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Iglesia

Vie 27 Nov 2020

“En medio de la pandemia, María nos invita a ser solidarios”: Sor Cecilia Triana

Cada 27 de noviembre, el santoral católico rememora una de las apariciones marianas de la Virgen María que hace alusión al momento en que la Madre de Dios se apareció a santa Catalina Labouré, en 1830, en una escena que se convertiría en la imagen de una insignia popularmente conocida como la "Medalla Milagrosa". La hermana Cecilia Triana González,Provincial de las Hijas de la Caridad, Provincia La Milagrosa Bogotá – Venezuela, recordó que esta escena de la aparición de la Virgen a esta joven novicia que pertenecía a la comunidad de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, aconteció en París, en tiempos donde se vivían momentos de guerra, pandemias y crisis sociales muy fuertes, que no fueron ajenas al corazón de la madre de Dios. “Allí la Virgen le dijo que esa medalla sería un signo de amor, una promesa de protección y una fuente de gracia para todos aquellos que confiaran en ella”. “Esto tiene que ver con la simbología que hay en la misma medalla”, explicó la religiosa. “María resplandece en medio de las 12 estrellas como la reina de los Apóstoles, como la madre de la Iglesia, como quien alienta y favorece nuestra vida, la vida del pobre, del creyente y nuestra misión de hogares, nuestra misión de apóstoles, de trabajadores, de campesinos, de personas del barrio, de personas de la economía, de la ciencia y allí está María”. En este contexto, la religiosa dijo que estos signos nos deben llevar a recordar la función que tiene cada uno dentro de la Iglesia, más en estos momentos por los que atraviesa la humanidad, donde somos llamados a vivir la fraternidad y a acoger a los más necesitados. “María nos está recordando que cada uno de nosotros somos una estrella, al igual que los Apóstoles; una estrella que tiene toda una misión, somos enviados para hacer el bien en medio del dolor, de la orfandad de nuestro tiempo, debemos ser esa luz profundamente solidaria que ilumina en medio de la tiniebla, en medio de la adversidad”, advirtió. Observó que en estos tiempos inesperados y difíciles de comprender, fruto de la pandemia no solo del coronavirus, sino de otras pandemias que afronta el planeta y la sociedad colombiana, es donde aparece el misterio de la medalla,“en medio de esta situación la Virgen permite intuir que alrededor de la crisis que vivimos nuestro corazón de hombres y mujeres tiene que ser solidario”. “Todas las pandemias que nacen de la desigualdad, de la inequidad, de los abusos, de la corrupción institucionalizada, que nacen de todas esas formas de reconocimiento de la dignidad del ser humano, nos invitan a reflexionar y a atender el llamado que nos hace el Santo Padre en su última carta«La alegría de ser hermanos»". Este viernes 27 de noviembre, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl tendrán la eucaristía, a las 6:00 p.m., para conmemorar la fiesta de Santa Catalina Labouré y la celebración de los 387 años de fundación de esta comunidad.

Jue 26 Nov 2020

“Exorcismo y oración de liberación”

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Doctrina, ha publicado el libro“Exorcismo y oración de liberación”, un texto que recoge las memorias del curso teológico-pastoral que lleva este mismo nombre y que se realizó en noviembre de 2019. El libro, además de reunir las ponencias de quienes participaron como conferencistas, ofrece una síntesis de toda la comprensión teológica que encierra el tema del exorcismo. “En la publicación está la comprensión litúrgica, canónica, espiritual y pastoral de toda esta realidad que necesita ser iluminada dentro del contexto de los sacerdotes y de las personas que desean conocer sobre esta dinámica que, a veces, aparece tan oscura”, explicó el padre Jorge Bustamante Mora, director de los Departamentos de Doctrina y Promoción de la Unidad y el Diálogo de la CEC, quien además tuvo a su cargo la coordinación de la primera edición de este libro. Ante el “boom” de las personas que hoy día expresan sentir energías negativas o que hay una presencia misteriosa del mal, el director del Departamento precisó que “es importante tener una clara formación teológica para comprender este tipo de fenómenos y darles un manejo adecuado, que sea entendido desde la enseñanza de la Iglesia y no se caiga en errores o exageraciones que no ayudan al crecimiento espiritual”. Este subsidio resulta valioso en la formación de todo sacerdote para que pueda desde su ministerio ejercer la ayuda que según sus competencias la Iglesia le permite. “Centramos la atención para precisar qué hay que hacer para ayudar a estas personas que realmente aparecen afectadas por el mal, también para iluminar a las personas y hacerles comprender que no todo lo que ven como mal puede ser una circunstancia que provenga del maligno, sino que puede tener otras explicaciones; es necesarioayudar a aquellos que creen tenerlo, pero realmente no hay nada”. Frente a este tema del exorcismo, que en muchas personas causa temor, misterio, y búsquedas desesperadas de ayuda incluso en lugares equivocados, el sacerdote dijo que el libro plantea algunas pautas que pueden ser asumidas como retos para enfrentarlos. Apoyar a las personas que sufren realmente por este tipo de fenómenos fruto de un influjo del maligno, mediante ministros competentes que les ayuden a centrar la mirada en la fe y a encontrar solución a esta dura realidad. Un gran desafío, es no estar viendo el diablo o el mal en todo, sino tener un crecimiento espiritual acorde a la doctrina y lo que la Iglesia quiere. Se requiere ofrecer presencia y acompañamiento pastoral más que soluciones mágicas. Formación para el ministro ordenado que presta este ministerio, formación para sus equipos de colaboradores, y desde luego, formación para todo cristiano, de manera que se sepa cuándo debe o no recurrirse a estas ayudas. Pues, existen personas que no son católicas y proponen soluciones de acuerdo a sus propios intereses. Este libro de 280 páginas puede adquirirse en la librería de la Conferencia Episcopal, comunicándose al PBX: 437 55 40 Ext. 264 Cel: 313 8808447 o solicitando su ejemplar al correo electrónico: libreria@cec.org.co

Mié 25 Nov 2020

«Madrugón a la oración»: Jornada promovida por la Arquidiócesis de Bogotá

Por iniciativa de la arquidiócesis de Bogotá, este sábado 28 de noviembre desde las 5:00 a.m. a las 8:00 a.m., se vivirá la gran Jornada: «Madrugón a la oración», una experiencia iluminada por el Salmo: 'Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo'. Según lo ha dicho monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla, obispo auxiliar de la arquidiócesis, será un madrugón espiritual para el encuentro con Dios, centrado en el texto Bíblico de Mt 5,1-12, que habla de las Bienaventuranzas “como Iglesia de Bogotá queremos ser sal de la tierra y luz del mundo, sabemos que si no vivimos en el espíritu de las Bienaventuranzas, no podremos ser esa luz”. En esta experiencia inédita, el prelado pide a los creyentes unirse en oración como una forma de ser solidarios con el prójimo, en este momento difícil que atraviesa la humanidad. Este evento eclesia será transmitido por el canal católico Cristovisión y a través del canal de YouTube de la arquidiócesis de Bogotá, todos invitados a vivir este momento de fe, esperanza y caridad.

Mar 24 Nov 2020

Toma pacífica a la curia arquidiocesana de Cali

Luego que miembros del ‘Movimiento de Viviendistas Sin Techo’ se tomaran de manera pacífica la curia arquidiocesana de Cali, esta iglesia particular aceptó el papel de facilitador para establecer acercamientos de diálogos con la Alcaldía Municipal. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 24 Nov 2020

Foro: “Los Voluntarios un corazón abierto al mundo entero”

La Arquidiócesis de Bogotá, a través de la oficina de promoción del voluntariado, ha convocado para este sábado 28 de noviembre al foro: “Los Voluntarios un corazón abierto al mundo entero”. Según lo expresó el padre Jorge Eliecer Arias, director de la oficina arquidiocesana de promoción del voluntariado, este evento se realiza para conmemorar el Día Internacional de los Voluntarios que se celebra cada año para esta fecha. “Esta es una experiencia que se viene realizando hace 8 años, se trata de un proceso de acompañamiento y organización que hacemos a los voluntarios. Este proyecto nace desde el Plan E de pastoral que maneja la arquidiócesis y nace como una necesidad de crear espacios para que nuestros laicos puedan actuar esa invitación de ser samaritanos”, indicó el sacerdote. Estarán como invitados especiales: Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de la Arquidiócesis de Bogotá; monseñor Daniel Arturo Delgado, vicario episcopal territorial de vicaria Cristo Sacerdote y el padre Antonio Ramírez, director de la Fundación San Felipe Neri Este evento será transmitido de 8:45 a.m. a 11:00 a.m. a través de la plataforma de Zoom, para participar deberá. [icon class='fa fa-download fa-2x'] inscribirse en el siguiente LINK[/icon]

Lun 23 Nov 2020

El desperdicio de alimentos: una herida sangrante

Por: Mons. Fernando Chica Arellano - El recrudecimiento de la pandemia en curso está generando ingentes desafíos a la seguridad alimentaria en muchos países, así como crecientes obstáculos para el abastecimiento de los comercios con productos agrícolas, pesqueros y ganaderos. Las medidas de cuarentena, las interrupciones en las cadenas de suministro, el cierre de fronteras, las trabas en el desplazamiento de la población y otra serie de iniciativas han contribuido a que muchos productos queden en la mar o en el campo y no lleguen a los distribuidores, o no encuentren mercados a los que abastecer, por lo cual terminan perdiéndose. En algunas naciones se llegó incluso al desabastecimiento en los supermercados, los cuales tampoco podían regalar comida a unos bancos de alimentos ya de por sí diezmados por una demanda creciente a causa del alza del desempleo. Por otra parte, las compras frenéticas o compulsivas y una cierta variación en el hábito de consumo durante el confinamiento causaron un gran desperdicio alimentario. Si la pérdida de alimentos se asocia a las regiones del sur del mundo, nuestro hemisferio contempla en mayor medida el derroche alimentario, una lacra que, si todos pusiéramos de nuestra parte, dejaría de existir o se vería aminorada de modo considerable. En efecto, en nuestros pueblos y ciudades, sonroja ver montones de comida tirada en la basura, a la vez que va incrementándose el número de personas que no tienen lo necesario para llenar su estómago. Conviven individuos que no pueden alimentarse ni sana ni suficientemente junto a otros que malgastan y derrochan sin control. Nos deberíamos avergonzar de esta atroz contradicción, sobre todo si traemos a colación tantos niños como mueren de hambre diariamente en el mundo. Es un escándalo que clama al cielo pidiendo justicia, como la sangre del Abel (cfr. Gen 4,10). El despilfarro de alimentos es un triste fenómeno que ha de interpelar nuestras conciencias y resolverlo compete a todos. Las cifras hablan por sí solas. Si pensamos en el entorno que nos circunda, según estudios atendibles, España es el séptimo país de la Unión Europea que más comida dilapida. De media, cada persona arroja al vertedero unos 179 kilos de comida al año. Importante es no ignorar que, de todos los alimentos desechados, aproximadamente 1,2 millones de toneladas son aptos para el consumo. Las estadísticas señalan además que hasta 98 millones de toneladas de alimentos se despilfarran anualmente en la Unión Europea. Según la FAO, más de 690 millones de personas sufren desnutrición en el mundo. Otras fuentes ilustran este dato informando que en torno al 9,6% de la población europea no alcanza a comprar comida de calidad cada dos días. Desconcierta saber, en fin, que el 20% de los alimentos producidos en el viejo continente se desperdicia, con un coste económico estimado en 143.000 millones de euros. Si ahondamos en el problema, observamos que el derroche de alimentos no solo supone prescindir irresponsablemente de comida, una comida que, bien utilizada, podría servir para aliviar las necesidades nutricionales de quienes lo precisan. Entraña también echar por la borda mucha mano de obra, usada inútilmente para producir alimentos que a la postre acaban desperdiciados. Significa igualmente un empleo innecesario de recursos que no son ilimitados, sino más bien escasos, como la tierra, el agua y la energía. Pero el impacto del despilfarro alimentario no es solamente cuantificable desde la perspectiva financiera. El medio ambiente es otro de los grandes afectados por los desperdicios de alimentos, ya que su producción conlleva la utilización de fertilizantes y pesticidas. Esos ingredientes menoscaban enormemente nuestro planeta, ya bastante vapuleado por otros efectos nocivos del cambio climático: por cada kilogramo de alimento producido, 4,5 kg de dióxido de carbono (CO2) va a la atmósfera. Permanecer impasible ante esta grave temática, o reputarla como una cuestión que no nos afecta, es ciertamente erróneo. Los medios de comunicación, la escuela, pero sobre todo la familia, han de sensibilizar a la opinión pública para encarar muy en serio un problema que depende, en gran medida, de haber recibido una educación correcta, que otorgue a los alimentos el valor que realmente tienen. Nadie, pues, puede contentarse con ser un mero espectador en la lucha contra el derroche de alimentos, siendo una herida que supura, perjudicando sin piedad a multitud de personas, especialmente a los pobres y vulnerables de la sociedad. A este respecto, pocos meses después de ser elegido Sucesor de Pedro, el papa Francisco, en la audiencia general del 5 de junio de 2013, hablando de la cultura del descarte, dijo sin medias tintas que “nos hemos hecho insensibles al derroche y al desperdicio de alimentos, cosa aún más deplorable cuando en cualquier lugar del mundo, lamentablemente, muchas personas y familias sufren hambre y malnutrición. En otro tiempo nuestros abuelos cuidaban mucho que no se tirara nada de comida sobrante. El consumismo nos ha inducido a acostumbrarnos a lo superfluo y al desperdicio cotidiano de alimento, al cual a veces ya no somos capaces de dar el justo valor, que va más allá de los meros parámetros económicos. ¡Pero recordemos bien que el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre, de quien tiene hambre!”. Por tanto, poner fin a una mentalidad caprichosa en el uso de los alimentos, que los desdeña sin ningún miramiento, ayuda a combatir también el desprecio a las personas cuando estas ya no son útiles, son ancianas o están enfermas, han perdido su apariencia o se han vuelto frágiles y débiles. El asunto no es de poca monta: de hecho, sabemos que se desperdicia un tercio de los alimentos producidos para consumo humano en todo el mundo, es decir, unos 1300 millones de toneladas anuales. Esta cantidad sería suficiente para dar de comer al menos a unos 2.000 millones de personas en nuestro planeta. En este sentido, el día 18 de noviembre de 2019, el Santo Padre, en su Mensaje con ocasión de la apertura del segundo período ordinario de sesiones de la Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, denunciaba sin ambages que “el derroche de alimentos lacera la vida de muchas personas y vuelve inviable el progreso de los pueblos. Si queremos construir un futuro en el que nadie quede excluido, tenemos que plantear un presente que evite radicalmente el despilfarro de comida. Juntos, sin perder tiempo, aunando recursos e ideas, podremos presentar un estilo de vida que dé la importancia que merecen a los alimentos. Este nuevo estilo consiste en estimar en su justo valor lo que la madre Tierra nos da, y tendrá una repercusión para toda la humanidad”. Ante semejante panorama, ¿cuál puede ser nuestra contribución personal? Todo tiene que arrancar de una convicción: no podemos seguir adelante con un estilo de vida que contemple el despilfarro de alimentos como algo normal, sin importancia. Es fundamental un cambio de paradigma en el plano económico, ecológico, educativo y social, que potencie la convergencia de medidas internacionales, estatales, regionales, locales y, en particular, individuales, con el fin de zanjar una problemática que tiene terribles secuelas negativas. Se trata de identificar vías y modos que, afrontando sensatamente tal problemática, sean vehículo de solidaridad y de generosidad con los más necesitados. Sin afán de ser exhaustivos, apunto algunas pistas para focalizar el asunto y atisbar soluciones al mismo. Primero, en el ámbito personal y familiar. Hemos de subrayar que los alimentos se despilfarran en todas las fases de la cadena de alimentos (producción primaria, procesamiento, venta, servicios de comida, etc.), pero es en el marco hogareño donde más se desperdicia. Contrarrestar esta tendencia es una obligación, algo verdaderamente imprescindible. Para ello es cuestión de no olvidar acciones tan sencillas como cocinar cantidades pequeñas, reutilizar las sobras, comprar solo lo necesario, no dejarse llevar por las apariencias (para desechar “frutas feas”, por ejemplo), revisar el refrigerador, consumir primero los alimentos más antiguos, entender las etiquetas de fechas (“consumir antes de”, “consumir preferentemente antes de”, “fecha de caducidad”), compostar y donar los excedentes a instituciones que harán buen uso de ellos. En segundo lugar, hemos de apoyar a las entidades sociales y organizaciones no gubernamentales (ONG)que están plantando cara al desperdicio de alimentos de forma creativa y eficiente, intentando salir al encuentro de quienes lo precisan. En este apartado es justo incluir asimismo los esfuerzos que están llevando a cabo muchos comedores promovidos por parroquias, institutos religiosos, grupos juveniles y asociaciones cristianas para redistribuir alimentos. Y esto, en muchas ocasiones, contra viento y marea, incitados por la fantasía y la pujanza que nacen del amor desinteresado, venciendo burocracias agobiantes, sin reparar en cansancios o cortapisas. Remediar el derroche de alimentos pasa, pues, por la conjunción de medidas individuales, pero también comunitarias e institucionales. En tercer lugar, en la lucha contra el despilfarro las empresas ocupan un puesto de relieve. En numerosos centros industriales, restaurantes, grandes superficies y supermercados, por ejemplo, se están poniendo en marcha “auditorías de desperdicios” que permiten ser mucho más eficaces en la gestión de los recursos. Por el lado del consumidor, algunas aplicaciones permiten, a través del teléfono móvil, encontrar comida sobrante de restaurantes a precios rebajados. En comercios de alimentación de diversos países, se está implantando la costumbre de vender las frutas, verduras y hortalizas por unidades y no por paquetes o manojos. Se ha comprobado que de esta manera se reduce el desperdicio de alimentos en torno al 25%. El papel de las ONG de consumidores ha sido muy relevante a la hora de lograr estos avances. Un cuarto aspecto nos lleva al terreno político y legislativo. En estos momentos, determinados países cuentan con leyes que prohíben a los supermercados, a los hospitales y a los hoteles tirar o destruir alimentos. En lugar de eso, están obligados a cederlos a diversas organizaciones benéficas, que son las encargadas de distribuirlos entre las personas y familias necesitadas. Sería esta una iniciativa que habría que generalizar y ampliar más todavía por el beneficio que comporta. Finalmente, están los organismos internacionales y, entre ellos, el Programa Mundial de Alimentos, que lanzó la campaña global Stop Desperdicio. En el Mensaje enviado el 18 de noviembre de 2019 a esta agencia de las Naciones Unidas, con ocasión de la apertura del segundo período ordinario de sesiones de su Junta Ejecutiva, el Papa se refería a ella con estas palabras: “Deseo que esta campaña sirva de ayuda a quienes en nuestros días sufren las consecuencias de la pobreza y pueda demostrar que, cuando la persona ocupa el centro de las decisiones políticas y económicas, se afirma la estabilidad y la paz entre las naciones y crece por todas partes el entendimiento mutuo, cimiento del auténtico progreso humano”. En definitiva, el desperdicio de alimentos constituye una cuestión de conspicua envergadura, que exige implementar inteligentemente acciones que la aborden desde su raíz, sin superficialidades, sesgos o negligencias. Es por eso que, en 2019, la LXXIV Asamblea General de la ONU designó el 29 de septiembre como el Día Internacional de Concienciación de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Este año 2020 ha sido la primera vez que se ha celebrado esta jornada con el fin de fortalecer nuestra responsabilidad en el consumo adecuado de los alimentos, evitando malas prácticas y decisiones, como el derroche alimentario. En este terreno cada uno de nosotros podemos hacer algo para impedirlo. Como recuerda el papa Francisco, “una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo. Mientras tanto, el mundo del consumo exacerbado es al mismo tiempo el mundo del maltrato de la vida en todas sus formas” (Laudato Si’, n. 230). Si nos mentalizamos auténticamente, si unimos ideas y voluntades y redoblamos nuestro compromiso, afrontando sin improvisaciones el despilfarro de alimentos, este flagelo quedará relegado al pasado y podremos construir un presente más justo, que abra las puertas a un futuro en donde todos puedan comer de forma digna, sana y nutritiva. Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA

Sáb 21 Nov 2020

Obispo de Pasto toma posesión de su sede

En la fiesta de la presentación de la Bienaventurada Virgen María, fecha que conmemora hoy la Iglesia católica, tomó posesión de su sede el nuevo obispo de la diócesis de Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro. En su homilía centró la atención señalando que la figura de la Santísima Virgen María marcará la ruta de camino en esta nueva etapa de su vida diocesana. “De la mano de María Santísima, cuyo amor está profundamente arraigado en los nariñenses, nos sentimos llamados esta mañana a continuar “remando mar adentro”. Iluminado por la Palabra de Dios, el prelado propuso tres aspectos que considera animarán el caminar de esta jurisdicción: 1. «¡Alégrate y goza, hija de Sión!, que yo vengo a habitar dentro de ti» Este pasaje bíblico impregnaba un clamor, que en su momento invitaba al pueblo de Dios a levantarse en la alegría para asumir con esperanza su liberación. En este contexto se refirió al momento inusual que está viviendo el mundo por cuenta de la pandemia, incluyendo a la Iglesia, que ha tenido que continuar su caminar de fe con nuevos métodos. Observó que esta emergencia sanitaria está haciendo que la humanidad toque terrenos desconocidos y hostiles que nunca hubiera llegado a imaginar, o, que tal vez, daba por sentados tener seguros. Resaltó aspectos como la pérdida del empleo, la ausencia de bienes, el abrigo en los templos, los abrazos, la cercanía de los seres queridos y amigos que fallecieron sin haberles podido estrechar una mano o sepultar y hacer el duelo como es costumbre. "Como en aquel pueblo, hoy resuena en nosotros, nuevo pueblo de Dios que peregrina en estos tiempos pandémicos, el llamado a levantarnos con la certeza que Dios está en medio de nosotros, y su presencia –Él no es ausencia–, nos debe impulsar a romper, si no los confinamientos físicos, aquellos espirituales para abrirnos desde la esperanza a continuar contagiando a nuestros hermanos y hermanas de “la alegría del Evangelio”, a decirles con palabras y gestos que no están solos". Igualmente animó para que, a pesar de las dificultades, se camine de la mano con María y se elija buscar nuevos caminos. "Que ella nos ayude a abrirnos a la confianza filial, a sentirnos defendidos en nuestras tribulaciones e impulsados a ser comunidad cercana a los humildes y necesitados, consuelo para los que sufren". 2. «Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo» Explicó como este texto presenta a María como la primera mujer que cree y hace la voluntad de Dios. Así mismo muestra a Jesús pasando las fronteras para presentar a los discípulos como miembros de la gran familia del Señor. Así también, resaltó la larga labor pastoral que la diócesis de Pasto ha recorrido, promoviendo un importante número de comunidades cristianas “evangelizadas y evangelizadoras, preocupadas por encarnar en la vida cotidiana las enseñanzas de Jesús (…) Escuchando las palabras del Señor, podemos decir que en ese esfuerzo se van tejiendo los vínculos de una gran familia. Desde esta perspectiva, la familia está llamada a ser primerísima comunidad creyente, Iglesia doméstica, y la comunidad eclesial debe afianzarse como familia de familias”. Monseñor Cárdenas dijo, además, que es importante seguir fortaleciendo los lazos que unen como hermanos a esta tierra nariñense, poniendo al servicio común de todos los talentos que Dios les ha regalado para servir a los más necesitados, ellos son: “las víctimas de las diferentes formas de violencia, los migrantes, los pobres, los que lloran la pérdida de sus seres queridos, los que han perdido su trabajo, entre otros”. 3. «Por tu Palabra echaré las redes» En este pasaje bíblico de Pedro, que presenta la escena de la pesca milagrosa, se inspiró el lema del nuevo obispo, quien dijo que “la auténtica alegría la experimentamos cuando en conciencia procuramos honestamente obedecer a Dios”. Advirtió que la tarea de la Iglesia no es “un proyecto personal o individual; es la respuesta a un llamado de alguien a quien respondemos, obedecemos y con quien nos comprometemos a sumar fuerzas caminando juntos”. “Parafraseando a María y a Pedro, le decimos al Señor esta mañana: aquí estamos, que se haga en nosotros según tu Palabra, tomamos en nuestras manos la red y seguimos bregando en este mar de la historia, con la certeza de que tú vienes con nosotros y será la confianza en ti y la docilidad a ti, lo que hará fructífera la misión”, puntualizó. Al finalizar la prédica pidió la intercesión de Nuestra Señora de La Merced, patrona y gobernadora vitalicia de Pasto. Nuncio Apostólico presenta recomendaciones pastorales al nuevo obispo Por su parte, monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico en Colombia, dirigió unas palabras al nuevo obispo, recordándole que el papa Francisco, al pedirle ser el pastor de esta Iglesia particular, le encomienda también unas acciones pastorales guiadas por el Espíritu Santo y en atención al contexto social y cultural del pueblo pastense. Cercanía y fraternidad con el clero y los fieles Invitó al nuevo obispo a cultivar una figura paterna y cercana con el clero y los fieles, tanto en la dimensión espiritual como pastoral, mostrando una actitud de escucha, alegre y comprensiva, que impregne en este público un nuevo entusiasmo para la vivencia cotidiana del Evangelio y la vida misionera de la Iglesia. Proyección de las obras diocesanas Al resaltar su formación académica, pastoral y administrativa, le encomendó liderar y gestionar los procesos necesarios en el mejoramiento y proyección de las obras que esta Iglesia particular tiene, advirtiéndole que son el pilar fundamental de la acción evangelizadora y caritativa de esta jurisdicción. Sensibilidad hacia lo social Al evidenciar la situación socio-económica y la inseguridad que azotan estas tierras de Cauca y Nariño, le recordó que es su tarea tener una sensibilidad particular hacia lo social. "El pueblo fiel espera encontrar en usted un defensor de los derechos de los más vulnerables, un guía experto de la comunidad diocesana, con una respuesta eficaz hacia las problemáticas más apremiantes que debe afrontar la pastoral de la diócesis". "En la mente del papa Francisco, que lo ha elegido y confiado en usted, los últimos, los excluidos, los desplazados, los alejados, los indiferentes, los no creyentes, en fin, todo el espectro de lo que se ha llamado las ‘periferias existenciales’, son encomendadas preferencialmente a su corazón de pastor". Atención a la crisis familiar Frente a esta problemática advirtió que la crisis familiar afecta a la sociedad contemporánea, pues fragiliza el tejido social y debilita la transmisión de los valores humanos y religiosos necesarios para sostener la vida de la comunidad. Al referirse a los jóvenes advirtió que la drogadicción, la criminalidad, el desempleo y la falta de oportunidades ha permitido que ellos no se proyecten hacia un futuro próspero. "Por eso, señor obispo, el acompañamiento pastoral y el sostén de la realidad familiar y juvenil de la diócesis exigen intensa presencia amorosa". Acogida a los migrantes Lo animó a seguir en marcha con los procesos que se adelantan en los municipios y ciudades del país, en atención a los migrantes, de manera particular a los venezolanos. "Le pido perseverancia en la generosa acogida de los hermanos venezolanos y le exhorto a poner en marcha una pastoral de migrantes capaz de abordar evangélicamente todas las dimensiones de este fenómeno". La pandemia. Propuestas pastorales novedosas Le recordó que la incertidumbre causada por la pandemia del Covid-19, con un futuro incierto, le exigen respuestas nuevas e inéditas "es el momento de la creatividad del espíritu y de la docilidad generosa a los signos de los tiempos para poder responder con altura evangélica a los retos del momento". Finalmente, le invitó para que en este nuevo caminar experimente la cercanía maternal de la Santísima Virgen María y la dulzura amorosa del Sagrado Corazón de Jesús, bajo cuya protección ha sido puesta la diócesis de Pasto. Siguiendo los cuidados de bioseguridad, al acto de posesión asistieron monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio de Su Santidad en Colombia, un grupo reducido de arzobispos y obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas, representantes laicales; el Gobernador de Nariño, Jhon Rojas; el alcalde de Pasto, Germán Chamorro De la Rosa; autoridades civiles, militares y de policía, y medios de comunicación.

Vie 20 Nov 2020

Misa por difuntos: “Los confiamos a Dios seguros del valor inmenso de la oración”

En una eucaristía presidida por monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, se elevaron oraciones por aquellas personas que han fallecido durante este tiempo de pandemia. Durante su homilía el prelado recordó que desde sus orígenes la Iglesia vive con convicción la necesidad de orar por los fieles difuntos y ofrecer por ellos sus sufragios. Observó cómo en este tiempo de pandemia el dolor de muchas personas se ha incrementado por la pérdida de sus familiares en diferentes circunstancias y en la mayoría de los casos sin poder vivir un duelo por el ser querido, dadas las circunstancias del momento. “Nos hemos reunido para este acto de misericordia, para vivir desde la fe lo que hemos estado afrontando durante el tiempo de pandemia y entregarle a Dios la vida y el fallecimiento de nuestros hermanos que han partido durante estos meses (…) tenemos particularmente en cuenta a quienes han fallecido por la misma enfermedad del coronavirus, pero también a las víctimas de las catástrofes naturales, especialmente la de los últimos días, las víctimas de la violencia, quienes han muerto solos sin una caricia, una palabra o el acompañamiento de sus seres queridos”, afirmó. Resaltó la entrega generosa del personal de la salud, de los servidores públicos y de todas aquellas personas que ofrendaron su vida sirviendo a los más necesitados en este tiempo de pandemia. “Queremos entregar a Dios el sacrificio y el servicio de quienes han dado la vida por servir a los enfermos, a quienes han atendido con plena generosidad y donándose ellos mismos”. “Los confiamos a Dios seguros del valor inmenso de la oración, sentimos el dolor de su partida y no lo ocultamos (…) Cuando hay tantas preguntas, cuando el dolor nos toca tan fuerte, cuando se agotan las alternativas y las fuerzas humanas, cuando estamos apesadumbrados por la incertidumbre y los temores, el Señor nos repite yo soy la resurrección y la vida. Cuando parece que no quedan esperanzas, el Señor nos dice “el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá””. El también obispo electo de Santa Rosa de Osos, al asegurar que Dios siempre abre caminos de esperanza, propuso tres senderos que ayudarán a entender desde la oración el sentido de la muerte. Sendero de la oración. “Esta nos abre a la esperanza porque nos permite volcar nuestros sentimientos en el Señor. El dolor, la incertidumbre, el temor, la separación, esto hace que cuando oramos, y cuando oramos unidos, renovamos nuestra confianza en Dios en quien podemos encontrar la vida en abundancia”. Sendero de la fraternidad misericordiosa. “Quiere decir que nos acercamos realmente al dolor de nuestros hermanos, nos acercamos y renovamos la esperanza cuando podemos unirnos realmente al dolor de quienes lo están viviendo. Cuando solidariamente compartimos con todos los que sufren este momento y vivimos la esperanza cuando aseguramos nuestra fe en el Señor”. Sendero del testimonio de creer. “Cuando somos testigo de lo que nos espera, somos realmente manifestadores de aquel en quien hemos puesto nuestra confianza”. Recordó que esta celebración eucarística iba acompañada de una indulgencia plenaria concedida por el papa Francisco, para quienes visiten un cementerio y recen por los difuntos. Finalmente pidió la intercesión de María Santísima: “Acudamos a ella que es madre, hoy con más fuerza que nunca, para decir al Padre de la vida: concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua”. Transmisión nacional por medios católicos Muchos colombianos y nacionales residentes en el exterior pudieron unirse a esta sentida celebración eucarística que, gracias a los servicios profesionales del canal Cristovisión, fue retransmitida por más de 40 espacios mediáticos de comunicación con sedes en distintos lugares del país. Canales de TV 1. Canal Cristovisión (Bogotá) 2. Canal Teleamiga (Bogotá) 3. Canal TeleSantiago (Tunja) Emisoras diocesanas, parroquiales, de comunidades religiosas y comunitarias 4. Emisoras Minuto de Dios (Bogotá – Medellín – Barranquilla – Cartagena) 5. Uniminuto Radio (Corporación Universitaria Minuto de Dios) 6. Radio María. 7. Emisora Mariana (Frailes Agustinos) 8. Emisoras Reina de Colombia (Frailes Dominicos) 9. Emisora virtual Funade.FM (Arquidiócesis de Barranquilla) 10. Emisora Paz Estéreo (Arquidiócesis de Ibagué) 11. Radio Católica Metropolitana (Arquidiócesis de Bucaramanga) 12. Emisora virtual La Voz de la Esperanza.FM (Diócesis de Armenia) 13. Emisora Voces (Diócesis de Santa Marta) 14. Emisora virtual universitaria UCN (Fundación Universitaria Católica del Norte) 15. Radiócesis Ecos (Diócesis de Engativá) 16. Emisora Diocesana (Diócesis de Socorro y San Gil) 17. Emisora Proyección 2000 Guavatá (Diócesis de Vélez) 18. Dorada Estéreo (La Dorada Caldas) 19. Satinga Estéreo (Diócesis de Tumaco) 20. Radio Mira (Diócesis de Tumaco) 21. Emisora virtual de la parroquia San Pedro Claver (Pto. Boyacá) 22. Emisora comunitaria Colina Estéreo de Caparrapí (Cundinamarca) 23. Radio Católica Metropolitana Página web / Facebook / YouTube 24. Arquidiócesis de Ibagué 25. Diócesis de Barrancabermeja 26. Arquidiócesis de Cali 27. Vicariato Apostólico de Trinidad 28. Diócesis de La Dorada – Guaduas 29. Diócesis de El Espinal 30. Diócesis de Duitama – Sogamoso 31. Diócesis de Girardota 32. Diócesis de Montelíbano 33. Diócesis de Montería 34. Diócesis de Líbano – Honda 35. Diócesis de Santa Marta 36. Diócesis de San José del Guaviare 37. Diócesis de Vélez 38. Diócesis de Soacha 39. Diócesis de Zipaquirá 40. Diócesis de Quibdó 41. Diócesis de Santa Rosa de Osos – Fundación Universitaria Católica del Norte 42. Diócesis de Ocaña 43. Diócesis de Istmina-Tadó 44. Obispado Castrense 45. Consejo Episcopal Latinoamericano –CELAM- 46. Conferencia de Religioso de Colombia –CRC- 47. Secretariado Nacional de Pastoral Social –SNPS- 48. Comisión de Conciliación Nacional –CCN-