SISTEMA INFORMATIVO
Para orar, meditar y vivir
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Por Monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo - “Ojos y oídos bien abiertos”
Para comenzar nuestra meditación de hoy, partamos de cinco máximas que se enseñan en el movimiento scout, en la rama de los lobatos. Se trata de las máximas fundamentales para sobrevivir en la selva, son a su vez las palabras mágicas que debe aprender el niño al inicio de su proceso de formación en el movimiento mencionado. Son máximas tomadas del “libro de la selva”:
• El Lobato piensa ante todo en los demás.
• El Lobato tiene los ojos y los oídos bien abiertos.
• El Lobato es limpio y bien aseado.
• El Lobato dice siempre la verdad.
• El Lobato es alegre.
Continuando nuestro proceso de formación en la escuela de discipulado, escuchemos ahora las máximas o palabras mágicas que Jesús, el Señor dirige a sus discípulos:
1.No temas, pequeño rebaño: porque vuestro Padre ha tenido a bien darles el reino
El discípulo no puede ser temeroso. El discípulo sabe en quién ha puesto su confianza. El discípulo sabe que su Padre celestial cuida de él y por eso se confía en Él. El discípulo se reconoce un hijo amado del Padre y por eso no tiene porque temer. Dice la Palabra, salmo 36: “Sea el Señor tu delicia. Él te dará lo que pide tu corazón. Encomienda tu camino al Señor, confía en Él y Él actuará. Descansa en el Señor y espera en Él, los que esperan en el Señor poseerán la tierra. El Señor asegura los pasos del hombre. Se complace en sus caminos, si tropieza, no caerá, porque el Señor lo tiene de la mano. Confía en el Señor, sigue su camino”. El seguidor de Jesús debe vivir sabiendo que el reino del Padre es ya una realidad en él. Su vida goza del cariño, la protección y la seguridad que el Padre otorga. Hermanos, creámosle a la Palabra.
Preguntas: ¿Hermanos, vivimos confiando absolutamente en el Padre celestial o vivimos en la desconfianza y en el miedo? ¿Por qué tanto temor al futuro? No temas, pequeño rebaño. Dios nos ama y nos ha prometido la vida eterna, a quiénes creamos en Él. Tengamos en cuanta las siguientes palabras de San Agustín al interpretar el texto: “Si, a pesar de las fatigas diarias, perpetuas y gigantescas, ponen los hombres tanto cuidado en morir lo más tarde posible, ¡cuánto mayor no debe ser el esmero para no morir nunca! Sin embargo en esto nadie quiere pensar”. No temas, pequeño rebaño. Hermanos, pensemos en Dios, pensemos en nuestro futuro con Él y en Él. En nuestra vida cristiana el futuro es ya, porque quien vive en Dios, ya vive en la eternidad. Recordemos las palabras de la Beata Isabel de la Trinidad: “Qué importa estar en el cielo o en la tierra. Vivamos en el amor para glorificar al Amor”.
El cristiano, cristiano, el que ha tomado en serio el don de la fe; quién de verdad, verdad, es ya discípulo del Señor vive inserto en el reino de Dios; reiteremos esto nuevamente con el testimonio de la Beata en mención: “Yo he hallado mi cielo en la tierra en mi querida soledad del Carmelo, donde vivo a solas con Dios solo. Todo lo hago con Él. Por eso realizo las cosas con alegría divina. Que barra, trabaje o haga oración, todo me resulta encantador y delicioso porque descubro a mi divino Maestro en todas partes”.
2.Vendan sus bienes, y den limosna
Una vez más se aborda en el evangelio de Lucas el tema del dinero. Es una exhortación continua, en la cual el Señor pretende instruir muy bien a sus discípulos. Quien de verdad opta por ser cristiano seriamente, debe entender que su vida no depende de sus bienes. Los bienes materiales son necesarios, pero no son la vida. El dinero no puede ser el móvil de uno a quien el Padre le ha confiado su reino.
3.Dónde está tu tesoro, allí está tu corazón
El corazón para la sagrada escritura es fundamental porque es allí, donde se anidan los sentimientos de bendición o de perdición. El corazón es el centro de las emociones, de las pasiones y de los sentimientos; el corazón es el centro de la “inteligencia emocional”. El corazón es un órgano físicamente esencial para conservar la vida. Igualmente ocurre en la vida espiritual, sin un corazón sano no hay vida espiritualmente sana y no podrá existir una relación sana y trasparente frente a Dios y frente a los hermanos. Sin un corazón sano jamás reconoceremos la presencia de Dios en nuestras vidas. La persona que no posee un corazón sano espiritualmente vive en conflicto con Dios y con los demás.
Custodia tu corazón dice el Papa Francisco. Custodia tu corazón es lo que le dice el Señor a sus discípulos, porque “dónde está tu tesoro allí está tu corazón”. Hermanos: ¿Cuál es el tesoro de nuestra vida? ¿A qué o a quienes le hemos endosado nuestro corazón? ¿Cuál es la razón de ser de nuestra vida? ¿Tenemos una razón por la cual luchar? ¿Esa razón por la cual luchamos es realmente importante, es trascendental o pasajera?
Para custodiar nuestro corazón es fundamental: Orar; estudiar la Palabra; el amor al hermano; respetar y amar la naturaleza; conocer nuestra fe (formación); anunciar el reino, esto nos enriquece y nos ayuda a ser custodios de nuestra fe.
4.Estén siempre en vela
Dice el Señor a sus discípulos en el huerto de los olivos: “Estén en vela y en oración para que no caigan en la tentación, porque la carne es débil y el espíritu es fuerte”. El Señor continua formando a sus discípulos y Él sabe de la debilidad de cada uno de ellos, por eso, los invita a estar en actitud vigilante. Estén despiertos, atentos, cuídense de no caer en la tentación.
Sin vigilancia no hay perseverancia y sin perseverancia es imposible la fidelidad. Para permanecer en la fe es necesario mantener los “ojos y los oídos bien abiertos”. San Pedro dice: “Estén sobrios y vigilantes, porque el diablo, como león rugiente anda buscando a quién devorar, resistan firmes en la fe(1 Pe 5,8). Por los sentidos externos entran a nuestro corazón los buenos o los malos deseos.
5. Ser administradores fieles y solícitos
Frente al Señor cada uno deber dar a la medida de sus capacidades. Dice San Agustín: “¿Qué tienes que no lo hayas recibido del Señor?” La vida es un don, la fe es un don, los bienes que se poseen son dones que Dios nos ha dado. Pedro le pregunta al Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? Él le responde con otra parábola que termina con la siguiente máxima: “Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá”. Es decir, cada uno debe dar en cuanto ha recibido. Hemos recibido el don de la fe y de la esperanza, tenemos que dar fe y esperanza, el cristiano no puede ser una persona derrotada. No podemos enterrar nuestros talentos, debemos ponerlos a producir. “Cada ser obra de acuerdo a lo que es su ser”. Somos discípulos del Señor, debemos entonces pensar, obrar y vivir como discípulos del Señor.
El evangelio nos invita a ser proactivos a ser misioneros y difusivos. La Palabra de Dios nos convoca a gastar nuestra existencia con responsabilidad y buscando siempre producir frutos de eternidad, de paz y de fraternidad.
Tarea:
Continuar con la lectura del libro de los proverbios.
“El divorcio exprés”: una píldora que no sana
Lun 2 Dic 2024
Una sociedad que odia a los niños
Jue 28 Nov 2024
Jue 28 Nov 2024
La Cruz, lugar del reinado de Cristo
Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Celebramos en este domingo a Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo. El reinado de Jesús, no es de este mundo, sino que es la instauración del Reino de Dios en la humanidad entera, desde el madero de la Cruz. Jesús durante el desarrollo de su misión siempre esquivó los momentos en que lo iban a proclamar rey, pero cuando iba camino a la cruz, respondiendo a Pilatos, Él comienza a aceptar que es Rey, no a la manera humana, sino desde la lógica de Dios: “Pilato volvió a entrar en su palacio, llamó a Jesús y le interrogó: ¿eres Tú el rey de los judíos? Jesús le explicó: mi Reino no es de este mundo. Si lo fuera, mis seguidoreshubieran luchado para impedir que yo fuera entregado a los judíos. Pero no, mi Reino no es de este mundo” (Jn 18, 33-36).En la respuesta de Jesús a Pilato queda claro que su reinado no es a la manera humana, ni como lo concibe el poder político del momento, ni como lo esperan muchos de los que lo siguen, sino que su misión es reinar desde el servicio, dando testimonio de la verdad; un reinado que lo vive desde la Cruz, lugar desde donde sirve a la humanidad, perdonando nuestros pecados y dándonos la salvación eterna: “Pilato insistió: Entonces, ¿eres rey?Jesús le respondió: Soy rey, como tú dices: Y mi misión consiste en dar testimonio de la verdad. Precisamente para eso he nacido y para eso he venido al mundo. Todo el que pertenece a la verdad escucha mi voz” (Jn 18, 37).Esta declaración de Jesús ante Pilatos, que Él es rey, precisamente cuando está a punto de morir en la cruz, deja el camino trazado para el discípulo misionero. Un cristiano es un seguidor del Señor, dando testimonio de Él desde el servicio y el lugar del servicio es el último. En una sociedad donde muchos quieren construirse un trono sobre las cenizas de los demás, Jesucristo Rey del Universo, nos enseña que su reinado es ocupar el lugar de la Cruz, para el servicio a los otros, levantando al que está caído en medio del camino a ejemplo del buen samaritano: “Jesús dirigiéndose a sus discípulos añadió: si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz, y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero que el que pierda su vida por mí, la conservará. Pues ¿de qué le sirve a uno ganar todo el mundo, si pierde su vida?” (Mt 16, 24-26). El camino que el discípulo misionero debe seguir es el camino de la Cruz, renunciando libre y voluntariamente a su propia comodidad, para entregar la vida a Dios y a la Iglesia, para transmitir la fe a otros cumpliendo con el mandato del Señor de ir por todas partes a anunciar el Evangelio: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 19-20).En la salida misionera para el anuncio del Reino de Dios, el discípulo misionero tiene la certeza de la compañía de Jesús todos los días hasta el final de los tiempos, pero también sabe con toda claridad, que corre la misma suerte del Señor si se decide a renunciar a sí mismo y cargar la Cruz, reinando con Jesús desde el último lugar. En este sentido, el documento de Aparecida nos dice: “El discípulo experimenta que la vinculación íntimacon Jesús en el grupo de los suyos es la participación de la Vida salida de las entrañas del Padre, es formarse para asumir su mismo estilo de vida y sus mismas motivaciones, correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión de hacer nuevas todas las cosas” (DA 131), naciendo de nuevo para poder tener parte de un lugar en el Reino de Dios.Todo el trabajo pastoral y la evangelización que realizamos a lo largo del año, tiene como objetivo hacer que Jesús reine en el corazón de muchas personas y esto será posible si enseñamos a los fieles a renunciar a sí mismos y cargar la cruz para nacer de nuevo desde la Cruz del Señor, transformados por la gracia, para ver el Reino de Dios, “el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios” (Jn 3, 3), de tal manera que el proyecto pastoral tiene a Jesucristo Rey como centro, a quien “hay que conocer, amar e imitar, para vivir en Élla vida trinitaria y transformar con Él la historia hasta su perfeccionamiento en la Jerusalén celeste” (Novo Millennio Ineunte 29), que preparamos cada día de nuestra vida centrada en Jesucristo, que reina en nuestro corazón, hasta que podamos decir con entusiasmo“Tú eres el Cristo, venga tu Reino”.Como creyentes en Jesucristo Rey del Universo, tenemos la misión de ser reflejo del reinado de Cristo en el mundo, renunciando a nosotros mismos y cargando con la Cruz, para tener la vida eterna, cumpliendo el mandato misionero que será posible si nos abrimos a la gracia que nos trae Jesucristo Rey para hacernos hombres nuevos en Él, construyendo el Reino de Diosen este mundo, desde la caridad, para llegar un día a participar de la gloria de Dios en plenitud con Jesucristo Rey. Que la Santísima Virgen María, madre de la esperanza y el glorioso patriarca san José, custodio de nuestra vida, alcancen del Señor la gracia para servir desde la Cruz, lugar del reinado Cristo. En unión de oraciones, reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta
Jue 14 Nov 2024
Una pastoral hecha con ardor
Por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Durante los dos últimos años, después de llevar a cabo un amplísimo proceso sinodal desarrollado en las parroquias, arciprestazgos y vicarías, buscando dar continuidad a los procesos de evangelización y de pastoral que se han venido realizando en nuestra Iglesia particular, entrego a la comunidad eclesial de la Arquidiócesis de Cali las líneas pastorales generales 2025 – 2027.El objetivo general definido es “propiciar en la Iglesia particular de Cali procesos evangelizadores en y desde el bautismo, de manera que lleven al encuentro personal con Cristo, a través de la misión permanente, sirviendo al desarrollo humano integral y solidario de todos y el cuidado de la casa común”.Como se pueden dar cuenta, no se habla de plan pastoral. El plan o diseño de la acción pastoral, se deja en manos de los párrocos y líderes de pastoral en cada una de las parroquias, instituciones de educación y de pastoral específica. Como arzobispo es mi deber ofrecer unas orientaciones o líneas de acción de carácter general que permitan aplicar las mismas a las distintas realidades.Por otra parte, hemos pensado que el espacio de tiempo no podía ser muy largo, pues si bien es cierto que se necesita vislumbrar o casi anticipar la Iglesia del futuro de forma prospectiva, los cambios son tan profundos y veloces que no permiten definir acciones de largo impacto, y casi ni siquiera las que tienen que ver con otros asuntos, tan necesarios para la pastoral, como los administrativos y financieros. Es por eso que definimos estas líneas para el tiempo inicial de tres años: 2025, 2026, 2027, dando inicio el primero de febrero de 2025, para terminar en enero de 2028.El estilo de la redacción es sencillo, para que sea un instrumento accesible a todos y pueda ser asumido por todos.Bajo la figura del corazón vivo, con circulación de sangre hacia adentro (sístole) y hacia fuera (diástole), hemos definido en cuatro los ejes que animarán la vida pastoral en nuestra arquidiócesis.La sístole está dada por los ejes del bautismo y el año litúrgico; y la diástole, por la familia, la vida y la esperanza.Con la toma de conciencia de la importancia del BAUTISMO, se pretende motivar a que los bautizados se sientan realmente discípulos y en comunidad adquieran una vida bautismal a partir del encuentro personal con Jesucristo. Ello será posible en la medida en que se adquiera el propósito de participar en una propuesta formativa integral disciplinar que responda a la necesidad de vivir el bautismo como proyecto de vida cristiana.Además, consideramos necesario desarrollar una presencia arquidiocesana de formación y acompañamiento del mundo virtual, generando procesos de encuentro personal con Jesús y ayuden a todos a conocer y seguir al gran Maestro que salva y libera.Con el AÑO LITÚRGICO estaremos llamando a los fieles a celebrar la fe que tenemos, pues nuestra fe no es ni puede ser solo conceptual, ni teórica, nuestra fe es celebrativa y testimonial. Valorar el domingo y los tiempos fuertes del año litúrgico ayudan sin lugar a dudas a tomar conciencia de que somos una Iglesia Evangelizada y Evangelizadora, que celebra y testimonia su fe más allá de los ritos, pues la fe debe hacerse vida.Con el eje de LA FAMILIA se está dando respuesta al gran desafío social y de fe que tenemos, que consiste en recuperar el tejido social de la familia, que nace del corazón de Dios, y así asumir los retos de ser testigos y defensores del gran don ofrecido por Dios, que es la vida, así como el cuidado de la casa común.Recuperar la sacramentalidad y el ministerio de la conyugalidad, acompañar a las familias para que sean iglesias domésticas y las familias en dificultad, es algo que urge. También, en ese mismo contexto no se pueden dejar a un lado las acciones orientadas a promover una comunidad parroquial y eclesial inclusiva y dinámica que inspire a niños, niñas, adolescentes y jóvenes a descubrir y vivir su fe en Jesús de manera activa y comprometida, sin olvidar la cultura del cuidado, pues la Iglesia debe seguir siendo un lugar seguro para todos.Finalmente, LA ESPERANZA. Los tiempos que vivimos no son fáciles y esta virtud teologal se puede perder. Por tanto, se pretende ayudar a los fieles a leer y vivir los signos de los tiempos. El desafío grande que tenemos es acompañar a una sociedad que no tiene ojos para ver lo que Dios nos está diciendo a través de sus signos. Por eso la eficiente y eficaz acción social de la Iglesia, iluminados siempre por el Evangelio y la Doctrina social de la Iglesia, será un motor que ayude a los más pobres y necesitados, de todas las periferias existenciales, a no perder la esperanza. Ante una cultura de muerte que se quiere imponer, nuestras líneas pastorales le apuntan a fortalecer la cultura de la vida y de la paz.Pido a todos los miembros de nuestra familia arquidiocesana a apropiarse de estas líneas pastorales generales, con las cuales se pretende solo hacer posible que el Reino de Dios crezca abundante en cada uno de nosotros.Las ponemos bajo la protección amorosa de Nuestra Señora de Los Remedios, nuestra patrona.Mons. Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali
Vie 8 Nov 2024
Matrimonio y familia: don de Dios
Por Mons. Héctor Cubillos Peña - La vida de pareja, como la de familia, son un don de Dios a la humanidad, que Él ofrece como camino de luz, verdad y amor. La Iglesia está llamada a anunciar la buena noticia sobre el amor humano.1.“Hagamos al hombre nuestra imagen y semejanza” (Gn 1, 26)Con estas grandiosas palabras introduce el Génesis los relatos sobre la creación del hombre como culminación de la obra creadora divina. El “hagamos” está indicando esta determinación eterna de crear al género humano. Según la tradición la Iglesia puede ser considerado como una deliberación de Dios con sus ángeles, o también como la expresión de la consideración del Dios trinitario que determina crear al ser humano en una clara referencia al Hijo encarnado como imagen del hombre.El hombre es descrito como “imagen y semejanza”, lo cual pone de relieve una especial relación con Dios, diferente y superior a la relación con las demás creaturas. “Hagamos” pone de presente que el hombre ha sido creado por Dios, y que éste es su dueño y Señor; de Él procede, en Él existe y hacia Él se orienta en su existencia. De esta verdad no es posible alejarse ni negarla. La afirmación del Génesis de Dios al concluir su obra lo dice todo: “y vio Dios que todo era bueno” (Gn 1, 31)El ser el hombre imagen, ícono y semejanza de Dios, explícita esas realidades propias de lo humano: su ser personal e individual, su capacidad para escuchar y responder, su inteligencia, libertad y voluntad. El hombre y la mujer son semejantes a Dios, pero no iguales. El ser humano es por tanto la obra más perfecta y maravillosa de Dios; colocada por él como centro y señor de la creación; único ser capaz de acoger y corresponder al don de la vida y el amor que el Creador ha establecido conceder a su creatura. De esta condición se desprende su obligación, su valía y su condición sociable.2.“Hombre y mujer los creó” (Gn 1, 27)Otra de las grandes afirmaciones de la Palabra de Dios es la de que los creó diferenciados hombre y mujer. Esta realidad también ha de verse bajo el principio de la imagen y semejanza; juntos reflejan a Dios. La belleza, las propiedades y características de cada uno de los sexos, son obra del Creador. Lo masculino y lo femenino se expresan y se comunican en todas las dimensiones del ser humano: lo físico, lo intelectual, lo afectivo y lo social. Allí se encuentra por tanto la perfección y belleza de lo humano. Ambos son complementarios y están destinados a la unión. Todo intento de querer modificar o destruir esta condición es un atentado contra el ser humano y contra su Creador. Ambos, pues, han de reflejar en su unión la obra divina, bella y completa de Dios. En el hombre y la mujer unidos se hace presente Dios, porque Él es amor. “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mt 19,6)3.“Y se unirá a su esposa y los dos serán una sola carne, de manera que ya no son dos, sino uno solo” (Gn 2,24; Mc 10,8)Hombre y mujer destinados a ser una sola carne. El término carne como también el de cuerpo designan la persona humana en su totalidad desde la perspectiva de su ser relacional y de presencia en la realidad y la historia. La vocación terrena de hombre y mujer, por tanto, es la de ser pareja y en el matrimonio; que es por tanto unidad y comunión. El amor tiende a la unidad sin que se pierda la diferencia; y, Dios es amor (1 Jn 4; 8). La vida matrimonial conlleva la mutua donación por amor hasta la muerte. El verdadero amor excluye toda forma de violencia, opresión, aniquilamiento o separación. En estos tiempos de sinodalidad, del “caminar juntos” se puede contemplar la vida de pareja y también de familia como ser – “caminar en el amor”. La unidad que una pareja está llamada a alcanzar siempre estará sostenida y alimentada por la gracia el Sacramento del matrimonio. La infidelidad y la separación, de otra parte, lamentablemente siempre estarán al acecho para destruir la relación matrimonial. 4.“Gran misterio es este y yo lo refiero a Cristo y a su Iglesia” (Ef 5,32)Estas palabras paulinas tocan lo más profundo del diseño de Dios sobre el matrimonio. El término “misterio” designa el querer de Dios que se orienta al bien y la plenitud de la humanidad.La vida de pareja por tanto se puede contemplar a la luz de la súplica de Jesús a su Padre: “Que todos sean uno como tú Padre y yo somos uno” (Jn 17,21). Es el misterio del amor divino en el amor humano. La vida matrimonial y de familia también han de reflejar el amor entre el Padre y el Hijo; por eso es que en concreto la familia es llamada “iglesia doméstica”. Cristo es la cabeza y la Iglesia la familia, son su cuerpo. Cristo entrega su amor y la pareja responde con amor a Él y esto lo testimonia la familia en el amor de esposos y de padres e hijos.ConclusiónLa vida matrimonial como la familiar son un don maravilloso del amor de Dios. Urge en la actualidad anunciar y testimoniar la belleza del amor en pareja para traer a tantos que se encuentran desorientados o engañados por falsas propuestas. El camino del Sacramento del matrimonio es verdadero camino de amor, de felicidad y también de santidad.+HÉCTOR CUBILLOS PEÑAObispo de ZipaquiráMiembro Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia
Jue 7 Nov 2024
Sobre “La Paz Total”
Por Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía- Cada gobierno “apellida” su plan de paces con armados ilegales y su propuesta de convivencia ciudadana. Este no es la excepción. Solo que aplicó apenas uno de los cuatro principios para el abordaje de la transformación, señalados sabiamente por el Papa Francisco en “La Alegría del Evangelio” (números 217 al 237): “El todo es superior a las partes”. Los otros tres son:1.”El tiempo es superior al espacio”.2.”La unidad prevalece sobre el conflicto”.3. “La realidad es más importante que la idea”.La idea de “totalidad” de los actores armados, si bien se asume a los “actores de la ilegalidad” contra todo derecho y de “la rebeldía contra todo el sistema”, no integra, directamente, como gran gestor estatal de paz frente al “enemigo interno”, desde el “monopolio de las armas”, la acción de la fuerza pública. Esta ha de ser llamada, no solo a disuadir, sino también a persuadir y a reintegrar, en la protección y defensa del bien común, a quienes se han alzado en armas.Este Gobierno ha dado un primer paso, importante al poner un jurista de talla internacional como ministro de defensa, e iniciar un “despegue de doctrina”, que convertía la fuerza estatal en un enemigo más de la paz y de los derechos humanos y civiles, afectados por la corruptela clasista y mafiosa.Creo que la permanencia y estabilidad en ese propósito se enfrenta con la tentación de agudizar la guerra que le hacen las ultraderechas, a coro con los grupos armados, “pescadores en río revuelto” a cada instante. “Volvimos a lo de antes”, “retrocedimos”: es su canto electorero para volver a los esquemas que llamaron de “seguridad democrática” o de “paz con legalidad”.Pero abrir ventanas de contacto y mesas de diálogo por todos lados, y lanzar propuestas tan audaces como la compra estatal de cosechas de coca y retoma de territorios “con oferta estatal integral”, o de financiar jóvenes pandilleros del conflicto urbano a cambio de que abandonen el asesinato y, por ende, las armas en las calles, son propuestas que requerirían:a) De un músculo muy fuerte de sociedad poblacional en cada territorio; b) De simultaneidad de ceses al fuego y simultaneidad de mesas; c) De concurrencias del Estado en sus instancias local, regional y nacional; d) De la inversión, financiamiento y acompañamiento duraderos por parte de la Nación y de la misma comunidad internacional.Estado, población, concurrencias territoriales y sectoriales, y una “hoja de ruta nacional, son un enorme desafío, que le daría el marco constitucional a la “Ley de paz total”, la 2272 de 2022, focalizando el propósito y confiándole las riendas a las poblaciones que se constituyan, a nivel municipal y de comunas urbanas y resguardos o entidades territoriales étnicas, como ACTOR CIVIL Y COMUNITARIO de la “Paz Total”.En suma, los constitucionalistas y el poder legislativo y judicial, junto al poder ejecutivo del Estado en cada instancia y a los poderes e instituciones sociales, requerirían sintonizarse en la pacificación nacional por vía de “democracia para la paz” , como está en la agenda que venía retomándose entre el ELN y el actual Gobierno.Entre otras, porque entrar de lleno en este segundo punto, seguido después del más motivacional ya firmado, el de “participación de la sociedad en la construcción de la paz”, podría y debería ser el nuevo arranque de esa envolatada mesa de diálogos.Interesar a la ciudadanía en este propósito resulta apremiante. Casos reiterados como crímenes y asesinatos de niñas y niños, ahora focalizados en el secuestro, abuso y despedazamiento de Sofía Delgado, deberían prevenirse con toda la “voluntad colectiva herida”, el caso de Candelaria y Villa Gorgona en el Valle del Cauca; quizás, con una revalidación ética o moral de la cédula de todo ciudadano, a modo de plebiscito o cabildo y /o audiencias públicas, como mecanismo de sensibilización y prevención de crímenes como este.A grandes males, más grandes remedios, más allá de griterías, quemas, linchamientos, cárcel y castigo, o tontos clamores de “pena de muerte” y cosas similares.Una población empoderada de su convivencia pacífica, de su desarrollo integral y de su solidaridad social, se vuelve actor y protagonista de la construcción de paz, ahora y más allá de uno u otro gobierno.+Mons. Darío de Jesús Monsalve MejíaArzobispo Emérito de Cali