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Iglesia

Jue 18 Mar 2021

Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA Marzo 21 de 2021 Primera Lectura: Jr 31,31-34 Salmo: 51(50),3-4.12-13.14-15 (R. 12a) Segunda Lectura: Hb 5,7-9 Evangelio: Jn 12,20-33 I.Orientaciones para la Predicación Introducción Estas son algunas ideas que emergen de los textos en consideración: • La vida que brota a partir de la muerte. • Una nueva alianza que nos anuncia el profeta Jeremías • El dolor y el sufrimiento. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Hoy las lecturas se relacionan de manera muy especial. Mientras que para los hombres el orden habitual de los conceptos es vida-muerte, en Jesucristo es al revés: muerte-vida. De estas dos realidades y de su relación nos habla la liturgia. Es necesario que el grano de trigo muera para que reviva y dé fruto, es necesario perder la vida para vivir eternamente (Evangelio). Jesús, sometiéndose en obediencia filial a la muerte vive ahora como Sumo Sacerdote que intercede por nosotros ante Dios (segunda lectura). En la muerte de Jesús que torna a la vida y da la vida al hombre se realiza la nueva alianza, ya no sellada con sangre de animales sino escrita en el corazón, y, por lo tanto, espiritual y eterna (primera lectura). Estamos a escasas dos semanas de celebrar el corazón de la vida cristiana: La pascua. Por eso las lecturas de hoy nos ayudan a recordar la muerte y resurrección de Cristo Jesús. Bien interesante que la oración colecta de hoy pide a Dios “que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo”. Nosotros como discípulos del Señor, queremos unirnos a él en ese camino hacia la hora de su glorificación, que incluye la cruz y la nueva vida. ¿Cuál es la alianza nueva de la que nos habla el profeta Jeremías? Es una alianza profunda e interior. Aquí el profeta resume toda la experiencia de su vida íntima y toda la enseñanza de la historia: “Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. Tres expresiones del salmo 51(50) ayudan a entender la nueva alianza de la cual nos habla el profeta: “Oh Dios, crea en mí un corazón puro”, renuévame por dentro”, “devuélveme la alegría de tu salvación”. El autor de la carta a los Hebreos nos presenta un Mediador, un Sacerdote que sabe lo que es dolor y el sufrimiento: "a gritos y con lágrimas presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte". Y por su obediencia, "se convirtió́ en autor de salvación eterna". En el evangelio de San Juan Jesús nos va dando las claves para entender su muerte y resurrección y lo hace con una metáfora de la vida del campo: “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo, pero si muere, da mucho fruto”. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Estamos ya próximos a vivir la Semana Santa y hoy las lecturas nos presentan a Jesús que camina con admirable fortaleza a vivir su “hora” decisiva, en la que por solidaridad con los hombres se dispone a cumplir el proyecto salvador de Dios. Esta es la hora de Jesús y los evangelistas nos hablan de sus momentos de tristeza y miedo en el Huerto. También el evangelio de hoy se puede decir que refleja otro momento, anterior al de Getsemaní́, en que Jesús confiesa con emoción: "mi alma está agitada", y nos dice que lo primero que se le ocurre pedir es: "Padre, líbrame de esta hora". Aunque en seguida triunfa su obediencia: "pero si por eso he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre". Ya sabemos qué significa para Jesús esa "hora" y esa "glorificación". Esta es la hora de Jesús porque Jesús no caminó hacia la muerte como un héroe o un superhombre, con la mirada iluminada e impasible, sino que "a gritos y con lágrimas presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte". Y añade la sorprendente observación de que "en su angustia fue escuchado", y que "a pesar de ser Hijo, aprendió́, sufriendo, a obedecer". Por eso fue constituido salvador de la humanidad. Fue escuchado, no porque Dios le liberó de la muerte "antes" de sufrirla, sino "después", con la resurrección. Esta es la hora de Jesús porque asumió con seriedad su papel de redentor. Tenemos un Sumo Sacerdote que ha experimentado en su propia carne toda la debilidad y el dolor del camino pascual. Eso nos da la convicción de que el dolor o el sufrimiento o la muerte no son la última palabra. El amor total, hasta la muerte, de Cristo, fue enormemente fecundo, como la muerte del grano de trigo en tierra. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En cada Eucaristía, cuando celebramos el memorial de la muerte salvadora de Cristo, participamos de la fuerza salvadora de la Nueva Alianza que él selló entre Dios y la humanidad en su cruz: "esta es la Sangre de la Alianza nueva y eterna, derramada por ustedes y por todos". En estos días vamos a seguir muy de cerca al Señor en su pasión. No nos podemos extrañar que también nuestro camino incluya a veces momentos de dolor y de miedo. De ahí la necesidad de elevar súplicas con gritos y con lágrimas a Dios, para que nos ayude en nuestros momentos de crisis. Lo que sí es seguro que tenemos experiencia de que ser buenos cristianos, y seguir las huellas de Cristo con el estilo de vida que nos enseñó, no es nada fácil. A todos nos apetece más la salud, el triunfo, el éxito y los honores que la renuncia o el sacrificio o el fracaso. Cristo nos ha enseñado que el mundo se salva no con alardes de poder, sino por medio de la cruz, que en este mundo nuestro no tiene ciertamente buena prensa ni popularidad. El mundo de hoy nos ofrece otros caminos, que son más apetecibles, pero que no conducen a la salvación. Nuestra vocación cristiana nos ofrece muchos momentos de lucha contra el mal, el mal dentro de nosotros y el mal del mundo. El mejor fruto que podemos anhelar de próxima Pascua es que Dios nos conceda eso que pedíamos en el salmo: "Oh Dios, crea en mí un corazón nuevo", para que nos comprometamos con un estilo de vida coherente, alejados de la rutina, el formalismo y podamos seguir con autenticidad las palabras del Señor. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy celebramos el Quinto Domingo de Cuaresma. En los días previos se nos ha invitado a la conversión, camino a un encuentro con Cristo. El tiempo apremia; ya estamos en la antesala de la Semana Santa y el Señor hoy nos exhorta a que meditemos detenidamente en su promesa de ofrecerte una vida nueva más allá de esta vida temporal. Bienvenidos a la celebración eucarística. Monición a la Liturgia de la Palabra Las lecturas de hoy nos recuerdan la inminencia de esa celebración central: la muerte y la resurrección de Cristo Jesús. Abramos nuestro corazón y entendimiento para que esta Palabra produzca frutos abundantes en nuestra comunidad. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos a Dios Padre, por Jesucristo su Hijo, autor de salvación eterna. Unámonos con fe diciendo: R. Señor de la vida, escúchanos 1. Por la Iglesia, que ha recibido la misión de anunciar al que es la resurrección y la vida. Roguemos al Señor. 2. Por los que viven su vida disminuida, en condiciones deplorables: los que carecen de lo necesario, los enfermos, los drogadictos; los presos y condenados a trabajos forzados; los que son víctimas del odio, del miedo y la represión; los que están desesperados. Roguemos al Señor. 3. Por los responsables de tantos crímenes; por los que, llevados del odio y la venganza, dan muerte en su corazón al prójimo. Roguemos al Señor. 4. Por los médicos y todos los hombres de ciencia que trabajan por prolongar la vida. Roguemos al Señor. 5. Por los que entregan su vida por amor a los demás. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Dios, Padre nuestro, que salvaste a tu Hijo de la muerte, escucha la oración que te presentamos, como él, en los días de nuestra vida mortal. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén

Jue 18 Mar 2021

Arzobispo de Bogotá reza el santo rosario por las familias

Este viernes 19 de marzo, a las 8:00 p.m., en el día de la Solemnidad de San José e inicio del “Año Amoris Leatitia” (la alegría del amor), dedicado a la familia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, rezará el santo rosario desde la página en Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la cual se encuentra como /episcopadocol. Monseñor Luis José compartirá los misterios dolorosos que corresponden al día viernes y, además, hará breves reflexiones sobre la familia a partir de la exhortación post sinodal “Amoris Leatitia”, teniendo en cuenta que este día se cumplen 5 años de la publicación de este hermoso documento dedicado a la familia por el Papa Francisco. Este espacio virtual que orienta el padre Jaime Marenco, director de comunicaciones de la CEC, busca promover la devoción mariana a través del rezo del rosario, motivando la participación de las familias y contando con invitados especiales en fechas especiales. Fue así como el pasado 9 de febrero, Día Nacional del Periodista, se contó con la presencia de varios comunicadores sociales; más adelante, el encuentro fue con algunos cantantes católicos del país, y, el Día Internacional de la Mujer, las invitadas fueron ocho mujeres destacadas en diferentes ámbitos de la Iglesia y la sociedad.

Jue 18 Mar 2021

Inauguración año de la Familia 'Amoris laetitia'

Por: Mons. Edgar de Jesús García Gil - En la Solemnidad de San José, desde el Templete Eucarístico de Villavicencio, con la celebración de la Eucaristía presidida por su Excelencia Oscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, se abrirá el Año de la Familia Amoris Laetitia, un año especial para crecer en el amor familiar. Este Año de la Familia fue convocado por el Santo Padre el 27 de diciembre de 2020 con ocasión del quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, “para madurar los frutos de la Exhortación Apostólica Postsinodal y hacer a la Iglesia más cercana a las familias de todo el mundo, puestas a prueba en este último año por la pandemia”. Desde la Comisión Episcopal y el Departamento de Matrimonio y Familia de la CEC, hacemos eco a las palabras de Papa Francisco el domingo 14 de marzo en el ángelus donde nos “Invita a dar un impulso pastoral renovado y creativo para poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad. Además, en este mismo acto, el papa oró “para que cada familia pueda sentir en su casa la presencia viva de la Sagrada Familia de Nazaret y pidió que llene a las pequeñas comunidades domesticas de amor sincero y generoso, fuente de alegría, incluso en las pruebas y en la dificultad”. La convocatoria de este año tiene cinco objetivos primordiales: 1. Difundir el contenido de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia”, para “hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera”. 2. Anunciar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. 3. Hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. 4. Concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, es decir, la importancia que supone la alianza matrimonial donde cada esposo compromete su propia libertad a favor del bien o del valor personal del otro. 5. Ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar. Junto con todos los Agentes y Delegados de pastoral familiar, nos ponemos en camino con el deseo de que este Año, redescubramos -como nos invita el Papa Francisco- “el valor educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza”. Ayudemos a que “el perdón prevalezca sobre las discordias” y a que “la dureza cotidiana del vivir sea suavizada por la ternura mutua y por la serena adhesión a la voluntad de Dios”. (P. Francisco). Anunciemos con alegría que la familia cristiana es una fuente espiritual que da fuerzas para abrirse al exterior, a los demás, al servicio de los hermanos, a la colaboración para la construcción de un mundo siempre nuevo y mejor. Tengamos presente que la pastoral familiar, además de un conjunto de acciones específicas llevadas a cabo por agentes especializados y que dan respuesta a problemas relacionados con el matrimonio, la familia o la vida, es constitutiva de la Iglesia y la conforma en cuanto tal. Por lo tanto, es necesario un plan integrador de la pastoral familiar que implique su presencia transversal en las distintas acciones evangelizadoras. Seamos una Iglesia en salida, “comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan" (EG 24) evangelizando con “estímulos positivos" y con "el ejemplo de vida”. Vivamos como familia cristiana el deseo inagotable de difundir la buena noticia, el Evangelio de la Familia. El Papa nos invita a contemplar a San José para afrontar la pastoral familiar, tan necesaria en nuestros días, y poner bajo su protección el don del matrimonio y el gozo del amor como cimiento de la familia cristiana. Aprovechemos en nuestras parroquias, Movimientos apostólicos, centros educativos y demás realidades eclesiales para profundizar acerca de la riqueza que ofrece “Amoris Laetitia”. Esta Exhortación Apostólica nos muestra la belleza del matrimonio cristiano, como una propuesta auténticamente revolucionaria y renovadora para una sociedad como la nuestra, necesitada de esperanza y de certezas. Dada la importancia de este acontecimiento de gracia, queremos invitarlos a vivir con todo el corazón el Año de la Familia, que concluirá con el X Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Roma, el 26 de junio de 2022. Confiamos a la Sagrada Familia los frutos de este Año en nuestra Iglesia colombiana. + Edgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira Presidente de la Comisión Episcopal de Familia

Mié 17 Mar 2021

Angustioso llamado de obispos por situación de habitantes de Murindó

Durante una rueda de prensa, convocada este 17 de marzo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, en la que estuvieron presentes monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia; monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, y monseñor Hugo Alberto Torres, obispo de Apartadó, junto con Germán Valencia, representante de la Organización Nacional Indígena (ONIC) y Amelicia Santacruz, de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), se denunció la grave situación humanitaria que viven las comunidades indígenas asentadas en el municipio de Murindó, Antioquia. Según lo expresaron, lo expuesto refleja las conclusiones de la misión humanitaria que realizaron al municipio de Murindó, del 7 al 11 de marzo, donde asistieron las delegaciones de las diócesis de Quibdó y Apartadó, el Consejo Comunitario Mayor de la Organización Campesina Integral del Atrato (Cocomacia), el Cabildo Mayor de Murindó y la Coordinación Regional del Pacífico. Informaron que durante su visita a los cabildos de La Isla y Turriquitadó Llano, constataron que tanto el grupo guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como los paramilitares autodenominados “Autodefensas Gaitanistas de Colombia” (AGC), se disputan territorialmente la región, haciendo esto que cometan graves violaciones al derecho internacional humanitario y afectando también los derechos humanos de las comunidades. Frente a esta realidad hacen un llamado al Estado para que dé respuesta a estas afectaciones en contra de la población indígena que habita en estos territorios. "Se requiere la intervención estatal garantizando derechos sociales, la ayuda humanitaria urgente, el desminado territorial y la protección colectiva que les permita gozar de tranquilidad en sus entornos culturales", anotan en el comunicado que se leyó en la rueda de prensa convocada para la mañana de hoy. "A todos los organismos del Estado, incluyendo el Gobierno Nacional, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Murindó y los órganos de control y judicialización, se les exige el cumplimiento de sus compromisos constitucionales y la intervención adecuada y oportuna en esta coyuntura y en las situaciones estructurales que se viven en la región". Igualmente, dirigieron un mensaje a los grupos armados "con el objetivo de que reconozcan que su accionar es absolutamente nocivo para la población civil. Mientras avanzamos en procesos sólidos de paz, deben observar el derecho internacional humanitario y no deben afectar el discreto goce de derechos humanos que tienen las comunidades". Finalmente, se comprometieron a continuar acompañando a las comunidades afectadas por la violencia, animándolas a no abandonar sus territorios y "a perseverar en la exigencia de los derechos que les otorga la constitución nacional". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 17 Mar 2021

Con la Eucaristía, Colombia dará inicio al año dedicado a la familia

Este viernes 19 de marzo, a las 10:00 a.m., con una eucaristía virtual presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se dará inicio a las celebraciones del “Año de la Familia” proclamado por el Papa Francisco. La Iglesia católica en Colombia hace extensiva esta invitación para que desde los hogares se unan a esta celebración eucarística en la que se agradecerá a Dios por las familias y se vivirá, además, un momento de bendición y gracia. Este será solo el inicio de las actividades programadas para este año, que busca promover en las familias su natural vocación misionera creando momentos de formación para la evangelización. Año de la Familia El 19 de marzo la Iglesia celebra cinco años de la publicación de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia' sobre la belleza y la alegría del amor familiar. Este mismo día, en la solemnidad de San José, el Papa Francisco inaugurará el “Año 'Amoris laetitia'”, un periodo especial que se dedicará a la familia y que terminará el 26 de junio de 2022, con ocasión del X Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Roma. Para vivir este año de la familia, el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, en el Vaticano, ha elaborado un folleto informativo que brinda algunas sugerencias a seguir. Entre ellas: La realización de foros, conversatorios, elaboración de videos testimoniales, momentos litúrgicos, propuestas pastorales, catequesis, celebración de una jornada para los abuelos y las personas mayores, doce itinerarios con las familias para poner en práctica 'Amoris laetitia', entre otros. Folleto informativodel dicasterio para los Laicos, Familia y Vida[icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar folleto[/icon]

Mié 17 Mar 2021

Testimonio de una lideresa defensora de los derechos humanos: Magaly Belalcázar

Magaly Belalcázar hace parte de las Plataformsa de Mujeres del Caquetá y de Incidencia Política de Mujeres Rurales Colombianas, es consejera de paz y una lideresa activa en Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Es una mujer campesina, defensora de derechos humanos territoriales y ambientales, constructora de paz y educadora popular. La lideresa participó el pasado miércoles 10 de marzo en el conversatorio virtual, organizado por el Secretariado Nacional de Pastoral Social, sobre el rol de las mujeres en la construcción de paz, un espacio donde compartió sus principales motivaciones como mujer defensora de DDHH, la importancia del enfoque territorial para la paz y su perspectiva frente a las organizaciones de mujeres. En primera instancia, manifestó que su principal motivación como mujer constructora de paz es que las mujeres, especialmente, campesinas, indígenas y afro, tengan espacios de participación reales y efectivos. Planteó que las mujeres rurales son constructoras de paz desde la cotidianidad, cuando en el día a día se unen entre más mujeres y logran tener vocería política. “Hemos estado en varios escenarios y la motivación es tener también nuestra propia voz, reconocernos a nosotras mismas, reconocer a otras mujeres, caminar, poner una huella importante en la construcción de la paz, desde nuestras miradas, desde nuestra diversidad como mujeres”, afirmó Magaly Belalcázar. A su vez, durante el conversatorio compartió que dos de los principales retos para la construcción de la paz es la dimensión e integración de la mujer y del enfoque territorial. Consideró que la dimensión de la paz para las mujeres consiste en la garantía de los DDHH y en la no intermediación de los recursos económicos para la paz. “Para construir la paz tiene que existir un desarrollo, un ecosistema diverso y real que permita conectarnos a las mujeres en los territorios”. La paz no puede seguir siendo un discurso, la paz tiene que tener una base sobre un territorio, tiene que ser real”, señaló la lideresa social. Adicionalmente, compartió su preocupación por los casos de violencia sexual, feminicidios y violencia de género en el departamento del Caquetá, manifestó que no hay presencia de una gobernanza local ni regional para la paz y no hay políticas públicas implementadas para la garantía de los derechos de las mujeres. “Resulta que nosotras somos quienes históricamente reconstruimos el tejido social, nosotras somos las que hemos abanderado la construcción de paz, somos quienes votamos ‘sí’ en el plebiscito, defendemos soberanía alimentaria y la naturaleza. Lo que buscamos no es pedir nuestros derechos sino exigirlos”, reflexionó la defensora de derechos humanos. También, durante el espacio de diálogo compartió que a las mujeres las han reducido a líneas de productividad que no contribuyen a un tejido real para la construcción de la paz, como, por ejemplo, la modistería y la peluquería. Oficios que son respetables, pero no implican una participación política sustancial al interior de los territorios. “Por eso es que cuando se habla de las mujeres en la construcción de la paz piensan que el único espacio que tenemos es en la parte trasera de la casa. Por eso es que no tenemos las tierras, ahí no se hace economía, no se hace soberanía, ahí no se hace paz”, opinó Magaly Belalcázar. Al mismo tiempo, manifestó que lamentablemente continuamos con un modelo institucional que no garantiza los derechos a las mujeres y es la misma institucionalidad quien las persigue y señala. Incluso manifestó que, para el caso del Caquetá, el mismo asesor de la paz es quien estigmatiza a las organizaciones de mujeres en el departamento. La lideresa consideró que es importante organizarse como mujeres, reconocerse y construir las agendas propias en términos de paz y reconocimiento de derechos humanos. Planteó que “las organizaciones de mujeres nos permiten capacitarnos, cualificarnos, entenderos y entrar en procesos de formación política. Eso nos permite ver la realidad en los territorios, nos permite también incidir en la transformación real". A su vez, compartió que las mujeres organizadas logran transcender en colectivo y logran llegar con mayor impacto a la institucionalidad para exigir sus derechos. “Si se pueden silenciar las armas de este país se pueden fundir los odios. Pero no solamente nosotras tenemos que hacer el proceso de perdón, no es un perdón impune, es un perdón con verdad, con reparación, que reconozca a las víctimas en el territorio. Es un perdón que hable de la verdad”, concluyó la lideresa. Desde esta perspectiva la lideresa hace énfasis en la importancia de la perspectiva territorial y de género para la paz, valorando el trabajo de las organizaciones de mujeres y reconociéndolas como agentes de cambio social y reconstructoras de tejido social. Fuente: Oficina de comunicaciones del SNPS

Lun 15 Mar 2021

Diócesis de Montería se prepara para el Año de la Familia

En comunión con la invitación hecha por el Papa Francisco de celebrar un año dedicado a orar de manera especial por la familia, la Diócesis de Montería realizará este viernes 19 de marzo, a partir de las 8:00 p.m., una jornada de reflexión que se une a la celebración del 150° aniversario de san José como patrono de la Iglesia Universal. Dentro del programa, que se desarrollará de manera virtual y que marcará el inicio a las actividades del año de la familia, se encuentra: Espacio de animación bíblica, presentación de la carta apostólica 'Patris Corde' (Corazón de Padre), oración de consagración a las familias y, por último, el obispo de esta jurisdicción, monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa, hará el cierre de la jornada con una bendición a todas las familias monterianas. Cabe anotar que el obispo ha invitado a todas las parroquias de la diócesis a sumarse el día anterior, jueves eucarístico, 18 de marzo, a una hora santa, teniendo como intención la preparación para esta celebración de la Iglesia Católica a nivel mundial. La celebración del “Año de la Familia” en esta Iglesia particular de Montería marca una relevante significación, pues la Sagrada Familia es la patrona de esta jurisdicción eclesiástica. Por qué celebrar el año de la familia El Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, ha informado que este año especial de la familia busca ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización para vivir concretamente la riqueza de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia' (La alegría del amor). Además, "hacer experimentar que el Evangelio para la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera".

Lun 15 Mar 2021

Papa Francisco nombra a arzobispo de Bogotá miembro de la CAL

El pasado miércoles 10 de marzo, el Papa Francisco nombró a monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, nuevo miembro de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), órgano de la Iglesia Romana. Estoy dispuesto a servir a Dios y, a través de Él, al pueblo Al ser interrogado sobre su designación a este cargo, el arzobispo de Bogotá recordó el capítulo de San Juan cuando Jesús le pregunta tres veces a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” Él le respondió: “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Al respecto dijo que este pasaje bíblico “lo que le está diciendo el Señor a la Iglesia y lo que me está diciendo a mí particularmente es que, si lo amo, debo estar dispuesto a servirle a él y al pueblo de Dios, porque servirle al pueblo de Dios es servirle al mismo Cristo que camina en la historia”. Es necesario ver la Iglesia de manera universal El prelado asintió que una forma de aportar a este dicasterio es ver la Iglesia de manera universal, una sola. Dijo además que todos, pero de manera particular los llamados al episcopado, deben cumplir la tarea de ver la Iglesia “no solo desde su porción de Iglesia particular, sino la Iglesia del país, la Iglesia del continente, la Iglesia católica en todos los cinco continentes para amarla, reconocer sus virtudes y poder acompañarla”. Aporte de la Iglesia colombiana a este dicasterio Resaltó que cada Iglesia particular del continente ha vivido su propia experiencia y ha dejado marcado un camino con unas condiciones especiales. Para el caso de Colombia el prelado expuso que la Iglesia colombiana tiene algo que ofrecer, porque lo ha aprendido en medio del sufrimiento y es el camino del diálogo y la reconciliación para encontrar la paz. Monseñor Rueda Aparicio se refirió a la violencia que durante décadas ha golpeado al país, y recalcó que la Iglesia ha estado presente con los párrocos, religiosas, religiosos y laicos, “siempre presentes sirviendo, acompañando y sanando heridas, tratando de pronunciar una palabra de reconciliación para unir a víctimas y victimarios”, comunicó. Favorecer la ‘sinodalidad’ para la Asamblea Eclesial Finalmente, al ser consultado sobre cómo se podría favorecer la sinodalidad desde la Pontificia Comisión para América Latina, en vísperas de celebrarse el aniversario de la V Conferencia General del Episcopado en Aparecida, el prelado observó que la “propuesta que nos ha hecho el Papa de celebrar una Asamblea Eclesial, del 21 al 28 de noviembre en Roma, nos va a dar la oportunidad de celebrar en sinodalidad como pueblo de Dios, para agradecer todo lo que hemos caminado y para asumir los desafíos en un futuro cercano y a largo plazo”. Nuevos miembros para la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) El Santo Padre designó para este dicasterio a los siguientes prelados: Cardenal Orani João Tempesta, arzobispo de São Sebastião do Rio de Janeiro (Brasil); Cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid (España); Mons. Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia; Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey (México); y, Mons. Nelson Jesús Pérez, arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos). Funciones de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) Este dicasterio de la Curia Romana nació en 1958 bajo el pontificado del Papa Pío XII. Su función es la de “aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina” y “estudiar las cuestiones que se refieren a la vida y el progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones”, como lo señala la constitución apostólica Pastor Bonus del Papa San Juan Pablo II. Es tarea de la CAL colaborar en coordinación con las instituciones que, de una u otra forma sirven en América Latina, como el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y su secretariado general, con las conferencias episcopales nacionales y otras instituciones de ayuda en América Latina y con la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), y con las instituciones católicas internacionales y otras asociaciones y movimientos que sirven en el continente.