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Iglesia

Lun 10 Sep 2018

Diócesis de Cúcuta inaugura Casa de Paso ‘Divina Providencia’

La situación del flujo de migrantes en la frontera se acrecienta cada día más debido a la aguda crisis que se vive en Venezuela. Miles de personas se ven obligadas ante la escasez de alimento, trabajo, desfavorables condiciones de salud y necesidades básicas, a salir de su país a otros lugares en búsqueda de mejores condiciones de vida. La Diócesis de Cúcuta, el pasado 5 de septiembre, con la presencia de Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, inauguró una nueva Casa de Paso en el municipio de Los Patios, para atender a los migrantes que cada día se desplazan desde Cúcuta a otras ciudades y países por las vías nacionales. En este lugar de paso, explicó Monseñor Víctor Manuel: “brindaremos agua y algo de pan, bocadillo, para contribuir en el camino de los migrantes”. Se trata de un kit de alimentación básica para el camino. Para atender la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ del municipio de Los Patios, se organizarán las diferentes parroquias cada día de 4:00 p.m. a 7:00 p.m., que es cuando se presenta el mayor flujo de migrantes y se les ofrece una ayuda material y espiritual en su caminar. Esta iniciativa se suma a las acciones de caridad que la Diócesis de Cúcuta realiza en la zona de frontera en favor de los más pobres y necesitados. Fuente: Oficina de comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Lun 10 Sep 2018

Y Ahora, ¿qué?

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Indudablemente el viaje apostólico del Papa a Colombia fue un torrente de bendición y de gracia que millones de connacionales experimentamos. «El Señor no es selectivo, no excluye a nadie, el Señor abraza a todos; y todos somos importantes para Dios». Para el pueblo fue redescubrir la fuerza y vitalidad de la fe que se renueva en el encuentro con Dios por medio del sucesor de Pedro. Cada celebración y encuentro con el Papa fue una fiesta de fe; se podía casi que tocar la identidad cristiana de la nación. «Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz… ¡Basta una persona buena para que haya esperanza!». Para las víctimas y los que han sufrido por décadas el impacto de la violencia y las injusticias, la presencia del Sucesor de Pedro, sus gestos, sus palabras, su cercanía, fueron un impulso a la esperanza, a no dejar de creer que es posible caminar en la construcción de un futuro mejor. «Dios no nos quiere sumidos en la tristeza… Nuestra alegría tiene que es el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios». Para Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, la visita representó poder encontrar al hermano mayor que confirma en la fe y afianza la opción de servicio auténtico, creíble y valiente. Un modelo para asumir Así mismo, poder ver y escuchar al Papa fue una lección que deja mucho por interiorizar e incorporar en la acción eclesial. «…deseo vivir estos momentos de encuentro con alegría dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta nación y en cada una de sus vidas». Vimos la pastoral de la cercanía, del respeto, del actuar desde los sentimientos y necesidades del otro. «Los ciudadanos deben ser valorados en su libertad y protegidos por un orden estable. No es la ley del más fuerte, sino la fuerza de la ley, la que es aprobada por todos, quien rige la convivencia pacífica». Escuchamos al profeta valiente, pero no agresivo que tuvo la palabra clara y oportuna para todos e invitó a construir, a superar, a unir. Y finalmente, en las agotadoras jornadas por Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, acompañamos al misionero infatigable, que lo dejó todo y lo puso todo para sembrar en cada colombiano le buena semilla del Evangelio. Seguramente son muchas cosas más, pero a un año de este acontecimiento histórico, se encuentran estos dos sentimientos: Gracias, Señor, por los pies del mensajero que nos trajo palabras de bendición y paz; y ¡Cuánta tarea nos dejó! que se nos va el tiempo y hay que apurarse para ponerla en práctica. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali

Dom 9 Sep 2018

Iglesia en Florencia reflexionó sobre el cuidado de la casa común

En el marco de la Asamblea Pre Sinodal que se celebró en la diócesis de Florencia, la Iglesia se pronunció sobre los nuevos caminos para la ecología integral en la Amazonia. Llegó el momento de Juzgar – Discernir. Diversos puntos de vista se presentaron entorno a lo que es una conversión pastoral y ecológica. Sin embargo algunos de los participantes aseguraron que para tal fin, se debe partir de que la esperanza se mantiene a través de la fe viva, a través de la unión con el entorno, “Dios creador y yo somos uno solo”. Otra de las grandes conclusiones es que se debe fortalecer las acciones colectivas, aprender a vivir en el territorio y tener identidad por la promoción y protección de la cultura amazónica. “Reaprender a vivir con la naturaleza en armonía recordando el lema no cuidar la casa común es una ofensa al creador” Asimismo, se resaltó el hecho de que la iglesia debe mantener los principios de fe y evangelización, transformando los antivalores en valores éticos, morales, sociales y cristianos, partiendo de que Jesús es la buena noticia a través de la profecía. Durante la deliberación igualmente se hizo énfasis en promover la participación ciudadana, control social y la intervención en la gestión pública con el fin de que los gobierno y diferentes programas inviertan los recursos del Estado para satisfacer las necesidades de los territorios Al igual resaltaron el papel de la iglesia profética que debe estar orientado a denunciar las injusticias y todo tipo de violencia. Trabajar en contra de las desigualdades y en favor de la solidaridad. Finalmente, uno de los grupos asistentes a este evento, indicó que hay un panorama desafiante, por cuanto no hay arraigo y compromiso frente a las enseñanzas del evangelio, “solo se predica y no se aplica, no hay un conocimiento solido de la amazonia”. El Seminario Mayor San José, en Florencia – Caquetá, fue escenario en la realización de los trabajos de la Asamblea Pre-Sinodal, sobre los nuevos caminos para la Iglesia y para la ecología integral en la Amazonía. Por: Departamento de Comunicaciones – Diócesis de Florencia [icon class='fa fa-download fa-2x']Lea también[/icon]

Sáb 8 Sep 2018

¿Cómo evangelizar la ciudad hoy?

Por: Mons. Omar Mejía Giraldo - Esta pregunta ha pasado muchas veces por mi corazón de pastor, es además, un interrogante que nos hace “perder” mucho tiempo en nuestras reflexiones pastorales. Al encontrarme con el presente texto y después de compartirlo, orarlo, meditarlo y contemplarlo con un grupo de hermanos sacerdotes, me he dado cuenta una vez más que definitivamente el único modelo evangelizador lo encontramos en Jesús, el Señor. Él es el camino, la verdad y la vida. Jesús, el Señor, es el único modelo que debe inspirar nuestra vida cristiana. El ADN propio del cristiano es la vida misma de Jesús, el Maestro y el Señor. Dice el apóstol Santiago que no podemos ser tan olvidadizos que nos acerquemos al espejo, miremos nuestro rostro y tan pronto salgamos de su presencia nos olvidemos de nuestra imagen (Cf Sant 1,23-24). Les propongo que miremos el precioso texto de hoy como el mejor espejo evangelizador que debe orientar nuestra vida de cristianos. Detengámonos en los detalles del texto. Comencemos por el final, dice la Palabra: “Y en el colmo del asombro decían: Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. La gente está maravillada, ¿y de qué se maravillan? Observemos los detalles. Jesús, manifiesta su poder sobre la enfermedad, su poder viene de lo alto. Jesús utiliza la pedagogía del encuentro. Escuchemos la Palabra: Él va hacía el mar de Galilea, pero antes pasa por la Decápolis, que significa literalmente diez ciudades. Era una región de diez ciudades al sudeste de Galilea, cuya población era de gente no creyente y marcada por la cultura helenista. Jesús va de camino y la gente de la ciudad recurre a Él. Allí precisamente le presentan un tartamudo sordo que además, apenas, podía hablar. La gente le ruega a Jesús que imponga la mano sobre él. Aparece así un signo precioso que expresa el amor misericordioso de Jesús: toma al enfermo y se lo lleva a un sitio aparte, “a solas”, donde le dedica tiempo para escucharlo, con atención, cuidado, paciencia, compasión, serenidad. Jesús tiene tiempo para el enfermo. Recordemos que el enfermo hablaba con dificultad, sin embargo, Jesús no tiene prisa, invierte su tiempo en escucharlo. Jesús le permite al enfermo que se exprese, que se comunique, que le manifieste su situación, su dolor, sus circunstancias… Luego, Jesús, continúa con otras acciones propias de su personalidad: le mete sus dedos en los oídos y le toca la lengua con su saliva, levanta los ojos al cielo y pronuncia una palabra con tono imperativo, da una orden contundente: “Effetá” – “Ábrete”. Interpretemos la actitud de Jesús frente al enfermo, en nuestra vida personal, familiar, social y comunitaria. Hermanos, necesitamos salir, ir de camino, el Papa nos invita a ser “callejeros de la fe”. Salgamos de nuestro individualismo, compartamos nuestra experiencia de Dios. Vayamos a la calle, a los campos, vayamos de camino, que alguien nos necesita, no nos encerremos en las sacristías, en las oficinas, en nuestro metro cuadrado. Salgamos de las comodidades de nuestras instituciones ancladas en el pasado. Salgamos de nuestras instalaciones físicas, institucionales y existenciales… Hay hermanos que nos necesitan, pero les da pena venir a nosotros, vayamos a ellos, basta de una pequeña iniciativa nuestra y nos dan la oportunidad de servirles en el nombre del Señor y con su poder. Si estamos necesitados también salgamos, dejémonos ayudar de los demás, nuestros líderes no son adivinos, hay que contarles de nuestras necesidades, de nuestras prioridades y motivaciones. El tartamudo sordo, no fue por sí mismo a Jesús, dice la Palabra que la gente le pide a Jesús que le imponga la mano. Un grupo de personas se interesó por la situación del enfermo y lo llevan a Jesús, interceden ante Él para que lo cure. Hermanos, todos, estamos necesitados, todos necesitamos de Dios y necesitamos de los demás, no nos encerremos, comuniquemos nuestras necesidades. Con prudencia y respeto, comuniquemos las necesidades de los nuestros hermanos para que sean ayudados. Otro detalle: contemos nuestras necesidades y las necesidades de los hermanos a las personas indicadas; los problemas y las dificultades personales y familiares no hay que ir pregonándolos por todas partes, cuando necesitemos ayuda, busquemos las personas adecuadas y preparadas para que nos orienten. Del evangelio de hoy podemos aprender también la importancia de la oración de intercesión. Madres, padres, maestros, sacerdotes, religiosas, amigos…, cuando veamos un pecado, una enfermedad…, en alguien de nuestra comunidad, no seamos imprudentes, no vayamos señalando a nuestros hermanos, y menos a través de las redes sociales. Cuando hayan errores entre nosotros, lo primero que debemos hacer es comunicar a Jesús, el Señor, la necesidad de nuestro hermano, estemos seguros que Él, con su amor, misericordioso le devolverá la salud. El evangelio de hoy nos enseña unas virtudes que nos pueden servir para mejorar nuestra manera de comportarnos y relacionarnos tanto en el campo como en la ciudad: Estar en actitud de salida, ir hacía los demás, apertura…, no encerrarnos, ir por los campos, pueblos y ciudad con menos prisa, con mayor apertura a observar y escuchar a los demás. Generar la cultura del encuentro, posibilitarle a los demás la oportunidad para que se acerquen, no nos encerrarnos, todos necesitamos de todos… Solidaridad, escuchar las necesidades de los hermanos, invertir tiempo en los demás, escuchar, “acariciar”. Nuestras manos son para bendecir y hacer el bien… Con nuestra lengua (comentarios), hablar bien, siempre bendecir, jamás maldecir… Ir más allá de nuestras fronteras, si Jesús visitó uno pueblos no creyentes, también nosotros debemos estar abiertos a coger a todos, sin distinción de raza o credo social… Escuchar para poder hablar, escuchemos antes de hablar, seamos prudentes para hablar. Pidámosle a Dios que nos conceda la gracia de sanarnos de nuestra sordera y de nuestra manera de hablar. Hablemos bien unos de otros… Oremos levantando los ojos al cielo, clamemos a Dios pidiendo la salud física, espiritual, mental y emocional de nuestros hermanos. La gente dice de Jesús: “Todo lo ha hecho bien”. Pregunta: ¿Si hoy me muriera, será que nuestra gente podría decir de mi: “todo lo ha hecho bien”? Máxima: “hacer el bien y evitar el mal”. Marcos 7, 31-37 En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano. Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, «ábrete). Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos. Tarea: - Leer la exhortación del Papa Gaudete et exsultate, números del 86 a 92. - Durante la semana vamos a proponernos a acercar alguien nuevamente a Dios.

Sáb 8 Sep 2018

Iglesia y Gobernación de Sucre unen esfuerzos para prevenir el suicidio

En una circular emitida por el obispo de Sincelejo, Monseñor José Clavijo Méndez, pidió a sus párrocos para que en las homilías dominicales dediquen un espacio a la reflexión de temas relacionados con la convivencia social, autocuidado, amor a la vida, valores en la familia y autoestima, como una forma de prevenir el suicidio. Más de 40 suicidios en lo corrido del año, llevaron a la Iglesia Católica y a la Gobernación de Sucre a asumir un compromiso de sensibilización para la prevención del suicidio en este Departamento “En nuestro Departamento durante los últimos años, con frecuencia se han generado casos de intentos de suicidio y suicidios consumados provocando una alerta en el tema de Salud Mental y Salud pública por lo que se hace necesario aunar esfuerzos, compromiso de prevención, vigilancia, acompañamiento y atención intersectorial”, reza la misiva. Esta comunicación firmada por el obispo de esta Jurisdicción, monseñor José Clavijo Méndez; el señor Ramón Quintero Lozano, secretario de Salud de Sucre, y el presbítero Juan José Sarmiento Cueto, delegado diocesano para la Pastoral de la Salud, va dirigida a distintos miembros de la Iglesia y a actores claves de la sociedad civil. La Iglesia y la Gobernación de Sucre acordaron conmemorar conjuntamente este lunes 10 de septiembre en Sincelejo, el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, instituido en 2003 por la Organización Mundial de la Salud. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar circular[/icon] Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Sincelejo

Vie 7 Sep 2018

A un año de la visita del Papa

Por: Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria - Un mensaje central de la visita del Papa Francisco a Colombia fue el de animar al pueblo colombiano a dar el primer paso en el camino de la reconciliación, nos invitó a abrir nuestros corazones de pueblo de Dios y dejarnos reconciliar “no tengan temor a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación….es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”. Recordamos que el viernes 8 de septiembre de 2017 en el parque de las Malocas en Villavicencio, el Papa Francisco dejo eco de su mensaje en el Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional. Durante este acto solemne, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Oscar Urbina exaltó que durante 30 años de la semana por la paz, la Iglesia Católica y diversas organizaciones de la sociedad civil, conscientes que la paz es un don de Dios y una responsabilidad confiada a todos, se ha celebrado anualmente esta semana de oración, reflexión y trabajo por la paz. Allí reunidos con el Papa Francisco más de 4 mil víctimas venidas de todas las regiones del país, excombatientes, sociedad civil y funcionarios del gobierno hicieron la oración al Cristo de Bojayá. Este año se cumplieron 16 años de la masacre de Bojayá siendo este un hecho representativo del conflicto en Colombia, y es frente al Cristo de Bojaya que el Papa dijo que verlo así “mutilado y herido, nos interpela” nos enseña que “el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida”. Esta reflexión la hizo tras escuchar el salmo 85 en relación con cuatro testimonios de personas que contaron desde su experiencia profunda, la manera como han vivido el conflicto armado, y cómo se han proyectado en un futuro de reconciliación y paz. Luego de un año Pastora Mira, uno de los testimonios escuchados en Villavicencio con mucha alegría cuenta que este ha sido uno de los mejores regalos para su vida, “me ha hecho más sensible y más comprometida especialmente con los jóvenes, me he dedicado a alimentar corazones que sufren el dolor”. Deisy Sánchez quien también compartió su testimonio, hoy cree que “confesar la verdad te permite construir la paz interior, que conozcan la verdad construye la paz en el mundo, después de dar el primer paso es indispensable dar los siguientes”. Luego de un año de esta visita apostólica, el Santo Padre ha dejado huellas históricas, ha sido un año de debates, pero también de caminos que se están abriendo hacia la reconciliación con ejercicios a nivel local donde las comunidades han empezado a dar vida al mensaje en sus territorios. Pero también nos sigue interpelando el llamado del Santo Padre cuando retomaba el salmo 85 “misericordia y verdad se encuentran, justicia y paz se abrazan” porque es un llamado que permanece vigente en la transición que vive el país y como el mismo Santo Padre lo dice, es una súplica a Dios a restaurar nuestras vidas. La capacidad de perdonar injusticias es sólo posible con la presencia del Señor. La relación entre verdad y misericordia es un binomio que sigue siendo pertinente a nuestro país hoy, donde miles de víctimas están en búsqueda de la verdad para dar ese paso a la reconciliación. Juan Carlos Murcia uno de los testimonios lo dijo de la siguiente manera: “Hoy puedo decir con certeza que me he liberado de la mentira que se esconde tras la violencia, y enfrento la verdad de mi historia”. Por otro lado, la misericordia a la verdad. El otro binomio del salmo que nos recordaba el Papa es de paz y justicia en donde para alcanzar la paz necesitamos de la justicia y no se puede separar ninguno de estos binomios. Un hecho para resaltar luego de este año es la misión de acogida que han asumido la Iglesia de frontera para atender a la población venezolana en tránsito fronterizo, donde se materializa la invitación del Santo Padre en cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar. Ejemplo de ello es la acción que realiza la Diócesis de Cúcuta en la Casa de Paso la Divina Providencia que ha acogido a más de 1500 migrantes venezolanos que todos los días cruzan la frontera, brindando más de 400 mil almuerzos en un año. Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria Director Secretariado Nacional de Pastoral Social

Vie 7 Sep 2018

Iglesia colombiana conmemoró 50 años de visita de Pablo VI al país

En acto realizado ayer de noche en la sede de la Conferencia Episcopal colombiana, jerarcas, religiosos y laicos conmemoraron los 50 años de la visita de Pablo VI a Colombia, la primera que un Pontífice realizaba a un país de América Latina. Estaban presentes, entre otras autoridades, el presidente, vicepresidente y secretario de la Conferencia Episcopal. Dos ponencias y un conversatorio, alimentaron a la audiencia con los hechos de la vida del Papa Montini y su paso por el país andino. Mons. Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué, y quien fue ordenado sacerdote en Bogotá en la visita del Papa en 1968, hizo un recuento de los principales hitos biográficos de la vida de Juan Bautista Montini. A su turno, Mons. Eleazar Escobar -capellán de la Universidad del Rosario- resaltó y comentó algunos apartes de los pronunciamientos del último Papa italiano en Colombia, relacionándolos con textos de sus encíclicas y algunos documentos del último Concilio. Tras un breve receso, se dio un conversatorio sobre diversos puntos del impacto de la visita de Pablo VI a Colombia, en el que a los anteriores expositores se sumó un obispo auxiliar emérito de Bogotá, Mons. Enrique Sarmiento Angulo, y una religiosa de la Presentación que hizo sus votos solemnes mientras el Papa Montini estaba en Colombia. Después del conversatorio fue repartido a los presentes una edición de los Discursos y homilía de Pablo VI en Colombia, finamente editado por el Instituto San Pablo Apóstol, institución de educación técnica creada a partir de una generosa donación que trajo Pablo VI al país para ser destinada en la formación de las clases menos favorecidas. El Instituto cumple con éxito hasta hoy la misión a la que fue destinado. Por: Agencia Gaudium Press

Vie 7 Sep 2018

Encuentro de Obispos con Comisionado de Paz

La Iglesia colombiana manifestó ayer jueves su disposición de seguir brindando sus oficios como facilitadora en los diálogos de paz y en la liberación de los secuestrados. Así lo manifestaron los obispos de la Comisión Permanente del Episcopado al Comisionado de Paz, doctor Miguel Ceballos, durante su visita a la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Monseñor Óscar Urbina, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la CEC, afirmó que la Iglesia valora los gestos que ha tenido el ELN al empezar a liberar a las personas que estaban secuestradas y los animó para que continúen en ese proceso de acercamiento a los diálogos. Por su parte, monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y Presidente del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, afirmó que uno de los temas abordados con el Alto Comisionado de Paz, fue la liberación de las personas que se encuentran aún secuestradas. “La CEC ha participado de manera activa en las liberaciones que se dieron en Arauca; vemos como una señal de esperanza y un buen gesto que hay que valorar, porque esto allana el camino hacia la continuidad de los diálogos y hace posible que la fase de evaluación pueda avanzar de una manera más serena”, explicó. Monseñor Henao Gaviria dijo, además, que se propuso al Gobierno la ‘nacionalización’ de los diálogos de paz con el ELN, pues “en la medida que se hagan en Colombia van a tener unas posibilidades mayores de participación y un clima más cálido y cercano”. “Cuando se habla de ‘nacionalización’ hay que pensar que estos diálogos se realicen en el país, pero hacerlo de una manera creativa y responsable. Hay que tener en cuenta los elementos de seguridad para los diálogos y que estos avancen hacia los fines propuestos que es dar por término al conflicto armado”. Un tercer aspecto tratado con el Comisionado de Paz fue la invitación para que “los diálogos se realicen de una manera muy clara en su diseño, estén orientados hacia ese paso definitivo para que se deje atrás la confrontación armada, se adopten las medidas y mecanismos para que se integre la vida democrática a los grupos que están al margen de la ley”. Asimismo, monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la CEC, manifestó que el trabajo por la paz que la Iglesia adelanta en todo el territorio nacional no se limita solo a colaborar en los diálogos de paz, sino que “se hace de manera capilar en todas las dimensiones de la vida social, por eso manifestamos al Comisionado la disposición de trabajar en una pedagogía para la paz, educando en valores, tarea pastoral propia que la Iglesia actualmente adelanta”. Finalmente, la Iglesia expresó su preocupación al Alto Comisionado sobre las otras formas de violencia que se están generando en el país, invitándolo para que se haga una reflexión más profunda de cómo buscar caminos que lleven a una verdadera reconciliación y en la cual la Iglesia mantenga su compromiso firme de seguir colaborando con este fin.