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Iglesia

Mié 9 Ago 2017

CCN exalta labor de Mons. Castro y da bienvenida a su nuevo presidente

En el marco de la reunión que adelanta cada mes la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), presidida ahora por monseñor Oscar Urbina Ortega, sus integrantes agradecieron la gestión realizada por parte de monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo de Tunja y le invitaron a seguir siendo miembro del equipo de asesores expertos de la misma. “Quiero expresar mi gratitud hacia Monseñor Castro por su gran labor. Deseo poder continuar con toda esta incidencia que ha hecho la Comisión, apoyado en ustedes, para aportar al país no solo desde los espacios de la Iglesia, sino también a nivel social y político” expresó Monseñor Urbina, durante el acto de reconocimiento. El encuentro que se realizó el pasado 02 de agosto en la sede del episcopado, apuntó igualmente a realizar un empalme entre el Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y de la CCN saliente, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga y monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio, quien asumirá la presidencia para el periodo 2017 - 2020. Como un acto de reconocimiento a la labor de monseñor Castro Quiroga, la reunión inició con la presentación de un video de balance sobre la gestión de la CCN en favor de la reconciliación y la paz nacional, inspirada por su mandato durante el trienio 2014 – 2017, luego que los obispos de Colombia lo eligieran para enfrentar desde la Iglesia Católica varios de los complejos retos que tenía en ese momento el país, entre ellos, la búsqueda de una salida negociada al conflicto armado con grupos ilegales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el acompañamiento a las víctimas y el trabajo con comunidades, agentes de pastoral y gestores de paz de regiones históricamente afectadas por la guerra. Durante este encuentro hubo también espacio para analizar la coyuntura nacional e internacional y proponer líneas de acción para seguir fortaleciendo el trabajo de la Iglesia desde diferentes escenarios. A nivel político, se abordaron temas relacionados con el panorama electoral actual y la implementación del Acuerdo de Paz. Y en este sentido, el doctor Gustavo Mutis, Director del Centro de Liderazgo y Gestión, quien por años ha estado acompañando el trabajo de la CCN, haciendo su propia lectura de la coyuntura actual, afirmó con preocupación que en el país hay cansancio y angustia con muchos asuntos por resolver en áreas como salud y educación. “Tenemos una agenda totalmente dedicada a la política, no hay hasta ahora ninguna narrativa que convoque a hacer otras lecturas y esa es una situación compleja que no podemos ignorar”, agregó. “La Comisión de Conciliación representa una de las vertientes de la dimensión social de la evangelización en Colombia, lo que se genera aquí es un centro de pensamiento, porque ustedes viniendo de diferentes experiencias vitales para el país, nos comunican visiones que nosotros necesitamos, puesto que además de que podemos trabajar la doctrina social, requerimos de mayores matices de esa realidad que a veces nos desborda, por lo que hay que crear escenarios para el análisis y el diálogo que debemos mantener con esa realidad, éste es uno de ellos”, dijo Monseñor Urbina a los comisionados destacando la importancia del encuentro. Durante la reunión, el padre Darío Echeverri, Secretario General de la CCN, recordó también que “a la Comisión le corresponde la búsqueda de una presencia de Iglesia en la salida al conflicto armado y para eso prioriza elementos que son claves, como el apoyo a la búsqueda de la verdad, la justicia; el acompañamiento a las víctimas, a la reparación de las víctimas y las garantías de no repetición”. Razón por la cual los comisionados se reúnen cada mes para analizar, desde la diversidad de posturas y sectores que representan, las diferentes situaciones que configuran el panorama social y político del país, proponer salidas desde el trabajo de la CCN y generar recomendaciones al episcopado colombiano frente a los caminos que deben tomar para contribuir en la construcción de un mejor país, desde el horizonte de la reconciliación y la paz. Al encuentro asistieron monseñor Oscar Urbina Ortega, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, monseñor Elkin Álvarez, Secretario General de la CEC; padre Darío Echeverri, Secretario General de la CCN; Stephan Miethke, Asesor Internacional de la CCN; y en representación de los comisionados: Dra. Socorro Ramírez, docente (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia y miembro de la Comisión Presidencial de Asuntos Fronterizos Colombo-venezolanos; Dra. Consuelo Corredor, Economista y también docente de la Universidad Nacional de Colombia, quien lidera por parte del CINEP la Secretaría Técnica del Componente de Verificación Internacional del Acuerdo Final; Dr. Gustavo Mutis, Director del Centro de Liderazgo y Gestión; Gral. Juan Salcedo Mora, General Retirado Ejército de Colombia; Dr. Juan Mayr Maldonado, Exembajador de Colombia en Alemania y miembro del equipo negociador del Gobierno en los diálogos con la del guerrilla ELN (Ejército de Liberación Nacional); Dr. Julio Roberto Gómez, Secretario General CGT (Confederación General del Trabajo); Dr. Ernesto Borda, Politólogo y Consultor; y Padre Camilo Bernal Hadad, ecónomo de la visita del Papa Francisco a Colombia. Fuente: Of. comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional Video informe de gestión

Mar 1 Ago 2017

¿Quién mató a Pedrito? II

El feto oye, ve experimenta, recuerda e incluso aprende en el útero... Y lo más importante, ¡siente! Estos son los maravillosos resultados de las últimas investigaciones sobre la vida prenatal. Las investigaciones de la fetología y la psicología prenatal, las más jóvenes ramas de la medicina, han demostrado que el niño intrauterino es un ser hipersensible, mucho más consciente y receptivo de lo que nos podíamos imaginar. El feto oye, ve, entiende, recuerda y responde. En el útero se comporta como un ser humano que es. Cuando se aburre se chupa el dedo o salta a la cuerda con el cordón umbilical. A las 10 semanas, su personalidad es tan acusada que se podría hacer la tarjeta de identidad, puesto que tiene huellas digitales, únicas e irrepetibles. A las 12 semanas, es capaz de sostener una pelota entre las manos, facultad que pierde y no recuperará hasta cinco meses después de nacer. Tan persona como el recién nacido y el lactante, sólo que es una etapa distinta de la vida. Gracias a las tecnologías de finales de los años 60 y 70, afirma thomas verny, psiquiatra canadiense y autor de la obra “la vida secreta del niño antes de nacer”, se ha podido estudiar al bebe intrauterino en su hábitat natural sin perturbarle. Lo que ha dado una imagen espectacularmente distinta del feto, que nada tiene que ver con el ser pasivo y sin mente de los textos tradicionales de pediatría. Según las investigaciones de los neurólogos y obstetras estudiosos, escuchemos lo siguiente: • El feto puede oir, ver, degustar, experimentar e, incluso, aprender en el útero. Pero, lo más importante es que puede sentir. • Como consecuencia: lo que el niño siente y percibe comienza a modelar sus actitudes y las expectativas que tiene con respecto a sí mismo. • La principal fuente de estos mensajes formadores es la madre del niño. Esto no significa que toda preocupación, duda o ansiedad fugaces que una mujer experimenta durante el embarazo repercutan en su hijo. Lo importante son los patrones de sentimientos profundos y constantes. • Lo que un hombre siente hacia su mujer y el niño no nacido, es uno de los factores más importantes en el éxito o fracaso de un embarazo. No más abortos, por favor. No más pedritos tirados en cajas de cartón. No más asesinatos a creaturas indefensas. Permitamos que la vida surga y no matemos la vida de un inocente. Siempre que ocurre un aborto en la ciudad, ocurre el asesinato de unos padres, de unos hermanos, de una familia. Se asesina nuestra propia sociedad, nuestra cultura y nuestra dignidad. [icon class='fa fa-download fa-2x'] ¿Quién mató a Pedrito? I[/icon]

Lun 31 Jul 2017

Un signo eficaz

Por: Mons. Luis Augusto Castro Quiroga - Primero nos subimos a un avión. Luego pasamos a un helicóptero. Posteriormente, tomamos camperos y finalmente hicimos unos quinientos metros a pie, en medio de un abundante barro, para llegar al campamento donde tenía lugar la ceremonia. Fue sólo un signo, pero un signo eficaz. Para el mismo, tuvimos que ir al lugar escogido, un poco lejos del lugar de la ceremonia. Estaban conmigo el padre Francisco De Roux, miembros de las Naciones Unidas y periodistas. En lo que a mí respecta, se trataba de colocarme al frente de un contenedor lleno de armas, las últimas armas, así algunos se resistan a creerlo, y cerrar la puerta del mismo de manera definitiva. Es como cuando se termina de escribir un libro y se coloca la última palabra, la palabra del final. Quedan muchas otras cosas por hacer, que el libro sea editado, que el libro sea promovido, que el libro sea aceptado o rechazado, que el libro sea leído. El signo era eficaz porque indicaba, ni más ni menos, el fin de la guerra. Así fue la ceremonia en Planadas, departamento del Meta. Para hacer una guerra se necesitan armas. Cuando se dejan de lado las armas, se le pone punto final a la guerra, a una racha de violencia de más de cincuenta años. Qué importante fue la presencia de las Naciones Unidas en este proceso de la devolución de las armas. Cada arma tenía su número especial, su catalogación especial, su sitio definido.Cuando terminó la ceremonia, alguien me dijo al oído: “Cuando la Iglesia está presente, tenemos más confianza en estos eventos”. Luego, contesté preguntas de los periodistas. A todos les dije la misma cosa: “Ha tenido lugar un desarme exterior, ahora hay que lograr el desarme interior, ese de los corazones”. Es increíble cómo nuestro país está sembrado de tanto odio, de tanta sed de venganza, de tantos deseos de desquite, de tantos esfuerzos por aterrorizarnos, de tantas informaciones tendientes a desvirtuar lo hecho en términos de paz. Esperamos que la visita del papa Francisco, que es una visita pastoral y no política, que se está preparando con tantas reuniones y tantas comisiones, no sólo desde el punto de vista logístico sino también del espiritual, nos encuentre convertidos, transformados, cambiados, de lobos que se matan en hermanos que, a pesar de las fuertes diferencias, se aman, se respetan y se escuchan como nos pide el Evangelio de Jesús. DESTACADO: “Hay que lograr el desarme de los corazones” + Luis Augusto Castro Quiroga Arzobispo de Tunja Fuente: Revista Vida Nueva

Mié 26 Jul 2017

"El fin del papamóvil es facilitar a los colombianos el encuentro con el Papa"

Así lo señaló monseñor Fabio Suescún Mutis, durante la presentación de los avances en la adaptación del vehículo que transportará al Santo Padre, durante los 5 días que visitará el país. “Es un aporte a lo que es más importante: que el Papa llegue y golpee los corazones, con su palabra y testimonio, nos abra hacia el futuro y sigamos con deseos para que este país esté cada día más dispuesto a ser grande, solidario, justo y honesto”, afirmó monseñor Suescún, director ejecutivo de la visita del Papa Francisco a Colombia. Tras reiterar la invitación a dar el primer paso “para comenzar algo nuevo con Cristo en beneficio de todos”, el prelado confirmó que aunque los tres papamóviles han sido donados con motivo de la visita apostólica a Colombia, se prevé que sean utilizados para las próximas visitas apostólicas del sumo pontífice a los países de Perú y Chile. Intervención monseñor Fabio Suescún Mutis, director ejecutivo de la visita del Papa Francisco a Colombia Por su parte, el vicepresidente de la República, Oscar Naranjo, animó a los colombianos a ponerse en modo Papa. “Los colombianos, todos, estamos obligados a entrar en el ‘modo Papa’ que significa prepararnos con toda intensidad, el papa no visita 4 ciudades visita a Colombia entera”, indicó. Intervención vicepresidente de la República Oscar Naranjo Keyvan Rahmani Gerente de Ingeniería de General Motors, informó que los papamóviles se encuentran en un 70% de avance y estarán listos para su entrega a finales de agosto. El Sumo Pontífice utilizará tres papamóviles durante su viaje apostólico a Colombia entre el 6 y el 10 de septiembre próximo, que incluye las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias.

Lun 17 Jul 2017

La monja que lucha contra la trata de personas

Sor Genoveva Nieto la religiosa que dedica su vocación a luchar contra la trata de personas, la explotación sexual, los trabajos forzados, la mendicidad y el tráfico de órganos. Presentamos un artículo publicado por el diario El Espectador donde resalta la labor de esta monja Vicentina. La religiosa a sus 70 años de edad, sigue uniendo esfuerzos con otras instituciones para contrarestar el flagelo de la trata de pesonas. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer entrevista[/icon]

Lun 17 Jul 2017

¿Quién mató a Pedrito? I

Escrito por: Mons. Gonzalo Restrepo - “El martes 11 de noviembre de 1999 fue encontrado un recién nacido en una caja de cartón, detrás de un almacén de nuestra ciudad. Aparentemente el bebito nació ese mismo día y cuando fue encontrado, a las 9:30 de la noche, había estado muerto alrededor de ocho horas o más. La autopsia reveló que el niño había sido acuchillado siete veces, sufrió un fuerte golpe en la cabeza y fue estrangulado con un cierre (cremallera). En la caja se encontró la placenta y el cordón umbilical roto. Aparentemente el bebito nació sin asistencia médica”. No es un caso extraño ni excepcional. Casos como éstos encontramos muy frecuentemente en nuestro medio. No fue encontrado en un almacén fantasma y en una ciudad lejanísima, sino en un almacén muy conocido, de mucho prestigio y en nuestra propia ciudad. Como este caso hay muchos casos. Pero, ¿quiénes serán sus padres? ¿dónde estará su mamá? Pedrito no alcanzó a nacer. Fue abortado y tirado a la calle en una caja de cartón. Fue tratado como cualquier cosa, como uno tira un mueble viejo, como se bota la basura al cesto. Pedrito fue asesinado, y ahora, nadie es culpable. Un nuevo crímen ha quedado en el anonimato. Una personita que no se le ha permitido vivir, mejor no se le ha permitido seguir desarrollando su vida, porque pedrito comenzó a vivir desde la concepción, desde que el óvulo de mamá y espermatozoide de papá se unieron para propiciar el inicio de una nueva vida, fruto del amor. ¿Qué podemos hacer? ¿Quién podrá responder? Si alguien quiere reconocer el cadáver de pedrito, lo tenemos en el anfiteatro de la ciudad. Todavía él conserva la esperanza de que sus padres vengan a reconocerlo y le brinden el cariño que le faltó desde su concepción hasta la muerte. No más abortos, por favor. No más pedritos tirados en cajas de cartón. No más asesinatos a creaturas indefensas. Permitamos que la vida surja y no matemos la vida de un inocente. Siempre que ocurre un aborto en la ciudad, ocurre el asesinato de unos padres, de unos hermanos, de una familia. Se asesina nuestra propia sociedad, nuestra cultura y nuestra dignidad. + Gonzalo Restrepo Restrepo Arzobispo de Manizales

Vie 14 Jul 2017

Es urgente formar e integrar a los laicos

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - El mundo en que vivimos sufre grandes y profundas transformaciones. En él, la Iglesia de Cristo debe anunciar la propuesta de plena realización humana y social que contiene el Evangelio. Esto implica renovar el compromiso apostólico, expresar adecuadamente el mensaje, encontrar nuevas formas para llegar a los distintos sectores; más aún, encarnar fecundamente la vida cristiana en la sociedad. Pero esto no es posible hacerlo sino en y a través de personas concretas. Por eso, uno de los más grandes y urgentes desafíos hoy es la formación integral y la participación de los fieles laicos. El catolicismo sociológico se cae a pedazos; de esa estructura viven cada vez menos personas. Es preciso entonces construir desde la base, antes de que sea tarde, una comunidad de discípulos de Cristo que viva a plenitud la fe y que con ella impregne la realidad de la familia, de la educación, del trabajo, de la política, de la economía, con la naturalidad de una lámpara que una vez encendida va poniendo mansamente su luz en todo lo que la rodea. Esto implica un proceso orgánico, progresivo, personal y comunitario de formación del laicado. A partir del Concilio Vaticano II se han abierto enormes posibilidades y perspectivas para que los laicos se integren y participen en la vida y misión de la Iglesia con la condición profética, sacerdotal y pastoral que les ha dado el Bautismo. Todos tenemos que contemplar con agradecimiento y alegría lo que el Señor ha venido haciendo en nuestra Arquidiócesis con muchos laicos: crece su empeño en formarse, despiertan su sentido de pertenencia a la Iglesia, se vinculan fructuosamente a diversos servicios en las parroquias, influyen de diversas maneras en la transformación de la sociedad, buscan la santidad. Sin embargo, a la vez, debemos constatar con honda preocupación la realidad de tantos bautizados que no salen de una gran ignorancia con relación a lo esencial de la vida cristiana, que mantienen una incomprensible pasividad y que encerrados en su aislamiento no se afanan por integrarse a un proceso de evangelización, por aprovechar la ayuda de sus hermanos y por testimoniar la alegría del Evangelio. Esto no puede seguir así. Una tarea urgente en la Iglesia es ayudar a todos los fieles a crecer en el sentido de responsabilidad frente al seguimiento de Cristo y frente a la misión que de él hemos recibido. En la historia de la Iglesia hay momento es que hay penumbras y son más difíciles las pruebas. Ante esas situaciones la reacción justa no es huir ni tampoco echarnos a dormir. Por el contrario, es la hora de despertar, de crear, de apurar el paso, de asumir el futuro con más pasión. Este momento de la Iglesia necesita un acertado protagonismo y un decidido compromiso de los laicos. Ellos, como nunca, deben ser testigos de Cristo, apoyo decidido de la vida parroquial, fermento de alegría y de esperanza en sus familias y en sus barrios, constructores de un mundo nuevo. Esto implica una formación humana y cristiana recia y adecuada a los tiempos que corren. Tienen que aprender a escuchar a Dios en su Palabra, a vivir el misterio de Cristo en la liturgia, a conocer profundamente el contenido de la fe, a construir comunidad en diversos niveles, a ser competentes para anunciar el Evangelio en múltiples ambientes y campos pastorales. Esta tarea de formar sólidamente a los laicos es prioritaria para los sacerdotes pero corresponde también a los mismos laicos que deben asumir con madurez su identidad y su tarea en la Iglesia. Saludo con gozo y esperanza el número grande de laicos formados y comprometidos que tenemos; los procesos de formación que están impulsando los sacerdotes en las parroquias, los delegados de pastoral y varias instituciones arquidiocesanas; los buenos resultados de las pequeñas comunidades y de los grupos apostólicos. Pero espero que avancemos mucho más con decisión y eficacia. No podemos perder tiempo. La Iglesia necesita en este momento una participación más activa y responsable del laicado. Permitamos que en los bautizados, mujeres y hombres, se renueven hoy las maravillas de Pentecostés. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Lun 10 Jul 2017

No sólo el páramo de Santurban

Por: Monseñor Ismael Rueda Sierra - El papa Francisco, a quien esperamos en su visita apostólica a Colombia en el mes de septiembre, nos ha entregado la carta encíclica “Laudato Si”, en continuidad con el magisterio pontificio del Beato Paulo VI y San Juan Pablo II, sobre el tema de la ecología. Pero indudablemente el papa Francisco va al fondo en su reflexión integral e interdisciplinar de lo que significa el cuidado de la casa común, como responsabilidad de todos. En los distintos foros mundiales y también los locales, estos temas ocupan primera línea, por cuanto está en juego la supervivencia misma de la humanidad y el adecuado tratamiento de la dignidad humana. Por tal razón, con base en una dimensión ética, entre otras, que debe estar necesariamente en la base del discernimiento, también existen unas consideraciones de tipo político, económico y cultural que afectan profundamente, por las competencias propias en materia de decisiones, conductas y vigencias culturales lo mismo que por los intereses de lucro y consumo, que en ocasionen se priorizan, como es usual en el mundo de hoy. Se ha vuelto recurrente, a la hora de conciliar el manejo adecuado del medio ambiente con las aplicaciones de tipo industrial, minero o urbanístico, etc. no dar la adecuada importancia a su componente ético y social, o brindar promesas ecológicas que francamente no convencen porque se sabe de antemano, del enorme impacto que producen sobre los bienes naturales. Quiere esto decir que para vender la idea de la explotación de los recursos, o la expansión urbana, a menudo los interesados se colocan un “traje ecológico” para obtener el visto bueno de la opinión pública especialmente. Quisiera hacer alusión sólo a algunos apartes de la encíclica papal aludida, que nos permiten ver el enorme reto que tenemos a la hora intervenir el medio ambiente, en favor del ser humano. Al referirse el Papa a una ecología integral afirma que “La ecología… También exige sentarse a pensar y a discutir acerca de las condiciones de vida y de supervivencia de una sociedad, con la honestidad para poner en duda modelos de desarrollo, producción y consumo. No estará de más insistir en que todo está conectado” (cf. L.S.138). Afirma además: “Cuando se analiza el impacto ambiental de algún emprendimiento, se suele atender a los efectos en el suelo, en el agua y en el aire, pero no siempre se incluye un estudio cuidadoso sobre el impacto en la biodiversidad, como si la pérdida de algunas especies o de grupos animales o vegetales fuera algo de poca relevancia” (cf.L.S.35). “El cuidado de los ecosistemas, afirma, supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación” (Id.36). En relación con la cuestión del agua, que sin duda es prioritaria a la hora de plantear los temas ecológicos, por cuanto su acceso, uso y consumo forma parte del derecho a la vida, el Santo Padre afirma que “En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos” (Id.30). De modo que, en el caso nuestro de la intervención en el páramo de Santurbán, al que ya me había referido en otro editorial, invocando la aplicación del principio de precaución, será necesario para su adecuado manejo y conservación, no ignorar las consideraciones éticas y de responsabilidad social, presentadas por el Santo Padre Francisco en la encíclica “Laudato Si”. Con mi fraterno saludo. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga