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Iglesia

Vie 4 Mayo 2018

CEC y Embajada de Panamá presentan JMJ 2019

Bajo el lema “He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1, 38), en rueda de prensa, el 3 de mayo, se realizó el lanzamiento en Colombia de la Jornada Mundial de la Juventud 2019. Durante el encuentro en el que participaron medios de comunicación, jóvenes, académicos, representantes de aerolíneas y promotores turísticos, se conoció la propuesta de Panamá para la JMJ, que congrega la juventud del mundo en torno al Papa Francisco. De otra parte, se conocieron detalles de la preparación que adelanta Colombia, a través de la Conferencia Episcopal (CEC), institución que lidera la participación de los peregrinos de este país. A partir de julio, la CEC ofrecerá el itinerario de preparación espiritual y formativo, que tendrá como énfasis la fe y vida de la Santísima Virgen María, con miras a la celebración de esta Jornada Mundial. Las inscripciones se realizarán a través del sitio web www.cec.org.co, a partir del 1 de junio del año en curso. Durante su intervención, el Padre Rubén Darío García Ramírez, Director de los Departamentos de Estado Laical y Lugares Eclesiales para la Comunión de la CEC, se refirió al significado que tiene la JMJ en el contexto del Sínodo de los Obispos, que se realizará en el mes de octubre con el tema: “Jóvenes, fe y discernimiento vocacional”, y lo que será la post Jornada en cada una de las Diócesis, donde se tendrá oportunidad para seguir desarrollando los procesos evangelizadores dentro de la Pastoral Juvenil. La JMJ congrega a peregrinos de 192 países. Este encuentro multicultural y religioso se realizará del 22 a 27 de enero de 2019.

Vie 4 Mayo 2018

El Papa pide por los laicos y su misión en la Iglesia

El Vaticano hizo público el quinto video de las intenciones de oración del Papa Francisco para este año 2018 en el que pide rezar por los fieles laicos y por su misión en la Iglesia. El Papa afirma en el video que “los laicos están en primera línea de la vida de la Iglesia”. Recuerda que “necesitamos su testimonio sobre la verdad del Evangelio, su ejemplo al expresar su fe con la práctica de la solidaridad”. “Demos gracias por los laicos que arriesgan, que no tienen miedo y que ofrecen razones de esperanza a los más pobres, a los excluidos, los marginados”. Por último, anima a pedir “juntos este mes para que los fieles laicos cumplan su misión específica, la misión que han recibido en el bautismo, poniendo su creatividad al servicio de los desafíos del mundo actual”.

Jue 3 Mayo 2018

Necesitamos héroes que luchen contra el hambre

Por: P. Daniel Saldarriaga Molina - A lo largo de estos 17 años que llevamos como Banco de Alimentos de Bogotá, hemos hecho experiencia de que la buena voluntad debe ser un ejercicio que vaya más allá de las buenas y nobles ideas, porque son precisamente las acciones las que pueden tener un impacto en la vida de los demás, las que son gestoras de cambio y transformación para generar nuevas realidades, como en nuestra labor de entregar 14.011 toneladas de productos en el 2017 para socorrer a más de 313.000 personas en estado de vulnerabilidad que necesitan de muchos héroes luchando ¡Juntos contra el Hambre! Esto ha sido posible porque hemos sido afortunados al contar con aliados como la academia, el sector público y privado, que nos han permitido llegar a más de 1.129 organizaciones sociales. Contamos con más de 3.200 voluntarios el año pasado, quienes aportaron a la titánica labor de donar de su tiempo sin esperar nada a cambio, solo con la gran satisfacción de servir y hacer el bien, haciéndolo bien, para que más niños, jóvenes, adultos mayores y familias puedan pasar a un mejor nivel. Aun así, estamos en una tarea que cada vez necesita de más manos, tiempo, recursos y conocimiento; por lo que necesitamos de más empresas y personas que confíen en nosotros como un puente para unir a los que quieren servir; un ejemplo de esto son empresas como Nestlé y Unilever, que han hecho esfuerzos para ir más allá de la donación de alimentos, ayudándonos con nuestros cuartos fríos. Así mismo, están vinculadas 32 universidades que aportan a los programas de formación, fortaleciendo nuestra ayuda para no solo llegar con productos, sino para que esta obra que como fundación pertenece a la Arquidiócesis de Bogotá tenga sabor a evangelio, como nos lo pide el señor cardenal Rubén Salazar Gómez. Hoy en día, también estamos ‘sembrando esperanza’ de la mano de los agricultores y comerciantes, otros héroes en la lucha contra el hambre, a través del Programa de Recuperación de Excedentes Agrícolas, Prea y del Centro de Acopio en Corabastos ‘Alimenta más, desperdicia menos’. Tenemos el reto para el 2018 de mover más de 17.000 toneladas de productos, de ampliar nuestra cobertura y de contar con un 10 % o 12 % más de voluntarios. Canalizar todos estos esfuerzos y ampliar su alcance no es una tarea fácil. Tenemos otros proyectos en cuanto a la infraestructura que son difíciles de sortear, por la planeación e inversión que demandan; es el caso de ofrecer productos congelados. Para convertir este sueño en realidad, estamos en la búsqueda de una unidad de congelación. En el Banco de Alimentos nos hemos planteado tener una segunda bodega en la que se pueda ampliar el tipo de productos que se brindan a las comunidades, como aquellos de primera necesidad y aseo; este nuevo proyecto, de 1.500 m2, también albergará nuevos espacios para la formación y para el desarrollo de actividades. Por todas estas acciones, para cambiar y mejorar la vida de aquellos que padecen hambre, necesitamos de su ayuda en relación con esta realidad del hambre que no debería de existir; lo invitamos a que se sume a esta noble causa, de nuestra lucha ¡Juntos contra el Hambre!, y conozca más de nuestra labor visitando nuestra página www.bancodealimentos.org.co. Estamos convencidos que hay más esfuerzos que se pueden hacer y que pueden canalizarse, no queremos ayudar a conservar el número de pobres, sino llevarlos a un nuevo nivel de vida en el que puedan superar sus dificultades; por lo que necesitamos más héroes que protagonicen alimentar la felicidad de aquellos que han perdido la esperanza en vivir mejor; serán los que nos permitan llegar a cambiar las realidades de tantos que se encuentran “descartados, desplazados, víctimas de la injusticia y la violencia”, tal como nos recomienda a reconocerlos, el Papa Francisco. PADRE DANIEL SALDARRIAGA MOLINA *Director Ejecutivo del Banco de Alimentos de Bogotá

Jue 3 Mayo 2018

El gran desafío para Colombia es la verdad, el perdón y la justicia

Así lo recordó Monseñor Óscar Urbina, Arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), durante la celebración del Primer Día Nacional de la Reconciliación, conmemorado en el marco de la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, el 3 de mayo. Retomando el mensaje del Papa Francisco ante el Cristo negro de Bojayá, durante su visita a Villavicencio (Colombia), el Arzobispo afirmó que en estos momentos complejos que vive el país “nada nos impide a nosotros dar el plus del amor (…) Dios es amor y a los pies de la cruz descubrimos que el mejor escenario es acercarnos a los que sufren, colocar a las víctimas en el centro de la reconciliación”. En este sentido, tras explicar que la paz estable es la capacidad de adoptar un nuevo estilo de convivencia inspirada en el encuentro desde relaciones transparentes y generosas con los demás, agregó: “Estamos llamados a buscar la verdad, desafío grande pero necesario (…) No podemos permanecer prisioneros del pasado, solo el perdón nos podrá sanar las heridas”. El Día Nacional de la Reconciliación es una jornada promovida por los obispos de Colombia, con la que se hace eco a las palabras del Santo Padre ¡“Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar! Colombianos, no tengan miedo a pedir y ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas…” [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar homilía[/icon] La eucaristía realizada en las instalaciones de la CEC fue concelebrada por Mons. Ricardo Tobón, Arzobispo de Medellín - Vicepresidente de la CEC y Mons. Elkin Fernando Álvarez, Obispo Auxiliar de Medellín - Secretario General de la CEC. Terminada la celebración en la que también participaron los Obispos que hacen parte de la Comisión Permanente y los colaboradores del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), se realizó un taller de reconciliación, a partir de cuatro claves: necesidad de reconciliación, oración, compromiso y promoción de valores.

Jue 3 Mayo 2018

Catatumbo: “La gente como que perdió el miedo”

El obispo de Tibú ha sido uno de los protagonistas de las movilizaciones en Catatumbo para parar la violencia desatada en la zona en estos meses. Su visión del problema de la coca y del papel de guerrillas y Estado es clarificadora. Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de Tibú, ha sido una voz crítica y valiente en aquella región abandonada por el Estado. Monseñor también ha liderado las recientes protestas en el Catatumbo en contra de la guerra. Cerca de cien mil personas se han visto afectadas por la confrontación que mantienen el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dos guerrillas que se disputan el control de la zona. Colombia Plural conversó con él para entender mejor lo que está pasando en el Catatumbo. La siguiente es la entrevista que Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de Tibú, concedió al portal COLOMBIA PLURAL. — ¿Cómo está la crisis humanitaria hoy después de cuatro meses de enfrentamientos entre las dos guerrillas? Hasta donde sabía estábamos cerca de los seis mil desplazados, hay veredas confinadas. La cifra de muertos es incierta, porque a lo mejor si han caído en el campo ellos no van a dejar ver sus víctimas, pero las ha habido, de hecho esta semana mataron a un líder conocido del EPL. El EPL tiene tomados unos muchachos como rehenes, que no sé si ya los estarán devolviendo. — Usted dice que nunca había visto movilizaciones tan grandes y potentes en el Catatumbo exigiéndole a los grupos armados que cesen la confrontación. ¿Algo está cambiando? Por venir de afuera uno puede tener la percepción de que la cultura en el Catatumbo es de resignación frente a los grupos armados, es decir, vamos a sobrevivir con este grupo y lo tenemos que tolerar. La gente se ha adaptado para sobrevivir y tiene un código de resignación muy alto. ¿Qué es lo nuevo? Al comienzo de la confrontación lo que uno percibía es que los líderes deseaban que las guerrillas sólo se pusieran de acuerdo, consideraban que eso era suficiente. Pero el pueblo del Catatumbo es un pueblo parado, valiente, fuerte, que aguanta muchas cosas, así que el boicoteo que hizo el EPL con el paro armado fue muy mal pensado porque sumó todas las voluntades contra la guerra. El paro fue una estrategia que no se sabía si era de guerra o de paz: poner la gente en la mitad para presionar una negociación con el ELN, pero finalmente les sucedió al revés porque la gente hizo unas expresiones contra la guerra tremendas, que no es tan fácil porque estos grupos están muy insertados y vinculados con la comunidad, pero en ese sentido ahí hay una circunstancia nueva: la gente como que perdió el miedo. Nuestras comunidades están viendo que pueden hacer algo más que aguantar la guerra. Si un pueblo logra pasar de su mentalidad derrotada o derrotista empieza a imaginarse nuevos escenarios, por ejemplo, yo en una de esas manifestaciones les preguntaba: ¿por qué no podemos soñar que mañana no hay coca? Imaginémonos cómo sería esto sin coca, imaginémonos qué pasaría si este Catatumbo no tuviera ni un grupo armado. ¿Cómo viviríamos? ¿Cómo nos relacionaríamos? ¿Cómo produciríamos? Imaginémonos que el Estado no es el enemigo nuestro que nos olvidó, sino que es el aliado en la construcción de futuro. Ese imaginario hay que despertarlo porque ellos no lo tienen, pienso que la tarea nuestra es en esa dirección. — Justo en el Catatumbo empezó a fracasar el programa de sustitución de cultivos porque el Estado le incumplió a los campesinos, ¿Cómo va eso? Nosotros dijimos “mientras estos están en guerra nosotros salvemos el programa de sustitución voluntaria y los planes especiales para los municipios priorizados, que nuestras comunidades no se quedaran sin esos marcos de proyección a diez años”. Esa fue nuestra apuesta con los alcaldes y el Gobierno entendió eso, ahora, no es claro que en estos tres meses tengan la capacidad de moverse más rápidamente. Pero realmente sí hay muy pocas personas que se inscribieron en el programa de sustitución de cultivos y el Gobierno no tiene la gerencia ni la habilidad para cumplirle a los campesinos que dan ese paso de dejar la coca. Definitivamente, la gente está lista pero no frente a un Estado tan débil y tan poco asertivo, si el Estado cumpliera la gente daría pasos más rápidos. — ¿Ha habido presión de los grupos armados para que la sustitución no avance? No se han enfrentado porque hay tanta coca, es tan masiva, que el programa todavía no representa una amenaza para ellos, la tendencia es a que la coca no se quita. Los campesinos que firmaron los acuerdos son muy poquitos, están en Caño Indio en una vereda en particular y en este momento están centralizados sólo Tibú y Sardinata. Aunque sí hubo un caso de amenaza a un líder de una comunidad que se ha puesto en la tarea de promover la sustitución, le dijeron: “Quédese callado, no se meta en eso”. Hay intereses concretos de mucha gente que vive de la coca, no sólo de las guerrillas. — El Ejército de Liberación Nacional se negó durante muchos años a mezclarse con el narcotráfico ¿Están involucrados ahora en ese negocio? Sí, eran muy reacios, de hecho yo creo que fueron ellos los que acabaron la coca en Arauca. Acá es diferente, diciéndolo francamente ellos tuvieron que decidir entre ser cómplices o enfrentarse a la gente, porque la gente se lo impuso. Digamos que no manejan líneas ni cargamentos, pero la cultura coquera lo que hace es mover mucha plata. Por ejemplo, por cada canasta de cerveza son diez mil pesos de ganancias para las guerrillas. — Además, el Catatumbo tiene un problema de superposición territorial muy fuerte: hay tierras despojadas y reclamantes, hay Parques y Reservas Naturales, hay colonos, hay resguardos indígenas y hasta un proyecto de Reserva Campesina… Es un territorio que tiene toda la informalidad en tema de tierra y va a ser muy difícil solucionar eso porque casi nadie tiene escrituras públicas, son posesiones o documentos de compraventa. El tema de tierras para mí en este momento no es un problema fundamental, lo será en otro momento, cuando la gente vaya a pedir un préstamo en el banco y necesite las escrituras de su finca. Para mí, el punto de quiebre en ese territorio, en la línea que abrieron los acuerdos de La Habana, sería administrar correctamente el problema de los cultivos ilícitos, si la coca comienza a disminuir en el territorio va a haber un problema porque es la riqueza que trae la coca la que alimenta los grupos armados, es mucho dinero que se mueve. — El Ejército Popular de Liberación es menospreciado por el gobierno, que los llama la banda de “Los pelusos” ¿Usted cree que sean un actor político? El EPL tiene una cepa muy revolucionaria, ahí hay unos “cacaos” de lo que quedó del EPL original que son muy radicales y no dieron el paso a la paz cuando hubo el acuerdo con esa guerrilla. Esa base existe, es ideológica, pero es una base pequeña, casi que invisible, incluso se dice que no están en el territorio. Es indudable que el ELN tiene una mayor formación política e ideológica en sus miembros. El EPL empezó a reproducirse a partir de Megateo [Víctor Ramón Navarro, comandante del EP, muerto en 2015] porque él tenía el propósito de hacer crecer esa guerrilla, pero lo hizo de un modo no muy revolucionario, enrolando jóvenes sin formación política, sólo por la atracción de las armas. Megateo se estaba convirtiendo en un estorbo para esa cepa original del EPL, era algo así como una especie de mafioso que desfiguraba la cosa. Yo pensé que después de la muerte de Megateo se iba a calmar la situación y fue al revés, empezó a crecer y ahora no hay una unidad de mando, hay un montón de caudillismos. Fuente: Colombia plural

Mié 2 Mayo 2018

La Evangelización en los llanos orientales de Colombia

Por: Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar - La evangelización en los Llanos Orientales de Colombia data de mediados del siglo XVII cuando Jesuitas y Franciscanos, movidos por el ardor misionero de sus familias religiosas, se establecieron en estas inhóspitas tierras bendecidas por Dios con caudalosos ríos, extensas sabanas naturales y tupidas selvas vírgenes. Más tarde, al ser expulsados los Jesuitas de la Nueva Granada, llegaron los Agustinos y los Capuchinos. En los albores del siglo XX, Monfortianos y Javerianos de Yarumal, se establecieron en la Orinoquía, y al fenecer el siglo los redentoristas asumieron parte de lo que fuera la Prefectura Apostólica del Vichada. También la vida religiosa femenina jugó un papel importante en la evangelización de estas tierras: Salesianas, Lauritas, Dominicas de la Presentación, hermanas de la Sabiduría, Vicentinas, Teresitas, etc. En su afán por anunciar el Evangelio en los más recónditos lugares de los Llanos Orientales y del piedemonte llanero, muchos misioneros y misioneras “perdieron su vida”; algunos fueron sacrificados por indígenas; otros mordidos por serpientes o devorados por fieras salvajes; hubo quienes no pudieron resistir las enfermedades tropicales o se ahogaron en los turbulentos y caudalosos ríos. La semilla del Evangelio sembrada en el corazón de indígenas, raizales y colonos, y regadas con el sudor de los misioneros, dieron fruto. Hoy encontramos muchos hombres y mujeres con una acendrada fe en Dios y una profunda devoción a la Santísima Virgen María; personas caritativas, hospitalarias y cumplidoras de la palabra empeñada. La costumbre de “echar el agua” a los niños, aún se practica entre sus pobladores, como manifestación de su compromiso de seguir a Cristo y pertenecer a la Iglesia Cristiana Católica. No obstante, entre algunos católicos reconocemos antivalores como machismo, alcoholismo, violencia doméstica, narcotráfico, corrupción, escasa participación en la eucaristía y sincretismo religioso. En la misión de los Llanos Orientales, además del anuncio explícito de la Palabra de Dios, se ha predicado el Evangelio de la caridad desde los mismísimos comienzos de la evangelización, pues bien han entendido los misioneros que entre evangelización, promoción humana y social hay una íntima conexión. Por eso construyeron escuelas, centros de salud, internados, comedores y asilos; abrieron caminos, enseñaron el arte de la ganadería y la agricultura, como también trajeron los instrumentos musicales como el arpa, el cuatro, el requinto y los capachos, con los cuales llaneros y colonos alegran sus “parrandos” a lo largo y ancho de la sabana. Hoy las pastorales sociales vienen desarrollando, entre colonos, raizales e indígenas, una labor de formación en derechos, en educación para la paz y la convivencia, en atención a las víctimas del conflicto y en promoción de programas de desarrollo socio económico. Es que, como escribe el Papa Francisco: “El servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia” (EG 179). Un signo claro de madurez en la evangelización de los Llanos Orientales es el surgimiento y consolidación de iglesias particulares como: la Arquidiócesis de Villavicencio; las diócesis de Granada, San José del Guaviare, Yopal y Arauca; y los Vicariatos Apostólicos de Trinidad, Mitú, Puerto Inírida, Puerto Carreño y Puerto Gaitán. La evangelización en la Orinoquía, en esta hora de la historia, presenta grandes desafíos, tales como: la transmisión generacional de la fe cristiana; el éxodo de muchos bautizados hacia otras comunidades de fe; la inculturación del Evangelio en las comunidades indígenas; la atención a los niños y a los jóvenes; el cuidado y defensa de la vida y del medio ambiente; la formación de los dirigentes, la atención a las víctimas y victimarios que dejó la violencia, la inmigración de venezolanos, etc. Desafíos que se deben afrontar con audacia misionera y aguante apostólico, pues la evangelización tiene mucho de paciencia. En esta misión se conoce de pobreza y se trabaja con lo poco que se tiene. Aunque escasean los recursos humanos, económicos y materiales, sobra en los evangelizadores la confianza en el Dios Providente. De algo se está seguro, no hace falta Dios en esta tierra, pues antes de que llegaran los misioneros el Espíritu ya se les había adelantado. Por aquí las semillas del Verbo se descubren por doquier; por eso seguimos anunciando la “Alegría del Evangelio” de manera ordinaria y extraordinaria; y cuando no es posible hacerlo de manera expresa, se hace con el testimonio callado de una vida entregada y sacrificada al servicio de Dios y de los pobres. Las palabras y el testimonio del Papa Francisco, en su recordada visita a Colombia, y de manera especial a Villavicencio, nos anima a seguir anunciando la Buena Nueva de la salvación, pues somos conscientes de que el Evangelio aún no ha logrado permear la cultura de estos pueblos de la patria. Qué bueno que las iglesias particulares y comunidades religiosas sigan considerando a estas tierras como lugar de misión para que con generosidad compartan las bendiciones que han recibido de Dios, de tal manera que no pierdan su vocación y la oportunidad de ser Iglesias evangelizadas y evangelizadoras. + Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar Obispo Vicariato Apostólico de Puerto Carreño

Lun 30 Abr 2018

Seminarios avanzan en elaboración de Itinerarios formativos

Los Rectores de Seminarios Mayores Diocesanos y Religiosos de Colombia se dieron cita del 23 al 27 de abril en Medellín, con el objetivo de avanzar en la construcción del documento Ratio National, en que se organiza lo concerniente a la formación en los Seminarios del país, acompañando a los jóvenes en su camino a la madurez personal y en su llamado. Siguiendo las orientaciones de la reunión internacional que propició la Congregación del Clero para indicar la manera en que se debía adaptar la Ratio Fundamentalis a los Seminarios de cada país, durante la jornada se desarrollaron los siguientes aspectos: Descripción del contexto social, cultural y eclesial en el que los rectores y las Casas de Formación desarrollan su trabajo: En este primer momento, se realizó una mirada a la realidad del joven que llega al Seminario y del sacerdote que se está formando. Seguidamente, se abordaron los desafíos de la Pastoral Vocacional, destacando la importancia de un trabajo articulado entre las iniciativas diocesanas y la realidad de sus Seminarios. Frente a las etapas de formación, que es una de las novedades del documento, se analizaron las fases del proceso: Propedéutico; Etapa Discipular (Ciclo Filosófico); Etapa Configurativa (Ciclo Teológico) y una nueva etapa, cuando el joven termina su proceso formativo en el Seminario, sale a la vida diocesana y se inserta en una parroquia en la que toma las decisiones para solicitar su admisión como diácono o presbítero en la Iglesia, llamada Etapa de Síntesis Vocacional. Finalmente, se insistió en las dimensiones de la formación ( humana, espiritual, intelectual y pastoral). “En principio hemos tenido el Seminario configurado con la formación humana y damos unas ideas generales, pero ahora tenemos que pensar qué es lo específico de lo humano en Propedéutico, qué en la Etapa Discipular, en la Etapa Configurativa y en la Síntesis Vocacional, esto va implicar para los Seminarios, para los equipos de Formadores, la elaboración de los nuevos itinerarios formativos; es decir, tenemos una tarea amplia, a largo plazo. Lo que nos hemos propuesto es que el documento final, que debe ser aprobado por la Congregación del Clero, lo podamos tener hacia el 2020. Es un proceso que tenemos que ir desarrollando secuencialmente”, explicó el padre Manuel Vega, director de Ministerios Ordenados del episcopado colombiano.

Vie 27 Abr 2018

Iglesia apoya Congreso de Ciencia y educación para la Paz

Abordando temas como reconciliación y cultura de paz, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) hizo parte del II Congreso Internacional de Ciencia y Educación para el Desarrollo y la Paz, un escenario de consenso, inclusión y discusión creado para construir propuestas colectivas en educación y ciencia, desde el aporte de distintos sectores de la sociedad. Durante el segundo día del Congreso, el Padre Darío Echeverri, Secretario General de la CCN, y el Padre Francisco de Roux, Presidente de la Comisión de la Verdad, invitado por la Comisión de Conciliación, participaron en el panel titulado Retos de la Ciencia y la Educación en la Paz y el Desarrollo. En su intervención, el Padre Darío, también párroco de la iglesia del Voto Nacional, construida en Bogotá pidiendo el fin de la Guerra de los Mil Días en Colombia, fue enfático en que educar para la paz desde la integralidad y la verdad en este país que lleva más de 50 años en conflicto armado, es todo en desafío que requiere el aporte de todos. En este sentido, según el sacerdote, es necesario prestar una atención especial en la educación de esa Colombia profunda y rural a la que pocas oportunidades llegan. De acuerdo con su ponencia, los retos de la ciencia y la educación para construir una colombia reconciliada y en paz son varios. Estos fueron algunos de los que evocó el sacerdote: “ "Educar para la paz es garantizar que todos los niños y niñas puedan acceder a una excelente educación, enseñarles que se deben ver unos a otros iguales y con los mismos derechos. * Educar para la paz es también extender una mirada a nuestros hermanos Venezonalos y acogerlos. * Educar para la paz es formar a la ciudadanía, desarrollar competencias para la convivencia pacífica, para la participación democrática, para la pluralidad de la identidad, para la valoración de todas las diferencias. * Educar para la paz es educar para la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Las universidades del país no se han comprometido con la justicia transicional, y estos elementos que son fundamentales”. Por su parte, el Padre Francisco De Roux, Presidente de la Comisión de la Verdad, quien afirmó que en Colombia los problemas estructurales nunca los hemos encarado y resuelto, dijo que “aún nos da miedo decir la verdad y somos incapaces de tomar decisiones”. Según De Roux, éste es un hecho que está vinculado también con la profunda falta de carácter que inicia desde la primera escuela. “Me parece valioso lo que aquí se ha planteado en términos de ubicarnos en un país de regiones (…) Estoy completamente de acuerdo en que tenemos que hacer un ejercicio transdisciplinario si queremos empezar a transformar este tipo de realidades (…) No hemos enfrentado la verdad. La formación del carácter en los niños es frágil (…) No basta con saber, si no decidimos y no ponemos en práctica, no estamos en nada”, le dijo Francisco De Roux a los asistentes. Stephan Miethke, Asesor Internacional de la CCN, fue uno de los coordinadores del eje de trabajo sobre Aportes de la Educación y la Ciencia para una Cultura de Reconciliación y Paz desarrollado durante el segundo y tercer día del Congreso, en el que participaron representantes de otras organizaciones como la Fundación Escuelas de Paz y de la IPB Consultant. Sobre el tema central de este eje, que busca ser un impulso inicial para que los participantes se interesen en temas como la cultura de paz, Miethke afirmó: “tenemos que mirar cuáles son nuestras costumbres cotidianas, qué tienen que ver con la violencia que estamos viviendo diariamente, porque la violencia no es solamente el enfrentamiento entre grupos armados, está en hogares, vecindades y escuelas. Tenemos que buscar esas causas para desarrollar estrategias que sirvan”. Durante su intervención en este eje, el Padre Darío Echeverri afirmó que “el perdón no obedece a ninguna lógica” y es un elemento del que se debe partir si se quiere avanzar en el camino hacia la reconciliación y la paz. El Foro Permanente de Ciencia y Educación para el Desarrollo y la Paz fue la organización que convocó este importante Congreso. La Comisión de Conciliación Nacional hace parte de este Foro, conformado por más de 100 instituciones, desde el año 2013. Con su participación, en representación de la Iglesia, la CCN busca construir alianzas con el sector educativo para impulsar estrategias que permitan fomentar una cultura de paz en el país. El evento, desarrollado entre el 25 y el 27 de abril en la Universidad de Antioquia, en Medellín, convocó a cerca de 200 personas, entre estudiantes, docentes, investigadores, directivas de instituciones educativas, padres de familia, representantes de instituciones gubernamentales, políticos y líderes religiosos. Fuente: Oficina de comunicaciones Comisión Nacional de Conciliación