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Iglesia

Vie 7 Jun 2019

Iglesia anima discernimiento sobre Libertad Religiosa

Al concluir el Encuentro Nacional de Libertad Religiosa y su Incidencia en Colombia, el obispo de Armenia y miembro de la Comisión Episcopal de Promoción de la Unidad y del Diálogo, monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez, afirmó que la Iglesia Católica siempre ha sido abanderada en promover y liderar la libertad religiosa, pero es el Gobierno quien está en la obligación de proteger y custodiar esta libertad con implementación de unas políticas públicas claras. “La Iglesia Católica siempre ha estado abierta a participar y facilitar esos caminos de diálogo y concertación. Hoy en día en Colombia es indispensable trabajar una política pública para la Iglesia Católica, donde no se están buscando privilegios para ella, sino un camino de concertación en el que se le reconozca su tradición y que la mayoría de colombianos pertenecen a esta Iglesia Católica, Apostólica y Romana”, aseguró. El prelado dijo, además, que la libertad religiosa para la Iglesia Católica es importante, pero afianzando siempre su identidad y comunión con el Papa, una Iglesia abierta al diálogo con el mundo y la cultura. Ante la diversidad de las denominaciones religiosas, el jerarca afirmó que se debe trabajar de la mano con ellos en un ambiente de respeto y tolerancia, “pero sabiendo dónde están los límites de ese diálogo y los límites para entrar a debatir o concertar sobre diversos temas que son de interés público (…) Hay temas en que nos podemos unir y temas religiosos donde podemos reflexionar y profundizar cada vez más sobre la dimensión de participación de las diversas Iglesias”. Por su parte, el padre Jorge Bustamante Mora, director Departamento de Promoción y Unidad del Diálogo, advirtió que el tema de la libertad religiosa ha ido adquiriendo un tinte político, hecho que amerita una reflexión al respecto. “Debemos hacer una reflexión seria para ver cómo ayudar a esta realidad, puesto que la libertad religiosa se ha politizado, ha ido adquiriendo un color político que es necesario depurar para que sea auténtico derecho de libertad religiosa”, afirmó. Asimismo, el padre Leonardo Gutiérrez, Pro-vicario general de la Arquidiócesis de Bucaramanga y participante en el encuentro, afirmó que este espacio ha sido importante como proceso de formación y actualización. “La libertad religiosa toca la identidad profunda de la Iglesia, por eso estamos formándonos y aprendiendo para poder llegar a nuestras regiones a socializar lo visto. Ayudar a nuestras comunidades a entender lo que es la libertad religiosa para respetar las demás denominaciones, pero también para hacernos respetar, valorando nuestra identidad y dando una voz en la que también nosotros necesitamos ser respetados como católicos”. La conclusión de cierre de este encuentro estuvo marcada por la decisión de trabajar en la implementación de una estructura a nivel nacional, donde se conformen comisiones diocesanas que permitan dar continuidad y seguimiento a la temática de la libertad religiosa en Colombia.

Vie 7 Jun 2019

La voz del Pastor | Junio 09 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 14, 15-16 23b-26

Vie 7 Jun 2019

“Como el Padre me envío, también YO los envío”

Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 2,1-11 Salmo: 104(103),1ab+24ac.29bc-30.31+34 (R. cf. 30) Segunda lectura: 1Corintios 12,3b-7.12-13 Evangelio: Juan 20,19-23 Introducción Hay una riqueza temática, no se puede abordar toda; el tema elegido depende de las lecturas y la realidad más sentida de la comunidad, un tema bien abordado propiciará el crecimiento de la comunidad, se avanza paso a paso, no es necesario abordar todo. Algunos posibles enfoques pueden ser: El Espíritu Santo en la revelación; la acción del Espíritu Santo en la Iglesia; el primer Pentecostés cristiano; El permanente Pentecostés en la Iglesia; El don del Espíritu y el Sacramento de la Reconciliación; la fiesta de Pentecostés. 1. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Los textos narran la experiencia del Espíritu santo en la comunidad de los creyentes de Jesús de Nazaret, en ellos se cumple la Promesa del Padre, promesa que es destinada a todos. Hch 2, 1-11 narra lo acontecido en la fiesta de Pentecostés de aquel año de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Los discípulos permanecen reunidos, “Todos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de María la Madre de Jesús” (Hch 1, 14), y en este ambiente de oración, acontece el cumplimiento de la Promesa, la venida del Espíritu Santo. Su llegada se describe con unos signos sensibles: “ruido de ráfaga de viento, lenguas de fuego, hablar lenguas”, signos que anuncian y hacen visible que algo novedoso y extraordinario está aconteciendo. Los vv. 5-13 narran el principal efecto del Espíritu sobre aquellos a quienes les fue concedido: La evangelización en la propia lengua. El Espíritu, Promesa del Padre, “Fuerza de lo alto” produce unos efectos extraordinarios que la comunidad experimentó y fue necesario profundizar en su comprensión. Muchos textos dan testimonio de ello. El apóstol Pablo, en la Primera carta a los corintios, aborda el tema de los dones del Espíritu Santo, especialmente en los capítulos 12 al 14. Precisa: “con relación a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que vivan en la ignorancia” (1 Cor 12,1), abre un llamado a la reflexión y comprensión. Sobre los efectos extraordinarios, el apóstol establece unos criterios claros: 1. Hay diferentes dones, servicios o actividades; 2. Todos tienen el mismo origen, proceden del mismo Espíritu; 3. Su objetivo práctico es la edificación de la Iglesia, “el Espíritu se manifiesta para provecho común”; 4. La conformación de la Iglesia no solo es “carismática”, ella se origina por el bautismo y los dones del espíritu ayudan a mantener la unidad, “un solo cuerpo”; 5. No existe una confrontación entre don y ministerio, pues los “ministerios” provienen del mismo Señor. Para hacer comprensible su enseñanza, el Apóstol, echa mano de la imagen del cuerpo, formado por distintos miembros pero todos en unión y orientados al provecho común del mismo y de todo el cuerpo. El Evangelio muestra como el Espíritu es fruto del misterio Pascual de Jesús. Jn 20, 19-23 nos habla del encuentro del Resucitado con sus discípulos al atardecer del día de la Resurrección. El punto de partida narra la situación de los discípulos sin la presencia del Resucitado: encerrados, llenos de miedo. El Resucitado se hace presente y cambia esta realidad, saluda varias veces con el “don de la paz”, se identifica mostrando los rastros de la cruz y pasión, ante lo cual los discípulos se llenaron de alegría. Este encuentro está lleno de regalos y motivos de gozo y alegría: Ven al Resucitado, reciben la fuerza del Espíritu Santo, reciben un mandato nuevo con autoridad, “como el Padre me envío, también YO los envío”, y les encomienda la misión del perdón de los pecados, “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos”. El salmo 104 (103) invita a cantar la obra divina de la creación; en este contexto es una sugestiva indicación a ver la acción del Espíritu en toda la creación, por eso la creación es motivo de alabanza y bendición. 2. ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? La Escritura me invita a interiorizar el cumplimiento de la Promesa, es decir la presencia del Espíritu Santo, fuerza dinamizadora de la Iglesia. Así como al inicio de la creación, el Espíritu Santo actuaba en ella y/o sobre ella, ahora debo ver que la comunidad de creyentes en Jesús de Nazaret es la nueva creación en la que actúa el Espíritu Santo con sus manifestaciones extraordinarias. Entre las manifestaciones más evidentes me invita a experimentar la alegría, la paz, la reconciliación con el perdón de los pecados, la unidad de la Iglesia, la presencia del Resucitado de manera misteriosa en medio de la comunidad. 3. ¿Qué me sugiere la Palabra, que debo decirle a la comunidad? Un primer elemento a compartir con la comunidad es la importancia y el papel dinamizador del Espíritu Santo en medio de la nueva comunidad. El Espíritu Santo, Promesa del Padre, es fruto del misterio Pascual de Jesús, Él actualiza o hace presente este misterio en la vida de cada creyente a través de los Sacramentos, en ellos actúa el poder del Espíritu y se renueva el misterio Pascual de Jesús. Con los sacramentos se vivifica la Iglesia; la segunda lectura habla del Bautismo, el Evangelio narra el origen pascual de la Penitencia, es decir del perdón de los pecados de forma sacramental y no solo en la dimensión cotidiana y espiritual. Hay que evidenciar a la comunidad este estrecho vínculo existente entre Misterio Pascual, que ya incluye el don del Espíritu Santo, y la vivencia de los sacramentos. Ellos son una manifestación súper – extraordinaria del poder del Espíritu Santo. Un segundo elemento a compartir son los diferentes dones del Espíritu Santo; no solo los siete dones conocidos, sino las diferentes manifestaciones del espíritu en manera concreta en cada creyente, no hay que acentuar lo misterioso, incomprensible y hasta llamativo de algunos de ellos, sino subrayar la importancia de algunos dones o frutos del Espíritu que evidencian la correcta recepción espiritual y ayudan al objetivo de edificar la Iglesia, como son la alegría, el gozo cristiano, la paz, el perdón sacramental, la unidad misma de la Iglesia, el “hambre” por vivir los sacramentos; manifestaciones del Espíritu que debe caracterizar al discípulo del resucitado. Bajo esta premisa se comprende la insistencia del Papa Francisco sobre la alegría que marca el evangelio, la vivencia de un gozo altamente cristiano que busque siempre la unidad de los creyentes en Jesús, que se esté al servicio de la evangelización. Un tercer elemento que se puede colorear es la profunda vinculación del Espíritu con la Iglesia. Sus dones y carismas son para la edificación de la Iglesia, para el provecho común, para dar solidez y UNIDAD al cuerpo de Cristo que es su Iglesia. El Espíritu suscita diversos dones, carismas… movimientos pero nunca suscita división o separación del Cuerpo de Cristo. Una norma clara para mantener la unidad es “nada sin el párroco”, “nunca y nada sin el obispo”, y desde luego en respeto y unidad efectiva con el Vicario de Cristo, el Papa, ellos por el ministerio recibido, don del Espíritu Santo, son garantía y fuente de la unidad y de la Comunión con toda la Iglesia, cuerpo de Jesús. Tener el Espíritu Santo o uno de sus dones no puede ser fuente para dividir la Iglesia. Un breve apunte, la Promesa del Padre es una realidad que garantiza la evangelización, el Espíritu Santo es la fuerza dinamizadora de la Iglesia. Todo discípulo, en su propia lengua y bajo el influjo del Espíritu Santo debe “hablar de las maravillas de Dios”, siempre en unidad con toda la Iglesia, nunca por encima o en contraposición con los ministros de la Iglesia, pues ya no sería un don del Espíritu Santo. La Evangelización en unidad eclesial es tarea de todos los bautizados. 4. ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? Mi encuentro con Jesús se realiza gracias a la acción del Espíritu Santo en mi vida, presencia eficaz sobre todo en los sacramentos, los cuales no debo realizar de manera mecánica o robótica, como repitiendo gestos o expresiones de exigencia social o de costumbre. Los Sacramentos, aquellos que yo vivo, son celebraciones íntimas y eclesiales en las cuales me encuentro de forma personal y comunitaria con Jesús Resucitado. El sacramento es una experiencia personal, pero no privada, yo vivo mi encuentro con Jesús, recibo la acción del Espíritu Santo, pero todo ello, aunque para provecho personal tiene también un objetivo común o eclesial, mi experiencia es para el bien de toda la Iglesia, la gracia que recibo y los dones que se me conceden son en beneficio de todo el cuerpo de Cristo: su Iglesia. Nada me autoriza apropiarme mezquinamente de una dimensión tan universal. Los Sacramentos son una creación de Jesús Resucitado, quienes se oponen a ellos se oponen y contradicen a Jesús de Nazaret. Un Sacramento que ha sido devaluado en los últimos tiempos es el de la confesión, la reconciliación, por eso el encuentro con Jesús me anima a la misión e compartir la riqueza de este sacramento fruto y acción del Espíritu Santo. Este Sacramento del Perdón de los pecados, sin ambigüedad hay que decir: El Señor lo creó, Él nos lo entregó. El católico no puede dejarse llenar de la “basura” que los enemigos de la fe proponen y difunden diciendo “no es necesario confesarse con otro hombre, quizás más pecador que quien se confiesa”. Si fuera así el responsable sería el Señor que fue quien lo inventó. Al respecto se debe precisar: 1. El sacramento es creación del Resucitado. ¿A quién vas a creer y obedecer? ¿a Jesús que lo creó y lo entregó a la Iglesia o a un “iluminado” que se opone a este mandato de Jesús? 2. La condición del sacerdote no es la que garantiza el perdón del pecado. Jesús dice que es fruto del ministerio recibido, del poder que el resucitado da, el efecto depende del Espíritu Santo y la autoridad dada “Como el Padre me envió, así Yo los envío a ustedes”, es decir con autoridad. Recuerde que a Jesús mismo se le criticó y se le condenó diciendo que Él no tenía poder para perdonar pecados, “Los escribas y fariseos empezaron a pensar. ¿Quién es éste, que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” (Lc 5, 21). Hoy todavía hay muchos fariseos que siguen criticando a Jesús porque sigue perdonando a través del sacerdote. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Podría tenerse como signo o ambientación para la celebración un mensaje en torno a los dones o a los frutos del Espíritu Santo. 2. Como sugerencia: se podría dar relieve a la Secuencia, que en la mayoría de las partes se hace como un rito mecánico y a veces sin sentido: Se podría preparar fotocopias con la secuencia y a su momento, se proclame por toda la Asamblea, dando un espacio entre estrofa y estrofa, para la meditación o interiorización. 3. Tener presente que esta Solemnidad tiene formulario propio para la Misa de la Vigilia y la Misa del día, pp. 279-287 del Misal. Es conveniente seguir el Canon Romano o Plegaria Eucarística I, con el “Reunidos en comunión” propio. 4. Darle el verdadero valor a la Vigilia de Pentecostés, con su identidad litúrgica propia, sin prolongarla innecesariamente o recargarla con demasiados signos o fraccionar la asamblea. 5. Para la Misa Vespertina de la Vigilia: “En esta Misa la Liturgia de la Palabra se puede celebrar o de forma breve o bien de forma extensa: • Forma breve de la Liturgia de la Palabra: se escoge como primera lectura una de las cuatro lecturas de aparecen en el leccionario, y como salmo de respuesta el último (salmo 104 (103), pág. 190. • Forma extensa de la Liturgia de la Palabra: se pueden leer las cuatro lecturas o algunas de ellas, seguida cada una de su respectivo Salmo”, (Leccionario Dominical C, páginas 199 ss.) 6. Hoy inicia la Semana de Oración por la Unidad de los Cristiano. 7. Para tener en cuenta: hoy termina el Tiempo Pascual. Después de la última Misa, en la noche, se apaga el cirio pascual y se retira del presbiterio; conviene colocarlo decorosamente en el bautisterio para que arda durante la celebración del Bautismo y poder encender en él los cirios de los bautizados; igualmente, en las exequias se prefiere el cirio pascual cerca al féretro (cf. Ritual de Exequias, edición 2001, pág. 27, al referirse a la ubicación del féretro en el templo). El lunes y el martes siguientes, en las Misas con participación del pueblo, se puede celebrar la Misa del día de Pentecostés o una de las votivas del Espíritu Santo.

Jue 6 Jun 2019

Encuentro con el Resucitado | Junio 09 de 2019

"Cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua" (Hch 2,11) TAREAS: 1. Haz una oración agradeciendo el Don del Espíritu Santo en tu vida 2. Apréndete los Dones del Espíritu Santo 3. Cuéntale a tu familia algo que el Señor haya hecho en tu vida [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ir a lista de reproducción[/icon]

Mar 4 Jun 2019

Acerquemos la Palabra de Dios, adquiere la Predicación Orante

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Liturgia, pone a disposición de ministros ordenados, religiosos y laicos laPredicación Orante de la Palabra y las Moniciones y Oración Universal de los Fieles. [tabs class="horizontal"][tab title="PRESENTACIÓN" icon="Icon name 1"] Estas orientaciones para La Predicación Orante de la Palabra y las Moniciones y Oración Universal, que presenta el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), coordinado por el Departamento de Liturgai, están elaboradas siguiendo la forma comcreta de escuchar lo que el Señor quiere decir en su Palabra y permitir que el Espíritu Santo transforme a todo aquel que sea tocado por esta Palabra. Igualmente, motiva para que todo el que se acerque a este subsidio también ofrende un tiempo prudente de oración, a la lectura de la Palabra de Dios para que ella hiera al predicador y, a través de él, al pueblo de Dios que participa en la celebración litúrgica. Como tema de profunidazación sobre esta importancia y necesidad del encuentro privilegiado del ministro de la homilía con la Palabra que será proclamada y predicada, se ofrece la reflexión "Primero Comunicarnos con Dios, para luego Comunicarnos con la Asamblea". El II Tomo comprende desde el inicio de la Solemnidad de la Santísima Trinidad hasta la Solemnidad de Cristo Rey, con el que se cierra el Año Litúrgico del Ciclo C Departamento de Liturgia Conferencia Episcopal de Colombia [/tab][tab title="DETALLE" icon="icon name 2"] Autor(a): Departamento de Liturgia Catálogo: Liturgia Idioma: Español Número de Páginas:151 Editora: . Año de publicación:Mayo 2019 Dimensiones: 17cm x 24cm [/tab][tab title="COMENTARIOS" icon="Icon name 1"] [/tab][/tabs] Mayores informes: PBX: 437 55 40 Ext. 264 Correo electrónico: libreria@cec.org.co

Mar 4 Jun 2019

Banco de Alimentos de Bogotá presenta campaña “Únete a los Héroes"

Bajo el lema “Únete a los Héroes”, el Banco de Alimentos Arquidiocesano de Bogotá lanzó una campaña para que personas e entidades se sumen a esta iniciativa que tiene como misión luchar contra el hambre en las poblaciones vulnerables. En una entrevista concedida al portal digital Aciprensa, el director ejecutivo de esta institución, padre Jaime Saldarriaga Molina, explicó que el objetivo de esta campaña es contar con el apoyo de más “héroes”, quienes pueden participar de diferentes maneras para detener el problema del hambre. “Nuestra campaña se llama ‘Únete a los Héroes’ porque identificamos como héroes a todos aquellos que quieren hacer algo por los que tienen necesidad de alimento”, explicó. Añadió que el banco considera “héroes” a todos aquellos “que se han preocupado en los sectores más pobres, por hacer lugares de acogida para la gente con necesidad, desde niños, adultos mayores, fármacos dependientes, personas necesitadas o con discapacidades”. A través de esta campaña la entidad recibe alimentos, productos de aseo e higiene personal, así como bienes y servicios, que son destinados y distribuidos a las ONG inscritas en el banco. Actualmente, asiste a más de 61 mil niños, 22 mil jóvenes, 24 mil adultos, 10 mil adultos mayores y 47 mil familias. Para recibir este apoyo, las ONG deben acreditar que trabajan con una población vulnerable, describiendo los beneficios alimentarios que brindan, y a su vez, deben estar legalmente constituidas. De acuerdo con el sacerdote, un héroe también es aquel que “en lugar de botar productos que no alcancen a comercializar, los entreguen para hacerlos llegar a organizaciones donde se pueden mejorar condiciones de vida y condición vulnerable”. En cuanto a la situación actual de las poblaciones con hambre en Colombia, el P. Saldarriaga explicó que hay dos fenómenos que encuentran en su labor diaria. “En nuestro país solo se logra aprovechar dos tercios de lo que llegamos a producir, cosechar, o comercializar, el resto se desperdicia. Es por ello que en Colombia estamos contribuyendo al número de gente con hambre”, advirtió. En ese sentido, con su campaña el banco también busca modificar tres puntos clave: modificar hábitos alimentarios, generar una cultura de la alimentación sana y saludable, y en tercer lugar, luchar contra la cultura de la mendicidad. “No es justo que estemos haciendo mendigos. Necesitamos calmar el hambre y luchar contra la pobreza. De lo contrario, seguimos haciendo obras que parecen muy interesantes, pero que no tienen la bondad con la que de verdad dignificamos esa calidad de vida a la gente que más necesita”, subrayó. El sacerdote, quien es director ejecutivo del Banco de Alimentos desde el 2001, enfatizó que “si damos las cosas fáciles a los pobres, no les estamos haciendo el bien que ellos requieren. No estamos haciendo la tarea bien hecha”. “Es importante que la gente se alimente bien y tenga una cultura de buenos hábitos, acompañar a los más pobres para que tengan escolarizados a los niños, así como también, ayudar a que los adultos mayores sean insertados en lugares donde puedan trabajar y sentirse útiles”, destacó el P. Saldarriaga. En ese sentido, destacó que muchas organizaciones han dejado de trabajar con ellos porque “se han vuelto sostenibles”, lo cual responde al objetivo de la campaña. En cuanto al trabajo de los jóvenes, comentó que se debe promover una dinámica de oportunidades que les permita “tener la ilusión de prepararse para el mundo del trabajo y engranarse con las economías”. Asimismo, recalcó el voluntariado que realizan los estudiantes a través de sus prácticas profesionales. “También son ‘héroes’ los estudiantes que realizan la práctica social que le exigen las universidades, ya que de esta manera interactúan con los emprendedores sociales y se hacen partícipes de la posibilidad de mejorar el mundo de esas familias que los necesitan”. El sacerdote comentó que en Estados Unidos y Europa se descubrió que “hay cosas que la gente hace que no es que tengan valor, sino que no tienen precio”. “Lo que hace un voluntario lo hace generando cambios y dando lugar a unas mejores oportunidades en la vida de la persona que lo necesita”, afirmó. El Banco de Alimentos de Bogotá es una fundación completamente autosustentable que nace en el 2001, con el objetivo de dar respuesta al llamado que el Papa Juan Pablo II realizó en la Carta Apostólica “Novo Millenio Ineunte”: una obra basada en la generosidad que beneficie a las personas más vulnerables de la capital colombiana. El banco tiene un grupo de 126 colaboradores que son “un puente” que los une a los más necesitados, y que les permite llegar a más de 313 mil personas en estado de vulnerabilidad en la capital colombiana.

Dom 2 Jun 2019

CEC lamenta fallecimiento del sacerdote Iván Darío Giraldo

La Conferencia Episcopal y el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano –SPEC- lamentan el fallecimiento de Mons. Iván Darío Giraldo Restrepo, sacerdote de la arquidiócesis de Medellín, quien sirvió al SPEC como Director de Catequesis y Secretario Adjunto durante varios años. El Episcopado recuerda a este insigne sacerdote como un hombre con alto sentido del servicio y apasionado por el tema de la catequesis, lo que le permitió hacer un gran aporte en este campo a la Iglesia en Colombia. Ora para que “el Señor le conceda la dicha eterna y pide para su familia y sus fieles la esperanza de la resurrección de Cristo”. Las exequias se celebrarán hoy domingo 2 de junio, a las 4:00 pm., en la parroquia de Nuestra Señora de Los Dolores de la América en Medellín, comunidad de la que era párroco.

Sáb 1 Jun 2019

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - Este domingo celebramos la Solemnidad de la Ascensión del Señor. En los evangelios encontramos dos textos que nos relatan este acontecimiento de fe, 40 días después del domingo de la Resurrección. San Lucas en el capítulo 24 (Lucas 24, 50-53) y San Marcos en el capítulo 16 (Marcos 16, 19) nos relata este acontecimiento particular en el cual Jesús, acompañado de los 11 discípulos Asciende glorioso hacia el cielo. El relato de este acontecimiento de la vida del Salvador es presentado, con más amplitud de detalles, por San Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 1, 9-11). En este relato, abunda en detalles y elementos precisos de este momento de la vida de Cristo y su despedida de esta tierra. En los relatos hay una clara y sentida realidad teológica: El envío de los Apóstoles a evangelizar y a predicar en toda la tierra. Es el mandato misionero de Jesús. Al oriente de la ciudad de Jerusalén, en la cúspide de una pequeña montaña, que comienza en el llamado Huerto de los Olivos, en el camino hacia Betania, se encuentra el monte de la Ascensión, donde el Señor vuelve al Padre, lugar significativo y de gran belleza, hoy ocupado por un lugar religioso de los musulmanes. Para nosotros es la oportunidad de celebrar esta Solemnidad en la liturgia, que trae a nuestra historia este hecho de la vida del Maestro. La Ascensión del Señor abre a la comunidad creyente las puertas de un bello y largo camino, el camino de la vida de la Iglesia y de la Evangelización, que terminará cuando se acabe esta historia dramática, llena de gozos y esperanzas, de pruebas y de dolor, en la que se mueve nuestra vida y la vida de la Iglesia. Dicen los Evangelios que Jesús fue preparando este momento de dos modos: En la Última Cena tras ofrecerse como alimento y vida de sus apóstoles, les prometió de diversos modos que cuando retornara al Padre les regalaría el don admirable del Espíritu Santo, como consta en los capítulos 14, 15, 16 del Evangelio de San Juan. Es la promesa del Consolador, del Paráclito, que nos servirá de abogado y que regala a la Iglesia la fuerza evangelizadora para predicar a Jesucristo como Salvador del mundo entero. En los Evangelios Sinópticos, en varias presencias suyas les anunció que el retorno al Padre era inminente y, finalmente los citó para despedirse y para enviarlos a anunciar la verdad y la vida a todos los pueblos. Podemos leer esto con atención y cuidado en el texto que hemos citado en los Hechos de los Apóstoles. Aquel día glorioso, la Ascensión, la celebrábamos en jueves, ahora, en la esperanza, el Domingo de la Ascensión nos centra en la familia que celebra la Pascua de Jesús, como cada semana, pero en el clima de envío y de misión que hace de los Bautizados. Un elemento central de esta fiesta y de los relatos de la Palabra de Dios, es que somos enviados a proclamar la vida de Jesús, a santificar la historia de la humanidad, a conversar con las culturas para hallar en cada pueblo las huellas del amor divino que el Espíritu Santo ha inscrito en cada ser humano. Estamos llamados a ANUNCIAR A JESUCRISTO, salvación y vida para todos los hombres y mujeres en la historia de la humanidad. Es aquí donde adquiere sentido la belleza de una Iglesia peregrina que proclama la fe, que muestra al mundo que Jesús, el Hijo de Dios, Dios verdadero, nos ha traído la misericordia que sana y salva, que ilumina y acompaña la vida. En esta fiesta tenemos que sentirnos comprometidos y, sobre todo, parte de la Iglesia que es misionera y anuncia una gran verdad, la Redención. Quiero resaltar esta dimensión, aquella jornada de la Ascensión inaugura la realidad misionera de una Iglesia que nació del costado traspasado del Señor para ser enviada al mundo, para ser puesta como la servidora más abnegada, más viva, más cercana al corazón de la humanidad, de una Iglesia en la que María sigue acompañando el camino de todos con la misma alegría con la que acompañó, en el cenáculo a los Apóstoles en la espera del Espíritu Santo (Hechos 2, 1-4). Este es el contexto de esta Celebración, de importancia litúrgica y misionera para nuestra Diócesis. Somos “Peregrinos” también en un mundo confuso en el que los enemigos de Cristo se empeñan en frustrar la obra de la salvación, en una sociedad sedienta de verdades auténticas, en una familia humana en la que, si bien no faltan los dolores, esta comunidad de creyentes que somos los Bautizados y Enviados, tiene la gloriosa tarea de ser el cuerpo vivo cuya cabeza, que es Cristo glorificado, ha abierto para siempre la puerta de la esperanza y tiene la perentoria indicación del Señor que la consagra como testigo del amor de Dios siempre, en todas partes, aun en medio de la adversidad. La Ascensión, con su carácter de SER ENVIADOS, es también día de oración por los comunicadores, para que, fieles a la verdad que salva, anuncien la esperanza, proclamen la paz, muestren cómo Dios sigue acompañando el camino de la historia y venciendo el poder de la mentira, del pecado, de la muerte, cada vez que se anuncia la salvación. Esta Solemnidad nos pone en la espera del don maravilloso del ESPÍRITU SANTO, que recibiremos en PENTECOSTÉS, donde el Don maravilloso de la fuerza de Dios vendrá para animarnos, fortalecernos y llevarnos a todos a dar testimonio de Cristo. Bautizados y Enviados, vayamos a ANUNCIAR A JESUCRISTO al mundo, a ser testigos del amor del Maestro, para dar vida a todos. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo Diócesis de Cúcuta