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Iglesia

Vie 30 Jul 2021

Iglesia anima jornada de sensibilización y prevención contra la trata de personas

En el marco del Día Internacional contra la Trata de Personas, que se celebra este 30 de Julio, la Conferencia Episcopal de Colombia, en unión con otras organizaciones religiosas y laicas, viene adelantando por estos días jornadas de sensibilización frente a esta problemática social, con el lema: “La vida no es una mercancía, se trata de personas”. Entre los grandes desafíos que ha de mantener la Iglesia en esta tarea, es continuar impulsando e implementando las pautas pastorales sobre la trata de personas, documento presentado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano. Este, es fruto de un proceso de consulta con conferencias episcopales, organizaciones católicas y congregaciones religiosas, con el objetivo de “comprender, reconocer, prevenir y erradicar el azote de la trata de personas, proteger a las víctimas y promover la rehabilitación de los supervivientes”. Por su parte, la hermana Ilse Cedeño, lideresa en acciones de prevención contra la trata de personas de la Red Tamar, ha planteado que con la jornada de encuentros y conversatorios que se están adelantando, se busca llegar a un gran número de personas. Añadió además, que “es importante que se tome conciencia de que la trata de personas no es un problema alejado de nuestras realidades, por eso, con esta iniciativa buscamos prevenir y salvar vidas por medio de la visibilización de esta problemática”. Actividades a realizar. Algunas de las acciones programadas por las organizaciones están: el 30 de julio se ofrecerá el lanzamiento de un poemario que muestra algunas de las historias de las víctimas de trata de personas; el 31 de julio de 7:00 p.m. a 10:00 p.m. se realizará un conversatorio que será transmitido por el canal católico Cristovisión, el mismo, busca llamar la atención de las personas frente a este fenómeno creciente que aqueja a la humanidad. Así mismo, con esta intención, el domingo 01 de agosto por el canal nacional de RCN, se transmitirá la eucaristía a las 9:00 a.m., presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Las organizaciones convocantes a estas jornadas son: La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana, Red Clamor, Red Tamar, Campaña Alas Libres, Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR). Mayor información Los interesados en seguir las diferentes actividades y jornadas podrán ingresar al Facebook de la campaña continental de la Iglesia Católica Latinoamericana contra la trata de personas, La vida no es una mercancía, se trata de personas, @LAContraLaTrata. Día Mundial Contra la Trata Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial Contra la Trata, un delito que explota a mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes con diversos propósitos, como explotación sexual, trabajo forzado, mendicidad forzada, matrimonio forzado, venta de menores y extracción de órganos, entre otras.

Mié 28 Jul 2021

Taller: “Todos a la Escucha” en la Asamblea Eclesial de América Latina

El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y el comité de escucha de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe realizarán, este 30 de julio, el taller virtual: “Todos a la Escucha”. Allí, se explicarán detalles de cómo participar en este proceso de la Asamblea Eclesial, que se celebrará en México los primeros días del mes de noviembre. “Se busca aclarar dudas, responder a inquietudes y explicar con detalle el uso de la plataforma para la escucha, desde cómo hacer el registro hasta cómo participar de los foros temáticos”. Será un espacio guiado por Francisco Campos, laico chileno y responsable de la plataforma virtual, donde se ha convocado al laicado, clero y vida consagrada a participar bajo tres modalidades: individual, grupal y foros temáticos. Según informó en días pasados el CELAM, el proceso de escucha se prorrogó hasta el 30 de agosto de 2021. Por esta razón, se busca que antes del cierre de este proceso consultivo, se incremente el número de participantes: obispos, sacerdotes, consagrados, misioneros y creyentes. ¿Cómo participar? Según lo han informado sus organizadores, el taller no tiene costo alguno y podrá seguirse a través de las redes del CELAM y de la Asamblea Eclesial. También está la posibilidad de seguirlo por zoom, se han dispuesto solo 400 cupos, por lo que deben hacer su registro en este formulario: https://forms.gle/Y4W9KRTtV52jfoiF7 Fecha y hora El taller se realizará el viernes, 30 de julio, a las 18:00 horas de Colombia, a un mes del cierre del proceso de escucha. Tendrá una duración de 60 minutos.

Mar 27 Jul 2021

Hagan lo que Él les diga

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve - En el mes de julio celebramos con gozo dos advocaciones de la Virgen muy queridas por todos: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Nuestra Señora del Carmen. La devoción a la Virgen María en todas sus advocaciones, es un fuerte llamado a la vida interior, que es de modo muy especial contemplar la vida de María, siguiendo sus pasos en lo que nos presenta el Evangelio. Una vida interior de total unión con Dios Ella proclamó ante el anuncio del ángel: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra” (Lc 1, 38) y en las bodas de Caná: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). La Santísima Virgen María nos quiere cristianos semejantes a Ella en la vida de oración, de recogimiento interior, de contacto continuo, unión íntima con el Señor y de entrega permanente a la voluntad de Dios. El corazón de María siempre fue un santuario reservado solo a Dios, donde ninguna criatura humana le robó esta atención, reinando solo el amor y el fervor por la gloria de Dios, colaborando así, con la entrega de su vida a la salvación de toda la humanidad, en total unión con su Hijo Jesucristo. Así lo expresa el Catecismo de la Iglesia Católica: “Al pronunciar el Fiat de la Anunciación y al dar su consentimiento al misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo. Ella es madre allí donde Él es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico” (CCE 973). Hacer lo que el Señor nos dice, es cumplir cada día con la voluntad de Dios a ejemplo de María, tal como lo oramos varias veces al día en el Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo” (Mt 6, 10), en actitud de oración contemplativa, en una vida por entero dedicada a la búsqueda de Dios. Así nos lo enseñó el Concilio Vaticano II: “La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de ‘hijos en el Hijo’ nos es dada en la Virgen María quien, por su fe (Cf. Lc 1, 45) y obediencia a la Voluntad de Dios (Cf. Lc 1, 38), así como por su constante meditación de la Palabra de Dios y de las acciones de Jesús Lc 2, 19.51), es la discípula más perfecta del Señor” (LG 53). En este mundo con tanto ruido y confusión exterior, donde se ha perdido el horizonte y la meta de la vida, se necesita el corazón de los creyentes fortalecido por el silencio interior, que hace posible el contacto continuo con Dios; en actitud contemplativa vamos descubriendo en cada momento la Voluntad de Dios, con una vida en total entrega a la misión, como María nos lo enseña permanentemente. Es esta la gracia que debemos pedir a la Virgen, cada vez que nos dirigimos a Ella y en los momentos en los que celebramos una de sus advocaciones, renovar nuestro deseo de tenerla siempre como patrona y maestra de nuestra vida interior. Cuando el discípulo de Cristo desarrolla su vida interior, a ejemplo de María, es capaz de discernir todos los momentos de la vida, aún los momentos de cruz, a la luz del Evangelio. María precisamente, enseña al creyente a mantener la fe firme al pie de la Cruz, Ella estaba allí con dolor, pero con esperanza, en ese lugar Ella estaba en total comunión de mente y de corazón, con su Hijo Jesucristo, así lo explica el Catecismo de la Iglesia Católica cuando dice: “La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la Cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de madre que, llena de amor, daba amorosamente su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima que Ella había engendrado. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la Cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (Jn 19, 26-27) (LG 58)”. (CCE 964). De un corazón que aprende a hacer lo que el Señor diga, brota también la capacidad para vivir los momentos difíciles y tormentosos de la vida como una oportunidad para fortalecer la fe, mantener viva la esperanza y acrecentar la caridad cristiana. María al pie de la Cruz, da a la Iglesia y a cada uno, la esperanza para iluminar cada momento de la existencia humana, aún los más dolorosos. Estamos pasando por situaciones difíciles en el mundo, en Colombia y en las familias a causa de la pandemia y de otros sufrimientos que afrontamos. Sin embargo, no todo está perdido, en medio de tantos dolores, incertidumbres y cruces, ahí está la Madre, la Santísima Virgen María, animando a cada uno de sus hijos y a cada familia, para no desfallecer; Ella, Madre de la Esperanza está acompañando el caminar de todos. También en la cruz y la dificultad, estamos llamados a descubrir qué nos está pidiendo Dios y hagamos lo que Él nos vaya diciendo en el silencio del corazón. Jesús hoy nos dice que confiando en su gracia escuchemos su Palabra, recibamos los sacramentos, oremos y pongamos de nuestra parte toda la fe, toda la esperanza y toda la caridad, y Él se encargará del resto, de darnos su gracia y su paz, en todos los momentos de la vida; en los más fáciles y también en las tormentas que llegan a la existencia humana y todos en comunión hacernos servidores los unos de los otros. Sólo poniendo al servicio de Dios y de los demás lo que somos y tenemos, todo irá mejorando a nuestro alrededor, en la familia, en el trabajo, en la comunidad parroquial y en el ambiente social. Los convoco a poner la vida personal y familiar bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María, en todas las circunstancias de la vida, aún en los momentos de cruz, tengamos siempre presente el llamado de María: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). Que el Glorioso Patriarca san José, unido a la Madre del Cielo, alcancen de Nuestro Señor Jesucristo, muchas gracias y bendiciones para cada uno de ustedes y sus familias. Para todos, mi oración y bendición. + José Libardo Garcés Monsalve Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta

Mar 27 Jul 2021

Así vive Buenaventura la Jornada por la Vida y la Paz

Una vez más, la Diócesis de Buenaventura se une al clamor de sus habitantes para pedir por la paz y la reconciliación de esta región azotada por la violencia y la desigualdad. Para ello, está adelantando la Jornada en Familia por la Vida y la Paz, que se extenderá hasta el próximo viernes 30 de julio de 2021. “No podemos quedarnos callados” Con estas palabras monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de esta Iglesia particular, llama la atención de los violentos para que cesen los actos contra la población que ya manifiesta su cansancio ante tanta desolación y dolor. La jornada ha dicho el prelado, “es animando a las comunidades para que oremos, nos convoquemos y coloquemos nuestra voz en contra de los violentos y en contra de esta situación que nos atormenta”. La violencia sigue azotando a la población Así mismo, monseñor Jaramillo Montoya, observa a través de un video mensaje, que la razón por la cual se convocó a esta jornada, es porque en lo corrido de estos primeros 20 días del mes de julio, son ya 24 los asesinatos que se han presentado, sigue la extorsión, los robos, las desapariciones y los secuestros. Este espacio, ha permitido llegar entre otros sitios, a siete zonas de la municipalidad donde la violencia es más fuerte, allí, la Iglesia acompañada de las principales autoridades está haciendo un recorrido para manifestar a las comunidades su cercanía. Cierre de la jornadaEl viernes, 30 de julio, culmina la jornada con una celebración interreligiosa, donde se convoca a la comunidad para que se una en oración pidiendo por la paz como esperanza de vida. Espacios de oración y reflexión Son varios los momentos que están guiando esta iniciática de la Iglesia en el pacífico. Entre ellos: En los hogares se enciende una vela, representando la luz de Cristo para pedir por sus familias y por la ciudad; jornada interreligiosa a través de las redes sociales para orar por las familias; siembra de 1.000 árboles como señal de esperanza y vida; desplazamiento a siete zonas vulnerables donde sus habitantes portarán prendas blancas, en las casas y negocios se expondrán globos blancos, como signo de paz; reflexiones y momentos culturales y lúdicos sobre la situación de violencia que enfrentan los bonaerenses; jornadas interreligiosas de oración pidiendo por todas las comunidades, las fuerzas vivas del distrito, instituciones públicas y los grupos armados. Esta jornada busca expresar su solidaridad moral con las víctimas de la violencia en estos territorios del pacífico; quiere expresar unidad a través de una alianza entre sus habitantes, mostrando las necesidades de un pueblo que sufre y que seguirá trabajando para aislar a los armados en armas; y llamar la atención de los diferentes estamentos y organizaciones internacionales de derechos humanos para que se atiendan las necesidades de un pueblo que por años ha sido marginado.

Mar 27 Jul 2021

Iglesia en Medellín invita a la V Jornada de Formación del Clero

Las circunstancias actuales del momento generadas por la pandemia del Covid 19, han exigido por parte de la Iglesia cambios en sus dinámicas de pastorear y anunciar el Evangelio de manera eficaz. Para seguir atendiendo esta necesidad, la Arquidiócesis de Medellín, a través de la delegación de pastoral sacerdotal y la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), ofrecen la V versión de la Jornada de Formación para el Clero, a realizarse de manera virtual los días 29 y 30 de julio de 2021. Sus organizadores señalan que: “los retos y los cambios de vida en el mundo actual reclaman de los sacerdotes ciertas capacidades como: creatividad e innovación en la evangelización y de gestión, incluso en relación con el manejo de los recursos informáticos, para el efectivo anuncio de la fe y un acertado manejo de los bienes para el sano ejercicio pastoral”. La invitación, según lo reseña la convocatoria, tendrá una mirada pastoral atendiendo las circunstancias actuales del momento. Será un espacio académico, que con la ayuda de especialistas, ofrecerá propuestas metodologías innovadoras para los procesos de evangelización durante y después de la pandemia; así también, se analizará las realidades presentes y los retos y cambios pastorales que debe asumir la Iglesia en la actualidad. Público objetivo: Los obispos y presbíteros de la Arquidiócesis de Medellín y de las Iglesias de las Provincias Eclesiásticas que deseen vincularse, tanto de Colombia como de otros países. Temáticas: * Una mirada al momento y a la realidad pastoral en tiempos de pandemia, y una propuesta de acciones pastorales. * ¿Qué retos y cambios en los estilos de vida y práctica pastoral debemos enfrentar hoy? * Evangelización y comunicación: nuevas formas, nuevas pedagogías y didácticas en la pastoral. * Evangelización y caridad en tiempos de crisis. * La parroquia “en salida”. La pastoral integral y la formación de grupos pastorales: La parroquia como “la casa de todos” (sinodalidad). Ponentes: * Pbro. Dr. Salvatore Currò, religioso Josefino de Murialdo, es profesor de la Universidad Pontificia Lateranense, de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y del Instituto Teológico San Pietro de Viterbo. * Dr. Guillermo de Jesús Echeverri Jiménez, decano de la Escuela de Educación de la Universidad Pontificia Bolivariana. * Mons. Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia. * Pbro. Mag. Gabriel Jaime Gómez Gutiérrez. Informes y matrículas: Los interesados en participar podrán comunicarse a través de la oficina de Formación Continua – Escuela de Teología, Filosofía y Humaniddes, a los correos electrónicos: laural.alvarez@upb.edu.co diana.osorio@upb.edu.co formacioncontinua@upb.edu.co. Celular: 321 803 00 94 Si desea recibir memorias y certificado de asistencia lo podrá hacer cancelando la suma de $ 40.000 Descargue agenda [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Lun 26 Jul 2021

Iglesia en Antioquia preocupada por emergencia humanitaria en Ituango

Frente a la emergencia humanitaria que sufre hoy la población de Ituango, que deja más de 2.100 personas desplazadas a causa del desastre natural ocurrido el pasado jueves 22 de julio y del desplazamiento forzado por las amenazas de grupos ilegales, la Diócesis de Santa Rosa de Osos, en un comunicado expresa su cercanía y solidaridad a los habitantes de los corregimientos y veredas de este municipio. “Sentimos como propios el dolor y la incertidumbre que el pueblo Ituangüino afronta en este momento, pues, como dice el Apóstol, en el cuerpo eclesial, “si sufre un miembro, todos sufren con él” (1Cor 12,26)”. En el mensaje firmado entre otros, por el obispo de esta Jurisdicción, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, se informa del acompañamiento que desde la Pastoral Social de la diócesis se viene adelantando con un equipo de profesionales, quienes están apoyando y garantizando la atención de la población afectada. A la vez, acuden a la caridad de todos para que de forma inmediata se brinden ayudas a aquellos que lo han perdido todo o han sido obligados a dejar sus viviendas. Llamado a los grupos armados ilegales La situación humanitaria en Ituango, también se acrecienta por el desplazamiento de los campesinos hacia el casco urbano del municipio, que llegan huyendo por causa de las amenazas por parte de los grupos armados. A este respecto, la diócesis hace un llamado a los grupos armados para que abandonen los territorios, cesen las amenazas y la violación de los derechos humanos contra la población. “Este atentado, que se suma al sufrimiento por la tragedia natural, es un acto de inhumana crueldad, que hiere gravemente la dignidad y los derechos de los más pobres y vulnerables”, aseguran. A las autoridades priorizar las ayuda Piden de las autoridades locales y departamentales, seguir priorizando las ayudas de esta emergencia; poner en marcha acciones que de manera segura garanticen el retorno de las comunidades a sus territorios; y trabajar en la recuperación de la vía que lleva a la cabecera municipal de Ituango. Poner la mirada en la zona norte antioqueña Ante la situación de temor por parte de algunas familias, de regresar a sus veredas por miedo a quedarse en medio del fuego, la Iglesia hace una invitación a las instituciones competentes del Gobierno Nacional y a las Organizaciones Internacionales, para que presten mayor atención a estos territorios “que reclama urgentemente programas y acciones, no sólo para terminar con la emergencia, sino, y sobre todo, para lograr la reconciliación y la paz”. Colecta de ayuda humanitaria Finalmente, la Diócesis de Santa Rosa de Osos, invita para que el próximo 1 de agosto, las comunidades parroquiales, las instituciones diocesanas y las personas de buen corazón, se unan a una jornada de colecta, donde se recaudará dinero o elementos en especie que sirvan para solventar las ayudas de primera necesidad que requieren las familias afectadas. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Dom 25 Jul 2021

No olvidemos a nuestros mayores

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Jornada Mundial de los Abuelos y Personas Mayores. El Papa Francisco ha convocado por primera vez a dedicar un domingo para reconocer y agradecer la vida de nuestros abuelos, de nuestros mayores. Y hoy es ese domingo. Reconociéndose a sí mismo como un adulto mayor – ya en sus 84 años – el Papa dirige un mensaje directo a los abuelos del mundo. Resalto algunos puntos: 1. No están solos En más de un año de pandemia tantos se han ido y se ha sentido el peso de la soledad; lo primero que el Santo Padre dice a los abuelos es que no están solos. Les recuerda la presencia de Dios: «Yo estoy ustedes todos los días» (Mt 28,20); y les asegura en tono muy personal: «Toda la Iglesia está junto a ti, ¡se preocupa por ti, te quiere y no quiere dejarte solo!». Para todo este es un llamado que Francisco nos hace para no abandonar a nuestros mayores. Si a Dios no le es indiferente la soledad de los abuelos, no puede tampoco serlo para nosotros. Convirtámonos en “ángeles” para ellos, visitándoles y consolándolos con un momento de compañía y de cercanía. 2. Misioneros de la memoria El Papa también les recuerda a los ancianos que, sin importar la edad avanzada o el estado de salud, no están excluidos del envío misionero que Jesús hace. Y específicamente les plantea que la vocación misionera en esa etapa es «custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los pequeños». Y los reta: «no hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio, de la tarea de transmitir las tradiciones a los nietos». El Santo Padre nos plantea a todos un llamado: volver a nuestras raíces, recuperar los relatos y memorias de nuestros mayores. Que nos ayuden a mantener viva la historia familiar, comunitaria, cultural y religiosa. Que de los encuentros con los abuelos, al calor de sus historias, cultivemos la fraternidad y trabajemos por sanar nuestra sociedad herida. 3. Acompañar con la oración Citando al Papa Emérito Benedicto XVI, Francisco recuerda: «La oración de los ancianos puede proteger al mundo…». La oración de los ancianos es un valioso recurso del cual «la Iglesia y el mundo no pueden privarse». Desde un largo camino ya vivido, y aunque a veces se sientan minadas las fuerzas físicas, en momentos como en los que nos encontramos, la oración intercesora de los mayores para superar estos tiempos difíciles es una inmejorable contribución para aliviar los sufrimientos de tantos. De aquí surge un compromiso de parte nuestra: no sólo pidamos a los mayores que recen por nosotros; pidámosles que nos enseñen a orar con ellos. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 23 Jul 2021

«Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron»

DECIMO SÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Julio 25 de 2021 Primera lectura:2R 4,42-44 Salmo: Sal 145 (144),10-11.15-16.17-18 (R. cf. Mt 6,11) Segunda lectura: Ef 4,1-6 Evangelio: Jn 6,1-15 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Elíseo, varón de Dios, es el heredero del espíritu de Elías (cfr. 2Re 2, 15). El continuará incansablemente la defensa del yahvismo puro. Elíseo se vale de esta ocasión para demostrar una vez más que él no es más que el portavoz del Señor. Por medio del profeta, el Señor hace oír su voz y manifiesta su voluntad. El Antiguo Testamento es sombra y figura del Nuevo. Jesucristo realizará obras semejantes a la de los profetas antiguos; pero Él es más que profeta, pues es el Verbo encarnado; la revelación del Padre. Decir un solo cuerpo, un Señor, una fe, un Bautismo es hablar de una llamada urgente a la unidad. La vocación cristiana, por la que todos hemos sido constituidos uno, exige mantener esta unidad lograda con la muerte de Cristo. En ocasiones exigirá sacrificios; de aquí que Pablo recuerde su situación de prisionero por la causa del Señor. Se recomiendan, por lo tanto, las llamadas virtudes sociales, que regulan las relaciones existentes entre los miembros de la comunidad cristiana: humildad. Esta vinculación entre los fieles está exigida por la unidad, que es característica primordial de la Iglesia. Siete son los motivos que reseña el apóstol, agrupados bajo tres elementos: la Iglesia, Cristo y el Padre. Todos formamos un solo cuerpo, vivificado por un mismo Espíritu; y todos abrigamos la misma y única esperanza: la herencia celestial. Dentro de la Iglesia, todos proclamamos a Cristo como único Señor; profesamos la misma fe que nos salva; y por el mismo Bautismo hemos sido configurados con Cristo muerto y resucitado. En fin, todos adoramos a un solo Dios, que es el Padre común de todos, por habernos constituido hijos adoptivos. La multiplicación de los panes revela a Jesús como el Mesías, que alimenta con el nuevo maná al nuevo pueblo de Dios en la celebración de la nueva pascua. Revela, asimismo, la abundancia de la nueva era: no hay medida, cada uno come lo que quiere y sobra una cantidad suficiente para alimentar a todas las generaciones presentes y futuras. El prodigio provoca una adhesión de fe, aunque imperfecta. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La segunda lectura termina con una doxología: «Bendito sea (Dios) por los siglos de los siglos. Amén». Comencemos por ahí: Dios. El Dios que predica Pablo, después de conocido el misterio de salvación en Cristo, es un Dios, Padre de todos, que lo transciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. En Él, naturalmente, nos movemos y somos. Él es la causa de nuestro ser. Es un Dios bueno, cariñoso. Abre la mano y sacia de favores a todo viviente. Está cerca de los que lo invocan. Él da la comida a todos a su tiempo. Es, pues, un Padre bondadoso y atento. Y la atención aparece aún en los casos extremos. Hace maravillas para sacar de la necesidad al afligido. La primera lectura nos lo recuerda. Multiplicó en manos del profeta el alimento para dar de comer a un centenar de hombres. El evangelio presenta un acontecimiento semejante, aunque con sentido más profundo. La historia de Israel lo confiesa, el salmo lo canta, el evangelio lo proclama y Pablo lo predica. Dios es un Padre cariñoso. Pero sólo el hombre religioso ve en los acontecimientos de la vida diaria, en el vivir cotidiano, la mano bondadosa del Padre que nos ama. Hay que despertar el sentido religioso que se está apagando. Estamos, se suele decir, en una sociedad de consumo, de máquinas y de ruido. No sabemos apreciar los dones del Señor. Tenemos lo necesario y nos turba sobre manera la falta de lo superfluo. Debemos acostumbrarnos a dar gracias a Dios por los bienes que nos concede: pan, agua, aire; vestido, salud, … la vida. En la redacción de Juan, la escena de la multiplicación de los panes está descrita subrayando el señorío salvador de Jesús. Su persona y su palabra tienen la iniciativa en todo momento. Sin duda, Juan está releyendo el recuerdo de lo acontecido históricamente en Galilea a la "luz de la presencia del Señor Resucitado”. Al trasladar la escena de la multiplicación de los panes a la vida, se podrá apreciar cómo adquiere resonancias distintas, especialmente actuales. Dependerá de la fe, pues los signos externos parecerán rutinarios. Pero es ahí, cabalmente, en la Eucaristía, donde Jesús, en medio de la multitud hambrienta, da gracias al Padre y se multiplica Él mismo, alimento en sobreabundancia. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La bondad de Dios, Padre de todo, no en saciar nuestras hambres físicas. Va mucho más lejos. Su mano nos recoge y nos introduce en su mismo seno. Nos transporta a un mundo transcendente. Nos hace hijos suyos y partícipes de su propia felicidad. El evangelio lo proclama: Jesús Pan de Vida eterna. Ese es el profundo sentido del «signo» operado por Cristo. Cristo otorga al hombre la posibilidad de vivir para siempre. La bondad del Dios, Padre de todo, se manifiesta inefable en Jesús. Lleno de misericordia, de compasión, de cariño y afecto. Cristo es la expresión perfecta de un Dios que nos ama de forma indescriptible. Nuestro destino es la vida eterna. El relato de la multiplicación de los panes aún nos asombra. “Los pedazos de pan, antes estériles e insignificantes, gracias a la bendición de Jesús –como seno fecundo de mujer– dieron un fruto del cual hasta sobraron muchos pedazos”. Cabe anotar que los panes que Jesús multiplica no son comprados, son dados. Jesús inicia este proceso siguiendo la pregunta que le hacen sus discípulos: “¿De dónde vamos a sacar... (para dar vida)?”. Notamos así que hay una tensión entre la vida que se consigue por el propio esfuerzo y la vida que se recibe como don. Jesús muestra que la vida (plena) es don y hay que saber acogerla. El discurso del Pan de Vida va a desarrollar este tema: dar vida desde el don de la vida. Lo poco que se coloca en manos de Jesús se multiplica. Notemos tres acciones claves de Jesús: Manda que la gente se siente; toma el pan y da gracias; lo parte y da a todos. Jesús preside la mesa de la comunidad: Antes que el pan se multiplique, Jesús hace que la gente se siente. El gesto indica un “ponerse a la mesa” juntos. La idea de fondo es el de ser comunidad. Jesús ora al Padre: Siguiendo la costumbre de los padres de familia en la cultura hebrea, quienes presiden la mesa no sólo con un puesto de honor sino entonando la oración de bendición, Jesús toma el pan y eleva una oración de acción de gracias. Jesús reparte los panes y los peces: El presidente de la mesa también asume el puesto del servidor: uno por uno, Jesús coloca el pan y pescado en las manos de los comensales. Este detalle de un Jesús que actúa sin asistencia es propio de Juan (en cambio en Mt 14,19; Mc 6,41 y Lc 9,16, son los discípulos los servidores del pan que viene de la mano de Jesús). El alimento viene en última instancia de mano de Jesús. Aunque con ciertas variantes, los verbos que describen la multiplicación de los panes por parte de Jesús nos remiten a los verbos eucarísticos de la última cena. Es en la Eucaristía donde se comprende plenamente lo que está sucediendo aquí. Cristo es la figura clave. No llegamos al Dios bondadoso y transcendente sino por Cristo. Cristo realiza las obras del Padre bueno. Cristo nos da de comer su propia carne (Eucaristía). Cristo ha muerto por nosotros y ha resucitado también por nosotros: bautizados en él, morimos y resucitamos en él. La fe en él nos salva. El canto, la bendición, la acción de gracias ha de surgir espontánea después de considerar tales maravillas de amor del Dios, Padre de todo, y de Jesús, su Hijo bendito, en el Espíritu Santo. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Es tan significativa la multiplicación de los panes en los evangelios porque es el signo-milagro que simboliza y realiza, inseparablemente, la celebración del Don de Dios y la solidaridad humana. Cuando la Eucaristía queda reducida a culto y olvida el compartir, o a la inversa, termina vacía de sentido. ¿Dónde y cómo se realiza en mi vida la multiplicación de los panes? La palabra decisiva es compartir, y ¡ojalá no sea una de tantas palabras, que sólo sirven para hinchar nuestras buenas intenciones! Se multiplica mi dinero cuando no necesito guardarlo, acumularlo en los bancos o en acciones. Se multiplica mi casa cuando acoge a personas extrañas y no se abre sólo a amigos y conocidos. Se multiplica mi tiempo cuando lo invierto con los que necesitan ser escuchados. Se multiplica mi amor cuando no lo limito a los míos. Este domingo somos invitados a pensar en la Eucaristía en cómo ser más solidarios. Pero no pensaremos en gestos que tranquilicen nuestra conciencia, sino en algo que pertenezca a la vida cotidiana. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Estamos aquí todos juntos, reunidos como un cuerpo por el poder del Espíritu Santo, unidos en un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo y un solo Dios. El Señor, que sacia todas nuestras necesidades, nos congrega nuevamente alrededor de este sacramento admirable. Participemos con mucha alegría y gozo, demos gracias porque en este banquete podemos encontrar el alimento que satisface todos nuestros gustos. Monición a la Liturgia de la Palabra El Señor cumple sus promesas y satisface las necesidades más profundas del hombre pues Él da, en abundancia, a quien bien la acoge. Es Jesús el Pan bajado del cielo que llega para calmar nuestra hambre y saciar nuestra vida con su amor. Escuchemos con fe y atención la Palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: La generosidad desbordante de nuestro Padre Dios, nos mueve a dirigirnos a Él en oración, para pedir por las necesidades del mundo y de la Iglesia. Digamos juntos: R. Padre de amor, escúchanos 1. La Iglesia, a través de sus ministros ordenados, religiosos y fieles es consciente de las múltiples necesidades. Oremos por ella, para que, se esmere en distribuir siempre el pan de la Eucaristía. 2. En el mundo hay demasiada pobreza y miseria. Oremos por los gobernantes de todas las naciones, para que, atentos siempre a cuantos sufren por cualquier motivo, respondan con prontitud a tantas dificultades. 3. A nuestro alrededor viven muchos ancianos, enfermos, discapacitados, reclusos, desplazados, desempleados. Oremos por ellos, para que, nuestra caridad sea cada vez más sincera con cada uno de nuestros hermanos. 4. En toda celebración eucarística somos testigos del amor de Dios, manifestado en la multiplicación del pan de la Eucaristía. Oremos por cuantos estamos reunidos, para que, renovados con la gracia sacramental caminemos hacia la patria celestial reconfortados por el Pan de la Vida. En un momento de silencio presentemos al Padre, nuestras intenciones personales… Oración conclusiva Dios misericordioso, atiende las súplicas que te hemos presentado, y renueva en todos nosotros el deseo de vivir siempre unidos a Ti, saciados de tus dones y reconfortados por tu providencia. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.