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familia

Lun 7 Mar 2016

Adquiere la Cartilla: "Semana por la Familia 2016"

El Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) pone a disposición de los fieles la Cartilla: "Semana por la Familia 2016. Familia, hogar de misericordia". [tabs class="horizontal"][tab title="PRESENTACIÓN" icon="Icon name 1"] El Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), pone a disposición unas catequesis que buscan que la experiencia de la Misericordia, del perdón recíproco, de la reconciliación y paz, se vivan en familia; que todos, en el seno familiar avancemos hacía Jesús en actitud interior de peregrinaje. Por ello queremos invitar a todas las jurisdicciones eclesiásticas, a los agentes de pastoral familiar, diversos movimientos, y demás experiencias de familia, a promover la Semana por la Familia y se enmarque en el entorno más amplio, que llamamos Tiempo de Familia, que fundamentalmente abarca todo el mes de mayo hasta la fiesta del padre. [/tab][tab title="DETALLE" icon="icon name 2"] Autor(a):Departamento de Matrimonio y Familia Catálogo: Cartilla Idioma: Español Número de Páginas: 84 Editora: Conferencia Episcopal de Colombia Año de publicación:2016 Dimensiones: 16.5 x 23 [/tab][/tabs] Mayores informes: PBX: 437 55 40 Ext. 264 Celular: 3138808447 Correo electrónico: libreria@cec.org.co

Vie 29 Ene 2016

Florencia presenta nuevo plan pastoral

Familia, formación y misión serán los tres pilares del nuevo Plan Pastoral de la Diócesis de Florencia para los próximos cinco años. Así quedó definido en el documento que fue presentado a la comunidad diocesana el pasado 28 de enero, en el encuentro anual de agentes de pastoral. El Plan es el fruto de un proceso de construcción colectiva de aproximadamente dos años, a través de la oración meditada de la Palabra y el reconocimiento y análisis de la realidad; con participación de sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos. En su presentación el obispo de la Diócesis, Mons. Omar Mejía, dijo que el Plan parte del reconocimiento del camino pastoral recorrido hasta el momento por los misioneros capuchinos y consolatos, quienes sentaron las bases de la evangelización en este territorio, hasta llegar a la era diocesana. Señaló que el Plan pretende “ofrecer una herramienta pedagógica evangelizadora utilizada por el mismo Señor” quien “al abordar a la Samaritana nos da ejemplo de ir a las periferias existenciales” y con ello nos invita a ser, en palabras del Papa Francisco, “callejeros de la fe”. El Plan, además de su fundamento bíblico sigue el magisterio de la Iglesia, en particular los más recientes documentos del Papa Francisco que plantean los actuales retos evangelizadores como la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”, la Encíclica “Laudato Si” y la Bula “Misericordia Vultus”. Además de las tareas específicas y esenciales de la tarea evangelizadora, el Plan tiene en cuenta la atención a dos desafíos particulares de la Iglesia local: la preocupación por sus recursos naturales y la construcción de una “sociedad en paz, reconciliada y en actitud de perdón”. Fuente: Of. comunicaciones diócesis de Florencia

Sáb 26 Dic 2015

Tres valores fundamentales para acoger a los niños

Con motivo de la celebración de la fiesta de los santos inocentes, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, obispo de la diócesis de Florencia, hace un llamado especial sobre la actitud que deben tomar las familias colombianas frente a los miles de niños que esperan un hogar en el país. En primera medida, el jerarca señala que sebe tener en cuenta la acogida como valor fundamental. “Acojamos bien a los niños que llegan a seno de nuestras familias y hogares. Por ningún motivo sintamos que los niños son un estorbo o que son un problema, todo lo contrario, pues recordemos que nosotros también fuimos niños, que nosotros fuimos acogidos por papá y mamá, y quizás por unos hermanos quienes nos socializaron, quienes nos enseñaron, quienes nos formaron”, manifiesta el prelado. En segunda instancia hace referencia a la solidaridad como valor que nos invita a preocuparnos por la salud, por la formación religiosa y por la virtud de los niños que llegaran al seno de nuestros hogares. Monseñor Giraldo asegura que “solidaridad es compartir, tener respeto por ellos, es no permitir jamás que un niño muera de hambre, solidaridad es cuidar que estén bien educados”. Por último, menciona que un niño bien formado es un joven educado y un joven educado es la preparación para que el adulto sea una persona responsable en la sociedad. “No podemos permitir que los niños pierdan el norte, la fe, que se equivoquen de camino. Hay que formarlos con honestidad, rectitud y cariño. Que sea una responsabilidad que asumamos todos”. Audio: Monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo Obispo de la Diócesis de Florencia

Vie 25 Dic 2015

“La familia es patrimonio de la humanidad”: Obispo de Guapi

En el marco de la fiesta de la Sagrada Familia, el obispo de Guapi monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, recordó que es tarea del Estado velar por la protección y desarrollo de la familia. “El Estado no puede olvidar su responsabilidad, ni mucho menos disfrazarla pretendiendo legislar y construyendo algunas importantes esencias para la familia, a algunas minorías (…) No se puede dar el concepto de familia en favor de las minorías, con el engaño y el error que se puede dar conceptos de familia que por naturaleza no les corresponde”. “Debemos pedir para que todos los gobernantes del mundo implementen la paz a través del respeto y el derecho a la familia, para que nos conduzcan a la justicia, la igualdad y la fraternidad”, afirmó el prelado. El obispo hizo estas afirmaciones al referirse al proyecto de ley que cursa en el Senado y que cuenta con el aval del Estado, para permitir en Colombia el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Monseñor Correa Martínez afirmó, además, que es compromiso del Estado en aquellas situaciones difíciles de muchos niños, que por múltiples circunstancias quedan abandonados o huérfanos, velar por el crecimiento y desarrollo de los menores. “Pero parece que para el Estado significa un costo que no está dispuesto a asumir, pues esos dineros están destinados para otro fines”. Por último el prelado pidió para que a ejemplo de la Familia de Nazaret todos respetemos, amemos y valoremos la familia que Dios nos ha regalado. Foto: Internet

Lun 21 Dic 2015

“Hay que cuidar a la familia”

La familia debe darnos gozo y preocupación, aseguró el cardenal Rubén Salazar Gómez en su habitual reflexión del Evangelio del domingo. El purpurado advirtió que la familia está amenazada por el egoísmo, la incapacidad de amar y la violencia, por ello recordó que “hay que cuidar a la familia”. “Debemos analizar el servicio que damos hacia los demás. La familia debe ser el centro de amor y servicio mutuo”, destacó cardenal Salazar Gómez El arzobispo de Bogotá animó a renovar todos los días el compromiso con la familia y a que seamos capaces de perdonar de corazón ante cualquier mal entendido. Finalmente recordó que la familia es el célula de la sociedad, es la Iglesia particular, por ello si la familia funciona bien la sociedad también lo hará. Escuchemos con atención la reflexión. [icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon]

Lun 7 Dic 2015

Para volver a amarnos

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Estamos en la hora del retorno, del regreso del exilio, de la corrección colectiva y universal, de la reconciliación como gracia de Dios y disposición nuestra. Es hora de regresar del calentamiento global al clima sostenible. De la depredación voraz, al cuidado de la casa común. Del cruce de los umbrales de la violencia entre Occidente y “Estado Islámico”, a una casi imposible salida política. Del bienestar individualista de Europa y USA, a compartirlo con oleadas de refugiados y emigrantes. De destruir la familia para imponer la anti-natalidad a toda costa, a rehacer la vía afectiva y la estabilidad unitiva y procreadora entre hombres y mujeres. Del “todo vale” y “des-limítate”, generadores de corrupción, degradación y graves injusticias, al “todos contamos”, a la inclusión y la trasparencia. En fin, de sostener, como piedras imperturbables, guerras tan eternas y desastrosas como la que aflige a Colombia, a abrir los espacios a la palabra, el acuerdo y los cambios. Es la hora de la humanidad que ajusta cuentas en todas las áreas de la vida humana, social, planetaria, integrando sus grandes avances a una lógica del sentido, del bien común, de garantizar futuro, de responsabilidad globalizada. Y en esta hora, marcada con esa sensación de celeridad vertiginosa, tan propia de estos tiempos y calendarios, llega la voz universal del Sucesor de Pedro, el Papa Francisco, convocándonos al AÑO DE LA MISERICORDIA, desde el 8 de diciembre de 2015, hasta el 20 de noviembre 2016. Es el llamado a “experimentar el perdón” como amor de Dios al alcance de nuestras manos, de las manos de todos. De levantarnos de nuestro lugar, unirnos a los demás y peregrinar juntos para “cruzar la puerta”, pasar por la Puerta de la Misericordia” como gesto regenerador de conciencias, sanador de sicologías heridas, esperanzador de horizontes nuevos. Y recibir y dar la INDULGENCIA, y abrirle de nuevo la propia vida al prójimo, al que es víctima, quizás mía, al que clama misericordia, solidaridad, alivio, consuelo, luz, descanso. Es un año para que todos renazcamos a la esperanza y volvamos a amar, porque nos sabemos amados y perdonados, porque nos sentimos acogidos e indultados, porque podemos decir nuestra verdad y escuchar la del otro, porque todo puede ser nuevo, empezando por el amor… Todos invitados: hombres y mujeres, esposos, parejas, amigos, amantes, libres y prisioneros, sanos y enfermos, víctimas y victimarios, cercanos y lejanos, sin edades, sexos, razas, con una sola identidad, la de ser humanos y humanados en una dignidad común, la de ser adoptados y hermanados en La Misericordia de Dios, esa que para nosotros tiene el rostro de Jesucristo, sin excluir cómo la vivan otros. Convoco a todos a unirnos al Santo Padre el Papa Francisco este 8 de diciembre en la apertura del La Puerta Santa desde Roma, y a congregarnos todos en las Iglesias Parroquiales y Santuarios de la Arquidiócesis el 13 de diciembre, Tercer Domingo del Adviento, para la inauguración local del AÑO DE LA MISERICORDIA. +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali.

Mié 11 Nov 2015

"La gran ausente".

Por:Mons. Juan Carlos Ramírez Rojas -La finalidad de un ordenamiento jurídico, como conjunto de leyes positivas que regulanlas relaciones intersubjetivas, es el bien común, como la suma de circunstancias y decondiciones en las que los individuos y los grupos están en grado de conseguir lasfinalidades esenciales de su propia naturaleza.La preeminencia de la persona humana,tanto individual como asociada, permite comprender que cualquier ordenamiento jurídicoestá en función de ella, en cuanto que reconoce y tutela, de modo concreto y objetivo, sus derechos subjetivos. Todo ordenamiento jurídico, para ser considerado tal, debe fundarse sobre unacomprensión de la necesidad de tutelar la dignidad del hombre. El derecho positivo y objetivo es, entonces, el conjunto de las normas positivas que tutelan los derechos subjetivos de la persona humana, entre los cuales el primero y fundamentalísimo es el derecho a la existencia y a una existencia digna del hombre. Tal derecho siempre permanece, incluso si el sujeto no tuviera la capacidad de realizarse autónomamente. De este modo, una función fundamental del derecho positivo es la de proteger al débil frente al fuerte. Precisamente por esto el derecho positivo debe ser portador de valores materiales fundamentales. Esta realidad es la que se desvanece en la sentencia por la cual se manosea el concepto de familia para convertir en derecho el deseo de un grupo social. Se percibe el humus de querer construir normatividad desconociendo la ley natural; parece que en las ideologías dominantes el concepto de ley natural es incomprensible y se considera que el ser humano en su naturaleza misma carece de una luz moral y han empezado a ponerle luces intermitentes creando un sentido de desorientación que hace precarias e inciertas las opciones de vida de cada día. La ley natural es la fuente de donde brotan, justamente los derechos fundamentales, también imperativos éticos que es preciso cumplir. Cuando esto no se da, la consecuencia es una legislación que se convierte en un compromiso entre intereses diversos y el país sufre la fuerza perversa de transformar en derechos intereses diversos: se trata de transformar en derechos intereses privados o deseos que chocan con los deberes derivados de la responsabilidad. Afirmaba el Papa Benedicto XVI “todo ordenamiento jurídico, tanto a nivel interno como a nivel internacional, encuentra su legitimidad, en su arraigo a la ley natural, en el mensaje inscrito en el mismo ser humano”. La ley natural es, el único baluarte válido contra la arbitrariedad del poder o los engaños de la manipulación ideológica. Lo que ha sucedido en el país deja a la sociedad dramáticamente herida en lo que constituye su fundamento esencial “que cada niño tiene derecho a una familia constituida por un papá y una mamá”. Olvidar los elementos éticos de la naturaleza misma de la familia es debilitarla, se perjudica a los hijos y hace precario el futuro de la sociedad misma. Los valores que brotan de la ley natural expresan normas que son inderogables y obligatorias, que no dependen de la voluntad del legislador y tampoco del consenso que los grupos sociales pueden darles, pues son normas anteriores a cualquier ley humana y, como tales, no admiten intervenciones de nadie para derogarlas. La ley natural fue la gran ausente en la tan “celebrada” sentencia. Mons. Juan Carlos Ramírez Rojas Ecónomo-Director Financiero CEC

Lun 9 Nov 2015

¿Modernización o autodestrucción humana?

El arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, lamentó la decisión tomada por la Corte Constitucional, que da vía libre a la adopción de menores en parejas del mismo sexo. El prelado enfatizó “que quede claro que en el mundo entero, la Iglesia de Dios seguirá defendiendo la vida como un don de Dios, jamás el aborto, jamás ningún atentado contra la vida, contra la crianza honrada de los hijos, podrá ser aceptada por la Iglesia.” Monseñor Jaramillo Monsalve resaltó que este tema de la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, no es exclusivo de Colombia, sino una realidad que es tendencia mundial. “No es culpa de los jueces de la Corte, amparados bajo un interés de supuesta ‘modernidad’, sino que manifiesta una gran problemática del Estado” Igualmente afirmó que ante esta decisión tomada por la Corte, la Iglesia debe seguir trabajando con mayor ahínco en el acompañamiento a las familias y ellas por su parte estar atentas en la formación de sus hijos. “Lamentamos que Colombia quiera “modernizarse” de esa manera, con la autodestrucción del ser humano. El camino no es salir a protestar en contra de la corte, ni del Estado, la verdadera salida de la Iglesia católica está en la misión que la familia debe ejercer, donde los papás den una verdadera formación a sus hijos, donde prime la justicia y el amor fraternal”, concluyó el prelado.