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¡El Señor está cerca!
Tags: adviento tercera semana plan nacional de predicación
La Palabra de Dios proclamada subraya la alegría del Señor que está cerca: ¡Regocíjate hija de Sión!, exhorta el profeta Sofonías; ¡Gritad jubilosos!, destaca el profeta Isaías en el Salmo; ¡Estad siempre alegres en el Señor!, acentúa el apóstol Pablo; “Con muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva”, predicaba Juan el Bautista. Escuchemos con humildad y fe.
Lecturas
[icon class='fa fa-play' link=''] Primera Lectura: Sofonías 3,14-18a[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Salmo de respuesta: Isaías 12,2-3.4bcd.5-6 (R. cf. 6)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Segunda Lectura: Filipenses 4,4-7[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Lucas 3,10-18[/icon]
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon]
Es el domingo de la alegría. La Palabra de Dios proclamada subraya este hecho: ¡Regocíjate hija de Sión!, exhorta el profeta Sofonías; ¡Gritad jubilosos!, destaca el profeta Isaías en el Salmo; ¡Estad siempre alegres en el Señor!, acentúa el apóstol Pablo; “Con muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva”, predicaba Juan el Bautista.
El profeta Sofonías profetizó durante el reinado de Josías. Sus ataques contra las costumbres extranjeras (1,8) y los cultos a los falsos dioses (1,4 – 5), sus censuras a los ministros (1,8) y su silencio con respecto al rey indican que predicó antes de la reforma religiosa de éste rey. En el contexto de confusión política Sofonías considera que el destino de las naciones está en manos de Dios; por esto, el tema fundamental de su profecía es «el día de Yhwh».
Sorpresiva e inesperadamente, a partir de 3, 9 y hasta el final de la obra, la amenaza se transforma en promesa para el «resto fiel» (3,12–13). De manera particular, Jerusalén es invitada a asumir una actitud de gozo y alegría por el perdón de Dios manifestado en la elección de ese resto: «el Señor ha retirado sus juicios contra ti, ha expulsado a tus enemigos. El rey de Israel, el Señor, está en medio de ti; ya no temerás mal alguno» (v. 15). Tal es la alegría descrita en este texto, que se presenta al mismo Dios lleno de gozo (v. 17).
El himno de Isaías (presentado como Salmo responsorial) deja ver cómo Dios no se ha olvidado de su pueblo a pesar de sus infidelidades: el tiempo de la salvación es inminente. La salvación divina se deja ver como una fuente inagotable cuya búsqueda produce un gozo indecible: «sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación» (v. 3). Un aspecto fundamental de este himno es la posibilidad de acceder a Dios sin temor alguno: Él siempre estará allí dispuesto a ofrecer su presencia a sus hijos. Es por esto que el pueblo, testigo de los portentos divinos, no puede sino dar gracias a Dios, contar a los pueblos sus maravillas y alzar la voz como señal de júbilo (vv. 4– 6).
El hecho de “alegrarse” es un tema recurrente en toda la carta a los Filipenses: Pablo se alegra porque Cristo es anunciado (1, 18), sabe que su presencia como Apóstol causa gozo a sus hijos en la fe y que ellos son la razón de su alegría (1, 25; 2, 17 – 18; 4, 1. 10); quiere alegrarse al ver la comunidad unida en el amor (2, 2). Pablo, al concluir su carta, no tiene otra invitación que hacer, sino a perseverar en la alegría. Si él se alegra en medio de cadenas, ¿no podrán hacer ellos aún más? Esta alegría tiene una motivación: el Señor está cerca (v. 5); la mejor manera de anticipar la Parusía es la oración (v. 6). La venida próxima de Jesús es causa del más profundo gozo.
El Evangelio de este domingo nos enseña dos actitudes de Juan Bautista: su predicación moral y la consciencia de su identidad. Después de anunciar el inminente juicio de Dios, (vv. 7 – 9 que se repite en el v. 17), el profeta es cuestionado con la misma pregunta tres veces: « ¿qué haremos?», la cual revela una necesidad de descubrir las condiciones éticas para lograr la salvación. Vemos cómo las tres respuestas encierran un marcado interés por buscar la dignidad del prójimo, en especial de los más débiles y postergados.
La segunda parte del Evangelio (vv. 15 – 17) nos revela la consciencia que Juan tiene de su identidad: si en las exigencias morales él pedía a su auditorio no buscar el propio provecho, sino el de los demás, ahora lo vemos cumpliendo su exhortación: el Bautista da a conocer que él no es el Mesías, sino aquel que con su bautismo prepara al pueblo para recibir al que bautizará con Espíritu Santo y fuego obrando así una verdadera purificación: Cristo Jesús.
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Accede el contenido completo del Plan Nacional de Predicación y las MOniciones y Oración Universal o de los Fieles en la Librería del episcopado colombiano.
“El divorcio exprés”: una píldora que no sana
Lun 2 Dic 2024
Una sociedad que odia a los niños
Jue 28 Nov 2024
Vie 14 Dic 2018
Con alegría esperamos al Salvador
La alegría atraviesa el mensaje de la palabra que ilumina este camino a la celebración de la natividad de Jesús, una expresión que tiene tres niveles Pero, esa alegría se va a expresar en tres niveles distintos: El primero, lo reseñará Sofonías en la exaltación realizada a la hija de Sion, alegoría presente en los evangelios, en la figura de María, la madre del Salvador. El segundo nivel, será el propuesto por el salmista, que invita a la asamblea a exaltar de Júbilo al reconocer la presencia del Santo de Israel. El tercero, va a estar representado en la carta a los Filipenses en donde Pablo, invita a la comunidad a permanecer vivos y alegres en el Señor; de esta manera la liturgia nos va a invitar a gozarnos en el Señor en la actitud permanente de la conversión, como lo encontraremos en el relato del evangelio de Lucas. Primera lectura: Sofonías 3,14-18a Salmo: Isaías 12,2-3.4bcd.5-6 (R. cf. 6) Segunda lectura: Filipenses 4,4-7 Evangelio: Lucas 3,10-18
Jue 13 Dic 2018
Dios está en medio de ti y del pueblo
Hay un motivo concreto para no temer ni desfallecer y es que Dios está en medio de ti y en medio del pueblo. Todo ello se manifiesta en alegría, gozo y en júbilo, pero también en dos realidades concretas: conversión del corazón y en obras concretas de caridad. Esas dos respuestas son el resultado de la pregunta: ¿Qué tengo que hacer? Vive el reino: conversión y obras de caridad. Tareas: Vive con gozo y alegría los nueve días de la novena. Muestra tu conversión con una obra de caridad, especialmente con los más vulnerables. Comparte con alegría el gozo de saber que Dios vive en medio de ti y en nuestro pueblo.
Vie 7 Dic 2018
Preparemos el camino para la llegada del Mesías
Las lecturas de la Sagrada Escritura en este domingo segundo de Adviento nos trasmiten: Un pregón o anuncio de la llegada del Mesías. Una invitación a prepararle el camino y allanar sus senderos. Un modelo de espera en la figura de Juan, el Bautista Primera lectura: Baruc 5,1-9 Salmo: 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6 Segunda lectura: Filipenses 1,4-6.8-11 Evangelio: Lucas 3,1-6 1. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Podemos partir del pasaje evangélico que ubica en la línea de la historia de la salvación el más grande acontecimiento: el nacimiento del Mesías. Juan Bautista se presenta como instrumento de Dios para el cumplimiento de la promesa divina con una vocación profética específica: “preparar los caminos del Señor” para que “toda carne vea la salvación de Dios”. Esta misión, a partir de la citación de Isaías, es descrita como hacer que lo escabroso se allane, que lo hondo se alce, que lo torcido se enderece, para que el Señor encuentre un camino llano, fácil, recto. El texto de Baruc acude a la misma imagen, pero aplicándola al pueblo de Israel que, con la conducción del Señor, podrá volver a su tierra, reunirse y caminar seguro, protegido, confiado en la acción misericordiosa de Dios. El bien conocido salmo 125 celebra justamente este retorno de Israel a la tierra prometida con tonos de alegría, de cánticos, de contemplación de la acción maravillosa de Dios. La carta de San Pablo a los Filipenses puede leerse también como una celebración de la acción de Dios en la vida de la comunidad. Al mismo tiempo es una invitación a la confianza, a la perseverancia, a la cooperación en la tarea misionera, al crecimiento permanente en el amor mutuo; todo para llegar al día de Cristo, su segunda venida, limpios, irreprochables y cargados de frutos de justicia.
Jue 6 Dic 2018
Preparemos el camino del Señor
Existen muchas formas de preparar el camino del Señor, por ejemplo: la conversión, el bautismo, la oración alegre y viviendo la auténtica alegría cristiana. Quitemos del corazón el luto y la aflicción que comprimen al ser humano porque el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres: Tareas: Revisa qué quita la alegría de tu corazón. Reafirmate en el motivo de la alegría: Dios está contigo. Pregúntate cómo estás preparando el camino del Señor. ¿Ya hiciste el pesebre en tu casa? ¿Tu oración cómo va? ¿Ya preparaste la confesión de este tiempo?