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Paz

Mié 31 Ago 2022

¡Abramos juntos Caminos de humanidad!

P. Rafael Castillo Torres - La paz no nacerá, ni nos llegará, espontáneamente de unas actitudes violentas. Una cosa es la paz que se firma… y otra son las paces territoriales. Ambas muy necesarias. Los desaciertos que hemos tenido hasta hoy, sólo han traído enormes retrocesos que han contribuido, en gran manera, al dominio territorial que hoy tienen las estructuras mafiosas y las organizaciones criminales. Organizaciones que nos han mostrado, con su accionar, que sí son capaces de paralizar y de controlar, tanto las pequeñas comunidades de la Colombia de bien adentro, como cualquiera de nuestras principales ciudades capitales. Verbigracia la ciudad de Barranquilla. La paz verdadera requiere un clima social, propicio. ¿Qué actitudes concretas deberíamos asumir en aras de poder superar “la torpeza de la pasionalidad política” que ha acompañado por décadas nuestra Nación? 1. Rechacemos, no solo interiormente, sino también de manera pública, los crímenes de los violentos. Nadie puede identificarse con sus objetivos que hoy golpean cobardemente la vida de soldados y policías. Nuestra conciencia antecede todo. Defendamos, unánimemente, nuestras instituciones, la vida y los derechos fundamentales de la persona. 2. Demostremos a los violentos y a los enemigos de la paz, cuál es la voluntad de esa Colombia profunda, sola y abandonada, que no solo vive en el purgatorio de su pobreza, sino también en el infierno de su miseria. Esos grupos creados para asesinar líderes sociales, al igual que todos los actores armados ilegales y quienes dentro del Estado, de manera equivocada, pretendan reactivar prácticas ignominiosas, deben entender que no pueden seguir actuando contra nuestra voluntad. 3. Tengamos claridad sobre la asignatura que está pendiente: Pasar de un acuerdo firmado, a una paz en permanente construcción. Esta paz es más importante que el gobierno de turno y que el saliente y que la polarización en el Congreso. Es una paz que está por encima de los intereses particulares y de las pretensiones partidistas de aquellos que no se ruborizan ni sienten vergüenza. No es justo impedir la paz, dificultarla o retrasarla. Aprovechemos como conviene los aires los buenos propósitos de dialogo y de reconciliación. 4. Aprendamos de San Oscar Arnulfo Romero, quien siempre buscó resolver los problemas de su pueblo por las vías dignas del ser humano, por caminos de humanidad. Dios no nos creó para vivir en la violencia y en el odio, sino para que nos entendiéramos buscando lo mejor para todos. 5. Apoyemos y defendamos los acercamientos y entendimientos que nos alejen del enfrentamiento destructor. Renunciemos a los extremismos faltos de realismo y que no ayudan. Dejemos de lado las reacciones viscerales y sus consignas de odio y venganza. 6. Persistamos en la búsqueda de la verdad. No la deformemos por intereses partidistas, ni la sacrifiquemos por ninguna estrategia. La mentira impide el entendimiento y la ceguera genera violencia. La paz la transitamos por caminos objetivos procurando esclarecer las razones enfrentadas, lo cual nos exige creer en la justicia transicional, que sí es justicia. 7. Introduzcamos, como nación, nuestra capacidad de perdonar. De la nobleza del perdón, nos llegarán las buenas energías para construir nuestro futuro de nación. Oremos al Dios de la Paz por estas intenciones. Padre Rafael Castillo Torres Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Caritas colombiana

Mié 31 Ago 2022

La XXXV Semana por la Paz: ¡Territorios en Movimiento por la Paz!

Por: P. Rafael Castillo Torres - Del 4 al 11 de septiembre los colombianos celebramos la Semana por la Paz, como un escenario de múltiples encuentros y a múltiples niveles en el que la movilización social territorial hará visible aquellos procesos y esfuerzo de personas, organizaciones y comunidades, que trabajan por el logro de la paz, la resolución pacífica de los conflictos y la construcción de iniciativas que dignifican la vida. No hay duda que Colombia vive momentos de esperanza en medio de las expectativas que se han generado con el nuevo gobierno, siendo nuestra mayor esperanza, en esta transición de la Nación, la generación de condiciones ciertas para la reconciliación y la paz con el concurso de todos los actores que creemos que si bien la Patria es un don… la Nación es una tarea. Los discípulos misioneros, seguidores de Jesús, estamos llamados, durante todo el mes de septiembre y de manera muy especial en el marco de la Semana por la Paz, a celebrar, desde nuestra espiritualidad, identidades culturales, saberes comunitarios y procesos territoriales la cultura del encuentro que nos permita acercar orillas y construir puentes de civilidad que se puedan andar, confiadamente, en ambas direcciones. ¿No será este el camino más acertado de crecer en la sinodalidad como estilo de vida en la búsqueda permanente de la paz y de la reconciliación? En este esfuerzo, de hace ya varias décadas, de celebración de la Semana por la Paz, nuestro propósito no ha sido otro que responder a una pregunta esencial: ¿Cómo vivir bien estando juntos en nuestros territorios y fructificando cada uno, con su familia, allí donde Dios nos sembró? Es en la comunidad donde se sitúan todos los saberes que deben servir a la felicidad personal, comunitaria y social. Esta semana por la paz tiene como lema: “Territorios en movimiento por la paz- reconociendo, resignificando y reivindicando”. Es un lema que nos invita a reconocer que Colombia es un país de regiones en las que, no sólo hay una tierra como espacio geográfico, sino también un territorio que es su geografía humana con todos sus valores compartidos y también unas territorialidades que son ese entramado de relaciones y de acuerdos que enmarcan sus identidades y su ethos cultural. Territorios en movimiento quiere decir fundamentalmente que, desde la palabra que nos congrega vamos a deliberar, entre todos, la región que soñamos y la Colombia que queremos. Será un reflexionar juntos sobre ese conjunto de valores que nos llenan de sentido, pero también sobre aquellas instituciones para la convivencia social y la construcción del bienestar colectivo. Desde la Colombia profunda, la que el Papa Francisco llama periferias existenciales, el mayor clamor que sube hasta el centro de la Nación es el cuidado de su gente. Cuidar su Pueblo es el supremo valor político que todo presidente y su gobierno están llamados a respetar. Es función del Estado cuidar la vida y medios de vida de los ciudadanos, lo cual va más allá de la economía; cuidar también la justicia en estos contextos de corrupción e impunidad, así como la participación y la debida atención a las necesidades de los ciudadanos en las diferentes instancias de su vida personal, comunitaria y social. Movilizar territorios es reconocer que nuestra sociedad colombiana no podrá crecer en humanidad sobre la falta de cuidado, de justicia y de igualdad. Y todo ello porque la justicia y el cuidado han sido bienes escasos de nuestra historia de Nación. Una sociedad no cuidada e injusta será siempre violenta producirá violencia y sufrirá violencia. Nuestra esperanza es que durante esta semana nos demos la oportunidad de reconocer que Colombia necesita generosidad, cooperación y diálogo, comunicación libre. En una palabra, los valores que construyen la amistad y la fraternidad social. (Fratelli Tutti # 66). Valoremos que hoy somos una Nación que respira aires de esperanza. Y lo hace desde sus movimientos sociales de jóvenes y mujeres, de campesinos y artesanos de la vida, desde sus comunicadores populares que cada vez más democratizan la palabra, desde los obreros y desde las empresas que se abren a la nueva genialidad de ser comunidad de personas. Queremos vivir lo social y lo solidario como un nuevo paradigma que nos señale un norte. Sólo nos queda una disyuntiva: reforzar el nuevo paradigma esperanzador o correr el riesgo de que lo peor se haga posible, y lo posible, probable. A quienes profesamos una fe y nos consideramos discípulos y misioneros de Jesús, los invitamos, en el marco de esta Semana por la paz a reconocer que el agua brota con mayor fuerza cuando viene de la profundidad, lo cual significa que todo lo debemos hacer con espiritualidad. Queremos invitar a cada familia, pequeña comunidad, parroquia, Zona o Vicaría de Pastoral, movimiento religioso, congregación religiosa a que, en esta Semana por la Paz, firmemos este manifiesto que les proponemos inspirado en la Palabra de Dios que es luz para nuestros pasos. En primer lugar, lo vamos a reflexionar y a meditar hasta apropiarnos de él. Luego, en un acto simbólico, lo vamos, todos, a firmar como signo de comprimo ante Dios, ante la comunidad y como signo de Esperanza para una Nación creyente que confía y espera en su Señor. Manifiesto por la Paz y la Convivencia 1. Nos alegraremos con los que se alegran y lloraremos con los que lloran. (Rom. 12,15). 2. Nos pondremos de acuerdo para que no haya divisiones entre nosotros y así podamos vivir en perfecta armonía. (1Cor. 1,10). 3. Haremos de nuestras conversaciones un momento agradable y de buen gusto, sabiendo cómo tratar a cada uno (Col. 4,6). 4. No nos vamos a morder ni mucho menos a devorar, para no destruirnos los unos a los otros. (Gál. 5,15). 5. Nos ayudaremos mutuamente a llevar las cargas, así cumpliremos el mandato solidario de Jesús. (Gál. 6,2). 6. Nos vamos a soportar mutuamente con caridad. Tratando de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz. (Ef. 4,2-3). 7. Nos comprometemos a no pronunciar palabras que no edifican. Evitaremos la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad (Ef. 4,29-31). 8. Consideraremos a los demás como superiores a nosotros mismos. No buscaremos nuestro propio interés sino el interés de los demás. (Flp. 2,3-4). 9. Ninguno de nosotros pretenderá devolver mal por mal. Nos esforzaremos por hacer siempre el bien. Estaremos siempre alegres y oraremos sin descanso (1Tes. 5,15-17). 10. Evitaremos las cuestiones carentes de sentido: estamos convencidos de que solo traen grandes altercados. Como servidores de Dios procuraremos ser amables con todos. (2Tim. 2,23-24). Finalizada la proclama del manifiesto y antes de su firma, todos y todas, haremos esta suplica en cada rincón familiar y comunitario: “Señor llévame de la muerte a la vida y de la falsedad a la verdad. Llévame de la desesperación a la esperanza y del miedo a la confianza. Llévame del odio al amor y de la guerra a la paz. Permite, señor, que la paz llene nuestro corazón, nuestras familias, nuestras comunidades y a Colombia entera. Amén. Padre Rafael Castillo Torres Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Caritas colombiana

Mar 30 Ago 2022

Estrene del documental "Memorias desde el Sur, Una Reconciliación de Larga Duración"

En el marco de la Semana por la Paz, el Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana y el programa PromoPaz, harán la presentación este 31 de agosto, a partir de la 8:30 a.m., en la sede de la Universidad Central, del documental: "Memorias desde el Sur, Una Reconciliación de Larga Duración". Sobre el documental La Iglesia Católica siempre ha sido abanderada y comprometida en la construcción de la paz en Colombia, por ello, en esta ocasión ha venido acompañando a las comunidades del suroccidente colombiano en el camino hacia la reconciliación, posterior a la firma del Acuerdo de Paz. Fruto de este caminar es que surge este documental. La producción del Documental "Memorias desde el Sur, Una Reconciliación de Larga Duración", es una serie de cuatros capítulos que recoge el pensar, el sentir y el hacer de comunidades de Caquetá, Cauca, Nariño en torno a la memoria y la construcción de la paz, pero siempre con un horizonte de reconciliación y reivindicación de sus territorios. Acompañamiento que ha sido posible gracias a la cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania y de Cáritas Alemana. En este sentido, el documental pretende a partir de reportajes, contar lo sucedido durante el conflicto armado desde diversos puntos de vista, como se ha hecho en otras iniciativas entre las que se destaca el informe de la investigación realizada por la Comisión de la Verdad, recientemente presentado. El padre Rafael Castillo Torres, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, al hacer la invitación a participar de la presentación de este documental, ha dicho que espera que, “Memorias desde el Sur, logre llevar un mensaje de esperanza, al tiempo que nos comprometa, como sociedad en conjunto, a sanar y trabajar por un futuro en el que la violencia no sea el camino para la resolución de las diferencias”. Los interesados en participar del estrene lo podrán hacer inscribiéndose en el siguiente enlace AQUÍ

Mié 17 Ago 2022

Iglesia católica invita a la presentación de la 35ª versión de la Semana por la Paz

Con el lema: "TERRITORIOS EN MOVIMIENTO POR LA PAZ - Reconociendo, Resignificando, Reivindicando", la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social y diversas organizaciones sociales regionales y de nivel nacional, convocan para el próximo 18 de agosto a partir de las 8:30 a.m. desde la ciudad de Cali para la presentación de la Semana por la Paz 2022. Este año, sus organizadores le han dado fuerza a este lema recordando que "los territorios expresan la diversidad y la vitalidad social, cultural y política del país; en estos se viven las tensiones, las conflictividades y los rigores de la violencia; pero también se expresan la esperanza, las resistencias y los esfuerzos valientes en la construcción de condiciones de vida digna: la paz se teje día a día desde los territorios". La jornada que se adelantará del 4 al 11 de septiembre de 2022, llega a su versión número 35. La misma es convocada por un grupo de diversos actores sociales, en esta ocasión más de 100, entre los que se encuentran: instituciones, movimientos, universidades, organizaciones no gubernamentales y redes de organizaciones, que expresan una amplia pluralidad religiosa, social, étnica, cultural, económica y política. Sedes de convocatoria a la jornada El evento de presentación se realizará en varias ciudades del país, entre las que se encuentran: * Bogotá - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (Cra. 19B No. 24-86). Hora: 2:00 p.m. * Bucaramanga - Parque del Agua - Auditorio Mayor (Diag. 32 No. 30 A -51). Hora: 8:30 a.m. * Cali - Institución Educativa Nelson Garcés Vernaza (Cra. 28 D entre calles 123 y 124 - Barrio Potrero Grande) Hora: 8:30 a.m. Transmisión por redes Desde la ciudad de Cali se emitirá la señal de transmisión central. Podrá seguirse a través de las redes sociales de Pastoral Social - Cáritas Colombiana @pastoralsocialc y de la Conferencia Episcopal de Colombia @Episcopadocol Sitio web Semana por la Paz En esta ocasión se ha dispuesto de un sitio web que ofrece información general de esta jornada, que año tras año se realiza en Colombia. Allí podrán encontrar: historia de la Semana por la Paz, agenda nacional, material comunicacional, entre otros. Visite el sitio AQUÍ ¿Qué es la Semana por la Paz? Semana por la Paz es una movilización ciudadana cuyo objetivo es visibilizar el esfuerzo cotidiano de miles de personas, colectivos, organizaciones, instituciones, que trabajan en la construcción y consolidación de la paz, y de iniciativas que dignifiquen la vida en y desde los territorios. Se realiza en septiembre en el marco del 9, Día de los Derechos Humanos en Colombia y el Día de San Pedro Claver. En el 2022 se cumplirán 35 años de realizar de forma permanente y comprometida la Semana por la Paz, apoyando y visibilizando diversas iniciativas ciudadanas con acciones y mensajes acordes con el contexto y momento político del país, y fortaleciendo la conciencia social sobre la urgencia de construir en Colombia un proceso de paz plural, participativo, firme y duradero, con miras a la reconciliación nacional. Para sumarse a esta iniciativa comunicarse a través de semanaporlapazcolombia@gmail.com

Lun 8 Ago 2022

Presidente del episcopado pidió orar por Colombia y sus nuevos gobernantes

Este domingo 7 de agosto, fecha histórica para Colombia, al conmemorarse la histórica Batalla de Boyacá, el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal, Luis José Rueda Aparicio, durante la eucaristía dominical pidió orar por Colombia, por Gustavo Francisco Petro Urrego y Francia Elena Márquez Mina, quienes asumieron formalmente como presidente y vicepresidenta de este país. “Hoy estamos orando por el presidente Gustavo Petro, por su vicepresidenta Francia Márquez, por toda Colombia y por el bien común de nuestro país, para que el Señor nos vaya mostrando los caminos de reconciliación, de paz, de progreso integral que nosotros necesitamos”, expresó el prelado. Desde la Capilla del Sagrario Rueda Aparicio hizo una reflexión a la luz de la palabra de Dios y propuso tres actitudes claves que ayudarán a guiar los acontecimientos de la historia del pueblo colombiano: Seguir a Jesús en la esperanza. Propuso seguir la invitación de Jesús, a no tener miedo, ya que Él acompaña la vida y los acontecimientos de cada persona. Insistió que la fe es la que fortalece, «No tengan miedo, mi pequeño rebaño, porque el Padre de ustedes, en su bondad, quiere darles el reino». Observó, además, que existen temores que paralizan a las personas y con ello a la sociedad, por lo que llamó la atención para que Colombia no se convierta en un país de miedo, pues este, dijo, es un mal consejero y hace ver una nación en donde se autodestruyen los unos a los otros. “Es necesario que nosotros seamos capaces de tomar esa palabra de Jesús y llevarla al corazón y no tener miedo, no tener miedo unos de otros y no tener miedo olvidándonos de que Dios acompaña nuestra vida y que el reino está presente en los acontecimientos de nuestras vidas”. El Señor nos invita a la vigilancia Tomando la parábola de la lámpara, donde Jesús dice: «estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas», es decir, estar preparados para la acción inmediata, nos recordó como el Señor nos invita a la vigilancia y a estar dispuestos a trabajar al servicio de los demás. “Si estamos vigilantes y eso lo logra una conciencia orante, entonces somos capaces de descubrir cada momento como un momento de salvación, como un Kairós y este, es un momento de salvación para su familia, para Colombia, para la humanidad. En medio de tantas dificultades el Señor nos insiste, estén listos, una vigilancia puesta al servicio de los demás, por eso le añade: con la cintura ceñida, vigilante, para que cuando el Señor nos llame y nos invite a su trabajo por el reino, estemos totalmente dispuestos”, afirmó. El Señor nos invita a la responsabilidad Por último, rescató la actitud de la responsabilidad, recordando que al que mucho se le da, mucho se le exigirá. Dijo además, que “la responsabilidad, es asumir las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestros propios actos”. “Si una persona ha madurado en la responsabilidad y ha sido educada en la responsabilidad, entonces es consciente de que cada cosa que realiza, cada decisión que toma tiene consecuencias”, agregó. Interpeló sobre si estamos todos dispuestos a asumir el momento histórico que vive Colombia, trabajando por el bien común y aportando para caminar todos juntos hacia la misma ruta de la construcción de un país reconciliado y en paz. “Que seamos capaces de dialogar, que seamos capaces de encontrar la solución a los problemas que nos aquejan desde hace tanto tiempo. Si somos responsables, sabemos que tenemos una misión y una tarea con el reino de Dios”. Su homilía la concluyó observando que el país no es responsabilidad solo de una persona o un equipo de personas, advirtió que es tarea de todos los colombianos buscar caminos de reconciliación, a lo que pidió orar por toda la nación. Estuvieron presentes en la eucaristía, entre otros, Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; Mons. Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC; Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado por la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado; y el padre Jorge Gonzalo Marín García, párroco de la Catedral Primada.

Lun 8 Ago 2022

“Con seguridad monseñor Castro ha recibido el mejor Nobel de Paz: la gloria del Cielo”

El pasado 4 de agosto, fecha en que la Iglesia Católica celebraba la fiesta del Santo Cura de Ars, se llevó a cabo en la Catedral basílica metropolitana Santiago de Tunja, la ceremonia de exequias de quien fuera el gran apóstol y gestor de paz, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga. La eucaristía que fue presidida por monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo en esta ciudad. En la homilía, monseñor Villa Vahos reflexionó a la luz del texto del evangelista san Mateo, “Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”, y recordó que desde los tiempos de los apóstoles hasta hoy, todos estamos llamados a seguir a Jesús en su estilo de vida y trabajar por la paz. En este contexto, observó que este fue el llamado que atendió monseñor Castro durante su ministerio, quien a través de los carismas que Dios le regaló, supo ayudar a recorrer y hacer vivir a muchos el espíritu de las bienaventuranzas. “Su espíritu de pobre en el Señor le permitió ser manso, misericordioso, limpio de corazón y sobre todo, trabajar por la paz”. Resaltó el trabajo responsable y comprometido que siempre cumplió monseñor Castro, en los diferentes territorios nacionales e internacionales donde desarrolló su labor pastoral y misionera. “Monseñor Luis Augusto llegó a ser en verdad hijo de Dios, hombre de Dios, auténtico cristiano, cualificado sacerdote y comprometido pastor y obispo, en las cálidas tierras del Caguán y en las verdes y fértiles tierras boyacenses”. “Si hay algo que Monseñor Luis Augusto tuvo claro en su paso por este mundo, fue el de ser un ciudadano, un gran patriota y por ello un pastor comprometido con la causa de la paz y la reconciliación. Este, su trabajo y empeño, no estuvo exento de prejuicios e incomprensiones”. Antes que nada fue un misionero Monseñor Villa Vahos, rescató que, además del aporte que monseñor Castro diera a la paz del país, también fue un apasionado misionero convencido de palabra y de corazón, por eso desde sus inicios ingresó al Instituto misionero de la Consolata: “La pertenencia al Instituto misionero de la Consolata no es gratuita, sentía el deseo de vivir con ardor la misión, y allí encontró el lugar ideal”. Destacó su destreza con la pluma en la mano, porque publicó innumerables libros y escritos sobre la misión, “‘fe misionera, fe de primera’, solía decir y escribir, con el deseo de contagiar a muchos de este espíritu. Su pluma hábil, profunda y sencilla a la vez, son siempre un deleite para el espíritu”. Tomando el texto de la carta a los Corintios, donde Pablo experimenta “que su cuerpo como efímera tienda de campaña, ya no soporta con igual brío los viajes y tribulaciones por el Evangelio”, el prelado destacó la vitalidad de monseñor Castro quien hasta en sus últimos momentos, acompañado por la enfermedad, experimentó y mantuvo viva la fe y la confianza en Dios. Al expresar su extrañeza por la ausencia de algunas autoridades del orden nacional durante la eucaristía celebrada en la Catedral Primada de Colombia, reflexionó y dijo que monseñor Castro nunca fue hombre de protagonismos, “ni estuvo afectado por vanos narcisismos. Su trabajo fue en orden a la extensión del Reino de Dios, la pasión por la misión, el servicio a los demás, el respeto por la persona, el cuidado de la vida como don sagrado (…) Monseñor Luis Augusto es llamado hijo de Dios y con seguridad ha recibido el mejor Nobel de Paz que el Señor ha prometido a sus servidores fieles: la gloria del Cielo”. La eucaristía fue acompañada por un número importante de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, familiares, cientos de feligreses y personalidades que estuvieron encabezados por el gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán Adame y su esposa Tatiana Ríos y el alcalde de Tunja, Alejandro Fúneme, junto a su esposa Gisela Rodríguez. DESCARGAR HOMILÍA

Mié 3 Ago 2022

“Gracias por ser un auténtico artesano de paz”: Mons. Gabriel Villa

En un sentido mensaje, la Arquidiócesis de Tunja, expresa su tristeza por el fallecimiento de monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, quien a lo largo de 22 años estuvo al frente de esta Iglesia particular. A través de un comunicado firmado por monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, Arzobispo de Tunja, se extiende un saludo especial de condolencia y solidaridad cristiana a la familia y a los miembros del Instituto de Misioneros de la Consolata, comunidad a la que estuvo vinculado el prelado durante su ministerio. Resaltan su labor como un “auténtico artesano de paz, enamorado de la misión, inspirado y prolífico escritor eclesiástico y destacado catequista”, por lo que agradecen a Dios su testimonio y entrega a la Iglesia. Así también, resaltan que su labor debe quedar marcada como un legado que deja para las actuales y futuras generaciones, y agregan que, ha de ser “un verdadero estímulo para vivir con pasión el trabajo por la extensión del Reino de Dios, en un decidido empeño misionero y en la búsqueda de la paz y la reconciliación, por las vías del diálogo”. Finalmente, confían que, “por la misericordia de Dios, ya ha sido asociado al número de los servidores fieles que pueden entrar a participar del Banquete eterno del Señor”. INFORMACIÓN DE LAS EXEQUIAS DE MONSEÑOR LUIS AUGUSTO CASTRO QUIROGA La velación del cuerpo de monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, se llevará a cabo en la Capilla del Sagrario, junto a la Catedral Primada Cra. 7 #10-40, Bogotá La eucaristía se realizará este miércoles 03 de agosto a las 4:00 pm. en la Catedral Primada de Colombia, presidida por monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico de Colombia. Luego, el cuerpo será trasladado a Tunja este miércoles y será velado en cámara ardiente en la Catedral Santiago Apóstol de esta ciudad. El día jueves 04 de agosto se tendrán las exequias en la Catedral de Tunja a las 10:00 a.m., eucaristía presidida por Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo en esta ciudad. DESCARGAR COMUNICADO

Mar 2 Ago 2022

Fallece monseñor Luis Augusto Castro Quiroga

La Arquidiócesis de Tunja ha informado que en las últimas horas falleció a la edad de 80 años, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo emérito de Tunja, quien se encontraba internado en la clínica Marly por quebrantos de salud. "Con profundo dolor, pero con la esperanza puesta en el Señor Resucitado, debemos informar que ha fallecido monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, que Dios lo reciba en la patria eterna y lo colme con el cielo por su entrega generosa a su voluntad", señala el mensaje ofrecido desde la oficina de comunicaciones de esta Jurisdicción. Tras conocida la noticia, el episcopado expresó su cercanía al obispo residente de esta ciudad, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, al clero, a los fieles de la Iglesia de Tunja y a los familiares del prelado fallecido. "Nos unimos en oración rogando al Señor para que reciba en su glorioso Reino a Mons. Castro Quiroga, gran pastor que entregó su vida al servicio de la Iglesia colombiana y trabajó incansablemente buscando caminos de paz y reconciliación en nuestra nación". La Iglesia colombiana reconoce con gratitud el liderazgo espiritual y moral de monseñor Castro Quiroga, el servicio prestado a la Conferencia Episcopal de Colombia durante sus dos períodos como Presidente de esta Institución y su compromiso con la causa de la paz, prestando sus buenos oficios como mediador en el conflicto armado, que aún causa tanto dolor en el país. El prelado había nacido en Bogotá el 8 de abril de 1942. Cursó los estudios de primaria y secundaria en el Colegio San Bernardo de Bogotá de los hermanos de La Salle y en el Seminario Menor de los Padres Misioneros de la Consolata. Cursó los estudios de Filosofía en la Universidad Javeriana de Bogotá. Hizo el noviciado en Bedizzole (Italia) y Teología en la Universidad Urbaniana en Italia. Emitió la profesión perpetua en el Instituto Misiones Consolata el 10 de Marzo de 1967 y recibió la Ordenación Sacerdotal en Roma el 24 de diciembre de 1967. Ya sacerdote, realizó una especialización en Orientación Psicológica en la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos) y obtuvo el doctorado en Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá. Como sacerdote se desempeñó en los siguientes cargos: Vicario Cooperador de la Parroquia de la Catedral y Rector de la Universidad de la Amazonía en Florencia (1973-1975); Director del Seminario Mayor para los estudios de Filosofía del Instituto Misiones Consolata en Bogotá y simultáneamente Consejero Provincial (1975-1978); Superior Provincial de su Instituto en Colombia (1978-1981); Consejero General del mismo Instituto en Roma (1981-1986). El 17 de Octubre de 1986 fue nombrado Obispo titular de Acque Flavie y Vicario Apostólico de San Vicente – Puerto Leguízamo y fue consagrado el 29 de Noviembre de 1986. El 14 de Marzo de 1998 fue nombrado Arzobispo de Tunja. De Julio de 2002 a Julio de 2005 es Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. A partir de julio de 2005 fue nombrado Presidente de la Comisión de Conciliación Nacional. El 5 de Julio de 2005 fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, hasta el 2008. Luego del 2014 al 2017 volvió a asumir la presidencia de la CEC. El 11 de febrero de 2020 el Papa Francisco acepta su renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Tunja. INFORMACIÓN DE LAS EXEQUIAS DE MONSEÑOR LUIS AUGUSTO CASTRO QUIROGA La velación del cuerpo de monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, se llevará a cabo en la Capilla del Sagrario, junto a la Catedral Primada Cra. 7 #10-40, Bogotá La eucaristía se realizará este miércoles 03 de agosto a las 4:00 pm. en la Catedral Primada de Colombia, presidida por monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico de Colombia. Luego, el cuerpo será trasladado a Tunja este miércoles y será velado en cámara ardiente en la Catedral Santiago Apóstol de esta ciudad. El día jueves 04 de agosto se tendrán las exequias en la Catedral de Tunja a las 10:00 a.m., eucaristía presidida por Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo en esta ciudad.