Pasar al contenido principal

Iglesia

Vie 15 Ene 2021

Arzobispo de Barranquilla: “Un cristiano no enfrenta la muerte solo”

En la Catedral Basílica de Santa Marta, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, presidió la eucaristía en la que se despidió a quien fuera el pastor de la Iglesia magdalenense desde agosto de 2014, monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval. Junto con monseñor Salas estuvieron los obispos de la provincia eclesiástica de Barranquilla, a la que pertenece la diócesis de Santa Marta: Monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz, obispo de El Banco; monseñor Francisco Ceballos Escobar, obispo de Riohacha, y monseñor Óscar Vélez Isaza, obispo de Valledupar. También asistieron presencialmente varios sacerdotes del clero de Santa Marta, religiosos, religiosas y seminaristas, así como algunos agentes de pastoral y autoridades civiles, militares y de policía, con el cuidado de no sobrepasar el aforo permitido en la catedral. En el saludo a los presentes y a las más de dos mil quinientas personas que se unieron a la transmisión por redes sociales que originó la emisora Voces 89.4 FM de la diócesis de Santa Marta, el arzobispo Pablo Emiro expresó las condolencias de monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente del episcopado colombiano, así como la voz de solidaridad de todos los obispos del país. Monseñor Salas,durante su homilía y tomando un pasaje del evangelio proclamado,“vengan benditos de mi Padre, reciban el reino preparado para ustedes”, recordó que un cristiano no enfrenta la muerte solo, ni siquiera“en las circunstancias en que murió Luis Adriano, en la soledad de una cama”. Aseguró que nadie está solo si ha tenido a Cristo en su vida. “Él no estaba solo, nadie está solo porque ese con quien hemos vivido nuestra vida está con nosotros, permanece con nosotros, nos consuela, nos reconforta y nos sostiene”. Evocó la última reunión que sostuvieron los obispos de la provincia eclesiástica, en el mes de diciembre, donde monseñor Luis Adriano les manifestó que solo le faltaba un año para su jubilación; pero él, aun faltándole un año para terminar su período de gobierno, quería vivirlos totalmente hasta el último momento en la misión encomendada. “Vivir en Cristo, entonces, significa no perder de vista lo esencial, no perder de vista lo importante y nosotros, los consagrados, nosotros los obispos, tenemos clara una cosa:no nos vamos a comprar el Covid en una tienda o no nos lo vamos a ganar haciendo tonterías en la calle, pero sí por el cumplimiento de nuestra misión nos acontece lo que le sucedió a Luis Adriano, nos damos por bien servidos (…) Nosotros todos los días tenemos que gastarnos en aquello que se nos ha confiado, tenemos que donarnos en aquello que se nos ha confiado, tenemos que servir en aquello que se nos ha pedido; la vida no la podemos banalizar porque los días pueden ser muchos, pero también pueden ser pocos”,afirmó. El prelado dijo, además, que no hay duda que monseñor Luis Adriano, desde su lecho de dolor, vivió también su propia pascua y su momento de pasión, recordando así el último mensaje de Navidad, ofrecido por este obispo a su clero y feligresía en general, estando ya hospitalizado. “El ofreció su enfermedad, la incomodidad de una enfermedad de estas, los malestares que ocasionan, las complicaciones que originan y todo ello lo vivió en esa dimensión sobrenatural, donde el dolor se redimensiona, donde el dolor se vuelve salvífico, donde el dolor humano unido al dolor de Cristo se vuelve redentor y así vivió él esos días, ofreciendo todo por su propia santificación y por la santificación de la Iglesia que le habían confiado, especialmente de sus sacerdotes”. Finalmente, animó al clero diocesano y a la comunidad para que el ejemplo de este pastor sirva para seguir edificando una Iglesia viva, en medio de las circunstancias del momento especial que tendrá que vivir esta Iglesia particular.“Ponemos en la presencia de la Santísima Virgen María las intenciones de todos sus sacerdotes, de todo su pueblo, de todas sus comunidades parroquiales, ponemos en sus manos los sufrimientos de tantos que siguen enfermos, ponemos en las manos de la Virgen el dolor de aquellos que todavía padecen las ausencias de los que ya partieron, para que ella y su Hijo sean nuestro consuelo y nuestra esperanza”. Saludo de condolencia del nuncio apostólico de Colombia Por su parte, el nuncio apostólico de Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, se hizo presente con un saludo de condolencia a la comunidad diocesana de Santa Marta, resaltando de monseñor Luis Adriano su sencillez y don gente, quien no escatimó esfuerzos, aún en medio de la pandemia, para estar presente dentro de sus comunidades. “En su enfermedad monseñor se ha identificado íntimamente con los sufrimientos de Cristo, experimentando en su carne lo que viven tantos de nuestros hermanos, familiares y amigos a quien Dios visita estos días con un amor de predilección misterioso, pero profundamente real”. “Monseñor a quien hemos conocido como un hombre naturalmente bueno, afable, sencillo dotado de un espontaneo don de gente, y un gran respeto por las personas, no escatimó esfuerzos durante su vida pastoral, ni siquiera durante la pandemia, para estar cerca de aquellos a quien el Señor le confió (…) Siguiendo el ejemplo del Maestro quien nos enseñó que nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus hermanos”. “De hecho, aun encontrándose en un momento de enfermedad, no midió sus energías y no dudo en arriesgar su salud por el bien de sus ovejas”, puntualizó el nuncio apostólico en su mensaje.

Vie 15 Ene 2021

El hombre responde al llamado de Dios a través de la obediencia a su Palabra

SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Enero 17 de 2021 Primera Lectura: 1S 3,3b-10.19 Salmo: 40(39),2+4ab.7. 8-9.10 (R. cf. 8a.9a) Segunda Lectura: 1Co 6,13c-15a. 17-20 Evangelio: Jn 1,35-42 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: • A Dios quien, a lo largo de la historia, siempre ha llamado a personas concretas para que cooperen en su misión de salvar a la humanidad. • El hombre responde al llamado de Dios a través de la obediencia a su Palabra. • Cuando Dios llama, prepara a su elegido y lo envía en su nombre, a predicar el Evangelio 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios afirma que Dios, a largo de la historia, llama a personas concretas para que le colaboren en su proyecto de salvación universal. Es el caso del llamado de Dios a Samuel en la primera lectura, y del llamado de Jesús a Juan y Andrés, en el relato del Evangelio. Samuel es ayudado por el sacerdote Elí, que le enseñó cómo responder al Señor. Juan y Andrés eran discípulos de Juan el Bautista, él les muestra al Cordero de Dios. De lo anterior, podemos deducir que la experiencia de la vocación, viene mediada por personas, que el mismo Dios pone en el camino, para que indiquen el camino que lleva hacia Él. La Palabra de Dios también nos muestra que para que la vocación llegue a buen término es necesario estar atentos a la voz de Dios para corresponderle con prontitud. Sólo quien escucha a Dios puede responderle debidamente. Al final de la primera lectura la Palabra nos dice que Samuel crecía y que el Señor estaba con él. También al final del relato del Evangelio se nos muestra que los dos discípulos fueron con Jesús, vieron dónde vivía y se quedaron con Él. Todos estos detalles van estrechamente unidos en la experiencia vocacional de cada persona. Además, la Palabra confirma la alegría que sienten aquellos que son llamados por Dios. Es un gozo profundo que llega al corazón y que no se olvida, marca la vida y la divide en dos etapas: el antes del llamado de Dios y el a partir del llamado de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de Dios, propuesta para hoy, nos dice que Dios nos llama con nombre propio para algo grande. Cada persona es llamada continuamente por Dios. El primer y permanente llamado es siempre a estar con Jesús, a ser sus amigos, a disfrutar de su compañía, a conocerle y amarle cada vez más. La Palabra pide un corazón dócil y humilde como el de Samuel, para poder experimentar profundamente el llamado de Dios. Juan y Andrés también seguían con rectitud de corazón a Juan Bautista, estaban fascinados por el ejemplo de su santidad, austeridad y veracidad, ellos, como Samuel, experimentaron la llamada divina en sus vidas. Samuel dijo a Dios: Habla Señor que tu siervo escucha. Juan y Andrés dijeron al Señor: ¿Maestro dónde vives? Esto indica que a Dios se le responde con sinceridad. Es necesario escuchar a Dios y obedecerlo. Todos tenemos vocación, todos somos llamados por Dios a vivir con Él y para Él. Quien escucha el llamado de Dios y lo sigue goza de la compañía de Dios y crece en gracia y sabiduría. Es lo que dice la primera lectura cuando afirma que “Samuel crecía, y el Señor estaba con él”. La experiencia personal de ser llamado por Dios marca definitivamente el corazón, la persona es sellada profundamente por el amor de Dios, es algo que no se olvida y que se recuerda con detalles y con fascinación. Así lo vivieron Juan y Andrés. Al respecto el evangelista nos dice que “fueron con Él, vieron dónde vivía y pasaron aquel día con él. Eran como las cuatro de la tarde”. Cuando se recuerdan con fuerza los detalles, por ejemplo, la hora en que Juan y Andrés estuvieron con Jesús en su casa, cuando el corazón y la memoria retienen con fuerza natural estas cosas, es porque esa experiencia ha tocado el alma y la ha transformado, sucedió algo grande que cambió la vida, que le dio sentido, que la llenó de gozo, los ojos del alma son iluminados con el resplandor de la verdad y ya no se tiene miedo ni duda alguna. Se ve claro por dónde ir, a quién seguir. La Palabra nos recuerda que Dios ha llamado a muchas personas a colaborar en su misión. La vocación es el llamado de Dios a su servicio. El Concilio Vaticano II afirma que todos somos llamados a la santidad, esta es la vocación fundamental que brota del bautismo. San Juan Pablo II nos dijo que todos estamos llamados a la santidad y a la misión, que “el verdadero misionero es el santo” (RM 90). El Papa Francisco nos pide con insistencia ser “callejeros de la fe”, ser una Iglesia en salida misionera. Para lograrlo es necesario dejarse “captar” por Jesús, dejarse cautivar por Él, abrirle espacio en nuestra vida, dejarnos amar, perdonar y transformar por su misericordia infinita. Es indispensable seguirlo y estar con Él. Son maravillosas las palabras de EG 120 que nos animan a ser auténticos misioneros desde el encuentro sencillo y profundo con Jesús: «Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos “discípulos” y “misioneros”, sino que somos siempre “discípulos misioneros”. Si no nos convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos: “¡Hemos encontrado al Mesías!” (Jn 1,41)». Jesús nos pide abrir el corazón para escucharlo. Samuel estaba en el Templo. Es necesario ir al Templo al encuentro con Dios, visitarlo y adorarlo en el Sagrario, participar fructuosamente de la Eucaristía que es la fuente y la meta de toda la vida cristiana; es Cristo mismo quien nos alimenta con su propio Cuerpo y Sangre. No nos dejemos robar la alegría de encontrarnos con Cristo en la Eucaristía, no nos dejemos robar la alegría de escuchar a Cristo en la lectura orante de la Palabra, tanto de modo personal como comunitario. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Todo encuentro con Jesucristo transforma la vida, es un encuentro espiritual que orienta totalmente la vida hacia Dios y hacia el servicio a los demás. La misión es la consecuencia lógica que brota del encuentro con Cristo. La escucha atenta de la Palabra de Dios, siempre genera un compromiso misionero. El Papa Francisco nos dice que tenemos que ser cristianos que salimos a la calle, que abandonemos el confort y las propias seguridades para comunicar a los demás el amor de Cristo que hemos recibido. El corazón del espíritu misionero es el amor a Jesucristo. Para amar a Cristo es necesario habituarse a estar en su presencia para escucharlo, seguirlo y obedecerlo. En todas las circunstancias y etapas de la vida necesitamos escuchar a Dios, nunca dejemos de ser discípulos, de lo contrario no seremos misioneros del Señor. Cristo pide familias que sean escuelas de santidad, a ejemplo de la familia de santa Teresita del Niño Jesús. Siempre debemos promover una atención pastoral de calidad para los niños. De allí lo fundamental que es acompañar y animar a los padres de familia a ser los primeros y constantes catequistas de sus hijos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos encontramos unidos para vivir el encuentro con el Señor Jesús, el Cordero de Dios, para reconocerlo, escucharlo y anunciarlo con voz de júbilo. Dispongámonos a celebrar con fe y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra En los pasajes de la Palabra que vamos a escuchar encontraremos cómo nuestra relación con Dios es profunda, él nos llama, nos recuerda que somos su templo y que nos invita a buscarlo y reconocerlo como el Cordero de Dios que nos motiva a ir y ver dónde mora. Escuchemos con atención y recogimiento. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Reunidos para celebrar el Día del Señor, plenitud de la revelación del amor de Dios Padre, presentamos nuestras oraciones, diciendo: R. Señor Jesús, escucha y ten piedad 1. Oremos por nuestra Iglesia colombiana y por la Iglesia universal, para que, unida al Papa Francisco en la caridad, siga comunicando con valentía la presencia de Jesús que nos llama a seguirlo y ser sembradores de esperanza, justicia y paz. Roguemos al Señor. 2. Oremos por nuestros pastores, obispos, sacerdotes, diáconos e integrantes de las comunidades de vida apostólica y vida religiosa para que, imitando la prudencia, la mansedumbre y la bondad de Jesús, hagan crecer en la fe, la caridad y la esperanza a cuantos les han sido encomendados. Roguemos al Señor. 3. Oremos por los gobernantes de las naciones y las autoridades civiles y militares, para que, movidos por el espíritu de servicio, construyan con sabiduría y honestidad caminos de unidad y de reconciliación. Roguemos al Señor 4. Oremos por las familias, para que, con caridad, modestia y castidad, permanezcan unidas en el gozo de la fe y alienten el entusiasmo por una vida de amor a Dios y amor entre esposos y hermanos. Roguemos al Señor. 5. Oremos por los enfermos, presos y secuestrados, para que Cristo los sane, les conceda la libertad, los colme de esperanza de vida, y premie y glorifique a quienes han muerto en su misericordia. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Señor, acoge las oraciones que confiados te presentamos por mediación de Jesucristo, quien vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén

Jue 14 Ene 2021

3 Preguntas sobre el motu proprio "Spiritus Domini"

El pasado lunes 11 de enero, el Papa Francisco firmó la carta apostólica en forma demotu proprio"Spiritus Domini" (“El Espíritu del Señor”), donde se informa la modificación del canon 230 sección 1 del Código de Derecho Canónico,acerca del acceso de las personas de sexo femenino al ministerio instituido del lectorado y del acolitado. Para comentar sobre estedocumento emanado directamente del papa, de su propia iniciativa y autoridad(esto significa «motu proprio»), hemos invitado al padre Manuel Hernando Vega León, director del Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal colombiana. ¿En qué consiste esta disposición papal? El motu proprio “El Espíritu del Señor” del Papa Francisco hace una modificación del canon230 § 1, sobre el acceso de las mujeres a los ministerios instituidos del lectorado y del acolitado, que antes del Concilio Vaticano II eran conocidos como órdenes menores y que luego Su Santidad Pablo VI separó de las sagradas órdenes y quedaron como ministerios laicales, que en la práctica fueron otorgados para quienes se preparan para las órdenes sagradas del diaconado y el presbiterado. Sin embargo, con la puesta en marcha del Concilio Vaticano II y de la teología del laicado, se ha venido dando un amplio desarrollo al tema de la ministerialidad en la Iglesia y del compromiso de todos los bautizados en la edificación de la Iglesia querida por el Señor Jesús. En los últimos años, en las jurisdicciones eclesiásticas se ha promovido la formación y elección de laicos, hombres y mujeres, para realizar servicios tales como: proclamadores de la Palabra, catequistas, animadores o coordinadores de pequeñas comunidades; así mismo, en muchas diócesis se ha establecido el servicio de los ministros extraordinarios de la comunión, que tienen como tarea principal el cuidado y la oración ante el Santísimo Sacramento y la distribución de la Sagrada Eucaristía a los enfermos. Estos servicios han ido adquiriendo cierta formalidad, fruto del sacerdocio común de los fieles, pero que ahora, con la modificación que hace el Papa Francisco, los laicos, especialmente las mujeres, estos ministerios serán otorgados mediante un mandato institucional del obispo diocesano. En algunas parroquias de Colombia se observa que esto que sugiere el Papa se venía aplicando hace algún tiempo. ¿Por qué? Podemos decir que esto hace parte de la implementación del Concilio Vaticano II, que dio una especial relevancia al laico y su misión en el mundo y la Iglesia. Como ya lo describí, la reflexión sobre la misión de los bautizados en la Iglesia es más frecuente y necesaria, los ministros ordenados somos conscientes que la edificación de la Iglesia requiere de la participación activa de todos los que hacemos parte de ella, como también del reconocimiento de la evidente contribución de tantos laicos que se han vinculado a la tarea evangelizadora de la Iglesia, especialmente, por parte de la mujer. Muchos de los servicios en torno a la proclamación de la Palabra y del altar, se han constituido en una práctica autorizada, que, de ahora en adelante por el motu proprio, la Iglesia renueva el papel protagónico de los bautizados comprometidos con la misión evangelizadora de la Iglesia en los ministerios instituidos del lectorado y del acolitado. ¿Cómo se aplicaría en Colombia este motu proprio? ¿La CEC tendría que realizar algún procedimiento para que en las jurisdicciones se aplique de manera oficial? Según la modificación del canon 230 § 1, la Conferencia Episcopal debe ahora determinar la edad y las condiciones para la recepción del ministerio del lectorado y del acolitado en Colombia. Las jurisdicciones eclesiásticas establecerán los programas de formación y acompañamiento de los laicos que se consideren idóneos para estos ministerios. La modificación hecha al canon 230 nos compromete a construir programas más elaborados y completos, que contribuyan a la formación del laicado y al pleno desarrollo de la condición bautismal puesta al servicio y edificación de la Iglesia del Señor Jesús. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar Motu Proprio[/icon]

Jue 14 Ene 2021

La voz del Pastor | 17 de enero de 2020

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 1,35-42.

Mié 13 Ene 2021

Obispo de Pasto: "Paremos la otra pandemia"

Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de Pasto, aseguró en un comunicado de prensa que a las mil personas que han fallecido por Covid en esta región se suma la "otra pandemia": la violencia irracional. “La violencia que se ensaña con nuestra región, tiene su más reciente y cruel episodio con el asesinato de la niña Marbel Rosero, en Las Mesas, municipio de El Tablón de Gómez. Este y otros asesinatos no pueden sernos indiferentes”, indicó. En este sentido expresó su cercanía de pastor a los padres y familiares de la joven y de las otras cuatro mujeres que han sido asesinadas durante la primera semana del año. Al celebrar la eucaristía con ésta intención, pidió también por la paz de la región nariñense. Al dirigirse a las personas que atentan contra la vida humana, les recordó que ésta es sagrada y les invitó al arrepentimiento y a cesar toda acción violenta. El prelado pidió a las autoridades competentes garantizar la protección a la vida de toda persona, de manera especial a los vulnerados y vulnerables. “El pueblo espera de ustedes justicia, verdad y acciones eficaces de protección”. Exhortó a sacerdotes, religiosas y religiosos a realizar jornadas de oración, a través de las redes sociales y sin provocar aglomeraciones, pidiendo por la paz y la reconciliación y el cese de todo tipo de violencia. Finalmente, renovó su cercanía con las personas que han perdido a sus seres queridos por la pandemia. “No los olvidamos y rezamos diariamente por ellos y pedimos el consuelo para sus familias”.

Mié 13 Ene 2021

En Guapi: consternación por violación y asesinato de menor

Tras el asesinato de la menor de 11 años, Mayra Alejandra Orobio Solís, el vicario apostólico de Guapi, monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, a través de un comunicado, expresó su rechazo a este doloroso caso. “Rechazamos con vehemencia la tortura, violación y posterior asesinato de la menor Mayra, encontrada esta mañana en terrenos de propiedad del vicariato en cercanías al Hogar Mónica, lugar de amparo y protección para niños vulnerables”, afirmó. Al mostrarse consternado por los hechos, el prelado observó que, tristemente, los hechos de muerte siguen creciendo en este territorio, enlutando así a muchas familias. Recordó que “toda vida es un don, porque alguien nos la ha dado - Dios para nosotros los creyentes-, por tanto, nadie tiene derecho a destruir ninguna vida”. Advirtió que cualquier hecho violento puede desencadenar en más violencia, odio o muerte, por lo que exhortó a la comunidad a “romper esa cadena que se presenta como ineludible”. Al ofrecer su oración y cercanía con los familiares de la menor, también hizo un llamado a las autoridades competentes para que haya celeridad en la investigación de este asesinato. “Hay cierta sistematicidad en la persistencia de violaciones a niñas y jóvenes en nuestro municipio, pero la intimidación y el miedo mantienen a nuestra sociedad guapireña en un silencio con arista de complicidad”, puntualizó monseñor Correa. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 12 Ene 2021

Episcopado colombiano lamenta la muerte de monseñor Piedrahita

Los obispos de Colombia, tras enterarse este lunes 11 de enero del fallecimiento de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, obispo de Santa Marta, animaron a la comunidad a unirse en oración para agradecer por la vida y el ministerio de este prelado. “Invitamos a las comunidades católicas a unirse en oración para dar gracias por la vida y ministerio de este Sucesor de los Apóstoles, quien consagró completamente su existencia como servidor fiel y solícito del pueblo de Dios, y para pedir por su eterno descanso”. En un comunicado los obispos expresaron su cercanía a los sacerdotes, religiosos y fieles laicos de las jurisdicciones eclesiásticas de Cali, Apartadó y Santa Marta, lugares donde monseñor Piedrahita ejerció su ministerio episcopal. En estos sitios, agregaron “el prelado ejerció un ministerio generoso y fecundo, lleno de paternidad, bondad y sencillez”. Asimismo, extendieron su saludo de solidaridad a los familiares y seres queridos del obispo. Finalmente, ofrecieron su oración por todos los enfermos y fallecidos por causa del Covid-19 y por sus familiares. “Invitamos a todos a perseverar en la oración para que, con la ayuda de Dios y en espíritu de caridad fraterna, podamos superar el momento difícil que estamos viviendo”. Fecha de las exequias Las exequias de monseñor Piedrahita se realizarán este jueves 14 de enero, a las 9:00 a.m. en la catedral basílica menor el Sagrario y San Miguel de la ciudad de Santa Marta, en una eucaristía que será presidida por monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, concelebrarán los señores obispos de la provincia eclesiástica de Barranquilla y un número reducido de sacerdotes, con una aforo de 50 personas. Las cenizas del prelado reposarán en la catedral basílica de esta ciudad. La eucaristía será transmitida a través del Facebook live de la emisora Voces 89.4 F.M., el facebook de episcopadocol y el canal de YouTubbe de la diócesis de Santa Marta [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 12 Ene 2021

Diócesis de Cúcuta lamentó incendio ocurrido en el barrio La Castellana

Tras el lamentable incendio ocurrido en el barrio La Castellana de la ciudad de Cúcuta, que deja el fatídico resultado de siete personas fallecidas y otras cuatro heridas, la diócesis a través de un mensaje publicado en sus redes sociales, lamenttó los hechos y expresó su cercanía a los familiares de las víctimas y de quienes se encuentran hospitalizados. “Hace llegar a las familias afectadas el sentido pésame por la pérdida de sus seres queridos; a la vez ofrece oraciones y plegarias al Señor Dios Todopoderoso para que descansen en la Paz Eterna”, señala la misiva. Igualmente, la diócesis aseguró sus oraciones por la pronta recuperación de las personas que están en delicado estado de salud por causa de estos mismos hechos. Foto: Tomada de Internet