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Lectio Dominical

Mié 9 Ago 2017

En Jesús encontramos el refugio y la paz

Las lecturas de hoy nos permiten escuchar el llamado de Dios, para encontrar en Jesús el refugio y la paz que tanto necesitamos en medio de tantas dificultades y tormentas que experimentamos en nuestra vida diaria. Él está aquí, conoce nuestra agitación y confusión ante los problemas de la vida y está dispuesto a recibir nuestras angustias. Lo único que nos pide es que cerremos los ojos del alma para decirle con calma que creemos en él y en él confiamos. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: 1R 19,9ª. 11-13ª[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 85(84),9ab+10.11-12.13-14 (R. 8)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Rm 9,1-5[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 14,22-33[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El encuentro con Dios. La primera lectura nos presenta a Elías huyendo de las amenazas de muerte de Jezabel. Y después de ser alimentado con un pan privilegiado y misterioso se pone en camino durante cuarenta días y cuarenta noches hasta llega al Horeb (Sinaí), que es un lugar privilegiado de la revelación de Dios. Se refugia en una cueva para pasar la noche. Luego experimenta una manifestación de Dios, el cual se le revela no en el fuego, ni en el huracán, ni el terremoto sino en el susurro de una brisa suave. A nosotros nos revela que Dios en medio de las dificultades, de las amenazas, de la persecución, de los problemas de la vida siempre se hace presente en forma discreta, suave, ligera para animarnos a seguir adelante, sin vacilaciones, poniendo toda nuestra confianza en Él. “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”. El salmo es una plegaria comunitaria, a la cual Dios responde anunciado a los suyos la paz, la prosperidad y la bendición. Así que ante la angustia, la agitación y la falta de paz, se nos llama a la confianza y abandono en las manos del Señor. En la carta a los Romanos Pablo repasa todo lo que Israel ha recibido: la gracia de la filiación, la presencia de Dios, la alianza, la Ley dada por Dios en el Sinaí, el culto, las promesas, los patriarcas, y recuerda que Cristo mismo, en su existencia terrenal, histórica, ha nacido del pueblo de Dios. Experimenta sentimientos de dolor por la situación del pueblo de Israel. Desearía ser yo mismo un proscrito, separado de Cristo, si esto fuera útil a sus hermanos, los Israelitas. Qué bueno sería que a nosotros, que formamos parte de la Iglesia, nos conmoviera la situación que viven actualmente nuestros hermanos y estuviéramos dispuestos a dar la vida por la salvación de los alejados, de los indiferentes, de los cristianos de nombre. San Mateo en el evangelio: Después de haber alimentado a la multitud que lo seguía, Jesús manda a sus discípulos que vayan a la otra orilla en la barca, y despide a la gente. Mientras tanto, él se retira a la montaña para orar. Por qué Jesús se retira al monte? Para enseñarnos que el desierto y la soledad son propicios cuando debemos suplicar a Dios. También nosotros deberíamos buscar tanto el tiempo, como un lugar tranquilo para nuestras oraciones. Mientras tanto los discípulos, prácticamente obligados, se encuentran en la barca, azotados por una tempestad violenta, solos y a merced de las olas. Hay una enseñanza para que ellos aprendan a soportar valientemente todo lo que les suceda. A la cuarta vigilia de la noche él se acerca a ellos, caminando sobre el mar. Seguramente quería habituarlos a no buscar inmediatamente ser librados de las dificultades, sino a soportar los acontecimientos con coraje. Cuando parece que están fuera de peligro nuevamente experimentan el terror: Los discípulos, viéndolo caminar sobre el mar, se atemorizaron, pensando que fuera un fantasma; y por el miedo comenzaron a gritar. Junto a la tempestad, la aparición del Señor turba todavía más a los discípulos. Así los induce a ser pacientes y constantes en medio de las pruebas y tribulaciones. Pero Jesús inmediatamente les dirigió la palabra diciendo: “Animo, soy yo; no tengan miedo” Con estas palabras se disipan del todo los temores y les renace la fe. Es posible que nosotros no lo veamos en la oscuridad, pero lo podemos reconocer por la voz. Ahora interviene Pedro: Le respondió: “Si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas”. En esto se manifiesta la fe y el fervor de Pedro. El no solo cree que Jesús es capaz de caminar sobre el agua, sino que también puede hacer caminar a otros. Por eso desea acercarse inmediatamente a él. Y él respondió: “Ven”. Y Pedro, bajando de la barca, se puso a caminar sobre las aguas y llegó junto a Jesús. Pero, viendo la violencia del viento, tuvo miedo. Y comenzando a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. Inmediatamente Jesús, extendió la mano, la agarró y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?” Este milagro es más extraordinario que aquel de calmar la tempestad. El camina sobre las aguas y concede a otro hacer la misma cosa. Pedro caminaba hacia Jesús, feliz no tanto de caminar sobre las aguas, sino de acercarse a Jesús. Después no logra resistir la violencia del viento, y tiene miedo. No es suficiente estar cerca del Salvador, si no confiamos en Él. Lo que lo hace hundir es la poca fe. Jesús agarra a Pedro y lo sube a la barca. Tan pronto montaron en la barca, el viento cesó. Entonces los que estaban en la barca se postraron ante él, diciendo: “¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios!”. El acento de los textos bíblicos está puesto en la centralidad que debe tener la persona de Jesús en el discípulo y en la comunidad cristiana. Esta presencia es la que infunde paz y confianza para enfrentar las tormentas de la adversidad y las contradicciones de la vida. No olvidemos que esa barca es prefiguración de la Iglesia que tendrá que enfrentar las duras pruebas de la vida. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]

Vie 4 Ago 2017

¡Oremos por la paz sin miedo y en armonía!

¡Qué bueno es sentir a un Dios que nos regala paz y no miedo o ver la ayuda que se presta al hermano que ha dejado su tierra o sentir la armonía que nos brinda la paz! Estos son los mensajes que trae esta semana la aplicación Oro por la Paz. En el Encuentro con el Resucitado el padre Jorge Bustamante nos invita a no dejarnos engañar por mensajes “apocalípticos y milenaristas” y más bien nos llama a formarnos sobre lo que la Iglesia enseña acerca de la venida de Jesús, desde la Biblia y desde la Doctrina. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por su parte, el programa Gente Solidaria nos invita a que la paz se construye con base a la generosidad y solidaridad. En esta oportunidad se presenta la historia de tres familias de refugiados extranjeros que han tenido que huir de su país por causas diferentes y han encontrado en Colombia una nueva oportunidad para vivir. La campaña Dejémonos reconciliar por Dios también tiene su granito de arena a la paz. Esta semana el llamado es para que construyamos la paz desde la armonía. Esta semana dediquemos nuestra oración a la familia. Allí es el semillero de la fe. Unidos todos en familia oremos y pidamos por la paz.

Mar 1 Ago 2017

Que la experiencia de Cristo transfigure el dolor en gozo

La liturgia de la Palabra de este día pone delante de nuestros ojos la escena de la teofanía que se manifiesta a Daniel, como preanuncio de la teofanía del Tabor. Por su parte San Pedro da testimonio de lo que ha visto y contemplado durante la visión del Tabor. Si creemos en Aquel que ha resucitado de entre los muertos, y en aquel que un día lo transfiguró para alentarlo a cumplir la misión que su Padre le había confiado, estaremos en condiciones de asumir nuestra propia cruz de cada día, sin murmuración y sin exigir explicaciones. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Dn 7,9-10.13-14[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 97(96), 1-2.5-6.9 (R. 1ª.9ª)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: 2P 1,16-19[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 17,1-9[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Visión de Daniel sobre el Anciano y el Hijo del hombre: El texto nos presenta una teofanía maravillosa, que es como la promesa que se ha de realizar en Cristo. Allí se muestra la figura de un Anciano, cuya vestidura es blanca como la nieve y cuyos cabellos son puros como la lana. Nos muestra también que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre, quien se dirigió a la presencia del Anciano, y a él le dio imperio, honor y reino. Ciertamente esta visión está relacionada con aquella de Pedro, Santiago y Juan en el monte Tabor, que confirma la identidad divina del Señor, y de la cual ellos serán testigos autorizados. El Salmo 97 nos hace presente la gloria de Dios, lo cual produce en todos nosotros expresiones de exultación y gozo porque reconocemos en Él al Altísimo sobre toda la tierra. Ante la teofanía de Dios, ante la contemplación de su gloria, cómo no experimentar la alegría, la exultación y el gozo grande de verlo, hasta llegar a la postración de quien reconoce su presencia. San Pedro, por su parte, se nos presenta como testigo presencial de la visión de la majestad de nuestro Señor Jesucristo en la Transfiguración, y la contemplación de la Gloria sublime de Dios, y la escucha de esa declaración de que Jesús es el Hijo predilecto de Dios, pero no solo él sino los otros dos apóstoles, quienes transmiten hechos de los que han sido testigos oculares y que el Padre mismo ha testificado. Como Pedro y sus compañeros también nosotros deberíamos convertirnos en testigos convencidos de las manifestaciones del amor infinito que Dios nos ha tenido en nuestro Señor Jesucristo y llegar al extremo de arriesgar la vida para comunicar lo que hemos visto y oído en nuestra experiencia de la Cruz y de la Resurrección del Señor Jesús. Hoy en el pasaje de la Transfiguración se nos asegura que la vida cristiana termina con la victoria y la glorificación, si luchamos con y al lado de Cristo. En la colina del Tabor, nos dice la Palabra, que Jesús dejó al pie de la colina a los apóstoles, y con Pedro, Juan y Santiago subió a su cumbre, en el momento en que bajaba una nube blanca, luminosa que cubrió la colina. En la nube venía Dios y, con Él, Moisés, legislador de Dios y libertador de su pueblo Israel y Elías, vidente de Israel y defensor de la religión de Yahvé. Venían a celebrar con Jesús una reunión en la cumbre. Allí permitió Jesús que la divinidad se le saliera por los poros del cuerpo y le convirtiera, por la luz interior de su gloria, en hombre de alabastro luminoso. Habló entonces su Padre e hizo la revelación más trascendental de la historia: “Este es mi Hijo, el predilecto, escúchenlo”. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Señor, danos fuerzas para subir a la colina del Tabor. Danos ojos para ver tu gloria y hermosura, y desde allí ver también las necesidades de nuestros hermanos. Danos corazón para sentir tu embeleso y conmovernos ante nuestros hermanos pobres, marginados y necesitados que te representan. Danos oídos para escuchar la voz de tu Padre, y la tuya, en tus palabras y en tus obras, y también la voz de nuestros hermanos excluidos. Danos pies para bajar de esa colina para que también todos ellos hagan experiencia de Ti y de tu amor, y así transfiguren su dolor en gozo. Jesús subió al monte a orar. Él quiere preguntar al Padre Dios (como hombre): “Padre estoy haciendo tu voluntad, al dirigirme hacia Jerusalén. Él no quiere dar un paso sin consultar al Padre. Ante los problemas no buscaba resolverlos solo. Él sabía dónde estaba la solución. Iba a un sitio solitario a hablar con el Padre celestial. Pero no basta la voz de las criaturas. La misma voz de Dios vino a decirle a Jesús que estaba totalmente de acuerdo con su modo de obrar. Dios vino en una nube, para los israelitas es algo que tiene gran valor. La nube luminosa significó siempre la gloria de Dios. El monte de la Transfiguración fue para Jesús como una aprobación final y definitiva desde el cielo. También nosotros antes de dedicarnos a hacer obras y a trabajar con nuestras manos deberíamos dedicarnos a orar en intimidad con el Padre. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]

Jue 27 Jul 2017

Orar por la paz es elegir el bien y trabajar por la paz

La aplicación "Oro por la Paz" esta semana te invita a discernir entre el bien y el mal, además de conocer una maravillosa experiencia de jóvenes que trabajan por la paz y te anima para valorar a las personas por aquello que nos hace especiales. La reflexión que nos ofrece el Encuentro con el Resucitado para esta semana exhorta para que en diferentes ámbitos de nuestra vida sepamos discernir entre aquello que es bueno y lo malo, siempre eligiendo el camino del bien. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por su parte, el programa Gente Solidaria te ofrece una verdadera lección de cómo construir paz. Los jóvenes, como siempre nos sorprenden y nos presentan el proyecto 'Jóvenes animadores con una fe transformadora'-JAFET. Además, la campaña “Dejémonos reconciliar con Dios – Felices los que trabajan por la Paz” invita a valorar la diferencia y reconocer en el otro un don de Dios para abrir nuevos escenarios de reconciliación y paz. Y no podía faltar ese momento que alimenta nuestros corazones y que nos acerca a Dios. Te invitamos a descubrir las distintas oraciones que tenemos para orar por la paz. Esta semana te sugerimos la oración por la paz en Colombia. En nuestro país hace mucha falta que desarmemos los corazones y dispongamos nuestra alma para comprender y recibir al otro.

Lun 24 Jul 2017

La perla preciosa es Jesús

La perla preciosa de la que nos habla el evangelio, no es otra cosa que el mismo Jesús, por quien vale la pena dejarlo todo a fin de que en Él, alcancemos la verdadera felicidad y de Él, aprendamos la auténtica sabiduría. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: 1R 3,5.7-12[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Sal 119(118),57+72.76-77.127-128.129-130 (R. 97a) [/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Rm 8,28-30[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 13,44-52 (forma larga) o Mt 13,44-46 (forma breve).[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El libro de 1 Reyes 3,5-13, presenta una lectura teológica de la historia del reinado de Salomón, esto significa, que para el autor sagrado es importante la narración histórica de los hechos, pero lo fundamental es poder sumergirse en el texto y escrutar el mensaje de Dios, que se actualiza cuando la comunidad se reúne para la lectura orante de la Palabra. Nos ofrece el texto el tema de la sabiduría como don divino y guía de la vida y de las opciones del fiel servidor; un paralelo se encuentra en el libro de la Sabiduría, capítulos 6-9. Salomón es considerado como el iniciador y artífice de toda una reflexión sapiencial. La oración en forma de himno, puesta en sus labios, es una invocación solemne dirigida al «Dios de los padres y Señor de la misericordia» después de un reconocimiento a las acciones de Dios a favor de sus mayores y ante la iniciativa de Dios, surge la súplica humilde de Salomón para que se le conceda el don preciosísimo de la sabiduría “…te pido me concedas sabiduría de corazón…”. Es importante resaltar que el don de la Sabiduría es pedido en un contexto de oración litúrgica; el rey se dirigió a los altos de Gabaón donde se levantaba un santuario, y después de haber celebrado un grandioso sacrificio, en la noche tiene un sueño-revelación y al recibirlo nos desvela la razón de ser de la sabiduría: juzgar al pueblo, discernir entre el bien y el mal» (1 Reyes 3, 9; Sabiduría 9, 4.10). El Sabio Salomón intuía que sin la gracia de la Sabiduría le sería imposible ser el rey que el pueblo esperaba y sobre todo, no podría agradar a Dios que lo había llamado a ese servicio, «pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar, soy tu siervo y me encuentro perdido…” . Afirmaba san Juan Pablo II que “es fácil intuir que esta «sabiduría» no es la simple inteligencia o la habilidad práctica, sino más bien la participación en la mente misma de Dios que «con tu sabiduría formaste al hombre» (Sb 9,2). Es, por tanto, la capacidad de penetrar en el sentido profundo del ser, de la vida y de la historia, yendo más allá de la superficie de las cosas y de los acontecimientos para descubrir el significado último, querido por el Señor. El Salmo 118 es una alabanza a la Palabra de Dios, es reconocer que esa Palabra es creadora, portadora de luz y que cumplirla es la garantía para llevar una vida que glorifique a Dios. Es un himno que reconoce la Palabra como un don que se transforma en norma de vida y que requiere ser aprendida gradualmente y con la pedagogía de Dios. A través de la Palabra el autor conoce la misericordia divina que sale a su encuentro, lo ilumina y lo fortalece para que su vida sea un reflejo de la voluntad de Dios. El salmista se siente débil y reconoce sus caídas, y, sobre todo, confiesa la necesidad de la gracia divina para mantener su fidelidad a la Palabra. La Segunda lectura de Rm 8,28-30, nos desvela que la única finalidad de la acción salvadora de Cristo es hacernos semejantes a Jesucristo. Es un don y una tarea que Él va haciendo en la acción del Espíritu Santo, ese Espíritu que nos permite orar y que ora, él mismo, en nosotros, como lo ensañaba Pablo el domingo anterior. Gracias al Espíritu, el Hijo está continua y dinámicamente presente en nosotros. A Pablo le gusta manifestar con énfasis esta presencia íntima de Cristo y lo hace en dos cartas: "Él vive en mí" (Ga 2, 20) y "Para mí, la vida es Cristo" (Flp 1, 21). Sin embargo, la expresión “los destinó” requiere de una precisión para evitar pensar que si la iniciativa es de Dios estaría sacrificando la libertad del hombre. No hay que buscar en la Escritura un tratado sobre la predestinación. Para meditar el texto, primero hemos de poner fin al modo en que estamos tentados de considerarlo: no se trata en absoluto de individuos, sino de un pueblo. Esto hace que cambie considerablemente la perspectiva. Suele producirse un error en la comprensión de los términos empleados por Pablo que confunden nuestras ideas sobre la libertad y nos producen dudas acerca de lo que, en sí misma, es la justicia de Dios. Predestinar, predestinación... es una idea que comporta una significación de anterioridad que en absoluto aniquila la libertad; la preposición (antes) significa que la iniciativa viene de Dios. Por otra parte, si la iniciativa no viene del hombre, sino de Dios, ello no significa que el hombre quede inactivo; la palabra "predestinado", aunque signifique iniciativa divina, significa también respuesta activa y libre. San Juan resume admirablemente el problema cuando escribe: "Nosotros amemos, porque Él nos amó primero" (1 Jn 4,19). La certeza de nuestra esperanza se funda en el amor de Dios que nos ha amado antes. Adrien Nocent, afirma que “Pablo describe el proceso de nuestra divinización y de nuestra gloria: "Dios nos ha conocido", es decir, nos ha amado; "nos ha destinado a ser imagen de su Hijo", es decir, ha tomado la iniciativa de esta transformación; nuestra respuesta, nuestra fe activa, ha significado para nosotros la gracia de ser "justificados", es decir, tratando de interpretar lo que Pablo ha querido decir, nos ha hecho participar en su propia vida y, por consiguiente, nos ha dado la gloria”. Evangelio: Mt 13,44-52 (forma larga) o Mt 13,44-46 (forma breve). El evangelista debe dar respuesta a una comunidad que todavía no tenía la certeza de optar definitivamente por Jesús, habían dudas si teniendo seguridades humanas, era conveniente correr el riesgo por alguien, de quien aún, no tenían un profundo conocimiento. Y presenta a un Jesús que usando dos parábolas busca seducir y fascinar a los indiferentes frente a su proyecto de amor. La propuesta es que vale la pena dejar los tesoros adquiridos humanamente y no cerrase a la posibilidad de encontrar un tesoro más valioso, el Reino de Dios. Alegrarse por haber encontrado el Reino es tal que la renuncia a todo lo demás es un gesto lógico. Entendiendo el Reino como la presencia de Dios en Jesucristo, que lo revela a la humanidad como Padre. Esa búsqueda del verdadero tesoro requiere vida de oración, testimonio de vida, experiencia personal, con Aquel que en el encuentro conmigo me permita entender su proyecto de amor: optar por el tesoro-Jesucristo no se puede reducir a exponer la doctrina, ayuda indudablemente, es fundamental, compartir la experiencia de la fe para guiar a los hermanos y suscitar una búsqueda apasionada por Jesús. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? 1.- La sabiduría es como una lámpara que ilumina nuestras opciones morales de todos los días y nos conduce por el camino recto «que sabe lo que es grato a tus ojos y lo que es recto según tus preceptos» (Sab 9). Por este motivo la Sabiduría nos da la certeza que Dios con su sabiduría está junto a mí y «me asiste en mis trabajos» diarios (Sab 9,10), revelándonos el bien y el mal, lo justo y lo injusto. El cumplimiento de la Ley otorga ya una satisfacción íntima al alma piadosa: da ciencia, prudencia, sabiduría para conducirse en la vida, y, al mismo tiempo, procura consuelo, alegría íntima y conciencia tranquila, este es el fruto de quien encuentra el verdadero Tesoro y opta por Él. 2.- Los temores de una opción radical por el Reino son el reflejo de la ausencia de la auténtica sabiduría y la realidad de la cultura posmoderna que relativiza las opciones y fragua un concepto equivocado de libertad. Es ahí, donde surge la necesidad de un verdadero discernimiento. 3.- El ser humano quiere verse libre de situaciones de duda, indiferencia, sentirse libre de falsos tesoros, para poder vivir plenamente su vida espiritual. Cuando pide que se le otorgue la vida, ha de entenderse en este sentido de «vivencia» plena de su personalidad espiritual: «No sólo pide ser librado de la muerte, sino de todo lo que, dentro o fuera, comprime y paraliza la vida y le impide hacer uso de ella y gozarla a placer; porque la "vida" incluye las ideas de luz, de alegría y de prosperidad. Encuentra su plena realización en la comunión con Dios» y esa es la iniciativa divina a la cual hemos sido llamados en Cristo. 4.- Optar por el verdadero tesoro requiere vida de oración, experiencia significativa de fe con el Señor, silencio interior, alejarnos de tanta superficialidad, abrirnos con mayor confianza a su misterio insondable, tener vida de comunidad, para que el testimonio de los hermanos suscite la búsqueda alegre de Jesús. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]

Mié 19 Jul 2017

Oro por la paz: Seamos semillas de paz

Esta semana la aplicación Oro por la Paz trae semillas para sembrar paz, experiencias de solidaridad y un mensaje de paz desde la multiculturalidad. En primer lugar, el padre Jorge Bustamante Mora, a través de los encuentros con el resucitado, nos invita a que nuestras acciones y palabras sean esa semilla para construir paz. Además, como todas las semanas nos da una tarea: “Que nuestras palabras y acciones hablen de la paz desde la vida cristiana y en todo momento”. También la app ofrece nuevos contenidos de la campaña: “Dejémonos reconciliar con Dios – Felices los que trabajan por la Paz”. En esta oportunidad se hace énfasis en que la paz también se construye a través de reconocernos como una sociedad multicultural. Oremos para que cada día nos aceptemos y nos encontremos, desde nuestras diferencias sociales, étnicas, económicas, culturales, políticas y religiosas, como verdaderos hermanos. Descarga la aplicación Oro por la Paz Finalmente, se une a la aplicación Oro por la Paz, el ya tradicional programa de Televisión “Gente Solidaria”. Esta semana nos ofrece la experiencia de solidaridad con los hermanos de Mocoa, tras la avalancha que dejó más de 300 personas muertas y cerca de 400 heridos. Orar por la paz es también ser solidario con los hermanos. En el artículo se puede encontrar el video resumen del programa y la versión extendida. Cada día oremos por la paz y ayudemos a construir una Colombia reconciliada y en paz. Sigue el Hashtag: #OroporlaPaz Tweets sobre #OroporlaPaz !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+"://platform.twitter.com/widgets.js";fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document,"script","twitter-wjs");

Lun 17 Jul 2017

Sembremos semillas de perdón, reconciliación y paz

La Palabra de Dios es luz para nuestro diario vivir. Hoy nos exhorta a ser sembradores de la semilla de su Reino anunciado por Jesús. Semillas de perdón, reconciliación y paz; de justicia con sabor a misericordia divina. Seamos tierra fértil para dar frutos de paz. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Sb 12,13.16-19[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 86(85),5-6.9-10.15-16a (R. 5a)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Rm 8,26-27[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 13,24-43 (forma larga) o Mt 13,24-30 (forma breve)[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El libro de la sabiduría es una mirada contemplativa sobre la historia del pueblo de Israel, que observa con asombro la manera indulgente de un Dios que no condena a quienes practican la injusticia contra el pueblo elegido, sino que los acoge. El autor sapiencial, da la impresión, que no entiende como Dios permite la idolatría y más aún, espera y acoge con tolerancia a quienes la promueven e incluso les prodiga perdón, como en su tiempo a los cananeos, (Ex 23,28; Dt 7,11.20). El autor sapiencial desvela una faceta profunda de la justicia de Dios. No se deja llevar por su poder universal, con el cual puede destruir al idólatra, a sus consecuencias, sino que da tiempo, permite que su tiempo y el del hombre se sincronicen de tal manera que en el encuentro resplandezca el rostro del verdadero Dios y se ilumine la oscuridad de quien buscándolo se ha extraviado del verdadero camino. La paciencia de Dios frente a la condenación del pecado permite ver con fuerza escatológica, que la voluntad de Dios es “esperar” el arrepentimiento del pecador (1 Tim 2,3-6). En conclusión, el texto resalta la misericordia de Dios en el castigo de los pecados para dar lugar al arrepentimiento. El salmo 85, es el reflejo “desarticulado” de la realidad sufriente de una persona que confía su situación a la misericordia de un Dios que no le abandona, sino que el orante, espera que ese Dios a quien clama, desborde sobre él su infinita ternura. En el centro del salmo hay un cántico, en el que se mezclan sentimientos de gratitud con una profesión de fe en las obras de salvación que Dios realiza delante de los pueblos (cf. vv. 8-13). No cabe duda, una oración en medio de la idolatría, exige, reconocimiento de la grandeza de Dios, fe en su infinita misericordia y la esperanza que todos en algún momento de la existencia, pondremos a Dios como el Señor de nuestra vida. En Romanos (8,26-27), el apóstol pone de manifiesto que la oración va más allá de métodos y de técnicas; no basta la simple intención humana para sumergirse en la gracia de Dios por medio de la oración, que puede desfallecer a causa de la fragilidad humana. El apóstol pone de manifiesto la acción del Espíritu Santo que da fuerza a la voluntad humana para permanecer en la oración en medio de las dificultades. El apóstol anuncia que el Espíritu Santo es dinamismo de acción, como también de oración, es el mediador eficaz del anuncio de la salvación obrada por Cristo y la garantía del auténtico testimonio cristiano. El Evangelio según san Mateo, en la llamada parábola del sembrador, nos ofrece la oportunidad de acercarnos al corazón de Jesús y contemplar lo que él sentía y pensaba sobre el Reino de Dios que anunciaba y nos explica el misterio de su vida: “es el misterio del reino, el mismo de su Palabra en nosotros”. El capítulo 13 de san Mateo, le ofrece al lector orante del evangelio, cuatro parábolas que tienen como destinatario al pueblo y de ese pueblo hay un grupo, los discípulos, a quienes les entrega también en cuatro parábolas los elementos para el verdadero discernimiento. Es la oportunidad para que los discípulos, entren en el ámbito de Dios y se apropien de los elementos con los cuales Dios actúa en la historia, la manera como fija su mirada misericordiosa en la realidad y puedan hacer una “teología de la historia”, es decir, interpretar los signos de los tiempos cargados de conflictos, con estructuras de violencia, con la misericordia de Dios y evitar que la realidad los inhabilite para llegar a ser justos como Dios es justo. La Parábola revela la existencia del Reino de Dios, pero no ha llegado a su plenitud, y debemos enfrentar la resistencia que surge frente al anuncio del Reino y tener claridad que nos encontramos en la fatiga de la siembra y de la pesca y tenemos la esperanza de celebrar el banquete de la justicia que reconcilia y nos permite vivir en paz. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios como luminaria en el camino, indica que si queremos ser verdaderamente “justos”, nuestra justicia se debe inspirar en la justicia de Dios, que ante el pecador, le entrega su ternura y comprensión y frente al pecado es radical, y esa simbiosis, aparentemente contradictoria, le permite al ciudadano de a pie, entender que “el hombre justo debe ser humano para poder ser hombre de esperanza” (v. 19). El fruto maduro del hombre justo a imagen de Dios, es sembrar la dorada semilla de la esperanza de la conversión de los hermanos. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]

Jue 13 Jul 2017

¿Qué clase de terreno somos?

Las lecturas de hoy nos invitan a meditar sobre la eficacia de la Palabra de Dios en nuestra vida. No podemos conformarnos con solamente escuchar la Palabra de Dios, sino que debemos entenderla. No basta con recibirla con alegría, sino que ella debe llegar a lo más profundo del corazón y moldearnos según la voluntad de Dios. A nosotros nos toca ser terreno fértil en el que la voluntad de Dios se pueda cumplir y la eficacia de la Palabra pueda manifestarse. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Is 55,10-11[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 65(64),10.11.12-13.14[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Rm 8,18-23[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Mt 13,1-23 (forma larga) o Mt 13,1-9 (forma breve)[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? “La palabra de Dios es viva y eficaz”. Hermosamente el profeta Isaías nos presenta cómo a pesar de las pruebas por las que estemos pasando, del desierto que a veces llega a nuestras vidas, el desánimo que entorpece nuestro caminar y fidelidad a Dios, su Palabra siempre permanece, es actual y sigue dando frutos. San Pablo a los Romanos complementa muy bien este mensaje porque nuestros sufrimientos no están separados de los del mundo, pero tampoco son comparados con la gloria que un día se nos ha de manifestar. Es por eso que debemos luchar cada batalla con una fe total, sin caer en la desesperación. La Palabra de Dios anima nuestro caminar, pero requiere que nuestro corazón sea un terreno fecundo para que de mucho fruto y fruto en abundancia. En efecto, la parábola del sembrador que nos presenta el evangelio de san Mateo, sin lugar a dudas, nos interroga: ¿qué clase de terreno somos? nos pone en alerta de las diferencia en las personas que reciben y obedecen a la Palabra de Dios. Como también las actitudes o circunstancias personales o comunitarias que impiden que el mensaje produzca frutos. En conclusión, como dice el salmo de hoy: Dios siempre está presente en medio de nosotros, nos habla en su palabra, nos cuida, nos colma de bienes. Nunca nos abandona y en su hijo Jesucristo nos trae las semillas de su reino eterno para que nosotros demos fruto. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? “Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero”. Estas palabras del salmo 118, nos ayudan a reflexionar sobre la trascendencia que en la vida del cristiano debe tener la Palabra de Dios; pero también si, como seguidores del Señor, su palabra hace mella en nuestros corazones, si de verdad en cada oportunidad que se nos presenta tenemos el corazón abierto a las inspiraciones del Espíritu que ilumina nuestro camino o, por el contrario, le colocamos obstáculos al mensaje de amor, como nos lo muestran las lecturas de hoy: simplemente oír la palabra y no llevarla del corazón a la acción, quedando muerta. O escuchar esa palabra y dejarla absorber por las aflicciones, las persecuciones, los tropezones de la vida. Pero también por los afanes diarios que nos ocupan en todo menos en lo que es verdaderamente importante: escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]