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Iglesia

Mié 12 Oct 2016

Hemos dado un paso adelante

Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo - El plebiscito que acaba de vivir Colombia ha sido un buen ejercicio de reflexión y participación ciudadana, que debemos analizar y aprovechar para continuar el camino hacia la paz. Aunque parezca lo contrario, todos hemos ganado. Hay logros innegables en el proceso que se está haciendo: la afirmación de la paz como una realidad fundamental e indispensable en la vida de un pueblo, la aceptación del diálogo como el verdadero medio para solucionar cualquier conflicto, la participación democrática en la decisión de lo que le conviene a la nación, la esperanza que nunca muere. Sin embargo, a partir de ahora es necesario perfeccionar las metas, de tal manera que motiven y pongan de acuerdo a la población, que saquen de su inadmisible indiferencia a los abstencionistas, que den mayores espacios a las nuevas generaciones que vivirán el futuro que estamos construyendo. La paz es un vestido que es preciso hacerlo a la medida del país. Un gran ideal, apetecible para todos, no necesita artimañas jurídicas ni presiones publicitarias. Éstas, finalmente, resultan contraproducentes porque sin dificultad se percibe que buscan engañar o manipular la libertad. La paz no se puede imponer ni por las armas ni por la ley. El que quiera abrir una flor por la fuerza, la despedaza. Si lo que se propone como paz le causa miedo al pueblo es inútil insistir en ese camino. Para que se acepte la paz, primero es necesario ganar la confianza procediendo con verdad, con humildad, con evidente amor a la patria. Tenemos que entender que la paz es mucho más que ausencia de guerra, que no se puede reducir a un acuerdo con un grupo alzado en armas. Nos ha quedado claro que politizar la paz tiene nefastas consecuencias; que la verdad y la recta intención no se pueden fingir; que el diálogo es con todos o los excluidos no marchan en el proyecto. El pueblo, en último término, no se resiste a dar el perdón aun de grandes crímenes, entiende que lo mejor es la participación de los alzados en armas en la vida política, acepta pagar los grandes costos sociales y económicos de un nuevo estado de cosas. Sin embargo, exige que ceda la prepotencia de un grupo que sin ningún respaldo popular quiere imponerse por la fuerza de las armas o por la astucia, para organizar la nación según un proyecto socialista que naciones vecinas están padeciendo. Necesitamos serias reformas sociales pero hechas en casa y acordadas por todos. El momento que vivimos no es para triunfalismo de unos, para represalia de otros, para aislamiento de algunos y para la indiferencia de los demás. Es una hora importante que nos llama a todos a la responsabilidad, a la humildad, al buen criterio, a la generosidad y al propósito de caminar decididamente hacia el futuro. No es ocasión de criticar sino de proponer medios para afrontar los grandes retos nacionales: la familia, la educación, la economía, la salud, el empleo, la lucha contra la corrupción. Estamos en un momento oportuno y delicado que no podemos arruinar. Debemos andar con mucho cuidado. Hemos dado un paso adelante en nuestro camino histórico, pero debemos cuidar que en nombre de la paz no surja más violencia. Por tanto, depongamos ya la agresividad, superemos las rivalidades, no pensemos más en intereses individuales. Es necesario que vayamos al fondo de nuestra realidad humana y social para que nos aceptemos mutuamente y construyamos juntos una nueva comunidad nacional. Dejemos que Dios toque nuestro corazón porque necesitamos sabiduría, decisión de convertirnos, capacidad de reconciliarnos y compromiso permanente de construir un país que para acoger a unos no tenga que excluir a otros. + Por Monseñor Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Lun 10 Oct 2016

Querer es poder

Por Mosn. Gonzalo Restrepo - Muchas veces hemos escuchado este refrán que dice: “Querer es poder”, como todos los refranes populares está lleno de sabiduría y refleja el sentir del pueblo. “Querer es poder”, significa que en la vida nuestra, en cualquier circunstancia que nos encontremos, en cualquier etapa de nuestra historia, en cualquier clase social, todo lo que nos propongamos lo podemos sacar adelante. Puede ser que muchas veces tengamos que esperar un tiempo, que en ocasiones las cosas nos parezcan imposibles, pero si tenemos paciencia, si perseveramos, con seguridad salimos adelante. Tenemos que poner los medios suficientes que nos aseguren la consecución de los fines que deseamos alcanzar. Tenemos que tener una “determinada determinación” que nos permita estar siempre en la búsqueda de lo que queremos. Habrá cosas que no podemos alcanzar porque hay obstáculos insalvables que no podemos evitar, pero no dejemos de insistir siempre, tengamos la perseverancia hasta el final. No olvidemos que “querer es poder”. Todo esto tiene que ver con el sentido de superación, con el esfuerzo constante que hemos de colocar en la realización de todos nuestros proyectos. Las cosas no salen ni resultan de la noche a la mañana. Es necesario perseverar. Cuando una persona pierde el sentido de superación, está perdiendo una de sus mayores fortalezas. Pudiéramos decir que una persona sin sentido de superación está muriendo, está prescindiendo de una característica humana fundamental. Nada puede hacernos desistir de los proyectos, a no ser que estemos proponiéndonos cosas imposibles. Recuerda “querer es poder”, no dejes que nada ni nadie debilite tu voluntad. Fortalécela siempre y dale a tu espíritu motivos de superación, para que así puedas llegar a la realización de tus proyectos. Nada puede desanimarte. El desaliento no puede habitar tu interior. Tienes muchos motivos para seguir adelante. Detrás de una batalla perdida vendrán otras ganadas. Nunca te dejes derrotar. Cuando caigas, recuerda que es humano caer, pero es mucho más humano, caer y levantarse. Siempre tendrás una nueva oportunidad y siempre podrás darle a los demás nuevas oportunidades. Recuerda y no lo olvides nunca “querer es poder”. Éste es uno de los secretos más grandes para el éxito en tu vida. + Monseñor Gonzalo Restrepo Arzobispo de Manizales

Jue 6 Oct 2016

CCN invita a buscar una pronta solución que lleve a superar crisis en el país

Tras los resultados del Plebiscito realizado el pasado 2 de octubre en Colombia, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) hizo un llamado a las diferentes instancias a superar la crisis y a mantener un diálogo abierto. "Hace un llamado al Gobierno Nacional, a todas las organizaciones políticas, sociales y económicas y a las FARC-EP, a alcanzar una solución a la mayor brevedad posible, sin dejar de lado los logros ya obtenidos, y con base en una agenda realista que permita la superación de la crisis". En un comunicado, los miembros de esta Comisión exhortaron al grupo de las FARC-EP a reflexionar sobre todo lo acontecido y les pidieron "tender puentes con la realidad nacional, con el fin de ayudar a encontrar una salida a la coyuntura actual". Hicieron un llamado al Estado para que se mantenga el cese bilateral del fuego y de las hostilidades, con el fin garantizar de esta forma la seguridad nacional de toda la población colombiana. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon] Con el fin de persistir en la construcción de una paz duradera en el país, los miembros de la Comisión de Conciliación invitaron a la Comunidad Internacional a mantener el apoyo político y económico que siempre han ofrecido, hasta la implementación de los acuerdos finales entre el Gobierno y las Farc. Por otra parte hicieron un llamado al Gobierno Nacional y al grupo insurgente del ELN para que cuanto antes se formalice una mesa de diálogo. La Comisión de Conciliación Nacional, fue creada y convocada por la Conferencia Episcopal de Colombia desde 1995, pretende buscar soluciones políticas a las diversas situaciones sociales de nuestro país; en esta oportunidad se encuentra brindando su acompañamiento y orientación frente a los acuerdos de paz en Colombia como tema transcendental en la vida nacional.

Jue 6 Oct 2016

La Iglesia y el plebiscito

Por Pbro. José Elver Rojas - En un país polarizado, cada grupo compite por contar con el mayor respaldo, eso lo hace más fuerte y superior a su adversario. Es muy notorio que en Colombia los grupos políticos busquen el apoyo de las instituciones religiosas, quienes ceden cada vez más a las propuestas de sus pretendientes. De ahí que movimientos religiosos libres se proclamen abiertamente seguidores de un partido o líder político. Los resultados del plebiscito, donde los medios de comunicación resaltan la imagen entre vencedores y vencidos, enerva los ánimos de los ciudadanos quienes, al no aceptar los resultados, se desahogan buscando culpables para agredir con palabras ofensivas e información engañosa a través de las redes sociales. Los del No, acusan a la Iglesia que estaba a favor del Sí. Los del Sí señalan que la Iglesia por temas que solapadamente estaban en los acuerdos y atentaban contra la familia, hizo campaña a favor del No. La Iglesia Católica por su tradición y experiencia en la vida política del país, ha aprendido que matricularse con un partido es profundizar más la división de las comunidades y perder el papel de madre y maestra que le permite “velar con maternal solicitud por la vida de los individuos y de los pueblos”. (Mater et Magistra N° 1) Como maestra, la Iglesia debe apoyarse en el Evangelio de donde puede sacar las enseñanzas para “resolver por completo el conflicto, o, limando sus asperezas, hacerlo más soportable; ella es la que trata no sólo de instruir la inteligencia, sino también de encauzar la vida y las costumbres de cada uno con sus preceptos”. (R N, n. 16) La Iglesia existe para evangelizar, es decir, anunciar a Jesucristo, ser dispensadora de la gracia de la reconciliación para todos y ser “misericordiosa como el Padre”, (Lc 6,36). Ella no asume identidad partidista, es respetuosa de la conciencia y libertad de las personas, en consecuencia, quienes buscan el aval de la Iglesia católica para propuestas políticas, se olvidan o desconocen que la Iglesia como madre y maestra debe estar al servicio de todos porque “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón… La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia”, (GS 1). Ahora que en el país la incertidumbre y la desconfianza arrecian y un manto de soberbio delirio de omnipotencia se posa en los hombros de algunos líderes políticos; la Iglesia Católica como madre, ha de acoger y escuchar a sus hijos para enseñarles que más allá de nuestras diversas y distintas maneras de pensar, somos hermanos y nos une un mismo Dios, una misma patria y el mismo deseo: vivir reconciliados y en paz. Padre José Elver Rojas Herrera Director del Departamento de Comunicaciones Conferencia Episcopal de Colombia

Lun 3 Oct 2016

Pansexualismo

Por Pbro Raúl Ortiz Toro - La sexualidad es un don de Dios; es una bendición que hace de nosotros seres dinámicos y reales, ubicados en una identidad propia. La sexualidad va más allá de la genitalidad, la integra y la supera al mismo tiempo, puesto que la primera es un conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas, relacionales, morales y espirituales mediante las cuales nos ponemos en situación frente a los demás, mientras que la mera genitalidad se reduce a ese aspecto más corporal de la sexualidad que se centra en lo anatómico. Ni la práctica del sexo ni la sexualidad son pecados en sí mismos; en otra época se pensó que sí pues hasta los esposos se confesaban de haber sostenido una relación sexual. Ahora es más claro saber que lo que configura un pecado en este caso es cómo se administra la sexualidad, cómo se ejerce el don, de acuerdo al plan que Dios tiene para cada uno de nosotros desde la creación. El sacerdote en su ordenación prometió celibato, el religioso hizo voto de castidad, el casado prometió fidelidad, el soltero hace un propósito de continencia. No es un absurdo; no es un trastorno; es un modo posible de vida que solo el que no lo vive puede señalarlo de antinatural. Le indilgan a Freud la responsabilidad de haber pansexualizado la sociedad con sus teorías del psicoanálisis, a finales del siglo XIX; digamos que logró evidenciar unas fuerzas que mueven el comportamiento humano pero la sociedad ya estaba en ese horizonte mucho antes de las novelas de amor cortés del siglo XII y los hermosos cantos erotizados del Cantar de los Cantares. La sexualidad hace parte integral de la persona humana, desde que se apercibe como creatura: “se dieron cuenta de que estaban desnudos” (Gn. 3, 7b); esa conciencia de desnudez a la que llegan Adán y Eva, más allá de las hermenéuticas bíblicas y las interpretaciones teológicas, es una evidencia de su realidad, de su identidad: cuando conocen el pecado (y el texto no indica que haya sido sexual) conocen la integridad de su fragilidad y su diferencia, de su ser creatural. Como don de Dios, la sexualidad no se aprende en la escuela sino que es un tema privilegiado de casa. Las intenciones de ciertas políticas públicas de salud sexual en los gobiernos de turno del mundo parecen tener un buen motivo: evitar cualquier tipo de discriminación, erradicar la plaga de la pedofilia, propiciar la responsabilidad del cuidado del cuerpo, entre otros. Pero les han fallado los métodos y por ello han fracasado en sus alcances. Esto ha evidenciado también que hemos hecho poco por la educación integral de los niños en el seno de los hogares; aún hoy en día, a ciertos padres de familia les cuesta trabajo responder una pregunta con este carácter y muchos prefieren delegar esto a la escuela, razón por la cual los gobiernos se apropian esta misión. El silencio del tema en los hogares ha sido cómplice: “el arma más poderosa de los que abusan de los niños es el silencio de quienes serían incapaces de abusar de ellos” (M. Pistorino), pero la excesiva información de la escuela ha sido desastrosa: “El equipo que en 2 minutos dibuje el mayor número de objetos similares al pene y a la vagina, gana un premio (Kit educación sexual Mavex S.A.S. Revista Semana virtual 23.09.16). Dos extremos aterradores que como Iglesia estamos llamados a enfrentar a través de la invitación a las familias para que ofrezcan una verdadera educación sexual. Serviría de mucho leer los numerales 280-286 de Amoris Laetitia donde el Papa Francisco nos recuerda que “la sexualidad solo podría entenderse en el marco de una educación para el amor, para la donación mutua”. Todos los agentes de pastoral tenemos un momento privilegiado para saber enfrentar este tema y es en las reuniones con padres de familia de niños y jóvenes que se preparan para recibir los sacramentos de la primera comunión y la confirmación, y con los mismos muchachos. Si no está hecha, deberíamos realizar una verdadera propuesta para contrarrestar lo que nos quieren imponer. P. Raúl Ortiz Toro Docente del Seminario Mayor San José de Popayán rotoro30@gmail.com

Dom 2 Oct 2016

“Los invito para que voten como buenos ciudadanos, voten a consciencia”: Mons. Castro

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga hizo hoy un llamado a los ciudadanos a salir a las urnas para que con un voto consciente decidan lo que es mejor para el país. “Los invito para que voten como buenos ciudadanos, voten a consciencia, es decir hacer un discernimiento para ver cuáles son los puntos positivos y cuáles los negativos y después tomar una decisión, la que cada uno sin dejarse manipular considere que sea la mejor”. “Esperamos que toda Colombia sienta el deseo de expresar su sentido ciudadano a través de la participación democrática en este momento especial para el país”, aseveró el jerarca. El también arzobispo de Tunja, dijo que respeta la decisión de aquellas personas que no han pensado en acercarse a las urnas, los exhortó a reflexionar y analizar el momento histórico que el país está viviendo. “Las personas que no van a votar, sus razones tendrán de no hacerlo ojalá reflexionen en la posibilidad de cambiar su decisión para que participen como buenos ciudadanos, en un evento que no tienen que ser forzados en una dirección u otra, pero sí a participar con miras a prestar un servicio al país”, dijo. Monseñor Castro Quiroga indicó que sin importar cuál sea el resultado de la consulta popular, los colombianos deben seguir trabajando por la construcción de un país en paz. “Tenemos que seguir trabajando por la paz ya sea de una manera u otra, no podemos resignarnos ni a volver a la guerra, ni a quedarnos siempre en el limbo, debemos construir una nación de hermanos que se apoyan y se aman y no de lobos que se despedazan”, afirmó.

Dom 2 Oct 2016

Del miedo a la esperanza transformadora

Por: Mons. Edgar de Jesús García Gil - Ahora se abre para Colombia una oportunidad de construir propuestas de paz cuando uno de los actores, entre tantos conflictos, ha decidido con el gobierno de turno terminar su escalada terrorista y guerrera que tanto daño le ha hecho a Colombia. Se comienza a desatar uno de los nudos del conflicto. Y todos los colombianos como artesanos de la paz tenemos la obligación moral de colaborar desde nuestros propios ámbitos a esta construcción. Pienso que es una oportunidad que no debemos dejar pasar. No le estamos apostando a ningún político y a ninguna organización guerrerista como lamentablemente las redes lo están haciendo. Por lo menos mucha gente se ha pellizcado para saber con mayor objetividad que es lo que está pasando. Le apostamos solo a Colombia para que no se siga desangrando entre hermanos. Le apostamos a recuperar conciencia de humanidad más sensible a la grandeza de la dignidad de la persona, de sus derechos y deberes, que por tantos años de guerra se ha revestido de un caparazón que nos ha vuelto más guerreros que personas. En la construcción de una nueva Colombia escuchamos la exhortación del salmista: “Ojalá escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón” Como discípulos misioneros de Jesús renovamos nuestro compromiso de seguir trabajando por la paz de Colombia. Seguimos con mayor énfasis construyendo procesos de evangelización para que Jesucristo sea conocido y amado. “él es nuestra paz y ha derribado el muro que nos separaba, el odio. (Efesios 2,4). No permitimos que nos siembren miedos apocalípticos porque nos encerramos en nosotros mismos y el mundo se sigue dividiendo. Somos seguidores de Jesús que nos invita a ser hombres y mujeres de esperanza transformadora, trabajadores por la justicia y la equidad, abiertos e incluyentes a las nuevas culturas, capaces de amar, perdonar y tener misericordia con los que han sido enemigos, tejedores de fraternidad y respetuoso de las personas aunque piensen distinto. En este momento nos caen muy bien las palabras de Pablo a 2Timoteo 1, 7 “Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza” para ayudar a nuestro querido pueblo Colombiano al perdón, la reconciliación y la solidaridad. Finalmente no podemos ser ingenuos para desconocer los riesgos de toda negociación entre personas. Sabemos que los acuerdos no son perfectos. Pero que se acabe la guerra fratricida con uno de los principales actores del conflicto en Colombia es ganancia para todos. Por eso nosotros seguidores de Jesús, príncipe de la paz, oramos para que el Espíritu Santo nos ilumine a todos y podamos, tomados de las manos, sacar adelante este ejercicio de reconstrucción de un país que no quiere de ninguna manera repetir la absurda historia de guerras en el pasado. + Edgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira

Mié 28 Sep 2016

Iglesia anima a informarse para un voto consciente en el plebiscito

La Iglesia católica presentó hoy la campaña "Acciones Conscientes. Tu compromiso con el futuro”, la misma busca informar a los colombianos sobre los acuerdos firmados, para que tengan una visión objetiva al momento de votar en la consulta popular el 2 de octubre. El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, invitó una vez más a los colombianos a asumir una actitud consciente al momento de votar en el plebiscito, sin importar si es por el SÍ o por el NO. “Yo creo que se puede estar de un lado o de otro sin necesidad de odio y sin necesidad de un espíritu negativo, el objetivo final de todos los colombianos es la paz (…) Es muy importante que se tome consciencia de lo que se está haciendo (…) Hay que escoger los medios para llegar a la paz y no es el odio el camino para este fin”, señaló el Prelado. Auido: Intervención Mons. Luis Augusto Castro El también arzobispo de Tunja mostró su satisfacción por los avances en el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc e indicó que la Iglesia estará atenta a dar seguimiento en la implementación de los acuerdos. “Haremos seguimiento de la implementación de los acuerdos. Por eso, es muy importante que esta campaña sea visible para todos, ya que ofrece un espacio de reflexión e información sobre el plebiscito”, aseveró. El prelado al referirse al tema de los diálogos que el Gobierno iniciaría la próxima semana con el ELN, se mostró optimista y explicó que la Iglesia a petición de este grupo guerrillero y con el aval del Gobierno estará atenta a facilitar los acercamientos para este fin. “Ha habido signos positivos que indican que quieren sentarse en la mesa de negociación. Y nosotros como Iglesia católica buscaremos apoyar las conversaciones. Lo hacemos por petición del ELN, no sin antes haberle pedido permiso al presidente Santos, quien se mostró muy positivo con la noticia”, añadió. La campaña pedagógica 'Acciones Conscientes. Tu compromiso con el futuro', es una iniciativa de la Conferencia Episcopal de Colombia, a través Comisión de Conciliación Nacional que busca generar una comprensión práctica sobre los puntos contemplados en los acuerdos y motivar la participación responsable, informada y a conciencia de los colombianos en el plebiscito por la paz. En Twitter: @aconscientes En Facebook: /AccionesConscientes En Youtube: Acciones Conscientes #AccionesConscientes En Internet: http://www.comisiondeconciliacion.co/accionesconscientes