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Paz

Jue 30 Dic 2021

Solemnidad de Santa María Madre de Dios

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS Enero 01 de 2022 Primera lectura: Números 6,22-27 Salmo: 67(66),2-3.5.6 y 8 Segunda lectura: Gálatas 4,4-7 Evangelio: Lucas 2,16-21 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Esta solemnidad por su contexto, en muchos lugares, pasa entre cortinas del cambio de año; cada agente de pastoral o sacerdote debe colocar toda su creatividad para ayudar a posicionar esta fiesta. Darle centralidad a la celebración de Santa María Madre de Dios como elemento litúrgico de inicio de año, presentar la figura de María, pero desde su importancia de la “maternidad divina”; otro núcleo interesante es el mensaje de la jornada mundial de oración por la paz que el Papa nos ofrece; y un tercer tema puede ser la comprensión o riqueza de la bendición divina. Temas de reflexión que encuentran la iluminación a partir de lo que la fiesta, el magisterio y la Palabra de Dios nos dicen en este día. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En las Sagradas Escrituras encontramos muchas bendiciones, pero la que aparece en Números 6, 22-27, se puede catalogar como la bendición de las bendiciones en el Antiguo Testamento, se conoce como la “bendición Aarónitica o Sacerdotal”. La bendición como tal consta de cinco frases (vv. 24-26), en las cuales destaca la repetición del Tetragrama JHWH (Yahvé) por tres veces, y la expresión panim – rostro que aparece dos veces. Bendecir en español es “bien hablar”, algo así como hablar bien de; pero en hebreo el verbo es “barak” que significa “desearle bienes, felicidad”, “hacerle un obsequio”, “dar fecundidad, prosperidad, éxito”, “hacer algo o alguien destinatario de todo bien posible”. La bendición tiene como punto de origen a Yahvé, este obsequio se concretiza en “te guarde”, cuya expresión hebrea –shamar– literalmente es poner un cerco de espinas entorno para proteger; para ello haga brillar su rostro y te muestre su rostro; en medio de estas dos expresiones de rostro y al centro de las cinco frases el “te sea propicio” o “te conceda su favor” usando el verbo “Janan”, que significa “inclinarse con bondad hacia”, algo así como “se incline para concederte sus gracias”; y finalmente “te conceda la paz” – Shalom – “te conceda el completo”, es decir no te falta nada. Así la Bendición es concreta: es percibir la acción protectora de Dios que hacia fuera se muestra como cerco de espinas para proteger, pero hacia la persona que protege es rostro de luz, rostro de bondad que se inclina para dar toda gracia, toda paz, es decir que el ser protegido no sienta necesidad de nada. La bendición no es concesión de “cositas materiales”, sino de la bendición de las bendiciones: da el Rostro de Dios, y quien a Dios tiene nada le falta. A la bendición descendente de Dios, se responde con la “bendición” ascendente, es decir con la oración, la alabanza, que se hace expresión gozosa en el salmo, que sigue insistiendo en las bendiciones de Dios como fruto de su bondad hacia el ser humano. Dios se lo pasa haciendo maravillas en favor de los hombres: bendice, tiene piedad, ilumina los rostros, da a conocer sus caminos, ofrece su salvación, rige el mundo, gobierna las naciones, conduce la historia, alcanza todos los confines, ¡nada escapa a su presencia! El autor de la carta a los Efesios nos ayuda a comprender cuál es la verdadera bendición de las bendiciones. En la plenitud del tiempo “envió Dios a su Hijo”, en la condición humana de forma que se pueda contemplar su rostro; y la gracia o bondad que nos trae al inclinarse sobre quienes desea proteger, es el don de recibir “la adopción filial”, ser hijos de Dios. ¿Se podría esperar mayor bendición? Nos hizo hijos, herederos y en verdad podemos llamar a Dios: ¡Abba, Padre! Esta es la bendición, todo fruto de la voluntad de Dios y no merito o adquisiciones del hombre, todo es don, regalo, bondad, en una palabra: la bendición. El acontecimiento que se ha reflexionado teológicamente en la segunda lectura, nos es presentado en forma narrativa, visual en la descripción del Evangelio. Una pequeña aldea, Belén, la “casa del pan”; unos pastores que han recibido el anuncio de una gran alegría, una señal por comprobar: “encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en una pesebrera” (Lc 2,12). Ellos corren, encuentran, contemplan el “Rostro” en el centro de una familia: María, José y el Niño acostado en la canoa del alimento de los animales. Encuentro que resuena en explosiones de sentimientos: admiración, alegría, meditación, gloria, alabanza, misterio escondido en un Niño a quien le pusieron por nombre Jesús, que significa. “él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1,21). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Cuando el ritmo del año va encontrando su agonía, el hombre corre y se afana por buscar unas bendiciones para el “nuevo año”, dese algo diferente, etc. En los saludos de “año nuevo” resurgen los buenos deseos, las mejores bendiciones para aquellos que amamos. Pero detengámonos un momento en medio del frenesí y preguntémonos de verdad ¿qué bendición andamos buscando? “La bendición de las bendiciones”, en la totalidad de lo que en ella se expresa según las palabras de la bendición Aarónitica, es recibir la bendición suprema de Dios que se hizo luz en la plenitud de los tiempos, es acoger no bienes materiales, ni viajes, ni siquiera bienestar familiar o corporal; ¡No! eso son bienes efímeros. La Bendición, por encima de todas las bendiciones que quieras enumerar, es conocer el Rostro de Dios, el príncipe de la paz, en quien nada nos hace falta: Jesús de Nazaret; que se nos ofrece como alimento puesto a nuestro alcance, nace en la casa del pan, en Belén y se nos ofrece ya listo para la cena, en la canoa del alimento. Si crees que puedes encontrar mejor bendición es no haber comprendido el amor de Dios. Nada ni nadie está por encima de su Hijo Jesús, Él es la mejor bendición. Él es el “Emmanuel” – el Dios con nosotros; y este Dios con nosotros se nos ofrece como fruto de las entrañas virginales de una mujer, como lo llama Isabel, quien llena del Espíritu Santo exclamó: “bendito el fruto de tu seno”, y agregó, “¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? (Lc 1, 42-43). La llama madre de mi Señor, lo que equivale a decir en otras palabras: “Madre de Dios”. Esta es la solemnidad que hoy celebramos al inicio del año, en su primer día, celebrar que la mejor bendición es Dios con nosotros y que para que esa bendición fuera posible eligió a María como Madre del Emmanuel, madre del Dios con nosotros. La importancia de María radica en que ella estuvo totalmente dedicada a Dios, en su entrega total y absoluta a su Señor. Ella es la madre virginal, fiel, que acoge la bendición de Dios, ella es carne humana que escucha y acoge la palabra como tierra buena que da fruto abundante; ella es la figura de cada mujer en los diseños misteriosos de Dios, ella es la hermosa creatura salida de las manos de Dios para ser madre de su Bendición, ser ella portadora de la única y mejor bendición para la humanidad, ella nos ofrece el “sol que nace de lo alto”: Jesús su Hijo, el Hijo de Dios; sin el sí de esta esposa y madre no habría acontecido la plenitud de la bendición, con razón su Hijo en la cruz la quiso también como madre no so de él, Madre de Dios, sino madre de cada uno de sus discípulos amados, madre de la Iglesia. En Jesús nos llega la bendición de la paz, que no es ausencia de conflictos o dificultades, lo cual sería una vana ilusión; la paz cristiana es la certeza que quien a Jesús acoge, en él no necesita nada más. No que lo tenga todo de sobra, sino sencillamente basta Jesús, sobra lo demás. Como dice san Pablo: “todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo” (Fil 3,8); o lo expresará años más tarde, santa Teresa de Ávila: “Nada te turbe, nada te espante: solo Dios basta”. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En este inicio de año debemos motivar a los creyentes para que, en medio del licor, comidas, fiestas, no se olviden del Señor y encuentren un espacio para el encuentro con quien es la mejor bendición. Ojalá los sacerdotes con creatividad y respetando los espacios de encuentro familiar, no cierren durante todo el día los templos, sino que en algún momento oportuno de la jornada se invite a la comunidad a celebrar esta gran Solemnidad; les ayudemos a comprender que es aquí donde se recibe la mejor bendición. Motivemos parra que, en familia como inicio de año, tengan un altar familiar ofrecido a la madre de Dios (una mesa, una imagen de la virgen, unas flores y una luz) y que como entrega y consagración en familia en este día se ofrezca una oración, el rezo del Rosario como cerco protector. _________________ Recomendaciones prácticas: • Jornada Mundial de Oración por la Paz. Si bien en este día no está permitido celebrar otra Misa, aun la exequial, a juicio del Ordinario del lugar se puede celebrar la Misa por la Paz. • Se difunda el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos hermanos a recibir la mejor bendición, a Jesús en persona. Los invito a guardar un momento de silencio para acoger a Dios y agradecer el misterio de la Madre de Dios. (se guarda un momento de silencio). Ahora con la certeza que esta es la mejor forma de dar inicio a este nuevo año participemos con fervor. Monición a la Liturgia de la Palabra Hermanos, Dios nos sorprende con su cercanía y bendición. Escuchemos cuánto bien nos desea, y todo lo que él en su amor ha hecho para que gocemos de la mejor bendición, esta es la manera concreta de desearnos un año lleno de rostro y amor. Escuchemos. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Glorifiquemos al Padre que ha enviado a Cristo, su Bendición, nacido de la Virgen María por obra del Espíritu Santo y ante nuestras suplicas digámosle: R. Padre, derrama en nosotros tu bendición. 1. Por el ejercicio de la autoridad y la participación en el Pueblo de Dios. Para que las raíces Sinodales de la Iglesia fructifiquen en nuevos modos de estar al servicio de los demás en todos los niveles del Cuerpo de Cristo. 2. Padre, el mundo sumido en el interés de lo material y queriendo ser dueño de su propia verdad ha perdido los caminos de la paz y la verdadera prosperidad; has que los pueblos busquen y encuentren a Cristo el Salvador. 3. Padre, al iniciar este nuevo año, queremos colocar nuestras vidas y la vida de cada uno de nuestros seres queridos bajo tu mirada; suplicamos para todos, la gracia de tu bendición, ella nos basta y es suficiente para nuestra felicidad. 4. Padre, en el mundo hay mucha miseria e infelicidad, te pedimos por quienes sufren, para que iluminados por el evangelio y ayudados por la caridad de los hermanos encuentren esperanza en medio de la oscuridad. 5. Padre, que has querido que tu Hijo Jesús naciera de las entrañas virginales de María y nos la das como Madre y compañera de camino, has que sepas acoger su misteriosa compañía que nos disponga a las verdaderas alegrías del Reino. Oración conclusiva Padre bueno, que nos has permito celebrar esta solemnidad acoge las suplicas que, confiados en tu bondad, con libertad de hijos te hemos entregado en esta oración, por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

Jue 30 Dic 2021

Presidente del episcopado propone escenarios para la construcción de paz

“Comenzamos el año 2022 y queremos vivirlo en paz. Hombres y mujeres que trabajamos por la paz”, estos son los deseos de monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien expresa al pueblo colombiano sus buenos deseos por un nuevo año lleno de felicidad. Monseñor Rueda Aparicio, al evocar el mensaje que el Papa Francisco presentó para la Jornada Mundial de la Paz 2022, recuerda tres escenarios que considera son los propicios en la construcción de un ambiente de paz duradera. Son ellos: la educación, el trabajo y el diálogo entre generaciones. La educación: Una educación para la paz, para el servicio y la fraternidad. El trabajo: Ojalá que todos los hombres y mujeres tengan un trabajo digno y que el lugar del trabajo sea realización de fraternidad y de solidaridad. El diálogoentre generaciones, niños jóvenes y adultos. Que vivimos la cultura de la escucha, del encuentro y del diálogo para que haya una paz verdadera en Cristo Jesús, el Señor. Finalmente, el prelado invita a todos los colombianos a esforzarse para tomar estas herramientas y asumirlas como propias en la construcción de un ambiente de paz.

Jue 23 Dic 2021

¡Ya está disponible la última emisión 2021 de CCN Noticias!

La Comisión de Conciliación Nacional (CCN) comparte la última edición de su informativo audiovisual bimensual en este 2021. En la presente emisión de CCN Noticias, entérese de: * El desarrollo del último de los siete ‘Talleres de Comunicación para las Conflictividades Sociales’ que facilitó la CCN en el segundo semestre del año, esta vez, en la Diócesis de Valledupar. * La realización del Foro ‘Acciones para la construcción colectiva de paz’ que reunió a cerca de 30 representantes y expertos de diferentes sectores de la sociedad colombiana para hablar de reconciliación y paz. * El Encuentro Nacional: ‘Hacia la construcción de los nuevos mínimos de reconciliación y paz’, que realizó la Comisión de Conciliación Nacional con obispos y delegados de diferentes jurisdicciones del país. * El lanzamiento de los dos nuevos libros de la CCN: ‘Aportes a la memoria histórica en Colombia: construcción colectiva y regional’; y ‘Comunicar para la reconciliación y la paz: reflexiones, claves y herramientas’. * ​La reciente publicación de la Carta Pastoral ‘Venzamos el mal a fuerza de bien’, por parte de los obispos de los departamentos de Antioquia y Chocó. * Las palabras del padre Darío Echeverri, secretario general de la CCN, a propósito de: los cinco años de la firma del Acuerdo de Paz y la responsabilidad colectiva frente a la construcción de paz en el país.

Mar 21 Dic 2021

El Papa propone tres caminos hacia la paz: dialogo, educación y trabajo

Este 21 de diciembre fue dado a conocer el Mensaje del Santo Padre para la celebración de la 55 Jornada Mundial de la Paz, el próximo 1 de enero de 2022, en el que propone tres caminos para construir una paz duradera: el diálogo entre las generaciones; la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo; y el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. El clamor de los pobres y de la tierra imploran justicia y paz En su Mensaje, el Santo Padre comentando las palabras del profeta Isaías señala que, «todavía hoy el camino de la paz, que san Pablo VI denominó con el nuevo nombre de desarrollo integral, permanece desafortunadamente alejado de la vida real de muchos hombres y mujeres y, por tanto, de la familia humana, que está totalmente interconectada». A pesar de los numerosos esfuerzos encaminados a un diálogo constructivo entre las naciones, señala el Papa, el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos se amplifica, mientras se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medioambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed, y sigue dominando un modelo económico que se basa más en el individualismo que en el compartir solidario. Tres caminos para construir una paz duradera En este sentido, el Papa Francisco indica que, en cada época, la paz es tanto un don de lo alto como el fruto de un compromiso compartido. Existe, en efecto, una “arquitectura” de la paz, en la que intervienen las distintas instituciones de la sociedad, y existe un “artesanado” de la paz que nos involucra a cada uno de nosotros personalmente. Por ello, el Papa propone tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos. En segundo lugar, la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. Estos tres elementos son esenciales para «la gestación de un pacto social», sin el cual todo proyecto de paz es insustancial. Diálogo entre generaciones para construir la paz Explicando el primer camino para conseguir la paz, el Santo Padre afirma que, en un mundo todavía atenazado por las garras de la pandemia, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones. Y recuerda que, todo diálogo sincero, aunque no esté exento de una dialéctica justa y positiva, requiere siempre una confianza básica entre los interlocutores. Por eso, debemos recuperar esta confianza mutua. Además, el Pontífice recuerda que, dialogar significa escucharse, confrontarse, ponerse de acuerdo y caminar juntos. Fomentar todo esto entre las generaciones significa labrar la dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión para cultivar allí las semillas de una paz duradera y compartida. Los grandes retos sociales y los procesos de construcción de la paz no pueden prescindir del diálogo entre los depositarios de la memoria ―los mayores― y los continuadores de la historia ―los jóvenes―; tampoco pueden prescindir de la voluntad de cada uno de nosotros de dar cabida al otro, de no pretender ocupar todo el escenario persiguiendo los propios intereses inmediatos como si no hubiera pasado ni futuro. Si sabemos practicar este diálogo intergeneracional en medio de las dificultades, «podremos estar bien arraigados en el presente, y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro: frecuentar el pasado, para aprender de la historia y para sanar las heridas que a veces nos condicionan; frecuentar el futuro, para alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas». La instrucción y la educación como motores de la paz Asimismo, el Santo Padre señala que, el segundo camino hacia la paz es la instrucción y la educación. «Estas constituyen los principales vectores de un desarrollo humano integral: hacen a la persona más libre y responsable, y son indispensables para la defensa y la promoción de la paz. En otras palabras, la instrucción y la educación son las bases de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso». Por tanto, es oportuno y urgente que cuantos tienen responsabilidades de gobierno elaboren políticas económicas que prevean un cambio en la relación entre las inversiones públicas destinadas a la educación y los fondos reservados a los armamentos. Por otra parte, afirma el Papa Francisco la búsqueda de un proceso real de desarme internacional no puede sino causar grandes beneficios al desarrollo de pueblos y naciones, liberando recursos financieros que se empleen de manera más apropiada para la salud, la escuela, las infraestructuras y el cuidado del territorio, entre otros. Invertir en la instrucción y en la educación de las jóvenes generaciones es el camino principal que las conduce, por medio de una preparación específica, a ocupar de manera provechosa un lugar adecuado en el mundo del trabajo. Promover y asegurar el trabajo construye la paz El tercer camino indicado por el Santo Padre es promover y asegurar el trabajo. Ya que el trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien. En esta perspectiva marcadamente social, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso. Pero, la situación del mundo del trabajo, que ya estaba afrontando múltiples desafíos, se ha visto agravada por la pandemia de Covid-19. Millones de actividades económicas y productivas han quebrado; los trabajadores precarios son cada vez más vulnerables; muchos de aquellos que desarrollan servicios esenciales permanecen aún más ocultos a la conciencia pública y política; la instrucción a distancia ha provocado en muchos casos una regresión en el aprendizaje y en los programas educativos. El trabajo, en efecto, es la base sobre la cual se construyen en toda comunidad la justicia y la solidaridad. Por eso, «no debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal». Es más urgente que nunca que se promuevan en todo el mundo condiciones laborales decentes y dignas, orientadas al bien común y al cuidado de la creación. Es necesario asegurar y sostener la libertad de las iniciativas empresariales y, al mismo tiempo, impulsar una responsabilidad social renovada, para que el beneficio no sea el único principio rector. Avancemos con valentía y creatividad por estos tres caminos Finalmente, el Papa Francisco invita a unir los esfuerzos para salir de la pandemia, y renueva su gratitud a cuantos se han comprometido y continúan dedicándose con generosidad y responsabilidad a garantizar la instrucción, la seguridad y la tutela de los derechos, para ofrecer la atención médica, para facilitar el encuentro entre familiares y enfermos, para brindar ayuda económica a las personas indigentes o que han perdido el trabajo. «A los gobernantes y a cuantos tienen responsabilidades políticas y sociales, a los pastores y a los animadores de las comunidades eclesiales, como también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, hago un llamamiento para que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo». MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ 2022[icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar AQUÍ[/icon] Fuente: Vatican News

Sáb 18 Dic 2021

Iglesia presenta investigación sobre causas actuales del conflicto armado

Entre los años 2020 y 2021, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), entidad adscrita a la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en articulación con diferentes jurisdicciones eclesiásticas, desarrolló una investigación exploratoria de carácter cualitativo en 15 regiones del país sobre el conflicto armado, a través de un video evidencia los primeros resultados de este trabajo investigativo. El estudio tuvo como propósito central identificar las causas actuales del conflicto armado y aquellas acciones de reconciliación y paz que diferentes comunidades e instituciones, entre ellas, la Iglesia Católica, viene impulsando en estos territorios, de manera especial, tras la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno Nacional y la antigua guerrilla de las FARC. Esta investigación se constituye en la primera fase del proceso de renovación del Acuerdo Nacional de Mínimos para la Reconciliación y la Paz en Colombia, que llevará a cabo la Iglesia en el 2022. El documento, conocido como ‘Mínimos de reconciliación y paz’, fue una estrategia de incidencia política y social de 8 puntos que aportó la institución en el año 2013, como resultado de un proceso de consulta en el que participaron diversos actores de la vida social, económica, política y académica del país con propuestas territoriales, a propósito de las condiciones necesarias para alcanzar la reconciliación y la paz, con bases estructurales y permanentes en la sociedad colombiana. Los resultados generales de la sistematización de esta primera fase de renovación, que permiten evidenciar importantes cambios en el contexto del conflicto armado que vive Colombia actualmente, fueron presentados y validados el pasado 1 de diciembre durante un encuentro nacional en el que la CCN convocó a cerca de 50 personas en la sede de la Conferencia Episcopal en Bogotá, entre ellas, obispos, sacerdotes y agentes pastorales de diferentes jurisdicciones. Durante el espacio también fue dado a conocer, en exclusiva, un video documental con los hallazgos centrales hechos por el equipo de la Secretaría Técnica de la Comisión de Conciliación Nacional, a partir de las narrativas de personas entrevistadas en los 15 territorios: Chocó (Diócesis de Istmina-Tadó), Antioquia (Diócesis de Apartadó), Arauca (Diócesis de Arauca), Tolima (Arquidiócesis de Ibagué y Diócesis de El Espinal), Vichada (Diócesis de Puerto Carreño), Meta (Diócesis de Puerto Gaitán), Putumayo (Diócesis de Mocoa-Sibundoy), Nariño (Diócesis de Ipiales), Santander (Diócesis de Barrancabermeja), Norte de Santander (Diócesis de Ocaña), Cauca (Arquidiócesis de Popayán), Sucre (Diócesis de Sincelejo), Córdoba (Diócesis de Montelíbano) y La Guajira (Diócesis de Riohacha). Conozca los resultados y testimonios centrales del proceso, haciendo clic en el video:

Lun 13 Dic 2021

El arte como constructor de paz y rejuntancia en Caucasia, Antioquia

El arte, la rejuntanza, los anhelos de paz y reconciliación, el trabajo colectivo y la fuerza expresiva de la pintura se tomaron las paredes de una calle principal del barrio el Centenario, en el municipio de Caucasia, Antioquia. En el marco del desarrollo del Programa Somos Comunidad, como parte del plan de acompañamiento psicosocial que realiza el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS-CC), integrantes de la Asociación de Víctimas Constructoras de Paz (ASOVICTPAZ) elaboraron un mural de ensueño en el que, a través de la pintura, plasmaron su futuro soñado como organización, el carácter colectivo de los procesos y acciones que adelantan, el empoderamiento de las mujeres como agentes de paz, su persistencia en la apuesta por la reconstrucción del tejido social y la resiliencia de su territorio bañado por las aguas el río Cauca. Las actividades que enmarcaron la planeación, creación y entrega del mural de ensueño de ASOVICTPAZ tuvieron lugar entre el pasado 2 y 4 de diciembre, y contaron con el acompañamiento y orientación del SNPS-CC, de FUPAD y de un artista visual. A su vez, estas acciones fueron posibles gracias la participación activa de aproximadamente 15 integrantes de la organización que, finalmente, lograron retratar con pinceles y colores la forma en que conciben la incidencia de su organización sobre sus territorios y comunidades en su apuesta por la construcción de paz. Es preciso recordar que Somos Comunidad es una iniciativa de USAID coordinada por FUPAD e implementada a nivel territorial por seis socios, entre los que se encuentra el SNPS-CC. El objetivo de este proyecto, en su fase piloto, es aportar al fortalecimiento de capacidades de 20 organizaciones de la sociedad civil en municipios priorizados para el posconflicto PDET. Esto con el propósito de mejorar las condiciones de seguridad ciudadana y la capacidad de resiliencia de las comunidades ante el crimen y la violencia. En este sentido, la estrategia de intervención del SNPS-CC busca adelantar un proceso de acompañamiento que pueda contribuir al mejoramiento de la cohesión social y de los sistemas de seguridad de las poblaciones a partir del fortalecimiento de las organizaciones sociales desde cuatro componentes: Participación e Incidencia, Protección Comunitaria, Psicosocial y Comunicaciones. Leer más [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] Fuente: Of. comunicaciones SNPS

Vie 3 Dic 2021

CCN brindó el taller: ‘Comunicaciones para las conflictividades sociales’

Con el propósito de fortalecer la pastoral de comunicaciones de la Iglesia Católica en favor de la reconciliación y la paz en la subregión del Urabá Antioqueño, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), en articulación con la Diócesis de Apartadó, desarrollaron los días 24 y 25 de noviembre, en el municipio de Necoclí, el ‘Taller de comunicaciones para las conflictividades sociales’ La actividad de encuentro y formación, que contó con la participación activa de cerca de 30 agentes de pastoral de diferentes parroquias de la jurisdicción, brindó espacios de reflexión y formación en conceptos y herramientas de comunicación, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. Fueron espacios teórico-prácticos, donde los participantes a partir de estudio de casos, tuvieron la oportunidad de plantear estrategias de comunicación.

Jue 18 Nov 2021

Iglesia reunirá expertos para trazar líneas de acción en procura de la reconciliación y la paz

Este viernes 19 de noviembre la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), reunirá expertos y representantes de diferentes sectores para realizar análisis de contexto en medio de la compleja crisis humanitaria, social y política que viven actualmente diferentes regiones del país y definir estrategias que le permitan a la institución establecer líneas de trabajo concretas en términos de reconciliación, construcción de paz y ambientación de escenarios de diálogo para la superación del conflicto armado. El evento que se llevará a cabo en la sede del episcopado y contará con dos momentos: el primero un foro denominado ‘Acciones para la construcción colectiva de paz’ iniciará a las 8:30 a.m., será instalado por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC. A este espacio han sido invitados: Darío Indalecio Restrepo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional y editor del libro “Cambio de rumbo”; Carlos Ruiz Massieu, Jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia y el politólogo Andrés Molano Rojas, profesor de la Universidad del Rosario. Seguido del foro se realizará el conversatorio titulado: “¿Cómo caminar juntos en medio de la crisis social, política y humanitaria?”, moderado por el padre Darío Echeverri González, secretario general de la Comisión de Conciliación y delegado del Vaticano para facilitar acercamientos entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del ELN. En la segunda parte de la jornada, los miembros que conforman actualmente este organismo civil y consultivo de la Iglesia CCN (entre ellos, el exembajador Juan Mayr, las profesoras Consuelo Corredor y Socorro Ramírez, los Dr. Ernesto Borda y Gustavo Mutis, y el Gral. (R) Juan Salcedo Lora) se reunirán con la junta directiva de la Conferencia Episcopal para analizar, identificar y replantear la prospectiva institucional, así como líneas de acción concretas, que le permitan dar respuesta a los nuevos desafíos que vive el país en términos de conflicto, priorizando la protección de la vida y la dignidad humana. Al espacio han sido invitadas también otras personalidades como: * Juan Camilo Restrepo, exministro de Hacienda * Gral. (R) Eduardo Herrera Berbel * Carlos Alfonso Negret, exdefensor del pueblo * Richard Moreno, procurador delegado de asuntos étnicos * Noemí Sanín, exministra * Luis Fernando Múnera, decano de ciencia política de la Universidad Javeriana * Alejo Vargas, profesor de la Universidad Nacional * Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol * Juan Lozano, columnista del diario El Tiempo * Eduardo Pizarro Leongómez, cronista del conflicto en Colombia * María Jimena Duzán, periodista La Comisión de Conciliación Nacional (CCN) fue convocada y fundada en 1995 por el entonces Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, con el propósito de buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano, ser una instancia para acompañar los esfuerzos de paz del país y establecer escenarios de confianza para el encuentro con diversos actores claves para la paz.