Vie 18 Oct 2019
¿Es importante e imprescindible la oración en mi vida?
Primera lectura: Éx 17,8-13
Salmo: Sal 121(120),1-2.3-4.5-6.7-8 (R. cf. 2)
Segunda lectura: 2Tm 3,14 - 4,2
Evangelio: Lc 18,1-8
Introducción
En las lecturas de este vigesimonoveno domingo del tiempo ordinario, se pueden identificar tres ideas temáticas que permiten ver la acción de Dios sobre el pueblo, su incidencia en responder a la vulnerabilidad del ser humano, la constancia en la petición y la importancia de volver sobre la Palabra.
• Obediencia pronta a Dios, confianza en la ayuda de Dios y de los otros para vencer la prueba
• Perseverancia en la oración.
• La riqueza de la Palabra que da sabiduría y fortalece la evangelización,
1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
Se encuentra ubicado este Evangelio en el contexto de la “subida a Jerusalén”, propio del discipulado.
A través de comparaciones y parábolas, hoy con la parábola del juez inicuo y la viuda importuna, Jesús enseña la importancia que tiene la oración, rezar en todas las circunstancias de la vida del ser humano, con constancia, insistentemente, sin desfallecer. Así, como en otro momento lo hace con sus discípulos quienes le piden les enseñe a orar y los introduce en el Padre Nuestro, él también se muestra orante, cuando en muchos momentos, en la toma de decisiones, en sus relaciones con los otros, en los momentos difíciles y decisivos de su vida, clama y ora a su Padre Dios, intimidad orante ésta que lo hace fiel a su proyecto.
El hecho de que la vida de Jesús era una oración permanente, nos quiere mostrar que no hay que desanimarse, ni cansarse frente a las dificultades, aun sintiendo que Dios no escucha nuestras plegarias.
Se vale de la imagen de una viuda que reclama insistentemente al juez le haga justicia contra su adversario, un juez que no le interesa nada, ni nadie, ni siquiera Dios, solo su propia privacidad y comodidad, un juez sin moral, inescrupuloso, despreocupado, altanero e irresponsable; sin embargo, decide conceder justicia a la viuda, no porque sea parte de sus funciones de juez, sino porque quiere liberarse de esta mujer, tan inoportuna para él. No hay que olvidar que la condición de ¡viuda y mujer! la hace vulnerable, débil en el contexto de Israel este grupo de personas no contaban con quien las representara, las protegiera; a pesar de la condición de esta persona, ella seguía insistiendo.
Frente a esta realidad ¿cómo será la respuesta de Dios a todos aquellos que con insistencia, día y noche claman y piden justicia respecto a las situaciones de iniquidad que viven y tienen que sufrir?, porque se puede pensar que es el mismo Dios quien alaba la manera de ser y la respuesta de este juez indolente. Se muestra el carácter de Dios que hará justicia a sus escogidos “¿no hará Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar?”.
Finaliza Jesús cuestionando si al final de los tiempos, cuando Él venga, encontrará fe en la tierra, porque frente a tanta injusticia, iniquidad, corrupción, muerte, insolidaridad, ¿será que el hombre creerá en sí mismo, en sus hermanos, en Dios?
2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?
En ejercicio de oración con el mismo Evangelio, se puede compartir:
• Invitación a orar siempre sin desfallecer, con la seguridad de que Dios escucha y actúa con justicia. No desaprovechar las ocasiones para insistir a tiempo y destiempo.
• Valorar la oración de la comunidad, orar los unos por los otros, sintiéndonos responsables de la misión que se realiza dentro de la parroquia, con testimonio de vida y la ayuda mutua.
• La oración es un remedio indispensable para la vida del ser humano, ya que involucra el poder de Dios que actúa hasta lograr lo que se le pide. Es mirar mi vulnerabilidad y presentársela con insistencia al Señor y esperar de Él una respuesta.
• Mantener siempre viva la esperanza en que Dios nos escucha y, aunque sintamos que el camino se hace largo y pesado, ahí está Dios. Es orar con perseverancia para que nuestros pueblos vivan en la esperanza y confíen en que Dios está con ellos, a pesar de las injusticias que están viviendo.
• Testimoniar con la vida, más que con las palabras, por medio de las actitudes, y en las relaciones interpersonales la presencia de un Dios que escucha siempre y que está atento a nuestras súplicas.
• Se requiere una experiencia de Dios en todos los momentos y circunstancias de la vida que solo se logra a través de la oración, del encuentro íntimo, como Jesús con su Padre Dios. Es equiparnos de paciencia para la espera de una respuesta de Dios y de los otros, ver cómo la oración cambia y transforma las vidas.
• A la luz de esta Palabra percibo la pastoral de mi parroquia. Puedo analizar que en ella existen personas que no saben rezar, pero mantienen una relación diaria con Dios, tenemos que pensar que las caracteriza. En otras hay facilidad para ese encuentro, su devoción y oración las lleva a que ellas respondan en muchos espacios de oración, usan diferentes formas de orar. Cómo quisiera participar de esos espacios de formación parroquial donde pueda adquirir estrategias para mejorar mi encuentro con Dios, que fortalezca mi vida espiritual y mis relaciones con mi familia y amigos.
3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
Al contemplar esta Palabra y confrontarla con mi vida, me doy cuenta que debo todos los días, como esta viuda, suplicar insistentemente a Dios para que pueda lograr intimar con Él; poder sacar el tiempo que necesito para que el Señor me escuche, sentirme necesitado de Él; fortalecer mi fe y esperanza con la confianza en que Dios escucha mi plegaria. Es preguntarme: ¿siento necesidad de un encuentro real con el Señor? ¿Cuánto tiempo dedico a mi oración personal para estar con Él? ¿Es importante e imprescindible la oración en mi vida?
Igualmente, así como esta viuda “¿No hará Dios justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?”. Los elegidos del Señor son los pobres, los desposeídos, los marginados de todos los pueblos que gritan justicia, es para ellos el Reino de los cielos. Nos hace el llamado para que, en actitud de escucha, de discernimiento pueda dar justicia, comprensión, perdón y misericordia; es la súplica de la viuda que se concretiza en los nuevos pobres de hoy.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS:
1. Se podría resaltar como signo la Palabra que debe ser acogida (Biblia) y la oración por las misiones (Rosario misionero, camándula de colores que identifican los cinco continentes.)
2. Se sugiere seguir El Prefacio Dominical IX: La acción del Espíritu en la Iglesia, Misal p. 391.
3. Como hoy es la Jornada Mundial de las Misiones, en el contexto, también, del Mes Misionero Extraordinario, se podrías seguir uno de los formularios de la Misa por la Evangelización de los Pueblos, Misal
p. 934-936. El Prefacio, podría ser, Dominical I: Misterio Pascual y pueblo de Dios, p. 383 del Misal.
4. A la luz, oración y reflexión de esta Palabra Divina dominical:
- Motivar la colecta a favor de las misiones
- Motivar a los niños de infancia misionera a hacer presencia en la celebración.
- Preparar y realizar la celebración de las cuarenta horas ante Jesús sacramentado para orar por las misiones y los misioneros.
- Motivar a los feligreses a participar en la pastoral de la escucha, de consolación y ayuda para que, conociendo la realidad del país, de la ciudad, de la parroquia puedan dar un espacio para que oigan los clamores del pueblo y sientan la justicia, la comprensión, el perdón y la misericordia.
- Se pueden fortalecer los grupos de oración, dedicando más tiempo a esta pastoral, como un espacio de fe y esperanza; nuevas estrategias de oración, actualizar con talleres de oración.
- Tener Presente que, el lunes 21 y el martes 22, se celebran las memorias libres de Santa Laura Montoya y San Juan Pablo II, respectivamente.