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Iglesia

Vie 29 Sep 2017

Explicar el dolor

Escrito por: P. Raúl Ortiz Toro - Ni las preguntas sobre la existencia de Dios, ni sobre la virginidad de María, ni los cuestionamientos de los protestantes o los tristes casos de corrupción dentro o fuera de la Iglesia me han puesto tanto en aprietos como lo ha hecho la pregunta sobre la razón del dolor humano, máxime cuando son los niños quienes lo soportan o son ellos las víctimas fatales. Ninguna pregunta es tan misteriosa. Por ejemplo, estoy pensando en los niños muertos en los terremotos, en los huracanas, por causa de la violencia, del abuso, de las enfermedades. Muchos han intentado responder esta pregunta y se han quedado simplemente en el preámbulo. ¿Será una pregunta sin respuesta? ¿Se tratará de una pregunta retórica? Por supuesto la teología tiene una respuesta: desde el Génesis el dolor tiene una razón de ser como consecuencia del pecado. Incluso, la teología escolástica habló de la diferencia entre la voluntad activa de Dios (por la cual Él quiere el bien para el hombre) y su voluntad permisiva (por la cual permite el mal para sacar de allí un bien mayor). Es más: Cristo encarna en su propia persona como Hijo de Dios el dolor de la humanidad, del inocente, del que sufre como consecuencia del pecado de los otros. Él, que no tenía pecado, terminó siendo reo de muerte pero salió victorioso en la resurrección. La teología es una disciplina iluminadora, es fundamental para la vida de fe, pero no puede caer en el simplismo de las respuestas académicas ni estar desencarnada de la realidad. Por ello la teología necesariamente debe ir acompañada de actos concretos y, en el caso particular del dolor, de actos de solidaridad. Creo que la solidaridad hace concretas las respuestas teológicas. Leyendo el hermoso relato de la poeta Piedad Bonett titulado “Lo que no tiene nombre” donde hace una especie de catarsis espiritual tras la muerte de su joven hijo, sentí vergüenza ajena con estas líneas, cuando la autora cuenta el momento del funeral: “El sacerdote, un hombre joven que queriendo parecer simpático y desenvuelto me ha hecho bromas insulsas y extemporáneas antes del oficio, repite vaguedades y lugares comunes sobre Daniel, y a la hora de la homilía cuenta anécdotas triviales que aspiran a parecer sabias…” Entonces me pregunto: como sacerdote, pero sobre todo como ser humano ¿he sabido llegar al corazón del que sufre? Cuando celebro unas exequias ¿tengo buen trato hacia los dolientes? Cuando alguien siente dolor ¿Cuáles son mis palabras de consuelo? ¿He caído en la trivialidad de quien ve el dolor como algo normal? ¿Soy indiferente ante el mal que sufren los demás? Para intentar en algo explicar el dolor humano, sobre todo el de los niños, cuando unos padres me preguntan por qué murió su niño recién nacido, por qué fue abusada su pequeña, por qué su hijo sufre matoneo, etc. lo primero que hago es pedirles que hagamos un momento de oración; breve, espontáneo, pero sincero. “Señor, danos tu paz, que sepamos entender este momento de la vida y tengamos mirada amplia para saber lo que quieres de nosotros, valorar más lo que tenemos, corregir nuestros equívocos. Danos tu paz, Señor”. Un momento de silencio, un abrazo, una palabra de consuelo y de ánimo. Luego la escolástica; porque la solidaridad es la mejor respuesta al dolor. P. Raúl Ortiz Toro Docente del Seminario Mayor San José de Popayán rotoro30@gmail.com

Mié 27 Sep 2017

Reconciliación y paz en la agenda de la Iglesia

Los días jueves 28 y viernes 29 de septiembre la Iglesia Católica, a través de su Comisión de Conciliación Nacional –CCN-, realizará el ‘IV Encuentro Nacional de Agentes de Reconciliación y Paz’. La instalación del evento será a las 8:00 am, en el Hotel Holliday Inn de la Calle 26 en Bogotá, por monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y presidente tanto de la Conferencia Episcopal de Colombia como de la CCN. Desde este ‘Encuentro’ se pretende evaluar, con los representantes de los espacios territoriales de capacitación y reincorporación, los logros, dificultades y retos existentes en la implementación de los acuerdos en el escenario político, administrativo y de seguridad del país, alcanzados entre el Gobierno y las Farc. La jornada de disertación del primer día permitirá igualmente, conocer y analizar el impacto del proceso de paz en Colombia y considerar los efectos del contexto internacional cercano sobre los procesos de paz y los comicios electorales que se avecinan. El segundo día tendrá otro espacio, donde la temática se centrará básicamente en conocer la visión y el protocolo elaborado para la verificación del cese bilateral al fuego pactado entre el Gobierno Nacional de Colombia y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), desde una perspectiva pastoral. Para dar a conocer la visión actual del equipo negociador del Gobierno, estará Juan Camilo Restrepo, quien explicará sobre la articulación de los protocolos de veeduría y verificación (según experiencias previas), y también estarán presentes representantes de las Fuerzas Militares. Entre los expositores y moderadores de los espacios y actividades que se realizarán durante los dos días del Encuentro estarán Socorro Ramírez, Consuelo Corredor, Ernesto Borda y Juan Mayr, miembros de la CCN; Rafael Guarín, analista político, y Néstor Raúl Correa, Secretario de la Jurisdicción Especial para la Paz. También han sido invitados representantes de Naciones Unidas y de las Farc. Estarán participando de estos dos encuentros, obispos, sacerdotes, agentes pastorales, representantes de víctimas y periodistas de comunidades aledañas a Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación de miembros de las Farc (antiguas ZVTN).

Sáb 23 Sep 2017

¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?

Por: Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo - Una parábola más sobre el Reino de los Cielos nos presenta el evangelista San Mateo en boca de Jesús, el Señor. Sigue el Maestro instruyendo a sus discípulos y ahora utiliza la figura de un propietario, quien necesita obreros para su viña y sale de mañana a contratar operarios, oficio que se extiende a lo largo del día, como signo de la obra de Dios que continuamente está invitando al apostolado en su viña. El día de trabajo significa la vida misma del discípulo, quien es invitado a la misión en la construcción del Reino; el denario, es el Reino de los Cielos, que será la paga igual de protuberante para todos aquellos que se sumen a la extensión del Reino de Dios. Todo aquél que se dedica a las cosas de Dios finalmente recibirá el mismo salario, aún los últimos. Ejemplos bíblicos: El buen ladrón (Lc 23,35-43); la mujer que con sólo tocar el vestido de Jesús quedó sana (Lc 8,47); el buen pastor que deja las noventa y nueve ovejas para buscar la perdida: “hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepiente que por las noventa y nueve que están aseguradas” (Lc 15,7)… Lo que el evangelio nos quiere decir en última instancia es que el Reino de los Cielos es siempre un don de la misericordia de Dios. En la parábola se hace notar explícitamente que el propietario da la misma paga a todos, a quienes soportaron el peso y el bochorno del día y a quienes trabajaron sólo un momento. Los que empezaron la jornada desde temprano protestaron contra su amo. Lo primero que hace notar la parábola es que el precio de la paga había sido ajustado desde el principio y que la paga a los de la tarde es igual por voluntad y generosidad expresa del propietario, quien puede hacer con sus bienes lo que bien le parezca. Quienes protestan en éste caso se están manifestando como hombres envidiosos según la respuesta del amo. Dice la Palabra: ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? La envidia, es un “deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene” o también consiste en “sentir dolor por el bien ajeno”. La envidia roe el corazón del hombre. La envidia genera competencias desleales entre las personas… La envidia nos puede conducir al homicidio y aún al suicidio. La envidia es un pecado capital, porque es la que origina muchos otros males… El envidioso se recome así mismo. Sufre una alteración de la percepción. Interpreta mal todo lo que el envidiado hace. Interpreta mal todo lo que le sucede a él mismo. Atribuye la causa de sus males a la otra persona convirtiéndose en victima absoluta. Cuando la envidia se une a un sentimiento de impotencia se convierte en resentimiento y por eso, suscita odios, rivalidades, competencias. En muchos de nuestros casos cotidianos la envidia se convierte en el motor de la “política” y en la estrategia para desacreditar al otro, creyendo que con eso estamos ascendiendo y ganando en credibilidad y resulta que el efecto es totalmente contrario, porque el envidioso termina siendo desenmascarado y desacreditado. El envidioso, en el fondo no pretende tanto arrebatarle el bien al envidiado, lo que busca definitivamente es verlo hundido, humillado, desdichado y por eso es criticón y vive poniendo zancadillas y obstáculos a quien le es objeto de su envidia. El envidioso vive condenado a fingir. No se amansa, ni admite reparaciones, por el contrario se irrita cuando recibe beneficios. El envidioso vive enfermo, porque todo lo somatiza, quiere vivir con plenitud y con salud, pero no le es posible, porque sus pulsiones se vuelven compulsiones hasta tal punto que no es capaz de controlarlas. El envidioso es desobediente y orgulloso. La envidia es una pasión vergonzosa, por eso, nadie se atreve a decir que es envidioso. La envidia es un pecado que no produce placer ni alegría, sino sólo dolor. Es un tormento sin pausa, una enfermedad si remedio, una fatiga sin descanso, una pena cotidiana. Con frecuencia escuchamos la siguiente expresión: “En Colombia muere más gente de envidia que de cáncer”. Cuidado, porque, la envidia nos paraliza, nos vuelve apegados al pasado, nos hace ser negativos, criticones y nos impulsa a sembrar cizaña en la comunidad. Interrogantes que nos pueden servir para nuestro examen de conciencia: ¿Para qué utilizamos las redes sociales, para unir o para dividir? ¿A través de las redes sociales expresamos envidia o generosidad, amor y fraternidad, impulsamos la unidad o la división? ¿Nuestros aportes en la comunidad nacen de la realidad o de la envidia? Los empleados de la viña nos permiten observar como éstos se llenan de envidia; y en vez de ver la generosidad del patrón que los ha contratado, que les ha dado trabajo, que les ha pagado lo justo, empiezan a reclamar, a murmurar y hacer reclamos frente a la actitud justa que tiene con ellos el propietario y la actitud misericordiosa que tiene con los últimos. Quien no es agradecido vive sumido en el dolor y la tristeza, a toda hora vive haciendo comparaciones y cuando abre la boca sólo lo hace con el fin de destruir y nunca de edificar. Quien no es agradecido nunca descubre la bondad del otro y a toda hora se siente victima, se considera despreciado. Quien no es agradecido es cizañero y pretende destruir… Quien no es agradecido minimiza el bien de los demás y maximiza su propio bien. Quien no es agradecido hace que se resalte lo malo del otro y esconde en lo más profundo de su alma su propio mal. Quien no es agradecido vive sumido en el dolor interior y existencial que lo lleva a vivir quejándose de todo y de todos. Finalmente, la falta de gratitud es un de los signos propios del envidioso. La parábola de hoy nos enseña que debemos pensar bien de Dios y de los demás. La vida cristiana tiene su secreto en la perseverancia en el bien obrar, rectitud en pensar bien, sentir bien y obrar bien. Con seguridad que los obreros de los cuales nos habla la parábola comenzaron bien: Con entusiasmo, con alegría; comenzaron el día pensando en el denario con el cual se habían ajustado con su patrón, pero terminaron mal, porque se llenaron de envidia, les faltó perseverancia en la generosidad del inicio del día. La parábola también nos hace entender que Dios es justo, pero va más allá de la justicia meramente humana, Él es misericordioso. La lógica de Dios no es una lógica humana, sino divina. A nosotros nos corresponde recibir con alegría el ser invitados a participar de la viña del Señor. Nos basta el saber que somos amados por Él y en el amor de Dios seremos salvados. Así como nosotros fuimos salvados misericordiosamente, otros también están invitados a ser salvos por Jesús. Sumémonos a la viña de Señor, seamos misioneros, vamos con entusiasmo a ser “callejeros de la fe”, para que muchos otros conozcan el amor de Dios y vengan a su viña. Cuidado con la envidia entre nosotros. Todos poseemos nuestros dones, Dios a cada uno nos ha adornado con sus carismas; no envidiemos los dones y carismas de los demás, pongamos a producir los nuestros. “Ojo”, con la envidia entre los movimientos…; cuidado con la envidia en la familia, en las instituciones, en las veredas, en los sectores, en la ciudad… La envidia no es digna de un discípulo del Señor. Mientras exista la envidia es imposible construir la paz. Reflexión evangelio

Vie 22 Sep 2017

Iglesia caribeña fija ruta por la Reconciliación y la Paz

Durante 3 días en el municipio de Salgar – Atlántico, las jurisdicciones eclesiásticas del Caribe colombiano se dieron cita para trabajar en una hoja de ruta que lleve a un proceso de reconciliación y Paz en esta zona del país. En un mensaje final, los obispos reafirmaron el llamado del Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común y se comprometieron a trabajar como región caribe por este fin “procurando alcanzar ese nuevo acuerdo para vivir juntos en un pacto social y cultural”. “Promovemos el estudio, conocimiento y aplicación de la Carta encíclica Laudato Sí del Papa Francisco como nuestra mayor preocupación por el cuidado de la Casa Común, reconociendo que las discusiones que antes se daban en congresos o revistas de orden científico, hoy, con esta encíclica, trasciende estos ámbitos y alcanza al ciudadano de a pie que vive cotidianamente los embotellamientos del tráfico y al campesino de nuestra Región Caribe incapaz, por el daño causado a la creación, de prever el tiempo de lluvia o de sequía para sembrar o cosechar”, anuncia el documento. Los prelados señalan que asumirán el reto de trabajar por el cuidado del agua y recuerdan que este precioso líquido es “un don de Dios, un derecho vital y un Bien Común” al que todos tenemos la oportunidad de acceder por justicia. “Aceptamos, como hombres y mujeres de un Caribe que no ha hipotecado su esperanza el gran debate de hoy: ¿Si el agua es fuente de vida para nuestros pueblos y comunidades, puede ser también fuente de lucro para unos pocos? Creemos y reafirmamos que el agua que riega nuestra región caribe es un don de Dios, un derecho humano vital y un Bien Común. Acceder al agua es una cuestión de justicia y de sostenibilidad social y política de todo el Caribe” Concluido este encuentro en el que participaron 7 obispos de la región caribe, representantes de las pastorales sociales, miembros del Programa de Desarrollo y Paz, de las vicarías de Pastoral de las jurisdicciones eclesiásticas, de la Red Nacional de Programas de Desarrollo y Paz, de Universidades, Empresarios y Entidades de Cooperación, acompañados por INTERTEAM, los asistentes asumieron la tarea de trabajar en una agenda común en la que haya participación de la comunidad y la clase dirigente, con el fin de erradicar la pobreza de esta zona del país. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 21 Sep 2017

Así avanza Semana por la Paz en Tumaco

En el marco de la Semana por la Paz, la diócesis de Tumaco a través de la Pastoral Social y con el apoyo del proyecto Fortaleciendo, realizó el encuentro juvenil por la paz, evento que convocó cerca de 400 jóvenes de diversas instituciones educativas. Durante este espacio los jóvenes tuvieron la oportunidad de compartir sus vivencias en torno a la práctica de la paz en sus familias, su comunidad y el colegio. La lúdica y la recreación, fueron las herramientas pedagógicas para lograr que los jóvenes hicieran conciencia del flagelo de la violencia para luego constituirse en gestores de paz y reconciliación. Los profesionales de la diócesis de Tumaco, facilitaron el encuentro en donde les enseñaban a los muchachos métodos de paz y reconciliación. "Los salahondeños, viven la Semana por la paz" Así mismo, durante una jornada por la paz, programada para este viernes 22 de septiembre, en el municipio es Francisco Pizarro, cabecera municipal es Salahonda sus habitantesvivirán un camino intenso de sensibilización acerca de la importancia de la paz en los corazones de cada persona, de la familia y la comunidad. La jornada por la paz, tendrá inicio en el parque principal del municipio de Francisco Pizarro, con el concurso de pintura infantil para niños (as); posteriormente el concurso de canto para los jóvenes, con mensajes alusivos a la paz y finalmente a las 12 m. se presentará el teatro por la paz de la diócesis de Tumaco, este último visibilizará el flagelo de la violencia en este territorio y la importancia que la paz tiene para el desarrollo humano integral en las comunidades.

Mar 19 Sep 2017

Iglesia invita al encuentro nacional de agentes de reconciliación y paz

Una vez más, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), realizará en Bogotá “Cuarto Encuentro Nacional de Agentes de Reconciliación y Paz en Zona Veredal Transitoria de Normalización (ZVTN) - Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR)” Este escenario convocará a sacerdotes, religiosas, agentes pastorales, víctimas del conflicto armado y comunicadores sociales que trabajan en comunidades aledañas a las antiguas zonas veredales transitorias, hoy Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), creados en el marco de la implementación del Acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las Farc. Según lo han manifestado sus organizadores, el encuentro tendrá como contexto lo ocurrido hasta el día “D+240” previsto en el Acuerdo número 3, y buscará “evaluar con los representantes de las regiones, los logros, dificultades y retos existentes en ese proceso, desde el escenario político, administrativo, electoral y de seguridad que ya se empieza a configurar”. Entre los expositores y moderadores de los diferentes espacios y actividades que se realizarán durante los dos días del Encuentro estarán las doctoras Socorro Ramírez y Consuelo Corredor, el doctor Ernesto Borda y el doctor Juan Mayr, todos miembros de la CCN; el doctor Rafael Guarín, analista político, y el doctor Néstor Raúl Correa, Secretario de la Jurisdicción Especial para la Paz; así como representantes de Naciones Unidas y de las Farc. El evento se llevará a cabo los días 28 y 29 de septiembre en las instalaciones del Hotel Holiday Inn de la calle 26 en Bogotá. Fuente: Of. Comunicaciones / Comisión de Conciliación Nacional

Lun 18 Sep 2017

Las últimas horas del “Mártir de Armero”

Por: P. Jorge Enrique Bustamante Mora - Pedro María Ramírez ya es Beato, desde el 8 de septiembre, pero el pueblo desde hace décadas lo llama “El mártir de Armero”; algunos se preguntan porque lo hicieron beato. En sencillo, por tres razones: 1. Porque vivió de manera extraordinaria las virtudes cristianas; 2. Porque en su vida y sobre todo en su muerte se descubren rasgos heroicos en la vivencia de la fe; 3. Porque su muerte fue por la fe, por amor a la Iglesia y su mensaje de salvación. Su martirio no es una muerte más, es una entrega oblativa por amor a Dios aceptando valerosamente el camino de la muerte violenta sin buscarla y de igual modo sin huir de ella. Las noticias del “Bogotazo” lo sorprendieron, ese 9 de abril en la tarde, regresando del hospital de visitar a los enfermos; al llegar al templo, hizo el traslado del Santísimo a la capilla del Colegio de las Madres Eucarísticas, con ellas y las alumnas rezó el rosario y otras oraciones; permaneció en ésta capilla en oración, aquí lo sorprendió el primer ataque al tempo con piedras y palos; se registró un segundo ataque hacia las 5:00 p.m., la turba ebria de alcohol e injustificada cólera contra la Iglesia derribó a machetazos las puertas; el padre permanecía en la capilla de las hermanas arrodillado frente al Santísimo, a quien él llamaba, “el Amito”; en este ataque un hombre con machete en mano le dijo: “por esta cruz que en estos días lo mato”. Comió poco, y se acostó hacia la media noche en un lecho adecuado en medio de las ruinas de la destrucción vandálica. Madrugó, a las 5:30 am celebró con las religiosas su última eucaristía, aunque todo este sábado estuvo preocupado por la celebración de las tres misas del domingo. Después de las ocho de la mañana expidió, a petición de un anciano interesado, un certificado para sepultar a una niña; informado de los detenidos y heridos fue a la cárcel a prestar sus servicios, regresó triste porque un herido no quiso recibir el sacramento de la confesión. Su camino fue acompañado de expresiones: “¡metan ese cura a la cárcel!, ¡abajo los curas! ¡Curas asesinos!” El alcalde lo invitó a refugiarse en su casa y no regresar a la casa cural, el valiente sacerdote respondió, “Yo no dejo solos, a Jesús Eucaristía y a las madres”, refiriéndose a las religiosas. Ante las sugerencias de las hermanas y el sacristán de huir, dijo: “de ninguna manera, yo no huyo, porque cuantas veces entro en la capilla y consulto a mi Amito, Él me dice que permanezca en mi sitio”. A las doce tomó un ligero alimento y mientras comía confió un encargo a la Madre superiora pidiéndole que lo pusiera por escrito, ante la respuesta de la religiosa que no tenía fuerzas para escribir, él mismo pidió papel y lápiz y escribió su “Testamento Espiritual”, el que inicia con “De mi parte deseo morir por Cristo y su fe” y siguen sentidas acciones de gracias a su obispo, a su director espiritual, a su familia y a las Madres Eucarísticas; no sin manifestar su deseo de sufrir por su parroquia: “…ministro y sacerdote del pueblo, hoy Armero, por quien quiero derramar mi sangre”. Luego del almuerzo permaneció en la capilla en oración, revestido con roquete y estola; las que se quitó solo cuando era llevado al martirio, unos pasos antes de llegar a la puerta que daba al parque se las quita y las entrega a una mujer, diciéndole: “Tome hija, guárdelos para que no los profanen” A las 4:40 pm. del 10 de abril, en la plaza de parque de Armero se sembró la palma victoriosa del martirio. Pedro María recibió el primer machetazo en la cabeza, cayó de rodillas y limpiándose la sangre de su cara con sus propias manos sacerdotales, dijo: “¡Padre, Perdónalos!¡Todo por Cristo! Recibió un segundo machetazo y un violento golpe en la nuca con una varilla, a este punto todo está consumado. Sus últimas horas fueron la vivencia heroica de la fe; estuvieron marcadas por la profunda convicción de una íntima espiritualidad sacerdotal. La amenaza se recrudecía y él permanecía en su puesto de sacerdote y en favor de su pueblo; rosario, oraciones, súplicas, vigilia, silencio meditativo, confianza absoluta en Jesús, preocupación por su ministerio y las misas dominicales, por sus enfermos del hospital a quienes visita, por sus heridos y presos asistiéndolos aún en medio de los más virulentos ataques de desprecio. Estas horas son las horas del hombre sacerdote, que revestido con sus ornamentos: sotana, roquete, estola dobla rodillas delante de su Amito y sabe escuchar a quien ha servido en su ministerio sacerdotal. Su preocupación sus dos amores: Jesús Eucaristía y el pueblo de Dios que se hace concreto en tantos necesitados y de manera particular en las “Madres” mujeres religiosas indefensas. Por toda esta vivencia heroica y única, el pueblo desde pronto lo llamó “El mártir de Armero”. No puedo dejar de alegrarme por la Iglesia colombiana, y pedir al beato Pedro María que ruegue por nuestra patria para que cese la violencia y florezca la paz; así mismo pedir su intercesión por la vida vocacional para que muchos jóvenes respondan valientemente al llamado del Señor y lo entreguen todo por amor a Cristo; que él, el “mártir de Armero”, nos alcance estos dones, y de manera particular para el Seminario y diócesis en la que él se formó y vivió su ministerio, Hoy la Arquidiócesis de Ibagué –Tolima, a la que orgullosamente pertenezco y en la cual Dios me formó y me concedió la gracia del Ministerio Sacerdotal. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Jesús el Amito! P. Jorge Enrique Bustamante Mora Director del Departamento de Doctrina y Animación Bíblica de la CEC pjorgebustamante@ce.org.co

Vie 15 Sep 2017

Gracias Papa Francisco por tanto

Por: Ismael José González Guzmán - Durante estos cinco días de visita y peregrinaje del papa Francisco por Colombia, hemos sido testigos de la gratuidad del amor de Dios, al escuchar del sucesor de Pedro, un mensaje que nos invita como sociedad a dar ese primer paso hacia una autentica cultura del encuentro, donde sea posible construir puentes que nos ayuden a experimentar desde la perspectiva del evangelio, la alegría, la esperanza, la paz, el perdón y la reconciliación entre todos los colombianos. El Papa nos ha recordado que el principio de la alegría, es saber que Dios nos ama con amor de padre, que no es selectivo y no excluye a nadie, porque todos somos importantes y necesarios para Él. Con esta consigna, no debemos tenerle miedo al futuro, tampoco a volar alto y soñar grande. Es momento de romper con esa atmosfera del relativismo y no acostumbrarnos al dolor y sufrimiento del otro, porque todos somos parte de algo grande que no une y nos trasciende; la sociedad. Es hora de comprometernos a descubrir esa Colombia que se esconde detrás de las montañas, la cual se constituye en una riqueza por la calidad humana de su gente, de aquellos hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso a los cuales les han robado la fe, la esperanza y la alegría a causa de la injusticia social. Nuestra historia de violencia, dolor, muerte y sufrimiento, bien puede ser leída desde el Cristo crucificado de Bojayá, mutilado y herido, pero con un rostro que nos mira y enseña, que el Señor no es ajeno al sufrimiento de su pueblo y que el odio no tiene la última palabra, porque el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Esto debe motivarnos a caminar juntos y transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto al Señor aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor. Es hora de romper con el ciclo perverso que ha engendrado violencia, odio y muerte en Colombia. Esto sólo es posible, a través del perdón, la reconciliación y sobre todo con la verdad, compañera inseparable de la justicia y de la misericordia para construir la paz. La verdad no debe conducir a la venganza, sino más bien a contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos. Siempre es rico incorporar en nuestros procesos de paz la experiencia de sectores que, en muchas ocasiones, han sido invisibilizados, para que sean precisamente las comunidades quienes coloreen los procesos de memoria colectiva. En el encuentro entre nosotros redescubrimos nuestros derechos, recreamos la vida para que vuelva a ser auténticamente humana. En efecto, la casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los abandonados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera más que números de una u otra estadística. La casa común de todos los hombres debe también edificarse sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada. La historia nos pide asumir un compromiso definitivo en defensa de los derechos humanos y dar el primer paso es, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Él nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar. Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección, que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias. Gracias papa Francisco por tanto, ahora nos corresponde a nosotros los colombianos, acoger su mensaje y construir juntos aquellos puentes que nos permitan vivir en una Colombia en paz, reconciliada, unida y esperanzadora en el mañana. Ismael José González Guzmán, PhD (c) Director Ejecutivo del Centro Estratégico de Investigación, Discernimiento y Proyección Pastoral de la Conferencia Episcopal de Colombia ismaelgonzalez@cec.org.co – centroestrategico@cec.org.co Twitter: @cenestrategico