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Episcopado presenta líneas guía: 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana
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El pasado 09 de febrero, en el marco de la CXIV Asamblea Plenaria que se celebró en Bogotá, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) presentó ante los medios de comunicación, las líneas guía 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana. Un documento que pretende seguir avanzando en el diseño de protocolos para la protección de menores y adultos vulnerables dentro del ambiente eclesial, con el fin de garantizar ambientes seguros dentro de la Iglesia.
En este contexto, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal, dijo que este documento se dio gracias al apoyo del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, que lidera la doctora Ilva Myriam Hoyos y que está basado en los recientes documentos del magisterio pontificio y la normativa canónica y estatal vigente.
En el documento 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana: Líneas Guía, adoptado por la CXIII Asamblea Plenaria y promulgado el 15 de agosto de 2022, se enuncian 06 documentos anexos:
1. “Precisiones conceptuales sobre la prevención, las violencias y los abusos”.
2. “Institucionalidad para el cuidado”.
3. “De la recepción de las denuncias, de la apertura y del desarrollo de la investigación preliminar y otras cuestiones canónicas”.
4. “Líneas operativas o buenas prácticas para la cultura del cuidado”.
5. “ABC de la legislación canónica sobre los delicta graviora”.
6. “ABC de la legislación estatal sobre las violencias y los abusos”.
De estos seis, se presentan en esta ocasión los anexos 1, 2 y 6 que contienen la siguiente información.
Anexo I Líneas Guía.
Precisiones conceptuales sobre la prevención, las violencias y los abusos.
Se presenta un glosario con el fin de comprender qué se entiende por prevención, violencias, abusos, así como factores de riesgo y factores de protección, y otras precisiones conceptuales, en las que se han tenido en cuenta estándares internacionales.
Anexo II. Institucionalidad para la Cultura del cuidado.
Enuncia las estructuras y órganos específicos que tienen la tarea de coordinar e implementar las Líneas Guía y las normas canónicas y civiles relacionadas, con el objetivo de evitar violencias y abusos en ambientes eclesiales, intervenir en los factores de riesgo y privilegiar los factores de protección institucional generando ambientes cuidadores, protectores y seguros en los ambientes eclesiales.
Anexo VI. ABC de la legislación estatal sobre las violencias, los abusos, los delitos sexuales y el deber de denunciar.
Ofrece a cuantos se ocupan, en el ámbito canónico, de la recepción de las denuncias o de las investigaciones preliminares o de los procesos, penales o administrativos, en relación con los Delicta graviora, un instrumento orientado a facilitar la consulta y la lectura de tanta normativa, no siempre accesible o cognoscible a un público no especializado en la legislación estatal.
A continuación ofrecemos las intervenciones que se dieran en la rueda de prensa que se ofreció el pasado 09 de febrero donde participaron: Mons. Luis Manuel Alí Herrera, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Dra. Ilva Myriam Hoyos Castañeda, presidenta del Consejo Nacional de Protección de Menores y Personas Vulnerables de la CEC y la señora Diana María Guzmán, coordinadora del Proyecto Iglesias Particulares Seguras y Protectoras
Por qué unas líneas guía de 'cultura del cuidado' dentro de la Iglesia
Desde el año 2018, la Conferencia Episcopal conformó un grupo de trabajo que se llamó en su momento Consejo de Protección de Menores, con la finalidad de estudiar qué acciones tener para tratar de prevenir y atender las violencias y los abusos cometidos por miembros de la Iglesia. Conjuntamente con la actividad realizada por ese Consejo de Protección de Menores que se transformó luego en el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, los señores obispos en la Asamblea Plenaria de julio de 2022 aprobaron estas nuevas líneas guía que se promulgaron el 15 de agosto del año 2022 y empezaron a regir en todo el territorio nacional el primero de enero del 2023.
Estas líneas guía han sido una solicitud no actual, porque desde el año 2011 la Santa Sede a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, planteó la necesidad de que existieran algunas orientaciones generales dirigidas a los señores obispos con la finalidad de prevenir las violencias y los abusos sexuales dentro de ambientes eclesiales. La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), desde antes, ya tenía sus propias líneas guía, pero ha habido un tránsito porque la legislación canónica ha variado. El pontificado del papa Francisco ha enriquecido las reflexiones en torno al tema de la prevención y por eso la CEC, consideró necesario actualizar, renovar y plantear unas nuevas líneas guía que llevan por título esa 'Cultura del Cuidado de la Iglesia Católica Colombiana'.
Estas líneas son una respuesta, no la única, pero sí necesaria de la Iglesia en relación con el tema de las violencias y los abusos cometidos contra menores de edad y personas en situación de vulnerabilidad, que contienen unas orientaciones de carácter general, para que las distintas jurisdicciones eclesiásticas puedan desarrollarlas con la finalidad primordial de establecer entre todos una cultura del cuidado.
Somos conscientes que el tema de la violencia, que el tema de los abusos ha generado una pseudo cultura e incluso hemos tratado hasta de justificar que estamos en un país violento, que los índices de violencia intrafamiliar de una u otra forma nos están llevando a que el tema de las violencias y los abusos se den primordialmente en lugares donde debería existir mayor cuidado: instituciones educativas, la propia familia, por eso hay que emprender toda una acción pastoral, social, cultural y pedagógica para poder responder a esa pseudo cultura del abuso y de la indiferencia, por una cultura del cuidado y eso es lo que pretende estas líneas guía, que de una u otra forma están llamadas a ser vida a ser cultura, a que se modifiquen unos imaginarios porque desde la CEC los obispos, insisten mucho en ello: la violencia no es justificable, la violencia es prevenible en todas las instancias.
La Iglesia reconoce los errores y pide perdón
A partir de esas premisas los obispos hacen una serie de exhortaciones y compromisos y parten en reconocer que ha habido errores y negligencias, y solicitan también perdón a las víctimas. El Magisterio Pontificio nos invita a reconocer nuestra historia de pasado y nuestra historia de pecado como Iglesia, y los obispos lo han hecho y por eso reconocen de manera expresa errores, negligencias y asumen la petición de perdón y de reconciliación con las víctimas, las comunidades y las familias.
Se plantea también, que las líneas guía puedan ser difundidas en toda Colombia, que se conozcan, que se apliquen, que lleguen a las parroquias, a las instituciones educativas, que sean difundidas en todos los ambientes eclesiales, de tal forma que permitan a todos ser conscientes de la responsabilidad que tenemos con el otro, de cuidar al otro y también de reconocer nuestros errores, de llamar la atención sobre las víctimas de las violencias y los abusos.
El documento está estructurado con nuevos protocolos y procedimientos. No se trata simplemente adoptar medidas disciplinarias, claro, aquel miembro de la Iglesia que ha afectado, violentado y con sus acciones ha cometido delitos bien sea en el ámbito canónico o en el ámbito de la legislación estatal debe ser castigado y sancionado, pero no basta eso, se requiere la prevención y se requiere con urgencia establecer entre todos ese cuidado como un pilar fundamental de las relaciones humanas, por eso allí se establecen una serie de principios informadores del sistema, entre los cuales está obviamente el principio de la dignidad de la persona; el principio de la centralidad de las víctimas; el principio de la dignidad de los ministerios sagrados; la autoridad como servicio; el principio de cooperación entre la Iglesia, la sociedad y el Estado, que invita a todos a tener presente que cuando un niño o una persona es vulnerada toda la sociedad también resulta siendo vulnerada.
Monseñor Luis Manuel Alí Herrera
El perdón hace parte de la reparación integral. Sí hemos hecho algunos gestos como Iglesia, el papa Francisco lo ha realizado, los señores obispos lo ha realizado, lo expresamos también en este libro, son necesarios esos gestos de perdón y en cada uno de los casos y de las situaciones estamos muy conscientes que eso es también muy importante para la víctima y fundamental en el proceso de reparación integral.
Porque el perdón es a las víctimas, a las familias, a los familiares, pero también a la comunidad que quedó afectada y por eso cada caso necesita también esos procesos y esa liturgia de perdón.
Recordó el cuarto punto del mensaje final de los obispos de la XCIV Asamblea Plenaria del Episcopado, celebrada del 6 al 10 de febrero de 2023:
“Con la presentación del documento “Líneas guía para la cultura del cuidado” continuamos multiplicando esfuerzos para hacer de nuestra Iglesia un hogar seguro para nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables. Con corazón de pastores, reconocemos que todo caso de abuso sexual es un crimen, es un pecado grave, es un delito. Pedimos perdón a quienes han sufrido este flagelo y a todo nuestro pueblo. Seguimos asumiendo con firmeza y responsabilidad la debida atención a las víctimas y sus familias. Mantenemos nuestro compromiso para que en cada caso se haga justicia y se promuevan los protocolos de prevención que hagan de nuestras instituciones ambientes seguros y susciten la promoción de la dignidad humana y el encuentro con Dios”.
Puntualizó que, es posible que se tenga una liturgia como un gesto de pedir perdón, de hecho, dijo “se ha hablado con los obispos en esta Asamblea, se está buscando el día más propicio que puede ser en la Cuaresma, puede ser un viacrucis o puede ser unirnos al día de las víctimas el 18 de noviembre. Nos falta especificar el día”.
Principio de la comunicación transparente y rendición pública de cuentas
Hay un principio especialmente significativo que nos ha costado, pero que tenemos de una u otra forma que asumirlo también y por eso es cultura, para que tengamos que cultivarlo y se trata del principio de la comunicación transparente y rendición pública de cuentas. Aquí los obispos se comprometen a comunicar transparentemente la situación en torno a la violencia y los abusos, y también a rendir cuentas de las acciones que se adelanten por parte de las diversas instituciones que están encargadas de esta prevención,
Reconocemos que hemos fallado como Iglesia y que tenemos que asumir los errores del pasado y también adoptar todas las medidas que sean necesarias para prevenir las violencias y los abusos.
Código QR guías 'cultura del cuidado'
La CEC ha creado el código QR donde están previstos que en la medida en que se vayan aprobando nuevos protocolos, se ofrezcan los anexos que complementen textos de las guías 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana.
También podrá encontrar información adicional AQUÍ
Qué sigue de los protocolos
De las líneas guía: 'cultura del cuidado' ya se han elaborado 3 de los 6 anexos que se proponen. Son ellos: “Precisiones conceptuales sobre la prevención, las violencias y los abusos”; “Institucionalidad para el cuidado” y “ABC de la legislación estatal sobre las violencias y los abusos”.
Actualmente el Consejo está trabajando en las 'líneas operativas o buenas prácticas para la cultura del cuidado', este se constituiría como en esas buenas prácticas, en esos protocolos que se tienen que tener en cuenta, por ejemplo, cuando hay actividades en una parroquia con menores de edad, cuando se va a salir a convivencias con niños o jóvenes, es decir cuestiones de carácter práctico que nos han sido solicitadas.
Tenemos el ABC de la legislación canónica sobre los delicta graviora (delitos más graves), se está haciendo la última revisión de este documento y finalmente que está incluido ya en ese código el ABC de la legislación estatal sobre la violencia y los abusos.
Los señores obispos en el número uno de este documento dicen: “deseamos iluminar de manera unificada el caminar de la Iglesia que peregrina en Colombia con la verdad y la justicia”. Tenemos que ser veraces y tenemos que ser justos en relación con esta temática, reconociendo nuestros errores y negligencias, asumiendo la petición de perdón y de reconciliación, es hora que al interior de la Iglesia sanemos nuestras heridas y generemos entre todos una cultura del cuidado, esa es la invitación a pensar hacia el futuro reconociendo los errores del pasado, asumiéndolos en el presente y generando entre todos una cultura del cuidado que nos haga conscientes de la dignidad que tenemos como seres humanos creados e imagen y semejanza del Dios trino.
Proyecto ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’
Mons. Luis Manuel Alí, señala: “Somos conscientes que este documento para ser conocido es necesario hacer pedagogía, ir a las regiones, es por eso que tenemos el Proyecto: ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’, que no es otra cosa sino ir a las regiones. Nos hemos propuesto en dos años visitar todo el país y formar las bases de todos los que trabajan en las instituciones católicas con niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables.
Es un proyecto que ya inició y cuenta con el apoyo financiero de la Conferencia Episcopal Norteamericana. Se han visitado dos provincias eclesiásticas, es decir dos grupos de diócesis y vicariatos, comenzando por el sur. Las temáticas apuntan a: Programas para la protección de menores de edad; atención a las víctimas y sus familias; prevención de los abusos de poder, de conciencia y sexual; fundamentos jurídicos canónicos y civiles; y comunicación institucional”.
Señora Diana María Guzmán, coordinadora del proyecto ofrece detalles del mismo.
Primero contar que el proyecto Iglesias Particulares Seguras y Protectoras es un proyecto de la Conferencia Episcopal de Colombia, que tiene como finalidad ayudar a las jurisdicciones eclesiásticas en la implementación de políticas de protección de menores y en la prevención de la violencia sexual contra niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables, y también en la difusión de las líneas guía.
La meta es capacitar a más de 2500 personas, para consolidar los equipos diocesanos de protección de menores, equipos de atención a víctimas, equipos que ayuden en la implementación de protocolos de prevención, y a los que son responsables de adelantar los procesos canónicos.
La capacitación, está dirigida especialmente a agentes de pastoral, es decir servidores de las curias diocesanas, de parroquias, de colegios, de institutos de vida consagrada, de movimientos laicales, y demás espacios eclesiales. La capacitación también está enfocada en algunas temáticas como son programas para la protección de menores de edad, programas para la atención de víctimas y sus familias, la prevención del abuso de poder, de conciencia y sexual. También fundamentos jurídicos civiles y canónicos, y asimismo en comunicación institucional.
El primer taller se realizó en octubre del 2022 en Florencia donde se capacitaron 480 personas provenientes de la Arquidiócesis de Florencia, de las Diócesis de Mocoa-Sibundoy, San Vicente del Caguán y los Vicariatos de Leticia y Puerto Leguizamo-Solano. En noviembre se hizo presencia en Villavicencio, ahí se capacitaron 542 personas pertenecientes a la Arquidiócesis de Villavicencio, a las Diócesis de Granada y San José del Guaviare y los Vicariatos Apostólicos de Puerto Gaitán, Puerto Carreño, Inírida y Mitú.
A la fecha 1.022 personas capacitadas de las cuales 33% son presbíteros, seminaristas, religiosos religiosas y miembros de las comisiones de protección de menores. También participaron los obispos de estas jurisdicciones eclesiásticas, la mayor participación fue de los laicos, agentes de pastoral que están al servicio de nuestros niños, de nuestras niñas, adolescentes y jóvenes en los ambientes eclesiales, catequistas, asesores de infancia y adolescencia misionera, responsables de pastoral juvenil, de pastoral vocacional, docentes, servidores que están al cuidado de los adultos en condición de vulnerabilidad, agentes de pastoral familiar, de pastoral social.
Este proyecto ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’, que cuenta con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, continuará con esta labor de formación y sensibilización a lo largo de estos dos años, para este primer semestre del 2023, se realizarán talleres en las regiones donde están ubicados Bucaramanga, Popayán, Nueva Pamplona y Cartagena.
Con este proyecto la Conferencia Episcopal de Colombia está comprometida por trabajar al servicio de un sistema para la cultura del cuidado.
Monseñor Luis Manuel Alí, concluyó señalando que “todos estos líderes que estamos acompañando, son nuestra punta de lanza porque son las personas que están precisamente en los pueblos en las veredas en las ciudades acompañando asistiendo a nuestros niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables”.
Vie 3 Oct 2025
Diócesis de Sonsón-Rionegro, Caldas, Jericó y Girardota fortalecen formación sobre prevención y atención de abusos
Entre el 24 y el 26 de septiembre se llevó a cabo la segunda etapa de formación en la cultura del cuidado (prevención y atención de abusos y violencias) para la provincia eclesiástica de Medellín, en el marco del proyecto ‘Iglesias particulares seguras y protectoras’ de la Conferencia Episcopal de Colombia. Esta vez, la iniciativa, que tuvo su primera jornada en julio con miembros de la Arquidiócesis de Medellín, congregó a más de 300 participantes de las diócesis sufragáneas: Sonsón-Rionegro, Caldas, Jericó y Girardota.A la cita, desarrollada en el Seminario Mayor de Medellín, acudieron agentes pastorales, consagrados y los cuatro obispos de estas jurisdicciones eclesiásticas, en un esfuerzo por consolidar una Iglesia Cuidadora, especialmente, desde la perspectiva regional. Las conferencias y talleres formativos estuvieron a cargo del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia.El encuentro inició con un análisis de las estadísticas sobre abuso en Colombia y en el departamento de Antioquia, lo que proporcionó herramientas para comprender estas realidades tanto dentro como fuera de los ambientes de la Iglesia. Además, se socializaron los procesos y acciones que implementa la Iglesia Universal para dar respuestas efectivas a estos graves problemas.Al respecto, la abogada Milena Barguil Flores, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, destacó: “Lo que se busca con esta formación es que se conozca, que llamemos las cosas por su nombre, para poder no taparnos los ojos y seguir adelante, sino verdaderamente actuar, ser unos apóstoles del cuidado”.Soluciones a un problema graveDebido a la complejidad emocional del tema, la jornada incluyó espacios de cuidado espiritual con oraciones y reflexiones, partiendo de los principios del Evangelio. Estos momentos permitieron a los participantes interiorizar los conocimientos y procesar las emociones dolorosas que el tema puede generar.Monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago, obispo de la Diócesis de Jericó, compartió su reflexión: “Estos días nos han invitado primero a repensar nuestras vidas. Segundo, a repensar nuestras pastorales, las personas que nos acompañan, a tratar de entender la realidad que estamos viviendo para la protección de menores y de personas vulnerables”.También se profundizó en la perspectiva canónica y el derecho penal de la Iglesia, delineando la ruta canónica en causas de Delicta Graviora o delitos graves. El padre Leonardo Cárdenas, también miembro del Consejo, explicó: “Hemos tenido la oportunidad de presentar la perspectiva canónica que contempla la comprensión del Derecho Penal Canónico y todas las acciones que él contempla para dar una respuesta a las víctimas, a la misma Iglesia y a la comunidad respecto de los abusos que se cometen contra los menores, abusos contra el patrimonio, abusos de conciencia”.Cierre de las jornadasLas próximas jornadas de formación se desarrollarán durante el mes de octubre en la provincia eclesiástica de Cali. Con estas, la Conferencia Episcopal dará por finalizada la segunda etapa del proyecto “Iglesias particulares, seguras y protectoras” apoyado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, emprendido en marzo de 2023, a través del cual ha logrado llegar a todas las Provincias Eclesiásticas del país, no desde estos espacios de formación regionales, sino también mediante los que ya han logrado desarrollar las diferentes jurisdicciones con otros agentes de la Iglesia.Vea a continuación el informe audiovisual de la jornada:
Jue 26 Jun 2025
Diócesis de Soacha: Sede de capacitación de 650 personas sobre prevención y atención de abusos en la Iglesia colombiana
Cerca de 650 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas, diáconos y laicos de las diócesis de Soacha, Fontibón, Facatativá y Girardot, participaron en una nueva jornada de formación sobre prevención de abusos y violencias en entornos eclesiales. El evento, organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la iniciativa ‘Iglesias particulares seguras y protectoras’, se desarrolló los días 13 y 14 de junio en el Colegio María Auxiliadora del municipio Soacha.Las capacitaciones, impartidas por expertos del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, profesionales y asesores de la CEC, abordaron temas como: claves para develar el abuso, protocolos de actuación desde ámbitos canónicos y civiles, entornos protectores, comunicación asertiva y manejo de casos. La jornada integró, además, momentos de espiritualidad y reflexión evangélica enfocados en la espiritualidad del cuidado.Compromisos y desafíos para la implementación de los contenidosCarolina Hidalgo, catequista de Fontibón, destacó la urgencia de romper tabúes: "Es un tema que antes no se hablaba. Estos espacios nos ayudan a identificar vacíos y actuar antes de que estallen crisis". Por su parte, Franchesca Tuzzo, también de Fontibón, enfatizó en la comunicación: "Una sola palabra puede lastimar. El cuidado está en los detalles: miradas, gestos, trato".Desde la perspectiva formativa, el padre Hanner Díaz, formador del Seminario Mayor de Girardot, resaltó la necesidad de incluir estos contenidos en la formación de los futuros sacerdotes: "Debe ser una materia obligatoria. Los futuros sacerdotes deben conocer las normativas y compromisos de la Iglesia".Liderazgo eclesial por la Cultura del CuidadoMonseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón, subrayó el enfoque evangelizador de la iniciativa: "Somos llamados a ser testimonio de Cristo. El abuso —sea de poder, sexual o económico— destruye esa misión". Añadió que cada parroquia replicará lo aprendido, con medidas concretas, como la revisión de interacciones físicas y culturales.La doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, calificó el balance de la jornada como positivo, pero insistió en la continuidad: "Las diócesis deben implementar medidas preventivas y gestionar casos con transparencia. Esto no es solo protocolos; es vivir el Evangelio".Retos: de la teoría a la acción por la prevención y atención de abusosParticipantes como Andrea Loaiza, catequista de Soacha, reconocieron escenarios de vulnerabilidad y contextos sociales que enmarcan el trabajo de los agentes pastorales de estas jurisdicciones: "Trabajamos con jóvenes en contextos difíciles, pero a veces no sabíamos cómo actuar. Ahora tenemos herramientas". María Janeth Galvis, también de Soacha, destacó la importancia de los protocolos: "Son claves para proteger derechos y dignidad, especialmente de niños y adolescentes".Monseñor Jaime Muñoz, obispo de Girardot, celebró la alta participación pero advirtió: "No será fácil. El primer paso está dado; ahora toca transformar realidades".Una apuesta por la protección de las personas y recuperación de la confianzaLa jornada reflejó la apuesta por la purificación y conversión en la Iglesia colombiana, desde el cuidado del mandato misional y su esfuerzo institucional por recuperar la confianza, tras el dolor y las fracturas que, a diferentes niveles, han producido los abusos presentados. Rosa María Rubiano, proclamadora de Facatativá, resumió este reto: "El cuidado es ver a Cristo en el otro. Sin respeto, no hay evangelización posible".Con estas jornadas de capacitación en Soacha, que constituye la segunda fase de formación en la Provincia Eclesiástica de Bogotá, la Iglesia colombiana avanza en su ruta hacia la construcción de entornos seguros en las 14 provincias eclesiásticas de país. Vea los momentos y testimonios más destacados de la jornada a continuación:
Vie 6 Jun 2025
Prevención de abusos: 420 consagrados y agentes pastorales de la Arquidiócesis de Medellín participaron en formación de la Conferencia Episcopal
"De una parte, lamentamos con tristeza, con vergüenza, situaciones que han ocurrido; y de otra miramos el futuro con alegría y esperanza". Este mensaje del arzobispo de Medellín,monseñor Ricardo Tobón Restrepo, sintetizó el objetivo de la jornada de“Iglesias particulares seguras y protectoras”: reconocer errores, entender la problemática y actuar para purificar.Se trata de la iniciativa pedagógica que viene adelantando desde hace tres años la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en las provincias eclesiásticas del país. En esta oportunidad, el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Medellín fue sede del encuentro que congregó a 420 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos vinculados a distintas parroquias e instituciones de esta jurisdicción del departamento de Antioquia.La jornada se desarrolló entre el 28 y el 30 de mayo. Las conferencias y talleres fueron facilitados por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Vicario judicial de la Arquidiócesis de Bogotá y la Coordinadora de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, cada día, la Arquidiócesis de Medellín propició distintos momentos de oración enfocados en la espiritualidad del cuidado.La convocatoria fue liderada por el Arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, y por su Obispo Auxiliar, monseñor Mauricio Vélez García."El abuso tiene un aliado: el desconocimiento"La doctora Milena Barguil, quien,desde el 2019, se desempeña como Oficial de Cumplimiento de la Delegación Arzobispal para la Protección de los menores de la Arquidiócesis de Medellín, fue una de las conferencistas del espacio. Su taller,“Develando el abuso”,enseñó a identificar señales de violencia, especialmente en niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables.La abogada, quien también es miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue directa sobre la importancia de esta formación: "Uno de los grandes amigos que tiene el abuso sexual es precisamente el desconocimiento de lo que es el abuso. Y si no reconocemos esas situaciones y les damos el nombre, pues va a ser muy difícil generar entornos seguros".La doctora Barguil reconoció, además, que esta realidad de los abusos está presente en muchos entornos sociales; afirmó que la Iglesia también allí la Iglesia tiene una importante misión:“Los abusos están presentes en toda la sociedad y nosotros desde Iglesia abordamos de manera coherente y con mucho compromiso el reconocimiento de esas situaciones, para aportar desde nuestro ser a construir una sociedad que cada vez sea más segura y protectora para nuestros niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables”.Formación que interpela: desde el derecho hasta la comunicaciónEl vicario judicial de Bogotá, monseñor Pedro Mercado, planteó los"Siete desafíos para la cultura del cuidado", entre ellos,"no minimizar las víctimas"y"romper la indiferencia". Mientras, el canonista Leonardo Cárdenas detalló los procedimientos para investigardelicta graviora(los crímenes más graves en derecho canónico)."La transparencia no es negociable", insistió el sacerdote, quien también es miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado.La doctora Ilva Myriam Hoyos presentó varias charlas, entre ellas, “El caminar eclesial hacia el cuidado”, una conferencia que abordó los pasos que desde el año 2002 viene dando la Iglesia Católica en Colombia frente a los abusos en la Iglesia. Entre ellos, las Líneas Guía y las Líneas Operativas para la Cultura del Cuidado aprobadas por el Episcopado Colombiano; documentos que han orientado la implementación de estos procedimientos y protocolos de prevención y atención en las diferentes jurisdicciones e instituciones eclesiales.“Comunicación para prevenir, mitigar y sanar” fue el nombre de la charla-taller dirigida porLida Losada Castro, coordinadora de comunicaciones de la CEC. La periodista abordó orientaciones para asumir la comunicación como base fundamental para la construcción de la cultura del cuidado, entendiendo que es desde la interacción constructiva, asertiva y basada en la verdad donde esta cultura, como manera de “ser y hacer Iglesia”, adquiere sentido. Explicó cómo lenguaje puede“evitar la revictimización”y cómo la comunicación coherente y transparente puede ayudar a construir confianza; llamó a ser conscientes de que todos son voceros naturales de la Iglesia.“La comunicación no es un punto final, es el punto de partida y un camino transversal para generar relaciones de cuidado”, enfatizó la comunicadora."No somos espectadores": compromisos concretosLuz Yaneth Marín, coordinadora pastoral de la Universidad Pontificia Bolivariana, anunció:"Vinimos 14 personas para replicar esto en la universidad. Todos somos comunidad protectora".Junior Londoño, agente pastoral, añadió:"La cultura del cuidado es tarea de todos. Hoy sabemos que un abuso no es solo sexual: también el poder mal usado destruye".El peregrinar de la Arquidiócesis de Medellín hacia la cultura del cuidadoMonseñor Ricardo Tobón valoró los procesos locales que ha venido adelantando en este sentido la Arquidiócesis de Medellín:1. Oficina de recepción de denuncias:"En la curia diocesana se acogen quejas y reclamos con seriedad".2. Iniciativa de Buen Trato:"Se ha difundido en parroquias, colegios y grupos apostólicos para fomentar respeto, especialmente hacia niños y personas en vulnerabilidad".3. Capacitación permanente:"Nos vamos haciendo conscientes de que debemos sembrar esta cultura en toda la sociedad".Las jornadas de capacitación de “Iglesias particulares seguras y protectoras” fueron clausuradas en Medellín con una Eucaristía presidida por monseñor Ricardo Tobón. Durante su homilía, el prelado resaltó la importancia de la formación para seguir avanzando hacia esta urgente conversión y purificación en la Iglesia colombiana:“La Iglesia ha venido aprendiendo a manejar estos casos y por eso mismo, esta semana se hemos visto cómo los documentos emitidos van perfeccionando medios y métodos para actuar. Poco a poco se ha ido configurando un sistema, una organización y unos recursos para poder afrontar esto…Es una realidad dolorosa y vergonzosa que ha producido mucho dolor en la Iglesia…Porque de una parte es un cuerpo, el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Todos participamos y nos hacemos responsables no solo de los pecados personales, sino de los pecados de nuestros hermanos”, expresó el Arzobispo de Medellín.Con esta iniciativa, que se hace posible gracias al apoyo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, la Iglesia colombiana reafirma su compromiso con la transparencia, la reparación y la construcción de“relaciones dinámicas que prevengan abusos”, como señaló la doctora Hoyos. Un paso más en su peregrinar hacia unacultura del cuidadoque, según monseñor Tobón,“sirve para construir un mundo mejor”. Como también lo describió monseñor Mauricio Vélez: "Es un momento de Iglesia, que nos compromete a todos y es un momento también que se encierra en el marco de la evangelización".Próximas jornadasLa próxima jornada se llevará a cabo en la Diócesis de Soacha; contará con la participación de las diócesis de Fontibón, Zipaquirá, Girardot y Facatativá. En el caso de Antioquia, en el mes de septiembre se realizará un nuevo ciclo formativo con miembros de las diócesis de Sonsón-Rionegro, Girardota, Jericó y Caldas, que también pertenecen a la provincia eclesiástica de Medellín.Vea a continuación los momentos y testimonios más destacados de la jornada en Medellín:
Vie 11 Abr 2025
Iglesia colombiana inició las jornadas formativas 2025 sobre prevención y atención de abusos y violencias en las provincias eclesiásticas
Con un primer grupo integrado por cerca de 700 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, diáconos y laicos de la Provincia Eclesiástica de Bogotá, la Conferencia Episcopal de Colombia inició la tercera etapa de formación sobre prevención y atención de abusos y violencias en la Iglesia Católica desde el proyecto 'Iglesias Particulares Seguras y Protectoras'.Estas jornadas de capacitación, facilitadas por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y auspiciadas por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, se desarrollaron del 3 al 5 de abril en el Colegio Nuestra Señora del Pilar y en la Parroquia San Maximiliano Kolbe, en Bogotá.Estuvieron presentes el cardenal Luis José Rueda Aparicio y sus dos obispos auxiliares en la Arquidiócesis de Bogotá (monseñor Alejandro Díaz García y monseñor Edwin Vanegas Cuervo), el obispo de Zipaquirá, monseñor Héctor Cubillos Peña, y el obispo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta.Formación integral para la prevención y atenciónLas jornadas abordaron temas clave para garantizar entornos seguros en la Iglesia. Entre ellos:- Espiritualidad del cuidado.- Fundamentos canónicos y jurídicos para la atención.- Aspectos psicosociales del cuidado.- Protocolos de prevención y atención.- Manejo comunicativo de situaciones de riesgo.Además, se socializaron las orientaciones de la Iglesia para implementar políticas, procedimientos, acciones y estrategias en el marco de un Sistema para la Cultura del Cuidado, en los ambientes eclesiales. Entre ellas, las líneas guía y las líneas operativas emitidas por la Conferencia Episcopal de Colombia.El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, destacó: "Hemos estado formándonos para hacer de nuestra Iglesia un lugar seguro, donde prevengamos situaciones de abuso y protejamos especialmente a niños, adolescentes y personas vulnerables".Testimonios de los participantesEl padre Luis Francisco Rodríguez Rosas (párroco en la Arquidiócesis de Bogotá), hizo énfasis en la correlación de estos espacios con la misión de la Iglesia: "Estas jornadas nos dejan dos mensajes directos al corazón: la esperanza por el trabajo ya realizado con esfuerzo y amor para cuidar la naturaleza de nuestra misión evangelizadora, y la responsabilidad de seguir formando conciencias para mantener a la Iglesia como un ambiente protector, siguiendo el ejemplo de Cristo que protege y cuida".La hermana Yolanda Vivas (Rectora colegio de las Hermanas de Nuestra Señora de la Paz) destacó la importancia de la educación para construir la cultura del cuidado a nivel eclesial y social: "Me llevo la convicción de que nuestra misión es crear espacios donde todos se sientan acogidos. En nuestro colegio trabajamos cada día para que los niños aprendan a cuidarse y cuidar a los demás como artesanos de paz. Si cuidamos el espacio de la formación, haremos posible esta invitación a cuidar de los otros".Liliana Molina (catequista en Bogotá) afirmó que será clave replicar esta información con los demás miembros de su parroquia: "Estos conocimientos nos ayudan a detectar situaciones de riesgo y actuar oportunamente para proteger a nuestros niños y jóvenes".El padre Sergio Salamanca (director de la Oficina del Buen Trato de la Diócesis de Engativá) enfatizó la necesidad de "institucionalizar el buen trato, actualizar protocolos y dejar atrás la cultura del descarte".David Fernando Serrano (jurista en la Arquidiócesis de Bogotá) resaltó el llamado al servicio: "Atendemos el cuidado de familias, catequistas y todos los ambientes eclesiales, aplicando esta cultura tanto física como virtualmente".Próximos pasos: más allás de las jornadasLa doctora Ilva Miriam Hoyos Castañeda, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, informó que durante este 2025 el proyecto completará la formación en las 14 provincias eclesiásticas del país. Las próximas jornadas se llevará a cabo en la Diócesis de Soacha con las jurisdicciones restantes de la Provincia Eclesiástica de Bogotá y, entre mayo y octubre, se adelantarán con las Iglesias particulares de provincias eclesiásticas de Medellín y Cali.La abogada Hoyos fue más allá: "El reto que tienen cada una de las jurisdicciones eclesiásticas es responder al llamado que hace no solamente la Iglesia colombiana, sino al llamado que nos hace Jesucristo de vivir plenamente el respeto por el otro".Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio detalló algunos de los pasos a seguir tras estas jornadas en la Provincia de Bogotá, que permitan ratificar el compromiso con el Evangelio, con las víctimas y con las comunidades:Espiritualidad del cuidado: el cardenal Luis José fue enfático en afirmar que la espiritualidad del cuidado es la base del proceso: "Y finalmente, esto requiere una espiritualidad. Sin espiritualidad se nos queda solo en palabras, se nos queda solo en estrategias; con espiritualidad se convierte en verdadera cultura donde el Espíritu Santo con su poder, con su fuego, llega a transformar nuestra vida".Creación de un Consejo de la Cultura del Cuidado para la Provincia Eclesiástica de Bogotá: el Purpurado se refirió a la propuesta de crear una estructura provincial e interdisciplinar que integrará a obispos, sacerdotes, laicos, víctimas y expertos, para trabajar en comunión articulando esfuerzos entre las diversas iglesias particulares y dando seguimiento a la implementación. “La cultura del cuidado, hemos aprendido, hace parte del ADN de nosotros como Iglesia y de la misión que queremos ofrecer en el nombre del Señor. Solo así lograremos ser buena noticia con nuestra vida, siendo coherentes y con el servicio a todas las comunidades”.Implementación parroquial: el Arzobispo de Bogotá enfatizó en la urgencia de llevar esta formación y tomar las medidas necesarias en las parroquias (adaptar de protocolos, seguir formando agentes y crear organismos responsables de la cultura del cuidado en ese nivel). "Que todo lo que hemos recibido aterrice a la vida parroquial…Cada una de nuestras parroquias debe ser una casa, un entorno, una familia protectora donde todos los que lleguen a nuestro alrededor eclesial puedan sentirse acompañados, protegidos y seguros".Alianzas institucionales: el cardenal Luis José Rueda habló de la necesidad de avanzar en esta a través de un trabajo articulado y apoyado por otros actores clave. Evocó convenios con universidades para la formación continua y la colaboración con autoridades civiles. "Ir colaborando con las autoridades civiles, con las autoridades académicas, con todas las disciplinas profesionales que nos puedan ayudar porque solos no somos capaces".Vea el resumen audiovisual de las jornadas:Si desea conocer más información sobre el compromiso de la Conferencia Episcopal de Colombia con la promoción e implementación de la cultura del cuidado, o los canales de atención de la Iglesia, ingrese aquí.