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Iglesia

Mar 2 Jul 2019

Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

Durante su segundo día de trabajos en la CVIII Asamblea Plenaria del Episcopado, los obispos abordaron el tema: La Economía colombiana: Avances, retos y oportunidades. Presentamos a ustedes el informativo de la Conferencia Episcopal de Colombia, "ASÍ VA LA ASAMBLEA".

Mar 2 Jul 2019

“Solución al narcotráfico pasa por erradicar pobreza, marginación y corrupción”

Monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de la diócesis de Tumaco, advierte que una de las principales preocupaciones que tienen los obispos, en especial de las diócesis del sur y el pacífico colombiano, es el problema del narcotráfico y la posible fumigación de los cultivos de uso ilícito. “En Tumaco el narcotráfico afecta profundamente a todas nuestras comunidades, a las comunidades afros, indígenas y otras comunidades que llegan al territorio de otras zonas. Es un problema complejo que se suma a otros problemas históricos como la pobreza, la marginación. El departamento de Nariño tiene muy pocas carreteras y la costa pacífica nariñense cuenta con solo el 7% de esas carreteras, está la urgencia por la salud, educación y estos problemas se convirtieron en el espacio idóneo para que se enquistara el narcotráfico que trae tantas dificultades al territorio.” Señaló Monseñor Olave, quien participa de la Asamblea Plenaria del Episcopado, en Bogotá, que en toda la zona sur y occidente del país, en departamentos como el Cauca, Chocó y Valle del Cauca, la iglesia está adelantando un trabajo a través de la Coordinación Regional del Pacífico para mitigar problemáticas como las del narcotráfico, que está mediada por el abandono histórico del Estado. “Le hemos venido hablando a los gobiernos que la solución al problema del narcotráfico, de los cultivos ilícitos no está simplemente en fumigar, hay que ir a erradicar otras realidades que tenemos; primero erradiquemos la pobreza, la marginación, la corrupción que hay en nuestros territorios y que han sido como ese caldo de cultivo idóneo”, aseveró el prelado. Monseñor Olave, también indicó que como Iglesia se viene trabajando con los campesinos, apoyando la reincorporación de los excombatientes a las comunidades, pero que los territorios aún cuentan con una presencia muy fuerte de grupos armados que se rearmaron o que no entraron al proceso de paz y “eso ha venido afectando tanto el proceso de implementación como la misma realidad social y política de las comunidades”. Todo lo anterior complejiza, aún más, los procesos de erradicación y lucha contra el narcotráfico. Según el gobierno, para 2019 la meta de erradicación de cultivos de uso ilícito es de 100.000 hectáreas y Tumaco es uno de los municipios priorizados.

Mar 2 Jul 2019

“Los momentos de crisis, son el lugar privilegiado de la fe”: Nuncio Apostólico

Siguiendo el texto del Evangelista San Mateo, que increpa a los discípulos con la pregunta “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”, el Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, durante la eucaristía del segundo día de la Asamblea, invitó a los obispos a tener confianza como Iglesia ante los momentos de crisis. “Me atrevo a decir, que los momentos de crisis son el lugar privilegiado de la fe. Si se quiere pasar a la otra orilla, tenderemos que exorcizar el miedo al abismo impetuoso y el miedo a la misma muerte. Y es lo que hace el Señor, que duerme y se despierta, que muere y resucita para romper definitivamente el muro que separa nuestra realidad humana de muerte, del su amoroso deseo de darnos vida y vida en abundancia”, afirmó. “¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?” Dijo entonces Jesús a sus discípulos y nos dice también hoy a nosotros. Miedo y confianza son dos sentimientos opuestos que se disputan el corazón del hombre. El primero lo paraliza y el segundo lo hace caminar. Si crece el uno, el otro decrece y viceversa. La confianza en cambio, proviene de la conciencia que Dios es Padre y tiene en cuenta todo lo que Él puede hacer por nosotros. La barca del Evangelio es entonces la comunidad de los creyentes, la Iglesia donde Jesús está siempre en medio de los suyos” dijo el prelado. “Cada uno de nosotros hoy, examine su actitud de confianza en el Señor, que Jesús no tenga que decirnos ¿por qué tenéis miedo, hombres de poca fe? Recordemos continuamente en nuestro corazón, como María, que todo es posible para aquel que cree Mc 9, 23. Es el mismo Señor quien nos ha dicho: Os aseguro que el que cree en mi hará también las obras que yo hago, incluso otras mayores”, finalizó el obispo.

Vie 28 Jun 2019

Arzobispo de Villavicencio ve con preocupación situación de su región

Consciente del sombrío panorama que deja el cierre del corredor vial Villavicencio – Bogotá, con millonarias pérdidas para la región y el país entero, monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, hizo un llamado al Gobierno Nacional para que se revisen los contratos de estructuración y ejecución de estas obras y se corrijan los errores que se pudieron cometer en el pasado, a la vez que pidió a la comunidad ser veedora de estos procesos. “El Gobierno tiene en sus manos la autoridad para corregir lo que hay que corregir; también quiero invitar a la población a que nos convirtamos en veedores, porque la Constitución nos permite eso: velar por las obras que se están haciendo para que se hagan con transparencia y, en la medida de lo posible, con rapidez, para poder abrir de nuevo la comunicación con el centro del país”, expresó el prelado. Monseñor Urbina Ortega, al resaltar la riqueza que desde la colonia ha tenido los Llanos Orientales con sus grandes paisajes y recursos, manifestó su preocupación por la crisis económica que ha sufrido esta región en el sector de la ganadería, la agricultura, el comercio, el transporte, la industria y el turismo. Al referirse a este último, dijo: “Las personas que trabajan en el turismo, que es una industria fuerte en nuestra región y que había tomado impulso luego de la firma de los acuerdos de paz, se han venido al suelo”. Igualmente, se refirió a la fiesta folclórica del joropo que se celebra por estos días en Villavicencio. “Hay algo muy bonito que se hizo en la región: no suspender las fiestas del joropo, porque de todos modos los que estamos viviendo allí, aunque no hagamos grandes aportes, el participar en las cosas que se ofrecen y que podemos consumir, ya es una ayuda para los habitantes del mismo territorio”. Finalmente, el arzobispo hizo ver la necesidad de la ampliación del aeropuerto, indicando que “Villavicencio merece un aeropuerto más grande, porque el que tiene no es suficiente, solo atiende naves de 50 pasajeros y es la capital de medio millón de kilómetros".

Vie 28 Jun 2019

[Convocatoria] CEC requiere auxiliar de librería

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Administración y Talento Humano, convoca a todos los interesados en optar por una vacante para el puesto de auxiliar de librería. Asistir a la Dirección Financiera y Contable en el manejo comercial y operativo de la Librería, elaboración de informes y el archivo de la documentación correspondiente a estas actividades. Perfil: Técnico o Tecnólogo en carreras administrativas, sistemas, economía, contabilidad o estudiante de 4 semestre en adelante en carreras administrativas, economía, con experiencia mínima de un (1) año relacionadas con el cargo, habilidad en el manejo de computador, sistemas, office en general, archivo, con conocimiento del trabajo en equipo, formación en contabilidad y software contable (preferiblemente Siigo) con documentación al día (certificados). Condiciones contractuales: *Ubicación del puesto: en Bogotá * El titular del cargo será empleado por la Conferencia Episcopal de Colombia bajo un contrato regido por la legislación laboral Colombiana Laboral a término fijo inferior un año y de acuerdo con su desempeño y evaluación se prorrogará. * Reportará al Director de la Dirección Financiera y Contable. * Salario básico mensual SMLV de $1.059.000 y afiliaciones al Sistema de Seguridad Social (Salud, Pensión, ARL, Caja de Compensación). [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar convocatoria[/icon]

Vie 28 Jun 2019

Encuentro con el Resucitado | Junio 30 de 2019

"Para la libertad nos ha liberado Cristo" (Gal 5,1) TAREAS: 1. Reflexiona y piensa ¿Qué entiendes por libertad? 2. ¿Qué signos de libertinaje o esclavitud hay en tu vida? 3. ¿Qué hechos concretos existen sobre libertad al servicio de Jesús? [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ir a lista de reproducción[/icon]

Vie 28 Jun 2019

La voz del Pastor | Junio 30 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 9, 51-62

Mié 26 Jun 2019

Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (I)

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Los grandes problemas que golpean nuestra casa común.De camino hacia el próximo sínodo panamazónico que tendrá lugar en octubre, entremos al primer capítulo de la Encíclica Laudato Si (Alabado seas). Con el título “Lo que le está pasando a nuestra casa”, el Santo Padre aborda los factores principales que están complicando el frágil equilibrio de nuestro planeta. 1. Contaminación y cambio climático (nn. 17-26) En primer lugar, el Papa Francisco recuerda aquellas múltiples formas de contaminación que afectan todos los días al planeta, y consecuentemente a todos los seres vivos, afectando su salud y supervivencia, particularmente de los más vulnerables (entre los cuales debemos contar millones de seres humanos). El humo generado por los combustibles fósiles usados para la cocina, la calefacción, el transporte, la industria; las sustancias que hacen más ácido los suelos y las aguas; los fertilizantes y fungicidas; los residuos que diariamente producimos, son parte del inmenso impacto que está contribuyendo al deterioro progresivo de nuestro planeta. Para el Papa Francisco, «estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura» (LS, n. 22). Ante esto, invita a tener como ejemplo el funcionamiento de los ecosistemas, cuya cadena no deja nada al desperdicio, sino que todo es aprovechado por todos. En este punto se debería trabajar más para reducir el impacto de la contaminación en el rápido deterioro del clima. Y como el efecto de su cambio es global, el Papa afirma que este es un bien común que debe comprometer a todos. 2. La cuestión del agua (nn. 27-31) El segundo factor crítico que preocupa sobre la casa común es el del agua. Sobre el particular, el Papa afirma que «ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo tiempo»; en efecto, menciona las grandes ciudades que se ven sometidas a racionamientos como consecuencia de esto, al igual que la contradicción de países con abundante agua pero que padecen grave escasez. También llama el Papa la atención sobre problemas ligados al agua: «el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días»; las enfermedades relacionadas con el agua; la contaminación de fuentes hídricas por las actividades extractivas, agrícolas e industriales, así como los detergentes y productos químicos que usa la población. Resalta el hecho de que en algunos lugares se da la tendencia a privatizar el uso del agua. Ante esto, recuerda el Papa que «el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal». 3. Pérdida de biodiversidad (nn. 32-42) Para el Santo Padre, la depredación de que están siendo objeto los recursos de la tierra, y la consecuente pérdida de selvas y bosques, así como de innumerables especies, es algo de urgente atención, pues además de la ya trágica realidad de la extinción que muchas de estas enfrentan, está comprometer seriamente hacia el futuro «recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios». El Papa llama la atención sobre la causa de la desaparición de tantas especies: la acción humana. Frente a este drama, el Papa Francisco es contundente: «No tenemos derecho». Y dice: «Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre». Ante esta tragedia, el Papa invita a ir «más allá de lo inmediato», por un afán meramente de lucro financiero y hace caer en la cuenta de que «el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener». Del mismo modo, convoca a prestar especial atención a algunos lugares del planeta, dada su enorme importancia para el ecosistema mundial, entre ellos la Amazonia, la cuenca fluvial del Congo, los grandes acuíferos y los glaciares, entre otros. 4. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social (nn. 43-47) Para el Papa Francisco, la degradación ambiental, el actual modelo de desarrollo y la cultura del descarte, están teniendo un impacto catastrófico para los seres humanos. Y menciona el crecimiento desmedido y ordenado de las ciudades; la privatización de espacios que restringe el acceso a zonas de particular belleza para disfrute de unos pocos, mientras se descuidan los espacios para la mayoría. Incluso las dinámicas del mundo digital se vuelven una amenaza, cuando desconectan a la gente, dificultando la construcción de relaciones interpersonales más profundas y duraderas. 5. Inequidad planetaria (nn. 48-52) En este punto, el Santo Padre deja clara la mutua dependencia entre el ambiente humano y el ambiente natural. Al respecto, afirma que «no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social». Y de esto, la inequidad, el olvido de las personas más vulnerables es un punto crítico, pues los más graves efectos de los problemas ambientales los sufre la gente más pobre. Llama el Papa a considerar que “los excluidos” son la mayor parte, miles de millones de personas. Por ello plantea la necesidad de «reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres». 6. La debilidad de las reacciones (nn. 53-59) Y si los problemas que afectan nuestra casa común son grandes y su impacto crece con rapidez, el Santo Padre pone de presente que otro factor crítico es justamente las reacciones débiles y que no van al mismo ritmo del progresivo deterioro ambiental. Ante esta debilidad de la reacción política internacional, el Papa, desde la convicción de que «estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que el soñó al crearlo», propone impulsar una cultura que sea capaz de enfrentar la crisis; construir liderazgos que marquen caminos y crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas. Además, reconoce que «hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para que no se vean afectados sus proyectos». 7. Diversidad de opiniones (nn. 60-61) El Papa Francisco evidencia, como último factor crítico en la problemática ambiental, las posiciones tan diversas, contrarias y contradictorias entre sí, que enrarecen cualquier diálogo o acuerdo para enfrentar las crisis. Mientras por un lado algunos se minimiza la situación ambiental, los cuales se podrán resolver con soluciones simples y no de fondo, además sin ningún referente ético, por otra parte, están quienes ven al hombre como una amenaza indefectible para el ecosistema, por lo cual la única solución es reducir la presencia humana en el planeta. Y aunque la solución no es unívoca, el Papa propone identificar posibles escenarios futuros. Además, recomienda tener actitud de apertura y de escucha para generar espacios de diálogo y entendimiento honesto que busque salidas al problema. Esto es urgente, pues «hay regiones que ya están especialmente en riesgo y, más allá de cualquier predicción catastrófica, lo cierto es que el actual sistema mundial es insostenible desde diversos puntos de vista». + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali