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Obispo electo de Barrancabermeja recibe Ordenación Episcopal
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En la Catedral Nuestra Señora de la Pobreza en la ciudad de Pereira, monseñor Ovidio Giraldo Velásquez, obispo electo de Barrancabermeja, recibió este 22 de julio la Consagración Episcopal, por imposición de manos, unción y oración consecratoria de monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira y quien actuó como ordenante principal.
En un emotivo saludo, el obispo electo inició agradeciendo a Dios el haberlo llamado al ministerio episcopal y el hacerlo participe del Colegio Apostólico. “En los prodigiosos designios divinos y en los benevolentes y sabios caminos eclesiales, hoy he recibido el orden del episcopado con el encargo y la esperanza de que sea para el júbilo de Dios, la santificación del pueblo cristiano y el bien de la humanidad; con la firme esperanza de que así será con el favor de la gracia divina y el apoyo del pueblo santo, y de mi parte con la voluntad de permanecer unido a Dios y a la Iglesia”
Así mismo pidió a Dios, Padre de misericordia, le conceda la gracia de “honrarlo con mi vida y mi palabra. También, con la vida y la palabra mostrar al mundo su bondad, su misericordia y su amor”.
El prelado mencionó cómo desde su adolescencia sintió el llamado de Dios a servir desde el sacerdocio, llevando el Evangelio a donde fuera posible y hoy dice “como en otros jubilosos momentos y de manera especial, el Señor me ratifica esta vocación y misión”.
“Al Espíritu Santo, presencia pura del amor divino, que siempre nos convoca para la verdad y al amor, le ofrezco la disposición de todo mi ser para que de manera constante e íntegra disponga de mí en orden a divisar y abrazar los designios del Padre y a llevar la buena nueva de Jesús en toda oportunidad”, apuntó.
Al recordar a su diócesis, donde fue incardinado como sacerdote, La Dorada-Guaduas, extendió un saludo a cada uno de los obispos, sacerdotes, religiosas y fieles laicos, quienes en su caminar por este territorio le ofrecieron su afecto y cariño. A todos ellos “mi perenne gratitud por lo mucho recibido y lo tanto aprendido en la fe y la misión”.
Igualmente, mostró gratitud al Papa Francisco por la designación al ministerio episcopal, expresando su profunda admiración y afecto. Al Nuncio Apostólico, monseñor Mariano Montemayor, expuso su complacencia por la atención con ocasión de su nombramiento, así como al Cardenal Marcos Ouellet, prefecto de la Sagrada Congregación para los obispos.
Ante monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira, se mostró agradecido por haberle permitido recibir su ordenación episcopal en esta sede, resaltando de él su acogida paterna, su testimonio pastoral y la pasión evangelizadora, materializada en la Red de Nueva Evangelización. “Gratitud que extiendo al presbiterio de Pereira, a los religiosos y fieles laicos de esta querida diócesis, donde siempre me he sentido hijo y hermano”.
A los miembros de la Red de Nueva Evangelización, de la cual fue director desde el año 2013 hasta su nombramiento como obispo, les demostró su gratitud, extendido este saludo al equipo del Secretariado. “En los señores obispos de la Red constaté que el episcopado colombiano tiene su corazón generosamente ofrendado a Jesucristo y este hecho es todo un evangelio que colma de vitalidad y esperanza la iglesia colombiana y los hace dignos de todo afecto filial y obediencia pastoral”.
No podía ser diferente la devoción y afecto demostrado hacia su familia, de quienes dice aprendió a conocer y a amar a Dios y al prójimo, ustedes dijo: “siguen siendo mi escuela de fe y caridad cristiana; siempre los necesitaré. Infinitas gracias, mamá. A papá, que Dios lo tenga en el lugar de los justos”. Igualmente reconoció la valiosa amistad de amigos, confesores, directores espirituales, benefactores, compañeros de misión y apostolado y comunidades parroquiales que a lo largo de su vida han estado presentes en su camino.
Al exaltar la figura de Santa María Magdalena, proclamada por la Iglesia católica como “apóstol de los apóstoles”, pidió su ayuda “para mantener los ojos y el corazón fijos en la Pascua del Señor y para llevar con incesante gozo el anuncio de la buena nueva de la salvación a propios y extraños (…) En Santa María Magdalena exalto la vida y la obra de las incontables y santas mujeres que siguiendo las huellas de la Madre del Señor han colmado nuestra vida de bendiciones y han embellecido la Iglesia”.
Al dirigirse al presbiterio de la diócesis de Barrancabermeja, religiosas, consagrados y fieles laicos, expuso que junto a María Magdalena, Jesús será “nuestro gozo, nuestro desvelo y nuestro tesoro, el tesoro que quiero compartir con todos ustedes a tiempo y a destiempo, con oportunidad o sin ella”.
Finalmente, encomendó su episcopado bajo el amparo amoroso de la Santísima Virgen y el bienaventurado patriarca San José. “En ti honro la multitud de varones justos y buenos que han enaltecido el pueblo de Dios”.
Respondiendo a los protocolos de bioseguridad establecidos ante la pandemia, el acto litúrgico contó con un reducido número de participantes, entre ellos: monseñor Hency Martínez Vargas, obispo de la Dorada-Guaduas y monseñor Luis Albeiro Cortés Rendón, obispo auxiliar de Pereira, quienes le acompañaron como primeros ordenantes y además un pequeño grupo de sacerdotes.
Obispos, sacerdotes, religiosos(as), agentes pastorales y bautizados de Colombia y el mundo, pudieron acompañar espiritualmente al obispo electo a través de la transmisión por redes sociales que la diócesis de Pereira originó y que fue replicada por distintas jurisdicciones e instituciones de Iglesia del país, como signo de unidad, comunión y alegría ante este importante momento para la Iglesia.
Fotos: Augusto Serna Arias.(Periódico La Verdad)
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Vie 28 Nov 2025
Del altiplano al pacífico nariñense: ordenan a monseñor Franklin Betancourt como obispo de Tumaco
Este jueves 28 de noviembre, en la Catedral San Pedro Mártir de Ipiales, y en medio de una solemne celebración que congregó a gran parte del episcopado del suroccidente colombiano y a tres obispos ecuatorianos, monseñor Franklin Misael Betancourt fue ordenado como obispo de la Diócesis de Tumaco.El acto, presidido por monseñor José Saúl Grisales Grisales, obispo de Ipiales, estuvo marcado por un llamado al servicio humilde y una profunda reflexión sobre el ministerio pastoral.En representación de la Comunidad de Presidencia, en la ceremonia estuvo presente el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja.Exhortación episcopal: monseñor Grisales describe la misiónEn una homilía que fue a la vez una exhortación paterna y un mapa espiritual para el nuevo ministerio, monseñor Grisales describió la misión que aguarda a monseñor Betancourt. Subrayó que su designación por el Papa León XIV es un “signo de afecto” que fortalece la comunión eclesial.Con claridad, definió el corazón de la tarea episcopal: “Recuerda, querido monseñor Franklin, que los que Dios pone delante de ti para que los cuides como padre y pastor, no te pertenecen. Son de Cristo, y Él los confía a tu cuidado pastoral”. Esta idea central se tradujo en varios desafíos concretos:- Guía para su presbiterio: Le encomendó un “amor especial y solícita atención” a sus sacerdotes, sus colaboradores inmediatos.- Opción por los pobres: Le instó a mantener “muy al corazón el cuidado de los más pobres y de aquellos que ven conculcados sus derechos”.- Arquitecto de paz: En un mensaje crucial para Tumaco, lo llamó a dedicarse con todas las fuerzas a la “arquitectura y artesanía de la paz”, buscando transformar las dinámicas de violencia y cultivar la concordia a través del diálogo y el perdón.- Humildad en el servicio: Grisales recordó a todos que la condición de obispo “no es fruto de méritos humanos, sino manifestación de la misericordia divina”, un llamado a la humildad que libera de “las vanas pretensiones y de caer en las redes de las grandezas humanas”.Finalmente, puso el ministerio del nuevo obispo bajo el amparo de la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de las Lajas, pidiendo para él obediencia, fidelidad y una solicitud materna por los más humildes."Aquí estoy, Señor": la respuesta agradecida del nuevo obispoCon emoción y un palpable sentido de gratitud, monseñor Franklin Misael Betancourt tomó la palabra, trazando un recorrido íntimo por su vocación. “Aquí estoy, Señor Jesús, como el leproso sanado que vuelve a dar gracias. Aquí estoy, como el hijo pródigo que recibe el abrazo del Padre”, inició su mensaje.Revivió los orígenes de su llamado, que brotó a los ocho años tras una Eucaristía en su pueblo natal: “María fue mi primer encuentro consciente con Cristo, un amor a primera vista”. Relató cómo, ese mismo día, le dijo a su madre que quería ser acólito. A pesar de la advertencia de que “no sería fácil”, su perseverancia lo llevó a acercarse al párroco, quien con una pregunta sencilla —“¿eres honrado?”— confirmó el primer sí de una vida de servicio.Hizo un sentido homenaje a sus formadores en el seminario, a sus padres —“que hoy descansan en la paz del Señor”— y a su madre Inés, a quien encontraba siempre “con el rosario en las manos” al regresar de sus labores pastorales. Dirigiéndose a los futuros sacerdotes que formó, les dejó una convicción: “Vale la pena gastar la vida sirviendo a Dios y a los hermanos. Vale la pena cargar la cruz de Cristo”.Al dirigir su mirada a Tumaco, sus palabras transmitieron un amor anticipado y una confianza inquebrantable: “Mi mente aún no los conoce, mi corazón ya los ama porque Cristo me los ha confiado como hijos y hermanos”. Pidió oraciones para ser un “santo Pastor” y cerró su intervención refiriéndose a su lema episcopal, “Ven, Santo Espíritu”, como la fuerza que iluminará y hará fructificar su servicio.La posesión en TumacoLa posesión canónica de monseñor Franklin Misael Betancourt como Obispo de Tumaco está programada para el 11 de diciembre de 2025. Se llevará a cabo en la Catedral San Andrés de Tumaco.
Mié 26 Nov 2025
Papa León XIV nombra nuevo obispo para la Diócesis de San José del Guaviare: Pbro. Jesús Alberto Torres Ariza
El Papa León XIV nombró al sacerdote Jesús Alberto Torres Ariza, hasta ahora Vicario de Pastoral de la Diócesis de Valledupar, como nuevo obispo de la Diócesis de San José del Guaviare.Con esta designación, el padre Torres Ariza se convierte en el quinto obispo de esta Iglesia particular del nororiente amazónico colombiano y sucede en el cargo a monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, quien fue trasladado por el Papa Francisco a la Diócesis de Pereira el 4 de octubre de 2024. Desde el 6 de diciembre del mismo año, la sede venía siendo administrada por el padre Edgar Liévano Labrador, como Administrador Diocesano designado por el Colegio de Consultores.Perfil del nuevo PastorEl padre Jesús Alberto Torres Ariza nació en Urumita (Cesar), territorio de la Diócesis de Valledupar, el 6 de junio de 1975. Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Juan Pablo II de Valledupar, donde fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 2003.Su formación se enriqueció con una Licenciatura en Misionología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2011) y una Licenciatura en Ciencias Religiosas en la Universidad Javeriana de Bogotá.A lo largo de más de dos décadas de ministerio sacerdotal, ha desarrollado una sólida y extensa labor pastoral en la Diócesis de Valledupar, desempeñándose en cargos de gran responsabilidad como:-Párroco en diversas comunidades, entre ellas, "Santa María Madre y Reina de la Paz", su último encargo.-Vicario de Pastoral y Delegado Episcopal de Pastoral Social.-Director del Banco de Alimentos.-Rector del Colegio "El Carmelo".- Delegado de Pastoral Educativa e Indígena.-Profesor de Teología Pastoral y Misionología en el Seminario Diocesano.-Miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores.Una Diócesis con vocación misioneraLa Diócesis de San José del Guaviare, erigida canónicamente en el año 2000, es heredera de una rica historia evangelizadora que se remonta a las misiones de jesuitas y carmelitas en el siglo XVII. Su labor, continuada por los Monfortianos y los Misioneros de Yarumal, ha estado marcada por el acompañamiento a las comunidades en un territorio de gran diversidad étnica y complejos desafíos sociales.En la actualidad, la Diócesis cuenta con una estructura pastoral robusta que incluye dos vicarías foráneas y 18 parroquias, tanto urbanas como rurales. Su acción se centra en la evangelización, la educación a través de la contratación de sedes educativas, la promoción de alternativas productivas, el acompañamiento a poblaciones vulnerables y una intensa labor a favor de la reconciliación y la paz.Con esta designación, la Iglesia en Colombia recibe un nuevo obispo cuya amplia experiencia en territorios multiculturales y en la gestión pastoral será un valioso aporte para guiar a la comunidad de San José del Guaviare en este nuevo capítulo de su historia pastoral.
Vie 14 Nov 2025
Iglesia acompañó a sobrevivientes de Armero con mensaje de fe y esperanza durante acto conmemorativo a 40 años de la tragedia
Bajo el sol inclemente que baña la llanura donde alguna vez estuvo Armero, cientos de sobrevivientes, familiares de las víctimas y autoridades se congregaron este 13 de noviembre para conmemorar los 40 años de una de las mayores tragedias naturales de Colombia. En un acto de profundo recogimiento, la Iglesia acompañó el duelo con un mensaje de fe, esperanza y memoria.La Eucaristía, celebrada poco antes del mediodía frente a la cruz gigantesca que se erige como símbolo del lugar, fue el acto espiritual central de la jornada conmemorativa. Presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, en representación del Papa León XIV, contó con la presencia de una significativa delegación eclesiástica. La acompañaron monseñor Orlando Roa Barbosa, Arzobispo de Ibagué; monseñor José Luis Henao Cadavid, obispo de la Diócesis de Líbano-Honda, a la que pertenece Armero; y monseñor Hency Martínez Vargas, obispo de la Dorada-Guaduas. También participaron en la Misa todos los sacerdotes de Líbano-Honda y algunos de la Arquidiócesis de Ibagué, donde hoy residen muchos de los armeritas sobrevivientes.Homilía: Un mensaje de fe frente al misterio del dolorEn su homilía, monseñor Rudelli transmitió la cercanía del Papa León XIV y la de toda la Iglesia universal con las víctimas y los sobrevivientes. Frente a la inmensidad del dolor, reconoció que la tragedia “nos interroga” y “quizás ha puesto a prueba la fe de muchos”. Ante la pregunta “¿Dónde estaba Dios en ese día?”, que muchos se la han hecho por años, el Nuncio ofreció una reflexión desde la fe: “No hay respuestas sencillas y superficiales. Sin embargo, la fe nos dice que en ese día Dios estaba con esos hermanos nuestros y ha permanecido con ellos”.Argumentó que, en el misterio pascual, Cristo quiso compartir toda la condición humana, incluyendo la muerte y la sepultura, “esa condición que desde hace 40 años viven los cuerpos de estos hermanos y hermanas nuestros”. “Cristo quiso vivir esa condición (…) para que nadie pudiera pensar que exista un lugar donde el amor de Dios no puede alcanzar”, afirmó, asegurando que el amor de Cristo sí alcanzó a cada una de las víctimas desde el primer momento.Finalizó su homilía con un llamado a mirar al futuro con esperanza, invitando a construir “vidas entregadas a sus seres queridos, hogares en los que reine el amor (…) un país donde vivamos en paz”, y leyendo la conmovedora oración que San Juan Pablo II elevó en este mismo lugar en 1986.Mensaje de los obispos colombianos: Memoria agradecida y resilienciaAl final de la liturgia, el padre Martín Sepúlveda Mora, director de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), leyó un mensaje oficial dirigido a la comunidad diocesana y a todos los afectados. En nombre de la Presidencia de la CEC, el documento expresa un “solidario y fraterno saludo en esperanza cristiana”.El mensaje hace “memoria, con devoción y respeto”, de las víctimas, recordando también las palabras de Juan Pablo II, quien dijo que los fallecidos “cayeron como trigo en las entrañas de la tierra para germinar en la resurrección de los muertos”. Asimismo, reconoce “el vivo testimonio de las personas que lograron sobrevivir”, de quienes se ha aprendido que “el amor es más fuerte que la muerte”, destacándolas como un “ejemplo vivo de resiliencia y fortaleza”.El obispo local: Armero, un camposanto que irradia esperanzaEn declaraciones posteriores a la conmemoración, monseñor José Luis Henao Cadavid, obispo de la diócesis que acoge el territorio de Armero, enfatizó el papel de la Iglesia como acompañante. “Llegamos con un mensaje de esperanza, animarnos y fortalecernos en la fe y ayudarlos a sentir esa presencia viva de Dios”, afirmó.Un Parque para la Memoria: la reconstrucción de la parroquia San LorenzoPrevio a la ceremonia, los prelados, junto al Nuncio Apostólico, realizaron un recorrido por la primera fase del Parque Jardín de la Vida, un proyecto adelantado por la Gobernación del Tolima que cumple con la Ley de Honores 1632 de 2013. Acompañados por el arquitecto encargado y representantes de la Gobernación, constataron los avances centrados en la reconstrucción y restauración de las ruinas de la antigua parroquia de San Lorenzo, símbolo de fe y punto de encuentro de la comunidad antes de la tragedia.Las obras se concentraron en habilitar el espacio, respetando escrupulosamente su estructura original. “Lo que se hizo allí fue habilitar ese espacio, cuidar cada pedazo de baldosa, cuidar cada pedazo de la memoria, recuperar el púlpito y, desde el punto de vista arquitectónico, tratar de encontrar un elemento que entrelace la naturaleza con la memoria histórica”, explicó Alexander Castro, Secretario de Turismo del Tolima.El objetivo es convertir estas ruinas, ahora consolidadas e integradas en un paisaje de respeto y espiritualidad, en un destino de turismo religioso y de memoria histórica que permita un nuevo renacer para Armero.Sobre esta obra, monseñor Cadavid afirmó que busca “cuidar y organizar el espacio del presbiterio” donde actualmente se celebra la Eucaristía cada sábado. El objetivo, explicó, es que “siga siendo un lugar de encuentro, un lugar de paz, un lugar de recogimiento y de oración”. Reafirmando el mensaje de esperanza, citó la frase que la comunidad ha hecho suya: “Armero vive es un lugar camposanto desde el que cada año se irradia ese mensaje de esperanza”.Pétalos y esperanza para ArmeroLa jornada concluyó con un simbólico homenaje aéreo, donde un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana sobrevoló el área para lanzar una lluvia de pétalos de rosa, un acto que, año tras año, marca el cierre de la conmemoración y ofrece un momento esperanza y recuerdo en medio del dolor.Vea los momentos más destacados de la jornada a continuación:
Vie 14 Nov 2025
El Papa León XIV nombra nuevo obispo para la Diócesis de Vélez: Pbro. José Camilo Arbeláez Montoya
El Santo Padre León XIV ha designado al padre José Camilo Arbeláez Montoya, del clero de la Arquidiócesis de Medellín, como nuevo obispo de la Diócesis de Vélez, en el departamento de Santander. El nombramiento, anunciado este viernes por la Santa Sede, pone fin a un período de sede vacante que se extendía desde abril de 2023.El padre Arbeláez Montoya, nacido en Bogotá el 18 de junio de 1961, fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1995 e incardinado en la Arquidiócesis de Medellín. Su perfil académico es notablemente diverso: es Médico Veterinario por la Universidad de Antioquia, Teólogo por la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de Medellín, y posee licenciaturas en Teología Moral por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en Estudios Bíblicos por la Universidad de Antioquia.Trayectoria pastoral y académicaA lo largo de casi tres décadas de ministerio sacerdotal, el padre Arbeláez ha acumulado una amplia experiencia en labores pastorales, de formación y de administración. Entre los roles pastorales más destacados se encuentran:Formación:Se desempeñó como Vicerrector del Seminario Menor de Medellín (1996) y posteriormente como Rector del Seminario para Profesionales “Juan Pablo II” (2011-2014).Gobierno arquidiocesano:Ejerció como Vicecanciller de la Arquidiócesis de Medellín (2011-2014) y fue miembro del Consejo Presbiteral (2016-2019).Pastoral parroquial:Ha servido como párroco en varias comunidades, entre ellas, San Andrés Apóstol, Nuestra Señora de Lourdes, La Niña María y, más recientemente, La Visitación (2021-2025).Capellanías y asesorías:Fue capellán en instituciones de la UPB y asesor arquidiocesano y nacional de la Renovación Carismática Católica por un período de diez años.Servicio en Roma:Durante sus estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana (1998-2000), también fungió como Director de la Casa de Estudios de la Arquidiócesis de Medellín en la capital italiana.Adicionalmente, ha presidido la Fundación “Pan y Paraíso” desde el año 2001, institución que tiene como misión atender a las necesidades de los niños de comunidades vunelrables, desarrollando programas de alimentación y atención espiritual.Sucesión en la Diócesis de VélezEl padre José Camilo Arbeláez Montoya sucederá en la sede episcopal de Vélez a monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, quien fue trasladado por el Papa Francisco a la Diócesis de Neiva el 14 de abril de 2023. Durante estos casi dos años de transición, la administración de esta diócesis santandereana estuvo a cargo del padre José Ricardo Santos Rodríguez, en calidad de Administrador Diocesano.