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conferencia episcopal

Vie 3 Dic 2021

Toda carne verá la salvación de Dios

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO Diciembre 05 de 2021 Primera lectura: Baruc 5, 1-9 Salmo: 26(125), 1-2ab.2cd-3.4-5.6 Segunda lectura: Filipenses 1, 4-6.8-11 Evangelio: Lucas 3, 1-6 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: * El gozo, la alegría por la presencia de Dios; Él cuida en detalle y con respeto de su pueblo, de cada uno de nosotros, cobijándonos –como un árbol frondoso- para que nuestra vida sea un fruto admirable de santidad. * La alegría por la presencia del Señor se nutre y mantiene por medio de la oración hecha siempre con alegría y absoluta confianza en la providencia infalible de nuestro Señor. * La permanente necesidad de hacer anuncio kerigmático de nuestra fe, al estilo del Bautista; por boca de Juan se anuncia la presencia visible de Dios; por la predicación de la Iglesia se anuncia la alegría de su permanencia. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios, en el libro de Baruc, subraya el valor importantísimo de la alegría que se traduce en gozo. Este gozo es fruto de una relación profunda con el Espíritu de Dios y viene a ser fuerza determinante del actuar, pensar y hablar de una persona. El Salmo responsorial es un canto sublime a la alegría que se debe conservar aún en medio de las adversidades y luchas de la existencia humana. La alegría que viene de Dios no tiene límites, ni está supeditada a los vaivenes del mundo: es permanente por ser don de Dios. En la segunda lectura vuelve a aparecer con fuerza el tema de la alegría que se hace práctica en la confianza que viene a ser el modo de decidir, siempre, en relación con el Señor. Realmente quien confía en el Señor sabe con certeza que lo que Él quiera, eso es lo mejor y más claro para la santificación. La misión de san Juan Bautista fue única y especial: anunciar y mostrar la presencia del Señor entre los hombres. Un bautizado que se toma en serio su vida de relación con Cristo, asume la misma tarea: ser precursor del Señor para los demás, es decir, señalar, con su ejemplo de vida, el camino que conduce hacia Cristo y a la santidad. Juan Bautista fue un ejemplo insigne en todo y por ello se constituye en un excelente estímulo para seguir a Cristo, sabiendo que el modelo es el Señor, pero, los santos nos mueven con gusto a emprender la tarea siempre admirable de ser excelentes discípulos. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Definitivamente el Señor siempre es fiel y acompaña con gran poder y misericordia a su pueblo, cuidándolo de manera especial a través de pastores, profetas y santos. Hoy tenemos la figura de San Juan Bautista; es del único santo, junto con la Virgen Santísima, de quien se celebra la fiesta de su nacimiento y de su tránsito al Cielo. Esto nos da la medida de la grandeza de Juan Bautista en la historia de la salvación, pues, se trata del “Precursor del Señor”, el último de los profetas del Antiguo Testamento y el primero del Nuevo; el único profeta que pudo ver al Mesías, el esperado de todos los siglos, cara a cara. De él tenemos tanto para aprender: Que Dios siempre tiene misericordia de todos; que hemos de crecer en santidad y afianzar nuestro carácter para no equivocar el camino; que hemos de ser fieles a Dios hasta las últimas consecuencias, sin vender nuestras conciencias ante la doblez de la vida y la injusticia de la inmoralidad. Este Evangelio nos hace proclamar con alegría que la mano de Dios siempre está para acompañar nuestros pasos y llevarnos al feliz término de la santidad y la vida eterna. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Es tiempo para vivir la alegría como antídoto para la tristeza. Contrastes que tocan la vida existencialmente y son experiencia de vida, pero, cuando vamos sintiendo que la alegría es, particularmente, un fruto del Espíritu Santo y, por lo tanto, perdura, ¿por qué dar espacio a la tristeza? La tristeza desdice de la esperanza y oculta la alegría que está por sí misma en la persona, gracias al Espíritu Santo. Si esto es así, entonces, recordamos aquel bello verso poético: “Y no estés triste nunca, que es pecado estar triste” (Amado Nervo, 1898). Ciertamente si el pecado nos separa de Dios y la tristeza es opuesta a la alegría que nos trae el buen Señor de Cielo y Tierra, albergar vestigios de tristeza es negar la acción misma de nuestro Señor que trae paz y serenidad, es como “expulsar” al Espíritu de Dios de la vida. Jesús nos enseña que la alegría del mundo no lo es en verdad; dicho de otro modo, no hay mayor tristeza que la alegría mundana porque es un placer que pasa, un gozo fugaz que nos oculta la verdad y nos extravía del buen camino, una dicha que se evapora ingratamente y no deja nada, absolutamente nada. Vale la pena revisar la vida y pensar seriamente: ¿soy feliz? ¿soy alegre? ¿soy triste? Porque, como escribía Santa Teresa de Jesús, “¡cuán triste es Dios mío, la vida sin ti!”. La vida en Dios es alegría notoria, la vida sin Dios es tristeza evidente. _____________________ Recomendaciones prácticas: • Motivar a las familias para que instalen en sus casas el Pesebre y hacerlo bendecir por el párroco o su vicario. La bendición del pesebre se puede encontrar en el Bendicional nn, 1243-1251. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Al reunirnos hoy para celebrar nuestra fe, damos gracias a Dios por la alegría como don del Espíritu Santo. Lo hacemos en espíritu de gozo al recibir a Jesucristo, Señor nuestro, en su Palabra y Eucaristía. Celebremos esta liturgia con esperanza y amor. Monición a la Liturgia de la Palabra Al escuchar la Palabra de Dios, que siempre es viva y eficaz, atendamos con corazón limpio; la escuchamos en actitud de los discípulos que se nutren de la palabra que sale de la boca de Dios mismo para indicarnos siempre el camino de salvación. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Queridos hermanos, dirijamos con confianza al Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo Pastor de la Iglesia, nuestra oración y súplica, diciendo: R. Oh Señor, escucha y ten piedad 1. Pidamos al Señor por el Santo Padre Francisco, para que pueda proseguir su camino de confirmarnos a todos la fe y la alegría de nuestro discipulado. Oremos. 2. Por el don de la palabra, para que en este camino del Sínodo nos animemos a hablar con valentía y parresía, integrando la libertad, la verdad y el amor. Oremos. 3. Por los Gobernantes de las naciones; para que el Espíritu Santo los asista constantemente en su tarea, y puedan guiar a los pueblos por senderos de paz y prosperidad. Oremos. 4. Por los afligidos, para que encuentren alivio a sus dolores y sepan conservar la fe en medio de sus penas. Oremos. 5. Por esta Asamblea aquí reunida, para que viva plenamente su realidad bautismal con la alegría propia del Espíritu Santo. Oremos. Oración conclusiva Padre Eterno, reaviva en tu Pueblo Santo la alegría de tu presencia y haz que todos los bautizados sirvamos en la evangelización con gozo y generosidad. Por Jesucristo, quien vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.

Jue 2 Dic 2021

Concluye encuentro regional de delegados episcopales y profesores de liturgia

Del 24 al 26 de noviembre, se realizó en la casa de convivencias Ancla, del Seminario Redemptoris Mater de Medellín, el encuentro de delegados episcopales y profesores de liturgia de la regional Antioquia-Chocó, los asistentes centraron su reflexión sobre el Canto en la Liturgia. Las ponencias, que fueron orientadas por especialistas y profesores conocedores del tema, fueron: “iluminación bíblica sobre los salmos”, “la historia de la música sacra”, “el canto litúrgico en español antes y después del Concilio”, “la teología y liturgia de los cantos de la misa”, “características y desarrollo del canto litúrgico a partir del Concilio Vaticano II”. El encuentro, contó con el acompañamiento de monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago, obispo de la Diócesis de Jericó y miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia y del padre Jairo de Jesús Ramírez Ramírez, director del Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). En un ambiente de fraternidad, los participantes, pudieron sacar conclusiones y compromisos pastorales, como también se socializo el programa de los eventos que se tendrán en el próximo año, entre los que se destacan el Encuentro Nacional de delegados y profesores de liturgia y el Congreso Internacional de Liturgia y Pastoral organizado por la Arquidiócesis de Medellín, la Universidad Pontificia Bolivariana y el Departamento de Liturgia del SPEC.

Mar 30 Nov 2021

Subsidio de celebraciones para la conclusión del Año de San José

Con el propósito de animar en las Jurisdicciones Eclesiásticas la clausura del Año de San José, que concluye el próximo 08 de diciembre, en el marco de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, los Departamentos de Doctrina y Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), han preparado un subsidio de celebraciones litúrgicas, que ayudará a vivir este momento de fe para la Iglesia. Teniendo en cuenta el Proceso Sinodal que se adelanta en las Iglesias Particulares, este subsidio permitirá encomendar la etapa diocesana del Sínodo a la protección y amparo del Santo Patriarca, quien, desde hace 150 años, fue declarado “Patrono de la Iglesia”; también busca facilitar la presentación de la vida de San José, a quien el Papa ha definido como una “figura extraordinaria, tan cercana a nuestra condición humana”, como modelo de vida sinodal; es decir, abierto a la escucha, acogedor del prójimo, obediente a la voluntad de Dios y poseedor de virtudes y cualidades propias de quien quiere caminar sinodalmente. El subsidio propone cuatro celebraciones que pueden realizarse en las comunidades parroquiales y religiosas, y en diversos ambientes eclesiales, bien sea en su totalidad o eligiendo la que se crea más conveniente: un retiro espiritual, un septenario, una hora santa y la Misa Solemne que puede ser celebrada antes o después del 8 de diciembre en razón de que la Solemnidad de la Inmaculada tiene precedencia. "Año de San José" Recordemos que la Iglesia Católica puso su mirada desde el pasado 8 de diciembre 2020 y hasta la misma fecha de 2021 en San José, padre de Jesús de Nazaret y esposo de María. Con la Carta Apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Papa Francisco quiso rememorar el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal. Fue precisamente un 8 de diciembre de 1870 cuando Pío IX le otorgó este título a través del decreto Quemadmodum Deus, 16 años después de aprobar el dogma de la Inmaculada Concepción. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar subsidio[/icon]

Lun 29 Nov 2021

Episcopado invita al Foro: Humanización en la atención médica

La Comisión Episcopal y el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia, de manera sinodal con médicos especialistas en temas de humanización de la salud, realizarán el próximo 2 de diciembre, de 8:00am a 12:30 p.m. hora de Colombia, el Foro: "Humanización en la atención médica". Así mismo, el día 3 de diciembre a las 9:00 a.m. en la Diócesis de Riohacha para la celebración de los actos conmemorativos del Día Panamericano del Médico, se ofrecerá una Eucarística pidiendo por todos los trabajadores de la salud y por las personas que han perdido la vida a causa de la Pandemia Covid-19. El Encuentro y la eucaristía se realizarán de manera virtual y serán transmitidos por las redes sociales de la Conferencia Episcopal Facebook y YouTube @episcopadocol y las redes de la Asociación médica Colombiana. En el foro participaran como ponentes: Monseñor Francisco Antonio Ceballos, Obispo de Riohacha, Dr. Juan Camilo Ramírez Ruiz, de Vita Fundation; Dr. Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica Colombiana; padre Juan Carlos Liévano, doctor en Bioética y director del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la CEC; Dra. Luz Marly, Bacterióloga -Asesora de acreditación en salud; Tania Elisa Navarro, enfermera-ESE Hospital Universitario Santander; Ibeth Carines Díaz Granados, psicóloga- líder de humanización de medicina interna; Dra. Lila Margarita Pérez, médico anestesiólogo-Algesióloga; Sor Ernestina Aros, enfermera-gerentóloga; y Ana María Revelo, bacterióloga-Magister en calidad y auditoria en salud. Podrán inscribirse a través del siguiente enlace[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 26 Nov 2021

Testimonio de fe y esperanza que comparte la religiosa Gloria Cecilia

En un tono bajo y sereno la religiosa Gloria Cecilia Narváez Argoty, sostuvo un breve diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, donde devela algunos de los momentos y las dificultades que pasó durante los cuatro años y ocho meses de su cautiverio. Expresa, que, siempre mantuvo viva la esperanza y vivió cada momento con mucha fe, paciencia y humildad, tomada de la mano de Dios y María Santísima. Además, narra cómo siguiendo el carisma de San Francisco de Asís, tuvo todo el tiempo del mundo para contemplar cada detalle del paisaje que le tocó vivir en el desierto. Agradeció por el agua, difícil y precioso líquido de conseguir en estos territorios, avistó el paso de los pájaros que cruzaban de una manera libre por el cielo e incluso bendijo los insultos y el maltrato que cada día recibía por parte de sus captores. A pesar de todo lo vivido durante su cautiverio, la religiosa extiende una invitación para que toda persona se arriesgue a vivir de manera generosa una aventura misionera de servició hacia los demás e incluso dice ella, “de estar dispuestos a entregar la vida sin fronteras por los más necesitados”. Finalmente, al pedirle que ofreciera una palabra de aliento a aquellas personas que sufren el flagelo del secuestro, la hermana Gloria Cecilia los invita a afianzar su fe en Dios y confiar en Él, orar mucho y no perder la esperanza, “solo así -asegura la religiosa- podremos lograr la libertad”. Recordemos que la retención de la religiosa de 59 años, oriunda del departamento de Nariño y miembro de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, se produjo un siete de febrero del 2017, estando ella en desarrollo de su servicio pastoral en la aldea de Karangasso, cerca de Koutiala, unos 400 kilómetros al este de Bamako (República de Malí – África Occidental). Con el propósito de poder compartir con nuestros lectores cada detalle que la religiosa Gloria Cecilia nos narró sobre su retención, presentamos la transcripción completa de la entrevista, que sin lugar a dudas nos llenará de lágrimas, pero también, nos permitirá agradecer a Dios por la vida de esta religiosa y la de tantas religiosas y religiosos que a lo largo del planeta entregan su vida de una manera generosa por los más necesitados. Lea el testimonio completo de la religiosa Pregunta: ¿Cómo vivió su experiencia de Dios durante estos cuatro años y ocho meses de cautiverio en el desierto? Gloria Cecilia. En medio de muchos grupos armados Al Qaeda y Talibanes. Viví con mucha confianza en Dios, con mucha oración desde lo que yo podía contemplar en el desierto, el salir del sol, alababa a Dios, en todo momento agradecí a Dios, como decía San Francisco de Asís: ‘si te azotan considéralo como una gracia’. Yo me decía: ‘acepta este momento como Dios te lo presenta y no quieras pedirle como tú quieres que sea’. Entonces, siempre puse esta prueba que Dios me permitió vivir, este cautiverio con mucha fe en Dios, con mucha paciencia, edificada con mi madre fundadora, la madre Caridad que decía ‘Alabar o callar, dejar que Dios nos defienda’. Dios no se deja ganar en generosidad, agarrarse fuertemente de Dios y de la Virgen Santísima y eso fue lo que yo viví. Yo sabía que nuestra Fundadora intercedió por mí, qué tantas hermanas que pasaron ya en nuestra congregación, que fueron los cimientos y los pilares de nuestra congregación, intercedieron por mí, que mi madre, mi familia, las hermanas de la Congregación y la Iglesia entera oraban por mí. Entonces lo viví con mucha fe, con mucha paciencia, con mucha humildad y pues fui creciendo, mi fe se afianzaba cada vez más, lo viví con serenidad, en ningún momento me desesperaba, claro como es natural uno tiene cierto miedo, pero yo lo viví confiada siempre en mi Dios. P. En nombre de la Vida Consagrada de Colombia, de la Conferencia Episcopal, de manera muy especial de la familia Franciscana le damos la bienvenida. ¿Cuéntenos cómo se fortalece el carisma Franciscano en esta experiencia, cuando San Francisco de Asís nos enseña a contemplar y a alabar a Dios en todas sus creaturas? GC: Yo viví esta contemplación de la creación como San Francisco lo proclamaba, ‘es mi hermana toda la creación’, el salir del sol para mí en el desierto era algo hermoso, contemplar ese color fuerte del sol radiante, ver cómo los camellos subían por esas montañas de arena, seguro caminaron muchos kilómetros, iban a buscar agua a un pozo, porque en el desierto hay que caminar muchos kilómetros para conseguir el agua. Yo alababa y bendecía a Dios por el agua que podía tener, dos litros de agua, yo decía: ‘en un desierto con un calor tan fuerte, como es de valiosa esta agua, como es de preciosa’, como Francisco de Asís lo decía y por ello le daba gracias a Dios; y si de pronto veía algún pajarito, yo contemplaba también ese momento, como Dios en ese pajarito que tenía su libertad iba y venía, podía también alabar y bendecir a Dios; incluso en los insultos y en el maltrato que estos grupos me hacían yo también lo alababa, yo decía, es una oportunidad que Dios me da para revisar mi vida de fidelidad frente a Él, para también purificarme yo y para bendecirlo por esta oportunidad que me da, por la paciencia, por la humildad, yo lo alabo y lo bendigo en todo momento; y si me tiraban un poco de leche o me tiraban lo que fuera, también lo alababa y lo bendecía. Yo sabía que la religión de ellos era el islam, yo me mantenía en mi fe y con la esperanza viva, porque mi familia es muy católica, en mi pueblo y en Nariño mismo somos muy creyentes y desde pequeña mi mamá nos afianzó en la fe y me decía mi mamá: Gloria ‘si uno es fósforo, usted no sea candela’, como mantenerme en esa paz y ser instrumento de paz. Yo pedía por las personas que me tenían secuestrada, dentro de esta espiritualidad Franciscana que es de mucha paz, yo proclamaba la oración de la Paz o a veces yo componía mis propias alabanzas a Dios con lo que yo podía admirar y bendecir, entonces yo creo que esta espiritualidad se afianzó más en el desierto. Y de por sí, vivir esa fraternidad universal dentro de la misión en la que estábamos, con la gente no había diferencia de religión, yo decía ‘aquí estoy frente a grupos extremistas’, es diferente de haber vivido nuestra misión allá en la vereda, allá era la fraternidad lo que nos unía, el podernos ayudar, el poder compartir con la gente y acá es diferente pero en medio de esa diferencia yo respeto mucho y bendigo a Dios. P. Valoramos mucho su testimonio de vida misionera. Qué consejo daría usted a tantos católicos, bautizados que quieren ir a prestar un servicio de misión en Colombia o en otra parte del mundo, a través de la misión Ad Gentes. GC: Les invitaría a ser generosos, estar dispuestos a entregar su vida sin fronteras, no encerrarnos. Nosotros sabemos que aquí en Colombia hay mucha necesidad; yo he tenido la oportunidad de estar en el Putumayo, en el Caquetá, en la bota Caucana, también en Bocas de Satinga y por Tumaco, yo veía mucha necesidad, pero también la presencia de Franciscanos, de otras comunidades y de misioneras (os) que están en estos territorios de misión. Por eso, es importante estar atentos a este llamado de la Iglesia, que nos hace el Papa Francisco, estar allá en la periferia, estar en los lugares donde nos necesitan, no por lo que somos, ni lo por lo que vamos a dar, sino por el testimonio. Yo me acuerdo ahora que salí del cautiverio un padre malinés me escribió y me dijo ‘hermana Gloria nosotros le agradecemos mucho por su testimonio de vida porque en este tiempo que usted estuvo cautiva la fe en Mali se ha afianzado, nos hemos unido más los católicos y ahora somos más fuertes’ y agregaba: ‘hermana, no es tanto dar, ni hacer cosas, sino testimoniar nuestra fe y estar ahí con la gente, nosotros nos hemos edificado y si todos los misioneros o bautizados tuviéramos esa fe tan grande, entonces pudiéramos vivir como hermanos y vivir en medio de la diferencia’ y todo eso me edificó también. Igualmente me edificó las palabras de monseñor Zerbo, el cardenal de Bamako en Mali, quien me dijo: ‘hermana Gloria cada día yo reservaba la comunión, decía, por la hermana Gloria’ y eso me llenó como de una alegría y decía además el cardenal que oraba en medio de tanta dificultad y tanto sufrimiento que se vive en Mali, y pues él estaba compartiendo conmigo, uniéndose espiritualmente, frente a esto, entonces, yo haría un llamado a todos para que nos entreguemos radicalmente y entreguemos nuestra vida en servicio de los demás. P. En Colombia hay muchos secuestrados, ¿Cuál sería su mensaje para ellos a partir de su experiencia particular? GC: Yo les pediría que tengan una confianza muy firme en la fe. Yo viví esta experiencia con uno de mis primos de la familia que estuvo siete años secuestrado, pero él decía ‘el Santo Rosario, Gloria, la sagrada Biblia cada vez yo tenía la oportunidad de reflexionar en la palabra de Dios’, que yo no la tenía allá por la religión, entonces de afianzarse mucho, creer mucho en Dios confiar en Él, agarrarse fuertemente de Dios y nunca perder la esperanza, Dios está con nosotros y si confiamos en Él podemos lograr nuestra libertad.

Jue 25 Nov 2021

Iglesia anima a seguir construyendo un proyecto de Nación basado en el bien común

En vísperas del inicio del tiempo litúrgico de Adviento, con el que la Iglesia se prepara espiritualmente para la celebración de la Navidad, los obispos envían un mensaje al pueblo colombiano en el que recuerdan algunos aspectos que han marcado la vida de los ciudadanos durante este año y hacen recomendaciones frente a lo que se avecina para el país, en materia de política y democrática. En su misiva enumeran los tiempos de luces y sombras que los colombianos han tenido que enfrentar como: pandemia, reaparición de formas de violencia armada, marchas, protesta social, reactivación económica, gestos concretos de solidaridad, retorno a los trabajos y a las aulas, entre otros. “Estas situaciones, -agregan- dolorosas y esperanzadoras a la vez, nos han concedido vestirnos con el sayal del luto y los atavíos de fiesta”. Un diálogo social permanente, franco y persistente Afirman, que, mientras se prende la primera vela de la corona de Adviento, el pueblo de Dios se ve iluminado “por el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, que nos anima a despojarnos de los atuendos de aflicción y a vestirnos de galas festivas con la convicción de que, por la práctica de una buena política, la del servicio desinteresado y del diálogo social permanente, brotarán los frutos de paz y de justicia que necesitamos todos y cada uno de los colombianos”. Este diálogo agregan, debe ser franco y persistente, “fundado en la consciencia de que somos, como colombianos, un solo pueblo, en y desde nuestras diversidades, con una riqueza y un patrimonio natural y cultural”. Los obispos recuerdan lo ya manifestado por el Papa Francisco en la Encíclica Fratelli Tutti, 199: “Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la juvenil, la artística, la tecnológica, la cultura económica, la cultura de la familia y la de los medios de comunicación”. Un debate político que permita construir democracia Al referirse a los próximos comicios electorales que se avecinan para el año entrante, los prelados animan a los colombianos a asumir los desafíos de “un debate político que permita construir democracia al reconocer que tenemos una responsabilidad social de unos para con otros”. Finalmente, al desear un bendecido camino de Adviento, piden la intercesión de la Virgen María para que ella, ayude al pueblo colombiano a seguir construyendo un “proyecto de Nación basado en el bien común”. La misiva, es firmada por Mons. Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal; Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, OP, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal; y Mons. Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general del episcopado. DESCARGAR MENSAJE DE ADVIENTO [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Jue 25 Nov 2021

Día internacional de la no violencia contra la mujer

El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, una fecha que busca generar sensibilización y denuncia sobre las acciones violentas contra las mujeres en todo el mundo. El origen de esta conmemoración se remonta a 1960 cuando las hermanas Mirabal, tres activistas políticas que se opusieron a la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana, fueron cruelmente asesinadas el 25 de noviembre de ese año por orden del gobernante dominicano. Sin embrago, fue hasta 1981 que se formalizó esta fecha, cuando militantes y activistas en favor de los derechos de las mujeres lanzaron sus manifestaciones ante la violencia de género. Según Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la violencia de género nace de normas perjudiciales, abuso de poder y desigualdad de género. Se trata de un problema de salud y protección que pone en riesgo la vida. Se estima que una de cada tres mujeres sufre de violencia física o sexual en el trascurso de su vida. A su vez, ACNUR afirma que la violencia de género puede ser de tipo sexual, físico, psicológico y económico, y puede darse tanto en espacios públicos como privados. Las amenazas, la coerción y la manipulación son también formas de violencia de género. Este tipo de victimización contra las mujeres puede darse de diversas formas: violencia de pareja, matrimonio infantil, mutilación genital femenina, entre otras. Las cifras que se tienen sobre este tipo de violencias son parciales, ya que, muchas mujeres no denuncian por temor a la estigmatización y demás variables que afectan su integridad física, mental y emocional. Algunas de las cifras aproximadas, las ha publicado en sus últimos reportes la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres, instituciones que señalaron que las mujeres de los países de renta baja y baja-media padecen la violencia de género de manera desproporcionada. Al mismo tiempo, la OMS estima que el 37% de las mujeres de los países más pobres han sido objeto de este tipo de violencia por parte de una pareja en algún momento de su vida. Como Iglesia Católica y puntualmente, desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social- Cáritas Colombiana (SNPS-CC), nos sumamos a la conmemoración de esta importante fecha para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y para reclamar políticas públicas para su erradicación y prevención. Por medio de nuestra campaña: "Las Mujeres Siempre Podemos", queremos poner de manifiesto el poder que las mujeres tienen dentro de la construcción de sociedad. Queremos compartir mensajes como: “las mujeres siempre podemos reconocer nuestro valor”, “Las mujeres siempre podemos hacer valer nuestros derechos” y “Las mujeres siempre podemos ser libres”. Con esta campaña buscamos responder a la reflexión compartida por el Papa Francisco en febrero de este año, “las distintas formas de malos tratos que sufren muchas mujeres son una cobardía y una degradación para toda la humanidad. Recemos por las mujeres que son víctimas de la violencia, para que sean protegidas por la sociedad y para que su sufrimiento sea considerado y sea escuchado por todos”. Cine foro -película: Biabu Chupea Como parte de la campaña, Las Mujeres siempre Podemos queremos desde el SNPS-CC extender la invitación al cine foro que realizaremos este jueves 25 de noviembre a las 7:00 p.m. en la Cinemateca Distrital como aporte a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer. Proyectaremos la película Biabu Chupea, dirigida por Priscila Padilla que muestra el camino recorrido por mujeres de la comunidad indígena Embera-Chamí hacia la reafirmación de su espiritualidad, la conexión cuerpo-tierra y de sus propios cuestionamientos sobre el placer. Posterior a la proyección, realizaremos un espacio de conversación con la directora y demás mujeres representativas de la Iglesia y del SNPS-CC. Para confirmar la participación al cine foro por favor haga clic [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]. Fuentes bibliográficas: –Naciones Unidas. Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 25 de noviembre. https://www.un.org/es/observances/ending-violence-against-women-day/background -ACNUR. Violencia de género. https://www.acnur.org/violencia-sexual-y-de-genero.html – UN News. Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual desde que es muy joven. https://news.un.org/es/story/2021/03/1489292 Descargue aquí el material de la compaña para redes [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 19 Nov 2021

Tú lo dices: soy rey

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO Noviembre 21 de 2021 Primera lectura: Dn 7,13-14 Salmo: Sal 93(92),1ab.1c-2.5 (R. cf. Dn 7,14) Segunda lectura: Ap 1,5-8 Evangelio: Jn 18,33b-37 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: • El reino de Dios no tiene fin y se manifiesta en el tiempo a través del servicio generoso de la Iglesia y de personas de buena voluntad. • El Reino de Dios es llamado para vivir su admirable majestad que se entiende como su misericordia infinita que santifica al hombre. • Quien ama sirve y quien sirve se dona hasta el límite del sacrificio; el servicio entendido como diaconía es expresión concreta del amor que se ejerce en la donación de la vida integral para los demás. • Los discípulos de Cristo están llamados a vivir en la verdad que viene a ser la expresión de una vida íntegra, sin divisiones interiores ni esclavitudes; servir libera de la esclavitud servil del pecado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios, en el profeta Daniel, nos indica que es vital, en la experiencia de fe, crecer en la contemplación del misterio de Dios; aprender seriamente que, para poder servir en la misión evangelizadora, primero se debe orar y estar en permanente comunicación con el Señor; admirarnos de su majestad y de su grandeza y majestad, pero, a la vez, en su cercanía a cada uno de nosotros. Él es soberano de todo, pero, también se goza siendo cercano a sus hijos. También, en el trasfondo de la Palabra aparece la santidad (salmo responsorial), como expresión que define a Dios mismo. Si entendemos la santidad como el fruto de la presencia del Espíritu Santo, se subraya la grandeza que ha hecho en nosotros el Bautismo y la Confirmación que nos ha sellado como hijos de Dios para ser “el suave olor de Cristo” (2 Cor 2,15) y esto es lo que indica la crismación en el Bautismo y en la Confirmación, para ser presencia del Señor: es marcar con el sello del Espíritu la persona, indicar que todo, aún su propia carne, son para Dios y para la santidad. De otro lado, cuando la segunda lectura proclama que Cristo es el Alfa y Omega, nos anuncia la trascendencia de la vida creada por Dios y manifestada en la persona; la temporalidad terminada no indica culminación definitiva de la existencia del ser humano. En Cristo se vive para siempre y esto brota de la vida bautismal. Es bueno pensar que la ausencia física no es desaparición; la sepultura no es cancelación de la memoria; la lápida sólo encierra el signo del cumplimiento de aquel signo evangélico de que la semilla germina al caer en tierra; se sepulta para que haya vida…paradoja extraña y doliente, pero, ciertamente reconfortante. Aparece la expresión “el Rey de los judíos”; contrastan el reinado temporal y el reino eterno; lo primero, nos sugiere la libertad frente a los bienes temporales; lo segundo, que “siendo de la tierra”, tenemos espíritu que nos lanza hacia la eternidad; Dios nos “diseñó” con amor eterno para que, desde la temporalidad, nos lacemos hacia la vida plena y eterna. Recordemos siempre: nuestra visibilidad corporal pasa, pero, la persona vive eternamente. ¡Qué alegría saber que en nuestro interior existe la eternidad en semilla! 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de Dios en esta solemnidad nos recuerda que el Reino de Dios es servicio y servicio alegre. La lógica de este mundo nos empuja a triunfar, como sea… y el triunfo para la mayoría se mide por las conquistas económicas y los logros humanos, justos y nobles, pero, casi nunca nos detenemos a mediar que la realización plena del ser humano está en el amar a Dios y servirlo generosamente en los demás. Recordemos que nada quedará de nuestra vida en la vida de los demás, si sólo nos preocupamos por conseguir, acumular, “ser y vivir para sí mismo”. Un canto así nos lo recuerda: “amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que a otro pueda ser feliz”. La dicha del cristiano está en arraigar su vida en Señor, nutrir su fe en la comunidad eclesial y proyectar todo esto en la vida del servicio. Un buen discípulo no se cansa de servir; creámosle al Señor y pensemos seriamente que la lógica de este mundo nos vuelve seres egoístas, posesivos, acumuladores e indiferentes ante la situación de los demás. La Palabra nos interpela para que no nos dejemos contagiar del virus de la ambición que tiene muchos síntomas, tales como consumismo, indolencia, indiferencia, intolerancia, etc. El reinado de Cristo es servicio. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La expresión celebrativa del reinado de Cristo y su proyección misionera es la Eucaristía y ésta se puede definir como la montaña por donde se llega a la claridad inefable de Dios que es Amor. Y con esto, suplicamos con voz potente al Señor: ¡manda servidores abnegados a tu amplia y profusa mies!... ¡Sí! … manda Señor santos discípulos que muestren a todos, una imagen auténtica de Jesucristo, diácono de la humanidad, pues, en el servicio alegre a los demás, se halla la realización plena de nuestro humano y bautismal. La súplica de este día nos ayude a comprender que Evangelizar es contemplar para anunciar; estar a los pies del Maestro; es penetrar en Dios para descender “al llano” y con kerigmático anuncio decir que el amor está vivo, que nunca muere y es difusivo. Así se podrá decir con certeza que desde aquí está el cielo y se experimenta sirviendo y quien sirve en la Iglesia, reina con Cristo. Un verdadero servidor del Señor, presente en el prójimo, ha de sumergirse en el abismo de Dios, contemplando y anunciando lo contemplado; sólo quien se encumbra, con la fuerza del soplo del Espíritu, a las alturas, puede ver con soberana nitidez desde el ángulo de Dios. No se puede llegar a la altura sin la mano abierta del hermano que se tiende solícita y amable cuando ocurre la caída o ésta se perfila como tentación; no se asciende sin la ayuda del otro; paso a paso… Esta solemnidad, que cierra el año litúrgico, nos recuerda el compromiso bautismal de entregar lo mejor de sí para que otros puedan vivir la experiencia del Resucitado y el gozo de dar sin esperar, sabiendo que hay una lógica i-lógica en el Evangelio: perder es ganar; pues ciertamente es el testimonio de la Cruz de Cristo, el Señor; Él se da totalmente por todos para rescatarnos para su Reino. La dinámica del mundo de hoy nos mueve a buscar lo que queremos, a postrarnos ante la ambición de poseer muchas cosas, a dar rienda suelta a las apetencias de la carne, a pensar de modo egoísta en el bienestar personal… eso es perder la vida, porque “ganamos el mundo” y nos perdemos para Dios y para el prójimo… allí está la pérdida más grande y triste del ser humano: acumular para sí, guardar para sí, vivir para sí; todo esto es cerrarse para los demás y, especialmente, para el Señor nuestro Dios. Cuando nos tomamos en serio el Evangelio, la vida cambia: nos damos con alegría a los demás, compartimos con gusto lo que tenemos, estamos atentos a las necesidades del hermano, trabajamos con gusto y no sólo esperando el salario… todo esto es dar la vida, incluso, sufrir en silencio las críticas, las descalificaciones, las calumnias y hasta persecuciones, sufridas por procurar vivir con coherencia el Evangelio del Señor. No podemos desconocer que asumir ser un buen cristiano nos implica una vida de exigencia mayor, de coherencia vigilante, de renuncias, etc., y esto implica que haya momentos fuertes de purificación… pero, ¡no tengamos miedo! porque el Señor ha vencido el mundo (Cf. Jn 16, 25). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Al reunirnos hoy para celebrar nuestra fe, damos gracias a Dios por la Iglesia, servidora de la Evangelización. Lo hacemos en espíritu de alegría al recibir a Jesucristo, Rey del Universo, en su Palabra y en su Eucaristía. Celebremos esta liturgia con alegría y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios siempre es viva y eficaz; la escuchamos en actitud orante y nos dejamos tocar por su fuerza que transforma y nos renueva. Participemos en su proclamación y meditemos en el mensaje que el Señor nos da hoy, como Iglesia, que comprende que servir es reinar y que el Reinado del Señor es vida eterna. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Acudamos, hermanos, a Cristo a quien Dios Padre ha puesto como instrumento de propiciación y ha constituido Rey universal y santificador de cuantos creen en Él. Digamos juntos: R. Qué venga tu Reino, Señor 1. Oremos al Señor por el Santo Padre Francisco y toda la Iglesia, para que, el Espíritu lo ilumine, lo fortalezca y lo llene de sus dones para que siga guiando a la Iglesia según el corazón de Cristo y sirviendo a los demás como expresión de reinado del buen Dios. Oremos al Señor, 2. Oremos al Señor por todos los Ministros de la Iglesia, Obispos, Sacerdote y Diáconos, servidores del Reino, para que, el Espíritu Santo los renueve constantemente para seguir siendo signo de Jesucristo Salvador. Oremos al Señor. 3. Oremos al Señor por quienes nos gobiernan, para que, iluminados del triunfo de Cristo, ejerzan su función como verdaderos servidores de la comunidad para el progreso integral de la comunidad, en espíritu de generosidad y honesta administración. Oremos al Señor. 4. Oremos al Señor por las familias y los jóvenes, para que, suscite en su corazón el anhelo ferviente de continuar sirviendo a los demás, y así el Reino de Dios florezca en lo más íntimo de sus vidas. Oremos al Señor. 5. Oremos al Señor, por los que sufren, los enfermos, los pobres y necesitados; por la anhelada paz en Colombia, para que, la alegría del Espíritu que hace nuevas todas las cosas nos traiga frutos de alegría y paz constantes. Oremos al Señor. Oración conclusiva Padre Santo, confiados en la abundancia de tus dones, te presentamos nuestras intenciones y necesidades. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.