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obispos colombianos

Lun 30 Dic 2024

Frente al año preelectoral 2025 en Colombia, el cardenal Luis José Rueda Aparicio llama a la responsabilidad y la fraternidad

En el contexto del fin de año, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, compartió un balance del 2024, destacando los desafíos y aprendizajes que dejó para la Iglesia y para el país. Además, pidió a los colombianos asumir el 2025, año preelectoral, con un profundo sentido de responsabilidad, fraternidad y compromiso con el bien común.Reflexionando sobre el año que termina, el cardenal Rueda evocó una popular canción colombiana: “Yo no olvido el año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas”. Desde allí, destacó que, aunque el 2024 estuvo marcado por complejas guerras en el mundo, como las de Ucrania y Gaza; así como por el conflicto armado, inundaciones y dificultades sociales en Colombia, también dejó signos de esperanza que deben animar a la nación a seguir avanzando.En el ámbito social, el purpurado subrayó la importancia de la COP 16, celebrada en Cali en el mes de octubre, como un momento clave para reflexionar sobre el cuidado de la “casa común” y la responsabilidad que tienen los colombianos de proteger la biodiversidad y priorizar la dignidad humana.A nivel eclesial, el cardenal Rueda resaltó la segunda sesión de la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, que invitó a la Iglesia universal a caminar junta, escuchando, perdonando y trabajando como un solo cuerpo. Además llamó la atención sobre el curso que debe seguir lo concluido allí:“Nos queda un camino por recorrer. Debemos implementar lo que el Sínodo nos ha ofrecido, no como un documento de estudio, sino como una práctica viva en parroquias, familias y comunidades”, afirmó el primado de Colombia, instando a construir una Iglesia más inclusiva y corresponsable, guiada por el Espíritu Santo.Al mirar hacia el 2025, el cardenal Luis José Rueda hizo un llamado a los colombianos a vivir este año preelectoral como un tiempo de responsabilidad y fraternidad. En un país marcado por tensiones políticas, y citando la enseñanza del papa Francisco sobre la buena política como servicio al bien común expresada en su Encíclica Fratelli tutti, afirmó: “La política debe implicarnos a todos; no puede ser un espacio para la indiferencia, la división o la polarización”.En este sentido, el primado de Colombia destacó la importancia de que los ciudadanos asuman su rol en la democracia, fomentando relaciones de respeto y buscando caminos comunes. “Las futuras generaciones necesitan instituciones fuertes y consolidadas, y un pueblo colombiano unido trabajando por la paz, la vida, la reconciliación y el desarrollo integral de todas las regiones”, agregó.Finalmente, el cardenal Rueda Aparicio invitó a todos a celebrar el Jubileo de la Esperanza, propuesto por el papa Francisco, como una oportunidad para renovarse y caminar juntos como humanidad y como Iglesia:“Que el año 2025 sea una ocasión para mirarnos con realismo, reconocer los signos de sufrimiento, pero también los de esperanza, y avanzar unidos como pueblo de Dios al servicio de la humanidad”.Vea el mensaje a continuación:

Sáb 28 Dic 2024

El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia hace un llamado a la esperanza y la reconciliación para el 2025

De cara al 2025, y en un momento crucial para Colombia, marcado por grandes desafíos sociales y políticos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, envía un mensaje cargado de esperanza. Invita a todos a cerrar este año 2024 con un corazón agradecido y abrir el 2025 bajo la perspectiva de un tiempo de gracia especial: el Jubileo Ordinario convocado por el papa Francisco.Según el prelado, este Jubileo de la Esperanza es una oportunidad para que los colombianos renueven su compromiso con los valores del Evangelio:“Los invito a no desfallecer en el cuidado de nuestros niños, jóvenes y abuelos, a tender la mano a los migrantes, a los enfermos y a quienes son excluidos. Juntos, con fe y esperanza, construiremos un país reconciliado y lleno de vida”.El presidente del Episcopado también hizo un llamado especial a los colombianos a no dejarse vencer por la desesperanza ni por las divisiones:“Recordemos las palabras del Santo Padre en su visita a Colombia en 2017: ‘No se dejen robar la esperanza, no se dejen robar la alegría’. Que este Jubileo sea un tiempo propicio para fortalecer nuestras familias, apoyar a los más vulnerables y comprometernos con la búsqueda de la paz y la justicia”.Monseñor Francisco Múnera recordó también que la paz es uno de los grandes anhelos de la nación. “No perdemos la esperanza en el camino que recorremos para alcanzarla”, expresó, destacando la necesidad de que para que esta sea posible, existan gestos concretos de reconciliación, especialmente en un país que aún enfrenta las heridas del conflicto. En este sentido, recordó que el Jubileo será una oportunidad privilegiada para renovar el compromiso con la construcción de un futuro fraterno y solidario.En el marco de la 58 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025 bajo el lema “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”, monseñor Múnera Correa recuerda que la paz no es solo la ausencia de violencia, sino el fruto de la reconciliación con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.El Jubileo Ordinario 2025: un tiempo de gracia para Colombia“La virtud de la esperanza nos recuerda que nuestra vida es una peregrinación hacia Dios. En este Jubileo, queremos reforzar nuestra confianza en que el bien y la paz son posibles, superando el pesimismo y las sombras de la violencia”, afirma monseñor Múnera, haciendo eco del llamado del Papa en la bula de convocatoria del Jubileo.Participación en el Rito de Iniciación del Jubileo en las catedralesEl presidente de la Coferencia Episcopal de Colombia también invita a los fieles a unirse, este domingo 29 de diciembre, al Rito de Iniciación del Jubileo en las catedrales de todo el país. Este acto será un signo de comunión con la Iglesia universal y un paso más en el camino hacia un futuro lleno de esperanza.El mensaje de la Iglesia es claro: el 2025 será un tiempo para renovar el espíritu y trabajar juntos como verdaderos Peregrinos de Esperanza, convencidos de que la paz y la reconciliación son posibles.Vea el mensaje a continuación:

Mar 24 Dic 2024

Navidad 2024: Vicepresidente del Episcopado Colombiano pide a los fieles liberar la Navidad del consumismo y aportar en la construcción de la paz  

Al celebrar esta Navidad 2024, los obispos colombianos, a través del arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, piden a los fieles asumir este tiempo desde el amor, mientras reflexionan sobre su papel en la construcción de un futuro mejor para el país, donde la paz, tan anhelada por todos, se pueda hacer realidad con el aporte de cada uno.En su mensaje, el prelado subraya que la paz no es solo un don divino, sino también una tarea que exige el esfuerzo de cada persona desde lo más profundo de su corazón. "Preguntémonos: ¿qué estoy dispuesto a aportar yo para la construcción de la paz?", expresa.En línea con las palabras del papa Francisco, el vicepresidente del episcopado colombiano también llama a liberar la Navidad de todo aquello que no refleja su verdadero sentido, como el consumismo, los odios, los rencores y las venganzas:"Que este tiempo sea también de unión familiar, de sacar de nuestro corazón todo asomo de rencor, de violencia, de venganza".Además, recuerda que el Santo Padre, al convocar el Jubileo de la Esperanza, que se inaugurará en Roma el 25 de diciembre y, en las diócesis colombianas, el 29 de diciembre, está invitando a todos los creyentes a renovar su confianza en el Señor y a caminar como "peregrinos de la esperanza"."Les estamos deseando a todos una muy Feliz Navidad 2024. Que Santa María, Nuestra Señora de la Esperanza, camine con nosotros en este peregrinar. Bendiciones", concluye monseñor Villa.Vea el mensaje a continuación:

Mié 11 Dic 2024

¿Cómo vivir el Jubileo de la Esperanza 2025 en la Iglesia colombiana? La Conferencia Episcopal lanza un libro con orientaciones

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Secretariado Permanente, presenta un nuevo libro titulado "Caminar en esperanza". Su contenido busca ayudar a las comunidades católicas del país a reflexionar y vivir plenamente el Jubileo Ordinario del 2025 convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”. Más que un material de lectura tradicional, es una ruta concreta para orientar a todos los miembros de la Iglesia en un peregrinaje hacia la renovación de su fe y compromiso cristiano, especialmente en medio de un contexto nacional y mundial marcado por profundas incertidumbres y temores sociales y políticos.Este compendio de 137 páginas, concebido como una guía práctica y espiritual, ofrece reflexiones, talleres y recursos para que los fieles católicos colombianos incorporen la esperanza en su vivencia diaria y en sus dinámicas pastorales desde distintas dimensiones. Entre ellas, en la Biblia, en los padres de la Iglesia, a nivel litúrgico, desde el rol de sacerdotes y religiosos, en la familia, en la misión, a nivel social, desde la comunicación y desde los signos de los tiempos. En la presentación del libro y evocando las palabras del papa Francisco, quien en su exhortación Spes non confundit resalta que la esperanza es la virtud que “indica la dirección y la finalidad de la existencia cristiana”, el presidente de la CEC, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, destacó que este tiempo jubilar es una oportunidad para fortalecer la virtud de la esperanza, que orienta y sostiene la vida cristiana. A partir de esta premisa, se invita a los fieles a reconocer que la esperanza tiene un rostro: Jesucristo, quien camina con la humanidad como peregrino para guiarla hacia el Padre."Caminar en esperanza" es una invitación de la Conferencia Episcopal de Colombia a fomentar la comunión en los diversos espacios eclesiales del país; desde las parroquias hasta las familias, así lo expresa su presidente, monseñor Francisco Múnera:“Deseo que este material sea acogido en todos los lugares eclesiales para la vivencia de la comunión en nuestro país; y que, en aquellos espacios vitales, se asuma con esperanza el seguimiento del Señor Jesucristo, nuestra paz, y con este horizonte podamos fomentar las relaciones, los procesos y los vínculos necesarios para una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, como lo pide el Proceso Sinodal”.El libro ya puede ser adquirido a través de la Librería de la Conferencia Episcopal de Colombia o en las librerías San Pablo del país.Datos de contacto:Correo: libreria@cec.org.coWhatsApp: 3138808447Teléfono: PBX (57) 601 9157779 Ext. 125Horario de atención:Lunes a viernes 8:00 a.m. - 12:30 p.m. / 1:30 p.m. - 4:30 p.m.

Sáb 7 Dic 2024

El papa Francisco nombró nuevo obispo para la Diócesis de Buga: Pbro. Alexander Matiz Atencio

Este sábado, 7 de diciembre, el papa Francisco designó nuevo obispo para la Diócesis de Buga. Se trata del padre Alexander Matiz Atencio, sacerdote de la Arquidiócesis de Cali, quien se venía desempeñando como Vicario Episcopal de Economía en esa jurisdicción eclesiástica.Desde mayo de 2012, la Diócesis de Buga venía siendo pastoreada por monseñor José Roberto Ospina Leongómez quien, en 2022, al cumplir sus 75 años de edad, y como lo estipula el Código de Derecho Canónico, había presentado su renuncia al Sumo Pontífice.El obispo electo de Buga ha desempeñado importantes roles pastorales en la Arquidiócesis de Cali, entre ellos, Director Comisión de Vida Justicia y Paz y Director de Pastoral Social, entre los años 2002 y 2012.De manera especial, en 1995, con el aval de monseñor Isaías Duarte Cancino y el apoyo de la Arquidiócesis de Cali y diferentes actores de la sociedad civil, el padre Alexander Matiz inició la creación de la Fundación Sergente. Obra que tiene el propósito de “atender a las personas más vulnerables, los habitantes de y en calle, carentes de recursos para su autocuidado y vida digna, con el fin de asistirlos, promoverlos e incluirlos nuevamente en la sociedad”. BiografíaEl padre Alexander Matiz Atencio nació el 4 de agosto de 1960 en Pasto (Nariño).Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de Cali y fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1990, incardinándose en la Arquidiócesis de Cali.En 1986 obtuvo su profesionalización como Arquitecto de la Universidad del Valle; se especializó en Gerencia de Talento Humano en la Unicatólica; cursó un Diplomado en Alta Gerencia de la Universidad de Los Andes y estudios en liturgia y arte sagrado en el Centro de Pastoral Litúrgica de Cataluña.Ha desempeñado los siguientes encargos pastorales:Administrador Parroquial de San José Obrero (1990-1993)Vicario Parroquial en Barcelona – España (1993-1995)Administrador Parroquial de María Madre de Dios (1995-1997)Director de Liturgia Arquidiócesis de Cali (1996)Párroco de Jesús Obrero (1997 - 2003)Director Comisión de Vida Justicia y Paz (2002-2012)Director de Pastoral Social (2002-2012)Párroco de San Juan Evangelista (2004-2010)Párroco de Nuestro Señor de los Cristales (2010-2017)Párroco de María Inmaculada (2017-2024)Vicario Episcopal de Economía (2024 hasta la fecha)

Jue 5 Dic 2024

Monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez se posesionó como Obispo de Pereira con un importante llamado a la esperanza

Desde este miércoles, 4 de diciembre, laDiócesis de Pereira tiene oficialmente nuevo obispo. Tras 13 años de liderazgo episcopal por parte de monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez en esa Iglesia particular y, luego del nombramiento hecho por el papa Francisco el pasado 10 de octubre, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírezse posesionó como su pastor.Cientos de fieles laicos acudieron a la ceremonia celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza, entre ellos, varios familiares y autoridades de la región, que han manifestado su alegría por la llegada de su nuevo líder espiritual, quien también es hijo de esas tierras risaraldenses.También acompañaron a monseñor Nelson Jair, obispos, sacerdotes y religiosas de la provincia eclesiástica de Manizales a la que pertenece esa jurisdicción; así como de la Diócesis de San José del Guaviare, de la que monseñor Cardona fue obispo durante 8 años.A la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia la estuvieron representando en la Eucaristía monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y el padre Raúl Ortiz Toro, vicepresidente y secretario adjunto, respectivamente.“Un saludo muy especial a la Diócesis de Pereira. Con la misma alegría con la que llegué a San José del Guaviare hace ocho años, llego ahora a esta querida iglesia para caminar juntos, para seguir ayudando a la construcción del reino de Dios”, fueron las primeras palabras de monseñor Cardona.El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, fue el encargado de dar posesión al nuevo Obispo de Pereira. En su intervención, el representante del papa Francisco en Colombia, agradeció y exaltó el ministerio episcopal de monseñorRigoberto Corredor en esa jurisdicción eclesiástica. Además, indicó que la responsabilidad que asumea partir de ahora monseñorNelson Jair es la de ser “testigo glorificado de la fe, maestro de la verdad que salva, sacerdote que bendice y consagra, pastor que guía el rebaño, padre que refleja los rasgos de Dios”.El mensaje central de monseñor Cardona Ramírez durante su homilía destacó el sentido y llamado de la esperanza. Recordó que es misión de todo cristiano “regenerar las esperanzas seculares”, irradiando la certeza de la salvación y ayudando a gestar lo posible para aguardar lo imposible, como aquellos momentos en lo que solo Dios puede obrar; por ejemplo, cuando hay vacíos, cuando se pierde el sentido de la vida o la fe en Dios. Afirmó que este llamado no es solo en el contexto del Jubileo del 2025 sino desde esencia misma del Evangelio.Por ello, indicó acciones y momentos concretos en los que se debe llevar a cabo esta tarea:“He sido enviado por la Iglesia a esta tierra, para unirme a todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que alimentan las esperanzas sociales a través de la esperanza activa que, lejos de aguardar como espectadores inertes que las soluciones lluevan de lo alto, ayudan a germinar lo que todavía no ha nacido, ayudan desde ya a erradicar el hambre, a aliviar el sufrimiento y a sanar con el bálsamo del consuelo las heridas del cuerpo y del psiquismo y he sido enviado también y sobre todo, para asegurar que el alimento del alma y el consuelo espiritual nunca falten en esta porción del pueblo de Dios, he sido enviado a señalar la esperanza grande, esa que aguarda la intervención final en que Cristo derrotará definitivamente el mal y será instaurada la paz universal en un cielo nuevo y una tierra nueva que involucrará de alguna manera todo cuando existe”, expresó monseñor Cardona. El nuevo Obispo de Pereira terminó su homilía encomendando esa Iglesia particular y su ministerio episcopal a Nuestra Señora de la Pobreza, patrona de Pereira.Para ver la transmisión de la ceremonia de posesión canónica, haga clic aquí.

Mié 4 Dic 2024

Destacando su enorme legado humano y pastoral, la Iglesia colombiana despidió a monseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón

Este miércoles 4 de diciembre, en la Catedral San Juan Bautista de la Diócesis de Engativá, en Bogotá, se llevó a cabo la ceremonia de exequias e inhumación de monseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón, obispo emérito de Engativá. En la Eucaristía, presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, participaron más de 400 personas. Entre ellas, 20 de sus hermanos obispos.Durante la ceremonia, familiares de monseñor Gutiérrez Pabón y pastores que compartieron con él la misión, destacaron su entrega a la Iglesia, su interés y cercanía con los más humildes, así como su alegría. El cardenal Rueda Aparicio hizo énfasis en su enorme legado espiritual y pastoral reconociéndolo como un pastor que reflejó la compasión de Cristo. Monseñor Germán Medina Acosta, obispo de Engativá, reconoció su decidido trabajo en favor de las vocaciones, la formación sacerdotal y la creación de parroquias en esa circunscripción eclesiástica de la provincia de Bogotá. Además, el también Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), destacó su vocación por la comunicación al servicio de la evangelización y en el trabajo por la paz.Los cardenales Rubén Salazar Gómez y Jorge Enrique Jiménez Carvajal también acompañaron la Eucaristía. En representación de la Comunidad de Presidencia del Episcopado Colombiano, participó monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la CEC. En representación de la Nunciatura Apostólica, estuvo su consejero, monseñor David Paul Charters.Además, estuvieron presente sacerdotes, religiosas, seminaristas y laicos de las diócesis de Engativá y Chiquinquirá, así como de las arquidiócesis de Cali y Bogotá, jurisdicciones que acompañó como pastor.Al final de la Eucaristía, su hermana sor Paulina Gutiérrez Pabón, religiosa de las hijas de María Auxiliadora, quien también ha dedicado su vida a Dios y al servicio de la Iglesia, agradeció a todos su compañía; afirmó que monseñor Gutiérrez se fue a descansar feliz en la Paz del Señor; y pidió a todos orar porque en las familias hayan más vocaciones, como sucedió en la suya.Vea a continuación el informe audiovisual con los momentos más destacados de la ceremonia:

Lun 2 Dic 2024

“El divorcio exprés”: una píldora que no sana

Por Mons. Miguel Fernando González Mariño - Colombia es un país de leyes, un país tan cristiano en su cultura y, al mismo tiempo, laico en su Estado Social de Derecho. Por ello, en las últimas décadas, con especial incremento desde 1991, han venido haciendo carrera, decisiones judiciales, la expedición de leyes y de normas del orden ejecutivo, que contradicen lo que los ciudadanos de a pie generalmente tienen por cierto y han defendido como sistema de valores, sobre el respeto y la conservación de la vida humana en todas sus etapas, la familia y sus creencias más genuinas.Con ello, se busca proteger las libertades, según el discurso de quienes las promueven. Sin embargo, lo que viene ocurriendo, es la supresión de las creencias religiosas que históricamente han formado integralmente a la mayoría de los colombianos, y que han iluminado su conciencia, apostándole a un cambio de mentalidad aparentemente inclusivo, en el que no caben quienes defienden, entre otras cosas, la moral cristiana, la ley natural y el derecho natural, que son, sin duda, patrimonio de la historia del país.En esa línea, de un laicismo desbordante y no un simple Estado Social de Derecho de corte laico, el martes 26 de noviembre de 2024, surge, la aprobación, por parte de la Cámara de Representantes en último debate, del proyecto que permite el divorcio de forma unilateral, que se convertirá en ley, una vez sea conciliado en el Congreso y sancionado por el Presidente de la República. En consecuencia, se incorpora al artículo 154 del Código Civil, la causal de divorcio número 10, “La sola voluntad de cualquiera de los cónyuges”.Con la nueva causal de divorcio, que se hace ante un Notario Público o ante un Juez de la República, divorciarse, se convierte en un mecanismo aún mucho más fácil desde el punto de vista legal. Ya no será necesario contar con el acuerdo de ambas partes, esperar dos años de separación de hecho o probar la culpa del demandado y recurrir a las causales actuales. Con divorcio unilateral, los colombianos podrán separarse sin necesidad del consentimiento de la otra parte, como estaba establecido hasta ahora. “El divorcio exprés”, se convierte prácticamente en el mecanismo preferencial para divorciarse en el país.Recordemos que el Divorcio “es el trámite que legalmente se debe realizar para dar ruptura al vínculo matrimonial. Con el divorcio se establece la anulación del contrato de matrimonio, las responsabilidades en relación a la custodia de los hijos y la división de las propiedades o bienes económicos. Con el divorcio se cambia el estado civil de los implicados” (cf. https://scj.gov.co)Analizando las cosas, más allá de los fines legales y soluciones fáciles ante problemas vitales y complejos, el divorcio en sí mismo, como forma de solucionar los problemas de pareja, lleva a viciar la voluntad de quienes desean y deciden casarse. Incluso, induce a pensar, en el matrimonio como algo transitorio y no como un verdadero proyecto de felicidad.Sin el ánimo de polemizar y obviamente siendo respetuosos de las instituciones del Estado, contrario al divorcio, la Iglesia ha defendido la estabilidad del matrimonio, como unos de los tesoros y punto de partida para constituir verdaderas familias y de paso sociedades y naciones prósperas y sostenibles. La Iglesia sabe que el divorcio trae nuevas heridas y acaba con la familia, la felicidad de las personas, sin lo cual, toda sociedad tarde que temprano sucumbe y se arruina. El Código de Derecho canónico sostiene que “la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo el Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados. Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento” (cf. Canon 1055).Nos enseñó el Papa San Juan Pablo II, que “en el matrimonio y en la familia se constituye un conjunto de relaciones interpersonales, relación conyugal, paternidad, maternidad, filiación, fraternidad, mediante las cuales toda persona humana queda introducida en la «familia humana» y en la «familia de Dios», que es la Iglesia” (cf. FC No. 15 del 22 de noviembre del año 1981).La Iglesia encuentra así en la familia, nacida del sacramento, su cuna y el lugar donde puede actuar la propia inserción en las generaciones humanas, y éstas, a su vez, en la Iglesia. La familia al estilo cristiano, hay que apreciarla, predicarla y defenderla. Se requiere amor verdadero por las familias y en esto los pastores y el pueblo de Dios deben ponerle alma, corazón y vida.Es verdad, que en los matrimonios surgen dificultades, a las cuales se les debe buscar solución, a través de la ayuda espiritual, la oración de unos por otros y la terapia dirigida por profesionales. En caso de haber problemas, no se puede posponer su solución. Es por esto, que la Iglesia como institución, se ha venido organizando para ser una verdadera ayuda, en la que se puedan refugiar y apoyar los esposos, sin recurrir a la solución macabra del divorcio para solucionar sus dificultades. A nivel de Conferencia Episcopal, a nivel de las Diócesis y en muchas parroquias, ya se ha logrado bastante en este campo.Por su parte, el Santo Padre, el Papa Francisco, en un encuentro con los Equipos de Nuestra Señora, el 04 mayo 2024, les manifestó que acompañar a los matrimonios hoy en día constituye, una "verdadera misión".“Salvaguardar el matrimonio significa, de hecho, salvar a la familia entera, significa salvar todas las relaciones que se generan en el matrimonio: el amor entre los cónyuges, entre padres e hijos, entre abuelos y nietos; significa salvar el testimonio de un amor que es posible y es para siempre, y en el cual a los jóvenes les cuesta creer. Los niños, en efecto, necesitan recibir de sus padres la certeza de que Dios los ha creado por amor, y de que un día también ellos podrán amar y sentirse amados como lo han hecho mamá y papá. Tengan la certeza de que la semilla del amor depositada por sus padres en los corazones de los hijos, brotará tarde o temprano.” Estas palabras son válidas para la Iglesia colombiana.Por último, como Iglesia, no defendemos lo indefendible. Esto es, que algunos matrimonios celebrados litúrgicamente, no funcionaron, porque fueron nulos, es decir no cumplieron los requisitos necesarios para celebrar válidamente el matrimonio sacramental. Por ello, la normativa canónica, ha contemplado, que haciendo un debido proceso, buscando la verdad, el Tribunal Eclesiástico, con certeza moral y jurídica, a solicitud de los cónyuges o del promotor de justicia, declare nula la boda celebrada. Para esta temática que, sin duda deja preguntas, se pueden acercar a la curia diocesana más cercana y solicitar la debida orientación.+Miguel Fernando González MariñoObispo de El Espinal y Administrador Apostólico de GarzónPresidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia