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El Señor escucha los sufrimientos y preocupaciones de la gente

Jue, 28/06/2018 - 18:24 Admin9834

Tags: Liturgia evangelio

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Jue 25 Jul 2024

Jesús tomó los panes y los repartió

DÉCIMO SÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIOJulio 28 de 2024Primera lectura: 2R 4, 42-44Salmo: 145 (144),10-11.15-16.17-18 (R. cf. Mt 6,11)Segunda lectura: Ef 4, 1-6Evangelio: Jn 6, 1-15I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa liturgia de la Palabra, durante estos cinco domingos seguidos nos presentará el capítulo 6 del Evangelio de san Juan, donde se relata el discurso de Jesús sobre el pan de vida. Podríamos presentar así las ideas principales de estos domingos: la multiplicación de los panes (domingo 17: Jn 6, 1-15), que se encuentra en la liturgia de este día; Jesús es el verdadero alimento, el maná (domingo 18: Jn 6, 24-35); disputa acerca de la procedencia de Jesús (domingo 19: Jn 6, 41-51); el pan es la carne de Jesús (domingo 20: Jn 6, 51-58) y, finalmente, las reacciones de los oyentes y discípulos ante el discurso del pan de vida (domingo 21: Jn 6, 60-69). Tres ideas temáticas que presentan las lecturas:●Primera lectura: El texto elegido para este domingo pertenece a un conjunto de milagros realizados por Eliseo para reafirmar su misión profética: el aceite de la viuda, la sunamita y su hijo al que resucita, la olla envenenada, la multiplicación de los panes, la curación del sirio Naamán el leproso y la recuperación del hacha perdida. 2R 4, 42-44, nos presenta el relato donde Eliseo manda a su criado, que le trae veinte panes, a dárselos a la gente para que coman, pues estaban en tiempos de hambre y carestía. El criado le pregunta a Eliseo ¿Cómo voy a poner esto delante de cien hombres? Lo interesante de este relato, es que nos ofrece el modelo literario en que se inspirarán las multiplicaciones evangélicas (cf. Mc 6, 30-44; 8, 1-10 y par), así como sus distintos elementos: Orden de Eliseo, pregunta del criado, nueva orden, reparto satisfactorio.●Segunda lectura: En este pasaje, tenemos la parte moral de la carta. Comienza rogando a los fieles que vivan conforme a la grandeza de la vocación cristiana, para luego exhortar a la unidad dentro de la pluralidad de los dones. La verdadera unidad tiene sus exigencias: la humildad, que vence a la soberbia y al egoísmo; la amabilidad, que crea y favorece la unión, y la paciencia frente a las faltas de caridad. Como podemos ver en el texto mencionado, la unidad en la Iglesia tiene un conjunto de fundamentos: un bautismo, un solo Señor, un solo cuerpo místico, un solo Espíritu y una sola esperanza en la patria a la que hemos sido llamados. Es clara, la mención de las tres personas divinas, donde se muestra que la unidad de la Trinidad es la fuente última de la unidad, dentro de la pluralidad, que tiene que existir en la Iglesia, en la diócesis, en nuestras comunidades parroquiales. ●De modo paralelo con la primera lectura, Jesús da de comer. Centrémonos pues en el Evangelio:1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El milagro de la multiplicación de los panes nos introduce en el “discurso del pan de vida” de todo el capítulo 6 y se sitúa en el centro de la actividad pública de Jesús. Afirmamos, que se trata de un signo querido por el Maestro para revelarse así mismo. El Texto de san Juan, que nos presenta la liturgia de este domingo, es muy parecido al de la tradición común. En continuidad con el relato de los panes multiplicado por Eliseo, como hemos señalado más arriba, este episodio se cuenta seis veces en los evangelios (cf. Mt 14,13-21 = Mc 6, 30-44 = Lc 9,10-17; Mt 15, 32-39 = Mc 8,1-10; Jn 6, 1-15), sin duda en virtud de la interpretación eucarística que se encuentra en todos los comentarios. Juan presenta el signo como el nuevo milagro del Maná (cf. Ex 16), hecho por Jesús, nuevo Moisés, en un nuevo éxodo. El relato oculta, en suma, un significado cristológico y sacramental preciso, que no es tanto el de saciar el hambre de la muchedumbre como el de revelar la gloria de Dios en Jesús, Palabra hecha carne. El don del pan, también es paralelo al don del vino en Caná; el pan de la vida que anuncia el discurso evoca el don del agua viva prometido a la samaritana. El vino, el agua y el pan, símbolos propios de Juan, se complementan para significar, cada uno a su manera, la vida que Jesús comunica al creyente. El texto lo podemos dividir de la siguiente manera: Introducción histórica (vv. 1-4); diálogo entre Jesús y los discípulos (vv. 5-10); descripción del signo-milagro (vv. 11-13); incomprensión de la muchedumbre y la soledad de Jesús, que se retira a orar en el monte (vv. 14ss). Geográficamente todo sucede en el Lago y en torno a él. Jesús se marcha “a la otra parte del mar de Galilea”. Se trata de una región desértica, territorio de los gentiles. En términos de la actitud de Jesús, se aprecia el doble movimiento de retirarse a la soledad y volcarse hacia la multitud. Se retira porque el pueblo busca milagros y no fe; se vuelca por la necesidad física y espiritual del pueblo. A diferencia de los sinópticos, Juan dice que quien toma la iniciativa es Jesús, Él se adelanta a la necesidad; además menciona a Andrés y Felipe (cf. Jn 1, 40-46; 12, 20-22), signo tal vez de la importancia de estos dos apóstoles en el entorno joánico.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El evangelio precisa diversos elementos que son importantes para nuestra reflexión personal: ●El hecho ocurre con una indicación temporal: “estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos”. Aquí se hace referencia a Moisés (Moisés dando de comer al pueblo en el desierto). Encontramos en esta indicación un elemento importante para la comprensión del relato de los panes. El signo se ubica en relación con la liberación, con la salida de Egipto, con la pascua como paso de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida, del pecado a la gracia. Esto sucede así, porque el evangelista busca dejarnos clara la relación que hay entre la Pascua y el pan multiplicado, que es prefiguración de la Eucaristía. El pan de vida es la Pascua. La Eucaristía es la Pascua de Cristo.●La preparación del banquete maravilloso: la indicación de la cercanía de la pascua, que hemos mencionado anteriormente, podría pasar desapercibido en el desarrollo del relato, pero el evangelista la relaciona expresamente con la actuación de Jesús: “levantó los ojos y viendo…”. La expresión “levantar los ojos”, si no va seguida de “hacia el cielo”, no se introduce en una oración, sino en un determinado “ver”: Jesús sentado en la montaña fija su mirada en la gente que se acerca. El relato presenta ante todo a Jesús como donante generoso ante la multitud; su gesto, gratuito, depende de la mirada que ha dirigido sobre ella.Jesús, dice a Felipe: “¿Con qué compraremos pan para que coman estos?” se crea en esta pregunta de Jesús una expectación. Felipe parece reaccionar como Moisés, cuando se quejó a Yahvé: “¿De dónde voy a sacar carne para repartirla a todo el pueblo, que me viene llorando?” (Nm 11,13). En la pregunta de Jesús al Apóstol, se muestra la imposibilidad que tiene el hombre de procurarse el “verdadero” pan. Se comprende que Felipe se dejará confundir por los términos de la pregunta y permaneciera en el plano del dinero hablando de los denarios necesarios para la compra exigida, como si el don de la vida fuese de orden cuantitativo. Preguntémonos: ¿No debería haber interpretado las palabras de Jesús de manera metafórica, dada su familiaridad con la Escritura? El pueblo de Dios había utilizado los mismos términos: “¡Oh, todos los que están sedientos, vayan por agua, aunque no tengan dinero! Vengan, compren grano y coman, sin dinero y sin pagar, vino y leche” (Is 55,1). En el contexto de este texto de Isaías, bajo la imagen del alimento concedido gratuitamente, Yahvé invita a Israel a buscar lo que verdaderamente sacia, la Ley, su Palabra. En Jesús, todo esto tendrá plenitud. El don de Dios, se da gratuitamente y en abundancia; así lo expresaba un padre de la Iglesia: “[…] La obra del Señor todo lo consigue; en un instante, multiplicó un poco de pan. Aquello que los hombres hacen y trasforman en diez meses de trabajo, sus diez dedos lo hicieron en un instante… De la pequeña cantidad de pan resultó una multitud de panes. Como en el tiempo de la primera bendición: ‘Sean fecundos y multiplíquense’. Los pedazos de pan, antes estériles e insignificantes, gracias a la bendición de Jesús –como seno fecundo de mujer- dieron un fruto del cual hasta sobraron muchos pedazos” (SAN EFRÉN, Diatessaron, 12, 1.3). ●El Evangelio de san Juan nos ofrece pistas sobre la relación de este pasaje con la Eucaristía. Se dice en Jn 6,11: “Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado”. Tomar el pan, dar las gracias y repartirlo son gestos que tienen ya un acento eucarístico. Ahora se muestra a Jesús como el nuevo maná, pan que da la vida y sacia verdaderamente al hombre. ●También podemos tener en cuenta en el texto, las reacciones de la multitud ante Jesús y de Jesús ante las multitudes: “la gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: ‘Este es verdaderamente el profeta que va a venir al mundo’. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo” (vv. 14-15). El profeta mencionado es el anunciado en Dt 18, 15.18, sucesor de Moisés para instruir al pueblo. En cambio, el “rey”, se refiere al Mesías descendiente de David. Esta última referencia adquiere un carácter político que Jesús quiere evitar a toda costa, Él busca la fe, no el entusiasmo eventual y mucho menos el fanatismo violento.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, te doy gracias porque me bendices y realizas prodigios en mi vida, quiero escucharte más, obedecerte y dejar que obres sobre mí vida, en mis necesidades, de la misma manera como has bendecido los panes que compartió aquel muchacho y los has multiplicado. Eres el único que siempre está listo para ayudarme y proveerme en mis necesidades. Perdóname por aquellas veces cuando mi fe no es tan fuerte como yo quisiera, sobre todo en los momentos más difíciles, y te pido que en esos momentos no me abandones, mi Señor. Amén. El Evangelio de este domingo contiene gestos realizados por Jesús que relacionamos con la Eucaristía, ya lo hemos dicho antes. En los relatos de la Última Cena, Jesús compartió con sus discípulos el “pan de vida”; en esta escena, instruye a sus discípulos para que ellos alimenten a la multitud. La Eucaristía es una fuente inagotable de alimento. En ella nos encontramos con el mismo Jesús, que se nos da como alimento. Por eso, también en esta celebración rogamos a Dios para que nos dé lo que necesitamos para poder seguir trabajando por el Reino. No olvidemos, después de esta celebración nuestro compromiso en la vida cristiana; somos enviados a alimentar a los que tienen hambre corporal y espiritual. Hagamos nuestro propósito personal, a la luz de estas preguntas: ¿Comparto el pan con los necesitados, con los que tienen hambre?, ¿cómo vivo en la comunidad, en la familia, en la sociedad, en la parroquia, en la pastoral, el desafío que Jesús le puso a Felipe?, ¿cómo colaboro para satisfacer la sed y hambre espiritual de tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo?, ¿qué buscamos de Jesús?, ¿de qué manera superamos el conflicto entre lo que la gente “busca” y lo que realmente “ofrece” Jesús?_______________________Recomendaciones prácticas:●Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores.●Compartir con la comunidad el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaQueridos hermanos y hermanas, les damos la bienvenida a la celebración eucarística del décimo séptimo domingo del tiempo Ordinario. Durante cinco domingos, a partir de hoy, interrumpimos la lectura de san Marcos para leer casi íntegro el capítulo 6 de Juan, con la multiplicación de los panes y el discurso de Jesús sobre el pan de la vida, que es Él mismo. Él es la respuesta a todas las necesidades de los hombres, es la causa de nuestra alegría plena. Nos saca de nuestras miserias, nos da el perdón, nos pone en relación con Dios Padre y se hace alimento para nosotros. Iniciemos, pues, con gran alegría, nuestra Eucaristía de hoy. Monición a la liturgia de la Palabra Vamos a escuchar a Dios que nos habla por medio de su Palabra. En el Evangelio, meditaremos el relato de la multiplicación de los panes y los peces, cuando Jesús da de comer a una gran multitud, que está hambrienta. La primera lectura prepara lo que sucederá en el Evangelio, ya que se nos explica cómo con pocos alimentos comió toda la comunidad. Ese alimento, que Jesús nos da, contiene una fuerza divina y nos sacia plenamente. Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Con la fuerza del Espíritu, oremos, hermanos, y pidamos a Dios nuestro Padre, que escuche bondadosamente nuestra oración: R/. Escucha a tu pueblo, Señor.1.Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que ejerzan su ministerio siempre acompañado por la oración su rebaño. Oremos.2.Por cuantos tienen autoridad en el mundo, para que se alejen de los actos de corrupción y se preocupen por llevar una vida digna, al servicio de los más necesitados de nuestra sociedad. Oremos.3.Por toda la humanidad, para que Dios padre purifique al mundo de todo error, conceda salud a los enfermos, libertad a los oprimidos y paz a los que viven sin ella. Oremos.4.Por todos nosotros, que celebramos esta liturgia, que a menudo no sabemos reconocer la presencia de Dios en nuestra vida, para que la gracia nos ayude a abrirnos a la escucha de la Palabra, y así toda nuestra existencia sea renovada por la alegría de la Pascua. Oremos.5.Por todos los abuelos y mayores, para que el Señor les conceda la salud, el entusiasmo y la alegría, de tal manera que vivan en serenidad acompañados de sus seres queridos. Oremos.Oración conclusivaEscucha, Dios de misericordia,las oraciones que te hemos presentadocon humildad y confianza,y haz que deseemos siemprecuanto te agrada.Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Lun 15 Jul 2024

No es digno de mí

DÉCIMO QUINTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJulio 14 de 2024Primera lectura: Am 7, 12-15Salmo: 85(84), 9ab y 10.11-12.13-14 (R. cf. 9b)Segunda lectura: Ef 1, 3-14 (forma larga) o Ef 1, 3-10 (forma breve)Evangelio: Mc 6, 7-13I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLas lecturas de este domingo del tiempo Ordinario no presentan a simple vista un argumento o hilo conductor; sin embargo, no dejan de sugerir cierta relación entre la primera lectura y el evangelio con el tema de la vocación-misión; y el festivo salmo que se puede asociar al precioso himno cristológico que trae la Carta a los Efesios. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El profeta Amós es increpado y amonestado en el ejercicio de su ministerio profético, pues resulta incómodo; el trozo que la liturgia nos presenta se queda corto pues no da razón de las dificultades del profeta, que debe predicar en contra del rey en su propio santuario, y es por eso que ‘gentilmente’ es invitado a abandonar ese lugar, algo así como ‘si quiere predicar, hágalo, pero no aquí; si quiere lucrarse de su palabra, busque en otra parte, no incomodar’. Amós parece excusarse, no se acredita como profeta, pero sí dice que su encargo viene de Dios, casi como a decir ‘¿qué puedo hacer yo?’; la parte siguiente del texto, omitido por la liturgia de hoy, muestra que efectivamente, Amós pronunció su oráculo. A lo mejor si la predicación de Amós hubiese tenido como contenido las bellezas que enumera el Salmo 85, habría sido acogido, pues cuando de Dios se esperan solo cosas buenas y maravillosas, la escucha parece garantizada, a condición de que no exija actuar. El autor de Efesios recita un himno cristológico lleno de profundo significado sobre el plan de Dios, que no puede menos que animar a vivir la misión apostólica que les es encomendada a los doce, tal como narra este trozo del Evangelio de Marcos, tan completa y tan precaria, tan salida de la iniciativa de Dios y tan sometida a las vicisitudes humanas. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El optimismo del Salmo 85, que canta el triunfo de la justicia y de la paz como plan de Dios sobre el mundo se ve menguado por la realidad de la vocación de Amós, nada gratificante y sometida a las disposiciones de los grandes de la tierra. Este profeta es enviado por Dios pronunciar un oráculo en contra del rey del pueblo de Israel, nación rica y ostentosa, pero refractaria de toda amonestación, como a menudo pasa en los regímenes que se erigen como totalitarios; la Palabra que Amós pronuncia en nombre de Dios es calificada por sus contrarios como una conspiración; lo interesante es que el profeta no parece dar importancia a su condición ni de cómo se le catalogue, lo que cuenta es que Dios lo ha llamado y en su nombre es que habla. Pasarán siglos hasta que el autor de la Carta a los Efesios narre este hermoso himno que describe el plan de Dios y que ahora sabemos no es una improvisación, ni una ocurrencia del día, ni un accidente la encarnación del Hijo amado. Un plan en el que ya se inscribía la vocación de Amós y en el que encuentra su razón de ser la misión que detalla esta parte del evangelio de san Marcos: los doce apóstoles son llamados, instruidos y enviados; pero vale anotar que también son advertidos sobre el eventual rechazo o fracaso de la misión, como ya le había sucedido a Amós tanto tiempo atrás.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La Palabra de este domingo nos enseña que no falla el designio de Dios. La misión que se ve frustrada o fuera de lugar; ese proyecto evangelizador en el que tanto se invirtió y que luego no dio frutos; esas energías por anunciar el Reino que se ven sofocadas y amordazadas; los peligros de la misión… nada de eso desfigura el plan de Dios. Esta Palabra es de profunda esperanza, pues Dios no desampara a los que llama, o sea, a todos los bautizados. Las instrucciones del Evangelio dan razón de ello, toda vez que los evangelizadores han de recorrer el mundo abandonados a la providencia de Dios; la fuerza no son los recursos humanos, sino la inmensidad del plan de Dios. Hoy sabemos que el Padre ha recapitulado todo el Cristo, por eso no desfallecemos y por eso seguimos apostando por el anuncio de la conversión y la sanación en el nombre de Jesús. Perdimos a Jesús que, como Amós, no abandonemos su Palabra, aunque cueste y no encaje en los parámetros del mundo, a lo mejor precisamente por eso es tan necesaria._______________________Recomendaciones prácticas:●20 de julio: Dia de la Independencia. Convocar a la comunidad a orar por la patria y las ramas del poder.I.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos reunimos como comunidad de fe para celebrar el día del Señor. En este domingo Dios nos habla en su Palabra del designio amoroso sobre nosotros, dándonos motivos de profunda esperanza. Por eso, en esta celebración renovemos nuestra adhesión al Señor y nuestra pertenencia a la Iglesia. Vivamos con gozo esta liturgia.Monición a la liturgia de la Palabra Las lecturas de este domingo son ocasión para reflexionar en el designio de Dios y en nuestra misión, pues no dudan en señalar las dificultades que el ministerio profético supone para Amós, en comunión con el evangelio que, al indicar la misión de los doce con poder, no omite las futuras dificultades; todo en el marco de la confianza en el plan perfecto de Dios que encontraremos en Efesios y repetiremos gozosos con el salmo. Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestras oraciones al Padre, que en su designio amoroso poder se digne acoger nuestra súplica y digamosR/. Te rogamos, óyenos.1.Te pedimos, Padre de misericordia, por el Papa, los obispos y todos los que ejercen autoridad en la Iglesia, para que lo hagan según el espíritu del Evangelio. Oremos.2.Te pedimos, Padre de amor, por la Iglesia universal, para que no se sienta agobiada por los planes contrarios al evangelio y no abandone su misión. Oremos.3.Te pedimos, Padre de poder, por los gobernantes de las naciones, que comprendan que solo son servidores del bien común. Oremos. 4.Te pedimos, Dios de todo consuelo, por quienes más sufren, para que encuentren la solicitud de sus hermanos. Oremos.5.Te pedimos, Dios de bondad, por nuestro país para que tu paz llegue a nosotros y a todas las instituciones que lo gobiernan. Oremos.Oración conclusivaDios, Padre nuestro,que nos has bendecido con toda clase de bienesespirituales y nos has elegido para anunciar por el mundola Buena Noticia, escúchanos cada vez que nos dirigimosa ti y danos la gracia de continuar hablando en tu nombre.Por Cristo nuestro Señor.

Sáb 6 Jul 2024

¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada?

DÉCIMO CUARTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJulio 7 de 2024Primera lectura: Ez 2,2-5Salmo: 123 (122),1-2a.2bcd.3-4(R. 2d)Segunda lectura: 2Co 12, 7b-10Evangelio: Mc 6, 1-6I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLas lecturas de este décimo cuarto domingo del tiempo Ordinario, entre muchas posibilidades, ofrecen una visual del empecinamiento del pueblo, problema con mucho, más sensible que el de la mera debilidad. La lectura de Ezequiel y el Evangelio de Marcos hacen énfasis en la obstinación del pueblo y su consiguiente incapacidad de reconocer los beneficios de Dios. El Salmo 123 y el texto de la Segunda carta a los Corintios, al menos, enfatizan la debilidad, la cual resulta una ocasión para volver los ojos a Dios.4.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El profeta Ezequiel, en estas cortas líneas, recoge un desafortunado y ya conocido calificativo del pueblo, es un pueblo de dura cerviz, como ya lo rotuló el Señor en los libros sagrados de la Ley, pero con el agravante que ya ha pasado mucho tiempo y se indica que esta condición ha sido continua y pertinaz, al punto que la obra reveladora del Señor se tiene que imponer ‘sabrán que hay un profeta’. El Salmo 123, en cambio, es más esperanzador, toda vez que pone en boca del orante la confianza en Dios, ante la constatación de la propia debilidad; la certeza es tal que, si bien el salmo no indica si hubo respuesta de parte de Dios, la sensación de confianza colma este vacío y el ambiente entero del poema es que Dios atiende la mirada suplicante del orante. Este mismo es el ambiente que parece derivar de la declaración de san Pablo, débil y necesitado, pero lleno de la gracia de Dios; llega el apóstol incluso a construir con maestría un contraste entre su debilidad y precariedad y la fortaleza de Dios, casi como un sello único. El evangelio, por su parte, escenifica a Jesús entre los suyos, excusa que asumen quienes lo ven y escuchan para no dar crédito a su sabiduría ni a su actuar; el empecinamiento no lo buscan en ellos mismos, sino que lo atribuyen a la condición de Jesús; es esa quizá la muestra contundente que ineludiblemente señala su endurecimiento, incapaces como son de mirarse a sí mismos.5.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?En Ezequiel al menos se dice que por fuerza reconocerán al profeta; en el evangelio no, Jesús solo hará algunas curaciones por imposición de manos, pero quedará sorprendido por la falta de fe. Casi podríamos llevar al argumento que esta manera de obrar, y no los pecados que tan a menudo nos horrorizan, son los que escandalizan a Dios. Este evangelio es verdaderamente conmovedor, pues tenemos que mirar la condición débil de Jesús, impedido como queda de predicar en su propio ambiente y contexto, es descalificado por los suyos, no puede obrar ningún milagro y queda sorprendido por la falta de fe.La costumbre es vernos como el salmista, necesitados de Dios y recurrir a Él con confianza de recibir la solución a nuestros males. Estas lecturas, y en especial este Evangelio, nos desafían con contundencia, pues es como si estuviéramos obligados a reflexionar en las debilidades que causamos a Dios. Suena extraño y claro que lo es, ya que es evidente que no tenemos ningún poder sobre Dios, y su soberanía y poderío son infinitos. Pero en el plan de la salvación, en donde hemos sido insertados con libertad y entendimiento propio, nuestras acciones no son inocuas y pueden estar o no de acuerdo con el proyecto de Jesús; cuando la respuesta es empecinada en el no, entonces afectamos el libre curso de la gracia. Cuántas maravillas de Dios ocultas o sofocadas en el mundo por culpa del rechazo o frialdad de los que nos reconocemos como amigos y paisanos de Jesús. Cuántas ansias de un Dios triunfalista y de una Iglesia imperial que todo lo dominen. El Evangelio, en cambio, no duda en mostrar las ‘limitaciones’ del ministerio de Jesús.6.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Oramos con fe a Dios vivo entre nosotros, sencillo y humilde. Hoy contemplamos al profeta Ezequiel, pequeño en medio de un pueblo de dura cerviz; a Pablo agobiado por su ministerio que lo desborda, y especialmente, nos maravillamos ante Jesús rechazado y cuestionado… Cómo no presentarnos ante Dios frágiles y necesitados; cómo no encomendarle nuestra Iglesia vulnerable y sacudida por terremotos externos e internos. Cómo no suplicar por quienes se creen tan poderosos que cuestionan incluso al mismo Dios._______________________Recomendaciones prácticas:●Concluye el XIII Congreso Nacional Misionero. Celebración del Centenario del primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de misiones.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos reunimos como comunidad de fe para celebrar el día del Señor. Es una oportunidad, como nos indica la lectura de la Palabra, para reflexionar sobre la debilidad y precariedad de nuestra vida, pero también de la grandeza de Dios que nos acoge y bendice. Participemos con alegría y fe.Monición a la liturgia de la Palabra Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestra súplica confiada al Padre, que en su poder se digna mirarnos propicio y digamosR/. Te rogamos, óyenos. 1.Te pedimos, Padre de bondad, por el Papa, los obispos y todos los que ejercen autoridad en la Iglesia, para que lo hagan según el espíritu del evangelio. Oremos.2.Te pedimos, Padre de amor, por la Iglesia universal, para que no se sienta agobiada por la debilidad, sino que encuentre en ti su fuerza para cumplir su misión. Oremos. 3.Te pedimos, Padre de misericordia, por los gobernantes de las naciones, que sean capaces de superar las lógicas del poder y el dominio. Oremos. 4.Te pedimos, Padre de piedad, por los más débiles de la sociedad, para que encuentren su fortaleza en la ayuda de sus hermanos. Oremos.5.Te pedimos, Padre de bondad, por todos los catequistas y responsables del trabajo pastoral en nuestras parroquias, para que puedan llevar a cabo su misión con convicción profunda. Oremos.Oración conclusivaPadre misericordioso,nuestros ojos están fijosen ti para qué nos muestrestu voluntad y cómo debemoshablar en tu nombre.Atiende nuestras súplicasy enséñanos a caminar con Cristo.Él que vive y reina por los siglos de los siglos.R/. Amén.

Sáb 29 Jun 2024

No temas;basta que tengas fe

DÉCIMO TERCER DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJunio 30 de 2024Primera lectura: Sb 1, 13-15;2,23-24 /Salmo: 30 (29), 3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a) /Segunda lectura: 2Co 8, 7.9.13-15 /Evangelio: Mc 5, 21-43 (forma larga) o Mc 21-24.35b-43 (forma breve).I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción-Desde siempre la vida ha sido amenazada a través de una “cultura de la muerte” que ha estado arraigada en el corazón de las gentes. Pero en estos últimos tiempos ha logrado mayores adeptos según la “agenda globalista” que desconoce la dignidad de la persona y su derecho a la vida, desde su concepción hasta su muerte, esgrimiendo argumentos como la superpoblación del planeta.-Sin embargo, también la vida ha alcanzado victorias espectaculares sobre todo cuando se le ha permitido al Señor actuar en nuestra existencia como lo vemos en el Evangelio de este día, y reafirmado por la primera lectura que está siempre relacionada con el Evangelio y es puesta allí para ayudar en la comprensión del mismo: “Dios no hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes”. -La vida vence a la muerte allí donde hay fe. La fe es tocar a Jesús, adherirse a Él, y su poder salvar de la muerte. Perdemos la vida y su sentido cuando nos alejamos del Señor, pero quien se acerca a Él experimenta su fuerza de vida. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?v. 23. “Jairo al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: mi niña está en las últimas, ven, pon las manos sobre ella para que se cure y viva”: Esta niña es la imagen del pueblo de Dios, de la Iglesia, que es esposa de Cristo, y de cada uno de nosotros que queremos unirnos a Él. En efecto, según el texto, tiene doce años que, en la cultura del tiempo era la edad esponsalicia y está muerta si no llega el Esposo. La persona humana y la sociedad “agonizan” cuando se aleja el Señor. También aquella mujer que perdía la vida por sus flujos de sangre, al contacto con Jesús, se detiene su camino hacia la muerte. Encontrarlo, tocarlo, es decir, entrar en comunión con Él, cura la herida que le hacía perder el sentido de su vida. Con temor se acercó a Él, le toca por detrás, pero luego Jesús le permite mirarlo y encontrarlo plenamente. Es la experiencia de quien “agonizando” por una vida sin sentido, poco a poco encuentra en Jesús la plenitud y retoña la vida. La fe no es un ejercicio mental sino la plena adhesión a una persona: Cristo.v. 35: “Tu hija está muerta, ¿por qué molestas al maestro?”: La fe es lo contrario al temor y a la desesperanza y su prueba definitiva se da precisamente ante los límites que experimenta la persona. Una fe que no resiste ante las dificultades no sirve para nada. Es ahí cuando podemos “molestar” al Maestro, porque la posibilidad de acercarnos a Él no es un premio por lo que somos o hacemos, sino un regalo de su bondad y misericordia.v. 39: “La niña no está muerta, sino que duerme”: Incluso en el momento de la muerte se abre la espiral de la vida. Aquí tenemos el sentido cristiano de la muerte. No es el final de la vida sino un descanso sereno en Dios, para despertar al sol del nuevo día. La fe nos cura del pecado de desconfianza que nos hace ignorar que venimos de Dios y volvemos a Él.El hombre limitado y mortal juzga según la medida de sus pensamientos y, según algunas corrientes filosóficas, hasta donde la razón puede prever; por eso se burlaban de Jesús como hoy muchos se burlan de Dios, de la Biblia, de la fe… también los discípulos en la Pascua tuvieron dificultad para entender la resurrección. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Marcos, con esta narración brillante e insistiendo en el tema de la fe, nos presenta a Jesús como aquel que tiene poder contra la muerte. Este se manifiesta en aquella frase imperativa Talitha qumi que, como se decía anteriormente es ipsissima verba Iesu, es decir, son exactamente las mismas palabras de Jesús y que significa: “contigo hablo, niña, levántate”. El evangelista ha querido resaltar el tono con el que Jesús ha ordenado con fuerza a la niña, no ora para que tenga la vida, no hace gestos rituales especiales, simplemente es la autoridad de Jesús que tiene el poder para decir “levántate”. El evangelista, en medio de esta narración, muestra la potencia de Jesús contra la muerte.Ese tema anterior es el que se pone en evidencia también en la primera lectura tomada del libro de la Sabiduría donde se afirma que “Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes”. Es una afirmación bastante polémica sobre todo con aquellos que dan a Dios la responsabilidad del mal en la sociedad, de las catástrofes, de la muerte, incluso afirmando: “¿Si Dios existe entonces porque permite el mal, la enfermedad, las catástrofes?”. Ahora, si como dice el texto más adelante “Dios creo al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser”, ¿de dónde viene el mal? La respuesta del libro de la Sabiduría es: “por la envidia del diablo y los de su partido pasarán por ella”. Es el diablo el que ha llevado a las personas a la corrupción, a desobedecer a Dios… por tanto, en la desobediencia de las criaturas está la ruina del mundo. ¿Qué culpa tiene Dios cuando el hombre quiere hacer las cosas según su propio capricho? Es esto lo que deshumaniza a la sociedad.Las personas pueden ser movidas a una buena acción por el Espíritu Santo, pero también pueden ser conducidas por espíritus malvados, impuros, es decir, opuestos a la vida. Las inspiraciones del “mal espíritu” existen, como afirmaba san Ignacio de Loyola, y llevan a cometer acciones de muerte porque la persona las acepta libremente. Todos hemos experimentado en nuestra vida lo que sucede cuando es el “mal espíritu” el que guía nuestras acciones y no el Espíritu Santo: ¿Qué cosa sucede cuando el mal espíritu del orgullo actúa en ti? ¿Cómo te lleva a actuar el mal espíritu del egoísmo? ¿A qué te reduce el mal espíritu del relativismo moral?... no es Dios el culpable, es el actuar libre y sin criterio alguno de las personas.De otra parte, la muerte no viene de Dios, pero entra en su proyecto, pues esta no tiene la última palabra porque Dios puede rescatar a las personas que están abiertas a su salvación. Cristo demuestra ser el Dios que da la vida y que ofrece la propia vida para que la humanidad pueda vivir. Por eso afirma el salmista: “Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa, al atardecer nos visita el llanto, por la mañana el júbilo”, recordando así la tarde del Viernes Santo, pero aún más la mañana de la resurrección.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Me pongo en actitud de oración, invocando al Espíritu Santo.Me recojo, contemplando un lugar: aquel en donde se da el encuentro de Jesús con tantas personas a su alrededor, el camino a la casa del jefe de la sinagoga. Miro la actitud de Jesús y de las personas que aparecen en la escena: ¿quiénes son?, ¿qué dicen?, ¿qué hacen?Después, hago una oración al Señor, a partir del texto meditado, y puedo pedir: la fe que salva, el poder “tocar” a Jesús en los medios que están a mi disposición: la Eucaristía, la Palabra de Dios, la meditación…_______________________Recomendaciones prácticas:●CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, 1 al 5 de julio.●5 al 7 de julio inicia el XIII Congreso Nacional Misionero. Celebración del Centenario del primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de misiones.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaHermanos, la liturgia de este domingo se nos presenta como una oportunidad para acercarnos a Cristo, para encontrarnos con Él, para conocer lo que hace por nosotros y descubrir cómo también en esta Eucaristía nos da la vida para que tengamos vida en Él. El Señor resucitado, presente en medio de nosotros, nos tiende la mano para ponernos de pie después de caer en el pecado. Su vida vence a la muerte y prefigura la eternidad bienaventurada.Pidamos el don de la fe y participemos con gozo de la presencia de Jesús en la Eucaristía.Monición a la liturgia de la Palabra Ante la fuerte proclamación de que Dios ha creado al hombre para la inmortalidad, el Señor en el Evangelio lo ratifica liberándolo de la enfermedad y elevándolo de la muerte. Este mensaje se convertirá en una experiencia de vida para todos en la celebración de la Eucaristía, memorial de la Pascua.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Con la fe de Jairo, jefe de la sinagoga, invoquemos con confianza al Señor por toda la humanidad, confiando en su Palabra de vida. Digamos juntos:R/. Escúchanos, Señor.1.Para que nuestro obispo, nuestros presbíteros y diáconos, recuerden siempre a los fieles que la salvación viene por la fe en Cristo Jesús. Oremos.2.Para que la fe de la mujer que tocó el manto de Jesús y la de Jairo, que esperó contra toda esperanza, den vigor a nuestra propia fe. Oremos.3.Para que los miembros de nuestra asamblea dominical honren siempre su nombre de cristianos y alivien el dolor y la indigencia de los más vulnerables de la sociedad. Oremos.4.Para que la voz del Espíritu Santo sea protagonista en la Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, que se llevará a cabo la próxima semana, de tal manera que nuestros obispos lleven el mensaje del Evangelio a la Iglesia colombiana. Oremos.5.Para que el próximo Congreso Nacional Misionero lleve a todos los bautizados a descubrir su propia misión dentro de la Iglesia y el mundo. Oremos.Oración conclusivaPadre santo, fuente de todos los bienes yorigen de todo cuanto tenemos y somos,enséñanos a reconocer los beneficios querecibimos de tu liberalidad y a alabarte con la voz y con la vida.Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.