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Lectio Dominical

Vie 25 Oct 2019

Imploremos al Señor la gracia de ser hombres y mujeres orantes

Primera lectura: Sir 35,12-14.16-18 Salmo: Sal 34(33),2-3.17-18.19+23 (R. 7a) Segunda lectura: 2Tm 4,6-8.16-18 Evangelio: Lc 18,9-14. Introducción La oración hace parte de identidad de la Iglesia, es una realidad fascinante que permite al orante entrar en el misterio de Dios. Pensar o hablar de la oración desvela la idea que es posible relacionarse con el Dios Padre creador, con su Hijo Jesucristo en la acción santificadora del Espíritu Santo. El tema central de la liturgia de este domingo es la Oración y proponemos enfatizar en tres momentos que tienen su referente en el texto sagrado. • Entrar en oración requiere reconocimiento de lo que yo soy, presentarme ante Dios con todo mi ser, sin pretensiones humanas (Lc 18,9-14) la oración es un encuentro con Dios “bendigo al Señor en todo momento” (Sal 34). • La oración en todas sus etapas es grata al Señor Dios, sin embargo, en momentos de necesidad tienen unas connotaciones muy particulares “la oración del pobre atraviesa las nubes”. Dios no excluye, pero escucha el dolor y el sufrimiento de su pueblo (Ex 3,7). Se requiere Confianza en el Señor (2Tm 4,6-8.16-18). • La Palabra de Dios proclamada nos entrega una luz de esperanza, consuelo y refugio que no permite el fracaso, donde presenta la oración, personificada, que «no desiste hasta que el Altísimo lo atiende, juzga a los justos y les hace justicia» (Si 35, 18). 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El libro del Sirácida o Eclesiástico título que le dieron los santos Padres desde Cipriano, presenta la experiencia de la oración con un énfasis particular: la oración es tanto más poderosa en el corazón de Dios cuanto mayor es la situación de necesidad y aflicción de quien la reza. «La oración del pobre atraviesa las nubes» afirma el Sirácida (Si 35, 17); y el salmista añade: «El Señor está cerca de los que tienen el corazón roto, salva a los espíritus hundidos» (Sal 34, 19). El salmo 34 hace una lectura de la injusticia humana y de su resultado: explota al pobre, y Dios asume la tarea de impartirle justicia, de hacer suyas las miserias de los más necesitados. Esta es la idea fuerza del salmo 34: «Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha…Bendigamos al Señor en todo momento, su alabanza esté siempre en nuestra boca, pues el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos». La segunda lectura expresa en el sufrimiento del apóstol el sentido profundo de confiar en el Señor, incluso en medio de la tribulación. Dios es presentado como un ser cercano, liberador de quienes viven en, con y para Él. Llama la atención, - y está en íntima relación con la primera lectura- que el apóstol en medio de la adversidad contempla su final «he competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe» (2 Tm 4, 7). Es especie de un balance de su vida y de su acción misionera hecha oración en la cual ha recibido asistencia y fuerzas, para que sus miedos y temores, esencia de su condición humana, no fueran obstáculo en el cumplimiento de su misión. El apóstol de los gentiles hizo suyas las palabras del salmista “Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha”. Tenemos presentes a tantos hermanos y hermanas que viven en Oriente Medio y que se encuentran en situaciones difíciles, a veces muy duras, tanto por los problemas materiales como por el desaliento, el estado de tensión y, a veces, de miedo. La Palabra de Dios hoy nos ofrece también una luz de esperanza consoladora, donde presenta la oración, personificada, que «no desiste hasta que el Altísimo lo atiende, juzga a los justos y les hace justicia» (Si 35, 18). También este vínculo entre oración y justicia nos hace pensar en tantas situaciones en el mundo, especialmente en Oriente Medio. El grito del pobre y del oprimido encuentra eco inmediato en Dios, que quiere intervenir para abrir una vía de salida, para restituir un futuro de libertad, un horizonte de esperanza. El evangelista de la misericordia, san Lucas nos entrega en la parábola del Fariseo y el Publicano una enseñanza significativa para la vida del cristiano: A la oración se debe entrar con humildad, plena conciencia de lo que somos y hacemos para no caer en la tentación de querer llegar a Dios presentado nuestros méritos. Comenta el Papa Francisco: “El texto del Evangelio pone en evidencia dos modos de orar, uno falso – el del fariseo – y el otro auténtico – el del publicano. El fariseo encarna una actitud que no manifiesta la acción de gracias a Dios por sus beneficios y su misericordia, sino más bien la satisfacción de sí. El fariseo se siente justo, se siente en orden, se pavonea de esto y juzga a los demás desde lo alto de su pedestal. El publicano, por el contrario, no utiliza muchas palabras. Su oración es humilde, sobria, imbuida por la conciencia de su propia indignidad, de su propia miseria: este hombre en verdad se reconoce necesitado del perdón de Dios, de la misericordia de Dios. La del publicano es la oración del pobre, es la oración que agrada a Dios que, como dice la primera Lectura, «sube hasta las nubes» (Si 35,16), mientras que la del fariseo está marcada por el peso de la vanidad” (Homilía 27.10.2013). Cabe anotar que hay en el fondo de cada uno de los personajes un deseo de eternidad, de subir al cielo, sin embargo, solo el Publicano había entendido que “para subir al cielo” la oración debe brotar de un corazón humilde. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? El cristiano debe apropiarse de una relación íntima con Dios que, se acrisola y tiene como lugar de encuentro privilegiado la oración. No se ora para ser exentos del sufrimiento, se ora para poder beber la sabia del árbol de la vida, la Cruz, y poder permanecer, como el apóstol, en comunión con Jesús crucificado y resucitado y ser testimonio de su amor. La experiencia del pueblo que sufre y la realidad descrita por el apóstol es paradigmática para todo cristiano, especialmente para nosotros que enfrentamos una injusticia social institucionalizada que trae dolor, sufrimiento y muerte en las regiones, donde parece que todo está perdido y permeado de corrupción y en medio de ese caos la Palabra de Dios nos invita a aclamar a Dios sin cesar. Enseña el Papa Benedicto XVI: “Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar–, Él puede ayudarme. Si me veo relegado a la extrema soledad...; el que reza nunca está totalmente solo” (Spe Salvi 32). La liturgia de la Palabra nos exhorta al “aguante, paciencia y mansedumbre” para que no hagamos de la oración una salva vida de intereses personales que puede hacer naufragar la fe, la esperanza y la caridad. La oración humilde ante Dios, permite, enseña el Papa Francisco: “Estar centrado, firme en torno a Dios que ama y que sostiene. Desde esa firmeza interior es posible aguantar, soportar las contrariedades, los vaivenes de la vida, y también las agresiones de los demás, sus infidelidades y defectos: «Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?» (Rm 8,31). Esto es fuente de la paz que se expresa en las actitudes de un santo. A partir de tal solidez interior, el testimonio de santidad, en nuestro mundo acelerado, voluble y agresivo, está hecho de paciencia y constancia en el bien. Es la fidelidad del amor, porque quien se apoya en Dios también puede ser fiel frente a los hermanos, no los abandona en los malos momentos, no se deja llevar por su ansiedad y se mantiene al lado de los demás aun cuando eso no le brinde satisfacciones inmediatas” (GE 112). 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Imploremos al Señor la gracia de ser hombres y mujeres orantes. Capaces de identificar los lugares concretos para el encuentro con el Señor: La Iglesia, la Sagrada Escritura, los pobres, los enfermos, en la liturgia celebrada en los sacramentos, en la Santísima Eucaristía, en la persona de María Santísima, en la religiosidad popular. Afirma el documento de Aparecida “El encuentro con Cristo, gracias a la acción invisible del Espíritu Santo, se realiza en la fe recibida y vivida en la Iglesia. “¡La Iglesia es nuestra casa! ¡Esta es nuestra casa! ¡En la Iglesia Católica tenemos todo lo que es bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo! ¡Quien acepta a Cristo: ¡Camino, Verdad y Vida, en su totalidad, tiene garantizada la paz y la felicidad, en esta y en la otra vida!” (246). RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Resaltar la frase: “La oración del humilde atraviesa las nubes” o “El afligido invocó al Señor, y él lo escucho”. 2. Se podría seguir el Prefacio Dominical X: El Día del Señor, Misal p. 392, que describe el modo como ora la comunidad en el día domingo. 3. Promover: - Talleres y experiencias de oración - La oración con la Liturgia de las Horas - Destacar el valor orante de la Palabra de Dios, del santo rosario. - Hacer énfasis en la oración en familia. 4. Tener presente que: - El lunes 28, es la fiesta de los santos Simón y Judas, apóstoles. - El viernes 1° de noviembre, es la solemnidad de Todos los Santos - El sábado 2 de noviembre, es la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

Vie 18 Oct 2019

¿Es importante e imprescindible la oración en mi vida?

Primera lectura: Éx 17,8-13 Salmo: Sal 121(120),1-2.3-4.5-6.7-8 (R. cf. 2) Segunda lectura: 2Tm 3,14 - 4,2 Evangelio: Lc 18,1-8 Introducción En las lecturas de este vigesimonoveno domingo del tiempo ordinario, se pueden identificar tres ideas temáticas que permiten ver la acción de Dios sobre el pueblo, su incidencia en responder a la vulnerabilidad del ser humano, la constancia en la petición y la importancia de volver sobre la Palabra. • Obediencia pronta a Dios, confianza en la ayuda de Dios y de los otros para vencer la prueba • Perseverancia en la oración. • La riqueza de la Palabra que da sabiduría y fortalece la evangelización, 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Se encuentra ubicado este Evangelio en el contexto de la “subida a Jerusalén”, propio del discipulado. A través de comparaciones y parábolas, hoy con la parábola del juez inicuo y la viuda importuna, Jesús enseña la importancia que tiene la oración, rezar en todas las circunstancias de la vida del ser humano, con constancia, insistentemente, sin desfallecer. Así, como en otro momento lo hace con sus discípulos quienes le piden les enseñe a orar y los introduce en el Padre Nuestro, él también se muestra orante, cuando en muchos momentos, en la toma de decisiones, en sus relaciones con los otros, en los momentos difíciles y decisivos de su vida, clama y ora a su Padre Dios, intimidad orante ésta que lo hace fiel a su proyecto. El hecho de que la vida de Jesús era una oración permanente, nos quiere mostrar que no hay que desanimarse, ni cansarse frente a las dificultades, aun sintiendo que Dios no escucha nuestras plegarias. Se vale de la imagen de una viuda que reclama insistentemente al juez le haga justicia contra su adversario, un juez que no le interesa nada, ni nadie, ni siquiera Dios, solo su propia privacidad y comodidad, un juez sin moral, inescrupuloso, despreocupado, altanero e irresponsable; sin embargo, decide conceder justicia a la viuda, no porque sea parte de sus funciones de juez, sino porque quiere liberarse de esta mujer, tan inoportuna para él. No hay que olvidar que la condición de ¡viuda y mujer! la hace vulnerable, débil en el contexto de Israel este grupo de personas no contaban con quien las representara, las protegiera; a pesar de la condición de esta persona, ella seguía insistiendo. Frente a esta realidad ¿cómo será la respuesta de Dios a todos aquellos que con insistencia, día y noche claman y piden justicia respecto a las situaciones de iniquidad que viven y tienen que sufrir?, porque se puede pensar que es el mismo Dios quien alaba la manera de ser y la respuesta de este juez indolente. Se muestra el carácter de Dios que hará justicia a sus escogidos “¿no hará Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar?”. Finaliza Jesús cuestionando si al final de los tiempos, cuando Él venga, encontrará fe en la tierra, porque frente a tanta injusticia, iniquidad, corrupción, muerte, insolidaridad, ¿será que el hombre creerá en sí mismo, en sus hermanos, en Dios? 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? En ejercicio de oración con el mismo Evangelio, se puede compartir: • Invitación a orar siempre sin desfallecer, con la seguridad de que Dios escucha y actúa con justicia. No desaprovechar las ocasiones para insistir a tiempo y destiempo. • Valorar la oración de la comunidad, orar los unos por los otros, sintiéndonos responsables de la misión que se realiza dentro de la parroquia, con testimonio de vida y la ayuda mutua. • La oración es un remedio indispensable para la vida del ser humano, ya que involucra el poder de Dios que actúa hasta lograr lo que se le pide. Es mirar mi vulnerabilidad y presentársela con insistencia al Señor y esperar de Él una respuesta. • Mantener siempre viva la esperanza en que Dios nos escucha y, aunque sintamos que el camino se hace largo y pesado, ahí está Dios. Es orar con perseverancia para que nuestros pueblos vivan en la esperanza y confíen en que Dios está con ellos, a pesar de las injusticias que están viviendo. • Testimoniar con la vida, más que con las palabras, por medio de las actitudes, y en las relaciones interpersonales la presencia de un Dios que escucha siempre y que está atento a nuestras súplicas. • Se requiere una experiencia de Dios en todos los momentos y circunstancias de la vida que solo se logra a través de la oración, del encuentro íntimo, como Jesús con su Padre Dios. Es equiparnos de paciencia para la espera de una respuesta de Dios y de los otros, ver cómo la oración cambia y transforma las vidas. • A la luz de esta Palabra percibo la pastoral de mi parroquia. Puedo analizar que en ella existen personas que no saben rezar, pero mantienen una relación diaria con Dios, tenemos que pensar que las caracteriza. En otras hay facilidad para ese encuentro, su devoción y oración las lleva a que ellas respondan en muchos espacios de oración, usan diferentes formas de orar. Cómo quisiera participar de esos espacios de formación parroquial donde pueda adquirir estrategias para mejorar mi encuentro con Dios, que fortalezca mi vida espiritual y mis relaciones con mi familia y amigos. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Al contemplar esta Palabra y confrontarla con mi vida, me doy cuenta que debo todos los días, como esta viuda, suplicar insistentemente a Dios para que pueda lograr intimar con Él; poder sacar el tiempo que necesito para que el Señor me escuche, sentirme necesitado de Él; fortalecer mi fe y esperanza con la confianza en que Dios escucha mi plegaria. Es preguntarme: ¿siento necesidad de un encuentro real con el Señor? ¿Cuánto tiempo dedico a mi oración personal para estar con Él? ¿Es importante e imprescindible la oración en mi vida? Igualmente, así como esta viuda “¿No hará Dios justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?”. Los elegidos del Señor son los pobres, los desposeídos, los marginados de todos los pueblos que gritan justicia, es para ellos el Reino de los cielos. Nos hace el llamado para que, en actitud de escucha, de discernimiento pueda dar justicia, comprensión, perdón y misericordia; es la súplica de la viuda que se concretiza en los nuevos pobres de hoy. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Se podría resaltar como signo la Palabra que debe ser acogida (Biblia) y la oración por las misiones (Rosario misionero, camándula de colores que identifican los cinco continentes.) 2. Se sugiere seguir El Prefacio Dominical IX: La acción del Espíritu en la Iglesia, Misal p. 391. 3. Como hoy es la Jornada Mundial de las Misiones, en el contexto, también, del Mes Misionero Extraordinario, se podrías seguir uno de los formularios de la Misa por la Evangelización de los Pueblos, Misal p. 934-936. El Prefacio, podría ser, Dominical I: Misterio Pascual y pueblo de Dios, p. 383 del Misal. 4. A la luz, oración y reflexión de esta Palabra Divina dominical: - Motivar la colecta a favor de las misiones - Motivar a los niños de infancia misionera a hacer presencia en la celebración. - Preparar y realizar la celebración de las cuarenta horas ante Jesús sacramentado para orar por las misiones y los misioneros. - Motivar a los feligreses a participar en la pastoral de la escucha, de consolación y ayuda para que, conociendo la realidad del país, de la ciudad, de la parroquia puedan dar un espacio para que oigan los clamores del pueblo y sientan la justicia, la comprensión, el perdón y la misericordia. - Se pueden fortalecer los grupos de oración, dedicando más tiempo a esta pastoral, como un espacio de fe y esperanza; nuevas estrategias de oración, actualizar con talleres de oración. - Tener Presente que, el lunes 21 y el martes 22, se celebran las memorias libres de Santa Laura Montoya y San Juan Pablo II, respectivamente.

Jue 10 Oct 2019

"Es importante dejar actuar la gracia de Dios"

Primera lectura: 2R 5,14-17 | Salmo: Sal 98(97),1.2-3ab.3cd-4 |Segunda lectura: 2Tm 2,8-13 | Evangelio: Lc 17,11-19 Introducción La liturgia de la Palabra del día de hoy presenta el relato de la “curación de diez hombres leprosos”, lo cual conduce a detenerse en la respuesta de Jesús ante la enfermedad del hombre; se trata de prodigios o “milagros” que son manifestaciones mesiánicas de una acción liberadora del reino de Dios. El Papa Francisco recuerda que “Jesús quiere hacer entender que el milagro se produce por su unión con el Padre” y no por la técnica de realizar acciones espectaculares. Pedagógicamente es importante recordar: - No quedarse en lo asombroso del milagro, sino en lo fundamental de este hecho. - Identificar con claridad el mensaje que quiere dar Jesús a través del milagro. - Contextualizar el milagro: lepra, leprosos y situación social. - Cuál es el fin del milagro: milagro de fe “levántate y vete; tu fe te ha salvado”; milagro de suscitar la misericordia –compasión “! Jesús Maestro, ten compasión de nosotros!”; milagro para experimentar la gratitud reconocimiento “…y postrándose, rostro en tierra, a los pies de Jesús, le daba gracias; y este era un samaritano.” 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El relato del Evangelio de hoy nos sitúa en el contexto de la subida a Jerusalén, tiempo y espacio para el discipulado, “camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea”, es decir, en tierras, comunidades no judías, periferias donde daba a conocer el Reino de su Padre, por medio de signos como los milagros, que concretizan su acción liberadora en la acogida a los diez leprosos, es Dios que libera al hombre integralmente. Lucas narra la escena en donde Jesús, en un encuentro acogedor, tal vez no casual, cura a diez leprosos, quienes alcanzando de él su curación, solo uno de ellos, un samaritano, tuvo una actitud de reconocimiento y gratitud, “…y postrándose, rostro en tierra, a los pies de Jesús, le daba gracias; y este era un samaritano”; era un no judío quien no solo manifiesta el valor de la gratitud, sino que hace una profunda profesión de fe. Y se realiza el milagro, el hecho prodigioso con el que Jesús responde a la solicitud de los marginados, de los enfermos, de los expulsados de la ciudad, del culto y de la familia, de los distanciados de Jesús “…se pararon a lo lejos y le dijeron a gritos…”, de los castigados de Dios…de los excluidos de toda relación con los otros judíos…su vida era un continuo sufrimiento al que no le encontraban salida y menos un cambio posible…esos eran los leprosos, los que según la ley de la pureza eran despreciados y requerían sentirse de nuevo acogidos y bendecidos por Dios que los cura y les restituye su dignidad. Ante la solicitud de una urgente curación, a través de la cual los leprosos piden a Jesús compasión, misericordia, que se conmoviera frente a ellos, tal vez los leprosos no esperaban una respuesta misericordiosa como la dada por Jesús, porque lo percibían como maestro, un líder que les daría un paliativo para vivir el momento, pero les dice: “vayan a presentarse a los sacerdotes”, aquellos hombres que atestiguarían que la lepra había desaparecido y serían restituidos en sus derechos de ser readmitidos en el Templo, al seno de su familia, de sus relaciones con los otros y con Dios, y a una vida cotidiana normal; y afirma la escritura que, obedeciendo a lo dicho por el Maestro, se dirigieron a los sacerdotes y “mientras iban de camino, quedaron limpios”, es decir, no alcanzaron a llegar a donde habían sido enviados para que el milagro se produjera, sus cuerpos quedaron libres de toda enfermedad. Se nota confianza, creyeron en la palabra de Jesús. Esta es la forma como Jesús testimonia a sus discípulos, compañeros de camino a Jerusalén, la realización de los milagros, de las acciones que curan. Finaliza el texto con la actitud del samaritano, aquel que “viéndose curado, se vuelve glorificando a Dios en alta voz y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; este era un samaritano”.

Vie 4 Oct 2019

"La esencia del cristiano es ser un servidor del Reino"

Primera lectura: Ha 1,2-3; 2,2-4 Salmo: Sal 95(94),1-2.6-7ab.7c-9 Segunda lectura: 2Tm 1,6-8.13-14 Evangelio: Lc 17,5-10 Introducción Dentro de toda la riqueza de contenido que nos ofrece la Palabra de Dios, en este domingo, podemos proponer tres temas para compartir y meditar: • La fe y la esperanza como virtudes teologales • La perseverancia en el sufrimiento y en la contradicción • El testimonio y el servicio como disponibilidad para hacer la voluntad de Dios 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La primera lectura tomada del profeta Habacuc, manifiesta la visión de preocupación y el grito de angustia y desesperación, que muestra el autor sagrado frente a las injusticias, contradicciones, sufrimientos, persecuciones, donde aparentemente no se ve esperanza y no se encuentra un camino de salvación; sin embargo, el autor sagrado muestra cómo Dios invita a tener paciencia, a ver más allá de las contradicciones una luz que supera todos los sufrimientos y encuentra en Él la consolación. El salmista (94) invita a escuchar la voz del señor, a no endurecer el corazón frente a las penurias de la vida, a no ser sordos y dar gracias a Dios, a manifestar la confianza en el señor, pues somos suyos, ovejas de su rebaño y Él es el Pastor. El Apóstol San Pablo quien se encuentra cautivo, anima e invita a Timoteo a perseverar y a mostrar la fuerza del Espíritu Santo recibido en la consagración mediante la imposición de manos, y a no tener vergüenza de padecer por testimoniar a Cristo Jesús. El Evangelio según san Lucas, muestra a los discípulos orando al Señor para que les aumente la fe, ocasión propicia que aprovecha el Señor para fortalecer lo pequeño mediante la perseverancia y a mostrar el servicio como un medio para realizar en obediencia el plan de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? Ante todo, la Palabra de Dios, en la segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a Timoteo, interpela y anima al sacerdote a que medite esta Palabra para cobrar fuerza y ánimo frente a las vicisitudes que se presentan en la sociedad hoy día. Tantas situaciones de injusticia, violencia, asaltos, rebeliones y desórdenes que padecen las comunidades en la sociedad de hoy. El ministro, es ante todo un hombre de fe, que siembra la palabra en el corazón de la humanidad, y poco a poco, esa semilla, con la acción del Espíritu, irá dando su fruto. El hombre de Dios, está llamado a ser un servidor, que no busca aparecer al actuar, sino a ser un instrumento que arroja la semilla, consciente que la cosecha no es suya, y que la obra es de Dios. En este sentido expresa la sentencia del Evangelio. “somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. La comunidad debe tener puesta la mirada en el Señor, dueño del tiempo y del espacio, Señor de la Historia; y mantener la perseverancia, fortaleciéndose con la Gracia del Espíritu Santo que mora en cada persona, inspirando las palabras y acciones que construyen y transforman las realidades, en medio de todos los sufrimientos. La actitud, tanto del presbítero, como de la comunidad, ha de ser de perseverancia, seguros que han puesto su confianza en el Dios de la historia, que transforma nuestras realidades de pecado en gracia para ser mejores. Frente a la crisis de valores humanos y cristianos que padece la sociedad hoy en día, el ministro debe consolidar su formación y predicación en la doctrina transmitida por la Iglesia, recibida con fe, amor en el fundamento que es Nuestro Señor Jesucristo, y confiado en el Santo Espíritu de Dios que inspira e impulsa la Barca de Pedro a remar mar adentro. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir conmayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El oyente de la Palabra, que no es olvidadizo, debe impulsar con la Gracia del Espíritu Santo su vida, su familia y la de sus semejantes. Debe ser consciente que la vida terrena es un vivir permanentemente superando y venciéndose a sí mismo frente a todos los desafíos a los que se está expuesto en el mundo. La perseverancia, la sólida formación, la fe, el amor, el testimonio, el servicio, constituyen la misión del creyente. Los cristianos en el mundo han de ser la levadura en la masa que, sin ser visible, transforma con la fe, la esperanza y el amor las realidades adversas que se les presentan. La misión del cristiano de hoy, sigue siendo la misión de Cristo en el mundo, que no vino a ser servido sino a servir, que no vino a buscar protagonismo, sino a ser signo de contradicción, ya que desde la Cruz redimió al mundo entero, desde lo que no cuenta para los hombres, pero que sí cuenta para Dios. La esencia del cristiano es ser un servidor del Reino, sin aspirar a cambio nada más que ser un instrumento en las manos de su Señor, como el barro en las manos del alfarero. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Se puede resaltar y, si es del caso, poner en cartelera la frase: “Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: ´no endurezcan el corazón`” 2. Se sugiere seguir el Prefacio Común V: Proclamación del misterio de Cristo, Misal p. 417, por hacer referencia a las tres virtudes teologales de la caridad, la fe y la esperanza. 3. Tener presente queMaña, lunes 7 de octubre, es la Memoria Obligatoria de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario. Motivar y realizar el Santo Rosario en familia y comunidad, con intención misionera.- El sábado 12 de octubre, es la fiesta nacional del día de la raza. Por ser el día del descubrimiento de América, se recomienda escoger una de las Misas apropiadas para la ocasión. En la Oración Universal o de los Fieles se aconseja hacer peticiones por América y su Nueva Evangelización.

Vie 4 Oct 2019

Invitación a la Copa de la Fe en Chiquinuirá

32 equipos, conformados por sacerdotes de las distintas jurisdicciones eclesiásticas del país, de Ecuador y México, harán parte de este torneo de fútbol que se desarrollará del 7 al 11 de octubre, en Chiquinquirá.

Vie 27 Sep 2019

El egoísmo vivido a ultranza, reseca y vuelve indiferente a las personas

Primera lectura: Amós 6, 1a.4-7 Salmo: 146(145),6c-7. 8-9a. 9bc-10 Segunda lectura: 1Timoteo 6,11-16 Evangelio: Lucas 16, 19-31 Introducción Las lecturas de este vigésimo sexto domingo del tiempo ordinario nos presentan tres temas que se pueden entresacar de la palabra de Dios orada y reflexionada: • Los bienes materiales. • La actitud que se debe tener frente a los bienes materiales. • La retribución por las acciones realizadas. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El texto de Amós llama la atención sobre las personas que viven plácidamente, disfrutando de los bienes materiales, sin percatarse de los que no poseen lo mínimo para su subsistencia; se han vuelto indiferentes y seguros de su posesión, menosprecian a los más desfavorecidos. El salmo 145, manifiesta la misericordia de Dios hacia las personas más vulnerables de la comunidad: oprimidos, ciegos, hambrientos, cautivos, huérfanos, viudas, ancianos, justos, peregrinos. San Pablo le escribe a Timoteo resaltando los valores y principios que debe caracterizan a un hombre de Dios: la fe, justicia, piedad, amor, paciencia, delicadeza; los cuales fortalecen para la conquista de la vida eterna hasta la manifestación de Cristo Jesús. El Evangelista san Lucas muestra el contraste entre dos personas, una que vive opíparamente y la otra míseramente, y cómo en la vida eterna, los papeles se invierten, gozando el pobre de la vida eterna y sufriendo el rico de las penas del infierno. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de Dios cuestiona a los hombres, de manera personal, la forma de vivir en la tierra, y la manera cómo se está preparando la vida eterna en el seno de Dios Padre celestial. Hoy por hoy, muchas personas viven como en un ateísmo práctico, sin esperar y soñar la vida más allá de este tiempo terrenal. Como dice el libro de proverbios: comamos y bebamos que mañana moriremos. Esta forma de concebir la vida, desvaloriza al ser humano, que piensa en sí mismo de manera egoísta, sin prever un futuro para su alma y para los seres humanos. Personas acostumbradas a vivir al día, a gastar el dinero sin compartirlo con sus semejantes. Una de las realidades que golpea el mundo contemporáneo, especialmente nuestro país, es la inequidad, la brecha entre ricos y pobres que cada vez es más grande, pocos que tiene mucho y muchos que subsisten con poco o no tienen lo necesario para vivir con dignidad. La sociedad contemporánea empuja a vivir de una manera individualista sin compartir los bienes con el prójimo. El egoísmo vivido a ultranza, reseca y vuelve indiferente a las personas. El modelo de desarrollo que favorece a unos y descarta muchos, es un grito que clama al cielo. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El encuentro con Jesucristo, nos empuja a vivir los valores cristianos en comunidad. Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren. La vida eterna se vivirá plenamente cuando se entre en la Gloria de Dios, pero comienza en la tierra. Lo que se ha hecho a uno de los pequeños, sirviendo con amor a los huérfanos, viudas, extranjeros, hambrientos, cautivos, ciegos, ancianos, oprimidos, al señor mismo se lo hemos hecho. La humanidad misma debe entrar en el Misterio de Dios que quiere que todos los hombres se salven y lleguen a su conocimiento. Dios es el más grande valor con que se puede educar a un niño. San juan Pablo II decía, si siembras a Dios en el corazón de un niño, no tendrá que corregir al hombre en una cárcel, porque tiene dentro sí, el más grande valor y tesoro que pueda encontrar un ser humano; pues quien tiene dentro a Dios, no es capaza de hacerle mal a sus semejantes, no robará, no matará; al contrario, amará y servirá con amor. Al contemplar el pasaje del rico, que la tradición ha denominado “epulón”, para indicar que vivía avaramente y al observar a lázaro, que, paradójicamente, tenía nombre, en contraste con el rico, a quien se conoce más, supliquémosle al Señor que siga sembrando en nosotros la imagen de su amor, fe, justicia, piedad, paciencia y delicadeza para tratar a los demás, como queremos ser tratados por los demás, en esto se caracterizará las actitudes del hombre de Dios, la semejanza auténtica del verdadero cristiano que sigue a Cristo. El texto evangélico, muestra también que la vida eterna pende de cómo se viva la misericordia, mediante la fe y las obras hechas con amor en la vida terrenal; por tanto, quien cree, tendrá a Dios en su corazón, escuchará su Palabra transmitida por sus profetas y hará obras de misericordia. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Resaltar y poner en cartelera la frase: “Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” o “Recibiste bienes, y Lázaro males; ahora él está aquí consolado, mientras que tú eres atormentado”. 2. Se sugiere orar con la Plegaria Eucarística para diversas circunstancias IV: Jesús, que pasó haciendo el bien, Misal p. 529. 3. A la luz de esta reflexión y oración dominical, se puede fortalecer o animar la constitución de la pastoral parroquial de los enfermos, para ofrecer, con la cariad evangélica de la comunidad, la atención a personas más pobres y necesitadas en la parroquial. 4. En el momento de las ofrendas se podría presentar también algunos mercados para compartir con hermanos más vulnerables de la comunidad parroquial. 5. Ojalá se pudiera llevar a la santa Misa personas ancianas, enfermas, ciegas, que normalmente ya no pueden participar en el culto comunitario y orar por ellas. 6. En este domingo se celebra el día mundial del turismo. 7. Tener presente que: - Mañana, 30 de septiembre, es la Memoria obligatoria de San Jerónimo y concluye el mes de la Biblia. Conviene preparar un homenaje para cerrar este mes. - Pronto iniciaremos el mes de octubre, dedicado especialmente al rezo del Santo Rosario y es el Mes Extraordinario de las Misiones, convocado por el Papa Francisco, con el lema Bautizados y enviados. ¿Qué acciones se están programando desde la Iglesia a nivel universal, diocesano, parroquial, sectorial en los que se pueda motivar, también, la vinculación y participación de todos los bautizados, especialmente, con la oración y su aporte generoso? 8. MES MISIONERO EXTRAORDINARIO 2019: - Misión- 1º al 31 de octubre: Cada jurisdicción prepara, de acuerdo con su realidad socio pastoral, el Mes Misionero Extraordinario, que en unidad con la Iglesia puede ser del 1º al 31 de octubre, Mes de las Misiones, Mes del Santo Rosario, pero según las realidades de la región se puede realizar en otro tiempo. - Para orientación, motivación y ofrecimiento de materiales misioneros se puede adquirir, en librería de la Conferencia Episcopal de Colombia, la cartilla “Mes Misionero Extraordinario, Bautizados y Enviados, octubre 2019” y visitar el sitio web: http://www.callejearlafe.cec.org.co/

Vie 20 Sep 2019

Llamados y enviados a la Misión

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Animación Bíblica, en el contexto de la celebración del mes de la Biblia, ha elaborado la cartilla “Llamados y enviados a la Misión”. Este documento propone 10 encuentros, que están orientados a la preparación bíblica del mes misionero extraordinario, convocado por el Papa Francisco para el próximo mes de octubre del 2019.

Vie 20 Sep 2019

¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión?

Primera lectura: Am 8,4-7 Salmo: Sal 113(112),1-2.4-6.7-8 (R. 9, 19a) Segunda lectura: 1Tm 2,1-8 Evangelio: Lc 16,1-13 o Lc 16,10-13 Introducción • La Misión de la Iglesia es administrar con responsabilidad y generosidad los dones recibidos de Dios. Como lo dice la Sagrada Escritura “el que es honrado en lo poco también lo es en lo mucho”. A la Iglesia se le ha confiado la administración del tesoro de salvación, y de la cual se le pedirá cuentas. • Jesús quiere que sus discípulos sean libres, con la sabiduría necesaria para discernir sobre los bienes terrenales. Jesús considera a sus discípulos, como hijos de la luz; les da sabiduría para discernir, para alcanzar el reino eterno; todos los bienes de este mundo son del Señor y son solamente dados a ellos en uso, para que puedan adquirir la vida eterna. • La invitación de Jesús es clara, o sus discípulos sabrán transformar todo en vida eterna, hasta las suelas de sus sandalias y el cansancio diario de su misión, o sus corazones se apegarán a las cosas de este mundo y, entonces, para ellos será el fin. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La parábola conocida como la del “administrador astuto”, relata que había un hombre rico que tenía un mayordomo, y fueron a decirle que éste le estaba malgastando los bienes. Cuando el patrón le pide cuentas “el administrador se dice a sí mismo: ¿Qué haré, ahora que mi patrón me quite la administración? Cavar no tengo la fuerza, mendigar me da vergüenza; ya sé que cosa haré, para cuando me sea retirada la administración, haya alguno que me acoja en su casa”. Entonces el mayordomo aquel, llamó, uno a uno, los deudores de su patrón y le pregunta al primero: “¿tu cuanto debes a mi patrón?”: Este responde “cien barriles de aceite” él le dice: toma tu recibo, siéntate súbito y escribe cincuenta”, después, dice a otro: “tu cuanto debes? Responde: cien medidas de grano; le dice: toma tu recibo y escribe ochenta”. El patrón felicitó a aquel administrador deshonesto, porque había actuado con sagacidad. Ciertamente los hijos de este mundo son más astutos en sus relaciones que los hijos de la luz. Y termina Jesús aconsejando a sus discípulos: El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tienen en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo, ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiara las verdaderas riquezas? Para concluir que no se puede servir a Dios y a las riquezas. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? En esta parábola, que muestra la sagacidad de un administrador negligente, que denunciado por su mala administración, se ve obligado a pensar en el futuro de su vida, busca, inmediatamente, el modo de solucionar su difícil situación en la que se ha enredado, y da la impresión de convertirse solidariamente, desde un falso altruismo para con el prójimo, siendo generoso con lo que no le pertenece; solamente porque le conviene; y lo pone en acto, con medios muy discutibles, condonando deudas sustanciales y, por supuesto, engañando a su patrón. El patrón hace caso omiso de la deshonestidad de su empleado y felicita, en cambio, su astucia. Precisamente la astucia y sagacidad de este administrador infiel, la aprovecha Jesús como enseñanza de la parábola, para sus discípulos, advirtiendo que, el nivel de exigencia a los hijos de la luz, debe ser mayor y, sobretodo, diverso de aquel de los hijos de este mundo, en sus relaciones con los semejantes. En el momento de la crisis, este administrador sobretodo demuestra capacidad de aceptación de la realidad, de la nueva situación producida. Por lo tanto, la ejemplaridad de este hombre corrupto, no está en su actuar sin escrúpulos, sino en su discernimiento realista de la situación crítica en la cual se encuentra, y en el saber reaccionar en consecuencia. También para Jesús, éste es “un hijo de este mundo”. La pregunta de Jesús interpela a los hijos de la luz: ¿cómo es posible que no saben discernir la hora, la cercanía del Reino y poner en acto prontamente los gestos de conversión que son esenciales para la salvación? El administrador viene alabado, por la sagacidad y la astucia; y a esta astucia, no aplaude sólo el patrón, sino el mismo Señor, cuando dice: “los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz”; estos son perspicaces en el mal, pero en cuanto estos últimos, lo son en el bien. Y ¿quién puede decir a cuanta sagacidad y astucia recurren, para engañarse unos a otros, los hijos de este mundo? Hay que escuchar a los hijos de la luz y avergonzarse de dejarse vencer de los hijos de este mundo. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La Misión de la Iglesia, es administrar con responsabilidad y generosidad los dones recibidos de Dios. Como lo dice la Sagrada Escritura “el que es honrado en lo poco también lo es en lo mucho”. A la Iglesia se le ha confiado un tesoro de salvación, del cual se le pedirán cuentas de su debida administración. Como administradores pedimos al Padre, quien nos ha llamado a amarlo y servirlo como único Señor, tenga piedad de nuestra condición humana, nos salve de la codicia de las riquezas, y haga que, alzando al cielo las manos libres y puras, le demos Gloria con toda nuestra vida. Hoy sentimos de nuevo el reclamo del Padre, si no se es capaz de administrar la riqueza terrena con justicia y fidelidad, ¿cómo se podrá ser capaz de administrar la verdadera riqueza que es la vida en Cristo, los dones espirituales y la salvación? La clave, que nos presenta la Palabra de Dios, es la capacidad de discerni- miento. La salvación pasa auténtica y eficazmente, cuando hay coherencia entre la gestión de las dos riquezas: la visible y la invisible. De otra manera, la gestión injusta de la primera, vaciará de sentido, de comprensión y de actuación la segunda. Jesús quiere discípulos llenos de Espíritu Santo y de sabiduría. Los quiere con aquella sabiduría fluida, clara, capaz de transformar en gracia de salvación y de redención, también, hasta lo más terrenal que exista. No quiere sabiduría rígida, estática, legalizada, prisionera de las normas viejas y antiguas. Esta clase de sabiduría no le gusta a Jesús. No es la del Espíritu Santo, no es su don; es una sabiduría humana, no divina. El patrón, alaba al administrador deshonesto, no por su deshonestidad, sino por su habilidad con la cual había pensado su futuro. Usa los bienes ajenos para procurarse un futuro sereno y sin inconvenientes de aquel momento que, a su juicio, ningún otro camino era viable para El. También Jesús quisiera alabar a sus discípulos, “los hijos de la luz”, por su sabiduría para alcanzar el Reino Eterno, con los bienes que no les pertenecen; porque todos los bienes de este mundo son del Señor y son solamente dados a ellos en uso, para poderse adquirir la vida eterna. Jesús hace caer en cuenta que, casi todos disfrutan de los bienes donados por Dios, dándoles a éstos, un uso que no es propiamente de vida eterna. A sus discípulos les falta la verdadera sabiduría. Sin embargo, han sido dotados, protegidos, armados de Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad, temor del Señor. Es el Espíritu que lo ha guiado a Él, el Mesías, y le ha hecho transformar en vida eterna también, hasta el polvo que se pegaba a sus sandalias, a lo largo del camino. La invitación de Jesús es clara, o sus discípulos sabrán transformar todo en vida eterna, hasta las suelas de sus sandalias, o el corazón se apegará a las cosas de este mundo y, entonces, para ellos será el fin; de las cosas del mundo, podrían ser devorados y consumidos, hasta llegar a ser idolatras. En pocas palabras, o libertad plena, o esclavitud plena. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Resaltar y presentar en una cartelera la frase que Jesús presenta hoy en el Evangelio “El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel”. 2. Se sugiere el Prefacio Dominical VII, Misal p. 389, ya que hace énfasis en la obediencia de Cristo que nos recuperó los dones que habíamos perdido por nuestra desobediencia. 3. Escoger los cantos que vayan en sintonía con las oraciones y los textos bíblicos de este día. 4. Tener presente que el martes 24, es el día de Nuestra Señora de las Mercedes y día nacional del recluso. Es oportuno promover la oración, la visita y la caridad para con los privados de la libertad y sus familias. Con tiempo podría prepararse la donación de kits para compartir con ellos y sus familias.