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Iglesia

Jue 28 Nov 2019

Obispos del Pacífico y Suroccidente ante realidad nacional

En un comunicado de 8 puntos, obispos y sacerdotes del Pacífico y Suroccidente colombiano se manifiestan sobre la actual movilización nacional, valorando la voluntad de explorar y concretar caminos que conduzcan a un diálogo responsable. En el texto evidencian el anhelo para que esta voluntad de diálogo se restablezca también en el desmonte de las organizaciones subversivas e ilegales que actúan en las diferentes regiones del país. “Pedimos a todo el pueblo colombiano fortalecer su coherencia y firmeza en rechazar el armamentismo social y la solución militarista y violenta de los conflictos. Convocamos al pueblo a mantener el compromiso de unidad interétnica y ciudadana para salir juntos de la guerra, de la narco-economía, de la corrupción política y de las graves injusticias sociales y daños ambientales que nos afectan”, señala el escrito. Además, hacen manifiesto su rechazo a las acciones violentas y criminales que un grupo de personas “oportunistas” han perpetrado en torno a la movilización, hechos que se han “efectuado al margen de la verdadera protesta ciudadana”, y piden a los funcionarios de la Fuerza Pública evitar cualquier tipo de exceso que esté al margen de la función constitucional que les compete. DESCARGA EL COMUNICADO Así mismo, exhortan al Gobierno Nacional, a las instituciones del Estado en todos los niveles, así como a los gremios económicos del país, para que acojan el “clamor de todos los ciudadanos que se sienten avocados a exigir sus derechos por medio de la resistencia ciudadana en calles y escenarios territoriales de su cotidianidad”. Al dirigirse a los gobernadores y alcaldes elegidos para el período 2020-2023, les invitan a definir “una pedagogía de participación y de inclusión social, que suscite la solidaridad con los más sufridos, la autogestión comunitaria y se superen los desafortunados altos índices de corrupción en esta región”. Ante este panorama, los obispos se comprometen a fortalecer la oración, tender puentes que faciliten el diálogo social y pactos de convivencia, insistir en la implementación integral del Acuerdo de Paz y continuar promoviendo la solución negociada al conflicto armado, seguir impulsando una Agenda Regional Eclesial de Paz y, por último, continuar evidenciando ante la opinión pública las situaciones que ponen en riesgo la integridad de las comunidades más vulnerables. La Iglesia de la región del pacífico y suroccidente de Colombia, comprenden las jurisdicciones eclesiales de Cali, Popayán, Quibdó, Palmira, Ipiales, Buenaventura y Apartadó.

Jue 28 Nov 2019

Mensaje del Obispado Castrense a los uniformados de Colombia

En las movilizaciones que se han registrado en el país tras el paro prolongado del 21 de noviembre, la Policía Nacional, y con ellos sus familias, han sido otros de los actores afectados en medio de los disturbios. Ante estos hechos, el Obispo Castrense en Colombia, monseñor Fabio Suescún Mutis, envió un saludo de agradecimiento y reconocimiento a estos héroes de la patria: “Mis queridos policías, en estos días difíciles para el país, sabemos que su trabajo ha sido duro y pesado, quiero que sepan que los estamos acompañando de corazón, que sabemos de la calidad de su servicio y entrega (…) Ustedes son nuestros guardianes, nuestros protectores y su sacrificio es muy grande”. Reconociendo la difícil tarea en el cumplimiento de su deber, el prelado ofreció al personal uniformado sus oraciones para que, fortalecidos con ellas, puedan seguir sirviendo con afecto en la protección y la seguridad de todos los ciudadanos. “Les ofrecemos nuestro cariño, pero ante todo nuestra oración. Estamos orando por ustedes, sabemos lo difícil que es el cumplimiento de su deber y queremos que cuenten con la ayuda de Dios, en Él encuentren la fortaleza para cumplir lo que deben hacer por estos días en beneficio de la guarda de los derechos y también en la protección y seguridad de todos los ciudadanos”, expresó. Por último, extendió su bendición y puso en la protección de la Virgen del Carmen, patrona de la Policía Nacional, cada uno de los miembros de esta Institución. Por otra parte, hizo un llamado a todos los capellanes de las instituciones militares y de policía del país para que, como pastores, manifiesten su cercanía y acompañamiento a estos servidores de la patria: “Debemos estar cerca de ellos porque su corazón tiene aflicción, porque son grandes sus responsabilidades y sus riesgos, porque pueden estar buscando de nosotros espacios para la reconciliación”. “Ahí tienen que estar los capellanes, cerca de sus fieles compartiendo sus dolores y preocupaciones, ojalá ustedes los acompañen con su presencia permanente, su oración y su voz de ánimo para que ellos puedan cumplir rectamente su misión”, aseveró. Los invitó a estar listos, en comunión y en permanente comunicación de lo que pase en las diferentes ciudades del país. “Debemos estar junto con nuestros policías ayudándoles a que cumplan con rectitud su deber, pero también dándoles la voz de animo a ellos, que se sacrifican por el bienestar de todos los ciudadanos”. El Obispado Castrense de Colombia, es también conocido como Ordinariato Militar, ​ es una Iglesia particular católica encargada de atender el servicio religioso de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, e igualmente a sus familias en cualquier parte del país.

Jue 28 Nov 2019

Diócesis de Yopal celebra su vigésimo aniversario

En el marco del vigésimo aniversario de la creación canónica de esta Jurisdicción, su obispo Monseñor Édgar Aristizabal Quintero, en un acto Eucarístico elevó una acción de gracias a Dios y a todos los que han hecho presencia con su trabajo evangelizador en este territorio de misión. Esta celebración estuvo animada por la frase: “Iglesia madre, amiga y servidora de la humanidad” “Gracias por estar aquí con nosotros ofreciendo la eucaristía de acción de gracias y elevando nuestra mirada a Dios por lo que hemos vivido, recibido y por la tarea realizada. Pero, además, pedimos perdón por los errores y equivocaciones, por la falta de compromiso que en algún momento hayamos tenido. Dios está aquí con nosotros imploramos su misericordia y pedimos a Él que nos ayude a animarnos y a comprometernos más con su obra”, afirmó el prelado. Durante su homilía que giro en torno a la solemnidad de Cristo Rey del Universo, resaltó cuatro características: Un rey pobre, obediente, humilde y que sirve. En este sentido, el prelado, invocando la gracia de Cristo Rey, pidió entender la misión y los retos que Dios quiere para enfrentar esta nueva etapa de la diócesis de Yopal “Hoy cuando celebramos este aniversario de nuestras diócesis de Yopal y Trinidad, cuando seguimos como Iglesia adelante en esta tarea y misión, unidos a Cristo Rey, le pedimos a Él que cada uno de nosotros como elegido, ungido, bautizado y como hijos de Dios vivamos esa misión real, esa pobreza, esa obediencia, esa humildad y ese servicio”. “Hoy estamos aquí porque Dios nos ha elegido, porque es Dios quien nos llamó. Entonces como tal debemos responder a esa tarea y misión, porque hacemos parte de una Iglesia madre, amiga y servidora de la humanidad, esa es la Iglesia que formamos nosotros, unidos con Cristo. Llevados de nuestra madre María somos esa mamá que se preocupa, que da la vida, que alimenta, que está allí presente, es la amiga fiel que no desfallece, habrá momentos de pereza donde no queremos hacer nada y como el pecado, el demonio nos coge, entonces es ahí donde debemos estar atentos” afirmó. Se mostró agradecido con cada uno de los que han pasado por esta Iglesia particular, sirviendo y animando la tarea evangelizadora. Reconoció que la siembra aún no está terminada y que falta mucho por hacer en estas tierras llaneras. El Papa Francisco animó a vivir una vida caritativa y fraterna con los más necesitados Por su parte, el Papa Francisco se unió en acción de gracias por el 20 aniversario de la erección canónica de esa diócesis, agradeció por los abundantes frutos de vida cristiana alcanzados y la labor fecunda de evangelización realizada en estos territorios del Departamento del Casanare. En un mensaje enviado por el Pontífice a todos aquellos que hacen parte de esta Iglesia particular, les exhortó a “seguir intensificando los esfuerzos para que llegue a todos la luz de la Palabra de Dios, el consuelo de los sacramentos, el auxilio de la oración, y no falte la ayuda caritativa y fraterna a los más necesitados”. Finalmente, invocó la protección de la Santísima Virgen María e impartió su bendición Apostólica. Historia Diócesis de Yopal Para 1989 y gracias a la labor de los tres últimos Vicarios Apostólicos, Monseñor Baliza, Salazar y Monseñor Olavio López, el Vicariato de Casanare fue alcanzando un gran desarrollo especialmente en la educación; más la creación del seminario, la construcción y traslado de la sede apostólica a la población de Yopal, el florecimiento del clero. Todo esto sumado al aumento acelerado de la población que aumentó en los 12 años de 50.000 a 160.000 y al auge económico producido por la presencia de compañías petroleras, caldearon el ambiente propicio para solicitar a la Santa Sede la creación de la Diócesis de Yopal. El 29 de octubre de 1999 el Papa Juan Pablo II suprime el Vicariato Apostólico de Casanare y al mismo tiempo, en su territorio, erige la Diócesis de Yopal y el Vicariato Apostólico de Trinidad, mediante la bula Sollertem Curam que fija la sede episcopal en la ciudad de Yopal. Durante los 10 meses siguientes Monseñor Olavio López hace las veces de Administrador Apostólico, hasta la llegada del primer Obispo diocesano, monseñor Misael Vacca Ramírez, quien toma posesión en agosto de 2001. Trasladado en 2015 a la Diócesis de Duitama-Sogamoso llega en junio de 2017 el segundo y actual Obispo, monseñor Edgar Aristizabal Quintero. La Diócesis cuenta con 17.725 km2, está comprendido por los municipios Casanareños de: Aguazul, Chámez, Hato Corozal, La Salina, Monterrey, Nunchía, Paz de Ariporo, Pore, Receptor, Sabanalarga, Sácama, Támara, Tauramena, Villanueva y Yopal, el boyacense pajarito; el corregimiento de Morcote (del municipio de Paya). Limita con las Jurisdicciones de Arauca, Trinidad por el oriente, Garagoa por el sur, Tunja y Duitama-Sogamoso por el occidente. Descargue la edición especial de la revista “Manare” donde encontrará todo acerca de la diócesis de Yopal.[icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar revista[/icon]

Mié 27 Nov 2019

Arte popular, gran aporte a la paz

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su departamento de comunicaciones, ha venido apoyando, desde el año 20104, el Salón de Arte Popular BAT que en estos días ha llegado al final de su sexta versión, que en esta ocasión rindió homenaje al colectivo de las Tejedoras de Mampuján, grupo de mujeres de María La Baja, en el departamento de Bolívar. El Salón BAT de Arte Popular es un espacio de reconocimiento para los artistas empíricos en el que su talento se hace visible y se proyecta. Además, impulsa la investigación sobre el tema propuesto en cada versión y construye memoria sobre el arte popular en Colombia. En esta ocasión, el Salón exhortó a los artistas a explorar el concepto de qué es lo popular entre el ámbito rural y urbano. De acuerdo a lo expresado por sus organizadores, los artistas que se presentaron al VI Salón BAT hicieron un trabajo de "reconstruir el tejido social recurriendo al arte como herramienta para lograr la reparación, la reconciliación y para reconstruir memoria histórica de sus comunidades". Qué dicen sus organizadores Para Ana María Delgado Botero, Gerente de la Fundación BAT, el Salón de Arte Popular “es una plataforma para todos los artistas empíricos que no habían tenido la posibilidad de darse a conocer y es importante para descubrir en todos los rincones del país a estas personas talentosas”. La premiación del VI Salón BAT que se realizó el pasado 06 de noviembre en Bogotá, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, entre 155 obras seleccionadas de 1.647 procedentes de todo el país. Previamente tuvieron lugar siete exposiciones regionales a lo largo del territorio nacional, donde el público fue el encargado de votar por sus obras favoritas. Según Ana María Delgado, la Conferencia Episcopal de Colombia ha sido un aliado importante en este proyecto, pues “gracias a ella hemos podido seguir creciendo en la convocatoria de este Salón BAT; la Conferencia nos ha apoyado para que a través de las parroquias se conozcan estas convocatorias y así descubrir nuevos artistas”. Qué dice el jurado El jurado agradeció la nutrida participación de artistas empíricos y destacó la presencia, en esta ocasión, de artistas de centros carcelarios; la alta calidad de las propuestas presentadas; así como la recursividad para elaborar las obras utilizando diversas técnicas. Para María de La Paz Jaramillo, más conocida como Maripaz y quien lleva como jurado cuatro versiones del Salón BAT, cada vez “es más emocionante ver como los artistas se van volviendo importantes, desarrollando y haciendo cosas maravillosas”. Esta artista plástica recalcó que el ideal es poder lograr crear un museo donde se puedan exponer las destacadas obras de los artistas que han sobresalido en las distintas convocatorias del Salón BAT, por lo que pidió el apoyo de alguna entidad que pueda hacer realidad este sueño. Por su parte Guillermo Londoño Durana, también artista plástico y quien ha sido jurado por tercera vez del Salón, expresó que esta versión ha permitido descubrir personas que son artistas de corazón, es decir, que se hacen artistas mostrando su talento sin tener ninguna formación y artistas que tienen un altísimo nivel profesional en el discurso de sus obras. Resaltó cómo los artistas que se han venido presentando en los últimos salones reflejan en sus obras, cada vez más, mensajes esperanzadores y poco de desconsuelo, aunque reitera que es propio de lo que cada artista vive en sus regiones. “Una de las cosas más bonitas que hemos notado a lo largo de estos tres años en las propuestas de los artistas es que la manifestación de la violencia como tema ha disminuido, cada vez lo vemos menos; sin embargo, vivimos en un país de conflicto social y violencia donde hay algunas obras que lo representan. Creo que la paz se está sintiendo de alguna manera en el reflejo de los artistas y su territorio”, aseveró. Al referirse al cómo fue la selección de los galardonados, Londoño comentó que debido a la alta calidad de las propuestas ofrecidas en el VI Salón, fue muy difícil dar solo a unos como ganadores. “El premio debería ser colectivo, pero no se puede; cada uno individualmente que esté aquí presente ya es un ganador y esto justifica nuestro trabajo y la representación de los artistas”. Qué dicen los artistas El triunfador de la noche de premiación fue el artista bogotano César Augusto Ortiz Ortega, quien recibió el gran premio por su obra “Translación”, de un gran valor artístico por la innovación en el empleo de la técnica de urdimbre y por la pertinencia del contenido. “Este trabajo establece un paralelo entre la historia de las guerras internacionales y el conflicto interno de Colombia. Se destacan el blanco y el negro, personajes que han sido víctimas de las guerras, y otros que representan estereotipos de la sociedad contemporánea. La realidad colombiana se representa en color, y la internacional en blanco y negro, con lo cual es clara la intención de comparar las dos instancias”, según lo explica el jurado. El artista Ortiz Ortega no dejó de expresar en su rostro la alegría de haber sido merecedor de este gran premio: “Me siento muy feliz y gratificado con la vida por haber recibido esta mención (…) Para mí hacer arte es una terapia que me tranquiliza (…) Fueron seis meses largos de trabajo diario para representar esta obra que significa de lo rural a lo urbano”. Por otra parte, el artista Eduardo Butrón Hodwalker, de Magangué, Bolívar, recibió el primer premio, por su obra "Intervenciones, una mirada desde lo rural”, que según el jurado se le concedió por el aporte que el artista realiza en la transformación del espacio urbano de Magangué, un municipio que ha sido afectado por el conflicto armado y la delincuencia. El artista utilizó material reciclable y le dio vida a su obra con una conciencia ecológica y pedagógica, y la convirtió en un elemento de reconstrucción social. Para este artista, el haber participado en el VI salón de arte popular ha sido una experiencia muy significativa “toda vez que el Salón BAT es uno de los salones más importantes y ha legitimado el papel del artista popular, ha promovido y exhibido a los artistas en salones muy importantes”. Otra de las artistas que recibió galardón fue Flor Stella Sierra Gallo, quien, desde Villa de Leyva, Boyacá, se presentó con la obra tallada en piedra: "Del campo a la ciudad, de la ciudad al campo”. “Su obra se destaca por la recuperación de un oficio que tradicionalmente ha sido trabajado por hombres, y que en esta obra se pone en manos de una mujer campesina, que consigue la piedra en su tierra y la trabaja para plasmar el contraste entre la vida rural y urbana”, explica el jurado. La artista, quien confiesa que es la cuarta vez que se presenta, agradece a los organizadores del Salón BAT el haber permitido mostrar, a quienes no tienen ninguna formación, el talento de sus expresiones. Al explicar el significado de su obra, la artista, que es de descendencia campesina, expresa el sentir propio de lo vivido en el campo y la añoranza de poder algún día volver a ese pasado. “Muy triste cuando por circunstancias de la vida, entre ellas el conflicto armado, llega de repente y hace que el campesino se tenga que ir y coger rumbo hacia la ciudad donde le es muy difícil vivir. En mi obra se muestran los campesinos asomados en los balcones y ventanas aburridos, tal vez añorando la vivencia que tuvieron en el campo”. Qué dice la Conferencia Episcopal Para el padre Jaime Alberto Marenco, director del departamento de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el seguir apoyando esta iniciativa del Salón de Arte Popular es importante porque ayuda a descubrir aquellos talentos empíricos que se encuentran escondidos en las diferentes regiones del país. “No son artistas de escuela, ni de academia, son artistas de la vida, y gracias a ellos logramos conocer otra faceta de Colombia (…) A través de las obras del Salón BAT podemos descubrir lo bueno, lo malo, lo negativo o positivo, pero ante todo la esperanza de un país como Colombia que espera y anhela la reconciliación y la paz”, resaltó el sacerdote. Qué viene ahora Los interesados podrán visitar la exposición de las 155 obras de los artistas seleccionados, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, auditorio Rogelio Salmona y Sala de Exposiciones Débora Arango (Calle 11 No. 5 - 60), hasta el 18 de enero de 2020 con entrada libre. Luego de esta fecha las obras estarán itinerantes en varias ciudades del país. Datos adicionales * Además de los premios ya mencionados, se entregaron tres primeros premios; tres segundos premios; el público por su parte otorgó, a través de su voto virtual, el premio a la obra "Jugada de Esperanza", del artista Héctor Hernando Lemus. Y, finalmente, el jurado acordó conceder 23 menciones honoríficas para los artistas de todas las regiones del país que se presentaron en esta sexta versión. * Cada año, el Salón BAT de Arte Popular rinde homenaje a las personas que trabajan por el arte popular y este año el turno fue para las Tejedoras de Mampuján, un colectivo que abandera la reconciliación y el perdón en Mampuján, corregimiento de María La Baja (Bolívar), que fue azotado por la violencia. En el año 2000, los paramilitares del bloque Héroes de los Montes de María perpetraron una masacre allí en la que murieron 13 personas, amenazaron al resto de la población y desplazaron a más de 300 familias. * El jurado estuvo conformado por Elvira Cuervo de Jaramillo, exministra de Cultura y exdirectora del Museo Nacional; María Claudia López Sorzano, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá; Gloria Triana Varón, socióloga y antropóloga, premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura; María de La Paz Jaramillo, artista plástica; Eduardo Serrano Rueda, crítico y curador de arte; Guillermo Londoño Durana, artista plástico; Clara Ibeli Espinel Castro, artista empírica, ganadora de mención de honor en el tercer salón BAT de arte popular; y Giovanni Cuadros Espitia, artista popular y actualmente licenciado en educación artística.

Mar 26 Nov 2019

La Casa Común

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Es una expresión cada vez más familiar, actualizada después de la encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco. Hablamos pues, de nuestra tierra, la “madre tierra”, con toda su riqueza de aguas y minerales, plantas y animales, en admirable diversidad, que hacen un conjunto armónico y un escenario para conservar, proteger y promover la vida. Así el medio ambiente se ha convertido en un imponderable que no puede ser ignorado y menos aún, deteriorado, como concurre en el discernimiento de ecologistas, políticos, científicos, de movimientos sociales y sin lugar a dudas, también en los argumentos religiosos o teológicos. En efecto, en la reflexión teológica podemos hablar del “orden de la creación” que juntamente con el “orden de la redención” y el “orden de la santificación”, se unen armónicamente para que acontezca el plan de Dios Creador, Redentor y Santificador, en favor nada menos que de la persona humana. Del hombre, afirma el Concilio Vaticano II, que es la “única criatura terrestre a quien Dios ha amado por sí misma” (G.S. 22), en razón de haber sido creado a imagen y semejanza suya, de donde deriva su original y esencial dignidad. Por tanto, las demás criaturas son “amadas” por el Creador, por su referencia y relación con el ser humano. Aparece entonces, por una parte, el “ambiente humano” y por otra, el “ambiente natural” (Casa Común), que son inseparables. Precisamente el papa Francisco, en la citada encíclica, afirma que “el ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta” (L.S. 48). Precisa considerar, desde la reflexión y compromiso que la Iglesia o la antropología cristiana procura en relación con los problemas del medio ambiente o de la casa común, para ayudar en la campaña de su cuidado contra su despiadado deterioro, que “una correcta concepción del medio ambiente, si por una parte no puede reducir utilitariamente la naturaleza a un mero objeto de manipulación y explotación, tampoco debe absolutizarla y colocarla, en dignidad, por encima de la misma persona humana” (Compendio de Doctrina Social,# 463). Esta tendencia explica por qué algunas corrientes ecologistas hablan indistintamente de los derechos del hombre juntamente con los “derechos” de los animales o de los ríos o de los árboles. Es por tanto necesario hablar más bien en términos de “responsabilidad” grande y grave, intransferible, por parte del hombre, en relación con todos los bienes naturales, porque de su cuidado va a depender la misma suerte presente y futura de la vida humana. Para descender en nuestra reflexión a las situaciones concretas de las disputas ecológicas universales, regionales o locales - también inseparables - es necesario reiterar, por ejemplo, que cuando buscamos preservar las selvas o las montañas o nuestros páramos, como es el caso en los Santanderes del Páramo de Santurbán, es porque está en juego, además de clima y ecosistemas, fundamentalmente la producción y suministro de agua, cuya provisión forma parte del derecho a la vida. No es que se quiera por ello desconocer el papel propio que tiene el aprovechamiento de los recursos naturales aplicando la tecnología, así sea de avanzada o “de punta”, sino porque hay un requerimiento ético que precede a tal uso y es el bien primordial de la vida humana. En Santander por ejemplo se ha acuñado un slogan, en relación con los proyectos de extracción minera: “podemos vivir sin oro, pero no sin agua”. De modo que lo ético prima sobre lo técnico, o sea sobre el bien superior y primario, presente y futuro, de la persona humana y su vida, por encima de otros intereses. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Lun 25 Nov 2019

Comunicado del Consejo Nacional de Paz ante movilizaciones ciudadanas

A través de un comunicado de prensa, el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia -CNPRC- presidido por Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, se referió a las movilizaciones que se vienen presentando desde el pasado 21 de noviembre en el país. En el mensaje el CNORC exhorta a las autoridades y a la ciudadanía a "proteger los derechos humanos tales como la vida, la integridad y la protesta social".

Dom 24 Nov 2019

“La vida de todos está amenazada”: Mons. Rueda Aparicio

En un mensaje el arzobispo de Popayán, monseñor Luis José Rueda Aparicio, repudió el acto terrorista perpetrado el pasado 22 de noviembre en Santander de Quilichao – Cauca, donde perdieron la vida 3 policías y otros policías y civiles quedaron heridos. “Sentimos que la vida de todos está amenazada. Nuestras comunidades están amenazadas por el terrorismo, que es consecuencia y fruto de la corrupción, la injusticia social y el pecado”, expresó. Hizo un llamado a los actores tanto materiales como intelectuales, para que detengan estos actos de terrorismo que siguen azotando a la población del Cauca y los invitó a la conversión. “Les recordamos que la idolatría del dinero manchado de sangre inocente: intoxica y contamina, degrada y esclaviza, enceguece y corrompe, destruye y autodestruye. Quien amenaza, intimida, extorsiona, hiere, asesina, termina siendo víctima de su propia maldad. Su propia conciencia lo acusará y no lo dejará tener paz interior. Por eso, vuelvan al Dios vivo y verdadero, al Dios del perdón y la misericordia. Porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva”. Finalmente, el prelado presentó su saludo de solidaridad con los familiares de las víctimas, “los acompañamos en el dolor y en la esperanza de la vida plena”. Foto: Arquidiócesis de Bogotá

Vie 22 Nov 2019

“Reconstruir el tejido social del país es compromiso de todos”

Hoy viernes, durante la celebración eucarística institucional de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de este ente eclesial, hizo un llamado al pueblo colombiano a retomar la confianza en Dios y asumir cada uno desde su interior un compromiso por el bienestar del país. Tomando la lectura del evangelio de san Lucas: “Mi casa será casa de oración; pero ustedes la han hecho una cueva de bandidos”, el prelado explicó que la discusión de los vendedores del templo no era solo por un edificio, sino por “rehacer la relación con Dios, devolver toda la confianza en el Señor y entregar todas las energías al bien común o al bien del anuncio del Evangelio”. “Esta es más bien una invitación a la coherencia (…) A los católicos se nos pide de manera especial una coherencia muy fuerte que sea testimonio de vida atrayente y que cause impacto”, aseveró. Así, confrontando el pasaje evangélico con la realidad que está viviendo hoy el país, el prelado recordó que la reconstrucción del tejido social está en nuestras manos y es compromiso de cada colombiano aportar para que este proceso avance. “Los cristianos vivimos en un mundo que nos plantea muchos desequilibrios, sin duda encontramos dificultades, pero nuestra respuesta no es simplemente seguir la corriente, sino vivir el testimonio ojalá como Jesús, impactante y definitivo en los valores del Evangelio”, apuntó. Además, recordó la figura de santa Cecilia, una mujer que desde un principio fue testimonio y dio su vida por esos valores del Evangelio. “Ella nos enseña que es posible seguir a Dios con toda nuestra vida a pesar de nuestras limitaciones, que podemos servir a Dios, alabarlo con todo lo que él nos ha dado, poniendo al servicio de nuestros hermanos los talentos, gracias y convicciones que hacen parte de nuestro seguimiento en el Señor”. Concluyó su homilía pidiendo la intercesión de santa Cecilia “por nuestro país y por todas las actividades que se realicen para promover la reconciliación y la paz".