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Cuaresma

Jue 25 Feb 2021

«Este es mi Hijo, el amado; Escúchenlo»

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA Febrero 28 de 2021 Primera Lectura: Gn 22,1-2.9a.10-13.15-18 Salmo: 116(115),10+15.16-17.18-19 (R. cf. 9) Segunda Lectura: Rm 8,31b-35a Evangelio: Mc 9,2-10 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios propuesta para nuestra reflexión y oración nos propone: • Encontrarnos con Dios para escucharlo y obedecerlo. • En la entrega del hijo amado, contemplamos la plenitud de la ley y los profetas. • Vemos la gloria del Hijo que aún no comprendemos en plenitud, porque el Padre no se lo reservó para él. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Abraham, mantiene un permanente encuentro con Dios, quien ahora le pide un paso definitivo en la prueba de su fidelidad: sacrificar a su hijo amado, el de la promesa; nada extraño para él, por el contexto de sacrificios de los demás pueblos a sus divinidades. Era una prueba que lo formaba, que quizás no la entendía, pero sí la obedecía, permanecía en su fe a pesar de su desgracia (cf. Sl. 115, 10-19). Dispuesto a entregar su hijo para probar su fe en la obediencia, sobre el monte que el Señor le indicaba. Dios Padre, no perdonó su propio Hijo, a su Unigénito, para dárnoslo todo en él sin reserva ninguna, por amor a nosotros. Después de Pedro confesar su fe, a los 6 días, Jesús llevó consigo a tres de sus discípulos (Pedro, Santiago y Juan), como testigos según la ley (Dt. 19-15) a la montaña escogida por él para dejar ver su gloria, que aún no era comprendida por los apóstoles. Todo el acontecimiento desarrollado dentro del marco de una teofanía: resplandor y blancura en su vestido como ninguna otra, personajes importantísimos para Israel (Moisés y Elías), la nube que los envuelve, voz del Padre que invita a escuchar al Hijo amado, miedo de los testigos y conversación con desatino por el mismo temor. Los discípulos iniciaron la experiencia con Jesús y, al finalizar de ver y presenciar todo el acontecimiento, vuelven a quedarse solos, y allí el Maestro les pide tener silencio como principio de su pedagogía en este aprendizaje del sacrificio y la gloria. Se quedan sin entender nada. Es necesario que todo esto sea explicado por la acción del Espíritu Santo, en el corazón de los discípulos, todo se comprenderá en la pascua de Jesús. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En la escuela del discipulado cristiano debemos aprender a escuchar la voz de Dios en el Hijo amado del Padre, que nos invita a seguirle sin ningún temor y bajo ningún condicionamiento. Sólo él sabe qué hacemos su santa voluntad, bien como Abraham marchando al monte Moriab, para hacer entrega de lo que más amaba, bien sabiendo colocar toda su esperanza en el Señor su Dios en ese duro momento. “La transfiguración ayuda a los discípulos y también a nosotros, a comprender que la pasión de Cristo es un misterio de sufrimiento, pero, sobre todo, un regalo de amor infinito por parte de Jesús” (papa Francisco. Ángelus febrero 25, 2218). Igualmente, invitados por Jesús subamos al monte de la transfiguración para que allí él se nos revele, bien como la plenitud de toda esperanza, bien como plenitud de la Ley y de los Profetas. No hay en otro tal certeza puesto que sólo en él está el esplendor de la verdad. En el crecimiento de la fe se nos hace necesario comprender el evento de la transfiguración para poder vivir el acontecimiento pascual. El evento protagonizado por Jesús, que se transfigura sobre el monte, “nos hace comprender mejor también su resurrección. Si antes de la Pasión no se nos hubiera mostrado la transfiguración con la declaración por parte de Dios, ‘Este es mi Hijo amado’, la Resurrección y el misterio pascual de Jesús no habría sido fácilmente comprensible en toda su profundidad”. (papa Francisco febrero 25, 2218). Es imprescindible escuchar la voz del Maestro, obedecer, subir a la montaña de la cruz y contemplar su gloria de Resucitado. Hoy en medio de las diversas circunstancias en que se vive es necesario, solo desde la transfiguración de Jesús, comprender los sufrimientos de hoy y afianzar nuestra esperanza de salvación. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Padre Celestial, gracias porque en Abraham, vemos la total confianza de la entrega, en Ti se hace realidad el infinito amor por el hombre y no hubo quien te detuviera en el sacrificio de tu Hijo. Fuiste hasta el final, pero antes les demostraste y enseñaste a sus discípulos quién era verdaderamente Jesús, el portador del esplendor de la verdad, al que había que escuchar porque es la plenitud de la ley, el esperado de los profetas. Si Moisés, débil y tartamudo, luchó contra el Faraón y Elías contra Ajab y Jesabel, siendo un humilde hombre que profetizaba por mandato de Dios. Jesús, el Hijo del Padre, lucha contra el demonio príncipe de este mundo, cumpliendo así la voluntad del Padre, para rescatar a los hombres del poder de las tinieblas, por el poder de su resurrección. Subamos ahora al Gólgota, como los tres testigos, para afirmar el hecho, y contemplemos la gloria del Crucificado que es nuestra salvación. José de Arimatea prestó, en la tarde de aquel viernes, un sepulcro vacío y en la mañana del domingo quedó nuevamente con un sepulcro vacío. Hoy ya los discípulos de Jesús entienden y no pueden callar el anuncio al mundo entero que Jesús vive. Esta es la misión del bautizado y discípulo, proclamar al mundo nuestra salvación por la resurrección, del que se transfiguró en la montaña y se entregó en la cruz. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hemos iniciado, hace pocos días, el camino cuaresmal y, hoy, somos invitados, como Abraham y los tres discípulos, a subir a la montaña, para que desde allí el Señor nos muestre su Gloria, manifestada en la entrega de su Hijo y en cada Eucaristía. Celebremos con gozo nuestra fe. Monición a la Liturgia de la Palabra Escuchemos la voz del Señor que nos invita a confiar en Él, a contemplar su gloria, en su muy Hijo amado, que ni Él mismo se reservó, al contrario, lo ofreció hasta el sacrificio de la cruz. Escuchemos con atención y recogimiento. Oración Universal o de los Fieles Presidente: queridos hermanos, oremos a Dios Padre, que tanto nos ama y nos dio a su único Hijo, para nuestra salvación. Digamos con fe: R. Escúchanos Padre, que tanto nos amas 1. Por la Iglesia: que, en sus ministros, el papa, los obispos, presbíteros y diáconos, muestre en sus actividades pastorales el amor del Padre que tanto nos ama y nos salva. Oremos. 2. Por todas las naciones de la tierra: para que los gobernantes de los pueblos más ricos y poderosos se comprometan y garanticen el respeto de los más pobres y débiles, creando conciencia en el valor de los derechos humanos. Oremos. 3. Por todos los que se encuentran cerrados a la verdad del evangelio: no quieren o no pueden crecer en la fe, por no aceptar a Jesús como la luz, el camino, la verdad y la vida. Oremos. 4. Por los pobres, marginados, enfermos y desamparados que no tienen ni pan ni techo ni con que abrigarse, para que compartamos con ellos lo que tenemos, no lo que nos sobra. Oremos. 5. Por esta asamblea litúrgica que marcha camino a la Pascua durante esta cuaresma, para que descubra la presencia de Jesús en la Palabra que escucha y en la fracción del pan de la Eucaristía. Oremos. Oración conclusiva Padre, Porque tenemos la certeza de que tú siempre nos escuchas, te confiamos nuestros deseos. Por Jesucristo nuestro señor. R. Amén

Sáb 20 Feb 2021

Mons. Tobón: "Cada tentación es una oportunidad para escoger de nuevo a Dios"

En este primer domingo de Cuaresma, tomando el texto del evangelio de san Marcos que nos presenta a Jesús en el desierto tentado por el demonio, el arzobispo de Medellín y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, dijo que así mismo nosotros podemos tener estas tentaciones, las cuales deben ser asumidas como oportunidades para volver a Dios, mejorar como personas y vivir la conversión. “Tenemos que ver que las tentaciones son también una oportunidad para repensar nuestra vida, para mirar lo que somos y lo que tenemos que hacer. Cada tentación es una oportunidad para escoger de nuevo a Dios”. Monseñor Tobón Restrepo exhortó para que, a ejemplo de Jesús, quien después de ser tentado salió a predicar la Buena Nueva, consideremos que “es necesario que nosotros nos convirtamos, es preciso creer, que hay que abrirnos al amor de Dios”. El prelado resaltó la importancia que han tenido los "cuarenta días" en la vida de muchos personajes bíblicos, incluyendo a Jesús estando presente entre la humanidad. “Con cuarenta días del diluvio Dios purificó a la humanidad; con cuarenta días en la montaña, Dios le reveló su plan a Moisés; a Elías que estuvo en el monte Horeb 40 días orando, Dios se le mostró de un modo fascinante, y el mismo Jesús estuvo 40 días en el desierto afirmándose en su decisión de servir solo a Dios y de entregar la vida por todos nosotros”. Señaló que en la vida de todo católico estos 40 días de la Cuaresma ha de ser un tiempo importante para agradecer a Dios, un momento que no se debe desperdiciar, antes bien, debe ser aprovechado para ayudar a aquellos que más lo necesitan. “Tenemos que agradecer a Dios, hemos recibido muchas gracias de Él, por tanto tenemos que vivir, amar y responder”.

Mar 16 Feb 2021

Orientaciones generales para la imposición de la ceniza

Este miércoles, 17 de febrero de 2021, la Iglesia católica dará inició al tiempo de la Cuaresma y lo hace con el signo de la imposición de la ceniza. Atendiendo a este tiempo especial que se vive por la pandemia del Covid 19, la Conferencia Episcopal de Colombia presenta las orientaciones generales que se han de seguir para aplicar este signo espiritual tan importante para los files. Las orientaciones se han elaborado siguiendo las indicaciones ofrecidas por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano, y enviado a todos los obispos del país, quienes las aplicarán ajustándolas a las realidades de cada jurisdicción. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 15 Feb 2021

Subsidio litúrgico para vivir el Miércoles de Ceniza y la Cuaresma

El próximo miércoles, 17 de febrero, con la celebración litúrgica en la que se impone el signo penitencial de la ceniza, la Iglesia católica da inicio al tiempo de la Cuaresma, un tiempo penitencial que nos ayuda a disponernos espiritualmente para la fiesta de la Resurrección de Jesús. Para vivir y animar este tiempo litúrgico, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Liturgia, ha dispuesto unos insumos pastorales, prestando importante atención al momento actual que vive el país por la pandemia de Covid-19. La Iglesia, ante el aislamiento selectivo con distanciamiento individual responsable y dado que no es posible la participación de todos los creyentes en la Misa dominical y festiva, ni en la celebración de la Palabra de Dios con distribución de la sagrada comunión, orienta y recomienda para que los fieles “permanezcan en oración durante el tiempo debido personalmente, en familia o, si es oportuno, en grupos familiares”. Igualmente, anima para que las celebraciones litúrgicas de este tiempo litúrgico, sean seguidas a través de los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales. El material, contempla insumos para que se vivan dos momentos de encuentro personal de la familia con el Señor, ellos son: el rezo de las Laudes y las Vísperas. Este subsidio ofrece además: I. Celebración de la Palabra de Dios con imposición de la Santa Ceniza; II. Celebremos en Familia el Inicio de la Cuaresma, Miércoles de Ceniza; y III. Predicación orante de la Palabra, con moniciones y oración de fieles. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 7 Abr 2020

Semana Santa con la esperanza que Cristo Resucitado nos concede

Por: Mons. Víctor Ochoa Cadavid - Vivimos un tiempo de prueba, como cristianos, hemos experimentado una Cuaresma sin precedentes, la humanidad ha sido azotada por la enfermedad del Coronavirus, convertida en pandemia. Por tal motivo, la Organización de las Naciones Unidas la define como la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.Precisamente en estos días celebramos la PASCUA gloriosa de Jesucristo, resucitado de entre los muertos. Al cierre de esta edición especial de SEMANA SANTA del periódico LA VERDAD, se reportaban51.515muertes,25de ellas, en Colombia, donde además, el número de contagiados superaban los 1.267. Son cifras dramáticas, que tocan el alma y la llenan de sufrimiento.En nuestro país nos encontramos en un confinamiento obligatorio, directriz que ha impartido el Gobierno Nacional para prevenir la propagación de este virus que aún no tiene vacuna y se expande con rapidez por el mundo enero. Así como en Colombia, en muchos países se optó por estar en cuarentena, es la mejor medida para que el virus no encuentre “huéspedes” y se extinga. La Iglesia Católica ha asumido con responsabilidad todas las medidas necesarias, la más dolorosa, el cierre de los Templos, con la ausencia de los fieles, pero sabemos que en cada uno de los corazones cristianos la Iglesia vive, crece y palpita. Como signo de esperanza, hemos recibido de Su Santidad, el PAPA FRANCISCO, la bendición extraordinaria ‘Urbi et Orbi’, otro hecho histórico. En su oración, le dice al Señor:“Nos llamas a tomar este tiempo de prueba comoun momento de eleccioìn. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es”. Es verdaderamente un tiempo de prueba para todos, creyentes y no creyentes, la enfermedad nos ha quitado la venda de los ojos, ¿a cuántos les sirve la riqueza en sus bolsillos, si no pueden salir de sus casas? La riqueza la encuentran en los ojos de sus padres, hijos, la familia que no es valorada, pero es la única compañía (terrenal) en el aislamiento. Por otra parte, están quienes son perjudicados económicamente por no poder salir a trabajar porque “viven del diario”; que nuestra caridad pueda ayudar en estos momentos a quienes podrían pasar días sin servir un plato de comida en su mesa. Esta será sin duda, una Semana Santa en FAMILIA, no hay posibilidad que tomen estos días festivos para salir de vacaciones o distraerse, DIOS tiene distintas maneras de obrar, ahora, todos desde casa viviremos los misterios centrales de nuestra fe. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, publicó un decreto titulado: En tiempo de Covid-19, donde se aclara que la fecha de la PASCUA no puede ser trasladada y están consignadas todas las indicaciones para que los Obispos y presbíteros celebremos los ritos de la SEMANA SANTA sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado, “evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz”, entre otras pautas para que, primero que todo, los fieles reciban los sacramentos y vivan la liturgia, y, segundo, para que nos cuidemos entre nosotros mismos. Por esto, LA VERDAD, dispone para ustedes, en formato digital, el material preciso para encontrarnos con el Evangelio en este momento especial y extraordinario en la historia de la humanidad. La Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, nos encuentra en esta ocasión con un corazón contrito y sedientos de que nos conceda una nueva vida, una vida de Salvación. En esta Semana Santa los invito a vivir una experiencia de amor, cada día junto a nuestra familia, vamos a darle un sentido aún más profundo desde el Domingo de Ramos, hasta la Pascua. En el contenido de esta revista encontrarán la programación de las celebraciones, que gracias a los modernos medios de comunicación de la DIÓCESIS DE CÚCUTA, pueden seguir las transmisiones en video en vivo por internet o transmisión radial; contamos con página web, redes sociales, emisora, todo el equipamiento para unirnos en este tiempo de gracia, donde vamos a reconocer el gran amor de Dios. Jesús nos dice -a esta Iglesia Particular- en abril: “Por sus frutos los conocerán”, ¡estamos llamados a dar frutos para el Señor! Creciendo en el conocimiento de la Palabra y realizando buenas obras, lo lograremos. Que durante la Semana Mayor nos empeñemos en renovar nuestra existencia y agradar a Dios. En esta oportunidad, rezo para que Cristo Resucitado permanezca en sus hogares, que los motive a que las buenas obras empiecen por actuar con responsabilidad moral y civil, que se cumplan todas las medidas necesarias para protegerse y proteger al prójimo de ser contagiados por el Coronavirus; que en el confinamiento las familias se reencuentren y juntos reaviven su fe, que confíen en que en la CRUZ el Señor venció el pecado y la muerte. Por último, hago la invitación a que realicen con profunda espiritualidad los SIGNOS para los días Santos, que se indican en esta guía digital; es una forma de no sólo vivir, meditar, orar, sino de participar como Iglesia en cada una de las celebraciones. “Todo está cumplido” (Jn 19, 30), hermanos, abracemos la Cruz, llenémonos de su esperanza.Que la Virgen Santa, María de Nazareth, nos mantenga firmes en la esperanza, junto a la Cruz, en la espera de la alegría de la Pascua. + Víctor Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta

Dom 22 Mar 2020

"Es momento de superar la indiferencia, preocupémonos por cuidarnos entre nosotros": Cardenal Salazar

En el cuarto domingo de Cuaresma, el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, celebró la santa misa, a puerta cerrada en la Capilla del Sagrario en Bogotá. Durante su homilía el prelado afirmó que este virus que hoy ataca a la nación y al mundo entero no debe llevar a la indiferencia y por tanto invitó al cuidado de los unos por los otros. “La luz que el Señor nos da nos permite mirar a nuestro país Colombia y al mundo, descubrir cómo este virus, que tiene prácticamente acorralado al mundo entero, es un virus que nos invita a preocuparnos los unos por los otros (…) Esto no nos puede dejar indiferentes, tenemos que orar por todos para que el Señor tenga misericordia y, si es su voluntad, frene este contagio, que haga posible que la humanidad recobre la salud y podamos vivir en paz”. Jesús curó a un ciego de nacimiento, hoy le pedimos que nos cure a nosotros Guiado por la lectura del Evangelio del día, el cardenal recordó cuando Jesús curó a un ciego de nacimiento y cómo este acuartelamiento que hoy vivimos por cuenta del coronavirus nos lleva a reflejar en cada uno de nosotros este ciego, que por la ausencia de Dios y por nuestra soberbia nos hace pensar que no necesitamos de Él, creyéndonos autosuficientes. “Hoy, de manera especial, con esa pandemia de coronavirus se nos invita a que entremos en nuestro corazón, que reconozcamos nuestra fragilidad, nuestra incapacidad, nuestra impotencia, que reconozcamos que necesitamos de Dios, que tenemos que construir según Dios y no a espaldas de Él, como lo pretendemos todos los días”. “Nosotros tenemos ese peligro de estar envueltos por las tinieblas y el error, por eso el Señor viene a nosotros, se acerca a nosotros, así como el Señor se acercó al ciego. Hoy le pedimos a Él que nos cure, que nos limpie y abra nuestros ojos para que podamos ver con la luz que Él nos da y comprender el verdadero sentido de nuestra existencia, de nuestra misión en este mundo, el verdadero sentido de la historia y el sentido de estas tragedias espantosas que nunca nos imaginaríamos íbamos a vivir”. Debemos convertirnos en verdaderos cuidadores de la familia Frente al tema de la familia, dijo que en estos tiempos de confinamiento es probable que aumente la violencia intrafamiliar, propio del encierro “porque cuando se está en permanente contacto con las personas pueden surgir todos esos males que aqueja la relación, la indiferencia, la falta de comunicación, la violencia que se expresa de tantas maneras diferentes”. Al explicar cómo el Señor nos abre hoy los ojos para que descubramos el verdadero sentido de la familia en la que vivimos y de la cual Él nos regaló, invitó a que cuidemos de ella y la protejamos, de manera especial pidió prestar mayor atención a los niños, adultos mayores, a las personas enfermas y por su puesto a la población más débil y frágil. No olvidemos a los que sufren Si bien es cierto que Colombia debe cumplir con la medida de cuarentena decretada a partir de este martes 24 de marzo y que rige hasta el 13 de abril por causa de la pandemia, es preocupante la situación de aquellas personas vulnerables y que viven del sustento diario, a lo que el cardenal invitó a no ser indiferentes, ser solidarios y buscar caminos prácticos para ayudarlos. “Tenemos que preocuparnos especialmente por aquellos que, por causa de las medidas extraordinarias tomadas por esos días por la pandemia, están viviendo una situación económica desesperada, pensemos no solo en aquellas personas que viven de la miseria, sino también en aquellos que dependen fundamentalmente de su trabajo, cuando lo dejan de hacer no tienen de donde tener recursos para su sustento”, aseveró. Cuidémonos y seamos responsables los unos de los otros En este sentido, hizo un firme llamado a cumplir con las disposiciones dadas por las autoridades gubernamentales y la misma Iglesia, acatando las prevenciones necesarias para no expandir más la pandemia “Tomemos las prevenciones necesarias para no ser contagiados y no convertirnos en vectores de la enfermedad”. Finalmente, pidió la sabiduría de Dios y la luz del Espíritu Santo “para que podamos siempre tomar las decisiones más oportunas y adecuadas, de tal manera que contribuyamos a que la epidemia pare y se detenga, que no siga haciendo daño a tantas personas que sufren y mueren a causa de ella”. A la eucaristía que fue transmitida a través del Canal RCN, estuvieron presentes, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral, el padre Carlos Andrés Castillo, Vicario de la Catedral y unas religiosas de las Hijas de la Iglesia, cuyo carisma es la adoración al Santísimo Sacramento.

Jue 27 Feb 2020

Misericordia quiero y no sacrificios

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Comenzamos la cuaresma 2020. De nuevo los católicos tenemos la oportunidad de volver la mirada a nosotros mismos para reconocer con humildad nuestro pecado. Este es un tiempo de gracia durante el cual también dispondremos el corazón, la mente y el espíritu, para celebrar dignamente la Pascua, y escucharemos el llamado hecho por San Pablo: “En nombre de Cristo os suplicamos que os dejéis reconciliar con Dios” (2Cor. 5, 20). Serán cuarenta días en los cuales seremos invitados a renovar los compromisos del bautismo, cuya profesión solemne de fe se hará en la noche santa de la Pascua. Tres serán los medios pedagógicos que se proponen en estos días: la penitencia, el ayuno y la limosna. Pero serán primero los profetas quienes, en repetidas ocasiones nos van a decir que lo más importante para Dios es la conversión del corazón: “Así dice el Señor: volved a mí de todo corazón, con ayunos, lágrimas y llantos; rasgad vuestro corazón, no vuestras vestiduras, volved al Señor vuestro Dios, él es clemente y misericordioso, lento a la ira, rico en amor y siempre dispuesto a perdonar” (Joel, 2, 12-13). Y luego, Jesús dirá: “No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal. Vayan, pues, a aprender qué significa Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt. 9, 12 - 13. cfr. 12, 7). Aquí se encuentra buena parte del sentido y valor de la cuaresma como ayuda para orientar la vida por el camino correcto, para asumir una autentica vida religiosa. No se es más creyente o religioso por los muchos ritos u holocaustos que se hagan, sino por el esfuerzo de tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús, “el cual, siendo de condición divina, no codició el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de esclavo… haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz” (1 Filp. 2,5-8). Es la conversión del corazón, resultado de la penitencia cuaresmal, que nos tiene que llevar a todos a amar de corazón a Dios, a los hermanos y a nosotros mismos, a perdonar sinceramente a los enemigos y a quienes nos hacen o desean el mal y a orar por ellos, a cuidar la casa común, a anunciar la buena nueva de la salvación a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. La cuaresma 2020 no puede ser igual a todas las anteriores. Esta tiene que ser diferente, no tanto por lo que la Iglesia y la liturgia nos proponga, sino por el compromiso personal y comunitario para hacer de este tiempo, un auténtico tiempo de salvación. Qué bueno fuera que, desde ya, con el rito sacramental de la imposición de la ceniza, cada uno defina un plan espiritual para estos días anteriores a la pascua, de manera que se puedan obtener verdaderos frutos de conversión, de vida nueva, y sean ofrecidos al Señor en la fiesta de su resurrección. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Mar 25 Feb 2020

Mensaje del episcopado colombiano para el Tiempo de Cuaresma

Inicia la Cuaresma, tiempo de preparación para la vivencia del misterio central de la fe católica: pasión, muerte y resurrección del Señor Jesucristo. En este contexto, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de su Secretario General, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, presenta tres claves para un mejor provecho espiritual de este tiempo. Deseo sincero de conversión. Darse cuenta de los pasos que se deben dar para mejorar la relación con Dios, con nuestros hermanos, para acoger la gracia y volver al Señor. Hacer propósitos concretos de caridad.Vivir la misericordia con los más necesitados, con los enfermos: acoger, brindar nuestro tiempo, acompañar y orar por los demás; se trata de hacer visible y presente el amor de Dios a nuestros hermanos. Buscar la reconciliación. Acabar con los odios, pedir y ofrecer perdón como un acto de fe, de querer implantar entre nosotros la paz que el Señor nos trae con su misterio pascual.