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Con misericordia y paz, católicos del país vibrarán con megaconcierto
Tags: mega concierto católico Luis Enrique Ascoy martín valverde
Más que una rueda de prensa fue un espacio para compartir experiencias y vivencias de fe las que regalaron Luis Enrique Ascoy y Martín Valverde, durante la mañana de este viernes en la sede del episcopado colombiano.
A pocas horas del Megaconcierto Católico “Con Misericordia, Paz en la Ciudad”, que se realizará este sábado 29 de septiembre en el parque Simón Bolívar, los cantautores católicos anticiparon que su repertorio estará lleno de mensajes de alabanza al Señor, reconciliación, perdón y paz para los colombianos.
Luis Enrique Ascoy, de nacionalidad peruana, llegó a nuestro país con sus dos hijos: Belén y Luis Enrique, quienes serán parte del concierto. “Estamos muy contentos de estar en Bogotá junto con mi familia”, aseguró.
El artista recordó que Perú, en la década de los años 80 y 90, sufrió el azote de la violencia por grupos armados ilegales, por ello entiende mucho el dolor que la violencia ha generado en nuestro país. “Vengo de un país que sufrió también el terrorismo y ahora sufrimos los embates de la colonización ideológica, por ello tenemos experiencias paralelas muy significativas”, señaló.
Por su parte, Martín Valverde, de nacionalidad mexicana, expresó su alegría por poder servir a nuestro país con su música. Explicó que en su carrera artística una de sus máximas es la de no buscar la fama, sino una vida espiritual muy conectada con Dios. Destacó que el pueblo colombiano es por naturaleza musical y que a través de este arte lo que se pretende es generar una red evangelizadora, que es la esencia de la Iglesia. “Pescar con caña es un deporte, con red es ser Iglesia”, dijo.
Ambos expresaron que la visita del papa Francisco a nuestro país representó un momento de gracia. Recordaron que en diversos momentos de su vida estuvieron muy cerca del Santo Padre y, por supuesto, esto ha influido mucho en la misión evangelizadora de los dos.
Durante este compartir también se resaltó la importancia de la alegría en la acción pastoral de la Iglesia. En sintonía con el papa Francisco, Ascoy insistió en recordar a los sacerdotes y a todos los fieles lo importante de estar siempre alegres, ser humildes y tener actitud de servicio. “Vamos a entregar a todos lo mejor y siempre que visitamos un lugar lo hacemos para aprender algo”, señaló.
Conscientes del delicado momento que vive la Iglesia por diferentes situaciones, animaron para que en los creyentes no existan sentimientos de desánimo. En este marco, Ascoy señaló que en tiempos de crisis y persecuciones la fe se pone a prueba. “Nuestra fe debe estar hecha de convicciones y no de emociones, sin arrogancia y sin violencia”. Por su parte, Martín Valverde instó para que no se dé lugar al pesimismo, sino a la fe. Ambos coincidieron en que en todo momento y siempre los católicos debemos dar testimonio con nuestros actos. “Estamos llamados a vivir auténticamente lo que cantamos y predicamos, si no lo hacemos nadie nos va creer”, señaló Luis Enrique Ascoy.
En la rueda de prensa también estuvieron presentes Monseñor Francisco Antonio Nieto Súa, obispo de Engativá, Ricardo Cañón, personero del Instituto de Recreación y Deporte (IDRD) de la Alcaldía de Bogotá y María Elisa Abril, representante de la Asociación de Misioneros de Jesús y María.
Monseñor Nieto Súa recordó la historia de la Diócesis de Engativá que cumple 15 años de fundación; resaltó que durante este tiempo que ha estado al frente de esta jurisdicción eclesiástica ha impulsado una Iglesia más servidora, principalmente con los más vulnerables. En este sentido, destacó que en el campo de la educación se viene adelantando una acción social que beneficia a niñas bachilleres de escasos recursos para que puedan estudiar en universidades de Bogotá. Hasta el momento se ha logrado que 46 jóvenes mujeres tengan una formación profesional. Todas estas acciones hacen parte del plan pastoral que viene desarrollando esta diócesis
El prelado también resaltó que el aniversario de la diócesis es una oportunidad para reflexionar, asumir e impulsar los retos que dejó el papa Francisco durante su visita a nuestro país.
El megaconcierto
Este evento cuenta con el apoyo de la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Asociación de Misioneros de Jesús y María. Ambos destacaron los esfuerzos que se están realizando para que el concierto se lleve con total éxito.
María Elisa Abril comentó que desde las 7:00 de la mañana se abrirán las puertas, a las 11:00 se iniciará con el Santo Rosario y una serie de actividades marianas; a las 3:00 p.m. se celebrará la Eucaristía, presidida por monseñor Nieto Súa y concelebrada por más de cien sacerdotes. Seguidamente, se realizará el concierto que contará con la presencia de artistas nacionales, como Estación Cero, y con la presentación de Luis Enrique Ascoy y Martín Valverde.
La boletería está disponible en todas las parroquias de Suba, Cota y Engativá, a un costo de diez mil pesos ($10.000) en ubicación general y cuarenta mil pesos ($40.000) en VIP. También se pueden adquirir en la Asociación Misioneros de Jesús y María, llamando al teléfono 3213037853, en los puntos de venta de Ticket Shop en toda la ciudad y en la entrada del parque.
“El divorcio exprés”: una píldora que no sana
Lun 2 Dic 2024
Una sociedad que odia a los niños
Jue 28 Nov 2024
Jue 24 Oct 2024
La Arquidiócesis de Cali: su rol como anfitriona de la COP16 y su apuesta por la Pastoral de la Tierra
Bajo el pastoreo de monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, la Arquidiócesis de Cali, Iglesia particular anfitriona de la COP16 que se adelanta en la capital del Valle del Cauca, le apuesta a la consolidación de la Pastoral de la Tierra. A través de ella, buscarán, cada vez más, articular, animar y visibilizar las iniciativas que se vienen desarrollando a nivel eclesial y de la mano de las comunidades, para contribuir en la mitigación del impacto negativo que el ser humano está causando al medio ambiente y, especialmente, a la biodiversidad.Es la Vicaría para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, a través de su Diaconía de la Tierra y Prevención, la encargada directa de liderar esta apuesta arquidiocesana por la Pastoral de la Tierra. Su propósito es "fortalecer las capacidades de liderazgo, autogestión, emprendimiento, prevención y mitigación de riesgos socio-ambientales de las comunidades y colaboradores de la Arquidiócesis de Cali, a través de espacios formativos y acompañamiento en los procesos orientados a la transformación de sus realidades", integrando los tres dimensiones fundamentales del ser humano: la espiritual, la personal y su relación con el medio ambiente.Según lo ha indicado la Arquidiócesis de Cali, esta Diaconía enfoca su misión en la promoción de una “Cultura de la Prevención”, "que busca motivar la globalización del amor, entendido como el valor fundamental que mueve a las personas a cuidarse a sí mismas, a relacionarse fraternalmente con su entorno y a velar por el bienestar de las personas que por diversas situaciones son los menos favorecidos y la Casa Común".En el campo del emprendimiento, se destaca también el apoyo brindado por la Iglesia a aquellas iniciativas comunitarias que parten del aprovechamiento respetuoso y sostenible de la naturaleza. Entre ellas, proyectos de emprendimiento agroecológico, de huertas verdes y manejo de plásticos.El padre Diego Fernando Guzmán Ruiz, director de la Vicaría para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, ha resaltado la importancia de que quienes participan por estos días en la Conferencia de las Partes, visiten las diferentes actividades y exposiciones que ha programado la Iglesia de Cali, para que se apropien, aún más, del cuidado de la casa común en el que tanto ha insistido el papa Francisco. La mayoría de ellas están ubicadas en el corazón de la zona verde de la COP16, específicamente en la sede de la Unicatólica.Vea a continuación el informe audiovisual:Sobre el rol de la Arquidiócesis de Cali, también le puede interesar otra nota elaborada por el Centro para las Comunicaciones del CELAM presente en la COP16. Para verla, haga clic AQUÍ.
Vie 18 Oct 2024
Asesinato de Sofía Delgado Zúñiga: repudio, dolor y llamado a la acción en la Diócesis de Palmira
A través de un comunicado, el obispo de la Diócesis de Palmira, monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, rechazó el atroz asesinato de la niña Sofía Delgado Zúñiga de 12 años de edad, en el corregimiento de Villagorgona, Candelaria, Valle del Cauca. El prelado afirmó que “estos crímenes son una herida profunda en el corazón de nuestra sociedad” y, además, representan un llamado urgente a la acción.“No podemos permitir que los niños sigan siendo víctimas del asesinato, de la utilización, el reclutamiento y el abuso”, enfatiza.En el mensaje, monseñor Gallego se une al dolor y a las plegarias de su familia ante esta pérdida irreparable. “Nos duele como sociedad, como Iglesia, como comunidad. Acompañamos su dolor y exigimos que estos actos no queden impunes”, agrega el prelado.Además, el Obispo de Palmira también pide a todos los actores eclesiales, sociales y estatales, asumir compromisos para proteger y defender la dignidad de los niños y niñas:“Es nuestro deber sagrado garantizarles un presente y un futuro de paz, donde puedan crecer seguros, amados y respetados. Como Iglesia, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por la construcción de una sociedad más justa y humana, en la que la vida de cada infante sea protegida con todo el amor y la dignidad que merecen”, expresa monseñor Rodrigo Gallego.
Mié 16 Oct 2024
Manifiesto de la Pastoral Afrocolombiana: hacia el fortalecimiento del “rostro negro” de la Iglesia Católica
A través de un manifiesto, quienes lideran, animan y acompañan la Pastoral Afro en Colombia reafirman su compromiso con el fortalecimiento de los procesos de evangelización en sus territorios “desde el ser, el pensar y el soñar” del pueblo negro. Además, con su contribución a las diversas organizaciones sociales, de género y étnicas presentes en los territorios; de tal manera que se logre avanzar hacia la búsqueda de dignidad, igualdad, equidad, justicia, desarrollo y paz en las comunidades. En el mensaje, los sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que se desempeñan como agentes de la Pastoral Afrocolombiana también asumen un compromiso directo con la promoción y formación de diversos liderazgos en medio de sus comunidades, ayudando a “que la diversidad y la juventud sean dinamizadores de nuestro ser como Iglesia”, enfatizan.Allí también confirman su participación en el Jubileo del 2025 convocado por el papa Francisco, especialmente, propiciando espacios de comunión eclesial en medio de la amplia diversidad étnica y geográfica de Colombia; todo esto, - expresan- “para continuar nuestra caminada como Iglesia con rostro propio, desde las directrices de nuestra Iglesia Católica”.La declaración es fruto del XXI Encuentro de Pastorales Afrocolombianas -EPA-, desarrollado el pasado mes de septiembre en la ciudad de Cartagena, en el que participaron cerca de 200 personas de diferentes territorios del país. En él, se desarrollaron diferentes actividades de formación, espiritualidad, trabajo colectivo e intercambio cultural.Este EPA que se desarrolló bajo el lema “UBUNTU: Espiritualidad afro para una Iglesia profética”, permitió reconocer la riqueza cultural y espiritual del pueblo afrocolombiano, así como las diversas realidades sociales, muchas veces complejas, que enfrentan actualmente sus comunidades.El encuentro fue acogido por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, y acompañado por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. También estuvo presente el padre Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, IMC, Director del Área de Etnias del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano. Vea a continuación el informe del encuentro, elaborado por la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Cartagena:
Jue 10 Oct 2024
Salud mental en las comunidades rurales: 'EscuchArte' es la apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali
Desde 1992, cada 10 de octubre, el mundo conmemora el Día de la Salud Mental, una fecha establecida por la Federación Mundial de la Salud Mental y promovida por la Organización Mundial de la Salud, para crear conciencia acerca de los problemas de salud mental que afectan a tantas personas de distintas edades y condiciones. En Colombia, una encuesta aplicada por el Ministerio de Salud en 2023, permitió identificar que más del 66% de los colombianos ha enfrentado algún problema de salud mental y que, en la mayoría de los casos, son los hogares los entornos donde más se generan. Sin duda, esta es una realidad que preocupa a muchos actores e instituciones en el país, entre ellos, a la Iglesia.En este contexto, el pasado mes de septiembre, la Arquidiócesis de Cali y la Alcaldía de Cali iniciaron la implementación de “EscuchArte”, un programa a través del cual realizan jornadas de apoyo psicosocial en los comedores comunitarios a través de los cuales la Pastoral Social, la Secretaría de Bienestar Social de Cali y miembros de la comunidad, alimentan diariamente a cientos de personas de escasos recursos económicos que habitan las zonas rurales.“En Cali estamos acompañando estos procesos porque como Iglesia es muy importante caminar de la mano de cada una de estas personas, porque es importante la salud integral de toda la persona. Jesús nos enseña eso, a recuperar a la persona como tal en todas sus dimensiones”, explica el padre José Luis Jaimes Ortiz, director del programa Comedores Comunitarios.La apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali en los comedores comunitarios va mucho más allá de brindar alimento físico a quienes más lo necesitan. Se trata de acercar la oferta de atención en salud mental a quienes tienen menos posibilidades de acceso a este servicio. Allí, tanto niños como adultos, participan en actividades pedagógicas asociadas a temas como gestión de las emociones, amor propio, importancia de la escucha, prevención de violencias y del suicidio y herramientas de autocuidado.“La idea de ir a corregimientos y veredas es llevar la oferta de salud mental de comedores comunitarios a esos territorios que son apartados, donde ellos no tienen mucha posibilidad de acceder a un psicólogo. Hay gente que no baja de allá, entonces estamos acercando esa oferta porque nos parece supremamente importante la salud mental y, además, también estamos bajando un poco el estigma de esta profesión que la gente no asiste porque dicen que es para un enfermo de salud mental y no es eso. Estamos haciendo mucha prevención”, comenta Claudia Vargas Hincapié, la líder del componente de Psicología de los Comedores Comunitarios.De los 759 comedores comunitarios que tiene la Arquidiócesis de Cali, en los que entregan 74.455 raciones diarias de comida, 42 están ubicados en estas zonas rurales, hasta la fecha, han realizado estas jornadas en los corregimientos de Pance, Saladito, Navarro, Felidia y Los Andes. Además, con estudiantes de algunos colegios aledaños y con sus padres han adelantado actividades formativas sobre como comunicación asertiva y el uso correcto de dispositivos móviles. Esperan hacerlo próximamente también con docentes.Justamente Nubia Lucumí, beneficiaria del programa en el comedor comunitario de Navarro, cataloga esta iniciativa como una bendición y reconoce su importancia en ese contexto:“Es tan importante que vengan acá, porque la verdad hay muchas personas que tienen muchas necesidades donde han perdido un ser querido, donde pasan situaciones duras de violencia, de maltratos en las casas, por las parejas”.Al tratarse de una iniciativa de la Iglesia, también con un alto componente espiritual, los psicólogos que hacen parte de este programa tienen claro que su labor va mucho más allá de aplicar los conocimientos y herramientas psicosociales propias de su formación; se convierte en una misión muy especial: prestar sus oídos y su corazón para llevar consuelo y esperanza a quienes más lo necesitan, inspirados en la misión del mismo Jesucristo.“Escuchar a la gente nos recuerda la época donde Jesús asistía al pueblo, donde lo escuchaba, donde se sentaba en medio de mucha gente para atenderlos, para saber qué les pasaba, cuáles eran sus dolencias. Básicamente este ejercicio que hacemos como psicólogos nos permite dibujar un poco de lo que Jesús fue en ese entonces” narra Marco González, psicólogo que hace parte del programa.Vea el informe audiovisual a continuación: