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Tumaco conmemora 118 años del Milagro Eucarístico que lo salvó de la tragedia
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Por estos días, en el suroccidente de Colombia, concretamente en el departamento de Nariño, la Iglesia y los habitantes de San Andrés de Tumaco conmemoran el aniversario número 118 del único Milagro Eucarístico hasta ahora registrado en el país: "El Milagro de la Ola’. Un acontecimiento sin precedentes que el 31 de enero de 1906, desafió por completo la naturaleza, salvó múltiples vidas y arraigó profundamente la fe de los habitantes de esta "Perla del pacífico nariñense", como es conocido el municipio.
“Tumaco es la única ciudad, el único lugar en el mundo donde Dios, con su dedo, supo tocar sus aguas para bendecirlas. Las aguas de Tumaco son sanadoras, las aguas de Tumaco tienen el milagro patente del poder de Dios”, así lo expresa, con contundencia y fe desbordante, el padre Hevert Lizcano Quintero, fraile de la Orden de los Carmelitas Descalzos que ha liderado un importante trabajo de investigación y documentación sobre este milagro.
Hoy, junto a la conmemoración del hecho mediante diversas actividades espirituales, culturales y educativas convocadas por la Diócesis de Tumaco, en articulación con otros actores institucionales, los habitantes siguen elevando súplicas a Dios por su territorio. Esta vez, no bajo la amenaza de un episodio natural, sino por el cese de la violencia y el abandono institucional que muchos allí padecen.
“La gran festividad de todas las comunidades de nuestras parroquias y en cada una de las parroquias también se hicieron momentos de oración, momentos de súplica al Señor, ya para que esa ola no sea, no es hoy la ola de las del mar, sino la ola de la violencia, de la corrupción, del abandono. También para que nuestros pueblos sean mirados con misericordia, sean mirados con benevolencia y podamos transformar esos territorios del pacífico nariñense”, afirma al respecto monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de la Diócesis de Tumaco.
La amenaza de un catastrófico episodio natural y la búsqueda de ayuda espiritual
En la mañana de aquel 31 de enero de 1906, mientras un movimiento sísmico de enormes proporciones (8.8 de magnitud, el más grande que Colombia ha experimentado) arrasaba ya con poblaciones vecinas a Tumaco, ubicadas en la frontera entre Colombia y Ecuador), un devastador tsunami anunciaba su llegada a la isla nariñense.
Los tumaqueños, atemorizados por la situación, deciden dirigirse al templo parroquial para pedir la ayuda de fray Gerardo Larrondo, párroco de Tumaco, y de fray Julián Moreno, su vicario parroquial, dos religiosos de la Orden de los Agustinos Recoletos que se encontraban de misión allí desde 1899, por encargo de monseñor Ezequiel Moreno, hoy venerado como santo en la Iglesia Católica.
Aunque los frailes no entendían muy bien la situación, ni dimensionaban el peligro, como los lugareños nacidos junto a estas aguas, animan al pueblo para acudir y confiar en el incomparable poder de Dios. “Vamos, hijos, vamos hacia la playa y que Dios se apiade de nosotros”, fue la expresión que usó fray Gerardo para emprender la procesión de todos hacia la playa.
“Inmediatamente fray Gerardo consumió todas las hostias que estaban en el Sagrario y, movido por la fe de toda la comunidad, lleva la Hostia Magna hacia la playa y junto con todos va orando, dirigiéndose a esta pared de agua que venía con una velocidad de 300 kilómetros por hora, según los investigadores y especialistas en temas de tsunami”, narra fray Hevert Lizcano.
El acto de fe en la playa y el instante de la intervención divina
“Todos se colocan ahí, frente a la playa, observan la pared de agua y fray Gerardo, que tiene confianza en Dios, que sabe que Jesús tiene autoridad sobre los espíritus, sobre los demonios y sobre las tormentas, eleva la hostia ante este Tsunami y hace la señal de la cruz. Inmediatamente, esta pared de agua lo único que hace es desvanecerse y llegar hasta la cintura de toda la población y especialmente la cintura de estos dos frailes”, agrega el padre Lizcano.
“¡Milagro, milagro!”, grita tras este hecho fray Julián Moreno.
Así, impresionados y entre lágrimas de gratitud hacia Dios por haberlos protegido, los miembros de la comunidad, con Jesús Sacramentado, caminan en procesión por la orilla de la playa, hasta llegar al templo. Allí culminan con la celebración de la Sagrada Eucaristía.
De acuerdo con la tradición católica, un Milagro Eucarístico implica manifestaciones sobrenaturales en relación con la Eucaristía, generalmente asociadas a la transformación milagrosa del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. La Iglesia ha reconocido como tal este importante hecho.
El arraigado fervor católico en Tumaco y la visita papal
“¿Qué es lo que hace la comunidad? Busca a Dios a través de sus ministros, a través de los dos sacerdotes que estaban. Y sale con esa presencia eucarística. Entonces, eso evidencia como nuestros pueblos son profundamente eucarísticos. La Eucaristía está en el corazón de nuestras comunidades y hoy queremos seguir fortaleciéndolo”, explica monseñor Olave.
Sin duda, este Milagro Eucarístico entretejió en Tumaco un lazo de fe que ha perdurado con el paso del tiempo, consolidando el fervor de su población y respaldando el trabajo de la Iglesia Católica en el territorio. No en vano, ochenta años después, esa población recibió la visita del papa Juan Pablo ll.
Celebración y eventos conmemorativos de los 118 años
Desde 1906, cada año, el pueblo tumaqueño se reúne para agradecer por este inolvidable hecho de intervención divina. Así, renueva la promesa de preservar esta herencia espiritual que ha forjado su identidad. La Eucaristía, sostenida por fray Gerardo en aquel momento crucial, sigue siendo el principal protagonista.
Por estos días, la Diócesis de Tumaco, pastoreada por monseñor Orlando Olave Villanoba, convocó una serie de actividades conmemorativas, entre ellas, espacios de adoración al Santísimo en todas las parroquias, conciertos musicales y charlas educativas. Además, un conversatorio sobre el documental "El Milagro Eucarístico de la ola”, producción audiovisual que fue estrenada hace un mes en plataformas digitales y cuya dirección estuvo a cargo del padre Hevert Lizcano.
El libro y el documental que reviven el hecho e inspiran la fe
“Nosotros, como pacífico nariñense y casi todo el pacífico, tenemos un gran valor por la narración oral. No existía nada hecho en Tumaco, salvo distintos videos que publicados en YouTube y en otras plataformas que contaban este milagro. Y lo que hicimos fue desde un libro, reconstruir esta historia, reconstruirla, narrarla a través de distintas voces, de las voces, desde la teología, desde la experiencia comunitaria, desde la experiencia de fe, desde la experiencia científica y de la experiencia histórica”, afirma el obispo.
Como lo refiere monseñor Orlando, este documental está basado en el libro titulado “Milagro Eucarístico de la ola de Tumaco, 1906”, escrito también por el padre Hevert. El texto fue presentado a nivel local el 27 de diciembre de 2023. Desde ese momento el texto ha tenido una acogida muy positiva, pues mientras relata el acontecimiento, inspira a sus lectores a encontrar la fortaleza necesaria para enfrentar los desafíos de la vida, de la mano de Cristo.
“Para poder llegar a esta compilación tuvimos que investigar en archivos eclesiásticos, en bibliotecas, tuvimos que hacer conversatorios con las personas mayores de Tumaco para poder entregar este documento que servirá para la historia y servirá como un testigo de lo que aconteció...Este libro ha tenido una aceptación muy grande en el tumaqueño, porque tiene la posibilidad de mostrarlo con orgullo, tiene la posibilidad de decir que ha nacido en un territorio donde aconteció un milagro tan grande y tan bello como el milagro eucarístico”, comenta el Carmelita Descalzo.
El joven Beato que registró el Milagro
Este trascendental acontecimiento también fue documentado por el Beato Carlo Acutis, quien creó una exposición con una amplia variedad de fotografías y descripciones históricas, a través de las cuales narra los principales milagros eucarísticos que ocurrieron a lo largo de los siglos en varios países del mundo y que han sido reconocidos por la Iglesia.
La misión decidida de la Iglesia en Tumaco
Pese a los múltiples desafíos que persisten hoy en San Andrés de Tumaco, marcados por factores como los cultivos de uso ilícito, el conflicto armado, la desigualdad, la corrupción y el abandono institucional, hoy la Iglesia en Tumaco continúa empeñada en su misión de acompañar a sus comunidades con el mensaje del Evangelio, brindándoles apoyo espiritual y social permanente; siendo un faro de esperanza en medio de las adversidades, como en aquel entonces lo hizo ‘El Milagro de la Ola’.
Vea la nota audiovisual sobre este acontecimiento y su conmemoración:
Escuche la pieza radial que narra el acontecimiento:
Vea el documental producido por la Diócesis de Tumaco y la Orden de Carmelitas Descalzos:
Vie 5 Dic 2025
Antes crisis humanitaria, el Cauca lanzará un SOS humano y luminoso por la paz este 7 de diciembre
Ante el agravamiento de la crisis humanitaria, el Cauca emitirá un clamor colectivo este domingo 7 de diciembre. La Arquidiócesis de Popayán, en unión con administraciones municipales, cabildos indígenas, consejos comunitarios afrodescendientes y organizaciones sociales, convoca para este 7 de diciembre el “Día Blanco por la Paz del Cauca”, una acción ciudadana masiva que busca visibilizar la emergencia y exigir protección para la vida.La jornada se centrará en dos actos simbólicos. A las 10:00 a.m., en puntos estratégicos (parques principales) de cerca de 20 municipios, cientos de personas formarán con sus cuerpos las letras “SOS Cauca", creando una imagen aérea contundente de auxilio. Al anochecer, el llamado se volverá íntimo: cada hogar encenderá una vela o luz blanca como símbolo de esperanza y protección familiar.Un mensaje ciudadano para Colombia y el mundoAunque está animado por la Iglesia, el “Día Blanco por la Paz” será una acción principalmente comunitaria. No representa solo una alerta, sino una afirmación de la vida y del tejido social que resisten: un “SOS humano, comunitario y luminoso” que busca interpelar al país y al mundo sobre la urgencia de proteger a habitantes y sus territorios.Un llamado pastoral a romper la indiferenciaEl arzobispo de Popayán, monseñor Omar Sánchez Cubillos, describió el sentido urgente de esta movilización. “Hay momentos en la vida en que necesitamos gritar, pedir auxilio, decir socorro”, afirmó.Su convocatoria es un llamado a la unidad trascendente: “Sintámonos todos parte de este departamento, hermanos entre sí”. El objetivo de esta movilización también es, según sus palabras, “romper la indiferencia” y encontrar “la motivación de sentir compromiso en la construcción de paz”.Un “grito” simbólico ante una crisis que sigue cobrando vidasEste SOS responde a la grave situación documentada por la Defensoría del Pueblo en un informe presentado el pasado mes octubre,“Cauca: Voces que resisten”, que califica la coyuntura como “la continuidad de una grave crisis humanitaria”. El informe reporta para el último año 18 masacres (69 víctimas) y más de 800 homicidios, hechos que identifica como mecanismos de intimidación para forzar desplazamientos. La entidad mantiene cerca de 30 alertas tempranas activas en el departamento, advirtiendo sobre riesgos extremos para comunidades étnicas, líderes sociales y la población civil en general.Una semilla que ya echó raíces: el anticipo de Santander de QuilichaoEl clamor ya comenzó a resonar. Este 3 de diciembre, la Alcaldía, la Iglesia y la comunidad del municipio de Santander de Quilichao realizaron un lanzamiento anticipado, enviando un mensaje firme: “Es momento de que el Gobierno Nacional ponga su mirada en nuestro territorio con inversión social y una agenda clara de paz". Desde allí se exigió a los actores armados: “Respetar a la población civil, que no puede seguir siendo víctima de una guerra que no le pertenece”.Vea a continuación el mensaje del Arzobispo de Popayán:
Jue 4 Dic 2025
Papa León XIV nombra Vicario Apostólico de Leticia: Pbro. John Mario Mesa Palacio
El Papa León XIV nombró al padre John Mario Mesa Palacio, sacerdote de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, como nuevo Vicario Apostólico de Leticia. El padre Mesa, quien desde enero de 2025 se desempeñaba como Director del Departamento de Lugares Eclesiales para la Vivencia de la Comunión de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), había sido también designado por los obispos como animador del Equipo Sinodal Nacional. Ahora sucederá a monseñor José de Jesús Quintero Díaz, quien desde el año 2001 venía pastoreando el Vicariato.Trayectoria del nuevo obispoSe trata de un sacerdote con más de tres décadas de ministerio. La trayectoria de su servicio revela un liderazgo versátil y un profundo compromiso con la formación y la pastoral comunitaria.- Formación y ordenación: Nacido el 8 de junio de 1966 en el municipio de Belmira (Antioquia). Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Diocesano "Santo Tomás de Aquino" de Santa Rosa de Osos y obtuvo una Licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Fundación Universitaria Católica del Norte de la misma ciudad. Fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1993.- Trayectoria pastoral: Su servicio ha cubierto diversos ámbitos de la vida diocesana. Fue rector del Seminario Diocesano "Santo Tomás de Aquino" entre 2020 y 2022, y anteriormente se desempeñó como vicario de pastoral de la diócesis. Tuvo una amplia experiencia como párroco en municipios antioqueños como Vegachí, Yarumal y Donmatías, y dirigió el Equipo Nacional del Servicio de Animación Comunitaria (SEDAC) de 2010 a 2015.- Servicio nacional: Desde enero de 2025, dirigía el Departamento de Lugares Eclesiales para la Vivencia de la Comunión de la CEC, donde, según una entrevista, su enfoque era "articular y fortalecer la vivencia de la comunión eclesial y la sinodalidad como un 'caminar juntos'".Un desafío misionero en la AmazoníaEl Vicariato Apostólico de Leticia es una jurisdicción territorial de carácter misionero. A diferencia de un obispo diocesano, el Vicario Apostólico ejerce su autoridad como representante directo del Papa. Su historia está marcada por importantes momentos como:- Origen Capuchino: La evangelización del territorio fue confiada a los Frailes Menores Capuchinos de la Provincia de Cataluña en 1904. La Prefectura Apostólica de Leticia se creó el 8 de febrero de 1951, siendo monseñor Marceliano Eduardo Canyes Santacana su primer Prefecto.- Vinculación con Santa Rosa de Osos: Desde 1989, la administración del territorio fue encomendada a la Diócesis de Santa Rosa de Osos, lo que establece el vínculo histórico se servicio y colaboración entre ambas jurisdicciones eclesiásticas.- Creación como Vicariato: Fue elevado a Vicariato Apostólico el 23 de octubre del año 2000. El 7 de abril de 2001, el Nuncio Apostólico de aquel entonces, monseñor Beniamino Stella, proclamó la erección canónica y dio posesión a su primer Vicario Apostólico, monseñor José de Jesús Quintero Díaz.Contexto y relevancia del nombramientoEste nombramiento ocurre en un contexto eclesial que sigue buscando caminos hacia la sinodalidad convocada por el Papa Francisco. Precisamente, el padre Mesa fue designado hace menos de un año para un cargo nacional en la CEC, dedicado a fomentar esta visión comunitaria. Desde entonces, expresó que su trabajo no se limitaba a estructuras físicas, sino que involucraba "a las personas, es decir, a las comunidades que las conforman". Desafío que, posiblemente, inspirará ahora su misión episcopal en la Iglesia en la Amazonía colombiana.
Mar 2 Dic 2025
Conferencia Episcopal presenta la segunda edición de ‘Actualidad Teológica’ con artículos investigativos que responden a desafíos sociales y eclesiales
La Comisión de Doctrina y el Departamento de Doctrina de la Conferencia Episcopal de Colombia presentan la segunda edición del boletín Actualidad Teológica, una iniciativa que busca promover el diálogo entre la teología y los desafíos actuales de la sociedad.Esta entrega reúne siete artículos presentados durante el Coloquio Internacional de Estudiantes y Profesores de Teología, realizado el 22 y 23 de octubre de 2025, en la Universidad Santo Tomás de Aquino, en Bogotá, en articulación con TeoRed, la Red de Facultades de Teología del país.Cuatro de los artículos fueron escritos por docentes de distintas facultades de teología y tres por estudiantes de pregrado y posgrado de diferentes universidades del país.Dignidad de la creación y desafíos éticosEl boletín abre con el artículo Dignidad Animal en la Revelación Bíblica: Un desafío actual, escrito por Kelly Alejandra Tejada Espinosa, estudiante de la Fundación Universitaria Seminario Teológico Bautista. La autora plantea una revisión ética desde la fe frente al trato dado hoy a los animales, partiendo de la Escritura. En su texto, afirma que “la conexión bíblica con los animales provee elementos teológicos que sostienen la dignidad y el valor como criaturas de Dios”, por lo que propone avanzar hacia “un veganismo flexible como praxis en concordancia ética, sin sugerir el veganismo como fin en sí mismo sino como resultado del discipulado y la mayordomía” (gestión responsable de recursos).Complementando esta reflexión ecológica, el artículo Fe y Medioambiente: La respuesta de la Iglesia Católica desde su Doctrina Social, de Jenny Katherine Jiménez Cuesta (Universidad San Buenaventura), destaca que la Iglesia es un actor con autoridad moral en la transformación de la relación humana con el planeta. Su investigación subraya que el desarrollo del magisterio en esta materia ofrece “una acción comprometida, concertada y sostenida en el tiempo” basada en la ecología integral.Teología, cuidado y espiritualidad liberadoraEn clave social, el aporte de María Alejandra Alvarado Navarrete (docente de la Universidad Santo Tomás y de la Pontificia Universidad Javeriana), titulado Teología y salud: Desafíos para la construcción del cuidado y la consolidación de la esperanza en las mujeres que sufren, analiza la experiencia espiritual de mujeres cuidadoras de familiares dependientes de sustancias psicoactivas. El estudio revela que “la fe aparece como espacio de ambivalencia, pero también como posibilidad emancipadora”, al poder convertirse en un motor de protección y dignificación de quienes acompañan procesos de adicción en sus hogares.Diálogo interreligioso y diversidad eclesialEl sacerdote jesuita José Yamid Castiblanco, docente de la Pontificia Universidad Javeriana, presenta El documento sobre fraternidad humana: impacto y desafíos para el diálogo interreligioso, donde profundiza en el texto firmado en 2019 por el papa Francisco y el gran imán Ahmed Al-Tayeb. A su juicio, este documento es “una semilla de esperanza, un signo profético para la paz y la convivencia en un mundo plural”.En ese mismo horizonte, Estiven Valencia Marín (UTP – UCP) reflexiona sobre la pluralidad al interior y fuera de la Iglesia en Apertura ecclesiæ mundum. Allí sostiene que la diversidad de sensibilidades debe asumirse como “una apuesta de la misma Iglesia Católica para la construcción de una sociedad cada vez más justa y solidaria”.Aportes desde la historia y la cultura bíblicaEl docente Alejandro de Jesús García Durán (Unicervantes) revisa críticamente la figura de Arrio en La reivindicación de Arrio. El “mito” del archihereje creado por la ortodoxia, destacando que la imagen del teólogo alejandrino debe ser leída “de manera más serena e imparcial”, a la luz de nuevas investigaciones patrísticas que buscan situarlo en su propio contexto histórico.Cierra esta edición de Actualidad Teológica, el artículo titulado Uso de lo “bíblico” como adjetivo: hermenéutica cultural y bíblica en dos casos contemporáneos, de Fabián Rico Virgüez (profesor de la Universidad Santo Tomás y de la Uniminuto), quien analiza el uso del término “bíblico” en contextos seculares como la música y el deporte. El autor plantea la necesidad de un “desplazamiento epistemológico” para comprender cómo la cultura “reapropia y resignifica lo bíblico” sin referencia directa a la autoridad religiosa.
Lun 1 Dic 2025
La Vida Consagrada: claves de sinodalidad y esperanza en el último episodio de ‘Diálogos en el Atrio’
En medio de un diálogo sencillo que entreteje la reflexión teológica con la experiencia vivida desde su propia vocación, la hermana Gloria Liliana Franco Echeverri, religiosa de la Compañía de María, quien durante ocho años presidió laConfederación Latinoamericana de Religiosos, fue la invitada especial del octavo episodio de 'Diálogos en el Atrio', el videopodcast producido por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).El episodio, lanzado el pasado viernes 28 de noviembre, explora el papel profético de la vida consagrada en el contexto de la sinodalidad, destacándola no como una institución estática, sino como una fuerza dinámica llamada a ser "la centinela vigilante de las llamadas del Espíritu", tal como lo definen el Papa Francisco y los documentos sinodales.Una misión que se ejerce "con", no "por"Uno de los ejes centrales de la conversación con la 'madre sinodal' fue el cambio de paradigma en la misión. La hermana Franco señaló que la labor de la Iglesia y, específicamente, de la vida religiosa, ha evolucionado: "La misión ya no es algo que se hace 'por' los demás, sino 'con' los demás". Esta afirmación, basada en su experiencia en el Sínodo de la Amazonía (2019) y en el de la Sinodalidad, subraya una eclesiología de acompañamiento y humildad, donde el aprendizaje es mutuo.Este enfoque requiere, según sus palabras, una actitud de descalzarse. "Descalzarnos ante el misterio de la vida, descalzarnos ante la tierra sagrada del otro, descalzarnos ante los dolores de nuestro pueblo", explicó, utilizando una poderosa metáfora bíblica para invitar a una escucha humilde y respetuosa.Tres lecciones concretas: lo que la Iglesia puede aprender de la vida consagradaLa hermana Gloria Liliana Franco señaló tres aprendizajes concretos que las parroquias, diócesis y otras comunidades pueden tomar de la vida consagrada para aplicar la sinodalidad:1. Una espiritualidad encarnada: "No hay sinodalidad sin una profunda espiritualidad que la sostenga", afirmó. Explicó que no se trata solo de orar más, sino de cultivar una espiritualidad que "lea la realidad a la luz del Evangelio" y escuche los clamores del pueblo.2. La fraternidad como fundamento: Subrayó la necesidad de "ser radicalmente hermanos y hermanas", acogiendo la diferencia sin miedo y entendiendo al otro no como una amenaza, sino como un regalo.3. La misión compartida: Enfatizó que en la vida religiosa se "discernimos, planeamos y servimos juntos", un estilo que puede inspirar a las comunidades donde a veces persiste la distancia entre sacerdotes, laicos y religiosos.Para ilustrar este camino, compartió la experiencia significativa de la "Casita Sinodal", una iniciativa de la Orden de la Compañía de María en Bogotá, llamada Ruah, que forma a niños de 5 a 9 años del barrio Lomitas, un barrio periférico de la ciudad, en prácticas de sinodalidad."No se trata de debatir o de convencer al otro", describió, "sino de escuchar, discernir y dejar que el Espíritu hable en medio de nosotros". Esta práctica, promovida también por el Papa, ejemplifica cómo crear ambientes donde todas las voces cuenten.Los tres pilares de la vida consagrada hoyDurante este ‘Diálogo en el Atrio’, la religiosa delineó con precisión los desafíos y la identidad de la vida consagrada en el continente, presentando un trinomio articulador: debe ser mística, misión y profecía. "Existimos para eso", afirmó, destacando que la auténtica profecía no se limita al discurso, sino que se encarna en un estilo de vida que hace visible el Reino de Dios mediante la opción por los pobres y la construcción de comunión.En un mundo afectado por la división y la polarización, la hermana Franco destacó que las comunidades religiosas están llamadas a ser signos de comunión, demostrando que es posible vivir la diversidad en unidad. "La vida consagrada está llamada a mostrar que es posible pensar distinto y seguir siendo hermanos", señaló.La coversión en la sinodalidadEl diálogo también profundizó en el significado práctico de la sinodalidad. Para la invitada, este proceso va más allá de las reuniones; es una conversión del corazón que pasa por una necesaria conversión a la escucha y que ayuda a transformar estructuras y procesos, como lo señaló el Documento Final del Sínodo. Aprendido en la vida comunitaria, para la hermana Gloria este caminar juntos implica transformar el ejercicio de la autoridad en servicio, discernir en conjunto y reconocer los dones de cada miembro del Pueblo de Dios.La religiosa conectó esta conversión sinodal con una reforma auténtica de la Iglesia, la cual, en palabras del Papa Francisco que ella citó, comienza con una "reforma del corazón" para luego reflejarse en las instituciones. "Cuando cada uno de nosotros decide vivir el Evangelio con más coherencia...Ahí empieza la verdadera reforma", concluyó.El episodio completo, "Sinodalidad y Vida Consagrada: profecía y esperanza para nuestro tiempo", ya está disponible para su visualización en el canal de YouTube y la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia.Véalo a continuación: