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Iglesia

Mié 2 Sep 2020

Obispo de Santa Marta pide acciones tras erosión del río Magdalena

Tras el fenómeno erosivo ocurrido en la localidad de la subregión del Rio del departamento del Magdalena, que dejó a varias poblaciones incomunicadas entre ellos los municipios de Salamina y El Piñón, el obispo de Santa Marta, monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, expresó su cercanía y acompañamiento a estas comunidades. El prelado pidió al Gobierno apoyo para encontrar vías contundentes que solucionen la dificultad presentada. “Estamos pidiendo a las autoridades para que pongan atención y solucionen esta situación, para que pueda haber una comunicación fluida en todas esas comunidades de la zona del río que hacen parte del Arciprestazgo San Luis Beltrán de la diócesis”. Por su parte los sacerdotes Hernán Moisés Muñoz e Iván Darío Trujillo, párrocos de Salamina y El Piñón, respectivamente, siguen dinamizando procesos pastorales como apoyo para encontrar soluciones efectivas, unidos a los líderes sociales y gubernamentales de ambas localidades, frente a la dificultad ocurrida en la madrugada del domingo y durante todo el día, en la cual más 100 metros cúbicos de terreno cedieron, cayendo al río, hasta quedar la carretera prácticamente partida.

Lun 31 Ago 2020

Iglesia en Medellín realizará IV Semana de formación del clero

La actualización de los contenidos teológicos y pastorales es uno de los grandes retos que ha de enfrentar la Iglesia para que los sacerdotes de hoy “puedan enfrentar y acompañar al pueblo de Dios con entusiasmo, acierto y sabiduría”, así lo ha entendido la arquidiócesis de Medellín, quien en los próximos días realizará la IV Semana de formación del clero. En este contexto, los días jueves 10 y 11 de septiembre, de 9:00 a.m. a 12:00 m. la delegación para la Pastoral Sacerdotal de la Arquidiócesis de Medellín y la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana /UPB), desarrollarán una agenda de trabajo que tendrá como tema central: “El fenómeno y el hecho religioso hoy en la Iglesia” Este espacio académico busca “hacer una lectura pastoral de la realidad en la sociedad actual marcada por nuevas experiencias religiosas y nuevos modos de asumir la espiritualidad y la práctica religiosa hoy”. El arzobispo de esta ciudad, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, en compañía del sacerdote Julio Jairo Ceballos Sepúlveda, Rector General de la UPB, serán los encargados de hacer la apertura a este acto académico. Estructura de la semana La semana de formación se organiza a partir de encuentros sincrónicos a través de la plataforma Webex, en los que además de algunos momentos de oración, se tendrán propuestas temáticas de los expositores y conversatorios con los sacerdotes participantes. Público objetivo La invitación está abierta para que participen los señores obispos, presbíteros de la Arquidiócesis de Medellín, sacerdotes de Colombia y de otros países. Costos: Los interesados podrán participar inscribiéndose de manera gratuita, pero si desean recibir el certificado de asistencia y las memorias del encuentro, deberán consignar un valor de $ 30.000.oo [icon class='fa fa-download fa-2x'] Más información[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Agenda y Conferencistas[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Inscripción con pago para obtener certificado y memorias[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Inscripción gratuita: No obtiene certificado ni memorias[/icon]

Vie 28 Ago 2020

La voz del Pastor | 30 de agosto de 2020

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 16,21-27

Jue 27 Ago 2020

CEC programa talleres para la formación de agentes de escucha parroquial

Pensando en la compleja realidad que se vive en este tiempo de pandemia, donde se ven comprometidos aspectos de la vida social, familiar, laboral y pastoral de las personas, los departamentos de Matrimonio - Familia y Promoción y Defensa de la vida de la Conferencia Episcopal de Colombia, han diseñado un proceso de "Formación de Facilitadores para la Comunidad de Escucha Parroquial", que busca desarrollar habilidades en los futuros facilitadores para que puedan brindar un servicio de escucha a la comunidad. Se contempla que la Comunidad de Escucha Parroquial, será en principio un servicio voluntario que se brindará desde y en la parroquia (no en domicilios particulares), de acompañamiento espiritual y psicológico para sostener a quienes están más vulnerables ante el avance del Covid-19. Este trabajo pastoral se materializará a través de video llamadas, conforme se autorice la reapertura de los templos, se migrará a sesiones presenciales. Los organizadores han dispuesto de unas sesiones informativas, para que las personas interesadas en conocer más de este proyecto, lo hagan a través de la plataforma Zoom, los días: sábado 29 de agosto de 15:30 a 16:30 hrs.; el 2 de septiembre de 11:00 a 12:00 hrs; y el 5 de Septiembre de 15:30 a 16:30 hrs. Los interesados sólo deben acudir a una sesión informativa y podrán escribir al Whatsapp 3156966653 para recibir la liga de la conexión. Este taller teórico-práctico iniciará el próximo 12 de septiembre de 05:00 p.m. a 07:30 p.m. y se desarrollará a través de 4 sesiones, que requerirán de la participación activa de los asistentes: Sesión 1 • La misión del facilitador como formador de personas autodirigidas. • Errores al estar escuchando. • Preguntas que invitan a la reflexión. Sesión 2 • Desarrollar la confianza de unos para los otros. • Uso eficaz de la paráfrasis. Sesión 3 • La conversación de reflexión. • Diálogos de planeación. • Pasos para la creación de la Comunidad de Escucha Parroquial. Sesión 4 • Manejo del silencio. • Ejercicios de reflexión y planeación. Perfil de los facilitadores Se sugiere que sean personas mayores de 40 años, con el deseo de prestar un servicio voluntario y la disponibilidad de tener como mínimo 4 horas de servicio a la semana; que tenga una trayectoria personal y familiar estable; compromiso histórico con la parroquia como mínimo de 3 años; y la facultad de la escucha y el habla. El proceso de inscripción se realizará a través de un [icon class='fa fa-download fa-2x'] formulario[/icon]. La inversión será de $128,000 pesos por conexión, que ampara el taller completo para dos personas.

Jue 27 Ago 2020

Iglesia en Barranquilla se prepara para celebra 17ª versión de Catedratón 2020

Durante una rueda de prensa que se realizó este miércoles 26 de agosto de manera virtual, la arquidiócesis de Barranquilla, bajo el pastoreo de monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, presentó de manera virtual lo que será la decimoséptima versión de Catedratón 2020, que en esta ocasión tiene el lema: ¡Catedratón On: enciende tu fe, tu esperanza, tu caridad!. Según informaron sus organizadores, la versión 17 de la fiesta de la solidaridad se realizará el domingo 27 de septiembre desde las 8 de la mañana hasta las 8:00 p.m. a través de las redes sociales arquidiocesanas y medios de comunicación locales y regionales. Serán 12 horas de transmisión continua con alabanza, oración, testimonios y muestra de diversas actividades parroquiales. “Como la historia debe continuar, Catedratón, este año se realizará en este tiempo especial, on line. Por esta razón, la Iglesia católica atlanticense enciende su esperanza y corazón para vivir desde sus casas el acostumbrado espacio de música y evangelización”, expresaron. Para monseñor Pablo Salas Anteliz, esta campaña “está hecha para poner el fuego en el corazón de los fieles, en el sentido de que se vean reconocidos e identificados con las especificas necesidades de sus parroquias. Necesitamos generar una conciencia colectiva y comunitaria en apoyo a ellas”. “Incentivemos, promovamos, animemos, motivemos a las comunidades parroquiales, a los fieles para que ellos a su vez se vuelquen todos a una sola voz, de manera mancomunada a ayudar a sostener a sus propias parroquias”, comentó el prelado. Entretanto, la comunicadora social, María Patricia Dávila, expuso el concepto de la campaña que invita a todos los fieles en esta oportunidad a encender su caridad y a ponerse On con Catedratón. “Estar On es tener a Jesús en nuestro corazón, es entender que lo que estamos haciendo es una misión y es descubrir en Catedratón el poder de la oración”. La publicista, añadió que como Iglesia se vivirá un espíritu de fraternidad en esta Catedratón On, que durante 17 años ha caminado con este ejercicio diferente y único que representa la obra social, la cual está preparada para mostrar la verdadera caridad y solidaridad. Por su parte, el sacerdote Jaime Alberto Marenco Martínez, delegado para Catedratón, explicó que “El objetivo de esta edición es generar un ambiente de cercanía, afecto, oración, alegría y esperanza en las parroquias de la Arquidiócesis de Barranquilla, fortaleciéndonos en unidad y organización para superar juntos el momento de dificultad que vivimos por causa del Covid – 19”. De esta manera las comunidades parroquiales del Departamento del Atlántico se preparan para, de manera responsable, y con todos los protocolos de bioseguridad correspondientes, organizar sus actividades virtuales para disfrutar durante todo este mes su Catedratón Parroquial.

Jue 27 Ago 2020

Monseñor Jaime Prieto: El hombre

Por: Mons. Orlando Olave Villanoba - Dos hechos me llegan a memoria cuando inicio a escribir este semblante de Monseñor Jaime Prieto Amaya, que espero sea inspirador para muchos de nosotros. El primero de mayo de 2006, caminábamos varios sacerdotes de la Diócesis de Barrancabermeja junto a Monseñor en la popular marcha de la clase obrera. El primero, de tipo personal, fue que se me acercó y en su acento bogotano, me dijo: “!!! ala Orlando… y te vas para Roma No¡¡¡¡¡¡¡ (Unos meses después viaje a Roma para adelantar estudios de especialización en Teológica Pastoral). El segundo fue una respuesta que le hicieron varios periodistas al terminar la marcha, ¿Monseñor Jaime y usted por que se mete a apoyar estas marchas… estos no son de izquierda y ateos? Su respuesta fue ciertamente provocadora: ¡Pues si no me quieren ver en estas marchas … que me nombren Arzobispo de Bogotá! Algunos se miraron, otros simplemente nos reímos, entendimos que detrás de esta respuesta estaba su manera de ser Pastor, de ser Obispo. Su pueblo le interesaba, su pueblo le dolía y por eso lo hacía. El hombre de Iglesia Del primer hecho, que no quiero profundizar, me queda esa forma desparpajada, sencilla y directa con que afrontaba muchas de las circunstancias de su vida que no se puede entender como superficial o desinteresada; por esto quiero quedarme en la segunda, que me parece ejemplifica su talante humano y cristiano: era un Obispo con una conciencia profundamente eclesial. San Ireneo de Lyon escribió hace muchos años: “lo que no se asume no se redime” palabras que son retomadas en el siglo pasado por el concilio Vaticano II en la constitución pastoral Gaudium Et Spes: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”. Creo que estas dos frases tan llenas de profundidad fueron un faro para el quehacer pastoral de Monseñor Jaime y nos permiten entender su modo tan especial de ser Pastor: Presbítero y Obispo. Él fue un hombre que siempre sintió con la Iglesia, quizá no siempre con la Iglesia institucional, pero si con la Iglesia, con la Iglesia pueblo de Dios, con ese rebaño que la misma madre Iglesia le había encomendado. Fue un obispo que entendió que debía caminar con su pueblo: con los campesinos, con lo sindicalistas, con los líderes sociales, con los empresarios, con las familias, con los niños, y los jóvenes, con su rebaño, siempre pensado en el bien común, en llevarlos a Jesús. El hombre con los pies en la tierra Este modo de ser, insertado en la realidad que había con alegría asumido al aceptar este nombramiento como Obispo de Barrancabermeja, nos permite entender su proceder. Sin duda muchas veces sus opciones no fueron entendidas por muchos —me incluyo— quizá censurada por otros y hasta señalada —también por algunos en el seno de la Iglesia— de peligrosa y por diversos actores armados de derecha de subversiva. Jamás para Monseñor fue esto un problema, él tenía clara su opción profundamente eclesial, que sin lugar a dudas por esa misma convicción que le daba aquel documento del concilio enunciado. Él entendía que al ser Obispo de Barrancabermeja, asumía su historia, sus luchas, sus triunfos y también sus derrotas. Quizá en él podemos comprender esta frase del Papa Francisco que «más vale una Iglesia herida por salir a la calle, que una sana escondida en la sacristía». Monseñor entendía este riesgo. Unos años después en los viajes de regreso al lugar donde se hospedaba cuando participaba en un encuentro en Roma, me soltó una de esas frases lapidarias, pero que en su rostro expresaba todo lo que tenía por dentro: “En ocasiones me siento incomprendido por mis opciones pastorales”. Y guardó silencio. Pero a pesar de esa incomprensión jamás lo vi quejarse, siempre fue un ser humano de acción, de procesos, que era capaz de entender la realidad humana, pero que tenía muy claro su caminar pastoral, su tarea misionera. El hombre místico Una cosa si es clara en la vida de Monseñor Jaime, era un hombre místico, un hombre con una fuerte experiencia de Dios, que lo llevó incluso a colocar su propia vida en riesgo, pero esa experiencia le permitió colocarse siempre en las manos de Dios. Unas palabras del Papa Francisco podrían ayudarnos entender a Monseñor Jaime: “La mejor motivación para decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con amor, es detenerse en sus páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos de esa manera, su belleza nos asombra, vuelve a cautivarnos una y otra vez. Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás”. Esta profundidad espiritual de Monseñor le dio una característica muy especial como es ser casi un adelantado a su época. Muchas veces me he imaginado a Monseñor Jaime ejerciendo su ministerio episcopal con este pontificado de Francisco. Cuanta alegría le hubiera provocado escuchar a nuestro Papa actual, cuantas veces él nos dijo que era necesaria una renovación de las estructuras pastorales. Cuanto nos insistía en esa tarea evangelizadora que debía emprenderse con alegría, cuanto amor le tenía a la Pastoral de la tierra y la promoción que hizo de esos procesos. Sí, fue un místico con los pies en la tierra, que nos impulsó a hacia una nueva evangelización. El hombre buscador de paz Finalmente, pero no menos importante, fue él un apóstol de la paz, con cuánta pasión hablaba de ello, con cuanta inteligencia creó procesos, dinamizó acciones, provocó estrategias que beneficiaron ese sueño, mejor, comprendía en profundidad que la paz era la mejor apuesta para el desarrollo de los pueblos. Cuánto esfuerzo hizo para dinamizar en el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, cuanto vigor le imponía a la Comisión Diocesana de Vida, Justicia y Paz. No olvidamos sus valientes declaraciones y homilías donde desarrollaba esa idea de construir una sociedad en paz y señalaba valientemente aquellos que se oponían a este sueño compartido. Recordamos como participó en diversas comisiones de diálogo de paz, cuántos diálogos no emprendió con los actores armados, buscando siempre mediar en la consecución de acuerdos de paz que desescalarán la guerra en nuestros territorios. También aquí fue incomprendido, no valorado suficientemente e incluso señalado, lo que le provocó momentos dolorosos y riesgosos a su seguridad física. Nada de eso lo amilanó, al contrario, siempre encontró fuerzas en el Señor para seguir siendo mensajero de la paz, constructor de puentes y el hombre buscador de paz. Gracias Monseñor Jaime + Orlando Olave Villanoba Obispo de Tumaco

Mié 26 Ago 2020

La relación íntima y amorosa del creyente con el Señor brota de la iniciativa divina

VIGÉSIMOSEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Agosto 30 de 2020 Primera lectura: Jr 20,7-9 Salmo: 63(62),2.3-4.5-6.8-9 (R. 2b) Segunda lectura: Rm 12,1-2 Evangelio: Mt 16,21-27 I. Orientaciones para la Predicación Introducción En la Palara de Dios que se nos propone en este domingo, podemos individualizar tres ideas para la reflexión: • La experiencia de Dios en la vida del discípulo – misionero de frente a su realidad personal y comunitaria. • El verdadero seguimiento del Señor, incluyendo necesariamente la aceptación del auténtico mesianismo del Hijo de Dios, como se le pide a Pedro, debe superar toda idea preconcebida. • La voluntad de Dios se descubre mediante el discernimiento y tiene unas características bien definidas que incluye todo lo que es bueno, agradable y perfecto. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el libro de Jeremías encontramos diversos pasajes en los que el profeta refleja la experiencia de amor de Dios en su propia vida; en ellos el profeta desnuda su corazón y manifiesta sus sentimientos más profundos. Estos textos son conocidos como “las confesiones de Jeremías”, y que los expertos identifican cinco (Cf. 11,18 – 12,5; 15, 10-21; 17, 1-18; 18, 18-23; y 20, 77-18). La primera lectura de hoy es una sección de la quinta confesión en donde Jeremías atestigua la crisis interna que vivió en medio de su ministerio profético, y que, manifestado a modo de salmo de lamentación, refleja un amor herido o, en parte, decepcionado, pero con la certeza de que Yahvé es el Dios de la Gracia. Así, en efecto, el enamoramiento que describe como una seducción, de frente a la reacción de los que lo escuchan, lo convierte en objeto del “hazmerreir” de la gente, por lo que descubre que su mensaje no es lo que él quiere decir, pues al “gritar violencia – destrucción” entra en crisis porque la “palabra del Señor se le volvió oprobio” y su reacción lo induce a desistir de sumisión; pero finalmente experimenta que Dios y su Palabra siempre se imponen como fuego incontenible. El Salmo contiene una de las más bellas descripciones de la relación íntima y amorosa del creyente con Dios; en él se expresa, en efecto, el ardiente deseo de Dios; hay una cascada de acciones que reflejan esta realidad: madrugar, sed, ansia, contemplar, alabar, orar, bendecir, invocar…; todo apunta a señalar que no hay nada como estar con el Señor, unirse y sostenerse en él es saciarse de paz, gozo y alegría sin igual. Pablo es el enamorado de Dios, su vida es el Señor. Como experiencia y fruto y de este amor anima a los romanos y les dice “los exhorto por la misericordia de Dios” y quiere que esta comunidad lo comprenda; no lo mueve otro interés más que el amor. Inicia esta exhortación animando y orientando sobre el verdadero culto espiritual. Pablo, en esta carta, ya ha dicho que el ministerio apostólico es un culto dado a Dios, “Dios a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo…” (1,9), así se da culto concreto y de ello nace su compromiso por evangelizar, por dar culto a Dios con esa acción concreta, “de ahí mi ansia por llevarles el Evangelio… del cual no me avergüenzo…” (Cf. 1, 15-16). Por ello, Pablo exhorta a ofrecer la vida entera como ofrenda agradable; se trata de aceptar la Buena Nueva y convertirse en comunicador de ella, dar culto espiritual con todo el cuerpo anunciando la Buena Noticia del Hijo de Dios. El evangelio presenta el anuncio de Jesús sobre su sufrimiento, muerte y resurrección. Este primer anuncio de la pasión expresa su mesianismo en unas categorías que no eran las esperadas por el pueblo, el glorioso servicio del Mesías pasa por el doloroso camino del sufrimiento, muerte y resurrección. La reacción no se hace esperar, y Pedro, que no comprende este camino, se expresa diciendo: “¡No lo permita Dios, Señor, eso no puede pasarte!”; de su parte Jesús corrige, primero a Pedro, haciéndole un nuevo llamado a quitarse de enfrente y a colocarse de nuevo detrás de Él, al tiempo que le evidencia el motivo de su error, “pensar como los hombres y no como Dios”; luego la corrección se dirige también a sus discípulos clarificándoles las condiciones de su seguimiento: “negarse a sí mismo”, “cargar la cruz” y “seguirlo”. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La relación íntima y amorosa del creyente con el Señor brota de la iniciativa divina; en efecto, Dios conquista al hombre suscitando en él una renovación y transformación de mente y corazón de modo que el que es tocado por esta acción divina ya no se ajusta a este mundo y sus ofrecimientos, sino que busca experimentar este amor que Dios le ofrece. Así el nuevo amado siente que su gozo, alegría y paz es vivir en la presencia de Dios, unido y sostenido por Él. Cuando de verdad el hombre se siente amado por Dios la vida cambia. Cuando esta experiencia del amor de Dios en la vida del creyente se fortalece y, por tanto, no se deja debilitar, el amado pronto comienza a darse cuenta que en esta relación amorosa hay una responsabilidad qué asumir, porque el amor que siente no puede guardarse, sino que, por el contrario, debe anunciarlo, y compartirlo con los demás, para ello Dios llama y concede carismas o responsabilidades sea como profeta, apóstol o discípulo; en términos de hoy, se trata de asumir el compromiso de ser “discípulo misionero” en el contexto del plan presentado por Jesús para el anuncio del Evangelio. Cuando el discípulo se compromete en su ser misionero, pronto comienza a percibir que el camino se hace tortuoso, similar al de Jesús, lo que realmente le exige renunciar a su forma de pensar, a no dejarse conquistar por el mundo; igualmente, ha de tener presente que en su camino diario es necesario el discernimiento para descubrir la voluntad de Dios y hacerla norma de su vida. En estas circunstancias el caminar para el discípulo se torna difícil porque aparecen diversas reacciones negativas de parte de quienes reciben el mensaje, pues no siempre es recibido con agrado, sino que, muchas veces, la actitud es de rechazo, burla, desprecio, indiferencia, lo que hace que, poco a poco, su grado de compromiso y respuesta se convierta en una cruz que, muchas veces, pesa; pueden surgir, entonces, sentimientos de miedo, angustia, frustración al pensar que se estaba mejor sin asumir estos compromisos en el seguimiento del Señor. Toda esta realidad muestra que muchos creyentes, como el profeta Jeremías, preferirían no acordarse más de Dios y, por tanto, callar y no hablar en su nombre o, como Pedro en el evangelio, afirmar que “eso no puede pasar”. Al confrontar, así, la identidad cristiana con los valores y compromisos del evangelio pueden surgir, entonces, las crisis causadas también por las diversas tentaciones a que están expuestos los diversos agentes de pastoral y que interrogan profundamente la vida del creyente. Cuánto exige asumir en la vida diaria el compromiso cristiano y misionero de seguir coherentemente el camino propuesto por Jesús. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, no obstante, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones haznos sentir que tu Palabra es fuego ardiente e incontenible dentro de cada uno de nosotros; que siempre tengamos pastores, como Pablo, que nos exhorten sobre el verdadero culto, el compromiso evangelizador y el discernimiento de la voluntad divina para no caer en lecturas fundamentalistas, fatalistas o superficiales del acontecer divino. Señor, queremos reflejar en nuestra vida de discípulos misioneros el auténtico seguimiento, por ello cada vez que erremos en nuestra forma de pensar y proceder, como pasó con la buena intención de Pedro, que nunca nos falte tu misericordiosa corrección; que tus exigentes palabras sean siempre acogidas por nosotros para que nos indiquen el camino a seguir y, como Pedro en su proceso de maduración en la fe, también podamos decir: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Solo tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6,68). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos, que alegría poder reunirnos como Iglesia para celebrar nuestra fe. Que vivamos este momento de gracia como momento íntimo de encuentro con el Señor, dejemos que él nos hable al corazón y aprendamos a ser en verdad discípulos misioneros de su gran amor. Participemos con fe y alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra Hermanos, el Señor Dios nos va a hablar, su amor nos conquistará para que nos sintamos amados por él. Escuchemos con atención y dejemos que su amor se arraigue como fuego en nuestro corazón. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Padre bueno que nos has llamado a tu seguimiento, escucha los sentimientos y necesidades que se gestan en nuestros corazones. Supliquémosle con fe diciendo: R. Mi alma está sedienta de ti, Señor 1. Señor, que tu Iglesia sea fortalecida por hombres y mujeres que con valentía y entrega asuman la misión evangelizadora y que tu gracia nos dé abundantes vocaciones para el anuncio de tu reino. Oremos. 2. Señor, que los gobernantes de los pueblos reconozcan tu acción y se comprometan convenientemente en valorar adecuadamente la dignidad humana, en buscar mayor fraternidad, solidaridad y unión entre los hermanos. Oremos. 3. Señor, que quienes sufren angustias, problemas y enfermedades a causa de la pandemia que nos azota, puedan encontrar en tu palabra y la solidaridad de las personas la ayuda necesaria que fortalezca sus vidas y corazones con la certeza que tu amor siempre los acompaña. 4. Señor, mira con amor esta asamblea y concede a cada uno lo que más le convenga según tu voluntad En un momento de silencio, presentemos nuestras necesidades personales… Oración conclusiva Padre Santo, Acoge misericordioso las súplicas de este pueblo que busca y tiene ansia de tu salvación. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén

Mié 26 Ago 2020

En tiempos de pandemia obispos de A.L. hacen llamado a Jefes de Estado

Frente a los devastadores efectos que está dejando la pandemia a su paso, las directivas del Consejo Episcopal Latinamericano (CELAM), han emitido una carta dirigida a todos los líderes y gobernantes de América Latina y el Caribe, donde les hacen un llamado a la integración y la cooperación regional, en búsqueda de soluciones a esta crisis sanitaria y socioeconómica que se vive. "Nos preocupa el efecto de la pandemia en las vidas humanas y en la salud de los ciudadanos, en especial de los más pobres. Entre ellos, migrantes, pueblos originarios, campesinos, afrodescendientes, mujeres, personas mayores y niños. También nos duele el aumento de la pobreza y de la indigencia, así como el grave deterioro de la salud mental, que se expresa en la violencia y el miedo que atenta contra la libertad, fundamento de la democracia. Todo ello está menoscabando gravemente el alma de los pueblos de nuestra ‘Patria Grande’", expresan. Vacuna, ética y justicia social Frente a este tema, agradecen los esfuerzos de quienes están haciendo posible para que pronto se tenga la vacuna que ayude en la evacuación del virus, así como a los voluntarios que se ofrecen para probarlas, pero advierten que esta tarea debe ser hecha de forma ética, demostrando que estas vacunas realmente sean seguras. Así mismo, exponen su preocupación en la comercialización de las mismas para que no realicen con excesos, ni se monopolice la producción. "Esa realidad, nos lleva a clamar que se adopten oportunamente las medidas para asegurar que las vacunas estén disponibles para todos, priorizando a los más pobres, quienes han sido los más afectados por la pandemia en nuestro continente y en la humanidad entera. Que no sea el criterio económico el que, una vez más, margine de la salud a los más golpeados por esta crisis sanitaria: los pobres". Una ‘Patria Grande’ fraterna y solidaria Animan a los mandatarios de estos países para que de forma creativa y con la ayuda de los pueblos y la comunidad científica, busquen soluciones que apoyen en la difícil situación sanitaria y socio-económica que afronta esta región, sugiriéndoles que esta actitud positiva sea asumida no solo durante la pandemia sino hacia futuro. "Así podríamos enfrentar también las llamadas enfermedades invisibles, fruto de condiciones socio económicas deficitarias e injustas, que causan más muertes que el Covid-19 y para las cuales la industria farmacéutica no ofrece alternativas o no están en sus políticas de producción, al no ser rentables”. Curar las estructuras sociales enfermas En su mensaje se refieren también a la pandemia socioeconómica, que está afectando a los pueblos de estas regiones, un virus según lo aseguran, que se acentúa de manera circunstancial durante este tiempo de crisis sanitaria. Donde la concentración de la riqueza sigue creciendo en unos pocos y el aumento de los pobres es cada vez mayor. "La pobreza, la injusta distribución de la riqueza, la carencia de adecuada educación, trabajo, vivienda, salud y el deterioro del medio ambiente nos obligan a demandar, más que crecimiento, desarrollo, y un desarrollo humano integral". "La injusticia estructural que afecta a América Latina y El Caribe no es una maldición ni un castigo divino, sino el resultado del “pecado estructural” y del “pecado ecológico”8 que afectan a nuestra región y que debemos superar todos juntos. Urgimos que en las políticas públicas siempre se tenga presente, en primer lugar, a los hombres y mujeres de nuestra tierra y en especial a los más pobres". Comprometidos con la reconstrucción del tejido social Finalmente, manifiestan su compromiso como Iglesia latinoamericana y caribeña en seguir trabajando en la reconstrucción del tejido social, en la protección y defensa de la vida de manera especial por los más vulnerables y excluidos. Este mensaje ha sido suscrito por las directivas del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente; Card. Obidio Pedro Scherer, primer Vicepresidente; Card. Leopoldo José Brenes Solórzano, segundo Vicepresidente; Mons. Rogelio Cabrera López, Presidente Consejo de Asuntos Económicos; y Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro, Secretario General. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]