y concreto para los jóvenes, máximo de tres minutos y con muchas imágenes. Debemos decirle a los jóvenes: ustedes son parte de la Iglesia, estimados jóvenes ustedes son ya en presente. Partir de nuestra propia actitud de conversión para acompañar a los jóvenes.

Lun 15 Oct 2018

CEC ora por el eterno descanso de Monseñor Darío Molina Jaramillo

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) informó que, en la mañana de hoy, a la edad de 83 años, falleció en la clínica del Sagrado Corazón de Jesús, de Medellín, Monseñor Fray Ramón Darío Molina Jaramillo, OFM, obispo emérito de la diócesis de Neiva. Los obispos de Colombia enviaron su saludo de condolencia a la familia Molina Jaramillo, a la Provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia, a Monseñor Froilán Casas Ortiz, obispo de Neiva y al clero diocesano de esta Jurisdicción, donde compartió los últimos años su gran testimonio de vida y ministerio episcopal. “Que el Dios y Padre de las misericordias, acoja en su seno de amor a Monseñor Ramón Darío Molina Jaramillo y le conceda el eterno gozo de los Bienaventurados”, expresó Monseñor Elkin Álvarez, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia. VELACIÓN: Martes, 16 de octubre, desde las 9:00 a.m., en la Casa San Pedro Bautista, de Itagüí -ANT. HONRAS FÚNEBRES: Este miércoles 17 de octubre a las 10:00 am,en la parroquia Santa Gertrudis de Envigado en Medellín, se realizaráuna ceremonia especial para despedir amonseñorRamón Diario Molina Jaramillo. La eucaristía será presidida por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, Arzobispo de Medellín. Finalizada la eucaristía,su cuerpo será trasladado a la ciudad de Neiva,al templo Colonial donde permanecerá en cámara ardiente.Las exequias se realizarán el día jueves 18 de octubre a las 10:00 am, en la Catedral La Inmaculada,en ceremonia presidida por el obispo de esta diócesis, monseñor Froilán Casas Ortiz. El cuerpo de monseñor Molina será sepultado en este mismo lugar. Biografía: Monseñor Ramón Darío Molina Jaramillo nació el 31 de agosto de 1935 en Envigado, Arquidiócesis de Medellín. Comenzó los estudios eclesiásticos en el Seminario Franciscano de Cali y cursó, luego, los ciclos de filosofía y teología en la Universidad de San Buenaventura en Bogotá. Obtuvo la licenciatura en Teología dogmática en la Universidad Lateranense y en Teología moral en la Academia Alfonsiana de Roma. Emitió la profesión solemne en la Orden de Frailes Menores el 6 de enero de 1957 y fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1961. En el ejercicio de su ministerio presbiteral desempeñó cargos de enseñanza y otros oficios en su Congregación Religiosa: Profesor de Teología moral y sacramental en la Universidad de San Buenaventura, Profesor en el Instituto de Estudios Sociales de la misma Universidad, Definidor Provincial. Se desempeñó también como sub-secretario de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal. Fue nombrado Obispo titular de Timici y Auxiliar de Bogotá el 6 de mayo de 1977 y recibió su ordenación el 29 de junio de 1977; trasladado a la Diócesis de Montería el 23 de marzo de 1984, y nuevamente trasladado a la Diócesis de Neiva el 19 de enero de 2001. El 4 de febrero de 2012 S.S. Benedicto XVI le acepto la renuncia, por límite de edad.

Vie 12 Oct 2018

Sínodo: Obispo de Buga pidió más atención a los jóvenes

“Hay realidades que no llenan a los jóvenes sino por momentos y que los mueven a buscar algo que de verdad calme su soledad y su sed interior”, así lo expresó el obispo de Buga, monseñor José Roberto Ospina Leongómez, durante su intervención en el Sínodo de Obispos que se celebra en Roma. El prelado, quien hace parte de la delegación colombiana, mencionó que algunos de los ‘espejismos’ que mueven a los jóvenes hoy son el celular, la imagen, el sexo, el dinero, el poder, el éxito y las redes sociales. Monseñor Ospina Leongómez dijo que el pasaje bíblico “Dame de beber que se puede hallar en Jn 4,10, recoge la pedagogía de Jesús para suscitar la fe en la samaritana y esto debe “servir también para provocar igualmente la fe en los jóvenes de hoy”. “Hay que despertar la curiosidad en los jóvenes, esa curiosidad sobre lo que no se ve, pero se experimenta, sobre la primacía de lo invisible, sobre Jesucristo y su contracorriente, sobre el poder de Dios que conquista y cambia corazones de piedra en corazones de carne”, aseguró. Por último, invitó a vivir este proceso pedagógico de Jesús dentro de la Iglesia siendo coherentes entre lo que se dice y se hace. La reflexión ofrecida por monseñor José Roberto Ospina, estuvo centrada en el documento Instrumentum laboris de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, II PARTE - Interpretar: fe y discernimiento vocacional. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar intervención[/icon]

Vie 12 Oct 2018

La Santidad al servicio de los pobres y necesitados

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - El Santo Padre FRANCISCO nos ha regalado un precioso y profundo documento, la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE (Alegraos y regocijaos), sobre el importante tema de la Santidad. En este periódico LA VERDAD, hemos venido reflexionando ampliamente acerca de los contenidos, que pueden ayudarnos a vivir según el modelo del Evangelio en nuestro contexto humano, en estos tiempos de complejas crisis sociales. Estos son grandes retos que se presentan a la santidad. Después de la reflexión que nos ha hecho el Santo Padre en el capítulo tercero, mirando la santidad desde el Evangelio y, en concreto desde los apartados de San Mateo referidos a las bienaventuranzas (que comprende como una forma de llegar a la santidad, al cumplir la voluntad de Cristo), nos invita a reconocer a Cristo y a mirarle, fortaleciendo nuestra vida de opciones que nos llevan a la santidad, “por Fidelidad al Maestro” (N. 96). En su reflexión, el Pontífice nos llama a mirar a Cristo, que nos hace una gran invitación a la caridad, pero que al mismo tiempo se convierte en una profunda experiencia de Cristo y de su Evangelio y que también, nos hace reflexionar profundamente acerca de las consecuencias que tiene la fe, al acercarnos a “reconocerlo en los pobres y sufrientes que se revela en el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse”. La santidad es pues la configuración con Cristo, en una relación personal e individual, pero también tiene unas consecuencias y un camino que tiene que realizarse necesariamente: El servicio y la caridad con los demás, especialmente en los pobres y aquellos que viven situaciones complejas de sufrimiento. Continuando con su reflexión el Obispo de Roma, destaca la necesidad de aceptar el evangelio en su radicalidad, en su profundo contenido, sin ninguna glosa o anotación que lo desvirtúe y le quite todo el valor de su fuerza, es decir, no podemos de ninguna manera acomodar, diluir, revisar el Evangelio de Cristo y sus consecuencias. Nos dice: “El Señor nos dejó bien claro que la santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias suyas, porque la misericordia es el corazón palpitante de la misericordia” (N. 97). En su reflexión nos invita a meditar sobre hechos y situaciones concretas, que experimentamos en la vida, en el diario caminar de nuestra existencia de cristianos, seguidores de Cristo, para encontrar al Maestro. Es un camino que nos acerca al que tiene frio en la calle, a los abandonados, a los delincuentes, reconociendo a un “ser humano con mi misma dignidad, a una creatura infinitamente amada por el Padre, a una imagen de Dios, a un hermano redimido por Jesucristo” (n. 98). Este mirar a Cristo es el origen y la fuente de la santidad, que no es otra cosa que configurarse con Cristo (N. 96). El Santo Padre nos invita a poner fuerza en esta dimensión de servicio y de amor a los pobres. Creo que en nuestras comunidades parroquiales, en los movimientos, en los distintos tipos de apostolado vivimos esta opción y esta gran fuerza de la evangelización y de la santidad. La búsqueda de la santidad pasa por en medio del servicio y ayuda a los pobres, mostrando el rostro fresco y alegre de la Iglesia. La santidad se ha asumido por muchos grandes santos que con grandes opciones por la oración y por la vida de amor a Dios y al Evangelio, no disminuyen la fuerza y la opción por el Evangelio vivido en los pobres. Nos pone unos grandes ejemplos concretos: San Francisco de Asís, San Vicente de Paúl, Santa Teresa de Calcuta (N. 100) ejemplos que son “testigos creíbles del Evangelio” con palabras del Papa Benedicto XVI. El compromiso con los hermanos pobres, tiene su fuerza en la vivencia de la caridad, que ella necesariamente nos lleva a la santidad. Una de las enseñanzas claras del Santo Padre está en que no podemos “separar estas exigencias del Evangelio de su relación personal con el Señor, de la unión interior con Él, de la gracia” (N. 100). Es decir, santidad y compromiso cristiano van íntimamente unidos, el uno exige necesariamente del otro, temas y acciones que van completamente unidos y con temas bien concretos: La defensa del no nacido, el compromiso con la vida, la defensa de la vida humana, la entrega a los pobres. Concluyo con una cita de la Exhortación Apostólica en la que el Santo Padre FRANCISCO nos habla y enseña claramente: “No podemos plantearnos el ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente” (N. 101). Espero que estas reflexiones, que son limitadas, y que dejan muchos elementos del documento sin una necesaria profundización, nos ayuden a entrar en estos temas tan importantes y precisos para buscar la santidad. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta

Vie 12 Oct 2018

Medellín vivirá su Expo Arquidiócesis

Se tendrán espacios académicos, litúrgicos, celebrativos y culturales, donde niños, jóvenes y adultos no tendrán tiempo para aburrirse. Quienes deseen participar, solo deben llevar su documento de identidad e ingresar por cualquiera de las porterías de la institución universitaria. Expo Arquidiócesis comenzará a las 12:00 del mediodía, cerrando el viernes 12 a las 8:00 p.m. El sábado 13, la feria se desarrollará desde las 8:00 a.m., hasta las 8:00 p.m. y el domingo 14, desde las 8:00 horas, hasta las 2:00 de la tarde. Con motivo del 150º aniversario de la creación de la Arquidiócesis, se ha concedido la Indulgencia Plenaria, que puede lucrar todo fiel que visite piadosamente la Catedral Metropolitana de Medellín, o alguno de los templos parroquial de las cuatro Vicarías Episcopales, así las parroquias del a Arquidiócesis; además de cumplir las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión Eucarística y ofrecer las intenciones por el Santo Padre. El evento que hará parte de sesquicentenario de la Arquidiócesis de Medellín, tendrá lugar en el Polideportivo en la Universidad Pontificia Bolivariana. La Arquidiócesis de Medellín fue erigida el 14 de febrero de 1968 por el Beato Pío IX. Su primer obispo fue Mons. Valerio Antonio Jiménez Hoyos, quien tomó posesión el 8 de diciembre de aquel año. Hasta la fecha la jurisdicción eclesial colombiana ha contado con 12 obispos.

Jue 11 Oct 2018

V Foro Sostenibilidad y Transformación Social

El próximo martes 16 de octubre el Banco de Alimentos de Bogotá, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, realizará el V Foro Sostenibilidad y Transformación Social ¡Juntos contra el hambre!, de 8:00 a.m. a 12:00 m., en el Teatro Cafam de Bellas Artes. “Nuestro gran propósito es, señalar y descubrir a héroes en la lucha contra el hambre y hacer fácil el que muchas personas se puedan sumar”, afirmó el Padre Daniel Saldarriaga Molina, Director Ejecutivo del Banco de Alimentos de Bogotá; a propósito del lanzamiento de la campaña #UNETE A LOS HEROES, que se llevará a cabo en el marco del Foro. En este Foro compartiremos, resaltaremos y reconoceremos las acciones en pro de la lucha contra el hambre y la construcción de una sociedad sostenible y transformada. El Banco de Alimentos de Bogotá lucha contra el hambre beneficiando a más de 313 mil personas, a través de 1.129 organizaciones sociales. El número de personas subalimentadas en el mundo aumentó de 804 millones en el 2016 a 821 millones de personas en el 2017; en Colombia se botan 9,76 millones de toneladas de alimentos al año y el 54,2% de los hogares viven en inseguridad alimentaria, se tira a la basura comida suficiente para alimentar 8 millones de personas al año. El Foro contará con la participación del Doctor Fernando Carrillo Flórez, Procurador General de la Nación; Carlos Enrique Cavelier, Presidente y Coordinador de Sueños – Alquería; Fernando Cortés McAllister, Director Ejecutivo - Fundación Bolívar Davivienda y Alfonso Gómez Palacio, Presidente - Telefónica Hispam Norte y representantes de Procter & Gamble, Falabella Retail Colombia, Corabastos y Nestlé Colombia. Este Foro se finalizará, con la Conferencia “Personas Felices, Organizaciones Sostenibles” - Plurum Consultores. #UNETE A LOS HEROES para mayor información comunicarse al siguiente número 3006170298.

Jue 11 Oct 2018

Iglesia sale al rescate de la cuenca del río Bogotá

Con el objetivo de plantear el horizonte de lo que sería una red de acción social en favor del cuidado del agua, siete diócesis de la provincia eclesiástica de Bogotá, entre las que se encuentran las jurisdicciones de Zipaquirá, Facatativá, Girardot, Engativá y Soacha, que comparten la cuenca del río Bogotá, junto con la pastoral castrense, celebraron el tercer encuentro eclesial por el cuidado del agua el pasado 4 de octubre, a propósito de la fiesta de san Francisco de Asís. El sacerdote Jaime Mancera, coordinador del centro estratégico de la dimensión social de la evangelización –vinculado a la vicaría de evangelización de la arquidiócesis de Bogotá–, explicó a Vida Nueva que con este tercer encuentro buscan además “consolidar una acción conjunta para implementar todos los criterios de ecología integral y del cuidado de la casa común”. “Por eso hemos invitado a diversas organizaciones y se hablará de lo que la REPAM (Red Eclesial Panamazónica) está haciendo y de cómo se ha conformado en torno al cuidado de toda la cuenca del río Amazonas”, añadió el presbítero. Cuidado del agua Mancera también dijo que “en sí mismo el río Bogotá ya es un desafío, pero nuestro objetivo por supuesto es todo el cuidado del agua, todo está conectado, pero el punto de entrada es el cuidado del agua”. A diferencia de los dos anteriores encuentros –en 2016 y 2017– donde el enfoque estuvo en lo formativo, este ha sido más expositivo, aunque “al final se contempló un pequeño trabajo para encontrar esos acuerdos y expectativas que seguimos teniendo, los cuales recogeremos con lo que han sido los resultados de los anteriores encuentros”, explicó Mancera. Se estima que para el primer semestre de 2019 se tenga otro espacio de encuentro, lo cual dependerá de la dinámica de cada una de las diócesis, aunque la arquidiócesis de Bogotá aseguró que tendrá otro espacio en el mes de febrero. Una dinámica sociocultural que interpela a la Iglesia “Es un encuentro histórico, estamos en un proceso regional que tiene una densidad de tipo global, ¿en qué sentido? Que la encíclica Laudato Si se está implementando básicamente en torno al agua, pues el primer capítulo le da un énfasis a la cuestión del agua”. Así lo expresó Alirio Cáceres, referente de ecología integral del Departamento de Justicia y Solidaridad (Dejusol) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y coordinador de promoción del cuidado de la creación de la arquidiócesis de Bogotá. A juicio del diácono, alrededor de la provincia eclesiástica de Bogotá “confluyen elementos biofísicos con una dinámica sociocultural que interpela a la Iglesia, con este tercer encuentro buscamos darnos cuenta de dónde estamos parados en esta porción de la casa común”. También señaló que “es la germinación de una pequeña REPAM en torno a la cuenca del rio bogota con unas características especiales”. El agua como tejido sagrado A propósito de este tercer encuentro, Cáceres destacó que “se han presentado experiencias pequeñas con pastoral ecológica, pero el gran sueño que tenemos desde el programa de ecología integral del Dejusol-CELAM es que toda la pastoral de ecología se implemente desde Laudato Si, pasando principalmente por el tema del agua”. “A lo largo del continente allí donde haya agua, una cuenca, un acuífero, como Iglesia debemos organizarnos para una pastoral de conjunto que genere la cultura del cuidado, esa ciudadanía ecológica y esa expresión de una conversión ecológica integral y radical que está muy clara y el Papa ha venido planteando, enfatizando que el agua es fundamental y nos vincula como tejido sagrado, nos enlaza”. Por: Portal Vida Nueva Digital