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Diario Portafolio exalta gestión social y humanitaria de sacerdotes cucuteños
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La distinción entregada a los sacerdotes David Caña Pérez y Francesco Bortignon, quienes lideran las obras diocesanas: Casa de Paso ‘Divina Providencia’ y Centro de Migraciones, respectivamente, se constituye en un reconocimiento al servicio solidario que la Diócesis de Cúcuta, animada por su obispo Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, ha brindado a los migrantes venezolanos.
El padre Bortignon, misionero scalabriniano, desde el Centro de Migraciones, ha atendido con caridad a los venezolanos desde el año 2016. Por su parte, el padre David, en la Casa de Paso, desde el año 2017 a la fecha, con el apoyo de voluntarios, empresarios, comunidades parroquiales y gente de buena voluntad a nivel nacional e internacional, ha entregado más de 750.000 almuerzos a quienes atraviesan la frontera, siendo prioridad los niños, mujeres y ancianos.
En el Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta se le ha brindado hospedaje, actividades lúdicas y servicios médicos a cerca de 5.000 personas en un año.
“Nosotros vivimos la caridad desde la acción de fe, desde el Evangelio, desde nuestra identidad como cristianos, porque la misión de un cristiano es amar y servir y pues Dios nos ha permitido ser reconocidos ante esa realidad. Por eso, vamos a seguir trabajando para continuar dando fruto en nuestras comunidades, haciendo posible que la caridad se viva en Cúcuta”, señaló el padre David Caña durante la entrega del reconocimiento en la ciudad de Bogotá.
El evento contó con la participación del Presidente de la República, Iván Duque y de los grandes empresarios de Colombia, ante los que se presentó la compleja situación que viven los migrantes venezolanos en la frontera y las acciones humanitarias que la Diócesis lidera con el objetivo de mitigar el hambre de los migrantes, a través de comedores que las parroquias han dispuesto, de la Casa de Paso, el Centro de Migraciones y de las ayudas recibidas por los fieles y organizaciones nacionales e internacionales que se vinculan para aportar, motivados por la generosidad y misericordia que se practica en esta Iglesia Particular.
El sacerdote también explicó por qué la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ está ubicada a un kilómetro del Puente Internacional Simón Bolívar, que conecta con San Antonio del Táchira, Venezuela: “Porque todavía el hermano venezolano tiene una oportunidad de habitar su país, en cuanto a la vivienda. Por la situación de la moneda al cambiarla, allí no pagan servicio de luz ni agua, no pagan ninguna de esas prioridades que nosotros sí pagamos en Colombia; es decir, si una familia venezolana desea vivir dignamente en nuestro país o a cualquier parte fuera de Venezuela necesita un promedio de 900.000 pesos o 300 dólares, por eso la Casa de Paso es gran bendición para ellos, porque los hermanos llegan a la Casa a buscar el alimento y retornan otra vez para Venezuela”.
Premios Portafolio 2018 destaca a personas y empresas del país que promueven el desarrollo económico y/o social. En esta oportunidad el galardón se otorgó en la categoría ‘Personas excepcionales trabajando por la comunidad’.
“El divorcio exprés”: una píldora que no sana
Lun 2 Dic 2024
Una sociedad que odia a los niños
Jue 28 Nov 2024
Mar 26 Nov 2024
A través de un documental, la Diócesis de Tumaco narra sus 25 años de misión en el pacífico colombiano
En lo corrido de este año 2024, la Diócesis de Tumaco ha estado celebrando los 25 años de su creación. En el marco de dicha conmemoración, esta Iglesia particular lanzó un documental a través del cual dan a conocer los hitos más importantes de su trayectoria al servicio la evangelización en medio de las comunidades del pacífico nariñense; son "Relatos del camino en la fe" que tienen su raíz en los tiempos del papa Pío XI, en 1927.“Hacer zoom audiovisual” en 30 minutos a la Diócesis de Tumaco es permitirse descubrir una historia de fe, entrega, servicio, esperanza, resiliencia comunitaria y riqueza territorial; la historia de cientos de presbíteros, religiosas, religiosos y laicos que, transmitiendo la Buena Nueva, han llevado luz en medio de la oscuridad; esa que, en muchas ocasiones, representan las brechas y dificultades sociales, humanitarias y económicas que han tocado este territorio."25 años, un cuarto de siglo. Y en cada rincón de Tumaco resuena la voz de los que antes caminaron en esta tierra sembrando esperanza y tejiendo un manto de fe en medio de aguas y montañas que guardan el eco de nuestra historia. Desde los primeros pasos llegaron pastores con corazones llenos de amor y rostros marcados por el servicio. Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, quienes nos han acompañado en este caminar de evangelización", explica el narrador detrás de las imágenes.El padre José Ricardo Cruel Angulo, actual administrador diocesano, representa la voz testimonial que conecta los momentos más representativos de esta historia. El presbítero descata, de manera especial, la presencia permanente del Espíritu Santo en el proceso de consolidación de la Iglesia en el Pacífico nariñense:"Qué bueno es comprender que el Espíritu de Dios ha estado a lo largo y ancho de todos estos acontecimientos importantes de la estructuración y consolidación de la Iglesia...Ha estado siempre el Espíritu de Dios animando los procesos pastorales y todas aquellas acciones que la Iglesia desarrolla para el bien de las almas del pueblo de Dios".Según esta narración, la historia de la Diócesis de Tumaco se remonta al 1 de mayo de 1927, cuando fue creada como Prefectura Apostólica por el Papa Pío XI, separándose de la Diócesis de Pasto. Desde finales del siglo XIX, bajo el liderazgo del entonces obispo de Pasto, ahora san Ezequiel Moreno, los Agustinos Recoletos asumieron la misión evangelizadora en la región.Un momento destacado de esta misión fue el conocido milagro eucarístico o “Milagro de la Ola” de 1906, cuando, por Gracia y guía del Señor, el fraile agustino Gerardo Larrondo condujo al pueblo de Tumaco a orar y contemplar un milagro de salvación ante la inminente destrucción; cuando al aproximarse un tsunami, puso el Santísimo Sacramento frente al mar, como un símbolo de protección, fe y abandono en el Señor.La Prefectura Apostólica de Tumaco, liderada inicialmente por monseñor Bernardo de Elizalde, pasó por varias etapas de transformación. En 1954, la jurisdicción fue entregada a la Orden de los Carmelitas Descalzos. Finalmente, bajo el liderazgo del carmelita colombiano monseñor Gustavo Girón Higuita, en 1999 se constituyó oficialmente como Diócesis.En los años 70, cuando, frente al alacance de las emisoras ecuatorianas, eran pocas las emisoras colombianas que se lograban sintonizar, surgió Radio Mira, "la voz del pueblo y el alma de la comunidad". Fue el sacerdote carmelita Félix Acosta, con sus cualidades innatas de comunicador, aficionado de la radio, quien le propuso a monseñor Miguel Ángel. La agencia de ayuda internacional de la Iglesia Católica en Alemania Adveniat, dio los recursos para la compra de los equipos. Hoy por hoy, Radio Mira extiende las palabras de Dios y el calor de la fraternidad a los más alejados en diez municipios de la costa pacífica nariñense.Otro momento memorable en la historia de esta jurisdicción eclesiástica es la visita de Su Santidad San Juan Pablo II el 4 de julio de 1986. Durante esta histórica ocasión, se proclamó al pacífico nariñense como pueblo misionero. También con la visita del pontífice se vivió un ambiente de paz y esperanza para el pueblo nariñense:"No había en ese momento violencia en el territorio...Nos anunciaba un Cristo que deseaba para el territorio del Pacífico una vida digna y en paz", narra el padre José Ricardo.La Diócesis también ha enfrentado grandes desafíos, especialmente en la década de 1990, cuando acompañó a las comunidades afrodescendientes en la defensa de sus derechos, promoviendo la implementación de la Ley 70 de 1993, que reconoce y garantiza los derechos de las comunidades negras, raizales y palenqueras.Hoy, la Diócesis de Tumaco continúa su misión pastoral, fortaleciendo la participación del laicado y recordando la riqueza de su historia y cultura. Este aniversario número 25, que han celebrado a través de diferentes actividades litúrgicas, pastorales y culturales, ha sido una invitación especial a renovar la fe y el compromiso con la comunidad, honrando el legado de quienes han trabajado incansablemente por el bienestar espiritual y social del pacífico colombiano.Vea el documental a continuación:
Jue 24 Oct 2024
La Arquidiócesis de Cali: su rol como anfitriona de la COP16 y su apuesta por la Pastoral de la Tierra
Bajo el pastoreo de monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, la Arquidiócesis de Cali, Iglesia particular anfitriona de la COP16 que se adelanta en la capital del Valle del Cauca, le apuesta a la consolidación de la Pastoral de la Tierra. A través de ella, buscarán, cada vez más, articular, animar y visibilizar las iniciativas que se vienen desarrollando a nivel eclesial y de la mano de las comunidades, para contribuir en la mitigación del impacto negativo que el ser humano está causando al medio ambiente y, especialmente, a la biodiversidad.Es la Vicaría para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, a través de su Diaconía de la Tierra y Prevención, la encargada directa de liderar esta apuesta arquidiocesana por la Pastoral de la Tierra. Su propósito es "fortalecer las capacidades de liderazgo, autogestión, emprendimiento, prevención y mitigación de riesgos socio-ambientales de las comunidades y colaboradores de la Arquidiócesis de Cali, a través de espacios formativos y acompañamiento en los procesos orientados a la transformación de sus realidades", integrando los tres dimensiones fundamentales del ser humano: la espiritual, la personal y su relación con el medio ambiente.Según lo ha indicado la Arquidiócesis de Cali, esta Diaconía enfoca su misión en la promoción de una “Cultura de la Prevención”, "que busca motivar la globalización del amor, entendido como el valor fundamental que mueve a las personas a cuidarse a sí mismas, a relacionarse fraternalmente con su entorno y a velar por el bienestar de las personas que por diversas situaciones son los menos favorecidos y la Casa Común".En el campo del emprendimiento, se destaca también el apoyo brindado por la Iglesia a aquellas iniciativas comunitarias que parten del aprovechamiento respetuoso y sostenible de la naturaleza. Entre ellas, proyectos de emprendimiento agroecológico, de huertas verdes y manejo de plásticos.El padre Diego Fernando Guzmán Ruiz, director de la Vicaría para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, ha resaltado la importancia de que quienes participan por estos días en la Conferencia de las Partes, visiten las diferentes actividades y exposiciones que ha programado la Iglesia de Cali, para que se apropien, aún más, del cuidado de la casa común en el que tanto ha insistido el papa Francisco. La mayoría de ellas están ubicadas en el corazón de la zona verde de la COP16, específicamente en la sede de la Unicatólica.Vea a continuación el informe audiovisual:Sobre el rol de la Arquidiócesis de Cali, también le puede interesar otra nota elaborada por el Centro para las Comunicaciones del CELAM presente en la COP16. Para verla, haga clic AQUÍ.
Vie 18 Oct 2024
Asesinato de Sofía Delgado Zúñiga: repudio, dolor y llamado a la acción en la Diócesis de Palmira
A través de un comunicado, el obispo de la Diócesis de Palmira, monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, rechazó el atroz asesinato de la niña Sofía Delgado Zúñiga de 12 años de edad, en el corregimiento de Villagorgona, Candelaria, Valle del Cauca. El prelado afirmó que “estos crímenes son una herida profunda en el corazón de nuestra sociedad” y, además, representan un llamado urgente a la acción.“No podemos permitir que los niños sigan siendo víctimas del asesinato, de la utilización, el reclutamiento y el abuso”, enfatiza.En el mensaje, monseñor Gallego se une al dolor y a las plegarias de su familia ante esta pérdida irreparable. “Nos duele como sociedad, como Iglesia, como comunidad. Acompañamos su dolor y exigimos que estos actos no queden impunes”, agrega el prelado.Además, el Obispo de Palmira también pide a todos los actores eclesiales, sociales y estatales, asumir compromisos para proteger y defender la dignidad de los niños y niñas:“Es nuestro deber sagrado garantizarles un presente y un futuro de paz, donde puedan crecer seguros, amados y respetados. Como Iglesia, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por la construcción de una sociedad más justa y humana, en la que la vida de cada infante sea protegida con todo el amor y la dignidad que merecen”, expresa monseñor Rodrigo Gallego.
Mié 16 Oct 2024
Manifiesto de la Pastoral Afrocolombiana: hacia el fortalecimiento del “rostro negro” de la Iglesia Católica
A través de un manifiesto, quienes lideran, animan y acompañan la Pastoral Afro en Colombia reafirman su compromiso con el fortalecimiento de los procesos de evangelización en sus territorios “desde el ser, el pensar y el soñar” del pueblo negro. Además, con su contribución a las diversas organizaciones sociales, de género y étnicas presentes en los territorios; de tal manera que se logre avanzar hacia la búsqueda de dignidad, igualdad, equidad, justicia, desarrollo y paz en las comunidades. En el mensaje, los sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que se desempeñan como agentes de la Pastoral Afrocolombiana también asumen un compromiso directo con la promoción y formación de diversos liderazgos en medio de sus comunidades, ayudando a “que la diversidad y la juventud sean dinamizadores de nuestro ser como Iglesia”, enfatizan.Allí también confirman su participación en el Jubileo del 2025 convocado por el papa Francisco, especialmente, propiciando espacios de comunión eclesial en medio de la amplia diversidad étnica y geográfica de Colombia; todo esto, - expresan- “para continuar nuestra caminada como Iglesia con rostro propio, desde las directrices de nuestra Iglesia Católica”.La declaración es fruto del XXI Encuentro de Pastorales Afrocolombianas -EPA-, desarrollado el pasado mes de septiembre en la ciudad de Cartagena, en el que participaron cerca de 200 personas de diferentes territorios del país. En él, se desarrollaron diferentes actividades de formación, espiritualidad, trabajo colectivo e intercambio cultural.Este EPA que se desarrolló bajo el lema “UBUNTU: Espiritualidad afro para una Iglesia profética”, permitió reconocer la riqueza cultural y espiritual del pueblo afrocolombiano, así como las diversas realidades sociales, muchas veces complejas, que enfrentan actualmente sus comunidades.El encuentro fue acogido por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, y acompañado por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. También estuvo presente el padre Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, IMC, Director del Área de Etnias del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano. Vea a continuación el informe del encuentro, elaborado por la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Cartagena: