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Lectio Dominical

Jue 12 Jul 2018

La Palabra nos da tres claves: elección, envío y misión

Primera lectura: Am 7,12-15 Salmo Sal 85(84),9ab+10.11-12.13-14 (R. cf. 9b) Segunda lectura: Ef 1,3-14 (forma larga) o Ef 1, 3-10 (forma breve) Evangelio: Mc 6,7-13 Las ideas temáticas de esta dominica las podemos sintetizar en tres palabras: La elección El envió La misión. En este decimoquinto domingo del Tiempo Ordinario el punto de encuentro de las lecturas que hemos elegido para la lectura orante de la Palabra es la acción misionera. El Evangelio habla de la misión que Jesús da a los Doce: "Comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos". El profeta Amós, en la primera lectura, subraya que profetiza, no por voluntad o iniciativa personal, sino "porque el Señor le agarró y le hizo dejar el rebaño diciendo: ´Ve a profetizar a mi pueblo Israel´". El himno cristológico de la carta a los Efesios (segunda lectura), canta los frutos de la misión en la conciencia de los cristianos: la bendición de Dios Padre, la elección en Cristo, la adopción filial, la redención y el perdón de los pecados, la revelación de los designios de Dios sobre la historia, el bautismo en el Espíritu Santo. Es importante anotar que a partir de hoy, y durante siete domingos, seguiremos, como segunda lectura, la carta de Pablo a los Efesios, una alegre visión global de la Historia de la Salvación, como una gran bendición de Dios, a la que corresponde que nosotros también le dediquemos unos espacios de meditación y oración. En el Evangelio también damos inicio a una nueva etapa en la misión de Jesús. Los domingos 15 y 16 leemos el envió de los doce a predicar y curar por los diversos pueblos y también su vuelta, al parecer, con bastante éxito. Hasta ahora Jesús había predicado él solo, aunque con la presencia de los apóstoles. Ahora son ellos los que son enviados a colaborar con él. Que estás dos anotaciones nos ayuden a darle unidad a las celebraciones de estos dos domingos que nos propone la liturgia de la Iglesia.

Jue 12 Jul 2018

Dios anuncia la paz y nos habla de un futuro

Para que ese futuro sea posible envía mensajeros, profetas, anunciadores y misioneros para que comuniquen la Buena Noticia y nos hablen de un mensaje de reconciliación y de paz. Ese es el futuro que Dios quiere, sin embargo, sus enviados muchas veces se enfrentan con el rechazo, la imcomprensión, incluso con la persecución. Recuerda que este anuncio no lo hacemos por gusto propio, sino por convicción y fidelidad a Jesús. Tareas: Hagamos un momento de oración por todos los evangelizadores que conocemos en nuestra Iglesia. Te invito para que formes parte de un grupo parroquial y si el Señor te ha llamado, responde y hazte sacerdote, consagrado o consagrada. Toma tu Biblia, ábrela en el Salmo 85 y ora con él...

Vie 6 Jul 2018

El Señor Jesús viene y nos dice: Te basta mi gracia

Usted y yo, muchas veces hemos experimentado la desesperanza, la desilusión y la tristeza frente a ciertas realidades. Este sentimiento lo sentimos especialmente cuando nos encontramos con personas testarudas, con hijos rebeldes o cuando en nuestros trabajos nos encontramos con situaciones que bloquean. En estas circunstancias aparece la debilidad humana y nos hace perder la paz y el sentido de la vida. El Señor Jesús viene y nos dice: Te basta mi gracia. Es en esa debilidad que se realiza la fuerza de Dios. Volvamos a sentir esa esperanza de nuestra vida como un don, un valor al servicio de Jesús. Tareas: Frente a las desesperanzas repitamos la frase bíblica: Te basta mi gracia. Toma un crucifijo, contémplalo unos minutos y repite mentalmente la frase: En la debilidadse manifiestala fuerza de Dios. Haz un momentode oración dando gracias a Dios portu debilidad y pidiendo el don de aceptar a los demás tal como son.

Mié 4 Jul 2018

El sacerdote es instrumento en las manos de Dios

Primera lectura: Ez 2,2-5 Salmo Sal 123 (122),1-2a.2bcd.3-4(R. 2d) Segunda lectura: 2Co 12,7b-10 Evangelio: Mc 6,1-6 Introducción La Palabra de Dios, dentro de toda su riqueza, para este XIV tiempo ordinario, nos proponen tres temas para meditar: La identidad de Jesús La identidad del profeta y el Apóstol La identidad de la comunidad ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La gente no sabe quién es Jesús y se sorprende de su sabiduría divina que contrasta con su origen humano y sencillo. El profeta Ezequiel, es rechazado por el mensaje que viene de Dios; y el Apóstol San Pablo, conforma su vocación desde la debilidad y contradicción de su carne. El pueblo no escucha la Palabra de Dios; el Pueblo no acepta a sus profetas; sino que buscan justificaciones para no seguir la Palabra de Dios. Se hará una aproximación a la vocación del profeta Ezequiel y del Apóstol San Pablo desde la óptica de Jesús.

Vie 29 Jun 2018

La inmortalidad es la resurección

Fuimos creados para la inmortalidad, que es muy distinto a otras realidades que nos plantean como la reencarnación. La inmortalidad es la resurrección, volver a la Casa del Padre. Esto significa vivir con Dios eternamente, disfrutar de una vida plena. Una vida plena que se ve amenazada en este mundo por la enfermedad, por la muerte, por las situaciones límite s que nos colocan en situación de tristeza, desahogo y de perder la paz. Y no sólo pierde la paz la persona que vive la enfermedad, sino toda la familia y el entorno. Esas situaciones nos quitan la felicidad y la paz que el Señor quiere para nosotros, por eso es necesario reafirmar y volver a colocar la mirada en esa promesa del Señor: fuimos creados para la inmortalidad, para la resurrección. Tareas para esta semana: Muchas personas sufren de enfermedad y de enfermedades graves como el cáncer u otras que postran en la cama. Hagamos un momento de oración por las personas que atraviesan alguna enfermedad. Hagamos una obra de misericordia: visitemos a una persona enferma para compartir la fe y aprender de ellos. Muchas veces son ellos los que nos enseñan a vivir la fe y la donación al Señor.

Jue 28 Jun 2018

El Señor escucha los sufrimientos y preocupaciones de la gente

Primera lectura: Sb 1,13-15;2,23-24 Salmo Sal 30 (29),3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a) Segunda lectura: 2Co 8,7.9.13-15 Evangelio: Mc 5, 21- 43 (forma larga) ó Mc 21-24.35b-43 (forma breve). Introducción La Palabra de Dios para este XIII Domingo del tiempo ordinario nos sugiere considerar estos tres temas. La resurrección de la hija de Jairo. La curación de la mujer hemorroísa. La generosidad en la colecta que sostiene a la comunidad ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Reflexionemos sobre la resurrección de la hija de Jairo; aproximándonos al camino de la Palabra desde la visión de los personajes que actúan en este episodio bíblico: Jesús, Jairo (jefe de la sinagoga), la hija enferma, los apóstoles, especialmente los tres: Pedro, Santiago y Juan, y la gente. Las actitudes de nuestro Señor Jesucristo son: escuchar los sufrimientos y preocupaciones de la gente; caminar, con quienes padecen las preocupaciones y sufrimientos de la gente; sanar las heridas y curar las enfermedades, convirtiendo la tristeza en gozo (sal 29) y transformando la muerte en vida (Sab 1, 13-15). Jesús, como en muchos episodios bíblicos, se hace el compañero de camino, está atento a las necesidades de las personas, fortalece la fe, inflama el corazón, llena de esperanza y sana a pesar de las contrariedades que se presentan en el camino de la vida. Observemos la actitud de Jairo, jefe de la sinagoga, que se postra a los pies de Jesús. Se podría relacionar este gesto de inclinación con el de la mujer que con su cabellera se postra ante Jesús para ungirle con perfume los pies. Llama la atención que un judío se postre ante el Señor como gesto de adoración y reconocimiento de la divinidad. En la solicitud de Jairo a Jesús, se adicionan tres gestos más de confianza y fe: invitar al Señor a su casa, poner las manos y la seguridad que con su presencia su hija recuperará la salud y será salva. De hecho, la sanación en términos latinos combina las dos significaciones, sanación física y salvación espiritual. Tanto Jairo, jefe de la sinagoga, como la mujer hemorroísa, se llenan de miedo frente a la preocupación de la enfermedad. Buscan, hablan, actúan, piden y confían en el Señor. A partir de esta experiencia de precariedad en la salud, se fortalecen en la fe y la espera en el Señor. Los apóstoles, como la multitud, caminan en medio de las incertidumbres de la vida. Aparecen como actores, que ignoran o desconocen lo que vaya a suceder. Se sorprenden frente a la manifestación del Dios de la vida, que vence la muerte con la Resurrección.

Vie 22 Jun 2018

Anunciar la Salvación es la gran misión del profeta

Primera lectura: Is 49,1-6 Salmo Sal 139(138),1-3.13-14ab.14c-15 (R. 14a) Segunda lectura: Hch 13,22-26 Evangelio: Lc 1,57-66.80 Introducción La liturgia de hoy nos orienta a identificar la misión de San Juan Bautista: será profeta del Altísimo, luz de las naciones, que dispone el camino para recibir la luz verdadera, Cristo. Anunciar la Salvación es la gran misión del profeta. Dios le da la fuerza y la gracia para cumplir la tarea encomendada, Dios no lo desampara “lo forma portentosamente”, y así tendrá la valentía para anunciar y denunciar. El precursor tiene una tarea especial: preparar el recibimiento del Mesías. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Este texto hace parte de los relatos de la infancia de Jesús. El evangelista Lucas quiere transmitir que Juan es un regalo de Dios a su madre y a su pueblo. En Israel el nacimiento de un niño es ocasión de celebración. Dios ha librado a Isabel de la esterilidad y a Zacarías le tiene una misión como profeta, en su inspirado cántico, todo esto en ambiente de alegría. Dios se manifiesta con su misericordia, en situaciones particulares: un hijo inesperado, de padres mayores; el nombre tampoco se esperaba, según la tradición el primogénito debía llamarse como su padre, Zacarías. (Para el mundo semítico el nombre es el resumen de lo que es la persona, su destino y su identidad humana y religiosa). Pero todo cambia, Padre y Madre se ponen de acuerdo para escoger un nombre como inspirado por Dios: Juan, “Dios es propicio”, “El Señor da gracia”. Ahí Zacarías recobra la voz porque ya está en sintonía con el Plan de Dios, ahí también hay un milagro inesperado. De todo esto tan inesperado en el nacimiento de Juan el Bautista, los vecinos se interrogan ¿qué será de este niño? La mano de Dios, llena de bondad y misericordia, se vio desde el nacimiento del precursor. Zacarías, de sacerdote incrédulo, ante tan inesperados acontecimientos también se convierte en profeta, manifestando en su cántico, en primer lugar, una alabanza de las maravillas del Señor: “Él ha visitado y redimido a su pueblo”. Esa acción que está en pasado, se manifestará en plenitud en Jesús, Salvador. Zacarías también canta el lugar que Juan tiene en el plan de Salvación, heraldo que anunciará la llegada del Salvador y preparará su camino, llevando al pueblo al arrepentimiento. Es importante la descripción del Mesías, se le llama: “sol que nace de lo alto”, con dos tareas especiales: iluminar a los que viven en tinieblas y guiar sus pasos por el camino de la paz.

Vie 22 Jun 2018

La vida humana es un llamado de Dios

Así lo percibimos, como un don y una gracia. Sentirnos así, que nuestra existencia es un llamado de Dios nos da paz, nos da un sentido, nos entrega una misión y como lo dicen otras lecturas, el Señor se siente orgulloso de sus siervos. Vivir nuestra vida así, es construir paz. Tareas: Haz un momento de oración agradeciendo a Dios por la vida, teniendo presente tu concepción y el tiempo de gestación. Vivimos en tiempos donde se ataca la vida gestante. Oremos para que las mujeres al quedar en gestación acepten esa vida como un regalo de Dios. Cuando tengamos la oportunidad demos siempre un buen consejo en defensa de la vida. El señor te lo recompensará.