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Iglesia

Lun 28 Oct 2019

Las 20 propuestas imprescindibles del Documento final del Sínodo para la Amazonía

Los padres sinodales que componen la Asamblea Especial para la Región Panamazónica han dado luz verde al Documento final tras una intensa jornada de votaciones de los 120 puntos sobre los que se ha dialogado durante tres semanas de trabajo. ¿El resultado? Decenas de propuestas que a partir de ahora están en manos del papa Francisco para que se conviertan en punto de partida para una futurible exhortación apostólica. Vida Nueva recoge las 20 sugerencias más significativas que buscan, tal y como señala el texto, actuar con “urgencia” para “abrir nuevos caminos para la Iglesia en el territorio”. ¿El objetivo? “La única conversión al Evangelio vivo, que es Jesucristo, se podrá desplegar en las dimensiones interconectadas para motivar la salida a las periferias existenciales, sociales y geográficas de la Amazonía. Estas dimensiones son: la pastoral, la cultural, la ecológica y la sinodal” (19). 1. Puerta abierta a la ordenación de hombres casados El documento final del Sínodo reclama, “en el marco de ‘Lumen gentium’ 26”, la posibilidad de “ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica” (111). Este argumento ha recibido 128 votos a favor y 41 en contra. Es el punto que más resistencia ha suscitado del total de 120 ítems que se han votado. 2. A favor del diaconado femenino y del ministerio de “la mujer dirigente de la comunidad” Aunque el documento final no pide explícitamente la aprobación del diaconado permanente femenino, sí lo hace de forma implícita al hacerse eco del alto número de consultas en el que se ha solicitado y deja en manos del Papa y de la comisión creada a tal efecto por Francisco “sus resultados” (103). Junto a esto, los padres sinodales sí reclaman que las mujeres “puedan recibir los ministerios del lectorado y acolitado, entre otros a ser desarrollados”, además de que “sea creado el ministerio instituido de ‘la mujer dirigente de la comunidad’”. Esta propuesta ha recibido el refrendo de 137 obispos, frente a 30 que se han manifestado en contra. “Reconocemos la ministerialidad que Jesús reservó para las mujeres” (102), recuerdan los obispos, que considera “necesario fomentar la formación de mujeres en estudios de teología bíblica, teología sistemática, derecho canónico, valorando su presencia en organizaciones y liderazgo, dentro y fuera del entorno eclesial”. 3. Definir un nuevo pecado: el pecado ecológico Los padres sinodales quieren incluir “el pecado ecológico” entre la lista de faltas para los cristianos. “Proponemos definir el pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente” (82), han aprobado los obispos del Sínodo. “Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del ambiente, transgresiones contra los principios de interdependencia y la ruptura de las redes de solidaridad entre las criaturas y contra la virtud de la justicia”, explicitan. 4. Instaurar un Organismo Eclesial Regional para la Amazonía Los padres sinodales piden al Papa crear “un organismo episcopal que promueva la sinodalidad entre las iglesias de la región” (115) que permita trabajar en red en tanto que sea “permanente y representativo que promueva la sinodalidad”. Junto a ello, conscientes del poder y alcance de los medios de comunicación, los padres sinodales respaldan la creación de “una red de comunicación eclesial panamazónica” (61), apunta el texto. El documento final también insta a Francisco a “crear un Observatorio socioambiental pastoral, fortaleciendo la lucha en defensa de la vida” (85), que trabaje en alianza con organismos latinoamericanos de la Iglesia como CELAM, CLAR, Cáritas, REPAM, los Episcopados, las universidades católicas, sociedad, civil y pueblos indígenas. “Proponemos crear ministerios especiales para el cuidado de la ‘Casa común’ y la promoción de la ecología integral a nivel parroquial y en cada jurisdicción eclesiástica, que tengan como funciones, entre otras cosas, el cuidado del territorio y de las aguas, así como la promoción de la encíclica ‘Laudato si’” (82), expone también el texto sinodal. 5. Crear un rito amazónico propio Junto a los 23 ritos existentes y reconocidos por la Iglesia universal, el Sínodo propone “constituir una comisión competente para estudiar y dialogar, según usos y costumbres de los pueblos ancestrales, la elaboración de un rito amazónico que exprese el patrimonio litúrgico, teológico, disciplinario y espiritual amazónico” (119). 6. Una Iglesia que denuncie “los atentados” contra los indígenas y su tierra El documento final sentencia que “la Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida” (46). Es más, se recuerda que “la defensa de la tierra no tiene otra finalidad que la defensa de la vida”. A renglón seguido, el texto llama a “defender los derechos a la libre determinación, la demarcación de territorios y la consulta previa, libre e informada”, teniendo en cuenta que “para la Iglesia, la defensa de la vida, la comunidad, la tierra y los derechos de los pueblos indígenas es un principio evangélico, en defensa de la dignidad humana” (47). En este sentido, se dedica un punto especial a los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario, que no superan el centenar en la Amazonía, con quienes también se compromete la Iglesia en la defensa de sus derechos, en especial, la inviolabilidad de sus territorios, a través de “acciones de incidencia” (50) hacia los Estados. 7. “Rechazamos una evangelización de estilo colonialista” “Rechazamos una evangelización de estilo colonialista” (55), sentencia el Documento final del Sínodo Panamazónico, al igual que todo “proselitismo” (56). Frente a ello se plantean “procesos claros de inculturación de nuestros métodos y esquemas misioneros”. Se propone a los centros de investigación y pastoral que estudien “las tradiciones de los grupos étnicos amazónicos” para defender su identidad y cultura a través de “acciones educativas” (57) que favorezcan la inculturación. Para ello, urge conocer “sus lenguas, sus creencias y aspiraciones, sus necesidades y esperanzas”. Estos planes educativos han de tener “la ecología integral como eje transversal”. “La Iglesia tiene la oportunidad histórica de diferenciarse de las nuevas potencias colonizadoras escuchando a los pueblos amazónicos para poder ejercer con transparencia su actividad profética” (15), se expresa. 8. La ecología integral como único camino posible En el Documento final se asevera que “la ecología integral no es un camino más que la Iglesia puede elegir de cara al futuro en este territorio, es el único camino posible, pues no hay otra senda viable para salvar la región” (67). “Es urgente enfrentarnos a la explotación ilimitada de la ‘Casa común’ y de sus habitantes”, reclaman los obispos sinodales, para lo que llaman a la comunidad internacional a proporcionar más recursos económicos, “un modelo de desarrollo justo y solidario” y herramientas para frenar el cambio climático. “Resulta escandaloso que se criminalice a los líderes e incluso a las comunidades, por el solo hecho de reclamar sus mismos derechos”, denuncia, a la par que subraya que promover los derechos humanos “no es un deber político o una tarea social, sino también y, sobre todo, una exigencia de fe” (70). Conscientes del limitado campo de acción de la Iglesia, los padres sinodales reflexionan: “Tal vez no podemos modificar inmediatamente el modelo de un desarrollo destructivo y extractivista imperante, pero, sí tenemos la necesidad de saber y dejar en claro: ¿dónde nos ubicamos? ¿al lado de quién estamos?” (70). 9. Una Iglesia defensora de los derechos de los indígenas El Documento hace especial incidencia en la necesidad de que la Iglesia se comprometa con los derechos de los habitantes de la Amazonía, bien en los espacios rurales o en las ciudades, con una especial atención a los migrantes y a los jóvenes. “Es necesario defender el derecho de todas las personas a la ciudad” (35), apunta el texto, desde los principios de “sostenibilidad, democracia y justicia social”. Así se destaca el papel de las comunidades de base y se insta a la Iglesia local a “estar presente en los espacios de participación de políticas públicas donde se articulan acciones para revitalizar la cultura, la convivencia, el ocio y la celebración” (36). “Debemos luchas para que las ‘favelas’ y las ‘villas miseria’ tengan asegurados los derechos básicos fundamentales”, se asevera, para lo que sugieren instituir un “ministerio de acogida” en las comunidades urbanas para migrantes, refugiados, personas sin hogar… 10. Contra las compañías extractivas y por una transición energética “radical” Los padres sinodales dan un paso al frente en su compromiso en la defensa de los Derechos Humanos con algunas denuncias en voz alta sobre la explotación de las multinacionales: “Denunciamos la violación de los Derechos Humanos y la destrucción extractiva. Asumimos y apoyamos las campañas de desinversión de compañías extractivas relacionadas al daño socioecológico de la Amazonía, comenzando por las propias instituciones eclesiales y también en alianza con otras iglesias. Llamamos a una transición energética radical y a la búsqueda de alternativas” (70). En esta misma línea, reclaman “una economía solidaria y sostenible, circular y ecológica” (73) a los Estados en los territorios amazónicos con la participación de los pueblos indígenas “proponiendo modelos de aprovechamiento del bosque en pie” (71). 11. Crear un fondo mundial para reparar la deuda ecológica Otra iniciativa pionera de este Sínodo es la “creación de un fondo mundial para cubrir parte de los presupuestos de las comunidades presentes en la Amazonía que promueven su desarrollo integral y autosostenible” (83) con el fin de “reparar la deuda ecológica que tienen los países con la Amazonía”. A partir de ahí, también se sugieren “hábitos saludables” (84) y “estilos de vida sobrios” como cambiar “la cultura del consumo excesivo”, promover el reciclaje, la reforestación, reducir la dependencia de combustibles fósiles y usos de plásticos… 12. Descentralizar las estructuras de la Iglesia para una mayor sinodalidad El Documento final reclama “audacia evangélica” (91) para lograr una Iglesia sinodal que se traduce en una petición de reformar las estructuras eclesiales para sean “descentralizadas en sus diversos niveles (diocesano, regional, nacional, universal), respetuosas y atentas a los procesos locales, sin debilitar el vínculo con las demás Iglesias hermanas y con la Iglesia universal” (92). ¿El objetivo? “Una sincronía entre la comunión y la participación, entre la corresponsabilidad y la ministerialidad de todos”. Los obispos defienden “una conversión que promueva la creación de estructuras en armonía con el cuidado de las creación, una conversión pastoral basada en la sinodalidad, que reconozca la interacción de todo lo creado. Conversión que nos lleve a ser una Iglesia en salida que entre en el corazón de todos los pueblos amazónicos” (18). “Nuestra conversión pastoral será samaritana, en diálogo, acompañando personas con rostros concretos de indígenas, de campesinos, de afrodescendientes y migrantes, de jóvenes, de habitantes de las ciudades”, apostillan. 13. Más voz, voto y liderazgo de los laicos “Reconocemos la necesidad de fortalecer y ampliar los espacios para la participación del laicado, ya sea en la consulta como en la toma de decisiones, en la vida y en la misión de la Iglesia” (94), defienden los obispos en aras de “la corresponsabilidad de todos los bautizados”. Es más, se llega a afirmar que “el obispo pueda confiar, por un mandato de tiempo determinado, ante la ausencia de sacerdotes en las comunidades, el ejercicio de la cura pastoral de la misma a una persona no investida de carácter sacerdotal, que sea miembro de la comunidad” (96). Eso sí, se apostilla a continuación que “deberán evitarse personalismos y por ello será un cargo rotativo”. Del mismo modo, se reclama una mayor promoción y mejor formación del diaconado permanente (104). En otro punto se reclama que “se confieran ministerios para hombres y mujeres de forma equitativa” (95). El texto aprobado llama a respetar la piedad popular de los pueblos amazónicos, evitando la clericalización, impulsando el papel de los laicos desde “una catequesis apropiada” (53). Los padres sinodales aprecian también el desarrollo de “la teología india, una teología de rostros amazónico”(54). 14. Más inculturación y ecología integral en la formación de seminaristas y sacerdotes El Documento final plantea una mayor inculturación y ecología integral en los programas de formación “de los futuros presbíteros de las iglesias en la Amazonía (108),que aborde la historia de los pueblos indígenas, la espiritualidad ecológica, las teologías indias… 15. Promover los sacerdotes indígenas Los padres sinodales plantean al Papa que es “urgente dar a la pastoral indígena su lugar específico en la Iglesia” (27), lo que pasa por “definir, elaborar y adoptar acciones pastorales que permitan desarrollar una propuesta evangelizadora en medio de las comunidades indígenas”. Así proponen “una pastoral indígena y de la tierra” con una “especificidad propia” desde “una opción preferencial por los pueblos indígenas”. En sentido, se subraya la necesidad de “organismos diocesanos de pastoral indígena”, así como “sacerdotes y ministros” indígenas. 16. Reforzar la atención educativa y sanitaria de la Iglesia “donde el Estado no llega” “La Iglesia asume como tarea importante promover la educación en salud preventiva y ofrecer asistencia sanitaria en lugares donde la asistencia del Estado no llega” (58), subraya el Documento. 17. Constituir una red escolar indígena y una Universidad Católica Amazónica El texto insta al Papa a incrementar la labor educativa eclesial, “empoderando a las personas con un sano sentido crítico” (59). Para hacerlo realidad, dan la idea de “una red escolar de educación bilingüe para la Amazonía –similar a Fe y Alegría– que articule propuestas educativas que respondan a las necesidades de las comunidades, respetando, valorando e integran en ellas la identidad cultural y la lingüística” (62). Los obispos del Sínodo aterrizan hasta tal punto en el Documento final que plantean establecer una Universidad Católica Amazónica “basada en la investigación interdisciplinaria (incluyendo estudios de campo), en la inculturación y en el diálogo intercultural” (114). 18. Traducir la Biblia a lenguas indígenas con otras confesiones cristianas El Documento hace una apuesta por diálogo interreligioso, pero, sobre todo, por el ecumenismo, o lo que es lo mismo, por tender puentes entre la Iglesia católica y pentecostales, carismáticos y evangélicos. ¿Cómo? “La centralidad de la Palabra de Dios en la vida de nuestras comunidades es factor de unión y diálogo” (24), señala el documento final que propone algunas medidas: “En torno a la Palabra se pueden dar tantas acciones comunes: traducciones de la Biblia a lenguas locales, ediciones en conjunto, difusión y distribución de la Biblia y encuentros entre teólogos y de teólogos y teólogas católicos y de diferentes confesiones” (24). 19. Crear una red itinerante de misioneros ante las distancias kilométricas Ante las enormes dificultades de desplazamiento en la Amazonía, el Sínodo ha puesto en valor el trabajo de los equipos misioneros itinerantes que se dedican a la llamada “pastoral de visita”. “Proponemos una red itinerante que reúna los distintos esfuerzos de los equipos que acompañan y dinamizan la vida y la fe de las comunidades” (40), se lee en el documento final, que abran “caminos de incidencia política para la transformación de la realidad”. 20. Más congregaciones misioneras en el Amazonas El Documento final también invita a las congregaciones religiosas “que aún no están involucradas en misiones” a que establezcan “al menos un frente misionero en cualquiera de los países amazónicos” (40). Tomado de: Portal web Vida Nueva Video: Rome Reports

Vie 25 Oct 2019

Intervención de la Conferencia Episcopal ante el Ministerio de Salud

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta al Ministerio de Salud observaciones al proyecto de resolución “por medio de la cual se emite una regulación única para garantizar la interrupción voluntaria del embarazo en los casos despenalizados en la Sentencia C-355 de 2006 en cumplimiento a la orden tercera de la Sentencia de Unificación 096 de 2018 de la Honorable Corte Constitucional y se dictan otras disposiciones". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 25 Oct 2019

Desde Roma, presidente del Episcopado orar por la paz de Colombia

Luego de haber presidido la eucaristía en la Basílica de San Pedro en Roma, monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de un video mensaje, animó a los colombianos católicos a anunciar sin miedo el Evangelio de Jesús para asumir el compromiso de la paz y proteger la vida desde el momento de su concepción. “Desde la tumba del Apóstol Pedro en Roma, hemos orado de manera especial por el país para que cese la violencia, se pueda superar la corrupción en nuestros municipios y departamentos e igual protejamos la vida desde antes de nacer”, afirmó el prelado. El saludo lo ofreció en nombre de los 15 obispos colombianos, que están participando desde el pasado 06 de octubre en el Sínodo de la Amazonía en Roma.

Vie 25 Oct 2019

Clero de Pereira proyecta trabajo pastoral con los jóvenes

Como parte del plan de formación permanente que recibe el clero, la diócesis de Pereira realizó los días 22 y 23 de octubre un encuentro que centró su reflexión en las conclusiones del Sínodo "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional" y a la luz de la Exhortación Apostólica Postsinodal "Christus Vivit". A partir de estos documentos y a través de la metodología del ver, juzgar y actuar, el padre Manuel Vega León, director de los departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se encargó de orientar el proceso de formación para los más de 130 sacerdotes. "Se ofreció un análisis de la realidad de los jóvenes de esta ciudad y se escuchó el aporte de un grupo de chicos invitados, quienes expresaron lo que buscan y quieren de la Iglesia", afirmó el sacerdote. A partir de esta lectura, se hizo una revisión a los documentos del magisterio que se refieren al tema de los jóvenes, para finalmente aterrizar todos estos elementos en la proyección pastoral que tendrán que seguir adelantando los sacerdotes de pereira para el acompañamiento a esta población.

Mié 23 Oct 2019

La articulación: Reto de la Pastoral Familiar

El Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia, invitó a algunos movimientos apostólicos que trabajan en el campo de la familia a un encuentro que permitió conocer el trabajo que realizan y dar inicio a un proceso de articulación pastoral. “Queremos crear una red donde se puedan articular todos los movimientos que están trabajando en familia, para que podamos aportar mucho más a esta pastoral”, fueron las palabras del Padre Juan Carlos Liévano, director de este departamento y quien convocó a la reunión. “En un primer momento los movimientos presentaron su trabajo siendo esta una oportunidad para conocer el alcance y los campos de acción de cada uno de ellos. Luego se procedió a determinar cuál era el paso a seguir para una articulación que permita cumplir los objetivos planteados para la Pastoral Familiar”, agregó el padre Liévano. El departamento de pastoral familiar de la CEC, en comunión con el equipo nacional de pastoral familiar, conformado por los delegados de cada una de las regiones del país, serán los encargados de dar inicio a esta propuesta de articulación, en reunión que se llevará a cabo este próximo 28 de octubre en la sede del episcopado. Al encuentro asistieron representantes de movimientos como el Encuentro de Novios, Familias Misioneras de Obras Misionales Pontificas, Asociación Misioneros de la Juventud, Movimiento Familiar Cristiano, entre otros.

Mié 23 Oct 2019

En Barranquilla se bendice el mural más grande de la Santa Laura Montoya

Ahora quien visite el templo parroquial Santa Laura Montoya, ubicado en la ciudad de Barranquilla, podrá encontrarse con el mural más grande de Colombia con la imagen de esta Santa. Desde el 24 de mayo de 2015 fecha en que se consagró el templo parroquial de Santa Laura Montoya, en la Arquidiócesis de Barranquilla, se soñó con ubicar una obra de arte que reflejara la imagen de esta santa colombiana, no solo por embellecer el templo, sino que sirviera además para la catequesis. Desde comienzos de 2019 y luego de un diálogo con diversos artistas, de manera especial con el antioqueño Alejandro Paucar, quien trabaja en la técnica pixelismo, se elaboró un boceto inspirado en tres etapas de la vida y misión de Santa Laura Montoya, sugeridas por el párroco Edgardo Bernales. Así fue como el 7 de octubre de este año, en memoria de Nuestra Señora del Rosario, un grupo de familias bajo la orientación del maestro Paucar, dieron inicio a dar las primeras pixeladas de lo que hoy es el mural más grande en Colombia de la imagen de la Madre Laura. Luego de cinco días de trabajo arduo, el 12 de octubre se entregó a la comunidad parroquial y el 21 de octubre, fiesta patronal de Santa Laura Montoya, se realizó la bendición del gran mural de 81,4 mt2. [icon class='fa fa-download fa-2x'] PROCESO DE ELABORACIÓN[/icon]

Mar 22 Oct 2019

Padres sinodales firman histórico ‘Pacto de las Catacumbas por la Casa Común’

Como había sido anunciado, el 20 de octubre ha sido renovado el histórico Pacto de las Catacumbas. Esta vez, con un particular acento, en consonancia con el Sínodo Panamazónico, pues se trata de un ‘Pacto de las Catacumbas por la Casa Común’. En las Catacumbas de Domitila En las Catacumbas de Domitila, el mismo memorable lugar donde don Hélder Câmara y un grupo de padres conciliares afirmaron, hace 54 años, su firme compromiso por una Iglesia pobre y para los pobres, tuvo lugar el significativo acto, que fue presidido por el cardenal Cláudio Hummes, arzobispo emérito de São Paulo y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). “Este Sínodo es fruto del Concilio Vaticano II”, recordó el cardenal Hummes durante la homilía, en la que animó a los presentes a volver la mirada sobre la Iglesia primitiva que, aunque perseguida, celebraba en las catacumbas la memoria de Jesús y se fortalecía con el testimonio de los mártires. Hummes también acentuó que “las grandes reformas del papa Francisco nos invitan a mirar a la Iglesia primitiva” y particularmente, en este Sínodo Panamazónico, a “proclamar la palabra sin miedo en la Amazonía”, sin dejar de “creer en la fuerza de la oración y en nuestros pueblos”, para hacer realidad la Ecclesia Semper Reformanda. Este ambiente de oración, compromiso y solidaridad con los más pobres y con la Casa Común, predominó esta mañana en las Catacumbas de Domitila, durante la Eucaristía que inició en torno de las 7 a.m., concelebrada por unos 40 obispos participantes del Sínodo –entre quienes se encontraba el cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo y vicepresidente de la REPAM–, casi medio centenar de sacerdotes, además de religiosas, religiosos, laicas y laicos que, en total, sumarían más de 200 personas, la mayoría de América Latina. Por una Iglesia con rostro amazónico Para el teólogo e historiador brasileño José Oscar Beozzo, con este signo “la Iglesia ha retomado el espíritu del Concilio, hemos vuelto a las fuentes, pero para enfrentar los nuevos retos que tenemos ahora”, refiriéndose expresamente a la ecología integral, la defensa de los pueblos originarios, y todo aquello que contribuya a “una Iglesia con rostro amazónico, pobre y servidora, profética y samaritana”. A ello se refieren los 15 ítems del ‘Pacto de las Catacumbas por la Casa común’, donde se asume “el compromiso por defender la selva amazónica en pie”, reconociendo que “no somos los dueños de la madre Tierra, sino sus hijos e hijas“, y acogiendo y renovando “cada día la alianza de Dios con todo lo creado”. De este modo, el documento firmado en las Catacumbas de Domitila –al concluir la Eucaristía–, recoge el propósito de “renovar en nuestras iglesias la opción preferencial por los pobres, especialmente por los pueblos originarios y, junto con ellos, garantizar el derecho a ser protagonistas en la sociedad y en la Iglesia”, lo cual conlleva a “abandonar en nuestras parroquias, diócesis y grupos, todo tipo de mentalidad y postura colonialista, acogiendo y valorando la diversidad cultural, étnica y lingüística en un diálogo respetuoso con todas las tradiciones espirituales”. Contra toda forma de violencia La denuncia profética de “todas las formas de violencia y agresión a la autonomía y a los derechos de los pueblos originarios, a su identidad, a sus territorios y sus formas de vida”, no podrá ser ajena a esta renovada Iglesia, comprometida, además, con el anuncio de “la novedad liberadora del Evangelio de Jesucristo” y abierta a “caminar ecuménicamente con otras comunidades cristianas” para hacerlo posible. Se trata, en últimas, de “un acto de amor cósmico”, como se menciona al final del documento, que pone a la Iglesia “al lado de los que son perseguidos por su servicio profético de denuncia y reparación de injusticias, de defensa de la tierra y de los derechos de los pequeños, de acogida y apoyo a los migrantes y refugiados”. Y sin embargo, el Pacto también conduce a una conversión personal frente a “la avalancha del consumismo”, para abrazar “un estilo de vida sobrio, sencillo y solidario con los que poco o nada tienen”. Dos testigos del compromiso con los pobres Dos signos fueron particularmente relevantes al concluir la celebración Eucarística y la firma del Pacto, hacia las 9 a.m., cuando el cardenal Hummes comentó que el cáliz que se utilizó en la celebración perteneció al misionero comboniano Ezequiel Ramin, quien dio su vida por la Amazonía en 1985. Asimismo, el obispo emérito de Xingú, Erwin Kräutler, recibió de Hummes la estola que fue de don Hélder Câmara –y que el cardenal había utilizado en la Eucaristía de hoy. “Usted merece tener la estola de don Hélder”, fueron sus palabras. Fuente: Portal digital Vida Nueva Fotos: P. Julio Caldeira

Mar 22 Oct 2019

El voto de los católicos

Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - Estamos a las puertas de un momento muy importante en la vida de nuestra comunidad: Las elecciones a los cargos de las autoridades locales, aquellos que tienen la responsabilidad directa del entorno cercano a nuestras comunidades. Seremos llamados a expresar nuestra elección en los próximos días, y es necesario entrar a reflexionar sobre la gran responsabilidad que tenemos al escoger a quienes tienen que cuidar y gestionar los recursos de la comunidad. Deseo presentar en estas sencillas reflexiones, algunos elementos para los lectores de LA VERDAD, que susciten una profunda lectura de esta realidad social que nos toca. Con las elecciones entramos en el ejercicio de la democracia, el sistema político que hemos elegido para nuestra expresión como estado; por el voto, elegimos a algunos que tienen que administrar y buscar el bien de todos. En nuestra comunidad, los gobernantes deben buscar el desarrollo humano integral, un compromiso con las realidades superiores que animan nuestra sociedad, pero que se concretizan en las necesidades de los hombres y mujeres de nuestra comunidad. Como ciudadanos, pero también como cristianos, seguidores de Jesús y de su Evangelio, tenemos que asumir con mucha responsabilidad este momento decisivo. En la democracia, algunos son encargados por la comunidad de velar por los derechos y los deberes de todos. La democracia es también participación, fortaleciendo formas y modos en los cuales se lleve a que todos los ciudadanos participen con su aporte, y con el cumplimiento de las normas y leyes entregando su valioso aporte a la vida del entorno en el cual vivimos, ayudando a que todos tengan lo necesario y fundamental para su existencia. Esa decisión que tomamos con las elecciones, deben ser libres, garantizando que este proceso elija a los mejores, a aquellos que por sus valores y capacidades respondan a todas las necesidades. No debe ser sólo una elección basada en agrupamiento de ideas o de principios políticos, siguiendo solo una bandera o una persona. Deben manifestarse principios y elementos superiores en esta elección, repasando ideas, propuestas, programas de acción y de gobierno. Esta elección no puede estar marcada por beneficios políticos, por dádivas o cosas que creen una corrupción de la escogencia que hacen los ciudadanos. Tendríamos que superar esta forma de buscar la expresión del voto por los miembros de nuestra comunidad. Debemos extirpar toda forma de pago o de intercambio por el voto, además de ser un delito, rompe con los altos principios éticos de este delicado momento de la comunidad. La elección de los mejores, es el principio, tener claramente marcada la verificación que los ciudadanos deben realizar en el tiempo. Los responsables del Gobierno deben rendir cuentas de forma clara y constante a todos, incluso aquellos que no han votado por ellos. Algunos principios deben estar siempre presentes: quien administra la realidad de los bienes públicos tiene que mostrar que su obrar y acción son correctos y responden a la construcción de un ideal social. Al momento de expresar nuestra voluntad en las urnas, debemos tener en cuenta que la acción de los gobernantes tiene que defender temas y principios que para nosotros los cristianos son fundamentales: • La defensa de la vida humana (desde su concepción en el primer instante de la fecundación, hasta el término natural de su fin), esto comporta claramente un NO al aborto y a la eutanasia, a los experimentos médicos en el campo de la vida humana. • La defensa de la familia humana (constituida por un hombre y una mujer, abierta a la vida, con acceso a los bienes fundamentales para su realización en la vivienda, la justa remuneración, la educación). • La educación y acceso a los bienes que como cristianos defendemos en la doctrina social de la Iglesia, la libertad religiosa y el respeto de los espacios para los que somos creyentes (en todas las condiciones religiosas y de vida espiritual). • Que todos puedan participar de los beneficios de la salud, sus desarrollos y medicamentos; comenzando con los más pobres. • Los gobernantes tienen también que procurar la ejecución de los recursos públicos con total eficiencia y honestidad, buscando el bien común en obras que sirvan a todos y no a unos pocos o a segmentos de una determinada comunidad. • Deben igualmente garantizar que todos los miembros de la comunidad reciban los bienes y beneficios sociales, especialmente los que por razones históricas o los complejos momentos de nuestra Patria, están excluidos de ellos. Es la búsqueda del ejercicio de la justicia social (Números 81, 82). Estos principios y elementos están muy bien expuestos en el Compendio de la doctrina social de la Iglesia, publicado por mandato de San Juan Pablo II en 2004 (números 408 y siguientes). Es necesaria la participación de todos con una afluencia masiva a las urnas, así garantizamos que exista verdaderamente una representación de todos en la elección de nuestros gobernantes. Un voto necesario, pero que también tiene que ser respetado y acompañado con gran honestidad por las autoridades responsables de su registro y conteo. Nuestro país, Colombia, vive una polarización política desde hace muchos decenios. Es justo que en las elecciones y en la lectura de las realidades políticas (que comporta la lectura de hechos económicos, sociales, de derecho y justicia), se garantice el derecho de la agrupación de ideas y de líneas de acción (partidos políticos), pero debe tenerse en cuenta también la búsqueda del bien común y de la construcción del desarrollo humano integral. Existen bienes superiores que tenemos que buscar con urgencia: el bien de todos, la paz, el orden y la adecuada aplicación de las leyes, la reconciliación y la reparación de los derechos de las víctimas de la violencia, la verdad (en todos los espacios) para construir sólidamente el futuro. Los discursos y las palabras del Papa FRANCISCO en su visita apostólica a Colombia, son un precioso tesoro que tenemos que repasar cada vez más, buscando su profunda enseñanza. El servicio político en el Gobierno y la representación que se ejerce, tiene una importante tarea y horizonte: BUSCAR EL BIEN COMÚN, donde se ayude a todos. San Juan Pablo II, hablando de los fieles laicos, nos dio algunas características para este servicio en la comunidad política: la paciencia, la modestia, la moderación, la caridad, la generosidad (Carta Apostólica Christifidelis laici, n. 42). De frente a nosotros, en nuestra comunidad concreta, tenemos grandes retos y grandes problemas en el horizonte, no podemos alejarnos de ellos y no tenerlos en cuenta a la hora de expresar nuestra voluntad en las urnas: la emigración y retorno de tantos a esta región, la pobreza en nuestras periferias, la falta de empleo y de oportunidades para muchos, la pérdida de valores cristianos y de fe, la corrupción, la violencia e irrespeto de la vida humana -don sagrado de Dios-, la falta de vivienda digna y de oportunidades. A la hora de emitir nuestro voto, pensemos en la alta responsabilidad de todos. Cada voto es importante y necesario, debe ser animado por principios de altos principios del bien común. Un voto que debe ser animado no por intereses de parte o por beneficios materiales debe contribuir al beneficio de todos, y al desarrollo de una comunidad en forma integral. Nos asista Dios, con su Espíritu Santo en esta elección al expresar nuestra voluntad escogiendo los gobernantes que necesitamos. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo Diócesis de Cúcuta