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Iglesia

Mié 21 Jul 2021

Episcopado informa del fallecimiento de monseñor Alberto Giraldo Jaramillo

Este miércoles, 21 de julio de 2021, la Conferencia Episcopal de Colombia informó a través de un comunicado del fallecimiento de monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, arzobispo emérito de Medellín, quien se encontraba internado en el Hospital de San Jorge de la ciudad de Pereira. “Con profundo dolor y, al mismo tiempo, con esperanza firme en la resurrección que el Señor nos aseguró con su ministerio pascual, comunicamos que, hoy 21 de julio a las 3:40 p.m., falleció en el Hospital de San Jorge de Pereira, S.E. Mons. Alberto Giraldo Jaramillo, arzobispo emérito de Medellín”. En su mensaje los obispos, se unen en oración por el eterno descanso de su alma y expresan su cercanía a monseñor Hernán Giraldo Jaramillo, obispo emérito de Buga, a la familia Giraldo Jaramillo, a los padres Sulpicianos y a las Iglesias particulares de Chiquinquirá, Cúcuta, Popayán y Medellín, donde prestó su servicio episcopal. Biografía Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo nació en Manizales el 7 de Octubre de 1934. Fue ordenado sacerdote el 9 de Noviembre de 1958, incardinándose a su Arquidiócesis de origen. Luego, en 1960, se vinculó a los Padres Sulpicianos. Obtuvo la licenciatura en Teología en Canadá, prosiguiendo luego los estudios teológicos en el Angelicum de Roma, donde consiguió el doctorado. Durante su ministerio como presbítero se desempeñó como profesor en los Seminarios de Manizales y Bogotá. El 8 de Agosto de 1974 fue elegido para la Iglesia titular de Obba y Auxiliar de Popayán y el 15 de septiembre siguiente fue consagrado como Obispo. Trasladado a la Diócesis de Chiquinquirá, de la que fue su primer Prelado el 26 de Abril de 1977. Luego, el 26 de Julio de 1983, recibió un nuevo nombramiento para la Diócesis de Cúcuta. El 18 de Diciembre de 1990, fue promovido a la Sede Arzobispal de Popayán y el 19 de marzo de 1997 tomó posesión como Arzobispo de Medellín. Fue designado por el Episcopado Colombiano como su delegado en los Sínodos de los Obispos de 1977 sobre la Catequesis, de 1983 sobre la Reconciliación, de 1987 sobre los Laicos y de 1990 sobre la Formación Sacerdotal. Igualmente participó, en nombre de los Obispos de Colombia, en las Conferencias del Episcopado Latinoamericano celebradas en Puebla (1979) y en Santo Domingo (1992). Vicepresidente de la Conferencia Episcopal desde julio 1990 hasta julio 1996 y Presidente desde julio 1996 hasta julio de 2002. El 16 de febrero de 2010 Su Santidad Benedicto XVI le aceptó la renuncia como Arzobispo de Medellín.

Mié 21 Jul 2021

Congreso virtual Continental de Vida Religiosa

Asumiendo el llamado del papa Francisco a vivir la sinodalidad y consientes de la responsabilidad de contribuir desde la vida consagrada en la construcción de un nuevo rostro de Iglesia, la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), realizará del 13 al 15 de agosto el Congreso Virtual Continental de Vida Religiosa, que tiene como lema: ¡Ya es la hora de la sinodalidad! Sus organizadores han expresado que el momento histórico que vive la humanidad, exige de la vida consagrada un momento para pensar en el fortalecimiento de su identidad, de sus dimensiones intercongregacionales, interculturales e itinerantes y así, de manera sinodal asumir las tareas y compromisos que lleven a la construcción del tejido eclesial. "Escuchar a Jesús en esta hora, y con Él y cómo Él, caminar hacia un nuevo modo de ser Iglesia, que se deja transformar para servir como discípula, profeta y misionera (...) Generar en dinámica sinodal, un proceso de encuentro, reflexión y construcción colectiva, que permita vislumbrar el hacia dónde de la Vida Religiosa del Continente", señala la convocatoria. El congreso que es organizado cada tres años, será transmitido a través de la plataforma Zoom y tiene un costo de USD 110 por pantalla, usted podrá inscribirse en el siguiente formulario [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] Conozca más información [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mié 21 Jul 2021

Iglesia en Antioquia prende las alarmas por intensificación del conflicto

Las afectaciones por la intensificación del conflicto armado, en el occidente antioqueño y en otras regiones aledañas a estos territorios, han hecho prender hoy las alarmas y llamar la atención del país, para que se ponga la mirada de manera inmediata en estas comunidades que están siendo vulneradas en sus derechos humanos por diferentes factores. Así, lo han dado a conocer en un comunicado las congregaciones, iglesias, diversas espiritualidades, comunidades de fe nacionales y redes internacionales solidarias, quienes denuncian de manera enfática los graves atropellos que vienen siendo víctimas las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas en estas zonas del país. Esto, según lo señala la misiva, a raíz del llamado urgente hecho por las Misioneras de la Madre Laura de la Provincia de Medellín, Congregación que por años ha estado presente con sus obras prestando apoyo a las comunidades, de manera especial a las más vulnerables. El mensaje, deja en evidencia algunas de las problemáticas que están padeciendo las comunidades, tales como: recrudecimiento del conflicto armado, disputa territorial entre los diferentes grupos armados. Esto hechos, agregan, están llevando al reclutamiento de menores, instalación de minas antipersonales, amenazas a líderes y comunidades, asesinatos selectivos, desplazamientos, confinamientos y abusos sexuales. Afectaciones a la ‘Casa Común’ Así también, advierten que se han hecho las denuncias respectivas frente a las autoridades competentes, por el daño ambiental que se está causando a ríos, montañas y subsuelo, ante la explotación de minerales en los municipios de Jericó, sureste antioqueño; de San José de Uré y Montelíbano (Córdoba); y en Santa Cecilia (Chocó), límites con Risaralda. “Las afectaciones a la ‘Casa Común’, son de nuestra especial preocupación, tal como lo ha manifestado el Papa Francisco en las Encíclicas Laudato Si y en Fratelli Tutti”. Esto, registran, está llevando a un desplazamiento forzado, a una imposición de las economías ilegales y a la presencia de distintas estructuras armadas “sin que las Fuerzas Armadas y de Policía lo impidan”. Presencia de una Misión Humanitaria Ante este panorama sombrío, donde las comunidades claman una ayuda urgente, la Iglesia Católica y otros organismos trabajarán de la mano para llevar adelante una Misión Humanitaria, que iniciará en la región del Occidente Antioqueño, particularmente en los municipios de Dabeiba y Frontino. Esto, “como una posibilidad de escuchar, acompañar, brindar apoyo moral y solidaridad humanitaria ante esta crisis que padecen las comunidades”. “Para ello, solicitamos la presencia de diferentes organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario, incluyendo la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU y de la Misión de Verificación del Acuerdo de Paz de Naciones Unidas en Colombia”. Llamados de atención a los diferentes actores y sectores de la sociedad A este respecto, hacen un llamado en primera instancia al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a los diferentes actores armados presentes en los territorios, a que se dé un respeto pleno del Derecho Internacional Humanitario y cesen la siembra de minas antipersonal. A las autoridades colombianas les piden entre otras acciones, brindar la ayuda humanitaria requerida a las comunidades; trabajar en el desarrollo de desminado humanitario; suspender todo tipo de actividad minera a gran escala, hasta tanto no se haga un proceso de consulta previa a las comunidades; retomar con urgencia los diálogos con el “ELN” y acercamientos con otros actores armados; avanzar en acuerdos humanitarios locales, con el consentimiento de las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes de las regiones; y adelantar su labor constitucional de combatir y desmontar estructuras sucesoras del paramilitarismo en áreas de operación de la Fuerza Pública. A las autoridades departamentales y municipales, les solicitan ejercer efectivamente sus obligaciones constitucionales en lo referente a la coordinación institucional para atender de modo integral la crisis humanitaria y de derechos humanos que padecen las comunidades. A la Defensoría del Pueblo le exhortan a actualizar las alertas tempranas de la región y ejercer sus funciones constitucionales para garantizar los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y la atención humanitaria de las comunidades afectadas. Finalmente se dirigen a la Procuraduría General de la Nación, pidiéndole “romper su silencio frente a las actuaciones de los grupos armados y la posible responsabilidad por acción, omisión y aquiescencia de la Fuerza Pública en la situación que padecen las comunidades”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 21 Jul 2021

El valor de ser auténticamente pueblo

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Reflexiones desde el pensamiento del Papa Francisco - Hoy, tomo del libro Soñemos juntos del Papa Francisco, apartes de su reflexión sobre la categoría “pueblo”. El Papa aborda la necesidad de «recuperar nuestro sentido de pertenencia, de sabernos parte de un pueblo. Como primera medida, su punto de partida, en cuanto creyente, es que los discípulos de Jesús, la Iglesia, no somos una institución: fundamentalmente somos pueblo de Dios, lo que nos llama a estar unidos». Qué significa ser “un pueblo” Esta pregunta implica para el contexto actual, una oportunidad de ir a lo que debe ser el fondo de todas las inquietudes y aspiraciones de determinada comunidad humana. Advirtiendo los riesgos que conlleva hablar de pueblo desde perspectivas populistas, el Santo Padre aclara que pueblo no es lo mismo que país, nación o Estado. Nos dice: «El pueblo es siempre el fruto de una síntesis, de un encuentro, de una fusión de elementos dispares que genera un todo superior a sus partes. Aun si tiene profundos desacuerdos y diferencias, un pueblo puede caminar inspirado por metas compartidas, y así crear futuro» (págs. 104-105). Un pueblo «es más que la suma de los individuos […] es una realidad viva, fruto de un principio integrador compartido». Al pueblo no se le puede mirar solo desde la ciencia, sociología o análisis; sólo es posible, según el Sumo Pontífice, «aproximarnos a él desde la intuición, entrando en su espíritu, su corazón, su historia y su tradición». Tentaciones que hieren la identidad de pueblo Una tentación que señala el Papa es el elitismo, que «reduce y restringe las riquezas que el Señor puso en la tierra, convirtiéndolas en posesiones para ser explotadas por algunos en vez de dones para ser compartidos». Puede haber élites intelectuales, morales, religiosas, políticas, económicas o culturales. Esta tentación se supera apelando a la unidad en la diversidad. La lógica de élite genera exclusiones (y no pensemos en la “lucha de clases”); quien reivindica derechos de algún colectivo, puede terminar siendo excluyente con los demás. Otra es la del individualismo. Según el Papa, es “autodestructiva”, pues genera asilamientos. Por ello invita como superación «a salir de mi “lagunita personal” y volcarme al ancho cauce del río de la realidad y del destino del que soy parte, pero que también va más allá de mí». Dios y la dignidad de un pueblo No hay que equivocarse, Dios no obstruye o anula al ser humano. El Papa recuerda la historia de la salvación: «Jesús le restaura la dignidad al pueblo con hechos y palabras que manifiestan la cercanía de Dios». Una fe auténtica convoca a la solidaridad y a la fraternidad: a la acogida. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 16 Jul 2021

Nuevas directivas del episcopado colombiano

La CXI Asamblea Plenaria del Episcopado celebrada en la ciudad de Bogotá, del 5 al 7 de julio de 2021, estuvo marcada por un momento especial, donde los obispos cumplieron la misión de elegir las nuevas directivas y los comités que guiarán la tarea evangelizadora de la Iglesia Católica en Colombia para el trienio 2021-2024. La asamblea plenaria es la instancia máxima de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en ella se expresa y se pone en práctica el espíritu colegial y contribuye eficazmente a mantener la unidad del episcopado. En este contexto, la asamblea eligió de entre sus miembros al presidente, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá; vicepresidente, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán; y secretario general, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá. Así también, los responsables de las 14 comisiones episcopales con sus presidentes y a los directores de departamentos y secciones del Secretariado Permanente de Episcopado (SPEC), órgano que cumple la función de coordinar y promover el desarrollo de las normas trazadas por la Asamblea. Finalmente, nombró los miembros que prestarán sus servicios en los comités episcopales, consejos superiores, comité económico, comité de estatutos, comité de límites de las diócesis, comité de asuntos administrativos y del consejo superior de la Fundación Mutua Auxilio Sacerdotal Colombiano (MASC). Los elegidos para este trienio, cada uno desde su área de competencia, tendrán la misión de proponer, promover y guiar la acción pastoral de la Iglesia, en conformidad con las decisiones de la asamblea plenaria y la comisión permanente, integrada por los 14 arzobispos con que cuenta la Iglesia en el país. Descargue [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] la lista de quienes conforman las nuevas directivas y sus distintos comités y comisiones de la CEC.

Vie 16 Jul 2021

Con una eucaristía se conmemora 481 aniversario de Buenaventura

En el marco de la conmemoración de los 481 aniversario de la ciudad de Buenaventura y como parte de las fiestas de su patrono San Buenaventura, el obispo de esta Jurisdicción, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, celebró este miércoles 14 de julio, una eucaristía especial en la que hizo una invitación a mirar sagradamente este territorio. “Los invito a dar hasta la última gota de sudor y de sangre si fuera necesario por este territorio. Les animo a ser transparentes en las relaciones y honestos en los negocios, a aprender a ser hermanos y no enemigos, buscando el bien, alejándonos de toda actividad ilícita, engañosa o supersticiosa”, afirmó el prelado. Observó que la actual situación por la que atraviesa esta tierra del pacífico y las nefastas noticias que alterar la tranquilidad de su pueblo, está llevando al aumento de los suicidios, al incremento de la violencia, la depresión y enfermedades físicas y mentales. Ante este panorama llamó la atención de quienes toman decisiones para que piensen más en el beneficio de favorecer a las comunidades. “Hoy quiero provocar una invitación a mirar sagradamente este territorio, a ustedes quienes tienen a su cargo la toma de decisiones para que beneficie el destino del pueblo, de empresas, de sus familias, de las organizaciones y entidades. Recuerden que el dinero de los ciudadanos, así sea solo un peso, es el pan que va a llegar a la mesa de un niño de la escuela más humilde (…) La plata del pobre es sagrada y es para los pobres, no una parte, ni una limosna, porque los recursos bien invertidos alcanzan para las necesidades fundamentales”, asintió. Recordó además como la fiesta de San Buenaventura no es solo una manifestación de alegría y fiesta, sino que tiene que ser una expresión de haber cumplido con los deberes encomendados “es el amor por una tierra que se manifiesta en hecho y no solo con palabras, es la responsabilidad de transformar una realidad donde nuestros jóvenes están pidiendo empleo, formación de calidad, deporte sano, honradez y ante todo ser escuchados como parte de la construcción de una nueva ciudadanía donde todos podamos convivir como hijos de Dios”. Finalmente, pidió la intercesión de San Buenaventura patrono de esta ciudad, para que este pueblo bonaerense se reencuentre por fin con la paz, el amor y la reconciliación. Vea también el video mensaje de monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya en el aniversario de los 481 años de Buenaventura.

Jue 15 Jul 2021

Andaban como ovejas que no tienen pastor

DECIMOSEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Julio 18 de 2021 Primera lectura: Jr 23,1-6 Salmo: Sal 23(22),1-3a.3b-4.5-6 (R. 1) Segunda lectura: Ef 2,13-18 Evangelio: Mc 6,30-34 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Los pastores que no siguen el camino de Dios dejan de ser principio de unidad para el rebaño y se convierten en foco de dispersión. Las ovejas, el pueblo de Dios, sólo se dejan conducir por los pastores cuya voz recuerda la del Señor. El profeta amonesta a los pastores porque el pueblo se encuentra disperso y sin esperanza; sin embargo, el fallo de los pastores no aleja el amor de Dios, quien siempre buscará pastores que apacienten el rebaño. Dios dará un nuevo pastor que restaure y una a su pueblo. San Pablo declara a los efesios que el plan misterioso de Dios se ha revelado ya en Cristo, comenzando en él a vivir un hombre nuevo capaz de unir con un mismo Espíritu a judíos y gentiles. Se nos ofrece también una de las verdades teológicas más impresionantes del Nuevo Testamento: Él es nuestra paz. Con ello se presenta la obra de Cristo como una restauración de las relaciones amistosas entre Dios y el hombre, rotas por el pecado. El fruto de la reconciliación es la paz y la amistad. La reconciliación es un proceso objetivo y real. Es Cristo mismo el signo y la realidad de esa reconciliación de Dios y la humanidad. El pasaje del evangelio nos muestra un relato de transición, que nos prepara a la primera multiplicación de los panes. A la vuelta de los apóstoles de su primera misión, Jesús escucha sus experiencias y los invita a un tiempo de retiro, descanso y reflexión, en un gesto que manifiesta la delicadeza humana de Cristo, pero la realidad que se impone en forma de muchedumbre ansiosa: “ovejas sin pastor”. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Los textos de hoy se refieren, especialmente, a los responsables de la comunidad cristiana: obispos y sacerdotes. Pero se aplican perfectamente a todos los que tienen alguna responsabilidad respecto a personas. Vale la pena observar en las lecturas de este día: * La promesa del Señor de conducir a su Pueblo mediante líderes responsables, dignos, sabios y generosos, según el corazón de Dios. Es Jesús el pastor mesiánico, en quien se cumple lo anunciado por Jeremías. * La pedagogía de Jesús respecto al Reino. Ante el rechazo de Israel, Jesús va concentrando su misión en los Doce, preparándolos para cuando Él muera. * La sabiduría práctica de entrega y descanso que Jesús busca para sí y los suyos; pero que, en definitiva, sólo el amor juzga. Un buen tema de discernimiento, cuando una persona es responsable y, además, vive la responsabilidad incondicionalmente y la fundamenta en el amor incondicional de Jesús, entregando su servicio hasta no tener tiempo ni siquiera para comer. Es difícil discernir cuando la responsabilidad nace de la necesidad de amar y no reservarse. Sin embargo, no siempre el amor es «discreto»; y, fácilmente, la necesidad de no reservarse depende de otra necesidad, la de «estar a la altura» de la situación, de modo que uno no puede permitirse defraudar a los demás ni a la propia conciencia. Parece generosidad, pero no; es amor de libertad interior. El amor de libertad interior nunca se reserva, incluso cuando descansa, pues lo hace para entregarse más y mejor a los demás. Lo que pasa es que la vida obliga en ocasiones a prescindir de análisis, y no tienes otro remedio que olvidarte del todo de ti. Hay un momento en el proceso de crecimiento del amor en que ya no se distingue entre entrega y descanso: «todo es uno». 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Las lecturas nos obligan de nuevo a reflexionar sobre el misterio de Cristo. Si atendemos a la primera lectura, al salmo responsorial y al evangelio, podríamos representarnos a Jesús bajo la figura del Pastor. La primera lo anuncia, el segundo lo canta, el tercero lo constata. Jesús, el Pastor de Dios. Efectivamente, las ovejas que andan descarriadas encuentran en Jesús su auténtico Pastor. Como Pastor tiene lástima de ellas, las reúne en torno a sí, les enseña con calma. El las hace recostar en verdes y jugosas praderas, las abreva en arroyos tranquilos y claros, las conduce con seguridad y aplomo. No espantan las cañadas oscuras, él va delante de ellas; su «cayado» - la Cruz - es cobijo y orientación, por una parte, y, por otra, arma terrible contra los enemigos. La mesa, la copa, el perfume de acción de gracias pueden recordarnos la Eucaristía, alimento de las ovejas. Sin temor a errar caminan hacia la Casa del Padre. El Espíritu del Señor va con ellas. Las ovejas forman un rebaño, uno solo, por más que por un tiempo estuvieran dispersas. Dos pueblos separados forman uno. No hay judío ni griego, ni señor ni esclavo. Todos hermanos en el Señor. Urge, hoy día, fomentar el sentimiento de hermandad que debe caracterizar al rebaño del Pastor. Las separaciones impuestas por la historia, por la raza, por intereses personales o nacionales, no tiene ya sentido. Jesús nos ha hermanado a todos en su sangre de una vez para siempre. ¿No suspira hoy el mundo entero por la unidad y la comprensión? ¿Dónde quiere encontrarlo? Ahí está el Pastor de la humanidad, no hay otro. El rebaño debe dar señales de ello. Jesús, Pastor, trae la paz. ¿Qué más desea el mundo que la paz? Jesús es la paz. Paz con Dios, paz de unos con otros. Él da la vida por sus ovejas. Jesús nos lleva a Dios. ¿Qué más puede desear el hombre que alcanzar a Dios? Jesús nos conduce a él. ¿Qué decir de los malos pastores? ¡Ay de ellos! ¿Somos buenos pastores? ¿Qué buscamos en el ejercicio de nuestra pastoral? ¿A nosotros mismos? ¿Ahuyentamos, desperdigamos, abandonamos el rebaño? ¡Ay de nosotros! ¿Somos la paz? ¿Creamos la paz? ¿Vivimos la hermandad? ¿Nos dejamos llevar por el Espíritu de Cristo en ver los demás hermanos en Cristo? ¿Qué papel desempeña en nuestra vida nuestra nación, nuestra provincia, nuestro pueblo? ¿Separa, disgrega, destroza? Hay un solo pueblo, un solo rebaño. Por ello murió Cristo. ¿Somos buenas ovejas? ¿Nos dejamos conducir? ¿Sabemos derribar con nuestra vida el odio, la envidia, el rencor de siglos que tiene separada la humanidad? ¿Confiamos en el Señor? ¿Es en realidad nuestro Pastor? ¿O son quizás los líderes políticos los que nos apasionan más que Cristo? Pensemos, meditemos y actuemos en consecuencia. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La misericordia o el amor de Cristo a los hombres como razón íntima de su apostolado, y la necesidad del reposo, de la soledad, en medio de la actividad misionera. La misericordia del Padre es una faceta de su amor y es una de las primeras experiencias salvíficas que ha tenido la humanidad. Jesús es la plena experiencia de esta misericordia: la ofrece repetidas veces; la pone como pieza clave en su enseñanza y es el secreto íntimo de toda su actividad misionera. El descanso y la soledad están relacionados con el «discipulado» de los Apóstoles: es el tiempo necesario para vivir bajo el influjo directo de la Palabra de Jesús, puesto que han de ser embajadores suyos. Toda actividad apostólica cristiana deberá ser aprendida en soledad, en contacto personal con el Señor, y partir de una experiencia de la misericordia del Padre, que ha de ser su móvil auténtico. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa El Señor, que es el Buen Pastor, nos convoca y reúne cada domingo como una sola familia, como un solo pueblo miembros de un mismo Cuerpo, para que celebremos este Banquete Pascual de su amor. Participemos con mucha fe y renovemos en esta Eucaristía nuestro compromiso cristiano de ayudar a toda la humanidad a encontrar los caminos de paz y verdadero progreso; de verdad y felicidad. Monición a la Liturgia de la Palabra El Señor reconoce la necesidad de su pueblo y viéndolo desorientado nos enseña con sus acciones la tarea y misión de un verdadero pastor. ¿Cómo lo hace? ¿A qué nos invita? Escuchemos con atención la palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Unidos en oración, como una sola familia y como un solo rebaño que reconoce a Jesús, como pastor y paz verdadera, elevemos nuestras oraciones y súplicas a Dios Padre, diciendo: R. Padre misericordioso, escúchanos 1. Pidamos por la Iglesia Universal, por sus ministros ordenados, sus religiosos y fieles laicos; que todos tengan el corazón compasivo de Jesús. 2. Pidamos por quienes son responsables del gobierno de las naciones; que mantengan vivo su empeño por alcanzar la paz y la justicia. 3. Pidamos por todos aquellos que tienen dificultades o problemas y por cuantos sufren; que la presencia de Jesús los conforte y reanime. 4. Pidamos por todos los que nos encontramos participando de esta Eucaristía; que trabajemos a ejemplo de Jesús, Buen Pastor buscando la unidad de los pueblos: instruyendo, enseñando, acompañando, pero sobre todo sembrando paz. En un momento de silencio presentemos nuestras intenciones personales… Oración conclusiva Dios de bondad y misericordia, que te compadeces continuamente de nosotros, oye los ruegos de tu familia santa para alcanzar un día la paz. Por Cristo nuestro Señor. R. Amén.

Jue 15 Jul 2021

Devoción a la Virgen del Carmen

Cada 16 de julio celebramos la memoria de la Bienaventurada Virgen María en su advocación del Carmen. Se trata de una fiesta muy popular, extendida por los cinco continentes, en la que invocamos a la Madre de Dios bajo ese título tan entrañable. La piedad hacia la Virgen del Carmen hace referencia a muchos símbolos y a muchos aspectos de la vida cristiana. Está relacionada, en primer lugar, con el mundo carmelitano, con aquellos eremitas que se reunieron a finales del siglo XII o principios del siglo XIII en las laderas del Monte Carmelo, cerca de Haifa, en Israel, para llevar una vida de penitencia y oración y que después trasladarían a Europa su carisma y su espiritualidad. La devoción a la Virgen del Carmen hace referencia, también, al escapulario, ese pequeño signo que nos recuerda nuestra filiación, nuestra consagración bautismal y el compromiso de vida cristiana que supone imitar a María, perfecto modelo de entrega a Dios e intercesora nuestra. Lógicamente, la devoción a la Virgen del Carmen nos pone asimismo en contacto con el mundo de la mística, de la espiritualidad, de la contemplación. La escuela carmelitana, desde hace ocho siglos, ha profundizado en esa dimensión de la vida cristiana tan necesaria en nuestros días: la intimidad con Dios, la hondura espiritual, la oración como fuente de vida. En el caso de España contamos con dos de las figuras más señeras de la historia, no solamente de la espiritualidad carmelita, sino de toda la literatura cristiana: Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz. Esta fiesta nos remite igualmente al ámbito de la belleza. Ya desde la Escritura, el Carmelo evoca la hermosura. A María la invocamos como “Mater et Decor Carmeli” (Madre y hermosura del Carmelo) y lo carmelitano ha estado siempre relacionado con el arte, con la tersura, con la poesía. Además, la devoción a Nuestra Señora del Carmen está muy vinculada con el mundo del mar. Los marineros, los pescadores, todos los que viven en ese ambiente, a veces peligroso, designan a María como Estrella de los mares e imploran de Ella que sea su guía y protectora. También nosotros en las tormentas de la vida nos ponemos bajo su amparo y, cuando cantamos esa salve marinera que tanto nos emociona, tenemos muy presente a todos los que en las tempestades de todo tipo precisan de su socorro y su ayuda. Este año -qué duda cabe- las festividades de la Virgen del Carmen tendrán un carácter muy especial. La pandemia nos ha sacudido con fuerza y nos ha hecho sentir nuestra fragilidad. El coronavirus nos ha señalado nuestros límites y ha agravado crisis preexistentes. Por ello, a nuestra oración traeremos, particularmente, a los que experimentan la prueba o el dolor. Le pediremos a la Virgen Santísima por los que han perdido a un ser querido, por los que se han visto golpeados por la enfermedad, por los que han batallado en primera línea contra el coronavirus, dándonos un maravilloso testimonio de solidaridad y generosidad. No podemos olvidar a cuantos por razón del COVID – 19 perdieron su empleo, se ven abrumados por las deudas, buscan trabajo y no lo encuentran. Suplicaremos con singular intensidad por los que esta emergencia sanitaria ha debilitado psicológicamente y están sin esperanza, sin ilusión, desanimados o incluso han caído en la depresión. La devoción carmelitana, como todas las devociones marianas, cuando es vivida rectamente y con autenticidad, no nos distrae de nuestros compromisos de vida cristiana o eclesiales, sino todo lo contrario, nos lleva al corazón del Evangelio. María, que fue la primera maestra y también la primera discípula de Jesús, nos enseña a nosotros a ser discípulos, a seguirle en la vida cotidiana, a transformar nuestras actitudes y modos de vida buscando escalar la cima de la santidad. Una de las representaciones más típicas de la Virgen del Carmen es aquella en la que Nuestra Señora aparece rescatando las almas del purgatorio con su escapulario. Más allá de la representación en sí, qué duda cabe que esta imagen tan popular, por ejemplo, en nuestros cementerios, se puede convertir en una provocación, en una invitación para todos nosotros. Como dijo el Prior General de los Carmelitas hace ya algunos años, el devoto de la Virgen del Carmen está llamado a imitar a la Virgen, esto es, a rescatar a tantos hermanos nuestros que soportan el “purgatorio” de la necesidad, del paro, de la droga, de la injusticia, de la enfermedad, de la angustia ante un futuro incierto… y tantas otras lacras como hieren y menoscaban a nuestra sociedad actual. Desde la FAO, desde Caritas, desde Manos Unidas, desde parroquias, congregaciones religiosas, asociaciones juveniles católicas, desde instituciones benéficas alentadas por personas de buena voluntad, se están haciendo ingentes esfuerzos para que disminuya (y un día pueda desaparecer totalmente) la lacra del hambre. Necesitamos cambios estructurales, pero también un cambio de mentalidad o, dicho en lenguaje creyente, una conversión del corazón que consiga unir voluntades y suscitar iniciativas concretas y eficaces que solucionen los problemas de tantos hermanos nuestros como carecen de pan, de salud, de gozo, de libertad o de otros indispensables recursos para llevar una vida digna y en plenitud. Que el ejemplo de la Virgen, nuestra tierna Madre del cielo, bajo la advocación del Monte Carmelo, nos arranque del egoísmo y renueve nuestros criterios, a veces muy estrechos. Que, por su poderosa mediación, edifiquemos entre todos un mundo más justo y más fraterno. Con este propósito, recurrimos a Santa María, que es clemente y piadosa,con un precioso poema de José María Zandueta Munárriz: ¡Oh hermosura del Carmelo, Virgen del Carmen bendita, deja que yo me derrita de amor y de santo anhelo! Tú eres todo mi consuelo mi dicha y felicidad. Tu cariño y tu bondad inundan mi corazón y te digo en mi oración, que te quiero de verdad. Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA