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Iglesia

Lun 18 Nov 2019

El Papa Francisco nombra obispo de Arauca

El Papa Francisco ha nombrado como obispo de Arauca a Mons. Jaime Cristóbal Abril González, hasta ahora obispo titular de Puzia di Bizacena y obispo auxiliar de la arquidiócesis de Nueva Pamplona, así lo confirmó la oficina de prensa de la Santa Sede. Monseñor JAIME CRISTÓBAL ABRIL GONZÁLEZ Nació en El Espino, Boyacá, el 17 de julio de 1972, hijo del matrimonio de Cristóbal de Jesús Abril García y Julia Isabel González Ferrer. Fue bautizado en La Uvita, Boyacá, en la Parroquia de la InmaculadaConcepción. Realizó los estudios de Bachillerato en la Escuela Normal de Varones de Tunjadesde 1983 hasta 1988. Hizo sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de Tunja en el período de 1989 hasta 1995. Fue ordenado sacerdote el 10 de febrero de 1996, y fue incardinado en la Arquidiócesis de Tunja. En el 2001 viajó a Roma a hacer la Licenciatura en Sagrada Liturgia en elPontificio Ateneo de San Anselmo, donde se graduó Summa cum laude con latesina: “En el Camino de los Óleos”. Durante su vida ministerial ha desempeñado los siguientes oficios: Vicario cooperador en San Miguel Arcángel, en Paipa (Boyacá) (1996-1998). Capellán y Profesor de religión, ética y filosofía en el Colegio Armando Solano, Paipa (1997-1998). Administrador Parroquial en: Parroquia del Manzano (1998, durante un mes); Parroquia de Tuta (1999-2000, durante un mes); Parroquia María Auxiliadora de Tunja (2000-2001). Formador del Seminario Mayor de Tunja y Promotor Vocacional de la Arquidiócesis de Tunja (1999-2001). Estudios de Liturgia en el Pontificio Ateneo San Anselmo (2001-2005). Formador del Seminario Mayor de Tunja y Promotor Vocacional de la Arquidiócesis de Tunja (2005-2009). Director del Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia (2009-2014). Párroco en la Catedral de Tunja (2014- 2016). El 16 de abril de 2016 fue nombrado Obispo Auxiliar de Nueva Pamplona. Su ordenación episcopal fue 4 de junio de 2016. El 7 de junio de 2018, el Colegio de Consultores de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, lo eligió como Administrador Diocesano, tras la renuncia de Monseñor Luis Madrid Merlano.

Vie 15 Nov 2019

Mantener viva la confianza en el Señor, es no sucumbir ante los embates del pecado

Primera lectura: Ml 3,19-20a Salmo: Sal 98(97),5-6.7-8.9 (R. cf. 9) Segunda lectura: 2Ts 3,7-12 Evangelio: Lc 21,5-19 Introducción Cada vez que se termina un ciclo en la vida social, en los procesos humanos, en la vida cotidiana; se buscan espacios de evaluación y revisión. Así también, en la vida espiritual, se necesita de un tiempo, donde se pueda examinar la relación que se tiene con el Señor, por medio de la vida en comunidad. En este domingo, la liturgia se presenta como ese espacio para tomar conciencia de nuestro camino en el amor a Dios. Por ello, tres son las pautas que la Palabra de Dios nos invita a revisar: • Teniendo presente el temor de Dios, ¿cada uno ha dejado conducir su vida por el Señor? • ¿Cómo ha sido la vida de cada uno en la construcción de la comunidad? • ¿Cómo ser portadores de esperanza, en medio de un mundo regido por el engaño, la falsedad y la mentira? 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La palabra del Señor en este domingo expresa un mensaje de esperanza y perseverancia en la construcción de nuestra vida espiritual. De esta manera, la profecía de Malaquías, propone un itinerario de cambio profundo y de reflexión sobre la forma en que el pueblo, debe disponerse a vivir las actitudes del temor a Dios. Temer, en este contexto, no es otra cosa que la fidelidad a un Dios que recompensa las virtudes del justo y que cuida de aquellos que lo buscan y aman con corazón sincero. Disponer la vida al día del Señor se convierte en una manera de permanecer en la justicia Divina. Es así, como el salmo 98, se presenta como una aclamación directa al nombre del Señor. Por ello, la comunidad está invitada a preparar el camino de su llegada, pues los que están con él y lo alaban, serán recompensados. Las armas que presenta el salmista, son distintivos de la bondad y misericordia de los que bendicen con su vida al Señor. Por su parte, Pablo, en la segunda lectura, retoma de nuevo una premisa propia del Antiguo Testamento escrita en el libro del Génesis (3, 19), en donde Dios sentencia al hombre diciendo: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Como buen conocedor de las escrituras, el apóstol de los gentiles, exhorta a la comunidad a permanecer en fidelidad a los principios comunitarios. Vivir en fraternidad, es respetar los acuerdos de convivencia fraterna. Así, aquellos que respetan y se acogen a la comunidad, reciben como recompensa el permanecer abrazados por sus hermanos. De esta manera, el evangelio de Lucas es un preludio de la conspiración de los falsos profetas que en las comunidades llegaban a confundir con miedos infundados a los creyentes. Recordemos que el evangelio de Lucas, ha sido escrito en contexto griego, y para ellos, abrazar la fe en Cristo, no era sencillo. Es por esta razón, que se presentaban algunos, que abusando de la buena fe y el razonar de los miembros de la comunidad, engañaban con falsas propuestas, argucias y miedos infundados, un amor a Dios inmisericorde, alejando así a la comunidad del amor y la fidelidad al maestro. Sin embargo, el médico y estudioso Lucas, conociendo el mundo griego y el pensamiento hebreo, le propone a la comunidad un camino, el de la perseverancia, que no es otra cosa que mantenerse fieles hasta el final. Para ello va a plantearle a los miembros de las comunidades el permanecer unidos en la verdad; “«Procuren que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayan tras ellos”. Es así como Lucas alerta a los creyentes del riesgo de seguir ideologías o profecías falsas. En cambio, le recuerda a toda la promesa del Señor, “Porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ninguno de sus adversarios”. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? Dejar que la palabra de Dios cuestione o interpele la vida, en este Domingo, no es otra cosa más que “buscar dar razón de nuestra esperanza” como lo decía san Juan Pablo II. Pero al tiempo, es permitirle al Señor que sea él quien inspire un cambio en la vida de los creyentes. Por tal razón, invitar a las comunidades a no tener miedo a cuestionarse la fe, es fomentar la madures plena en el Señor. Así, el disponer la vida a reconocer, qué tan cerca se está del Señor, como lo decía Pablo, es buscar arroparse en la comunidad por medio de la reciprocidad hacia ella y por ende a sus miembros. Por tanto, los signos que usa Lucas para describir las dificultades, son una manera de mantener un espíritu lleno de esperanza. Ante las adversidades de la vida, frente las inclemencias de los falsos profetas que anuncian la destrucción, la comunidad se fortalece en la esperanza. Es así como los que perseveran, no tendrán en su corazón los signos de amargura y destrucción, propios de los que no depositan su amor en Dios. Es por eso que, el cristiano está invitado a mantener firme y viva la esperanza en el día del Señor, en donde conservar el corazón lleno de amor y la misericordia, fortalece los vínculos de fraternidad en la comunidad. La clave, la está anunciando Pablo invitando a la comunidad para que fortalezca los lazos de fraternidad. Dejando a un lado todo aquello que les quita a los integrantes de ella, la esperanza y los aleja de ser constructores de justicia y equidad. Por ello, el fruto de la meditación de la palabra, nos deja tres caminos para crecer en el amor al Señor. El primero es, mantener viva la confianza en el Señor, es no sucumbir ante los embates del pecado, que alejan la vida espiritual de la construcción de la comunidad. El segundo es, vivir en comunidad, es aprender a cumplir con equidad los valores del reconocimiento del esfuerzo de los otros y del compromiso personal por amar más, sin esperar nada a cambio. El tercer camino es, discernir entre las profecías que confunden y nos alejan de la comunidad y las alternativas por fortalecer la vida comunitaria en el amor a Dios; es aprender a tomar el camino, que nos da la consolación de haber escogido la mejor parte, aquella que está cargada de misericordia y amor. En palabras del mismo papa Francisco: “el mejor modo de discernir si nuestro camino de oración es auténtico será mirar en qué medida nuestra vida se va transformando a la luz de la misericordia” (GE l05). 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El sentido profundo de la fe en el Nuevo Testamento está centrado en la perseverancia. Por ello, aprender a superar las vicisitudes y desviaciones de la fe, es posible solo en la medida en que se tenga por meta el hacer que Cristo sea el centro y razón de la existencia. Por ello, buscar permanecer en el amor a Cristo, es derrotar la desesperanza. Por tal razón, en un mundo donde los miedos infundados, las mentiras propagandísticas y los engaños ideológicos atentan contra la verdad; la vida cristiana se convierte en contracorriente de esas tendencias sociales. Por ello para alcanzar el propósito de servir al Señor en medio de la pérdida de la esperanza. El mismo evangelista Lucas, va a presentar en el relato de los discípulos de Emaús, a dos hombres que ante la pérdida huyen por miedo a la persecución. Pero solo en la medida en que ellos, reconocen al maestro en medio de su desesperanza regresan a Jerusalén y anuncian aquello que han experimentado y cómo reconocieron al maestro en la fracción del pan, es decir en el ser y hacer comunidad. Por tanto, pedir al Señor, en este domingo, la gracia de vivir en comunidad, se convierte en la manera de contrarrestar, la fuerza de los profetas falsos y sus artimañas para destruir y acabar con los ideales del evangelio. Valores que hacen que en la perseverancia y la esperanza forjadas ellas en la verdad, se construya una sociedad renovada en el amor y en las acciones por los demás. “En el atardecer de esta vida me presentaré ante ti con las manos vacías, Señor, porque no te pido que lleves cuenta de mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos”, decía Santa Teresa de Lisieux. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Resaltar las expresiones: “El Señor llega para regir los pueblos con rectitud” o “Con su perseverancia, salvarán sus almas.” 2. Convendría seguir: - Seguir toda la Plegaria Eucarística para diversas circunstancias III: Jesús, camino hacia el Padre, Misal p. 524, por hacer énfasis en Jesús que, comunicando las palabras del Padre, nos llama para que lo sigamos. - Si se desea acentuar, en este domingo, la celebración de la Jornada de los Pobres, puede elegirse la Plegaria Eucarística para diversas circunstancias IV: “Jesús, que pasó haciendo el bien”, Misal, p. 524, ya que hace referencia a Jesucristo manifestó un amor preferencial por los pobres y necesitados. 3. Al estar cerca el fin de un nuevo ciclo litúrgico, la liturgia nos invita a evaluar nuestra vida espiritual en el domingo víspera de la fiesta de Jesucristo rey de universo. Por ello, la comunidad se dispone a escuchar la palabra y a evaluar su vida con los ojos del Señor. 4. En este domingo de la Jornada Mundial de los Pobres, es la oportunidad para preparar algunas actividades comunitarias en favor de los pobres de la comunidad parroquias, tales como un desayuno, almuerzo, cena, donde participen en la preparación los diversos grupos e instituciones parroquiales. 5. En el momento de las ofrendas se podría presentar también algunos mercados para compartir con hermanos más vulnerables de la comunidad parroquial. 6. Preguntas que pueden ayudar en la reflexión profunda y contextualizada de la palabra dominical: - ¿Qué tanto cada creyente ha podido superar las vicisitudes de la vida? - ¿Hasta dónde como comunidad, hay una disposición a dejar que el Señor toque la vida y disponga los medios para superar las adversidades? - ¿Qué tipo de creyente se forma en la comunidad? - ¿Cómo la comunidad da las herramientas para seguir el camino del Señor superando las falsa profecías y por ende los falsos profetas de la política y la economía mundial? - ¿Cómo la relación con el Señor se debilita en los momentos de desolación? - ¿Sigue siendo la fe interesada en las comunidades? - ¿Cómo se está anunciando, desde la palabra, la esperanza de cambio y transformación propios de un cristianismo comprometido y fiel al Señor presente en la historia del pueblo? 7. Tener presente que, el próximo domingo 20 de noviembre, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, es el último domingo del Tiempo Ordinario, por lo mismo del Año litúrgico 2018-2019.

Vie 15 Nov 2019

La voz del Pastor | Noviembre 17 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 21, 5-19

Vie 15 Nov 2019

Iglesia colombiana anima Jornada Mundial de los Pobres

Al referirse al tema del Mensaje propuesto por el Papa Francisco para la III Jornada Mundial de los Pobres: «La esperanza de los pobres nunca se frustrará», el arzobispo de Popayán, monseñor Luis José Rueda Aparicio, dijo que esta iluminación es la ocasión propicia para vivir nuestra fe y proyectarla hacia los más necesitados con fraternidad y solidaridad. “Esta Jornada es una ocasión para sentirnos pobres, para sentirnos al estilo de Jesús que se hizo pobre. (…) La Iglesia debe ser sembradora de esperanza en medio de los pobres, acompañándolos en todo momento, llenándolos de optimismo (…) La esperanza es saber que no nos defrauda la presencia y la promesa del Señor que acompañará siempre nuestra vida”, afirmó. El prelado advirtió que esta Jornada, que se celebrará el próximo 17 de noviembre, será un espacio para que las parroquias pongan a funcionar la creatividad con diferentes actividades “es una jornada que suscita creatividad, porque pobres como dice el Señor Jesús, siempre los tendremos”. Finalmente, recordó que los pobres son personas a las que hay que ir a encontrar: “Están los ancianos, los indígenas, los afros, los migrantes venezolanos, todos aquellos que están sin empleo y sin vivienda (…) Tendremos la ocasión de vivir nuestra fe y proyectarla con quienes nos necesitan”. A continuación, mensajes del Papa Francisco para esta Jornada III Jornada Mundial de los Pobres 2019: «La esperanza de los pobres nunca se frustrará» II Jornada Mundial de los Pobres 2018: «Este pobre gritó y el Señor lo escuchó» I Jornada Mundial de los Pobres 2017: «No amemos de palabra sino con obras»

Mié 13 Nov 2019

Ante fiera tozudez abortista

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez - Causa extrañeza, a algunos, que siga habiendo un “debate sin fin” (El Tiempo 27-10-19), en torno al “aborto legal”, cuando en realidad ese debate quedó abierto desde el día, para unos “memorable” para otros “lamentable”, cuando la Corte Constitucional (10-05-06), dio la Sentencia 355, considerando este asunto como “un tema de salud”, y, en tres casos determinados, “despenalizó” el delito del aborto. En querer imponer la opinión de unos pocos, y en forma sesgada, está el origen de este debate, pues no se habló en la Sentencia de “legalizar”, pero se ha querido darle esa dimensión, y la misma Corte pasó luego acrecentar diferencias al hablar de que de allí ha surgido, como un “derecho de la mujer”, pedir que se mate al hijo de sus entrañas. Además, recientemente, se ha pretendido, de parte de la misma Corte, exigir al Ejecutivo hacer reglamentación del aborto como si fuera un “derecho de la mujer”, que se puede practicar hasta los últimos días del embarazo, y que, prácticamente, los galenos no puedan presentar “objeción de conciencia”, algo tan claramente reconocido por nuestra Constitución (Art. 11), y por códigos civiles. Como graduado en Derecho Canónico, estudioso de legislaciones de distintos países, Presidente por 12 años del Tribunal Eclesiástico Nacional, defensor del derecho natural al sagrado derecho de la vida, siento que, para bien de nuestro País, debo pronunciarme en este nuevo momento álgido. Es que de parte de la misma Corte Constitucional se pretende obligar al Presidente de la República, y colaboradores del Ramo de Salud, a dar reglamentaciones que no les corresponden, con detalles que pisotean aspectos de derecho natural que reclama el respeto a la vida, primer derecho de los seres humanos. Es de advertir que desde el 2006 venimos repitiendo que, estamos ante reclamos no solamente de carácter religioso, sino acordes con Tratados de Derechos Humanos, y gran número de científicos, sosteniendo la preciosa realidad de la dignidad y derechos de la persona humana desde su concepción, a pocas horas de ser engendrado, hasta su muerte natural. Es de destacar cómo, en nuestros días, hay gran sensibilidad por seres vivos de la naturaleza, las plantas, las aves, los toros, y los niños ya nacidos (postnatal), pero en relación los no nacidos (prenatal), tan débiles e indefensos, qué inclemencia, al contraponerlos a sus madres, a quienes quieren dar el derecho de exterminarlos, al considerarlos como un estorbo a sus libertades. Es que los tres casos despenalizados pueden ser fácilmente extendidos a número infinito, pues hay posibilidad de alegar causas con gran facilidad. Que hubo “violación”, cómo se puede contradecir su afirmación si las relaciones íntimas son de ordinario sin testigos; en caso de “peligro de la salud y vida de la madre”, con qué amplitud se puede alegar, al tener en cuenta que todo embarazo trae serio peligro; ante la “deformación del niño en crecimiento uterino”, antes que matarlo hay múltiples medios de su mejoramiento, con médicos especialistas en ello, y, siendo, por lo demás, esos niños ya nacidos, centro de amor y cuidado de hogares con sentimientos naturales humanitarios. Existe, además, el hecho de que, apenas dada la referida Sentencia de la Corte de despenalización en los casos mencionados, dictó el Ministerio de Salud la Reglamentación 444 que fue demandada por destacados Juristas, y fue declarada nula por el Consejo de Estado (15-03-13), por incompetencia de ese Ministerio para emanarla. Se precisó, en ese momento, que es al Parlamento a quien le correspondería, si lo estima correcto hacerlo, dar una determinación al respecto, pero si éste se niega por estimarlo inconveniente, no hay camino constitucional para que en este orden de cosas se proceda a dar orden al Ejecutivo para realizar este acto. Sería ilegal que el Presidente, o cualquier funcionario que reciba esa orden, la cumpliera, pues estaría realizando algo ilícito y nulo. De un Presidente que, con valor, y exponiendo su prestigio, pensó que, “a conciencia”, debía hacer objeciones a la legislación sobre la JEP, se espera que, en este caso, al menos igualmente grave, objete esa orden inconstitucional que ha recibido y se niegue a cumplirla. En el caso del aborto es de rememorar la actitud de gran valor cívico del Rey Balduino, de Bélgica, que prefirió renunciar a esa dignidad, con peligro de no ser restituido de su cargo (05-04-90), antes que rubricar algo en contra de la ley natural, para que otro, si lo estimaba procedente, firmara lo aprobado en el Parlamento. + Libardo Ramírez Gómez Obispo Emérito de Garzón Email: monlibardoramirez@hotmail.com

Mar 12 Nov 2019

Colombia: una paz al filo de la violencia y la muerte

Todavía duele Colombia, son surcos que no terminan de cerrarse, el bien por ahora no germina, mientras es arrasado por una tala de odios irrefrenables postergando los abrazos de la reconciliación. El hilo de sangre en el Cauca recorre cada recoveco de esta tierra ancestral. El resguardo de Tacueyó, al norte del departamento del Cauca, suroccidente del país, quedará en la memoria de los colombianos como uno de los capítulos ignominiosos de una paz al borde al filo de la violencia y la muerte. Aún resuena el grito estrepitoso de la masacre al pueblo indígena ante una sociedad indiferente. Contra todo pronóstico, pese a los riesgos y amenazas, los obispos de Cali y Popayán, Darío Monsalve y Luis José Rueda, peregrinaron con unas 120 personas al sitio donde fueron asesinados Cristina Bautista, gobernadora indígena, y sus 4 guardias, el pasado 4 de noviembre, durante la acción llamada ‘Tres minutos por la vida’, convocada por estas jurisdicciones, la Conferencia Episcopal y la Nunciatura. “Estuvimos en los escenarios del dolor para estar alrededor del altar de la Eucaristía y construir espacios de esperanza, de diálogo”, ha mencionado Darío Monsalve, arzobispo de Cali, en referencia a esta actividad. La vida está herida Desde el recrudecimiento del conflicto en el Cauca, uno de los principales promotores de la paz es Luis José Rueda, arzobispo de Popayán. Sobre la campaña La vida está herida y nos necesita a todos, cuya acción estuvo centrada en Los 3 minutos por la vida “por un lado denuncia pero por otro lado llama al compromiso y a la esperanza”. Además ha agradecido a la Conferencia Episcopal de Colombia y al propio nuncio Luis Mariano Montemayor por su apoyo irrestricto al hacerse eco de las iniciativas desde la iglesia local a todo el país. “Fue una respuesta positiva y contundente, se sintió en todo el Cauca y el país. Ahí aprendimos, descubrimos y ratificamos que como Iglesia nos movilizamos por causas justas, porque cuando nos unimos logramos efectos sorprendentes”, señaló. El prelado ha mencionado que en el momento dijeron a los indígenas “aquí estamos, puede ser que algunos entes del Estado les dé miedo entrar y sentarse a dialogar. Tal vez hayan diferencias de la forma, cómo concebimos la vida y el mundo, pero con ustedes aprendemos mucho”. Permeados por amenazas Por otra parte, el arzobispo de Popayán ha indicado que la situación del Cauca está permeada por muchas amenazas a la vida, tanto estructurales como conyunturales. “Estructurales, porque hace falta que el Estado y las comunidades se reconcilien y trabajen juntas. Coyunturales, porque el narcotráfico se ha metido, hay una economía de muerte y cuando alguna comunidad se organiza para defender su tierra sufren las consecuencias”. Luego de los acuerdos de la Habana hubo un respiro –señala el prelado– “todos empezamos a soñar y anhelar un nuevo país”, sin embargo “vimos que hubo como una indiferencia a la implementación de los acuerdos, con unos puntos de los acuerdos muy bien logrados, pero poco implementados en las regiones y al no estar implementados empiezan los grupos de disidencias de narcotráfico, de línea paramilitar o de línea guerrillera a hacer presencia en las comunidades y con ello vuelve el afro, el campesino y el indígena a quedar expuesto”. No hay respeto a la vida, mientras las comunidades buscan “defender sus cultivos para vivir una economía distinta, una economía limpia, entonces el narcotráfico se lleva por delante al que sea”, denuncia Rueda, quien lamenta esta situación y que debe ser analizada en su conjunto. Crear un clima de confianza El reto por la construcción de una paz duradera y, por ende, el camino de la reconciliación pasa por la voluntad de muchos actores políticos y sociales. “Es necesario que se crezcan en la confianza tanto los indígenas, afros y el Estado”, apunta Rueda, porque para lograr acuerdos es importante ir en doble vía: “por un lado el Estado debe acercarse a las comunidades, escucharlas, atender sus necesidades y, por el otro, los indígenas y los afros deben permitir también el diálogo”. Además es un imperativo coordinar proyectos y los programas desde un desarrollo integral, porque “esto está muy en la línea de lo que el magisterio de la Iglesia en el Sínodo Panamazónico que acaba de terminar con aquello de una conversión pastoral integral, donde nos descubramos como hermanos”, ha dicho el arzobispo de Popayán. También ha destacado el papel de la Iglesia en la construcción de la paz y reconciliación, pues “en todas las jurisdicciones de Colombia, hay una iglesia caminando, sudando, trabajando, en los talleres, en los almacenes, en las escuelas, en los hospitales, es la iglesia, que es usted y que soy yo, que somos todos los hombres y mujeres bautizados en el pueblo de Dios con la fuerza del Evangelio”, mencionó. Batallones de bien común Rueda no es partidario de la militarización de estos territorios, aunque respeta la institucionalidad del Estado en todos sus niveles. “Creo que es necesario actuar con la institucionalidad del país, es necesaria la presencia de la fuerza pública”, aclara. Sin embargo “así como se mueve un batallón de soldados, yo quisiera también ver cómo se mueve un batallón de médicos, un batallón de profesores, un batallón de agrónomos, batallón de trabajadores sociales, metidos allí sirviéndole al pueblo”, ha afirmado. Su mayor anhelo es ver a los indígenas y a los afros con batallones de gente comprometida al bien común y con propuestas de construcción de unidad y “con ello lograríamos desarrollar no solo el Cauca, sino todo el Pacífico colombiano que está bastante olvidado”. No confinarlos en las montañas “Es muy importante para la sociedad colombiana que la Iglesia católica asuma en la persona de sus pastores la respuesta a estos desafíos gravísimos”, opina Darío Monsalve, arzobispo de Cali, respecto a la actual coyuntura. Asimismo asegura que el exterminio al que están siendo sometidos los indígenas es un genocidio, requiere de un mínimo de respeto a la vida de la población y tender puentes entre los indígenas y el Estado colombiano, que “siempre impone verticalmente sus políticas a los indígenas y esto genera gran disgusto porque no hay esa confianza en ellos”, lamenta Monsalve. Llegado a este punto, el arzobispo de Cali asegura que este ejercicio de escucha sirva también para aprender de las culturas indígenas, porque “ellos quieren ampliar sus territorios, necesitan tierras productivas, no ser confinados a las laderas de las montañas”. Fuente: Portal digital Vida Nueva Foto redes: Arquidiócesis de Cali Video: Of. comunicaciones Arquidiócesis de Popayán

Vie 8 Nov 2019

La voz del Pastor | Noviembre 10 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 20, 27-38

Jue 7 Nov 2019

“El Señor, que es fiel, les dará fuerzas y les librará del malo”

Primera lectura: 2M 7,1-2.8c-14 Salmo: Sal 17(16),1.5-6. 8b+15 (R. cf. 15b) Segunda lectura: 2Ts 2,16 - 3,5 Evangelio: Lc 20,27-38 Introducción • En estos últimos domingos del año cristiano, la temática de las lecturas apunta a la escatología, hacia el final de los tiempos. Empezando, hoy, por la fe en la resurrección de los muertos. El mes de noviembre está impregnado por este mensaje, que también cuenta con la celebración que ya hemos vivido de la fiesta de todos los Santos y la de los fieles Difuntos. • La mirada hacia el final de la vida y la promesa de Dios de una nueva vida resucitada. • El Dios cristiano es el Dios de la vida y de la alegría. Él ha transformado nuestra existencia y ha sembrado en ella la semilla de la esperanza. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Con cuatro frases descubramos la verdad escondida en cada uno de los textos que nos ofrecen las lecturas de este día. • “El rey de universo nos resucitará para una vida eterna”. • “Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor”. • “El Señor nos dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas”. • “No es un Dios de muertos, sino de vivos”. Primera lectura: La historia de la persecución en tiempo de los Macabeos nos prepara para la escucha del Evangelio. Sucede en el siglo II antes de Cristo, en la persecución de Antíoco IV que, con una mezcla de halagos y amenazas, intenta seducir a los israelitas y conducirlos a la religión oficial pagana, olvidando la Alianza. Llega a profanar el Templo -lo dedicó a “Zeus Olímpico”- y obliga a los judíos a aceptar las costumbres helénicas. Es edificante la fortaleza de aquella madre y de sus siete hijos que resisten a todas las tentaciones y halagos y no quieren de ningún modo abandonar su fe y pasar al paganismo, con sus creencias y costumbres. Lo de comer o no la carne prohibida era solo un detalle: se trataba de algo más profundo, de mantenerse fieles al conjunto de la fe en Dios. Salmo: Las palabras del salmo son palabras de un creyente que está sufriendo por su fe, pero que espera en la ayuda de Dios: “presta oído a mí suplica... yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío”, para terminar con lo que se ha convertido también en antífona repetida, como expresión de la fe en la otra vida: “y al despertar me saciaré de tu semblante”. Segunda lectura: El apóstol Pablo quiere que sus cristianos de Tesalónica, en Grecia, tengan, por una parte, consuelo en sus dificultades -”un consuelo permanente”-, porque ya se están esforzando en ser fieles a su fe: “ya cumplieron y seguirán cumpliendo todo lo que les hemos enseñado”. Pero, a la vez, les desea que Jesús les conceda fuerzas para lo que les espera: “para toda clase de palabras y obras buenas... el Señor les dará fuerzas y los librará del malo... para que amen a Dios y esperen en Cristo”. Lo que ya se ha conseguido es pasado, pero hay que mirar al futuro: “para que la Palabra de Dios siga el avance glorioso que comenzó entre nosotros”. El Evangelio: Los saduceos, pertenecientes a las clases altas de la sociedad, no creían en la otra vida ni en la resurrección. Son ellos quienes hacen a Jesús una pregunta-trampa manifiestamente exagerada sobre los siete hermanos que se casan sucesivamente con la misma mujer a medida que va muriendo el anterior sin dejar descendencia. Esto es lo que mandaba la “ley del levirato”. La pregunta es: cuando llegue la resurrección ¿de cuál de ellos será ella la mujer? La respuesta de Jesús, sorteando hábilmente la ridícula pregunta, afirma, ante todo, la fe en la vida futura y la resurrección. Además, les recuerda que, en la otra vida, como no pueden morir, ya no se casaran, o sea, el matrimonio no tendrá́ ya sentido para la procreación, porque todos “son hijos de Dios y participan en la resurrección”. Dios es un Dios de vivos: para él todos están vivos. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de hoy nos deja grandes lecciones para seguir fortaleciendo nuestra vida de fe y el seguimiento del Señor. • La fe que muestran todos los protagonistas en la primera lectura en la resurrección y en la otra vida es un hermoso ejemplo. Cuando están a punto de morir, los varios personajes de la historia van diciendo palabras muy significativas. Insisten en su fe convencida en la vida futura, en la resurrección que esperan. • Al final de la vida al despertar a la realidad última, nos espera el rostro del padre y sus brazos abiertos, si le hemos sido fieles. • Nuestro destino es la vida, no la muerte. Un destino de hijos, llamados a vivir de la misma vida de Dios y para siempre, en la fiesta plena de la comunión con él. Nosotros sabemos que, después de la resurrección de Cristo, los que nos incorporamos a él tendremos su mismo destino de resurrección. • La Palabra de Dios nos invita hoy a tener despierta esta mirada profética hacia el final del viaje, que, pronto o tarde, llegará para cada uno. Este mundo no es nuestra meta. Como no lo es el seno materno para el que ha sido concebido, porque está destinado a abandonar esa etapa transitoria de su existencia. Nosotros también estamos destinados a la plenitud de la vida en Dios. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Supliquémosle al Señor para que nos ayude a alzar la mirada y recordemos cuál es la meta de nuestro camino. La fe en la vida a la que Dios nos destina es la que ha dado luz y fuerza a tantos millones de personas a lo largo de la historia, y la que también a nosotros nos ayuda en nuestra vida de fidelidad humana y cristiana, abiertos a Dios, que es el destino de nuestra historia personal y comunitaria. Debemos pedirle al Señor Jesús que nos dé fuerza para seguir madurando en nuestro camino, porque nunca podemos sentirnos satisfechos de lo ya alcanzado. El “más allá́ ” sigue siendo también para nosotros un misterio. No pretendemos imaginar cómo es y cómo sucederán las cosas. Pero creemos a Cristo Jesús, el Maestro, que nos asegura que los que se incorporan a él, vivirán para siempre. Cuando Jesús anunció la Eucaristía, nos dijo que este sacramento iba a ser una garantía y un anticipo de la vida definitiva: “si uno come de este pan, vivirá́ para siempre, yo le resucitaré el ultimo día... el que me come, vivirá́ por mí, como yo vivo por el Padre”. A favor de los difuntos pedimos en la Plegaria Eucarística lo mismo que expresaba el salmo de hoy: “al despertar, me saciaré de tu semblante”. Por los difuntos pedimos: “admítelos a contemplar la luz de tu rostro”. Vamos bien encaminados, si somos fieles a la convocatoria eucarística dominical, con lo que significa también de fe y de comunión y de estilo de vida: Jesús mismo, Palabra y Alimento, nos va dando fuerzas y nos prepara para el encuentro definitivo con él, o sea, con la vida plena. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Estar atentos a las frases de la palabra en este día: - “Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará”. - “Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor”. - “El Señor, que es fiel, les dará fuerzas y les librará del malo”. - “No es Dios de muertos sino de vivos: porque para él todos están vivos”. 2. Palabras claves: Fe, resurrección, despertar, amor, consuelo, esperanza. 3. Hoy será apropiado decir uno de los prefacios de difuntos (el primero no, porque se refiere demasiado a la situación concreta del momento de la muerte), acompañado de la Plegaria Eucarística III. 4. Para el saludo inicial puede utilizarse el que se usa en la Cincuentena Pascual: “El Dios de la vida que ha resucitado…” 5. Enfatizar en que se va acercando el final del Año litúrgico, con su marcado acento escatológico.