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Iglesia

Vie 7 Sep 2018

Cuatro miradas a un año de la visita de Francisco a Colombia

El 6 de septiembre de 2017 Jorge Mario Bergoglio aterrizaba en Bogotá. En el marco de la Semana por la paz, el miércoles 5 de septiembre se realizó en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) el conversatorio ‘A un año de la visita del papa Francisco: sigamos caminando juntos‘, con la participación de Pastora Mira García –víctima del conflicto–, el teólogo Ignacio Madera Vargas, el fraile capuchino Manuel Alfonso Vargas, y el decano del periodismo colombiano Javier Darío Restrepo. Invitar a la sociedad civil a continuar avanzando hacia la consolidación de la paz como bien común a partir del mensaje de reconciliación que Francisco legó al pueblo colombiano durante su visita al país, ha sido el propósito del evento organizado por la CEC, el Secretariado de Pastoral Social, la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), Vida Nueva Digital Colombia, la editorial PPC y el canal Cristovisión. La apertura estuvo a cargo del sacerdote Farly Gil, secretario adjunto de la CEC, quien recordó que “todavía está en nuestros corazones la palabra, imagen, los sentimientos que nos dejó el papa Francisco en su visita” y refirió que “en cada diócesis, en cada parroquia, hay acciones concretas para que el mensaje del Papa se renueve constantemente”. El conversatorio estuvo moderado por Oscar Elizalde, coordinador de Vida Nueva Digital en Colombia. Una de las invitadas de honor fue Pastora Mira García, cuyo testimonio el año pasado en Villavicencio, en el parque las Malokas, conmovió profundamente al Papa y mereció sus palabras de aliento. Por eso tras el inicio de su intervención expresó que “no me canso de decirlo ni me cansaré, sigo siendo una bendecida y el 8 de septiembre del año pasado fue el abrazo fraterno de papá Dios por parte de su representante en la tierra”. “Ese abrazo fue como se le da un niño que está maltratado, abandonado y encuentra a ese padre que nos recoge y les da esas palabras de aliento”, expresó, al tiempo que aseguró que este gesto fue reconfortante “después de toda la ignominia y la injustica sufrida en mi ser y en mi familia por parte de los seres humanos que han pasado haciéndonos daño”. El abrazo del Papa, el abrazo de Dios En su testimonio valiente y vivo, Pastora advirtió que “es muy fácil señalar, pero estirar la mano completamente es difícil”, en una clara referencia al tema del perdón y la reconciliación. Además hizo un llamado para que el pueblo colombiano haga un ejercicio de escucha plena y a dirimir las diferencias y encontrar el perdón sin condicionamientos. “El Papa con su visita hizo una gran tarea invitándonos a dar ese gran paso” –comentó Pastora–, pero desafortunadamente la irracionalidad del ser humano en este momento de polarización, el poder y el tener todavía ganan terreno en el ser. “Así lo hemos visto con las muertes de los líderes sociales” que a pesar del proceso de desarme, del silencio de los fusiles, “siguen cayendo víctimas de la violencia”. El futuro de la paz, la reconciliación y el perdón está en los niños y en los jóvenes colombianos, agregó la lideresa antioqueña, complementando a guisa de conclusión que “si todos y cada uno de nosotros asumimos el compromiso desde nuestro quehacer la vida sería diferente”. “No se perdona cuando no se tiene misericordia” Por parte del equipo de teólogos de la CRC, Ignacio Madera, sacerdote salvatoriano, conferencista e investigador, presentó su testimonio desde una perspectiva teológica a la luz de la vida consagrada y recordó que el Papa hace un año se dirigió especialmente a la Iglesia en Medellín cuando celebró el encuentro por las vocaciones cristianas. “Francisco en Colombia fue un fenómeno”. A criterio de Madera el Santo Padre movilizó incluso a sectores no católicos habidas cuentas de las grandes multitudes presentes en cada uno de sus actos, por eso “la herencia que nos dejó todo este movimiento masivo de colombianos es que a un año de la visita vale la pena que nos preguntemos si estamos desafiados a despertar una experiencia religiosa cristiana más vital y centrada en las prácticas de construcción de la justicia y solidaridad”. El centro del mensaje teológico del Papa en su visita a Colombia, especialmente en su encuentro con los jóvenes, fue mostrar a un Dios que es misericordia, “en contraste a veces con algunas visiones demasiado centradas en un Dios omnipotente, poderoso, al cual no se le acepta preguntas porque todo lo sabe”, aseveró el teólogo En efecto, la misericordia es el horizonte fundamental que nos posibilitará el perdón y la paz, mencionó el sacerdote, “porque no se perdona cuando no se tiene misericordia y no se tiene misericordia cuando no se perdona”. “En tiempos de tribulación el cristiano se crece, digamos entonces que en tiempos de polarización los cristianos tenemos que erguirnos como hombres y mujeres que generan comunión más allá de todos los despropósitos”, expresó Madera al final de su intervención. Reconciliarse también con la creación Manuel Alfonso Vargas Reales, fraile capuchino, especialista en ecoteología, misionero en Leticia (Amazonas), y representante de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), dio su aporte desde la perspectiva ecoteológica: “si gritan los pobres, grita la tierra y el grito de la tierra es el grito de los pobres”, dijo, citando a Leonardo Boff. “Retomo aspectos de la visita del Papa sobre todo en Villavicencio, cuando tituló su homilía ‘Reconciliarse en Dios con los colombianos y con la creación’, destacando en ella un tema de Juanes: Los árboles están llorando son testigos de tantos años de violencia”, señaló. Además, hizo mención de la violencia que llena al corazón humano herido por el pecado y también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivos, citando apartes de la encíclica ‘Laudato si’’ usadas por el Papa en su homilía en Villavicencio. El misionero capuchino destacó el llamado de Francisco a los obispos: “no abandonen la Amazonía”, como algo expreso, bien dirigido, bien concreto. Asimismo, afirmó que como franciscano, para lograr consolidar pasos camino a la paz es necesario “ser hermanos en su integralidad, de forma muy honesta, reconocernos que somos hermanos”. Colombia requiere los cuidados de un buen samaritano Desde la mirada periodística, Javier Darío Restrepo, uno de los comunicadores más destacados en Colombia y América Latina, quien integra el equipo de formadores de la fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano desde 1995, fue director de la revista Vida Nueva Colombia y actualmente es columnista en importantes diarios nacionales, hizo también su balance. Pensando en este primer aniversario recordó a Guillermo León Escobar, quien fuera embajador ante la Santa Sede, resaltando que en una de las conversaciones con él “me hablaba de la importancia que tenía el que se le diera continuidad al hecho de la visita papal”, al punto se cuestiona: “¿Valdría la pena o no esa visita?” Respecto al alarmante asesinato de líderes sociales, aseguró que “se han quedado cortas las hipótesis sobre el origen de estas matanzas”, por lo cual “ese veneno del odio y la intolerancia es un virus hecho de deseos de venganza y allí está el origen de la enfermedad que el Papa detectó durante su visita y que le hizo ver a Colombia como un paciente que reclama cuidados intensivos”. Además señaló que un año después de la visita se han multiplicado las disidencias, los grupos criminales y la violencia urbana no da señales de apaciguamiento, recordando también lo que decía Francisco: “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que la violencia y las muertes”. Restrepo destacó que Francisco “sabía de qué hablaba y para qué lo decía, veía a los colombianos necesitados como nunca del sacramento del amor a los demás”. Por ello concluyó que “Colombia es un país enfermo que requiere lo mismo que aquel herido de la parábola, los cuidados de un samaritano y es la manera de tener a mano lo que puede ser el resumen de todos los sacramentos: el sacramento del amor al otro como indispensable para que todo lo demás mantenga vigencia”. Por: Portal Vida Nueva Digital

Jue 6 Sep 2018

Iglesia colombiana recordó primer aniversario de la visita del Papa Francisco

Hoy, la Iglesia recordó el primer aniversario de la visita del Papa Francisco a territorio colombiano. Monseñor Óscar Urbina, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal, en diálogo con algunos periodistas afirmó que esta presencia del Pontífice fue “como una lluvia benéfica que trajo al país un nuevo rocío”. “El Papa sembró las semillas, ahora está empezando a crecer ese árbol de la reconciliación y la paz que fue también su objetivo fundamental durante su visita. Ahora estamos nosotros dando otros pasos para que sigamos, sin miedo, trabajando por tender puentes, superar la violencia y dejar atrás los deseos de venganzas”, afirmó el prelado. Por su parte monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal, argumentó que la llegada del Sumo Pontífice produjo diferentes logros. “Los resultados son positivos. La visita nos dejó entusiasmados, confirmados en la fe y ha servido para crear mayor conciencia en todo el pueblo colombiano, católico y no católico, de la necesidad de trabajar juntos por un mejor país" según explicó. Dijo además, que la invitación de la Iglesia al celebrar este primer aniversario, es a rehacer los pasos que se dieron y recordar el mensaje que entregó el Pontífice al pueblo colombiano. “Que estos días los aprovechemos para renovar el entusiasmo que el Papa nos dejó en Colombia, que tengamos la fortaleza y el ánimo de seguir dando pasos en esa dirección de la paz, la reconciliación, el encuentro, la caridad con los más necesitados y el firme compromiso con la construcción de un país que sea casa y patria para todos”, expresó. Monseñor Urbina recordó, además, que hace 31 años en unión con otras organizaciones civiles la Iglesia anima la Semana por la Paz. Trajo a la memoria el significativo momento de reconciliación que se vivió el año pasado en Villavicencio con el Papa Francisco y las víctimas del conflicto.

Mié 5 Sep 2018

Iglesia en Tolima hablará sobre reconciliación, paz y desarrollo regional

El próximo viernes 7 de septiembre la Comisión Regional de Conciliación y Paz del Tolima, desarrollará el primer Foro regional de alcaldes: reconciliación, paz y desarrollo, que tiene como lema “Somos Región”. Un espacio de encuentro y diálogo que buscará reunir a los mandatarios locales del departamento con párrocos, personeros, miembros de juntas de acción comunal y representantes de diversos gremios, para analizar el contexto, reflexionar sobre roles y establecer compromisos desde proyectos y procesos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de sus comunidades y al desarrollo de sus territorios. Durante la actividad, que será realizada en la sede de la Cámara de Comercio de Honda, se buscará también identificar el impacto dejado por el conflicto armado en los diferentes municipios y la atención que brindan las instituciones públicas encargadas, en temas de derechos humanos y atención a víctimas. Este foro es el primero de su tipo liderado por instituciones vinculadas a la Iglesia. La Comisión Regional de Conciliación y Paz del Tolima está integrada por la Arquidiócesis de Ibagué, la Diócesis de Líbano-Honda y la Diócesis de El Espinal, así como por agentes civiles de paz de diferentes sectores y organizaciones del departamento. La Comisión de Conciliación Nacional, organización que apoya su realización, es la dependencia de la Conferencia Episcopal de Colombia encargada de facilitar la búsqueda de salidas negociadas al conflicto armado y social; promover la toma de conciencia por el respeto y la promoción de los Derechos Humanos; y apoyar el trabajo por la reconciliación y la paz en Colombia. De acuerdo con Stephan Miethke, Asesor de la Comisión de Conciliación Nacional encargado de coordinar el apoyo y la articulación del trabajo por la reconciliación en las regiones, dentro de los principales retos de este espacio están: fortalecer el sentido de pertenencia entre los habitantes, que comparten problemas y oportunidades, y que se deben entender como parte de una misma región; y lograr que, más allá de los cambios de administración, los alcaldes tengan conciencia de la necesidad diseñar políticas a mediano y largo plazo, basadas en las necesidades reales de las comunidades, para que los planes de desarrollo y paz tengan continuidad. Esto último, teniendo como referencia los comicios que se realizarán en el país el próximo año. Dentro de la agenda del evento, que contará con la presencia de delegados del gobierno nacional y departamental, está prevista una intervención inicial de Stephan Miethke sobre identidad política, jurídica, cultural y territorial en la que recordará la necesidad de asociatividad de los municipios para combatir problemáticas comunes; así como el desarrollo de ponencias sobre región, modelos de gestión territorial y procesos de búsqueda de paz; la realización de mesas de trabajo sobre temas fundamentales para el desarrollo y la apropiación de la paz; y un establecimiento final de compromisos. El evento hace parte del plan anual de actividades de formación, promoción y acompañamiento de procesos e iniciativas de paz, reconciliación y convivencia que impulsa esta Comisión Regional de Conciliación y Paz, constituida desde 2014. Para la Comisión de Conciliación Nacional es fundamental apoyar las iniciativas regionales de paz. Tiene claro que no basta con organizar las Comisiones de Conciliación Regional sino que es preciso acompañarlas en su proceso de trabajo, ofrecerles insumos y directrices que respalden su labor, así como fortalecer la interconexión entre ellas. Fuente: Of. de comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional

Mié 5 Sep 2018

El Papa Francisco en el ojo del Huracán

Por: Mons. Fabián Marulanda López - Leemos en el Evangelio de san Juan que “Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo iba a entregar” (Mt.6,64). Muchos se extrañaban de sus milagros y de su sabiduría, pero se negaban a creer que de Nazaret pudiera salir algo bueno. Esta historia parece repetirse hoy con el sucesor de Pedro en la Sede de Roma. El Papa Francisco se encontró desde el principio con una Curia “signada por la inercia, los escándalos, la corrupción y los más oscuros intereses”. No es pues casual que cada vez sean más los Prelados que lo critican. “Sin la menor duda, dice uno de ellos, el Papa es un genio de las comunicaciones; se comunica muy bien con las multitudes, los medios y los fieles. Una gran ventaja es que parece simpático. Por otra parte, sus opiniones sobre el capitalismo y la justicia social son demasiado de izquierda. Queda claro que el Papa está marcado por el ambiente del que proviene. En Suramérica existen grandes diferencias sociales y grandes discusiones sobre las cosas que suceden: es gente que habla mucho y resuelve poco”. El cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, dijo al regresar de un viaje a Francia: también dentro de la Iglesia Católica existe confusión sobre cuestiones doctrinales, morales y disciplinarias fundamentales. Con el mismo título de esta nota, los medios de comunicación han hecho eco a los informes sobre abusos y violación de menores por parte de sacerdotes y Prelados de Chile, Estados Unidos e Irlanda. Y aunque el Papa Francisco ha sido categórico en condenar dichos escándalos, en exigir tolerancia cero y en pedir perdón a las víctimas en nombre de la Iglesia, no han faltado las voces de quienes pretenden hacer recaer sobre el Papa la culpa de que estos hechos sucedan. Después de haber vivido los días inolvidables de la Visita del Papa Francisco a Colombia, de recordar la emoción y el entusiasmo de la gente y de volver a leer sus mensajes en un lenguaje familiar y sencillo, duele pensar que no haya sucedido lo mismo en sus visitas a Chile e Irlanda, donde la denuncia de abusos y escándalos sexuales por parte de clérigos y obispos, ha producido una pérdida de credibilidad y de entusiasmo en la feligresía católica. Al fin y al cabo, los abusos sexuales de los sacerdotes, hacen daño a la totalidad de la Iglesia Y duele pensar, por supuesto, que el Papa Francisco tenga que cargar, como Jesús, la cruz de los pecados cometidos por miembros de la Iglesia que, si bien es una Iglesia santa, está integrada por hombre pecadores. + Fabián Marulanda López Obispo emérito de Florencia

Mié 5 Sep 2018

Encuentro de comunicación y radio "En la onda de la amazonía"

El 4 de septiembre se realizó en Florencia, Caquetá, el primer encuentro-taller de comunicación y radio “en la onda de la Amazonía”, orientado por Alma Montoya y Andrés Ramos, del grupo Comunicarte y miembros del equipo de comunicaciones de la REPAM Colombia, juntamente con Elena Gómez, secretaria ejecutiva de la REPAM Colombia. Participaron diferentes representantes de radios comunitarias, públicas y de carácter eclesial de los departamentos del Caquetá y Putumayo. En este espacio se capacitó sobre los diferentes géneros y formatos, abordaje de problemáticas ambientales en la producción radial; además se orientó acerca de cómo comunicar el sínodo y también se abrió el espacio para el debate propositivo para articular esfuerzos en pro de la defensa de la Amazonía. Así mismo, desde este miércoles y hasta el 7 de septiembre se realizará en Florencia la primera Asamblea Presionodal de Colombia, en preparación al Sínodo para la Amazonía a realizarse el año 2019 en Roma.

Lun 3 Sep 2018

Feria de la Solidaridad abre la Semana por la Paz 2018 en Cúcuta

Con la Feria de la Solidaridad, la Diócesis de Cúcuta dio apertura a la celebración de la Semana por la Paz 2018, que en este año se vive bajo el lema: “Hay vida, hay esperanza, sigamos coloreando la paz”. La invitación es a trabajar y reflexionar en toda obra que fortalezca la construcción de paz. En la parroquia Visitación de Nuestra Señora, en el barrio Divina Pastora, se congregaron fieles; agentes de pastoral; la Corporación de Servicio Pastoral Social (Cospas); el Banco de Alimentos; la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR); la Defensoría del Pueblo; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); instituciones educativas; el Ejército Nacional y diferentes delegaciones de las comunidades donde hay incidencia por parte de la Pastoral Social diocesana; donde se mostraron las diferentes iniciativas y expresiones culturales y de trabajo que contribuyen desde las comunidades a la reconciliación y la edificación de la paz. El evento inició a las 9:00 a.m. con la conferencia de integración comunitaria, por parte de la Universidad Simón Bolívar (Unisimón). La jornada se desarrolló en medio de espacios de integración familiar y social, con presentaciones culturales, asesoría jurídica a cargo de la Unisimón y la Universidad Libre, y exposiciones del trabajo realizado con impacto social en comunidades vulnerables. Durante la Feria, se dio además, una brigada de corte de cabello para quienes quisieran aprovechar de este beneficio. Por su parte, el padre Abimael Bacca, director de la Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta, manifestó: “Esta semana es para colorear la paz, favoreciendo la integración y la solidaridad entre las comunidades”. También expresó que se necesita “un sentido grande de misericordia con el humano en medio de las complejas problemáticas”. El padre Abimael destacó vivir esta semana recordando las palabras que regala el Papa Francisco: “acoger, proteger, promover, integrar, para valorar y respetar al otro en su vida y dignidad”. Finalmente, el Defensor del Pueblo de Norte de Santander, Jorge Alberto Villamizar, recalcó la necesidad de perdonar para “construir y colorear la paz”. La Feria de la Solidaridad logró uno de sus objetivos, el cual era integrar a la población colombiana y venezolana, presentes en esta zona de frontera y asistentes a la apertura de la Semana por la Paz 2018, donde la fraternidad fue la protagonista.

Vie 31 Ago 2018

Nuestros hermanos venezolanos

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Cali es paso obligado a los países suramericanos. Por eso es destino de gran parte del flujo de migración forzosa de venezolanos. Muchos han llegado ya. No hay cifras precisas, pero son cientos de miles, porque siguen y seguirán llegando por varios años. No se trata de algo pasajero. La situación que lo origina tenderá a agravarlo, sea cual fuere el desenlace. Porque más que un absurdo sistema ideológico y político, se trata de una situación estructural de vieja data: han sido una economía y sociedad subsidiadas, dependientes del petróleo. Tardarán en salir de allí y nivelarse con la economía internacional. Entendiendo lo anterior, Cali y Colombia entera tienen el deber de dar respuestas adecuadas y de fondo, no de evasivas, ni de meros trámites documentales, “para una migración ordenada, segura y legal”. Mucho menos de justificaciones egoístas o declaraciones de impotencia, para cerrarles puertas y dejarlos a la deriva en calles y carreteras. Y la respuesta nos obliga a todos. Son rostros, situaciones, manos y grupos de hermanos nuestros, que claman ante nosotros y ponen a prueba nuestros valores más profundos: los de acoger, respetar, servir, compartir, proteger, acompañar, restaurar, animar, integrar, dignificar. Somos los ciudadanos, las familias, las organizaciones comunales, los propietarios de tierras, los empresarios y comunicadores, los voluntariados, las Iglesias, quienes los sentimos a nuestro lado, quienes no podemos chutar la responsabilidad a otros, ni dejarnos infestar por la indiferencia o actitudes oportunistas y agresivas. La magnitud del reto nos compromete a organizarnos cada vez mejor, con el apoyo local e internacional de organizaciones humanitarias, con la presión sobre nuestros elusivos gobernantes. Para nosotros, Iglesia Católica, es la hora de Jesús, la hora de la misericordia: “lo que hacen o dejen de hacer a uno de estos, lo hacen o dejan de hacer conmigo”. Es la misericordia de las obras, o al revés, las “obras de misericordia” inmediatas, pero unidas a esa lucha de los pueblos y naciones de la tierra para erradicar el hambre, la sed, la desnudez, el despojo, la exclusión, la enfermedad, el crimen y el delito, las prisiones, la tristeza y la soledad de quienes sufren, de las víctimas sin discriminación alguna: (Mateo 25,31-40). Es deber del creyente en Cristo Jesús y de su Iglesia, encontrarlo a Él en el pobre y la víctima, no solo en la Biblia y la liturgia. Es deber del colectivo social, animado por los creyentes, erradicar de las culturas, pacífica y democráticamente, las causas de la inhumanidad y de la exclusión, de las injusticias y monopolios. La fe no son meros actos caritativos, ni mero culto e Iglesias, sino también esfuerzos válidos por transformar el mundo en “Civilización del Amor”, en Reino de Dios, contenido en Jesús como Evangelio viviente. Este mes de septiembre, mes bíblico de Las Sagradas Escrituras, fundamentadas en la Persona de Cristo Jesús, mes de Los Migrantes, mes de la Paz y de los derechos humanos (San Pedro Claver, semana por la paz), entre otros motivos, mueva a las Iglesias cristianas y Católicas que están en Cali, a todas nuestras parroquias, instituciones y obras, a APERSONARNOS DE NUESTROS HERMANOS VENEZOLANOS. “Nadie se acueste en Cali sin oír la voz del prójimo venezolano”, podríamos decir, recordando al inolvidable padre Alfonso Hurtado, “el de la explosión de Cali el 7 de agosto de 1956”, como quedó en la mente y corazón de los caleños. A nuestra Pastoral de Migrantes, a la Pastoral Social y Banco de Alimentos, a nuestros voluntariados, les agradezco su sacrificio por esta población migrante y refugiada. A la naciente Delegación de Pastoral Bíblica, conformada con la Facultad de Teología de Unicatolica, los aliento a impulsar, desde la espiritualidad discipular, este compromiso de fe y de acción eclesial. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Vie 31 Ago 2018

Semana por la Paz. Iglesia de Cali solidaria con líderes amenazados

En el marco de la ‘Semana por la Paz’, Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali, convoca a toda la comunidad a unirse en fe y solidaridad con los y las dirigentes de la ciudad y de la región víctimas de amenazas, participando de la Eucaristía que se llevará a cabo el próximo sábado 8 de septiembre a las 10:00 a.m., en la Catedral de San Pedro Apóstol.