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Dios nos hace un llamado a todos a la santidad

Mié, 28/10/2020 - 14:24 editorCEC1

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Vie 4 Oct 2024

Lo que Dios unió, no lo separe el hombre

VIGÉSIMO SÉPTIMO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOOctubre 6 de 2024Primera lectura: Gn 2,18-24Salmo: 126(127),1-2.3.4-5a.5b-6 (R. cf. 5)Segunda lectura: Hb 2, 9-11Evangelio: Mc 10, 2-16 (forma larga) o Mc 10, 2-12 (forma breve)I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl hombre y la mujer que se entregan mutuamente en el sacramento del matrimonio llegan a ser una sola carne. Este ha sido el deseo de Dios, designio de amor que él mismo ha revelado desde el principio al crear al ser humano. ●Jesús les pide a los apóstoles que dejen que los niños se acerquen a él para bendecirlos. Al mismo tiempo, Jesús aprovecha para darnos una clave en nuestra búsqueda del Reino de Dios: hay que ser como niños. ●Aquel que ha padecido la muerte para bien de todos lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Él mismo que ha sido crucificado también ha sido glorificado. Él está en medio de nosotros en la celebración de la Eucaristía dominical. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La lectura del libro del Génesis nos revela al Dios creador que moldea y le da vida a la mujer a partir de la costilla del varón. El querer de Dios consiste en darle al hombre una verdadera ayuda. Al ver el resultado de la obra amorosa del Creador, el varón se maravilla y se emociona ya que, en la mujer, encuentra a alguien con quien entablar una relación realmente personal. Él la experimenta con parte de sí (precisamente ella ha salido de él) y por eso puede identificarse con ella y unirse a ella. Al final de esta perícopa, el hagiógrafo nos explica cuál deberá ser el destino del hombre y la mujer, presentados como la obra más perfecta de la Creación: se separarán de su familia de origen y llegarán a unirse (no solo en la relación sexual, sino en la construcción de un proyecto de vida juntos). Así, como meta definitiva del propósito divino, el hombre y la mujer llegarán a convertirse en una sola carne. Como respuesta a esta lectura se nos presenta el Salmo 127. Estamos ante una promesa para el hombre que teme a Dios y sigue sus caminos: su casa, él y su mujer, recibirán la bendición del Señor.A partir de hoy y durante varios domingos escucharemos algunos fragmentos de la Carta a los Hebreos. Particularmente en el segundo capítulo se comienzan a sentar las bases para fundamentar el discurso sobre el sacerdocio de Cristo. Desde el v. 5 el autor ha tomado como fuente de inspiración el Salmo 8 para aplicarlo al Hijo de Dios. En Él se cumple esta palabra: “lo hiciste poco inferior a los ángeles… todo lo sometiste bajo sus pies” (cf. Hb 2, 7; cf. Sal 8, 5-7). Esta última frase no aparece en el texto litúrgico de la segunda lectura de hoy, pero es la que conecta con los tres versículos escogidos para que ser proclamados en este domingo: Jesús ha sido coronado de gloria y todo ha sido puesto bajo su dominio, por haber padecido la muerte por nosotros. A partir de esta afirmación, queda manifestado y trazado el camino que deberán seguir los seres humanos para que puedan alcanzar la salvación (ser guiados a ella): muchos hijos serán santificados y llevados a la gloria, pero deberán pasar por la misma prueba de Cristo, el santificador, y deberán ser perfeccionados por el sufrimiento. Ante las preguntas maliciosas de los fariseos, Jesús reacciona con sabiduría y autoridad. Para responder a la cuestión Jesús contrapone la Ley de Moisés con el proyecto original de Dios (cf. primera lectura). La voluntad de Dios acerca del matrimonio está contenida en el Génesis, desde el comienzo de la Creación; y si la ley había permitido el divorcio es por la dureza del corazón, una actitud del pueblo de Israel que aparece cuando no es capaz de comprender ni aceptar los designios de Yahvé. Jesús afirma, sin dar lugar a otras interpretaciones que la unión del hombre y la mujer ha de ser indisoluble ya que ha sido Dios quien los ha unido. Además, el Maestro insiste en que ya no son dos y por eso repite: “una sola carne”. El proyecto original de Dios busca la igualdad de los cónyuges, la entrega total y duradera que unifica. La palabra “cónyuges” da lugar a una preciosa imagen: el hombre y la mujer se unen bajo el mismo yugo para avanzar juntos con un mismo objetivo: permanecer en el amor y fundar una familia.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El sacramento del matrimonio encuentra su fundamento en el comienzo de la Creación como nos lo muestra Jesús en el evangelio. La palabra amorosa del Creador resonó en el principio del mundo para establecer que el hombre y la mujer han de unirse y entregarse el uno al otro de tal manera que los dos serán una sola carne, unión que no podrá ser separada por nadie ya que Dios, como autor de la Creación, es también autor de esta sagrada unión. Este es el fundamento del valor y de la belleza del matrimonio y de la familia según el querer de Dios. Sea esta la oportunidad para agradecer al Señor por tantas familias que, no sin dificultades, se esfuerzan día a día por mantenerse fieles a este designio divino de amor. Y sea también está la oportunidad para que resuene hoy en nuestra Iglesia colombiana y universal la Buena Noticia de la familia, para que muchos escuchen el llamado a vivir el amor según el plan de salvación, establecido por nuestro Padre y Creador.No podemos olvidar la valiosa enseñanza del papa san Juan Pablo II al proponer a toda la Iglesia la teología del cuerpo y por eso vale la pena que recordemos un poco de su doctrina, como ayuda para nuestra meditación. En la audiencia general del 13 de febrero de 1980 afirmaba el Santo Padre: “En el misterio de la creación, el hombre y la mujer han sido ‘dados’ por el Creador, de modo particular, el uno al otro, y esto no solo en la dimensión de la primera pareja humana y de la primera comunión de personas, sino en toda la perspectiva de la existencia del género humano y de la familia humana. El hecho fundamental de esta existencia del hombre en cada una de las etapas de su historia es que Dios ‘los creó varón y mujer’; efectivamente, siempre los crea de este modo y siempre son así. El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne’. De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la ‘procreación’ (se podría decir de la ‘autorreproducción’). Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad (cf. Gn 2, 23) y también en la conciencia particular del significado esponsalicio del cuerpo (cf. Gn 2, 25). El varón y la mujer, antes de convertirse en marido y esposa (en concreto hablará de ello a continuación el Gn 4, 1), surgen del misterio de la creación ante todo como hermano y hermana en la misma humanidad. La comprensión del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad revela lo íntimo de su libertad, que es libertad de don”. El ser humano de hoy necesita abrirse al plan de Dios a la hora de construir una familia, como ejercicio de su vocación natural al amor, inscrita precisamente por el Creador. Todo comienza a tener sentido cuando se comprende que el hombre y la mujer han sido creados el uno para el otro, tanto a nivel corporal como a nivel espiritual. Particularmente Juan Pablo II insiste en el significado esponsalicio del cuerpo: El cuerpo del varón está orientado para amar a la mujer y el cuerpo de la mujer está orientado para amar al varón.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?En la oración de bendición nupcial la Iglesia manifiesta su fe en el designio de amor del Dios Creador. Y es que desde el principio el Señor concedió a la unión del hombre y la mujer una bendición que no ha sido abolida, sino que se ha mantenido para aquellos que quieren vivir según la vocación matrimonial que, por medio del sacramento, los lleva a fundar una Iglesia doméstica: Oh Dios, que con tu podercreaste todas las cosas sacándolas de la nada,y que, desde el principio, todo lo ordenaste:Tú hiciste al hombre a tu imagen y semejanzay le diste por ayuda inseparable a la mujer,para que ya no fueran dos, sino una sola carne,enseñándonos así que nunca será lícito separarlo que tú mismo has querido unir.Oh Dios, que por medio de misterio tan excelso consagraste la unión conyugalde manera que en la alianza nupcialfuese prefigurado el sacramentode la unión de Cristo con la Iglesia.Oh Dios, por quien la mujer se une al varón,que concedes a esta unión,establecida desde el principio,la única bendición que no fue abolidani por la pena del pecado original,ni por el castigo del diluvio. II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos: bienvenidos a esta fiesta de fe. Celebrar la Eucaristía dominical es festejar el amor divino manifestado en Jesucristo. Él ha elevado el vínculo matrimonial del varón y la mujer a la dignidad de sacramento y de esta manera, unidos en una sola carne, la familia cristiana se hace signo concreto de que es posible amar según Dios. Agradezcamos al Padre por todas nuestras familias y pidamos especialmente por ellas, en este día del Señor. Monición a la liturgia de la Palabra La Palabra de Dios en este domingo nos anuncia la Buena Noticia de la Familia, es decir, el proyecto que el Creador ha pensado para que se realice en la unión del hombre y la mujer. Escuchemos con atención para que nuestras familias descubran el querer de Dios y puedan vivir a plenitud el amor. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Agradecidos con Dios, que nos ha llamado a la vida y desde el principio ha querido la unión del varón y la mujer en una sola carne, presentemos nuestras súplicas por medio de Cristo, quien nos revela la plenitud del amor, y digamos:R/. Tú que eres nuestra vida, escúchanos, Señor.1.Por la Iglesia, sacramento del amor divino, para que el Espíritu Santo impulse cada día la tarea evangelizadora y, especialmente, la acción pastoral en favor de los laicos, las familias y las vocaciones. Oremos. 2.Por quienes tienen la responsabilidad de buscar el bien común desde sus respectivos campos de gobierno, para que promuevan valores que animen la formación de familias estables en el amor. Oremos.3.Por todos los que sufren, especialmente por las familias que experimentan la pobreza, la marginación, la violencia o la enfermedad. Que mantengan su mirada y confianza en el amor de Dios que permanece para siempre. Oremos.4.Por todos los desempleados, para que encuentren un lugar propicio donde desempeñarse y puedan llevar el sustento necesario a sus hogares. Oremos.5.Por nuestras familias, por todos los bautizados y por nosotros, participantes de esta liturgia, llamados a vivir en el amor. Que, escuchando hoy la Buena Noticia de la familia, seamos instrumentos de unidad, perdón y reconciliación en medio de nuestros hogares. Oremos.Oración conclusivaConcede, Señor, generosidad y fidelidad a los que llamas a ser tus testigospara que todos, al responder al amor de tu gracia,colaboremos para que venga y crezca tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Vie 27 Sep 2024

Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa

VIGÉSIMO SEXTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOSeptiembre 29 de 2024Primera lectura: Nm 11, 25-29 Salmo: 19(18),8.10.12-13.14 (R. cf. Sb 1,7) Segunda lectura: St 5,1-6Evangelio: Mc 9, 38-43.45.47-48I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl seguimiento de Jesús implica para los discípulos conocer al Maestro y hacer un cambio radical en el que se asuman los valores del Reino. Dos ideas aparecen como clave en este seguimiento: La universalidad de los misioneros y no ser motivo de escándalo.El Espíritu Santo es el protagonista de la misión. Es Él quien elige a hombres y mujeres para darles los dones y gracias que se requieren para anunciar la Buena Noticia. Y quien es elegido ha de crecer en la disposición de acogida de los dones divinos y en el reconocimiento de los dones que Dios, también da a los demás. Motivo de escándalo es creer que la llamada es exclusiva.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El pasaje bíblico de la primera lectura, está enmarcado dentro de un conjunto de quejas del pueblo contra Dios (11,1- 12,16). Moisés había conformado un grupo de setenta ancianos que le ayudaban a atender al pueblo, a orientarlo y a impartir justicia (v.17). Para iniciar la misión Moisés comunica el Espíritu a los setenta ancianos, en el que no se encuentran Eldad y Medad, sirve para señalar que no se puede monopolizar el espíritu, pues es un don de Dios que no se reduce a un derecho adquirido o a un esquema prestablecido. La queja presentada por Josué, lo introduce dentro de la historia sagrada. La afirmación central (v. 29), en labios de Moisés, expresa que el protagonista es el espíritu, quien tiene un alcance universal y, por ello profetizar significa la apertura para recibirlo y ponerse al servicio de todos a fin de llevar a cabo la voluntad de Dios. El salmo, que es respuesta a la primera lectura, celebra la excelencia de la Ley revelada por el Señor a su pueblo (vv. 8-11) y termina con una súplica humilde y confiada en la que el salmista pide la protección y el perdón divino (vv. 12-15). En el trasfondo de este salmo resuena la universalidad del Espíritu que llena todo el universo, como aparece en Sabiduría 1, 7.La Carta de Santiago pone énfasis en la dimensión social del mensaje cristiano. En este contexto este discurso fuerte, con una serie de advertencias, al modo como lo hacían los profetas del Antiguo Testamento, denuncia la situación injusta creada por los ricos que explotan y extorsionan a los pobres.El Evangelio de Marcos, después del segundo anuncio de la pasión, muestra cómo a los discípulos se les dificulta el seguimiento de Jesús. Tres causas están al origen: la búsqueda y la ambición del poder, los celos con un extraño y ser causa de escándalo. La perícopa de hoy nos presenta las últimas dos.La escena presenta a Juan, quien toma la iniciativa en nombre de los discípulos. Su disgusto es a causa de un extraño que no hace parte de la comunidad, pero que realiza milagros en nombre de Jesús. Lo han persuadido de no hacerlo, pero Él no se ha detenido. Los celos misioneros de Juan son rechazados por Jesús, pues pertenecer a la comunidad más cercana a Jesús, no los hace depositarios exclusivos del anuncio del Reino. Los motivos por los que rechaza la actitud de los discípulos son: (v. 39) No habla mal de Jesús. Su acción no impide su predicación.(v. 40) Ya hace parte de los que propagan el Evangelio.(v. 41) Dios recompensará a quien realiza hasta el mínimo servicio en favor de la predicación.La última causa que dificultad a los discípulos el seguimiento de Jesús es ser motivo de escándalo. Una serie de advertencias pone de manifiesto que, como primeros, son llamados a dar testimonio.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?La vocación y misión de la Iglesia, como pueblo de Dios, es el anuncio y predicación del Reino de Dios. Esta tarea misionera es posible gracias a la acción del Espíritu Santo quien con sus dones acompaña a todos a cumplir su misión. Y Dios que lo abarca todo derrama estos dones donde Él considere y no tiene fronteras, ni límites. No se restringe a ningún grupo social, ni académico. Precisamente, el Espíritu es el protagonista de la misión, pues es Él quien obra en nosotros y en todos los que hacen el bien. Esto implica en todos cultivar la actitud de escucha y diálogo que permita valorar los aportes que las demás personas, sean de la Iglesia o no, realizan en favor del Reino de Dios. Es fundamental reconocer que muchas personas buscan a Dios con sincero corazón practicando la verdad, el bien, la justicia y el amor. Reconocerlos y acogerlos ha de ser un motivo de alegría.En esta línea, se enmarca también todo el diálogo ecuménico como nos lo ha indicado el Catecismo de la Iglesia Católica: “El deseo de volver a encontrar la unidad de todos los cristianos es un don de Cristo y un llamamiento del Espíritu Santo” (CEC 820).En la segunda parte del Evangelio, Jesús advierte sobre los escándalos. El discípulo de Jesús está llamado a vivir una vida nueva. En la amistad con Jesús ha recibido dones y gracias para vivir su vocación y misión. Por ello ha de custodiar su corazón y vivir esta renovación de modo constante.Son varias las situaciones en las que el discípulo de Jesús se ve tentado y puede caer en el escándalo. La severidad con la que Jesús se refiere a estas situaciones radica en que el mal no solo queda en la persona que lo realiza, sino que pone en peligro la salvación de otro.Una de estas situaciones es la división y los celos, sea dentro de la misma comunidad o con personas ajenas a la misma, pero que están obran buscando el bien. Otra situación de escándalo, es precisamente, la que advierte la Carta de Santiago: el apego a las riquezas. Es una llamada de atención para cuantos piensan que la vida es solo tener y acaparar; sobre todo, si este bienestar nace de la injusticia, del fraude o de la propia seguridad, sin atender a las necesidades de quienes están alrededor.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor Jesús, servidor fiel de los hombres, enviado del Padre, te damos gracias por los dones que nos das y te pedimos nos ilumines en la búsqueda sincera del camino bueno que tienes para cada uno de nosotros. Derrama sobre nosotros tu Espíritu, que nos dé sabiduría para ver el camino y la generosidad para seguir tu voz.Danos la gracia de poder reconocer y admirarnos de los dones que das a los demás y ayúdanos a caminar juntos, sin celos, ni resentimientos hacia tu Reino.Haznos sensibles a las aspiraciones de los hombres; haznos críticos ante la opresión de los poderosos; Haznos justos y solidarios al servicio de tu Reino de la paz, la justicia y el amor. Amén.______________________Recomendaciones prácticas:●Día Mundial del Turismo.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaLa Eucaristía es sacramento de comunión y unidad en torno a Jesús, enviado del Padre. Todos, como comunidad de fe y caridad, somos congregados por la gracia del Espíritu Santo. Pidámosle al Señor en esta Eucaristía que nos permita abrir nuestra mente y corazón a todos, y que nos dé la gracia de reconocer la acción de su Espíritu en todos los que, en cualquier parte, busquen lo que es justo, bello y bueno. Participemos con fe de esta celebración.Monición a la liturgia de la PalabraLa Palabra de Dios nos instruye en cada momento para obrar conforme a la voluntad de Dios y nos previene de considerarnos el centro de la misión. El Espíritu que suscitó los textos que vamos a escuchar, inspire nuestra vida para que acogiendo su enseñanza estemos abiertos a apreciar el bien hecho por los otros, sean quienes sean, y a no escandalizar nunca. Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Confiando en el amor misericordioso del Padre, que abre sus brazos para acoger a todos los hombres, pidamos por nosotros y por el mundo entero, diciendo:R/. Escúchanos, Padre.1. Por la santa Iglesia para que presente ante el mundo el rostro acogedor del Padre para con los pobres, los que sufren, los que dudan, los que se equivocan. Oremos.2. Por nuestros gobernantes y políticos para que busquen el bien de todos los ciudadanos, y especialmente de los que tienen menos posibilidades. Oremos.3. Por las familias que se encuentran en graves dificultades económicas, por los matrimonios que está en peligro de romperse, por las madres que tienen miedo de recibir un nuevo hijo. Que encuentren ayuda y amor en los que les rodean. Oremos.4. Por quienes viajan de un sitio a otro con el deseo de conocer nuevos lugares, para que puedan gozar de la creación y lleguen a sus destinos sin ninguna dificultad o peligro. Oremos.5. Por todos los miembros de nuestra parroquia para que trabajemos por fortalecer los lazos de unión mutua y nos ayudemos a ser fieles al camino que Jesús nos enseña. Oremos.Oración conclusivaPadre de bondad sin límites,escucha las peticiones de tu puebloy ayúdanos a vivir y a realizar,en todo lo que nos sea posible,aquello mismo que te hemos pedido.Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Vie 20 Sep 2024

Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos

VIGÉSIMO QUINTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOSeptiembre 22 de 2024Primera lectura: Sb 2,12.17-20Salmo: 54(53),3-4.5.6 y 8 (R. 6b)Segunda lectura: St 3,16 – 4,3Evangelio: Mc 9, 30-37I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónDespués de la revelación que el domingo pasado nos ha hecho del misterio de sufrimiento hacia el cual se encamina, Jesús hoy formula el código de la autoridad cristiana en el dicho limpio y radical: “Si alguno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos” (v,35). Esta actitud de donación total constituye al verdadero discípulo de Cristo, que debe hacerse niño, pequeño y servidor de todos.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Jesús pone de modelo cristiano al niño, revolucionando la concepción que se tenía de este en su ambiente y en su cultura. Jesús rechaza la visión según la cual, el niño siempre es objeto de educación por parte del adulto. Pero el niño es un sujeto que tiene un mensaje precioso para todos los que de alguna manera nos creemos maduros y superiores.El niño del evangelio, representa la total disponibilidad y el abandono sin cálculos, hipocresías e intereses. Con este espíritu del niño “que acalla y modera sus deseos en los brazos de su madre” (Sal 130 (131), 2), el discípulo entra en el mundo con el espíritu de aquel que “ha venido a servir y no a ser servido” (Mt 20, 28).2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El niño es modelo del cristiano porque puede ser feliz con lo poco o lo mucho que tiene; puede disfrutar de un juguete sencillo o de un juguete costoso. Tiene la capacidad por su condición de niño, de disfrutar de todo lo que hace en cada momento… se lo goza y se lo disfruta todo. En consecuencia, la Palabra de este día me invita a hacer todo lo que de mí dependa para ser feliz con lo poco o lo mucho que tengo.En la tradición rabínica de Israel, se dice que daremos cuentas a Dios de todas las veces que pudimos ser felices y no lo fuimos. En otras palabras, la vida no es siempre un valle de lágrimas, y tendría como el niño del evangelio, que aprender a gozar en medio de mis circunstancias. Poder decir con san Pablo: “Se contentarme con lo que tengo. Se vivir escaso y sobrado… todo lo puedo en aquel que me fortalece” (Flp 4,12)3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Pedimos al Señor la gracia de poder como el niño del evangelio tener el contentamiento y la simplicidad del cristiano, que aún en medio de las pruebas, irradia esperanza porque sabe que Papá Dios cuida de él.Esta convicción la reflejo estando siempre alegre (Flp 4, 4), sin dejar anidar en mí sentimientos de envidia o inferioridad (St 3,16. 4,2)._______________________Recomendaciones prácticas:●24 de septiembre: Día nacional del recluso.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos hermanos a nuestra Eucaristía dominical. Jesús resucitado está en medio de nosotros con potencia, y su amor es más grande que todos los problemas con lo que tú has venido a esta celebración. Pongámonos de pies, y recibamos a Jesucristo en la persona del presbítero.Monición a la liturgia de la Palabra Vamos ahora a escuchar las Escrituras. Escucharemos primero las palabras del libro de la Sabiduría que fueron inspiradas para dar coraje y ánimo a los judíos piadosos que estaban lejos de su tierra. Estas palabras son también para nosotros, que necesitamos ser fieles en medio de este mundo que se opone a DiosDespués en el evangelio, escucharemos la invitación de Jesús a ser como niños poniéndonos al servicio de los demás. Escuchemos atentamente.Oración Universal o de los FielesPresidente: Oremos, queridos hermanos al Padre por medio de su Hijo Jesucristo diciendo:R/. Escúchanos Señor.1.Por la Iglesia y por cada uno de nuestros pastores; que puedan entender que el ministerio es para servir a los demás y no para ser servidos por los demás. Oremos.2.Por nuestros gobernantes, para que cada día tengan luz y acierto desde el cielo, en las decisiones que deben tomar a favor de los pueblos a ellos encomendados. Oremos.3.Por todas las personas que sufren y especialmente por los que no tienen el alimento necesario para subsistir; de tal manera, que podamos compartir con ellos el pan, y hacernos generosos desde nuestra pobreza. Oremos.4.Por todos los que, alejados de la casa del Padre, buscan llenar su corazón con cosas superfluas, para que sean liberados y reconozcan el amor de Dios en sus vidas. Oremos.5.Por los reclusos, para que en su fiesta patronal que se celebrará el próximo martes puedan abandonarse en la misericordia de Dios y en Él encuentre su paz y su consuelo. Oremos.Oración conclusivaPadre Santo,sabemos lo que queremos,pero tú sabes lo que necesitamos.Acoge estas oraciones yaquellas súplicas queno nos atrevemos a pedir. PorJesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Vie 13 Sep 2024

El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga

VIGÉSIMO CUARTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOSeptiembre 15 de 2024Primera lectura: Is 50, 5-9aSalmo: 115 (114),1-2.3-4.5-6.8-9 (R. cf. Lc 9,57)Segunda lectura: St 2, 14-18Evangelio: Mc 8, 27-35I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl Cristo-Mesías que sufre mucho de Marcos, quien es al mismo tiempo el Siervo doliente de Isaías, está al centro de la liturgia de la Palabra de este domingo. No se puede ser discípulos del Maestro sin ponerse detrás de Él y cargar en modo sereno la debilidad, la cruz de cada día. Solo podemos comprender la sabiduría y la lógica de Dios subiendo a la cruz; es decir, aceptando la realidad de la vida tal cual es, y dejando en manos de Dios lo que no podemos cambiar.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Estamos en el corazón del Evangelio de Marcos que hoy nos presenta a Jesús como siervo sufrido en quien se cumplen las Escrituras de los profetas, especialmente las de Isaías, que presentan a este personaje como un Varón de dolores que ofrece su espalda, que es golpeado, al que le arrancan la barba, al que afrentan y escupen (Is 50,6).A estas alturas de la teología de san Marcos, Jesús no es aún el hijo de Dios revelado por el centurión romano en el clímax del Evangelio de Marcos (Mc 15, 39). Jesús aquí, es revelado como el Cristo que tiene que pasar por la cruz para ser el Mesías-Salvador.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Ser discípulo para Marcos es estar con Jesús, pero poniéndome detrás de Él; Ponte detrás de mí... Satanás (Mc 8, 33), entendiendo que la cruz es el criterio fundamental para conocer la sabiduría de Dios (1Co 1, 24). A propósito, es interesante notar que Jesús no dice a Pedro; ¡Quítate de mí vista Satanás!, o ¡Apártate de mí Satanás! En el original griego, Jesús le dice: “Ponte detrás de mí… ὕπαγε ὀπίσω μου…”, utilizando casi la misma expresión que usa cuando lo llama en el Mar de Galilea, diciéndole a él y a los otros discípulos: “Vengan detrás de mí… δεῦτε ὀπίσω μου… y los haré pescadores de hombres” (Mt 4,19). Jesús está diciendo a Pedro que se ponga detrás de Él para aprender de nuevo a ser discípulo; es decir, que, para comprender la lógica de Dios, es necesario pasar por la cruz (1Co 1, 23-25).3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Pedimos al Señor que nos de la gracia cada día de llevar la cruz, poniéndolo a Él por delante. En otras palabras, le pedimos la gracia de aceptar en modo sereno lo que no podemos cambiar con nuestros esfuerzos y nuestros puños. No se trata de resignarnos – la resignación NO es bíblica ni cristiana -; se trata de dejar en sus manos lo que no podemos cambiar de nuestra realidad y de nosotros mismos.El mensaje bíblico de la cruz no se trata de sufrir por sufrir o de latigarme o hacerme daño. La cruz de Cristo es aceptar mi realidad concreta y existencial de cada día sin neurotismos y en modo sereno. Esto lo reflejo viviendo mi fe con los pies en la tierra, pero con la mirada puesta en el cielo; aceptando con esperanza lo que no entiendo y haciendo todo lo que de mí dependa por convertirme._______________________Recomendaciones prácticas:●Día del migrante.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos hermanos a nuestra Eucaristía dominical. Hoy Jesucristo ha vuelto del cementerio y viene con potencia a resucitarnos de nuestras muertes, tristezas y amarguras. Hoy domingo es día de fiesta; dice el libro de Nehemías: “Este día está consagrado al Señor, no estén tristes ni lloren. La alegría del Señor es su fortaleza” (Ne 8,10).Pongámonos de pies, y recibamos a Jesucristo en la persona del presbítero.Monición a la liturgia de la PalabraVamos ahora a escuchar las Escrituras. En un primer momento escucharemos el tercer canto del siervo de Isaías: Varón de dolores que la Iglesia ha identificado con Jesucristo. El evangelio de hoy nos dará la fuerza para tomar la cruz y seguir a Jesucristo. Escuchemos atentamente.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos, queridos hermanos al Padre por medio de su Hijo Jesucristo diciendo:R/. Te lo pedimos Señor.1.Por la Iglesia y nuestros pastores, de tal manera que proclamen siempre y con coraje que Jesús es el Cristo-Mesías. Oremos.2.Por nuestros gobernantes, de tal manera que cada día se dejen impregnar más por el Evangelio y no cedan a la tentación de la corrupción. Oremos.3.Por todas las personas que sufren, y especialmente hoy por los migrantes. Que nuestra caridad con ellos sea viva y operante. Oremos.4.Por todos los padres de familia, para que sepan guiar a sus hijos en medio de esta sociedad secularizada. Oremos.5.Por nosotros, de tal manera que cada día abracemos la cruz y reconozcamos a Jesús como el enviado del Padre. Oremos.Oración conclusivaPadre Santo,sabemos lo que queremos,pero tú sabes lo que necesitamos.Acoge estas oraciones yaquellas súplicas que nonos atrevemos a pedir. PorJesucristo, Nuestro Señor.R/. Amén.