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Actualidad

Vie 18 Oct 2024

¿Qué puede aprender Colombia de la sinodalidad para encontrar caminos de reconciliación y de paz? El Cardenal Rueda compartió detalles desde el Vaticano

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, afirmó que, en medio de las “polarizaciones tóxicas” que se viven hoy en Colombia y en varios países de América Latina, la sinodalidad es un estilo de evangelización que, aplicado a los contextos sociales y políticos, podría ayudar a encontrar los caminos de la reconciliación y la paz que tanto se necesitan. El purpurado se refirió a ello durante la rueda de prensa ofrecida este viernes 18 de octubre en el Vaticano, en el marco de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, en la que participó como vocero.El primado de Colombia y padre sinodal destacó las posibilidades de encuentro, diálogo, escucha y acogida que se propician en el contexto de la sinodalidad, como oportunidades para buscar objetivos sociales comunes.“Un problema que está afectado a Colombia, a América Latina y a distintos países del mundo es el de las polarizaciones tóxicas, enfermizas, que llevan a que dentro de los países, se vuelvan enemigos, incluso, miembros de la misma familia. Creo que la propuesta de la sinodalidad con capacidad de escucha, diálogo y esa metodología sencilla pero poderosa que es la conversación en el espíritu, en donde se le da valor al que habla y a lo que expresa apara luego encontrar, guiados por el Espíritu Santo, una ruta común, tiene una aplicación social muy fuerte…Creo que en Colombia y en América Latina este estilo de evangelización que abre puertas, que entra en diálogo, que está en una actitud de salida al encuentro con los demás, nos va ayudar mucho a encontrar los caminos de la paz y de la reconciliación”.En este mismo contexto, el Arzobispo de Bogotá se refirió al rol activo que ha venido asumiendo la Conferencia Episcopal de Colombia en la mediación y ambientación de la reconciliación y la paz, especialmente desde diversos espacios políticos. Reconoció que, pese a no ser una misión sencilla, la Iglesia vive y transmite esperanza:“En Colombia, concretamente hay un trabajo de la Conferencia Episcopal muy en comunión, desde hace varios años, con los distintos gobiernos, también con este gobierno, en la búsqueda de la reconciliación y de la paz. Sabemos que no es fácil, sabemos que requiere tomar la cruz, pero vivimos en la esperanza de que el ambiente sinodal, nos da la capacidad el diálogo, de acogida, de escucha, de caminar juntos, de unificarnos para buscar objetivos comunes”.La unidad y las opciones de la Iglesia en LatinoaméricaEn lo corrido de esta tercera semana de la segunda sesión de la Asamblea Sinodal, a partir del módulo “Lugares” propuesto en el Instrumentum Laboris (documento que orienta el encuentro), los participantes analizaron e hicieron sus aportes en temas asociados a la relación entre las Iglesias Particulares y la Iglesia Universal, así como frente a la unidad de la Iglesia. En este sentido, durante su intervención, el cardenal Luis José también compartió y valoró la experiencia de evangelización que han venido viviendo las Iglesias del continente, especialmente desde la década de los 50, tras la creación de organismos como el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR) y la Pontificia Comisión para América Latina.El purpurado afirmó que ha sido una experiencia de fe y de unidad vivida en el contexto de las comunidades, con sus sufrimientos, pero también con sus esperanzas, en la que han tomado, especialmente, tres opciones: por los pobres, por acercarse a las realidades concretas y por el diálogo. La describió como una manera de evangelización integral.“La Iglesia latinoamericana ha logrado unirse, ha logrado tener incluso un método para acercarse a la realidad con ojos de esperanza, con ojos de fe; poder descubrir allí la presencia del Reino, del Verbo Encarnado, que está en todos los ambientes, incluso de aquellos de adversidad; por eso hacemos una opción por el diálogo, una opción por la reconciliación, por hablar con contrarios, por buscar la manera de hacer una evangelización integral donde todo está interconectado y todo nos desafía, pero todo nos llena de esperanza también”.El valor de la descentralización, la diversidad y el dinamismo en la IglesiaDe acuerdo con lo mencionado durante la rueda de prensa por Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, y Sheila Pires, Secretaria de la Comisión para la Información, este viernes 18 en la Asamblea Sinodal se abordaron temas asociados a los criterios para definir una descentralización sana, entre los que se destacó la cercanía y la sacramentalidad. Además, del papel las Iglesias particulares en el contexto más amplio de la Iglesia Católica. Se hizo hincapié en que las Iglesias particulares no amenazan la unidad, sino que contribuyen a ella y que la singularidad de cada Iglesia no debe considerarse un desafío, sino un don especial.De acuerdo con Sheila, en relación al contexto digital, se hizo hincapié en la importancia de la oración y el discernimiento, “para ser discípulos digitales que no caigan en tentación”.Además, se afirmó que la pluralidad no infravalora los ministerios ni la especificidad de los lugares; que la descentralización en la Iglesia puede ser sana, mientras esté en unidad y en fidelidad al magisterio, en la comunión eclesial con el Sucesor de Pedro, en la claridad de las competencias y en el respeto desde las Iglesias locales en la promoción de los laicos.También se habló sobre la relación entre fe y cultura; se hizo hincapié en que la Palabra de Dios se inserta en contextos culturales específicos y el Evangelio tiene que encarnarse en toda cultura y en todo lugar; habitarlo reforzando la dimensión comunitaria de todos los movimientos y las nuevas realidades eclesiales.De acuerdo con los voceros, se ha afirmado que la Iglesia está llamada a la unidad vital en medio de la diversidad. Por ello, la Iglesia debe ser dinámica, dispuesta a avanzar en el tiempo, pues se trata de un organismo vivo que tiene en su corazón a Jesucristo y que vive como cuerpo a través de las personas.Vea a continuación las intervenciones del Cardenal Luis José Rueda durante la rueda de prensa:

Jue 17 Oct 2024

La Iglesia colombiana tiene himno para celebrar la Jornada Mundial de las Misiones 2024

Por primera vez, la Iglesia colombiana tendrá un himno propio para celebrar, con mayor eco, la Jornada Mundial de las Misiones. Se trata de una iniciativa que nació en el corazón de la pastoral de misiones de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, con la que se busca generar mayor identidad y apropiación por parte de los fieles católicos del país frente al envío misionero. Eider Giraldo, teólogo y compositor de música “para Dios, el matrimonio y para las familias”, como él mismo lo describe, fue el encargado de su creación.Es un tema musical inspirado en el mensaje emitido por el papa Francisco para la celebración de este año 2024, que tiene como lema “Vayan e inviten a todos al banquete” (cf. Mt22,9). La jornada se llevará a cabo este domingo, 20 de octubre.De acuerdo con Eider, tras pedir la asistencia del Espíritu Santo para que inspirara su composición, decidió pensar en el “ser y quehacer de la Iglesia”, desde el enfoque de una Iglesia “en salida, misionera, que va en busca de los que necesitan el mensaje de Dios, su buena nueva”.Sobre la base teológica usada para su composición, Eider explica que partió del texto bíblico base del mensaje del Santo Padre (Mt 22,9), donde se hace referencia al Reino de Dios como el banquete. “También de unos trabajadores o servidores de un rey, es decir, la Iglesia misionera en cada uno de sus carismas. Y por último, una invitación pronta y ágil: “Vayan e inviten a todos”-agrega el compositor.Eider enfatiza en que generar conciencia sobre este llamado a la misión, que no es exclusivo de una sola vocación, es el centro de su composición:“El envío misionero que recibimos de Cristo y que cada uno, según sus talentos, según su carisma, asume y da vigor en su cotidianidad…Es un mandato al que ingresamos por el bautismo, renovamos en la confirmación y en la participación de la Eucaristía”.Sobre la frase “en la mesa hay vino bueno”, presente en el himno, hace alusión a otro banquete, el de las Bodas de Caná de Galilea.“Allí el vino bueno fue aquel que Jesús, por intercesión de su Madre, transformó. Así mismo, nuestras fuerzas pueden ser y parecer pocas, insuficientes, efímeras, pero si Cristo bendice lo que hacemos en su nombre, aquello ya no será humano sino que se transformará en algo divino. Si, lo que hacemos de corazón en nombre de Jesús y según su querer, es un vino bueno, un anuncio eficaz, un reflejo del amor de Jesús hacia los nuestros: familia y hacia quienes él nos pone en el camino: compañeros de trabajo, alumnos, feligreses, vecinos”.Eider Girlado fue también el compositor de la canción que identificó la visita apostólica del papa Francisco a Colombia en el año 2017, titulada “Francisco, mensajero de paz”.Escuche el himno a continuación:Letra del himno:"Ya el banquete está servidoLa mesa está preparadaYa la boda va a empezar Y todos están invitadosSi tu vienes tendrás puesto En las bodas del cordero Y te vestirán de fiestaNos espera El Señor..."Vayan e Inviten" A todos los que encuentrenVayan, de prisa,Que nadie quede sin escuchar ya la fiesta va a empezarDigan "El rey ya los espera" No se queden sin venirEn la mesa hay vino buenoPronto lo van a servir".Para descargar el archivo del himno en formato .mp3, haga clic aquí.Para conocer más detalles de la Jornada, haga clic aquí.

Jue 17 Oct 2024

“La COP16 no puede ser un evento aislado que termine el 1 de noviembre y ya”: Arzobispo de Cali

A pocos días de que inicie la COP16 en la capital del Valle del Cauca, a través de un comunicado, el arzobispo de Cali afirma que “la COP16 no puede ser un evento aislado que termine el 1 de noviembre”. Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, pide a todos los agentes de la Iglesia intensificar las iniciativas pastorales que promuevan, entre otras, el cuidado del medio ambiente y la protección de la biodiversidad, “recordando el mandato del Creador, de cuidar la naturaleza, que es su obra”.En el mensaje, el prelado también invita a todos a profundizar en la reflexión sobre lo que debe significar para la Iglesia y para el mundo entero el cuidado de la Casa Común, como lo ha referido el papa Francisco en su carta Encíclica Laudato si'. Asegura que dicha toma de conciencia debe transcender mucho más allá de este importante evento sobre biodiversidad, que acogerá a delegaciones de 170 países e instituciones.“Pido a Dios que nos deje como fruto maduro el compromiso de seguir trabajando por la toma de conciencia del daño que estamos haciendo a la creación, y que asumamos todos, desde la más temprana edad, la tarea de cuidar la naturaleza, empezando por el ser humano que hace parte de la creación. Juan Pablo II nos invitó a reflexionar en lo significa la expresión ecología humana, que busca, entre otras cosas, la defensa del bien común, cuyo centro es el ser humano”, enfatiza el Arzobispo de Cali.En el comunicado, monseñor Luis Fernando Rodríguez también anima a conocer y ser parte de los múltiples eventos oficiales y paralelos que liderará la Iglesia en Cali, en el marco de la Conferencia de las Partes y gracias a la contribución de diversas organizaciones sociales y líderes comunitarios de distintos territorios del país; así como de otros países de la región, que darán testimonio directo de sus preocupaciones e iniciativas en esta dimensión.Conversatorios, foros, congresos, exposiciones y proyecciones documentales harán parte de esta programación, organizada, especialmente, por la Arquidiócesis de Cali, la Conferencia Episcopal de Colombia, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y laRed Eclesial PanAmazónica (REPAM). Además, varias instituciones católicas de educación básica y superior pondrán marcha importantes actividades.La Diócesis de Palmira también se unirá a la COP16; entre el 22 y el 30 de octubre realizarán diferentes actividades de sensibilización asociadas a la preservación de la biodiversidad y los clamores de la tierra.

Mié 16 Oct 2024

Manifiesto de la Pastoral Afrocolombiana: hacia el fortalecimiento del “rostro negro” de la Iglesia Católica

A través de un manifiesto, quienes lideran, animan y acompañan la Pastoral Afro en Colombia reafirman su compromiso con el fortalecimiento de los procesos de evangelización en sus territorios “desde el ser, el pensar y el soñar” del pueblo negro. Además, con su contribución a las diversas organizaciones sociales, de género y étnicas presentes en los territorios; de tal manera que se logre avanzar hacia la búsqueda de dignidad, igualdad, equidad, justicia, desarrollo y paz en las comunidades. En el mensaje, los sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que se desempeñan como agentes de la Pastoral Afrocolombiana también asumen un compromiso directo con la promoción y formación de diversos liderazgos en medio de sus comunidades, ayudando a “que la diversidad y la juventud sean dinamizadores de nuestro ser como Iglesia”, enfatizan.Allí también confirman su participación en el Jubileo del 2025 convocado por el papa Francisco, especialmente, propiciando espacios de comunión eclesial en medio de la amplia diversidad étnica y geográfica de Colombia; todo esto, - expresan- “para continuar nuestra caminada como Iglesia con rostro propio, desde las directrices de nuestra Iglesia Católica”.La declaración es fruto del XXI Encuentro de Pastorales Afrocolombianas -EPA-, desarrollado el pasado mes de septiembre en la ciudad de Cartagena, en el que participaron cerca de 200 personas de diferentes territorios del país. En él, se desarrollaron diferentes actividades de formación, espiritualidad, trabajo colectivo e intercambio cultural.Este EPA que se desarrolló bajo el lema “UBUNTU: Espiritualidad afro para una Iglesia profética”, permitió reconocer la riqueza cultural y espiritual del pueblo afrocolombiano, así como las diversas realidades sociales, muchas veces complejas, que enfrentan actualmente sus comunidades.El encuentro fue acogido por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, y acompañado por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. También estuvo presente el padre Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, IMC, Director del Área de Etnias del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano. Vea a continuación el informe del encuentro, elaborado por la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Cartagena:

Mié 16 Oct 2024

Monseñor Ricardo Tobón explica el trabajo que adelantan bajo el módulo "Lugares" durante la tercera semana XVI Asamblea General del Sínodo

El arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, quien también fue designado por el episcopado colombiano para participar como padre sinodal en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, dio a conocer detalles del trabajo que han venido adelantando en lo corrido de esta tercera semana durante la segunda sesión. El prelado explicó la metodología de trabajo y los frutos que se esperan, correspondientes al módulo o etapa denominada “Lugares” en el Instrumentum laboris(documento que orienta el encuentro). Sobre el tema central, monseñor Ricardo Tobón explicó: “Nos ocupamos de examinar un poco la relación entre las Iglesias Particulares y la Iglesia Universal, y mirar también los elementos con los que se construye y se formula la unidad en la Iglesia”.Recordó monseñor Ricardo que el trabajo desarrollado por los padres y madres sinodales durante la Asamblea Sinodal, y que pronto dará como fruto un documento final, es “serio y largo”, pero también muy interesante, “donde en primer lugar se escucha al Espíritu, luego se escucha el cuerpo de Cristo; la Iglesia que vive en todos los lugares del mundo”, afirmó.Además, el Arzobispo de Medellín, invitó a todos en la Iglesia colombiana a asumir este importante momento como una oportunidad para aprender a caminar juntos, a ser hermanos y a vivir un proceso sinodal en orden a la misión, sobre la que enfatizó: “La misión no la inventamos, nos la dio el Señor: llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra”.Vea a continuación el informe que envía el Arzobispo de Medellín:

Mar 15 Oct 2024

Un camino sinodal de escucha, formación, transparencia y modos relacionales que prevengan abusos en la Iglesia: Hna. Gloria Liliana Franco

Este lunes, 14 de octubre, durante la rueda de prensa ofrecida en el marco de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, la hermana Gloria Liliana Franco Echeverri, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR) y madre sinodal, compartió detalles de los temas abordados durante el discernimiento realizado en la segunda semana de trabajo. Aspectos que se han enmarcado en la etapa de los itinerarios, estipulada en el Instrumentum laboris (documento que orienta el encuentro). En sus intervenciones, la religiosa destacó la escucha, la formación, la transparencia y los modos relacionales que prevengan abusos, como elementos fundamentales que en el camino sinodal ayudan a construir una Iglesia coherente con el “modo de Jesús” y con los valores del Evangelio .Escuchar a Dios, a los territorios y a la realidadEn cuanto a la escucha, la hermana Gloria Liliana recordó su importancia como eje transversal dentro de cualquier proceso de humanización, pues ayuda a generar conversión, transformación y credibilidad, especialmente a nivel de actitudes y estructuras, por cuanto implica un escucha integral, “a Dios, a los territorios y a la realidad”. Afirmó que, aunque aún falta camino, la Iglesia está aprendiendo a hacerlo y que los procesos sinodales ayudan en ello, como una especie de “laboratorios que nos capacitan para un mejor servicio”.“Tenemos mucho que aprender todavía en la Iglesia y en la sociedad, porque muchas veces todos los seres humanos vamos con nuestros propios monólogos, ideas, paradigmas de las cosas. Pero creo que la escucha se va posicionando como el modo, como la manera de poder entender cuál es esa narrativa de lo que Dios tiene para decirnos a los seres humanos. Escuchar es la posibilidad de aproximarnos y de aproximarnos más serena, más sincera y más reverentemente al querer de Dios. Escuchar realmente nos transforma, nos convierte”, agregó la hermana Gloria.Formación para ser verdaderos testigosFrente al propósito de ser una “Iglesia sinodal en misión”, trazado durante la Asamblea, la presidenta de la CLAR afirmó que han reconocido la necesidad de fortalecer la formación desde un enfoque integral que parte de una base humana antropológica y de la realidad de cada contexto, involucrando a otros actores.“Hacíamos mucho énfasis durante estos días en la importancia de la formación con otros, de hacer juntos el proceso de la formación que nos permita hacer nuestro ese modo y ese estilo de Jesús. En esta misma temática, la temática de la formación, sentíamos también la importancia de poner especialmente la mirada sobre los niños y sobre los jóvenes. Y en ese sentido validamos la importancia de las instituciones de Iglesia, colegios, escuelas, universidades, ONG, como plataformas que ayuden realmente a permear también nuevos modos de formación que nos permitan ser mejores testigos de cara al discernimiento”.La transparencia y la rendición de cuentas como modos de "Ser Iglesia"De acuerdo con la hermana Gloria, otros temas que han hecho parte del discernimiento de los últimos días en la Asamblea, han sido los de la transparencia y la rendición de cuentas, especialmente desde la lógica de la misión. Según la religiosa, esto denota la importancia de las estructuras participativas en la Iglesia, entre ellos, los consejos pastorales y económicos.Más que como simples medios, la religiosa enfatizó en la necesidad de considerarlos como parte de una verdadera cultura que se tiene que anclar en la Iglesia y que tiene que permear sus modos identitarios y operacionales. Así los describió: “La transparencia y la rendición de cuentas como un modo de ser, como un modo de estar que tendríamos que intentar que fuera más natural”.Revisar los modos relacionales y nombrar la realidad para prevenir abusosFinalmente, en este espacio la hermana Gloria se refirió a la importancia de nombrar o reconocer la realidad, especialmente en el contexto de los abusos sufridos en el ámbito religioso.La religiosa habló, especialmente, sobre los abusos sexuales y de poder a religiosas; se refirió al libro publicado en el años 2022 por la CLAR, titulado«Vulnerabilidad, abusos y cuidado en la vida religiosa femenina», producción que aborda de manera directa este tema y que fue producto de una investigación adelantada en América Latina y el Caribe, donde hay 150.000 religiosos.“Poder decirnos las cosas, crear instancias de discernimiento, de análisis en los que seaposible escuchar a las víctimas, reparación, camino de sanación, camino de reconciliación. Creo que estos procesos sinodales y la dinámica en la que el Papa Francisco ha ido orientando su magisterio nos pone de cara a privilegiar la cultura del cuidado para situarnos en la reverencia respetuosa a la dignidad del otro”.En este mismo contexto, también durante la rueda de prensa, Sheila Pires, secretaria de la Comisión para la Información, afirmó que en la Asamblea Sinodal fue muy valorada y aplaudida una charla asociada a la violencia que sufren las religiosas, incluidas las que están en formación: “no solo abusos sexuales, sino también de poder, de conciencia y de espiritualidad”, señaló Pires.“Se dijo que hay mujeres religiosas que trabajan duro especialmente para llegar a los más vulnerables, pero las mismas mujeres cuando se enfrentan a cuestiones de abuso sexual o de otro tipo no expresan su preocupación”.De acuerdo con Sheila, se propuso “introducir procedimientos y sistemas en las diócesis y conferencias episcopales para tratar estas cuestiones”. Además, poder revisar las políticas contractuales, para garantizar la dignidad a las mujeres consagradas y a los laicos en general.Vea a continuación las intervenciones de la hermana Gloria Franco durante la rueda de prensa:Sínodo de la Amazonía: el laboratorio de escucha para el Sínodo de la SinodalidadDurante un conversatorio adelantando en otro de los espacios de esta Asamblea Sinodal, la “Tienda de la Sinodalidad”, al que fue invitada la hermana Gloria Liliana Franco para reflexionar sobre la conexión entre el Sínodo para la Amazonía y el Sínodo de la Sinodalidad, la religiosa afirmó que, más allá de los desafíos que significó el Sínodo Amazónico, este fue un gran “laboratorio de escucha”.En la reflexión sobre ambos procesos sinodales, adelantada junto al cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, la hermana afirmó que a partir del Sínodo de la Amazonía la Iglesia aprendió a habitar los territorios para poder escuchar a las personas con respeto.“Creo que este Sínodo de la Sinodalidad nos está poniendo de cara a un método que ha pasado la prueba del tiempo, de los años y de estos procesos de búsqueda sincera que se van haciendo en el corazón de la Iglesia, cuando con libertad nos disponemos”, explicó.En este sentido, destacó la creación de la CEAMA (Conferencia Eclesial de la Amazonía) como uno de sus más importantes frutos concretos: “En un sentido, es una concreción de la sinodalidad, pero, por otro lado, y más importante, es la continuación del proceso, es seguir caminando juntos”.La presidenta de la CLAR también enfatizó en que hizo hincapié en que lo que pase en los nueve países dela Amazonía no es únicamente responsabilidad de las personas que lo habitan, sino de “todos los ojos del mundo, de la Iglesia entera, pues tienen que estar volcados a este territorio, pero sobre todo a la conversión ecológica, a la necesidad de poder establecer modelos de desarrollo en donde los criterios comerciales no estén por encima del medio ambiente, o no estén por encima de los derechos humanos, y ahí, creo que todos como sociedad tenemos una gran responsabilidad”.Por otra parte, la hermana Gloria resaltó la importancia del Sínodo de la Amazonía, para poner en un espacio protagonista y necesario, el rol fundamental de la mujer en la Iglesia. Notó cómo a partir de él varios obispos han fortalecido o creado ministerios para mujeres: “Son ellas las que están jaloneando tambiénuna Iglesia al estilo de Jesús”. Explicó que la sinodalidad no es otra cosa que aprender ese modo de Jesús, también con relación a este tema de las mujeres en la Iglesia.Junto al cardenal Czerny, la hermana resaltó la necesidad de que más allá de lo que se concluya en Roma durante esta Asamblea, todos en la Iglesia y cada día, deben asumir la pertenencia y participación activa en esa construcción. Esto, de acuerdo con la religiosa, implica transcender la crítica pasiva: “Yo animaría a las personas a que no tengan miedo de participar, de ayudar a construir la Iglesia, de ayudar a ese Reino en la Iglesia”, puntualizó la hermana.La Casa de la Sinodalidad en ColombiaFinalmente, la presidenta de la CLAR hizo referencia a la “Casa de la Sinodalidad”, un proyecto que adelantan en Bogotá para formar, especialmente a niños, en temas asociados a la Sinodalidad,para que aprendannuevos modos relacionales, en los que se deje de ver al “otro” como enemigo, para considerarlo hermano, más allá de su fe o cultura, especialmente en medio de tantas heridas y conflictos que se padecen hoy.

Mar 15 Oct 2024

El cardenal Rueda Aparicio destaca tres fundamentos del Sínodo de la Sinodalidad: Trinidad, eclesiología y misión

Desde el Vaticano, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, quien participa como padre sinodal en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, comparte con la Iglesia colombiana un balance de los aspectos más destacados en la segunda sesión que se adelanta en Roma durante este mes de octubre. Particularmente, el purpurado precisó los tres fundamentos centrales abordados durante la primera semana: Trinidad, eclesiología del pueblo de Dios y misión.En su informe, el primado de Colombia inicia destacando la importancia del retiro espiritual que presidió la sesión, como una oportunidad para encontrar las raíces y motivaciones bíblicas profundas del trabajo que adelantan las 368 personas que participan en la Asamblea:“Han sido momentos muy iluminadores, muy profundos y eso nos lleva a sentir que toda la sinodalidad, parte de la espiritualidad; se debe hablar de una espiritualidad de la comunión, una espiritualidad sinodal, una espiritualidad del pueblo de Dios”.Particularmente, sobre el trabajo adelantado durante la primera semana, se refirió a tres dimensiones que fundamentan sus espacios de discernimiento. Sobre el primero de ellos, la Trinidad, afirmó: “el fundamento de la sinodalidad es la Trinidad, son las relaciones del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y la actitud misionera de la Trinidad en favor de toda la humanidad y concretamente del pueblo de Dios”.El segundo elemento indicado por el cardenal Luis José es la necesidad de volver a la eclesiología de la Lumen Gentium en el Concilio Vaticano Segundo, donde se presenta la Iglesia como pueblo de Dios, en camino, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. “La fundación de la Iglesia con los 12 apóstoles, esa manifestación plena de la Iglesia que hace Jesús de Nazaret con sus discípulos, a quienes llama para estar con Él y para enviarlos a anunciar el Reino, a invitar a la conversión, a transformar el camino de los seres humanos y de las culturas”, puntualizó.En tercer lugar, el arzobispo de Bogotá se refirió a la dimensión misionera de la sinodalidad: “La sinodalidad nos habla de una misión, una misión de servicio, una misión de puertas abiertas, una misión de corazón con todos. Para eso debemos formarnos y la formación de todos los miembros del pueblo de Dios comienza con un encuentro con Jesucristo, un encuentro con la persona que nos llama a estar con Él, un encuentro con nosotros mismos como seres humanos y un encuentro con las demás personas”.Finalmente, el cardenal Luis José Rueda, quien, además será uno de los redactores del documento final del Sínodo de la Sinodalidad, destacó la importancia de poder constatar la guía del Espíritu Santo en todo el proceso y la necesidad de que todos en la Iglesia hagan parte de este camino para poder servir a la humanidad, en medio de tantas necesidades:“El Espíritu Santo conduce nuestra Iglesia en la diversidad de razas, de lenguas, de maneras de ser, de contextos históricos, pero siempre en la unidad del único pueblo de Dios que va en camino. Queremos que los laicos, los ministros ordenados, la vida consagrada y femenina, todos, nos pongamos al servicio de encontrar en la fraternidad la santidad y desde allí le podamos servir a toda la humanidad para que encuentre caminos de reconciliación y de paz".Vea el informe a continuación:Para conocer más detalles y noticias sobre esta Asamblea Sinodal, visite el subsitio web: sinodo.cec.org.co

Vie 11 Oct 2024

El Cardenal Rueda Aparicio representará a las Iglesias de América Central y del Sur en la redacción del documento final del Sínodo de la Sinodalidad

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, fue elegido como uno de los 14 redactores del documento final del Sínodo de la Sinodalidad; estará representando a las Iglesias de América Central y del Sur, así lo dio a conocer el Vaticano.El purpurado se encuentra participando de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria que se celebra en Roma durante este mes de octubre, junto a monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales, monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y la hermana Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas; todos, en nombre de la Iglesia colombiana.La comisión redactora del documento final quedó conformada por un presidente, 3 secretarios, 3 por designación pontificia y 7 representantes de cada continente elegidos por los padres y madres sinodales que participan en la asamblea, como es el caso del cardenal Rueda.Este documento final será presentado al papa Francisco al cierre de la asamblea; su contenido trazará una importante ruta para el camino de la Iglesia Católica a nivel universal en diferentes dimensiones. No solo será producto del trabajo y del proceso espiritual adelantado por la 368 personas que participan en la asamblea, sino también, de todos los discernimientos y aportes que se produjeron desde el inicio del camino sinodal convocado por el Santo Padre en el año 2021.