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conferencia episcopal de colombia

Mar 19 Ago 2025

Monseñor Nel Beltrán: ¡Audaz y temerario!

Por Pbro. Rafael Castillo - La ciudad de Sincelejo, la provincia eclesiástica de Cartagena, la Región Caribe y Colombia, dan gracias por la vida y el testimonio de monseñor Nel Beltrán Santamaría, recientemente fallecido en la ciudad de Bucaramanga y llevado a Sincelejo donde descansa en la Catedral San Francisco de Asís.Cuando monseñor Nel llegó a Sincelejo, corría el año 1992 y casi toda la acción pastoral de la Iglesia estaba centrada en la celebración del V centenario de la Evangelización. Las Iglesias del Caribe, dábamos gracias a Dios por el don de la fe recibida; nos deteníamos con mirada pastoral sobre el mundo que debíamos evangelizar y emprendíamos, escuchando a San Juan Pablo II, el llamado a un nuevo impulso evangelizador, que fuera novedoso en sus métodos, en sus expresiones y en su ardor.De monseñor Nel solo sabíamos que era santandereano; que había sido director nacional de la Pastoral Social y que era un hombre de Iglesia que generaba confianza, tanto para el Gobierno como para la coordinadora guerrillera Simón Bolívar, en la mesa de diálogos de Tlaxcala. Entrar a Sincelejo con un sombrero vueltiao significó un buen comienzo. ¿De su servicio pastoral en Sincelejo y la Región Caribe, qué podemos reconocer y debemos preservar con memoria agradecida?Su solicitud por su diócesis de Sincelejo, por la provincia eclesiástica de Cartagena y por la Región Caribe. Era un obispo con tino y con tacto, pero sobre todo con olfato pastoral. Un signo de ello fue el acompañamiento que daba a las distintas áreas de la pastoral; el dinamismo que le imprimía a las asambleas provinciales de pastoral; su voz profética y sus pronunciamientos frente al sufrimiento y el dolor de las comunidades y víctimas de la confrontación armada, su paciencia, que fue perseverancia, a la hora de acompañar esos diálogos, no fáciles, que propiciaran mejores tiempos de convivencia y de paz. Igualmente, su acierto para crear instancias y mecanismos que respondieran a los grandes desafíos de la provincia y la región. Todo ello gracias a su capacidad para articular la institucionalidad y la academia; el sector privado y la sociedad civil, la Iglesia y la cooperación internacional en función del Bien Común y la Vida Digna.Pero monseñor Nel no solo fue un hombre de provincia eclesiástica y de Región Caribe. También fue un hombre de Nación en su servicio a la reconciliación. Siempre abordó la reconciliación desde una perspectiva centrada en el perdón, la justicia social y la transformación de las personas. Siempre supo poner el énfasis en el reconocimiento del daño causado, tanto a nivel individual como colectivo, sin dejar de invitar a trabajar en la sanación de las heridas a través de la misericordia y la aceptación de unos y de otros. Como pastor no tuvo miedo a correr riesgos, a ser incomprendido y difamado. Fue audaz para iniciar y temerario al avanzar.La pesada cruz que le tocó cargar no logró paralizarlo. Su pastoreo fue un pastoreo consciente de que había que correr riesgos y de que había que actuar con audacia si se quería una renovación creativa y unos cambios que generaran nuevos relacionamientos. Como hombre del concilio vaticano II, nunca tuvo miedo a la novedad. Precisamente porque el Concilio Vaticano II afirmó, de manera rotunda, que en la Iglesia tenía que haber una constante reforma, porque, como institución humana, la necesita permanentemente.Por eso fueron muy bien acogidas sus palabras aquel 18 de octubre de 2012 cuando la provincia eclesiástica de Cartagena celebró los 50 años del Concilio: “Un legado del Vaticano II ha sido el valor del dialogo en una sociedad polarizada, pluralista y con miedo, así como la debida valoración de las riquezas culturales para humanizar el mundo. El seguimiento a Cristo en nuestra Provincia Eclesiástica lo haremos no solo con los que son hermanos y compañeros de camino, sino con todos, valorando y recuperando nuestras identidades y tradiciones e incorporando nuestros lenguajes en la liturgia. Este será el camino para garantizar la vigencia de una fe que, en el mandato misionero del Señor, está pensada para llegar ‘hasta los confines de la tierra’” (Hechos 1,8).La complejidad de su diócesis, como la exigencia de los encargos pastorales y su interés por la evangelización de las relaciones sociales y políticas, lo llevaron a asumir las tensiones y conflictos que son propios de la fidelidad al evangelio. En su sala de juntas cabía todo el mapa de actores de la diócesis; de Montes de María; actores desmovilizados; la institucionalidad publica y esa permanente mesa humanitaria con todas las agencias de cooperación presentes en el territorio y que tanto bien hizo. Esa mesa humanitaria, en casa del obispo, hoy, bien podría llamarse el buen signo de una muy buena praxis sinodal. También su tiempo y dedicación a la red montemariana como a las distintas organizaciones de la sociedad civil marcaron un hito de su actitud de escucha y acogida frente a aquellas voces que gritaban y tocaban las puertas del obispo.Estos espacios, transformadores de relaciones y que hicieron de la confianza un valor social, fueron los que le permitieron a monseñor Nel, en su trabajo por la paz y en su facilitación de muchos diálogos, no callar porque era necesario hablar; no cohibirse, porque era necesario intervenir sin perder la prudencia; no rehuir a los debates sobre cuestiones complicadas, para evitar planteamientos que pudieran inquietar; y a no preferir, ni la adhesión rutinaria, ni las complacencias, para no tener problemas ni disgustos.Fue un pastor que supo anteponer la misericordia por encima de todo, consciente de que la Iglesia no ha recibido el ministerio del juicio y la condena, sino el ministerio de la reconciliación. Por eso en su casa y en la curia de Sincelejo cabían todos. Por eso no faltó quien también dijera de monseñor Nel, al ver que excombatientes de uno y otro bando lo buscaban, que el obispo de Sincelejo andaba en malas compañías, cuando solo buscaba restaurar vidas y relaciones.Retomo las palabras que me dijo Manuel Medrano, hombre de radio y cultura, veterano periodista sucreño: “de monseñor Nel también hay que decir que era un hombre profundamente espiritual. Quienes pudimos encontrarnos con Dios, allí en Corozal, en el seminario, bajo el liderazgo y orientación de nuestro obispo, sabemos que es lo mejor que nos ha pasado en la vida”.Pbro. Rafael Castillo Torres Sacerdote Arquidiócesis de Cartagena - Rector de la Catedral Basílica Menor Santa Catalina de Alejandría.

Lun 18 Ago 2025

19 de Agosto | Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 23-30

19 Agosto, Martes. 20ª Sem. del TOMt 19, 23-30Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielosLectura del santo Evangelio según san Mateo.EN aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos». Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo». Entonces dijo Pedro a Jesús: «Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?». Jesús les dijo: «En verdad les digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también ustedes, los que me han seguido, se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros». Palabra del Señor.

Dom 17 Ago 2025

18 de Agosto | Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 16-22

18 Agosto, Lunes. 20ª Sem. del TOMt 19, 16-22Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un tesoro en el cieloLectura del santo Evangelio según san Mateo.EN aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». Él le preguntó: «¿Cuáles?». Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo». El joven le dijo: «Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?». Jesús le contestó: «Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo— y luego ven y sígueme». Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico. Palabra del Señor.

Sáb 16 Ago 2025

17 de Agosto | Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 12, 49-53

17 Agosto, Domingo. 20ª SemLc 12, 49-53No he venido a traer paz, sino divisiónLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla! ¿Piensan que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra». Palabra del Señor.

Vie 15 Ago 2025

16 de Agosto | Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 13-15

16 Agosto, Sábado. 19ª Sem. del TOMt 19, 13-15No impidan a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielosLectura del santo Evangelio según san Mateo.EN aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban. Jesús dijo: «Déjenlos, no impidan a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos». Les impuso las manos y se marchó de allí. Palabra del Señor.

Vie 15 Ago 2025

Esperanza, sinodalidad y memoria en la vida cristiana: reflexiones de la primera edición de 'Actualidad Teológica' de la Conferencia Episcopal de Colombia

Aunque desde febrero de este año 2025, la Comisión y el Departamento de Doctrina de la Conferencia Episcopal de Colombia estaban ofreciendo algunos textos de reflexión sobre diversos temas asociados a la vida de la Iglesia y del país, a partir de este mes de agosto, ponen a disposición de todos los fieles del país una publicación especial denominada "Actualidad Teológica".A través de esta revista digital, se estarán planteando diversos tópicos con profundidad teológica y doctrinal, que puedan servir de guía para los fieles. Para ello, contarán con la colaboración de académicos, teólogos y miembros de la vida de la Iglesia, de diferentes territorios e instituciones del país, animando así la construcción colectiva de pensamiento en la Iglesia colombiana.Esta primera edición propone una reflexión profunda sobre la esperanza, la sinodalidad y la memoria en la vida cristiana. Lo hace a través de tres artículos:1. El Obispo como profeta, testigo y servidor de la esperanza, escrito por el padre Guillermo Leon Zuleta Salas, sacerdote de la arquidiócesis de Medellín, doctor en Teología y profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana.Explora el papel del obispo en la sociedad actual. Basado en las reflexiones de la CXIX Asamblea Ordinaria del Episcopado Colombiano, el texto destaca cómo los obispos están llamados a ser guías espirituales que inspiren esperanza en medio de desafíos como la secularización y la injusticia social. Citando a san Juan Pablo II, se subraya que el obispo debe ser "profeta, testigo y servidor de la esperanza" en un mundo que margina la trascendencia.2. Mística, Espiritualidad y Sinodalidad, escrito por el teólogo Luis Fernando González Gaviria, profesor de la Fundación Universidad Católica del Norte, de la Diócesis de Santa Rosa de Osos y de la Universidad San Buenaventura de Medellín.Analiza la relación entre la vida interior y la comunidad. El autor propone que la sinodalidad no es solo una estructura eclesial, sino una "disposición espiritual" que debe impregnar la vida cotidiana de los creyentes. Resalta la importancia del diálogo, la escucha y la reconciliación como pilares de una Iglesia que camina junta.3. Una Teología de la memoria al servicio del Jubileo de la Esperanza, escrito por fray Jorge Ferdinando Rodríguez Ruiz, O.P., doctor en teología y en educación.Aborda cómo la memoria puede ser un instrumento de sanación y esperanza. Invita a reflexionar sobre preguntas como: ¿Dónde está Dios en el sufrimiento humano? Y propone que la memoria, lejos de ser un lastre, es una fuerza que impulsa hacia el futuro, especialmente en contextos de violencia y desigualdad.Esta primera edición de 'Actualidad Teológica' no solo ofrece un análisis teológico, sino también herramientas prácticas para la vida pastoral. Por ejemplo, sugiere acciones concretas como la recuperación de la memoria histórica en las parroquias y la escucha intergeneracional. Además, resuena con los llamados del Papa Francisco a una Iglesia sinodal y comprometida con los más vulnerables. Descárguela haciendo clic en el botón:

Vie 15 Ago 2025

La Voz del Pastor | 17 de agosto de 2025

Reflexión del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia: Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 12, 49-53

Vie 15 Ago 2025

He venido a prender fuego

VIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORIDNARIOAGOSTO 17 DE 2025Primera lectura: Jr 38,4-6.8-10Salmo: 40(39),2-3ab. 3cd-4ab.4cd-5ab.18 (R. 62[61],2)Segunda lectura: Hb 12,1-4 Evangelio: Lc 12,49-53.I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa Liturgia de la Palabra de este vigésimo domingo del tiempo ordinario abarca, en sentido amplio, el tema de la división y las dificultades suscitadas por el anuncio de la Buena Nueva. Ahora bien, con el ánimo de especificar su contenido, se resaltan tres ideas propias del mensaje de los textos:1.Una certeza: el Señor nos salva de la fosa del pecado, del error y las angustias.2.Una motivación: correr con constancia la carrera que nos corresponde, sin cansarse ni perder el ánimo.3.Una realidad: el mensaje y la presencia de Jesús y su Evangelio, genera división.1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Se desarrolla la segunda idea: una motivación. La presente perícopa de la Carta a los Hebreos se caracteriza por su lenguaje práctico. Aborda el tema de la fe y la vida cristiana, presentándola con la analogía de una carrera que es ineludible correr. Así mismo, ubicados en el contexto general de las lecturas proclamadas en este día, se abre también el horizonte del combate y la pelea, en cuanto a la evidente división y ruptura que la fe tiende a generar cuando se vive con radicalidad, constancia y alegría, así como a la batalla interior contra el pecado.Llama la atención la utilización de verbos como “correr”, el cual evoca una actitud de auto exigencia, a ejemplo de los atletas, quienes, en su ejercicio, dan todo de sí mismos con miras al alcanzar la meta proyectada. De igual modo, reluce la palabra “constancia” unida al verbo, cuyo matiz enfatiza la urgencia de ser perseverantes, firmes y persistentes. Así mismo, la expresión “fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús”, ratifica la clave del éxito en la carrera, pues, nuestro centro, principio y meta es Él, y lejos de Él nada podemos hacer.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El fragmento de la Carta a los Hebreos proclamado en esta Eucaristía establece con total claridad una motivación precisa: no cansarse ni perder el ánimo; más aún, correr con constancia la carrera que nos corresponde. En efecto, la vida cristiana, en todos sus aspectos, demanda una actitud de perseverancia, mediante la cual se alcanza la meta de todo bautizado: el Cielo.Uno de los peligros más grandes, en un contexto como el actual, en el que se evidencia una tendencia a la mediocridad y el conformismo, es el de no esmerarse por alcanzar los objetivos. Este criterio es válido para todas las dimensiones humanas, pues, por ejemplo, ante las ofertas de inmediatez por parte de la tecnología, las “facilidades” de lo virtual y el relajamiento en los niveles de exigencia familiar y social, resulta cada vez menos habitual asumir compromisos rigurosos, caminos disciplinados y tareas complejas; más aún, muchos, conscientemente, evaden ese tipo de pedidos. Enfrentamos, pues, un mundo pasivo y en permanente estado de indiferencia.Ahora bien, en el ámbito de la fe, con respecto a la respuesta al llamado del Señor a lo largo de la vida, nos adentramos en una ruta exigente, de permanente acción y rigor, en contracorriente a las inclinaciones de hoy en día. El mismo Señor ha dicho: “si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16, 24). Seguir el Camino implica cargar la cruz, que más allá de ser una solicitud, se trata de un requisito. Esa es nuestra carrera: un peregrinar demandante, que necesariamente insta a una actitud continua de constancia, sin dar lugar a desánimos ni cansancios.Así las cosas, el verbo “correr”, presente en el texto, implica estar en movimiento, ponerse en acción; es contrario a la quietud o a la pasividad. El verdadero creyente no se estanca ni se detiene, al contrario, permanece de pie, con su frente levantada y sus pies en acción, en salida misionera. El testimonio del Evangelio, que todos estamos llamados a dar (con palabras y obras), pone sobre nosotros el compromiso de salir, peregrinar y andar en todo tiempo y lugar.Con todo, dicha misión no se realiza de cualquier modo. Ha de caracterizarse por la constancia, contraria a las tendencias contemporáneas, como evidencia de que estamos en el mundo, pero no somos del mundo (y es que la inconstancia se constituye en un verdadero riesgo, porque estanca el proceso, enloda la ruta de fe y desorienta la vocación). Sólo la constancia nos permite avanzar, nos mueve a alcanzar los objetivos y nos catapulta a la meta de la santidad. No demos espacio al desánimo, cortemos todo pensamiento y actitud de enfriamiento y mediocridad y sigamos avanzando en la carrera, fijos los ojos en Jesús, quien, “en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz (…) y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios” (Hb 12, 2).3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Te rogamos, Señor, nos concedas la Gracia de ser constantes en todas las dimensiones de la vida. Mantén nuestros ojos fijos en ti, para que, apoyados y sostenidos por tu mano, venzamos la tentación del desánimo, la pereza espiritual y la mediocridad en la misión encomendada. Permítenos asumir con diligencia y responsabilidad la tarea evangelizadora recibida desde el bautismo, para que, por intercesión y a ejemplo de María, completemos la carrera que nos corresponde y alcancemos el premio de la Vida Eterna. Amén.II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos congregamos como hermanos en la fe para celebrar la Eucaristía, misterio de amor y prenda de Vida Eterna. En este vigésimo domingo del tiempo ordinario, el Señor nos reúne para renovar su llamado, revitalizar nuestra existencia, darnos fortaleza y ponernos de pie para vivir en actitud misionera, con constancia y ánimo. Que en esta Santa Misa renovemos nuestro compromiso de seguir a Cristo con corazón firme, buscando siempre la luz que nos guía en nuestro caminar diario. Participemos con atención y disposición.Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra del Señor nos mueve a vivir nuestra fe y la misión evangelizadora con valentía, constancia y ánimo. En efecto, nuestra perseverancia en seguir a Cristo debe ser firme, pues Él, a pesar del sufrimiento, mantuvo la mirada en el gozo que le esperaba. Abramos nuestro corazón para escuchar el mensaje salvador.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Con el corazón y nuestra vida puestos en manos de Dios, Padre misericordioso, elevemos nuestras oraciones confiadas, diciendo juntos:R. Señor, escúchanos y fortalécenos1.Por toda la Iglesia, para que, fiel al mandato misionero, predique el Evangelio siempre y en todo lugar.2.Por quienes gobiernan las naciones, para que, iluminados por el Espíritu Santo, dirijan los rumbos de los pueblos con coherencia, justicia y transparencia.3.Por los enfermos, abandonados y todos los que sufren, para que reciban del Señor fortaleza y paz, y de parte nuestra el apoyo humano y material que requieren.4.Por todos nosotros, para que avancemos con constancia y ánimo en la carrera que nos corresponde, fijos los ojos en Jesús, hasta llegar a la meta del Cielo.Oración conclusivaPadre rico en misericordia, escucha las súplicas y oraciones que te hemos dirigido con fe y esperanza. Por Jesucristo Nuestro Señor.R. Amén.