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iglesia colombiana

Vie 6 Dic 2024

La Voz del Pastor | 08 de diciembre de 2024

Reflexión del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38

Vie 6 Dic 2024

Hágase en mí según tu palabra

LA INMACULADA CONCEPCIÓNDE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍADiciembre 08 de 2024Primera lectura: Génesis 3,9-15.20Salmo: 98(97),1.2-3ab.3cd-4 (R. Lc 1,49)Segunda lectura: Efesios 1,3-6.11-12Evangelio: Lucas 1,26-38I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción•Dios le pregunta a Adán: ¿Dónde estás? También nos la dirige hoy a cada uno de nosotros: ¿estamos, como María, junto a su Hijo, incluso en el momento supremo de la cruz, o estamos escondidos en los temores y remordimientos, fruto de nuestros pecados?•Frente a la pregunta de Dios a Adán: ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer? Y a Eva: ¿Qué es lo que has hecho?, ambos responden de manera evasiva, sin reconocer el propio pecado, justificándose: La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí”, “la serpiente me engañó y comí.•En el Salmo respondemos: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. El cántico nuevo por excelencia lo recita la Virgen María en su encuentro con santa Isabel y lo puede cantar cada persona que como la Madre del Señor está pronta en todo momento a seguir de manera humilde y amorosa el designio sapientísimo y bondadosísimo del buen Dos que solamente quiere lo mejor para nosotros.•Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo […] Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo… Y ante la respuesta del ángel a la objeción de María, ella responde: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra: es la respuesta de la Virgen María al anuncio del Ángel y el resumen de toda su vida; es la respuesta a los designios inefables del Creador, que viene en auxilio de su criatura extraviada, pidiendo la colaboración de una mujer virgen y llena de gracia.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?A través de los textos bíblicos que se nos presentan para esta solemnidad, la Iglesia quiere centrar nuestra atención en el Hijo de Dios, por quien fuimos creados y destinados a ser santos e irreprochables ante su presencia (segunda lectura de la Carta de San Pablo a los Efesios) y que por nuestra salvación bajó del cielo. Ahora bien, este plan de redención contó con la cooperación principalísima de la Madre del Verbo encarnado, preparada por el Creador desde toda la eternidad para que no fuera tocada por el pecado o sus consecuencias; cooperación llena de humildad obediente y amorosa.Dios nos creó para la felicidad; este es el mensaje que se nos transmite en el libro del Génesis, cuando se nos narra que la primera pareja fue puesta en el Paraíso; Dios soñó con una vida hermosa y bella para todos nosotros; pero por instigación del Maligno, todo este plan quedó truncado, entró el pecado y la muerte, el sufrimiento y la enfermedad; este paraíso se convirtió en un lugar de espinas y abrojos. Esto es lo que se nos narra en la primera lectura del libro del Génesis que hemos escuchado.El Hijo de Dios no soportó la gloria junto a su Padre y vino a compartir nuestra historia difícil y fatigosa, para levantarnos y llevarnos nuevamente a su Padre, para gozar con Él de su bienaventuranza. La Virgen María es la primera salvada, pues en previsión de los méritos de la pasión y muerte de su Hijo, fue preservada del pecado original y se mantuvo siempre fiel a esta gracia, de manera que nunca la tocó el mal; de esta manera, fue la única criatura siempre pura y nunca mancillada. Esta verdad está expresada en las palabras del Ángel: llena de gracia. El pueblo de Dios, con su instinto de fe sobrenatural siempre ha confesado esta verdad, que fue definida como dogma de fe, es decir, como verdad divinamente revelada, por el papa Pío IX, ya canonizada, el 8 de diciembre de 1854.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El centro de esta solemnidad, como de toda la liturgia, es Cristo, Aquél que por nuestra salvación bajó del cielo, Aquél por quien hemos sido enriquecidos con toda clase de bendiciones espirituales, Aquel en quien están escondidos todos los tesoros, Aquel por quien tenemos libre acceso al Padre y se nos comunica todo el amor de su Padre, que en su misericordia entrañable nos busca afanosamente y solamente desea el mayor bien y felicidad para toda la humanidad y para cada uno de nosotros. María santísima es el modelo de respuesta pronta y plena, humilde y obediente, confiada y libre a tan excelso amor. Y por esta respuesta Dios pudo hacer grandes maravillas en ella, comenzado por su inmaculada concepción, solemnidad que hoy celebramos.Inmaculada concepción significa que ha sido librada del pecado original, es decir, de la privación de gracia con la que todo ser humano, descendiente de Adán, viene a este mundo y que por el bautismo es liberado, pues en este sacramento se recibe la gracia que es el inicio de la presencia de Jesús, Hijo del Padre y lleno de su Espíritu en el corazón del bautizado. María siempre fue llena de gracia, desde su misma concepción, es decir, siempre estuvo habitada plenamente por Dios uno y trino en su alma.María nos enseña con su misma vida y su Magnificat a confiar plenamente en Dios y a no prestarle atención al Enemigo que, como a nuestros primeros padres, también a nosotros nos quiere sembrar la sospecha, insinuándonos que los mandamientos divinos son pesados y que la vida sería hermosa y bella si nos dejamos llevar por nuestros instintos y pasiones de manera egoísta y desenfrenada. Cada vez que hallamos cedido a los halagos del Tentador astuto y mentiroso, habremos experimentado la misma desilusión de Adán y Eva: estaban desnudos, es decir, despojados de toda la gracia y de la bondad que Dios les había regalado. Así es el Enemigo: quiere robarnos lo más bello y grande: la amistad y los bienes que el buen Dios nos regala; más aún: no descansa hasta no vernos destruidos y arruinados por completo.3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, concédenos una viva conciencia del misterio de Cristo, una inteligencia profunda que nos permita comprender cada vez más sus tesoros extraordinarios y que nos arraigue en la convicción del mal que siempre trae consigo el pecado; de esta manera, cuando el Tentador se insinúe, teniendo esta viva conciencia, esta inteligencia profunda y esta convicción bien arraigada, entonces comprenderemos inmediatamente que el pecado siempre destruye y mata, siempre nos hace mal y nos desfigura, siempre nos arruina y vacía de los dones de Dios y, como consecuencia, lo rechazaremos con valentía y determinación como Jesús, según se nos presenta frente al Tentador astuto en el desierto.Señor, concédenos un amor encendido hacia Ti, que se manifieste en una fuerza impetuosa para rechazar todo lo malo y en una constante elección valiente y decidida de todo lo que esté conforme a tu plan salvífico y amoroso; de esta manera, el buen Dios nos podrá transformar de manera progresiva para que en nuestro rostro y en nuestras obras resplandezcan los signos de esa humanidad nueva, que llegará a su plenitud en la Jerusalén celeste, una vez resucitados y renovados totalmente, para siempre vivir en alabanza de Aquel que tiene el poder de restaurar este mundo semidestruida por el pecado. Entonces, con María y todos los santos podremos cantar el Magnificat perenne.Señor, concédenos la gracia de ser fieles a la misión que nos has encomendado, como María, quien nunca desfalleció en su total apertura y en su obediencia humilde y amorosa a tus designios. Todos hemos sido creados, hemos recibido la existencia como un don y, a su vez, para convertirla en don para los demás: como niños siendo obedientes, pacientes, estudiosos; como adolescentes y jóvenes, asumiendo esta etapa decisiva de la vida para prepararse muy bien en conocimiento y en virtud para la misión que Dios le encomiende; como Padre o Madre de familia, para que pueda ser un reflejo del amor misericordioso de Dios que va hasta el extremo de darnos a su Hijo para nuestra salvación.Recomendaciones prácticas•El Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, derogando el n. 5 de las Normas Universales sobre el Año Litúrgico y sobre el Calendario, concede pro hoc vice que el 8 de diciembre de 2024, en todas las diócesis de Colombia, se adopten los textos litúrgicos de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, aun coincidiendo con el II Domingo de Adviento (Prot. N. 66/24, 15 de febrero de 2024).•Después del saludo, podría encenderse la segunda luz de la corona de Adviento, recitando la respectiva oración.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Eucaristía es el encuentro con Jesús, Hijo del Padre y lleno del Espíritu Santo, quien por nosotros se encarnó en el seno de la siempre pura e inmaculada Virgen María; celebremos con fe, conscientes del gran Misterio que se ofrece a nuestra mente y corazón.Monición a la Liturgia de la PalabraCon toda seguridad, como hija del pueblo de la Alianza, María escuchaba con un corazón atento la Palabra que se leía y explicaba todos los sábados en la sinagoga de su pueblo y con ánimo bien dispuesto ponía en práctica cuanto había llegado a sus oídos y había reflexionado en su interior. Con estos mismos sentimientos escuchemos a su Hijo que nos habla en las lecturas que van a ser proclamadas.Oración Universal o de los Fieles Presidente: En este día tan especial, con María y como María, reconocemos tus obras admirables y confiados en tu corazón siempre bueno y bondadoso te encomendamos nuestras súplicas por mediación de Aquella que te agradó tanto por su obediencia humilde y amorosa.R. R/ Por intercesión de la Inmaculada Virgen María, escúchanos Señor1.Por la santa Iglesia, para que en sus miembros resplandezca cada vez más la santidad que brilló en su Madre y modelo, la Santísima Virgen María, y así pueda ser luz para todos los pueblos. Oremos.2.Por la paz del mundo, especialmente en aquellos lugares en donde se vive el conflicto armado, para que cesen los enfrentamientos y se comprenda que solamente el camino del diálogo y del entendimiento puede conducir a una vida hermosa y bella, de la que Nazaret es el ejemplo más luminoso y esplendente. Oremos.3.Por las familias, para que cada uno de sus miembros comprenda que, solamente siendo obedientes a los designios de Dios como María, podrá lograrse esa unidad y esa atmósfera de paz y amor que anhela todo corazón humano. Oremos.4.Por nosotros, para que, fortalecidos con tu gracia, luchemos por resistir a toda tentación y como María nos mantengamos siempre unidos a Ti, buen Dios, siguiendo humildemente tu Palabra. Oremos.Oración conclusivaRecibe, Padre santo, estas súplicas que te hemos dirigido con fe y confianza, sabiendo que nunca defraudas a quien recurre a ti con espíritu filial. Todo esto te lo pedimos por mediación de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor.R. Amén.

Jue 5 Dic 2024

Monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez se posesionó como Obispo de Pereira con un importante llamado a la esperanza

Desde este miércoles, 4 de diciembre, laDiócesis de Pereira tiene oficialmente nuevo obispo. Tras 13 años de liderazgo episcopal por parte de monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez en esa Iglesia particular y, luego del nombramiento hecho por el papa Francisco el pasado 10 de octubre, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírezse posesionó como su pastor.Cientos de fieles laicos acudieron a la ceremonia celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza, entre ellos, varios familiares y autoridades de la región, que han manifestado su alegría por la llegada de su nuevo líder espiritual, quien también es hijo de esas tierras risaraldenses.También acompañaron a monseñor Nelson Jair, obispos, sacerdotes y religiosas de la provincia eclesiástica de Manizales a la que pertenece esa jurisdicción; así como de la Diócesis de San José del Guaviare, de la que monseñor Cardona fue obispo durante 8 años.A la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia la estuvieron representando en la Eucaristía monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y el padre Raúl Ortiz Toro, vicepresidente y secretario adjunto, respectivamente.“Un saludo muy especial a la Diócesis de Pereira. Con la misma alegría con la que llegué a San José del Guaviare hace ocho años, llego ahora a esta querida iglesia para caminar juntos, para seguir ayudando a la construcción del reino de Dios”, fueron las primeras palabras de monseñor Cardona.El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, fue el encargado de dar posesión al nuevo Obispo de Pereira. En su intervención, el representante del papa Francisco en Colombia, agradeció y exaltó el ministerio episcopal de monseñorRigoberto Corredor en esa jurisdicción eclesiástica. Además, indicó que la responsabilidad que asumea partir de ahora monseñorNelson Jair es la de ser “testigo glorificado de la fe, maestro de la verdad que salva, sacerdote que bendice y consagra, pastor que guía el rebaño, padre que refleja los rasgos de Dios”.El mensaje central de monseñor Cardona Ramírez durante su homilía destacó el sentido y llamado de la esperanza. Recordó que es misión de todo cristiano “regenerar las esperanzas seculares”, irradiando la certeza de la salvación y ayudando a gestar lo posible para aguardar lo imposible, como aquellos momentos en lo que solo Dios puede obrar; por ejemplo, cuando hay vacíos, cuando se pierde el sentido de la vida o la fe en Dios. Afirmó que este llamado no es solo en el contexto del Jubileo del 2025 sino desde esencia misma del Evangelio.Por ello, indicó acciones y momentos concretos en los que se debe llevar a cabo esta tarea:“He sido enviado por la Iglesia a esta tierra, para unirme a todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que alimentan las esperanzas sociales a través de la esperanza activa que, lejos de aguardar como espectadores inertes que las soluciones lluevan de lo alto, ayudan a germinar lo que todavía no ha nacido, ayudan desde ya a erradicar el hambre, a aliviar el sufrimiento y a sanar con el bálsamo del consuelo las heridas del cuerpo y del psiquismo y he sido enviado también y sobre todo, para asegurar que el alimento del alma y el consuelo espiritual nunca falten en esta porción del pueblo de Dios, he sido enviado a señalar la esperanza grande, esa que aguarda la intervención final en que Cristo derrotará definitivamente el mal y será instaurada la paz universal en un cielo nuevo y una tierra nueva que involucrará de alguna manera todo cuando existe”, expresó monseñor Cardona. El nuevo Obispo de Pereira terminó su homilía encomendando esa Iglesia particular y su ministerio episcopal a Nuestra Señora de la Pobreza, patrona de Pereira.Para ver la transmisión de la ceremonia de posesión canónica, haga clic aquí.

Mié 4 Dic 2024

Destacando su enorme legado humano y pastoral, la Iglesia colombiana despidió a monseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón

Este miércoles 4 de diciembre, en la Catedral San Juan Bautista de la Diócesis de Engativá, en Bogotá, se llevó a cabo la ceremonia de exequias e inhumación de monseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón, obispo emérito de Engativá. En la Eucaristía, presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, participaron más de 400 personas. Entre ellas, 20 de sus hermanos obispos.Durante la ceremonia, familiares de monseñor Gutiérrez Pabón y pastores que compartieron con él la misión, destacaron su entrega a la Iglesia, su interés y cercanía con los más humildes, así como su alegría. El cardenal Rueda Aparicio hizo énfasis en su enorme legado espiritual y pastoral reconociéndolo como un pastor que reflejó la compasión de Cristo. Monseñor Germán Medina Acosta, obispo de Engativá, reconoció su decidido trabajo en favor de las vocaciones, la formación sacerdotal y la creación de parroquias en esa circunscripción eclesiástica de la provincia de Bogotá. Además, el también Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), destacó su vocación por la comunicación al servicio de la evangelización y en el trabajo por la paz.Los cardenales Rubén Salazar Gómez y Jorge Enrique Jiménez Carvajal también acompañaron la Eucaristía. En representación de la Comunidad de Presidencia del Episcopado Colombiano, participó monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la CEC. En representación de la Nunciatura Apostólica, estuvo su consejero, monseñor David Paul Charters.Además, estuvieron presente sacerdotes, religiosas, seminaristas y laicos de las diócesis de Engativá y Chiquinquirá, así como de las arquidiócesis de Cali y Bogotá, jurisdicciones que acompañó como pastor.Al final de la Eucaristía, su hermana sor Paulina Gutiérrez Pabón, religiosa de las hijas de María Auxiliadora, quien también ha dedicado su vida a Dios y al servicio de la Iglesia, agradeció a todos su compañía; afirmó que monseñor Gutiérrez se fue a descansar feliz en la Paz del Señor; y pidió a todos orar porque en las familias hayan más vocaciones, como sucedió en la suya.Vea a continuación el informe audiovisual con los momentos más destacados de la ceremonia:

Lun 2 Dic 2024

Adviento: tiempo de conversión y esperanza

Por Pbro. Gerardo Andrés Guayacán Cruz - El Adviento es uno de los períodos más significativos del calendario litúrgico cristiano. No solo marca el inicio del año litúrgico, sino que nos invita a una profunda reflexión teológica sobre el misterio de la Encarnación y la segunda venida de Cristo.La palabra "Adviento" proviene del latín adventus, que significa "venida", y se refiere a la espera de la venida de Cristo, tanto en su nacimiento en Belén como en su prometido regreso al final de los tiempos, la Parusía.El núcleo teológico del Adviento se encuentra en la celebración del misterio de la Encarnación. En el corazón de la fe cristiana, se halla la afirmación de que Dios, en su infinita misericordia, se hizo carne en la persona de Jesús. La Encarnación no es solo un evento histórico, sino un acto de salvación universal, en el que el Dios mismo se hace Hombre para redimir a la humanidad del pecado y la muerte.Este misterio tiene dos profundas implicaciones teológicas. Primero, destaca la gracia de Dios: el Salvador no llega como un rey imponente, sino como un niño frágil nacido en la pobreza, revelando que el amor de Dios no tiene fronteras y se ofrece gratuitamente a todos. Segundo, la Encarnación señala la unión de lo divino y lo humano en la persona de Cristo, (la unión hipostática de Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre).Además de su vínculo con la primera venida de Cristo, el Adviento también nos introduce en una dimensión escatológica. El término escatología, en la teología cristiana, se refiere a la Parusía, o segunda venida de Cristo al final de los tiempos. En el Adviento, se profundiza en la expectativa escatológica, recordando que la venida de Cristo no se limita a su nacimiento en Belén, sino que apunta a su regreso en gloria para juzgar a vivos y muertos. El Adviento, por tanto, es una invitación a vivir en tensión entre “el ya y el todavía no” de la salvación.En la lectura de los textos bíblicos de Adviento, especialmente los del Evangelio de Mateo, Marcos y Lucas, se subraya la necesidad de estar vigilantes y preparados para la venida definitiva del Señor. Los evangelios nos recuerdan que, así como el pueblo de Israel aguardaba al Mesías, los cristianos debemos vivir como si la venida de Cristo pudiera ocurrir en cualquier momento. Esta esperanza escatológica no es motivo de temor, sino de aliento, pues los cristianos sabemos que, con la segunda venida, se consumará el Reino de Dios, un Reino de justicia, paz y bienaventuranza eterna.Uno de los aspectos más profundos de este tiempo litúrgico es el de la Esperanza. Esta virtud no solo nos hace mirar al pasado, hacia el nacimiento del Señor, sino también hacia el futuro, hacia la esperanza de su regreso glorioso. El Adviento nos recuerda que nuestra vida cristiana es una constante espera de esa promesa, y nos anima a vivir con la certeza de que la victoria final de Dios es nuestra esperanza.La esperanza cristiana es activa y transformadora. No es una espera pasiva o resignada, sino una espera que nos mueve a vivir de acuerdo con los valores del Evangelio, a ser agentes de paz, justicia y amor en un mundo que tanto lo necesita. En este sentido, el Adviento es también un tiempo para recordar que somos llamados a colaborar en la construcción del Reino de Dios aquí y ahora.El Adviento es también tiempo de conversión. La figura de Juan el Bautista, que aparece en los evangelios de este tiempo litúrgico, nos recuerda la necesidad de "preparar el camino del Señor". Juan predicaba una conversión radical: arrepentirse de los pecados y hacer que nuestros corazones estén preparados para recibir al Salvador.El llamado a la conversión durante estos días siguientes, es un llamado a abrir nuestras vidas a la acción de Dios, a permitir que Él entre en nuestro ser y nos transforme. Es un tiempo para sanar las heridas del alma, para reconciliarnos con Dios y con los demás, y para dejar atrás todo lo que nos aleja de Él.La Iglesia nos recuerda que la salvación es una obra iniciada en la Encarnación y que es una realidad viva en nuestra vida cotidiana. Que este Adviento sea un momento para renovar nuestra fe, para abrir nuestro corazón a Cristo y para vivir en la esperanza de la venida del Señor.Que éste sea un tiempo especialmente gozoso, con esa alegría incontenida de quien está esperando a alguien sumamente amado, sumamente deseado.Pbro. Gerardo Andrés Guayacán CruzSacerdote de la Diócesis de Duitama-Sogamoso

Lun 2 Dic 2024

“El divorcio exprés”: una píldora que no sana

Por Mons. Miguel Fernando González Mariño - Colombia es un país de leyes, un país tan cristiano en su cultura y, al mismo tiempo, laico en su Estado Social de Derecho. Por ello, en las últimas décadas, con especial incremento desde 1991, han venido haciendo carrera, decisiones judiciales, la expedición de leyes y de normas del orden ejecutivo, que contradicen lo que los ciudadanos de a pie generalmente tienen por cierto y han defendido como sistema de valores, sobre el respeto y la conservación de la vida humana en todas sus etapas, la familia y sus creencias más genuinas.Con ello, se busca proteger las libertades, según el discurso de quienes las promueven. Sin embargo, lo que viene ocurriendo, es la supresión de las creencias religiosas que históricamente han formado integralmente a la mayoría de los colombianos, y que han iluminado su conciencia, apostándole a un cambio de mentalidad aparentemente inclusivo, en el que no caben quienes defienden, entre otras cosas, la moral cristiana, la ley natural y el derecho natural, que son, sin duda, patrimonio de la historia del país.En esa línea, de un laicismo desbordante y no un simple Estado Social de Derecho de corte laico, el martes 26 de noviembre de 2024, surge, la aprobación, por parte de la Cámara de Representantes en último debate, del proyecto que permite el divorcio de forma unilateral, que se convertirá en ley, una vez sea conciliado en el Congreso y sancionado por el Presidente de la República. En consecuencia, se incorpora al artículo 154 del Código Civil, la causal de divorcio número 10, “La sola voluntad de cualquiera de los cónyuges”.Con la nueva causal de divorcio, que se hace ante un Notario Público o ante un Juez de la República, divorciarse, se convierte en un mecanismo aún mucho más fácil desde el punto de vista legal. Ya no será necesario contar con el acuerdo de ambas partes, esperar dos años de separación de hecho o probar la culpa del demandado y recurrir a las causales actuales. Con divorcio unilateral, los colombianos podrán separarse sin necesidad del consentimiento de la otra parte, como estaba establecido hasta ahora. “El divorcio exprés”, se convierte prácticamente en el mecanismo preferencial para divorciarse en el país.Recordemos que el Divorcio “es el trámite que legalmente se debe realizar para dar ruptura al vínculo matrimonial. Con el divorcio se establece la anulación del contrato de matrimonio, las responsabilidades en relación a la custodia de los hijos y la división de las propiedades o bienes económicos. Con el divorcio se cambia el estado civil de los implicados” (cf. https://scj.gov.co)Analizando las cosas, más allá de los fines legales y soluciones fáciles ante problemas vitales y complejos, el divorcio en sí mismo, como forma de solucionar los problemas de pareja, lleva a viciar la voluntad de quienes desean y deciden casarse. Incluso, induce a pensar, en el matrimonio como algo transitorio y no como un verdadero proyecto de felicidad.Sin el ánimo de polemizar y obviamente siendo respetuosos de las instituciones del Estado, contrario al divorcio, la Iglesia ha defendido la estabilidad del matrimonio, como unos de los tesoros y punto de partida para constituir verdaderas familias y de paso sociedades y naciones prósperas y sostenibles. La Iglesia sabe que el divorcio trae nuevas heridas y acaba con la familia, la felicidad de las personas, sin lo cual, toda sociedad tarde que temprano sucumbe y se arruina. El Código de Derecho canónico sostiene que “la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo el Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados. Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento” (cf. Canon 1055).Nos enseñó el Papa San Juan Pablo II, que “en el matrimonio y en la familia se constituye un conjunto de relaciones interpersonales, relación conyugal, paternidad, maternidad, filiación, fraternidad, mediante las cuales toda persona humana queda introducida en la «familia humana» y en la «familia de Dios», que es la Iglesia” (cf. FC No. 15 del 22 de noviembre del año 1981).La Iglesia encuentra así en la familia, nacida del sacramento, su cuna y el lugar donde puede actuar la propia inserción en las generaciones humanas, y éstas, a su vez, en la Iglesia. La familia al estilo cristiano, hay que apreciarla, predicarla y defenderla. Se requiere amor verdadero por las familias y en esto los pastores y el pueblo de Dios deben ponerle alma, corazón y vida.Es verdad, que en los matrimonios surgen dificultades, a las cuales se les debe buscar solución, a través de la ayuda espiritual, la oración de unos por otros y la terapia dirigida por profesionales. En caso de haber problemas, no se puede posponer su solución. Es por esto, que la Iglesia como institución, se ha venido organizando para ser una verdadera ayuda, en la que se puedan refugiar y apoyar los esposos, sin recurrir a la solución macabra del divorcio para solucionar sus dificultades. A nivel de Conferencia Episcopal, a nivel de las Diócesis y en muchas parroquias, ya se ha logrado bastante en este campo.Por su parte, el Santo Padre, el Papa Francisco, en un encuentro con los Equipos de Nuestra Señora, el 04 mayo 2024, les manifestó que acompañar a los matrimonios hoy en día constituye, una "verdadera misión".“Salvaguardar el matrimonio significa, de hecho, salvar a la familia entera, significa salvar todas las relaciones que se generan en el matrimonio: el amor entre los cónyuges, entre padres e hijos, entre abuelos y nietos; significa salvar el testimonio de un amor que es posible y es para siempre, y en el cual a los jóvenes les cuesta creer. Los niños, en efecto, necesitan recibir de sus padres la certeza de que Dios los ha creado por amor, y de que un día también ellos podrán amar y sentirse amados como lo han hecho mamá y papá. Tengan la certeza de que la semilla del amor depositada por sus padres en los corazones de los hijos, brotará tarde o temprano.” Estas palabras son válidas para la Iglesia colombiana.Por último, como Iglesia, no defendemos lo indefendible. Esto es, que algunos matrimonios celebrados litúrgicamente, no funcionaron, porque fueron nulos, es decir no cumplieron los requisitos necesarios para celebrar válidamente el matrimonio sacramental. Por ello, la normativa canónica, ha contemplado, que haciendo un debido proceso, buscando la verdad, el Tribunal Eclesiástico, con certeza moral y jurídica, a solicitud de los cónyuges o del promotor de justicia, declare nula la boda celebrada. Para esta temática que, sin duda deja preguntas, se pueden acercar a la curia diocesana más cercana y solicitar la debida orientación.+Miguel Fernando González MariñoObispo de El Espinal y Administrador Apostólico de GarzónPresidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia

Lun 2 Dic 2024

Obispos colombianos lamentan el fallecimiento de Mons. Héctor Gutiérrez Pabón, un pastor destacado por su trabajo en la pastoral de las comunicaciones

Tras confirmar el fallecimiento de monseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón, obispo emérito de Engativá, este lunes 2 de diciembre en la ciudad de Bogotá, a través de un comunicado, los obispos colombianos agradecieron y destacaron su importante misión y legado a la Iglesia y al país desde la pastoral de las comunicaciones. Además, su trabajo por la reconciliación y la paz, especialmente durante su ministerio episcopal como obispo de Chiquinquirá.“Deseamos que su legado en el trabajo por la reconciliación y la paz del país, junto con su pasión por comunicar la Buena Nueva de Jesucristo, sea conservado y vivido por la Iglesia colombiana. Encomendamos a su familia y a las Iglesias Particulares donde ejerció su ministerio, al amparo de Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Colombia”.Desde su experiencia como director del programa televisivo “La Voz del Papa” emitido a través de IRAVISIÓN, hasta su presidencia en la Comisión de Comunicaciones Sociales para América Latina, el Caribe y las Antillas del CELAM y en la Comisión de la Pastoral de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, llevaron a que monseñor Gutierrez Pabón fuera llamado por el Vaticano a prestar este servicio en la Iglesia Universal. En 1992 fue designado como jefe de prensa de la visita de Su Santidad Juan Pablo II a Santo Domingo. Posteriormente, fue nombrado miembro del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales por parte del papa Benedicto XVI.A lo largo de su ministerio, monseñor Gutiérrez Pabón se destacó también como un líder cercano a la realidad social de los colombianos, con gran interés por la justicia social, el bienestar de las comunidades más vulnerables del país y el diálogo como camino de pacificación. En este sentido, es recordado, especialmente, por su trabajo en favor de la reconciliación y la paz en el departamento de Boyacá, mientras ejerció como obispo de la Diócesis de Chiquinquirá (1998-2003).De sus 87 años de vida, monseñor Gutiérrez Pabón tuvo 62 de ministerio sacerdotal y 37 de servicio episcopal, primero como Obispo Auxiliar de Cali y, tiempo después, como Obispo Diocesano de Chiquinquirá y primer Obispo de Engativá.Monseñor Germán Medina Acosta, actual obispo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, invitó a los fieles a apropiarse de su legado de las comunicaciones al servicio de la evangelización y de la convivencia social:“Quisiéramos invitarlos a apropiarnos de su legado. La comunicación es fundamental hoy, y quisiera subrayar sobre la comunicación humana, es algo propio del ser humano. Ojalá podamos abrir siempre caminos y vehículos de comunicación para superar nuestras dificultades, nuestros problemas y también buscar la reconciliación y la paz. Le pedimos el Señor al Señor que le dé el descanso eterno. Y a todos nosotros la firme esperanza de la plenitud de la vida en él”.Las exeqiuas de monseñor Héctor Gutiérrez Pabón se llevarán a cabo este miércoles 4 de diciembre, a las 10:00 a.m., en la Parroquia Catedral San Juan Bautista de la Estrada de la Diócesis de Engativá. BiografíaMonseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón nació en el municipio de Cáqueza (Cundinamarca) el 17 de mayo de 1937.Cursó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Bogotá y el ciclo de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Bogotá.Estudió la licenciatura en Medios de Comunicación Social en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y obtuvo el “Master” en la misma disciplina en la Layola Marymount University, 1974). Posteriormente se Licenció en Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1980-1982).Fue ordenado sacerdote, en Bogotá, el 22 de septiembre de 1962.En el ejercicio del ministerio sacerdotal desempeñó los siguientes roles:- Superior del Preseminario (1963-1972).- Párroco de “Los Ángeles Custodios” de Bogotá (1975-1980).- Director de la Oficina Arquidiocesana para los Medios de Comunicación Social (1975-1978).- Director del Departamento de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (1975-1978).- Profesor de Ética de la Comunicación Social en la Universidad de San Buenaventura de Bogotá.- Capellán del Colegio Andino de Bogotá.- Director del Programa televisivo “La Voz del Papa”.- Profesor y Ecónomo del Seminario Mayor de San José de Bogotá (1982-1987).El 17 de febrero de 1987 el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo titular de Segia y Obispo Auxiliar de Cali.Recibió la ordenación episcopal en la Catedral Primada de Bogotá, el 25 de marzo de 1987.En 1992 fue nombrado Jefe de Prensa de la Visita de Su Santidad Juan Pablo II a Santo Domingo con ocasión de la IV Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM.El 2 de febrero de 1998 Su Santidad Juan Pablo II lo trasladó a la Diócesis de Chiquinquirá. En el seno de la Conferencia Episcopal de Colombia formó parte del Comité Permanente.En la XXIX Asamblea General del CELAM, celebrada entre el 13-16 de mayo de 2003 en Ituparal (Paraguay) fue designado Director del Centro de Producciones de Radio y Televisión para América Latina y Jefe de Publicaciones del CELAM.Por su gran desempeño en los medios de comunicación social fue presidente de la Comisión de Comunicaciones Sociales para América Latina, el Caribe y las Antillas del CELAM durante el periodo 2010-2011. Fue presidente de la Comisión de la Pastoral de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia y miembro del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales desde el nombramiento que el papa Benedicto XVI le hizo el 05 de enero de 2010.El 6 de agosto de 2003 el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de la Diócesis de Engativá.Al cumplir los 75 años de edad, monseñor Héctor Gutiérrez presentó su renuncia a la Santa Sede como Obispo de su Diócesis. El día 26 de junio de 2015, fue aceptada la renuncia al gobierno de la Diócesis de Engativá.

Vie 29 Nov 2024

La Voz del Pastor | 01 de diciembre de 2024

Reflexión del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 21, 25-28. 34-36