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Iglesia

Jue 30 Nov 2017

Iglesia del Catatumbo celebra proyecto “Corredor Víal La Gran Alianza”

El obispo de la Diócesis de Tibú, Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, tras celebrar el inicio del proyecto “Corredor Vial La Gran Alianza”, que beneficiará a varios municipios en Norte de Santander, dijo que esta iniciativa será un paso para cerrar la brecha que ha existido entre el campo y la ciudad. “Más allá de una carretera, lo que vamos intentar hacer es acabar con la brecha que existe entre el campo y la ciudad. Es irónico estar tan cerca de Cúcuta, la capital y tener que invertir casi una jornada de un día entero para llegar allí”. Así mismo, el prelado afirmó que este proyecto vial será un escalón para avanzar en la erradicación de la economía ilícita, otro mal que afecta a los campesinos en esta región del Catatumbo. “Hay otra brecha que hay que intentar construir y se trata de ayudarles a nuestros campesinos a entrar en una lógica de construcción de economía lícita a partir de este tipo de motivaciones”, aseguró. Monseñor Sánchez Cubillos resaltó que esta es una iniciativa que busca aunar esfuerzos entre la institucionalidad, la empresa privada, la cooperación internacional y la comunidad; mejorando así la conectividad en 113 kilómetros y beneficiando a los habitantes de los municipios de El Tarra, Sardinata y Tibú.

Jue 30 Nov 2017

Tejiendo reconciliación y paz desde Belén de Bajirá

El pasado domingo 26 de noviembre la Parroquia Nuestra Señora de Belén de Bajirá, ubicada en el corregimiento del departamento del Chocó que lleva su mismo nombre, se vistió de gala para convertirse en escenario de la clausura de los Diplomados para la Reconciliación y la Paz que puso este año en marcha la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), con líderes comunitarios, docentes, estudiantes, comerciantes y miembros de la FARC, en tránsito a la vida civil. Pases de Reconciliación e Inter-Acciones por la Paz, así fueron denominados los programas pedagógicos adelantados por la Iglesia Católica con el apoyo de la Embajada de Alemania a través de su proyecto “Acciones Conscientes”, en seis diferentes regiones del país, con colombianos interesados en convertirse en gestores y embajadores de la reconciliación y la paz nacional, desde las realidades sus regiones. En Bajirá los fuertes estragos que ha dejado el conflicto, la preocupación por el accionar de nuevos grupos al margen de la ley y la disputa territorial entre Chocó y Antioquia en la que se ha visto envuelto el corregimiento, han pasado de ser impedimento a inspiración para enriquecer el diálogo sano y la construcción de nuevos y esperanzadores caminos. Una sesión de trabajo final enmarcada por el tejido con hilos como expresión artística y simbólica encaminada a destacar la importancia de la reconstrucción del tejido social que la guerra ha roto, el diálogo y la puesta en común de anhelos de transformación para sus comunidades, precedió el acto de cierre oficial de este proyecto que se desarrolló durante 9 meses, con ayuda del presbítero John Jairo Zapata, párroco local, y su equipo de colaboradores. Al evento asistieron, además de los participantes y algunos familiares, miembros de la CCN y el Obispo de Apartadó, Monseñor Hugo Alberto Torres Marín, quien manifestó sus agradecimientos a la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) a través de la Comisión de Conciliación por facilitar estos procesos en la región y a los participantes de ambos diplomados por su voluntad para dar pasos para la reconciliación y animar a otros a hacerlo también. En estos diplomados participaron cerca de 45 miembros de comunidades del departamento del Chocó como Belén de Bajirá, Carmen del Darién y Riosucio, y 20 exguerrilleros de las Farc ubicados en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (antes Punto Transitorio de Normalización) localizado en la Vereda Brisas del municipio Carmen del Darién, que hoy aprovechan la oferta de formación de diferentes instituciones gubernamentales y no gubernamentales, como la Iglesia misma, para aprender y facilitar sus procesos de reinserción a la vida civil. Tras compartir un almuerzo, se dio inicio al acto conmemorativo. Con palabras de un representante de cada grupo de diplomado, en las que se mostraron felices y agradecidos por la oportunidad brindada a través de Pases de Reconciliación e Inter-Acciones por la Paz, arrancó el evento. Luego, las palabras de Monseñor Torres y las del facilitador y profesor de los diplomados en esa zona del país, Carlos Ossa, un psicólogo vinculado a la Comisión de Conciliación Nacional que le puso alma, corazón, arte y música a cada jornada mensual de trabajo. Gracias a eso, obtuvo también un reconocimiento en medio de la clausura, mediante el cual lo denominaron “mensajero de la reconciliación”. Uno a uno, los participantes fueron llamados a recibir su diploma, que obtuvo además el aval de la Universidad Santo Tomás. Felices, orgullosos y satisfechos con el proceso que adelantaron posaron frente a las cámaras del equipo de comunicaciones de la Comisión de Conciliación Nacional. Luego, un brindis y un trozo de pastel permitieron cerrar con broche de oro la actividad. Fuente: Of. Comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional

Mié 29 Nov 2017

Tumaco será sede del taller regional de comunicadores para la Reconciliación y Paz

La Conferencia Episcopal de Colombia a través de la Comisión de Conciliación Nacional realizará este fin de semana el taller regional de comunicadores para la reconciliación y la paz, un proyecto de formación que se viene adelantando en varias zonas del país Este será un espacio para animar y brindar herramientas prácticas a los comunicadores, responsables de medios, agentes de pastoral y líderes de comunicación del pacífico nariñense, para que dentro de su labor asuman la tarea de ser multiplicadores de un lenguaje del perdón, la reconciliación y la paz. La delegación de comunicaciones de la diócesis de Tumaco, será la anfitriona para acoger a los más 40 comunicadores del área rural y urbana que estarán participando en este proceso de formación.

Mié 29 Nov 2017

“Iglesia debe hacer una pastoral de infancia centrada en realidad del país”

Así lo resaltó la doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, Asesora jurídica en temas de vida, familia y libertad religiosa, durante su intervención en el Congreso Nacional de Infancia y Niñez, que se desarrolló en la sede de la Conferencia Episcopal. “Difícilmente podemos hacer una pastoral que no parta de la problemática existente en el país, tiene que ser una pastoral prepositiva involucrando a muchos sectores de la sociedad, pero especialmente a la familia de los niños”, aseguró la doctora Hoyos. La pastoral de la infancia y la niñez –continuó – ha de partir del reconocimiento de una problemática y los compromisos que se deben tener con los niños, no solamente desde unos derechos fundamentales, sino que la justicia social a la cual está llamada la Iglesia como misión, tenga como centro la preocupación y situación de los niños en el país. Hoyos Castañeda reconoció que se han dado logros importantes en garantías y protección de los derechos fundamentales de los niños, pero fue enfática en decir que aún son insuficientes estos esfuerzos. “Es una injusticia que clama al cielo, lo que los medios nos muestran en relación a la vulnerabilidad de los derechos de los niños, temas como el abuso sexual y la violencia intrafamiliar, si bien hay que reconocer que hoy día hay un mayor número de denuncias, aún resultan insuficientes los mecanismos que se han establecido para tratar de evitar la violencia en los menores”, aseveró Por su parte, Elvira González Rodríguez, representante de la pastoral de la Infancia por la arquidiócesis de Ibagué y quien participó durante el Congreso, compartió su experiencia de trabajo en este campo. Expresó que esta Iglesia particular, actualmente se encuentra trabajando en apoyar a la población de madres gestantes y niños de 0 a 6 años en situaciones de vulnerabilidad, prestando un acompañamiento en el campo religioso y capacitando a las madres para que a futuro puedan tener un desarrollo integral como personas. Así mismo, la Hermana Astrid Oviedo, de la Comunidad Hijas de la Inmaculada, asistente al Congreso en representación de la diócesis de Duitama, aseguró irse muy contenta luego de este encuentro, donde logró profundizar en conocimientos y compartir las experiencias que otras jurisdicciones adelantan en el cuidado y protección de los menores. La religiosa afirmó que el proceso de la Nueva Evangelización que se sigue en la diócesis de Duitama, tiene proyectos muy claros que llevan al cuidado y protección de los niños y las madres gestantes. Frente a los últimos hechos denunciados a la opinión pública sobre las irregularidades en los programas de alimentación escolar de los niños, la religiosa hizo un llamado para “que el Estado haga una supervisión más cercana de cómo se está realizando la programación y ejecución de los recursos que se destinan para la infancia, porque no es justo que se utilicen de otra manera y que se canalicen hacia personas inescrupulosas que los utilizan en lo que no es”.

Mié 29 Nov 2017

Eutanasia también para los menores

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - La Corte Constitucional ha ordenado recientemente al Ministerio de Salud que presente ante el Congreso, en el plazo de un año, una iniciativa acerca de la aplicación de la eutanasia en mayores y menores de edad; igualmente, solicita al Congreso que, en dos años, emita una ley sobre lo que llama el derecho fundamental de los niños y los adultos a morir dignamente. La Conferencia Episcopal de Colombia se ha pronunciado sobre las preocupantes consecuencias que entrañan estos hechos. Son un paso más en un proceso bien conducido que, entre otros, tiene antecedentes en la sentencia 239 de 1997, en el proyecto de ley 70/2012, en la sentencia 970 de 2014 y en la resolución 1216 del Ministerio de Salud de abril de 2015. Sin seguir el debido ordenamiento y sin hacer el necesario debate público, para obedecer a proyectos internacionales con intereses ideológicos, políticos y económicos, se insiste en esta conjura contra la vida humana. Se quiere imponer una decisión que compromete convicciones profundas de la mayoría de los colombianos con verdades parciales que, con tinte de cientificidad o de “piedad”, se difunden a través de los medios de comunicación y desconciertan a algunos legisladores, al personal sanitario y a la opinión pública. Es así como se genera confusión para discernir justamente apreciaciones jurídicas, conductas legales y actuaciones éticas, sobre todo en situaciones complejas donde la compasión por el sufrimiento puede poner en penumbra las implicaciones de atentar contra la vida humana. En esta forma de tomar decisiones y de legislar no se está respetando ni la Constitución de la República ni la separación de poderes que es fundamental en una democracia. No se debe aceptar pasivamente que la Corte dé ordenes al Congrego y al Ejecutivo sobre un tema tan grave, que afectará a millones de personas, como autorizar a los médicos para que ayuden a los pacientes a suicidarse y a los padres de familia para que decidan sobre la vida o la muerte de sus hijos. Estamos dejando pasar decisiones peligrosas que destruyen el orden moral y aun la estructura social y política del Estado. El Estado está para proteger a los ciudadanos y especialmente a los más indefensos; por tanto, los niños y los adolescentes merecen algo mejor que autorizar su sentencia de muerte. En un sistema de salud tan frágil y permeado de corrupción como el nuestro, es de temer que las autorizaciones para el homicidio muy pronto serán la única “opción de tratamiento” para los más vulnerables y la alternativa más “eficiente” y económica. Bajo el disfraz de humanidad se quiere presentar la eutanasia como una “muerte digna”. La prioridad sería legislar y trabajar para que la gente tenga, no una muerte, sino una vida digna. La corrupción también se apodera del lenguaje para esconder la deshonestidad de la actuación, pues lo que se quiere legalizar no es una ayuda para morir, sino el permiso para matar a otro ser humano. Está mal un país cuando, en lugar de pensar en que todos los ciudadanos tengan acceso a una atención médica de calidad, piensa en eliminar a los más débiles. Ciertamente, se pueden encontrar formas compasivas para dar tratamientos adecuados, mitigar el dolor y preparar la muerte sin caer en encarnizamientos terapéuticos y sin llegar tampoco a la aprobación de la “muerte por pedido”. En un momento en que buscamos acabar con la violencia, es un contrasentido legalizar la forma de matar con facilidad a los indefensos y a los que sufren; el orden moral de una sociedad en la que los asesinatos son frecuentes no se construye creando instrumentos jurídicos para nuevos asesinatos y abriendo la puerta para que otros, por los motivos que quieran, exijan o se apropien el mismo “derecho”. En medio de tanta confusión y de tantos intereses egoístas, la Iglesia Católica defiende con valentía y coherencia la vida y la dignidad de toda persona humana. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mar 28 Nov 2017

Acoger a migrantes y refugiados, tema de la Jornada Mundial de la Paz 2018

En un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2018, el Papa Francisco pidió una actitud de acogida, comprensión y generosidad con los migrantes y refugiados que abandonan su patria huyendo de las guerras y la miseria y en busca de una vida digna. En el mensaje, titulado “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”, el Santo Padre critica la retórica del miedo difundida con fines políticos en algunos países de acogida y pide que se mire a los migrantes y refugiados como miembros de una misma familia humana. 1.- Un deseo de paz El Pontífice subrayó el gran deseo de paz que hay en la humanidad, y exhortó a que ese deseo sea escuchado. “La paz es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia, y a los que tengo presentes en mi recuerdo y en mi oración”. De entre ellos recordó “a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados”. “Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental”. Francisco explicó que “acoger al otro exige un compromiso concreto, una cadena de ayuda y de generosidad, una atención vigilante y comprensiva, la gestión responsable de nuevas y complejas situaciones”. En este punto se detuvo en reclamar a los gobiernos unas políticas comprometidas y responsables: “Los gobernantes tienen una responsabilidad concreta con respecto a sus comunidades a las que deben garantizar los derechos que les corresponden en justicia y un desarrollo armónico”. 2.- ¿Por qué hay tantos refugiados y migrantes? El Papa Francisco se refirió a las guerras, a las desigualdades y a las injusticias como principales motivos que empujan a esos millones de personas a abandonar sus hogares y embarcarse en un incierto viaje en busca de una vida digna. “Los conflictos armados y otras formas de violencia organizada siguen provocando el desplazamiento de la población dentro y fuera de las fronteras nacionales”, siguiendo la tendencia iniciada con las guerras mundiales, genocidios y limpiezas étnicas del siglo XX, lamentó el Santo Padre. “Pero las personas también migran por otras razones”, apuntó: “Se ponen en camino para reunirse con sus familias, para encontrar mejores oportunidades de trabajo o de educación: quien no puede disfrutar de estos derechos, no puede vivir en paz”. Por eso, criticó la difusión de retóricas anti migrantes o anti refugiados en algunos países de destino para recoger réditos políticos: “En muchos países de destino se ha difundido ampliamente una retórica que enfatiza los riesgos para la seguridad nacional o el coste de la acogida de los que llegan, despreciando así la dignidad humana que se les ha de reconocer a todos, en cuanto que son hijos e hijas de Dios”. En este sentido advirtió que “los que fomentan el miedo hacia los migrantes, en ocasiones con fines políticos, en lugar de construir la paz siembran violencia, discriminación racial y xenofobia”. Por el contrario, “os invito a contemplar las migraciones con una mirada llena de confianza, como una oportunidad para construir un futuro de paz”. 3.- Una mirada contemplativa Migrantes y población local de los países de acogida forman parte de una misma familia, recordó el Papa. La mirada contemplativa, alimentada por la fe, ayuda a “reconocer que todos, tanto emigrantes como poblaciones locales que los acogen, forman parte de una sola familia, y todos tienen el mismo derecho a gozar de los bienes de la tierra”. Mirando a migrantes y refugiados con esta mirada contemplativa, comprobamos que “no llegan con las manos vacías: traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías y sus aspiraciones, y por supuesto los tesoros de su propia cultura, enriqueciendo así la vida de las naciones que los acogen”. “Esta mirada sabe también descubrir la creatividad, la tenacidad y el espíritu de sacrificio de incontables personas, familias y comunidades que, en todos los rincones del mundo, abren sus puertas y sus corazones a los migrantes y refugiados, incluso cuando los recursos no son abundantes”. Por último, “esta mirada contemplativa sabe guiar el discernimiento de los responsables del bien público, con el fin de impulsar las políticas de acogida al máximo”. 4.- Cuatro piedras angulares para la acción El Obispo de Roma propuso en el mensaje una estrategia para ayudar a los refugiados, migrantes y víctimas de la trata de personas a alcanzar la paz. Esa estrategia debería estar articulada alrededor de cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar. Acoger: “Recuerda la exigencia de ampliar las posibilidades de entrada legal, no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes a lugares donde les espera la persecución y la violencia, y equilibrar la preocupación por la seguridad nacional con la protección de los derechos humanos fundamentales”. Proteger: “Nos recuerda el deber de reconocer y de garantizar la dignidad inviolable de los que huyen de un peligro real en busca de asilo y seguridad, evitando su explotación”. Promover: “Tiene que ver con apoyar el desarrollo humano integral de los migrantes y refugiados”. Integrar: “Significa trabajar para que los refugiados y los migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad que les acoge, en una dinámica de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales”. 5.- Una propuesta para dos Pactos internacionales El Papa se refirió a los dos pactos mundiales que a lo largo del año 2018 se adoptarán en el seno de las Naciones Unidas: uno para garantizar una migración segura, ordenada y regulada, y el otro sobre refugiados. Estos pactos “es importante que estén inspirados por la compasión, la visión de futuro y la valentía, con el fin de aprovechar cualquier ocasión que permita avanzar en la construcción de la paz: sólo así el necesario realismo de la política internacional no se verá derrotado por el cinismo y la globalización de la indiferencia”. 6.- Por nuestra casa común Por último, el Pontífice recordó las palabras de San Juan Pablo II: “Si son muchos los que comparten el ‘sueño’ de un mundo en paz, y si se valora la aportación de los migrantes y los refugiados, la humanidad puede transformarse cada vez más en familia de todos, y nuestra tierra verdaderamente en ‘casa común’”. Leer mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2018 Fuente: Agencia católica ACIPRENSA Foto: Tomada de Internet

Mar 28 Nov 2017

Culminó diplomado “Pases de Reconciliación” en Mesetas, Meta

Tras nueve meses de estudio, más de 20 participantes del diplomado “Pases de Reconciliación” que se llevó a cabo cerca al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Mesetas (Meta), el sábado pasado recibieron sus diplomas. Durante las diferentes sesiones de esta capacitación debatieron sobre enfoques de reconciliación, la memoria histórica de la región y proyectos de futuro a nivel personal y de comunidad. Alejandro Hernández, líder de este proceso de formación, felicitó a todas las personas que lograron seguir con interés y entusiasmo hasta culminar con éxito este diplomado que cuenta con el avál de la Universidad Santo Tomás, la Conferencia Episcopal de Colombia a través de la Comisión de Conciliación Nacional y de la Embajada de Alemania en Colombia; institución que a través de su apoyo económico hizo posible la realización de estos espacios de encuentro. Diego Alea, quién en representación de la Secretaría Técnica de la Comisión de Conciliación Nacional participó de la entrega de los diplomas, agradeció a todas las personas que participaron del diplomado “Pases de Reconciliación”. Durante su discurso, el economista hizo énfasis en la importancia del trabajo de cada uno de los presentes: “Ustedes son los protagonistas de la reconciliación y de estos procesos de paz”. En este año, se realizaron diplomados en áreas cercanas a un total de 6 Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), anteriormente conocidos como Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN), que se constituyeron en espacios de acercamiento, reconocimiento, incidencia, interacción e intervención en regiones históricamente afectadas por el conflicto armado.

Lun 27 Nov 2017

La vivencia espiritual del Adviento

Por: P. Jorge Enrique Bustamante Mora - La Iglesia nos invita a recorrer el camino de la vida cristiana en el Año Litúrgico, que inicia con el Adviento, un tiempo de espera, de preparación, de conversión, de vigilancia, de fidelidad, de alegría y de confianza. ¿Cómo vivirlos espiritualmente? Pues al hablar de conversión, inmediatamente pensamos “que hay que hacer”; así le preguntaron a Juan el Bautista después de su discurso sobre la conversión, “¿Qué debemos hacer?”, fue la misma pregunta de la gente, de los maestros de la ley y de los soldados (cf. Lc 3, 10-14). Todos querían una indicación clara de “tareas”. El tiempo del Adviento marcado ya por la presencia de Jesús en medio de nosotros, es tiempo de conversión, pero no en las dimensiones del “que tengo que hacer” sino en la comprensión de la espiritualidad cristiana. Jesús inició su actividad pública con un llamado a la conversión: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva” (Mc 1,14); esta es la actitud espiritual del adviento: remarcar la plenitud del tiempo, la cercanía del Reino, la conversión y la fe en la Buena Nueva. Cuatro elementos claros para vivir el Adviento. El tiempo se ha cumplido Reconocer la importancia de la Encarnación de Jesús como inicio de la Plenitud del tiempo. La espiritualidad de este tiempo debe producir una explosión de gracia, de alegría, de luz. El Año Litúrgico nos debe ayudar a comprender este misterio como una espiral en crecimiento, cada año una espera más intensa y ardiente, y por tanto una experiencia del Señor cada día más profunda y definitiva. Hay que ir más allá de las luces, las fiestas, los regalos para entrar no solo en el recuerdo de algo pasado, sino en la contemplación del misterio de la Encarnación. La presencia real de Jesús en la vida, en la Iglesia, en la historia. El Reino de Dios está cerca…. Está aquí. La actitud fundamental para vivir el Adviento es la disposición de recibir, de vivir, de acoger, de disfrutar, de dejarse tocar, de dejarse transformar. El crecimiento espiritual no acontece por sus propios esfuerzos del creyente, sino por la gracia – gratuita –de Dios. Conviértanse Este anuncio remarca un cambio, no se trata de “hacer” sino de “recibir”, es una gracia, un don, una oferta gratuita de Dios. No son los hombres los que “hacen” algo para acercarse a Dios, o producir la conversión, es Dios quien “hace todo” para acercarse al hombre y convertirlo. El interrogante de los cristianos, en el tiempo de Adviento, no es “¿Qué tengo que hacer?”, más bien, se trata de colocarnos delante del anuncio de la Buena Nueva e interrogarnos: ¿Qué quieres Tú, Señor, hacer en mí, para mí o a través de mí, en este momento? La conversión es reconocer la debilidad, las limitaciones, y que ellas se conviertan en la oportunidad para descubrir la necesidad de dejarse encontrar y transformar por Dios. Aceptar que la conversión está en las coordenadas del amor de Dios que nos perdona siempre, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, como nos lo ha recordado el Papa Francisco. Crean en la Buena Nueva El Adviento es un tiempo para descubrir que es Dios quien se acerca a mí, que me ama apasionada y amorosamente, y este amor es una invitación a dejarme encontrar por Él. Como lo recuerda el papa Francisco en su lenguaje en Evangelii Gaudium “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso” (EG 3). El Adviento, tiempo de conversión, de espera, de aceptación del Reino, y aceptar la Buena Nueva, pide descubrir en nuestra vida aquello que el Señor quiere hacer de manera concreta. Por tanto es un tiempo de alto valor “vocacional” cristiano, a profundizar aquello que da identidad a nuestro ser, la identidad más profunda: hijos de Dios. Se necesita hacer espacio en el corazón, vaciarlo para llenarlo con el mensaje de la Buena Nueva; recordar de manera personal que Dios es mi Padre, todo es gracia de Dios y que Él me ama El Adviento tiempo mariano El Adviento es un hermoso tiempo para vivir la profundidad de la fe, acompañados por María Santísima, verdadera discípula. Ella acogió la gracia ofrecida, ella dice: “hágase en mí su voluntad – su palabra”, ella no dijo: “haré tu voluntad”. Ella recibe la gracia dada por Dios. Vivamos con intenso amor e identidad profunda este tiempo hermoso que nos prepara a la Navidad. Este año, el Adviento inicia el domingo 3 de diciembre, marquemos su inicio con las luces y arreglos en casa y en nuestros ambientes; es importante saber cuándo colocar los arreglos, pue “nos estamos dejando “robar” su verdadero significado por el comercio”. Hay que crear cultura del encuentro, involucrar a los vecinos, a la familia, encontrarse con Dios. Padre Jorge Enrique Bustamante Mora Director de los departamentos de Doctrina y PUD (Promoción de la Unidad y del Diálogo) pjorgebustamante@cec.org.co