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Iglesia

Lun 2 Mayo 2016

El colombiano que escribió a mano la biblia

El fin de semana se presentó en la feria del Libro la Biblia en América, libro traducido bajo la dirección del sacerdote redentorista Luis Alberto Roballo, el diario El Tiempo dedicó un especial para conocer más detalles del trabajo realizado por el director de este proyecto. “El encanto de hacer una biblia consiste en la calidad de los textos que son consultados para completar el escrito” comenta el padre Luis Alberto Roballo, un boyacense de 73 años que ha dedicado más de la mitad de su vida a la realización de biblias. Oficio en el que se especializó en la Universidad Gregoriana, en Roma (Italia), hace unos 50 años. Lenguas antiguas como el latín, griego y arameo, al igual que idiomas como el alemán, inglés, francés, italiano, portugués y ruso, son dialectos que domina gracias a la traducción que hace de textos para alimentar las actualizaciones del libro sagrado. “En la actualidad, no hay ni una letra que podamos decir es original de la Biblia, es decir, ningún texto es escrito originalmente para formarla, esta es un conjunto de escritos (…) Mi labor es ofrecer la mejor lectura para entender sus versículos” menciona el padre, quien en la búsqueda de material bibliográfico ha explorado pasajes en lenguas tan antiguas como acadio y sumerio e incluso ha llegado a examinar jeroglíficos. Roballo, quien reside en Roma, presentará su más reciente biblia el sábado 30 de abril a la 1:30 p. m. en Corferias, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Su primera biblia, texto que aún se puede encontrar en las estanterías del país, la inició con lápiz y papel en el 92. El tiempo de sus producciones bibliográficas ha variado entre 1 y 12 años, esto de acuerdo a lo que cada versión exija. “Novedades en el texto bíblico podrían ser palabras o terminaciones de un verbo -explica-. Lo difícil no es encontrar el texto, es entenderlo. Una buena biblia debe diferenciarse por la manera en que se accede a los versículos y cómo ellos se abordan”. El periodo en que menos tardó para elaborar una biblia fue un año, algo que califica como una locura. Recuerda que cuando algunos colegas le preguntan cómo pudo terminar la compleja labor en tan poco tiempo, responde: “Pues en Colombia lo hacemos… Nosotros somos así, somos personas de retos, no nos varamos”. “Me siento privilegiado de haber crecido donde crecí, de sentir las ganas de vivir, de echar pa’ lante, eso es característico de los diversos pueblos de mi país a los que he viajado relativamente bastante”, explica el padre Roballo al responder cómo se siente al representar a los colombianos en Roma como uno de los primeros biblistas latinoamericanos. “Bendito sea Dios que tuve la experiencia de vivir y nacer en Colombia”. Un proceso riguroso Para el religioso, hacer biblias no solo consiste en recopilar archivo escrito: el diseño y diagramación involucran un esfuerzo significativo en la realización del material. “Me gusta la producción bibliográfica, a veces me reúno a las 2 a.m. por Skype con la graficadora de textos con la que trabajamos, encuentro agradable involucrarme en el proceso. Manejo las graficaciones y diagramaciones de los libros”, explica Roballo. Por muchos años una máquina de escribir le permitió traducir versículos antiguos al lenguaje moderno. Hoy se vale de su computador y el Internet para acceder a más manuscritos antiguos. Pero ¿Qué otros efectos ha tenido el Internet para su labor como biblista? “Ese es un tema que se viene tratando desde el nuevo milenio y es una de mis inquietudes –responde Roballo–. A nivel cultural, el libro sigue siendo un referente sumamente importante. Puedo decir que a pesar de los avances, las biblias impresas siguen teniendo difusión”. El sacerdote dice que no ve en Internet una amenaza para la realización y venta de los textos bíblicos: “Un invento tan grande como el de la imprenta podría ser Internet, pero analice cuantos cambios ha tenido este en los últimos 10 años, esto es señal de inestabilidad. Es una estructura muy frágil, si se acaba la red, ¿Qué pasa?” Asegura que es un amigo de la tecnología, sin embargo la ve como un elemento que en lugar de provocar una disminución en la producción de biblias, colaborará en la producción de estas. “Evidentemente es una herramienta más. Personalmente pienso que las bibliotecas y los libros serán un instrumento vigente. El impreso da una dimensión completamente distinta a la de los textos digitales”, opina Roballo. Fuente: Tomado del diario El Tiempo

Lun 2 Mayo 2016

Los enemigos de Francisco

Por: P. Raúl Ortiz Toro - “Musulmanes en el Vaticano” ha titulado un periódico sensacionalista dando a conocer la noticia del rescate que ha hecho el Papa Francisco de tres familias de refugiados sirios en Grecia el pasado sábado 16 de abril. Los refugiados, de religión musulmana, tenían los papeles en regla para salir del país, contrario a dos familias de cristianos que no contaban con la documentación requerida, contó el mismo Pontífice en el viaje de regreso a Roma. Algunos han visto el gesto de Francisco como innecesario debido al supuesto oportunismo mediático, otros han considerado que es un gesto sesgado ideológicamente pues privilegia a los integrantes de una religión relacionada con el terrorismo, así sea solo por cuenta de su ala fundamentalista. Además, no pocos han hecho ver que son musulmanes y que no se les brindó esa oportunidad a los cristianos. El Papa simplemente ha dicho: “No es un privilegio, todos son hijos de Dios”. Pero ahora hablemos de lo que nos ocupa: Los enemigos o, mejor, los detractores, declarados o no, de Francisco. Los hay católicos y no; internacionales y así mismo regionales e incluso parroquiales. Hace poco una señora de misa diaria me decía: “Me da desconfianza este Papa”. – “¿Por qué?” – Le pregunté. “No sé – titubeó – es que en un programa católico decían…”. “Ah, Señora, entonces católico no es ese programa porque la catolicidad implica la comunión de fe y la certeza de que el Papa es iluminado por el Espíritu Santo. Sus opiniones personales sabemos que no son dogmas pero tampoco son impresiones sin juicio”. Y en verdad, ¿Qué gesto o qué palabras del Papa Francisco van en contra de la fe católica? NINGUNO. No faltará quién saque una lista de supuestos errores del Papa en la conservación de la fe y las costumbres de la Iglesia, pero es gente que no ha entendido el evangelio y la pedagogía de Jesús. Todas las objeciones de los detractores del Papa tienen que ver con el ámbito de la Misericordia y su metodología de acogida. Volvamos al Evangelio: ¿Cómo hizo Jesús para convencer a todos de que venía al rescate del pecador? Pues se sentó a comer con Mateo. Fue a hospedarse a casa de Zaqueo. Le pidió agua a la samaritana. Defendió de las piedras a la adúltera. Le prometió el cielo al ladrón arrepentido… Y después de ganarse la confianza del pecador, después de mostrar el rostro misericordioso del Padre entonces ahí sí el mensaje claro: conviértete; el acogido no puede decir que no, no puede desairar a quien le ha brindado calor e ilusión de nueva vida. Que el Papa es ecologista: “¡Anatema!” dice el detractor. Y el católico ha de decir: “Es un profeta”. ¿Acaso no fue señalado León XIII con la encíclica Rerum Novarum (1891) cuando pedía justicia para con el salario de los obreros? ¿Acaso no dijeron de él que atentaba contra la legítima propiedad privada? ¿Quién es hoy León XIII? El gran Papa de la cuestión social. Que el Papa va a fundar una religión mundial. ¿A quién se le puede ocurrir un juicio de estos? Únicamente a un maledicente. Pero, ¿Y acaso no fue San Francisco de Asís el primero en enviar en 1219 misioneros entre los musulmanes? “Ah sí, qué bonito que el Papa se llame Francisco, pero no para que tenga esos alcances” – dice el detractor. Que el Papa permite que los sacerdotes perdonen el aborto, que acojan a los homosexuales, que las parejas de no casados puedan asistir a la Eucaristía aunque no puedan comulgar, etc, etc… ¿Qué prefieren los detractores? Tirar piedras, quizá. Y ya sabemos cómo les fue a los tira piedras en el evangelio. Invito a los detractores del Papa a convertirse a la pedagogía de Jesús. P. Raúl Ortiz Toro Docente del Seminario Mayor San José de Popayán rotoro30@gmail.com

Vie 29 Abr 2016

Dime con quién andas

Por Mons. Froilan Casas: Concluyo el refrán: y te diré quién eres. El círculo de amigos es el que tú elijes. Ordinariamente las personas deshonestas se “alían” con otras de su mismo pelambre y, con frecuencia terminan matándose por los “malos repartos”. Los malvados se matan entre sí mismos, pues los honestos serán hostigados y finalmente se deshacen de ellos por cualquier forma. La maldad es creativa. Las múltiples formas de delincuencia rozan los límites de lo inmensurable. Infortunadamente, muchos colombianos son excesivamente “creativos” para el mal. Sí, gracias a Dios, los hay también para el bien. Pero la creatividad en las distintas formas de maldad es incalculable. Uno no entiende ¡cómo puede haber tanto ingenio! La sabiduría popular - que es tan sabia – nos dice: el que anda con lobos a aullar aprende. ¡Sí que es cierto! ¿Por qué se dañó tu hijo? Hazle seguimiento, ¿en qué grupo se encuentra tu hijo? La sicología del desarrollo constata cómo es de sugestionable y débil la sicología del adolescente. De ahí la necesidad de estar muy pendiente del crecimiento síquico y físico del púber. Recuerda que al árbol se debe enderezar cuando está pequeño; cuando ya ha crecido es imposible hacerlo. Cuida mucho la primera y segunda infancias y mañana podrás saborear sus frutos. No raras veces el corrupto se camufla con el ropaje de la transparencia. Guarda con mucha astucia la fiera que lleva dentro y cuando ya se han acostumbrado a su “pulcritud”, da el zarpazo obteniendo el más seguro “éxito”. Ten cuidado con las aguas mansas. No olvides que las aguas quietas se descomponen. Las aguas corrientes con su movimiento se van purificando. Las cataratas y las cascadas purifican el precioso líquido. Así se forma el ser humano. Cuando se tienen que afrontar turbulencias, es cuando más se aprende de la vida. Cuando se cometen errores y se reconocen, es cuando se da un mayor crecimiento de la personalidad. El malvado suele mimetizarse en pandillas. Cada uno busca en grupo en donde se identifique. Siguiendo el proverbio latino: asinus asinum fricat = el asno se rasca con el asno. Esto significa que cada uno busca su molde. Hay personas que no están contentas en ninguna parte, todo les parece difícil e imposible; en todo van sembrando pesimismo y no quieren comprometerse en nada. Se agrupan en círculos difíciles de conciliar. A cada problema le ven otro problema. La persona positiva ve en cada problema una oportunidad de crecer y de superarse. El pesimista se llena de negatividad buscando grupos que alimenten su permanente insatisfacción. Lo que se alimenta, crece. Por eso hay personas que hacen de una gota de agua una tempestad. Si tu mal tiene remedio de qué te preocupas y si no tiene, de qué te preocupas. La vida es una permanente escuela de aprendizaje. Aprende de tus errores, estos te harán más humilde y realista. Tú no eres el superhéroe, pero tampoco eres la basura del mundo. Tú tienes dignidad y puedes construir tu futuro con entereza de carácter y con reciedumbre de espíritu. Busca gente positiva que te ayude a crecer, huye de la gente ruidosa y vacía de espíritu. Los luchadores forjarán un futuro promisorio. + Froilán Casas Obispo de la diócesis de Neiva

Mié 27 Abr 2016

Este momento nos pide ir a lo esencial

Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo: Estamos celebrando la Pascua, como una fiesta que nos afecta, en la que estamos profundamente implicados. Desde la Vigilia Pascual hemos sentido que la resurrección del Señor ha comenzado también en cada uno de nosotros, como un acontecimiento personal y definitivo, a partir del Bautismo; el cual, a la vez, nos ha unido a todos, con lazos muy fuertes, al transformarnos en un nuevo cuerpo del Resucitado. Por eso, la liturgia nos viene haciendo meditar, al mismo tiempo, los textos evangélicos de la Resurrección y el relato de la vida de la Iglesia, que nos trae el libro de los Hechos de los Apóstoles. La Pascua, por tanto, es una ocasión para hacernos más conscientes de la dignidad y de la responsabilidad de ser la Iglesia, pensada desde siempre por el Padre, realizada al precio de la sangre de Cristo y conducida en la historia por el poder del Espíritu de Dios. Cada uno de nosotros lleva dentro la vida toda de la Iglesia, la presencia de Jesús muerto y resucitado, la unción y la fuerza del Espíritu Santo, la tradición de una comunidad que ha servido con empeño a la causa de la humanidad, las obras admirables de nuestros hermanos santos, la compañía de todos los que viven en la casa de Dios. Hoy, cuando nos llenan la cabeza de críticas contra la Iglesia, es fundamental tener presente nuestra identidad, recordar nuestros orígenes y reencontrarnos con nuestros ideales. Hoy, cuando no pocos se ocupan de mortificar la Iglesia con asociaciones cismáticas, espiritualidades extrañas y movimientos de todo tipo, debemos afanarnos en construir la más plena unidad. Hoy, cuando muchos piensan que la Iglesia tiene una visión arcaica y anacrónica del mundo, una falta de liderazgo frente a los desafíos del momento y una incapacidad de responder a las actuales necesidades pastorales, es necesario formarnos bien y asumir con audacia nuestra misión. Hoy, cuando incluso muchos católicos se sitúan frente a la Iglesia con actitudes equivocadas fruto de la ignorancia, la indiferencia religiosa, el relativismo moral y la falta de comunión, urge que por nuestra vida y testimonio no dejemos desfigurar el rostro del Cuerpo del Señor. Debemos sentir en esta Pascua un llamamiento apremiante a comprometernos con la vida, el camino y la tarea de la Iglesia. En una palabra, a ser en verdad Iglesia. Por eso, tenemos la obligación grave y urgente de orar más, de purificarnos de aquello que no debe darse entre nosotros, de reparar el mal causado, de entregarnos con todo el corazón para amar y servir a los demás con alegría. En este momento de grandes desafíos y oportunidades para la Iglesia debemos apuntar, con decisión y en comunión, a lo esencial. Concretamente, pienso en cuatro propósitos impostergables. En primer lugar, la santidad de vida a fin de poner en acto, como pide la Lumen Gentium , una dinámica intrínseca y determinante de pertenecer cada uno de nosotros a quien es el Santo. Luego, debemos acrecentar la tarea que tenemos de evangelizar; a eso vino Cristo, para eso estamos nosotros, que debemos, en esta etapa de la historia, emplear nuevos métodos y poner nuevo ardor. Igualmente, tenemos que seguir cuidando una liturgia viva y fructuosa, preparada por una catequesis permanente y respaldada por una sólida y coherente espiritualidad; la liturgia es la verdadera vida de la Iglesia, porque nos permite actualizar el misterio de Cristo. Por último, un compromiso efectivo con la justicia y la promoción social, para trabajar decididamente en una transformación de la sociedad y para hacer concreta nuestra solidaridad, especialmente, con los más pobres y necesitados. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mar 26 Abr 2016

Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Sobre el tema de la donación y trasplantes de órganos de vivos y de difuntos, la Iglesia Católica ha sido clara en su doctrina. El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, que resume la doctrina católica a manera de preguntas y respuestas, plantea una pregunta muy acorde al momento que se vive en Colombia ante la inminente sanción por parte del Presidente de la República del proyecto de Ley aprobado en el Congreso, donde se declara a todos los ciudadanos colombianos donantes de órganos si en vida no hacen expresa su voluntad de no ser donantes de órganos después de muertos. Es decir, como se afirma, se protocoliza la denominada “presunción legal de aprobación” por el silencio o por no haber rechazado ser donantes. Se elimina el requisito de la aprobación por parte de la familia del fallecido, asumiendo el Estado la decisión de hacer uso de los órganos del difunto para donarlos. Para los católicos, la doctrina es simple y se sintetiza así: “¿Se permiten el trasplante y la donación de órganos antes y después de la muerte? R/. El trasplante de órganos es moralmente aceptable con el consentimiento del donante y sin riesgos excesivos para él. Para el noble acto de la donación de órganos después de la muerte, hay que contar con la plena certeza de la muerte real del donante” (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, número 476, que remite al número 2296 del Catecismo) El Catecismo es muy claro en las directrices sobre este tema: “Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia corporal (cf. Tb. 1, 16 – 18), que honra a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo” (n. 2300). El don gratuito de órganos después de la muerte es legítimo y puede ser meritorio” (Catecismo, 2301) Es verdad que ya muchos países tienen legislada esta materia. Pero en nuestro caso, que todavía desconocemos la integralidad del texto de ley, surgen una serie de interrogantes que vale la pena poner sobre la mesa. Primero. El punto de partida es que la Iglesia no rechaza esta práctica, antes bien, la motiva como acto de solidaridad y de caridad, siempre que se cumplan una serie de requisitos que tienen que ver directamente con la voluntad del fallecido, como también con el respeto a su historia personal y a su familia. La pregunta sería: ¿Cómo se contempla en la ley el respeto a la dignidad del ser humano vivo y difunto? Segundo. El Catecismo enuncia un principio esencial: “que se tenga plena certeza de la muerte real del donante”. En España, por ejemplo, la reglamentación de esta práctica exige que sean tres los médicos que dictaminen dicha muerte. Por otra parte, es primordial que no se aceleren los procesos de muerte y que no se negocie con los órganos. La pregunta sería: ¿Cómo asegurar que se cumplan estos requisitos? Tercero. Está vigente todavía en la Constitución Colombiana, el artículo 18 que afirma que “se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia”. La pregunta sería: ¿En caso de que una familia, católica o no, amparados en el artículo anteriormente presentado, esgrima argumentos religiosos o éticos para impedir que del familiar fallecido se extraigan órganos, esta decisión será respetada? Cuarto. ¿Cuál será el procedimiento para que un ciudadano haga valer su voluntad de no ser donante? ¿Ante quién se haría? Este escrito es simplemente un eco acerca de un tema que seguramente abrirá muchos debates cuando se trate de la implementación y reglamentación de la ley que ya no sería sólo de donación de órganos, pues la donación es fruto de un acto de la voluntad del sujeto vivo que desea ayudar a otras con sus órganos a superar una enfermedad, sino un acto unilateral del Estado, a través del servicio de salud, que hace uso del cuerpo de un muerto, así él no hubiera dicho nada, para atender el legítimo deseo de un enfermo de superar sus dolencias Que no se olvide nunca lo que dice el Catecismo, que “los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto”. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Lun 25 Abr 2016

Un país polarizado

Nuestro compromiso por la paz: el diálogo Por: Mons. Cesar Balbín Tamayo - Parece ser que la historia de nuestro país, desde los tiempos de la independencia, no ha sabido superar las marcadas diferencias entre las diversas tendencias y formas de ver y de pensar el Estado y el país mismo. Así como se puede constatar que han sido muy pocos los tiempos de verdadera paz que en los últimos 200 años se han vivido en Colombia, se puede constatar también que el país ha vivido una marcada polarización. Incluso yendo más atrás se pondría pensar que algo de las profundas divisiones de los tiempos de la colonia se ha quedado enquistado en el ser y en el quehacer de los colombianos. Se comienza muy pronto, después de la independencia, a gestar una fuerte división entre la concepción centralista y la concepción federal del Estado. A partir de aquí se van configurando, y hasta nuestros días, los dos partidos políticos tradicionales: liberal y conservador, con una marcada concepción de Estado, diametralmente opuesta, pero también ambos excesivamente excluyentes. Sólo a partir de la segunda mitad del siglo pasado han ido ingresando paulatinamente otras concepciones de Estado, tal vez influenciados por regímenes socialistas, la mayor parte de ellos. Pero esa polarización paradójicamente se viene sintiendo con más fuerza en nuestros días. Digo paradójicamente cuando se puede estar más cerca de llegar a unos acuerdos, al menos de cese al fuego y del regreso de uno de los grupos armados a la vida civil y política del país. El problema de la polarización es que radicaliza las posiciones, que es lo que estamos viviendo en los últimos tiempos en el país. Todo ello no hace sino demostrar que muchos quieren la paz como un logro personal, o un triunfo, que no quieren dar a degustar al contradictor, al oponente o al enemigo. Es claro, y así lo afirman todos, (porque nadie ha dicho, al menos públicamente, que no quiere a paz), que la paz es, hoy más que nunca necesaria, que nunca se ha estado tan cerca de la misma. Y en esta polarización definitivamente quienes salen perdiendo es la paz misma y todos los colombianos. Una polarización que desorienta, que descalifica de un lado y de otro, unas fuerzas que se repelen, unos dirigentes que dan el triste espectáculo público de ventilar sus odios y sus rencillas, y el resultado final será el que se firmen unos acuerdos, desconocidos para muchos, (hasta el momento), pero una paz lejana, porque el país seguirá estando tan polarizado y tan desinformado, como lo ha estado a lo largo de los últimos 200 años. Definitivamente no somos un país unido, ni siquiera para algo tan vital como es la paz. Nosotros creemos que la paz no es sólo una construcción de la sociedad humana, sino que es también un don de Dios, el Señor de la Paz. El diálogo que comienza desde el encuentro filial y fraterno en los hogares, el diálogo en la escuela (colegios, universidades y demás), el diálogo en el mundo del trabajo y de la cultura, el diálogo en todos los estamentos, y el dialogo que se va expandiendo y va permeando todas las capas de la sociedad, podrá lograr el efecto contrario a la polarización y nos podrá llevar hasta donde los dirigentes del país no lo han podido lograr y si siguen la ruta actual, ni ellos, ni nosotros lo lograremos. + Cesar A. Balbín Tamayo Obispo de Caldas

Vie 22 Abr 2016

"Ley para donación de órganos podría tener sus riesgos": Mons. Castro

Luego que la Plenaria del Senado aprobara el texto de la conciliación, del proyecto de ley sobre donación de órganos, el arzobispo de Tunja y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, celebró esta decisión, por verla como un acto de entrega para permitir que la vida de otra persona continúe. “Es una buena noticia, debemos convencernos de que hacemos un gran favor, para qué otras persona vivan”, afirmó el arzobispo. Sin embargo, advirtió que se debe tener cuidado con esta aprobación para que no sea una puerta abierta e ilegal al tráfico de órganos en el país, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que se ponga en marcha un plan de control a esta práctica. “Naturalmente esto conlleva a algún peligro: que se intensifique el tráfico de órganos, o un comercio ilícito, que llega hasta mutilar a las personas, para poder establecer una especie de comercio”, aseguró el prelado a la cadena radial de Caracol. Agregó además, que “es importante entonces que por una parte se estimule la donación de órganos, pero por otro que se controle muy bien y que no vaya a haber un abuso de los seres humanos para mutilarse en un contexto de un tráfico de órganos”. Al convertirse en ley esta iniciativa, todos los colombianos serán donantes de órganos a menos que una persona en vida manifieste que no desea serlo.

Mié 20 Abr 2016

¿Qué hicimos con el agua?

Por: Darío de Jesús Monsalve Mejía - En el día de la tierra, 22 de abril, estamos invitados todos a responder. La Arquidiócesis de Cali, con el apoyo de la Corporación del Valle del Cauca (CVC) y de otras entidades públicas, convoca a manifestarnos públicamente. La concentración será a las nueve de la mañana (9 a.m.), en la carrera 1ª. con la calle 6ª , inicio del Paseo o Boulevard del Río Cali. ¡Más vale tarde que nunca! Aunque los daños ambientales y el calentamiento global son enormes, unidos podemos desagraviar la creación y al Creador, restaurar la armonía entre la población humana y la esfera de la vida, la biosfera. ¿Qué hicimos con el agua, que tan generosamente recibimos de nuestro suelo y territorios? ¿Qué seguirá haciendo Cali con sus siete ríos y sus fuentes de agua? ¿Calmamos el hambre y la sed de nuestros pueblos o los convertimos en masas desnutridas y sin agua potable? ¿Brindamos abrigo y protección o despojamos y desplazamos a nuestros pueblos, a nuestros campesinos, negros e indígenas? ¿Construimos verdadero hábitat humano o llenamos de habitantes de calle, de tugurios y de viviendas inhumanas, muchas veces llamadas “de interés social”, nuestros caminos, carreteras, orillas de ríos y quebradas, nuestras ciudades? ¿Educamos a hombres y mujeres para que sean personas y ciudadanos responsables o preferimos hacinarlos y degradarlos en cárceles, lanzarlos a la ilegalidad y delincuencia, e inventarnos a diario sistemas de represión y muerte? ¿Cuidamos la salud humana y prevenimos epidemias y pestes, o dejamos que se roben los presupuestos y comercialicen con la salud de nuestro pueblo? Las obras de misericordia hoy no son un mero llamado sino una pregunta, una denuncia, una exigencia de cambios culturales y estructurales. Perdamos el miedo a la verdad y al cambio, antes que la codicia y el engaño nos devoren sin remedio. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali