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navidad

Jue 3 Ene 2019

Rindamos un homenaje amoroso a nuestro Señor

Estas fiestas que estamos celebrando tienen un propósito reconocer que Jesús es el Hijo de Dios, que nació en Belén, que él es la luz que irradia el mundo, él llena el mundo de alegría, gozo él es el distribuidor de la gracia de Dios. Reconocer todo esto nos pide rendirle un homenaje, adorarlo, rendirnos a su presencia, rendirnos a sus pies y tributarle un homenaje amoroso con la entrega espiritual y material. Eso es adorar al Señor Jesús. Tareas: Asiste a la Eucaristía y arrodíllate en el momento de la consagración. En tu habitación o en algún lugar haz el ejercicio de arrodillarte y adorar al Señor. Como los reyes, haz una buena ofrenda al Señor.

Jue 3 Ene 2019

Caminemos hacia Jesús

En esta solemnidad la Palabra de Dios nos presenta a Jesús como luz que ilumina a todos los pueblos: Algunos buscan y siguen esa luz y brota un encuentro que se convierte en adoración, junto a la transformación de la vida de quien adora. Otros, por su parte, prefieren las tinieblas y, preocupados por sus intereses, realizan planes homicidas contra quien es la Luz. En definitiva, el anhelo de la Iglesia es que todos los pueblos caminen hacia la luz y se dejen atraer por ella, y, al mismo tiempo, abran su corazón a los sentimientos que esa luz irradia, tales como la alegría y la esperanza. Primera lectura: Isaías 60,1-6 Salmo: 72(71), 1-2.7-8.10b-11.12-13 (R. cf. 11) Segunda lectura: Efesios 3,2-3a.5-6 Evangelio: Mateo 2,1-12

Mié 2 Ene 2019

El Señor es salvador de todas las naciones

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Dom 30 Dic 2018

María guarda todo en su corazón

En el Evangelio que se nos propone en esta solemnidad de Santa María Madre de Dios, podemos reflexionar en tres actitudes: La glorificación de los pastores al salir al encuentro del Salvador. El amor de María que como madre ama entrañablemente a su hijo y como creyente y testigo de las acciones amorosas de Dios, guarda todo en su corazón. La misión que Jesús tiene de salvar la humanidad y hacernos hijos libres del Padre Dios. Primera lectura: Números 6,22-27 Salmo: 67(66),2-3.5.6+8 Segunda lectura: Gálatas 4,4-7 Evangelio: Lucas 2,16-21

Sáb 29 Dic 2018

Obispos colombianos invitan a orar por la Iglesia

Los Obispos del país invitan a todas las comunidades católicas a realizar, durante el tiempo de Navidad y Año Nuevo, momentos especiales de oración y ejercicios de devoción por la Iglesia y su misión. De modo especial, animan para que el próximo 31 de diciembre se celebre en la noche una Hora Santa en todos los templos, capillas y oratorios, con esta intención por la Iglesia. Monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal, recordó que todos los católicos tenemos el compromiso de ser parte activa de la vida de la Iglesia, por ello estamos llamados a orar intensamente por ella y su acción evangelizadora. Con el fin de promover este espacio de oración comunitaria, proponen un subsidio pastoral que ofrece tres esquemas de celebración: Vigilia de oración en honor de Nuestra Señora de Guadalupe, el Rosario Mariano y la Exposición y Bendición con la Eucaristía. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar Subsidio[/icon]

Vie 28 Dic 2018

La familia y su impacto social

Por Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro: Diciembre es asociado como un tiempo para compartir en familia. Son los días del reencuentro. Son los días en que se reavivan los valores aprendidos al calor del hogar. Definitivamente, es un tipo propicio para recordar que la familia cristiana no es sólo un espacio íntimo sino un semillero de principios y valores cristianos que han de germinar y fructificar no sólo para beneficio de los parientes sino de la sociedad en general. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (CDSI, n. 209-210) sostiene que la familia es «el lugar primario de la humanización de la persona y de la sociedad, cuna de la vida y del amor». Allí los hijos «aprenden las primeras y más decisivas lecciones de sabiduría práctica a las que van unidas las virtudes». Así, se comprende cómo es de seria la tarea que los cónyuges asumen cuando reciben de Dios la misión de cuidar a los hijos. Papá y mamá se hacen los más eficaces educadores en humanidad y en la fe de sus hijos. Los conocimientos que adquieran fuera de la casa, nunca tendrán el arraigo de lo que aprendan en casa (no sólo con las palabras sino con el testimonio de sus padres). En el pesebre contemplamos la familia de Nazaret, y allí recordamos que «Jesús nació y vivió en una familia concreta aceptando todas sus características propias y dio así una excelsa dignidad a la institución matrimonial». La Navidad celebra el nacimiento de Jesús, pero también celebra a la familia como lugar privilegiado para encarnar el misterio de la redención humana al interior del hogar pero llegando a todos los ámbitos de la sociedad. La sociedad debe respetar el valor de la familia como célula social; en este sentido el CDSI advierte que «relegar la familia a un papel subalterno y secundario, excluyéndola del lugar que le compete en la sociedad significa causar un grave daño al auténtico crecimiento de todo el cuerpo social». Y justamente por ellos, la familia debe hacer valer su derecho a jugar este rol central que impacta a la comunidad a partir de los valores que allí se siembran en sus integrantes. De este modo, que estos días de la Navidad, alrededor de José, María y Jesús, afiancemos los vínculos de nuestras familias y entendamos que ellas no pueden ser simples espectadoras de una sociedad que decide en su nombre lo que quiere para las personas sino que han de ser protagonistas e influenciadoras en la construcción de aquello que san Juan Pablo II llamó “civilización del amor”. Por: Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali

Jue 27 Dic 2018

Dios está presente en la familia

Igual que Jesús quiso hacer parte de la familia humana, unámonos con la Sagrada Familia de Jesús, María y José, para agradecer y alabar a Dios, que nos hizo parte de su familia divina. Por eso esta fiesta tiene dimensión universal, en la Iglesia, y se celebra, generalmente, el Domingo después de Navidad. Es la fiesta que nos recuerda que Dios está presente en la familia, donde se hace vida por excelencia: vida divina y vida humana. JESÚS, el Hijo de Dios, nace de María, la Madre que lo acoge y acompaña con su ternura; es cuidado por José, en la familia humilde, pobre y sencilla de Nazaret; y es asistido por su Padre Dios, quien en su Hijo nos da la Luz que nos ilumina, nos diviniza y nos salva como personas, familias, pueblos y naciones. Celebremos con gratitud y alegría. En esta fiesta las lecturas del Eclesiástico, salmo 128, Hebreos y del Evangelio de San Juan, nos propone reconocer la presencia y la acción de Dios en: Las formas de vida y las realidades históricas de nuestras familias, para potenciar las virtudes y las cualidades de obediencia, respeto y honra a nuestros padres y, en ellos, a Dios y, así, alcanzar sus bendiciones. La familia de Nazareth, desde donde el Señor Jesús se une a nuestra historia, espera que lo reconozcamos para hacernos Hijos de Dios y salvarnos. En nuestra disponibilidad de amar, para superar la ley que nos hace correr el riesgo de perder el amor, el sentido y la razón de ser de nuestra vida cristiana. Primera lectura: Eclesiástico 3,2-6.12-14 Salmo: 128(127),1-2.3.4-5 (R. cf. 84[83],5a) Segunda lectura: Colosenses 3,12-21 Evangelio: Lucas 2,41-52

Mié 26 Dic 2018

La familia es la gran escuela del amor de Dios

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