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iglesia colombiana

Jue 4 Jul 2024

Obispos colombianos llaman a la renovación y a la unidad, por la vida y la búsqueda del bien común

Los obispos exhortan a los colombianos a renovar la mente para construir una nación unida, reconciliada y en paz, “superando la lógica del individualismo y la búsqueda egoísta de bienes particulares”. Afirman que Colombia no se puede acostumbrar a la violencia, al debilitamiento de la institución familiar y de la obra educativa; tampoco “a la polarización política e ideológica que hunde en incertidumbre al país”. Además, ratifican su disposición para ayudar a fortalecer vínculos entre distintos actores; así como su compromiso con la búsqueda de caminos que conduzcan al desarrollo integral.El mensaje de los obispos se produce en el contexto de su CXVII Asamblea Plenaria, encuentro que desarrollan en Bogotá desde el pasado 1 de julio. Tras realizar diversos discernimientos sobre la realidad social del país, los obispos ponen de manifiesto su preocupación por la intensificación de la corrupción, el narcotráfico y la violencia que en diversas regiones, entre ellas, el suroccidente, amenaza la vida, la equidad y la justicia. También, por la exposición de niños y jóvenes a los peligros de “crecer sin orientación moral, tristes y sin esperanza”.“Si bien es cierto que estamos en una sociedad pluralista, también se ha de considerar que la defensa a ultranza de posiciones que no aceptan la confrontación, ajenas a un proyecto común de país, en nada ayuda a la consecución de la paz”, expresan los obispos a propósito de la polarización.A partir de estas preocupaciones, como pastores, e inspirados en la Carta de San Pablo a los Romanos, hacen una llamado a los colombianos por la esperanza de la renovación, “de forma que puedan distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto" (12, 1-2).Ante la violencia y la corrupción, ““lo bueno, lo agradable y lo perfecto” consiste en reconocer la infinita dignidad de cada persona y el cuidado que le es debido; en proteger las instituciones legalmente constituidas que son la base de nuestra democracia; en hacer respetar nuestra casa común, tan rica de bienes materiales, ambientales, culturales y saberes ancestrales”.Ante el debilitamiento de la institución familiar y de la obra educativa, ““lo bueno, lo agradable y lo perfecto” es apoyar a las familias en su crecimiento espiritual, emocional y social, así como asegurar un modelo educativo capaz de promover los valores de la responsabilidad, el amor, la verdad, la solidaridad, la justicia y la equidad”.Ante la división, ““lo bueno, lo agradable y lo perfecto” es reconocer con humildad la diversidad de pensamientos y visiones, y la rica posibilidad que ofrece el diálogo sincero y profundo. A pesar de las diferencias es posible estrechar lazos de amistad social, generar una auténtica cultura del encuentro, mirar más allá de intereses particulares o grupales y entrever el mayor bien para todos, confiando, además, en que los liderazgos en favor del bien común son posibles”.Finalmente, los obispos reafirman su disposición a la escucha y al diálogo; así como su compromiso por aportar a la búsqueda del bien común.“Seguiremos, con la fuerza de la fe, ofreciendo misericordia y proponiendo la buena noticia de Jesucristo, seguros de que en Él ninguna esperanza queda defraudada. Convencidos de que toda persona es un potencial de esperanza, invitamos a cada compatriota para que contribuya, con sus dones, en la construcción de un mejor país”.Los prelados concluyen el mensaje recordando que el cierre de su CVXII Asamblea Plenaria coincide con el inicio del XIII Congreso Nacional Misionero, encuentro que se desarrollará del 5 al 7 de julio en la Pontificia Universidad Javeriana. “Evento en el que recordamos a tantos hombres y mujeres que en nuestra tierra han entregado sus vidas por la causa del Evangelio. Renovaremos nuestro compromiso de contribuir al bien de Colombia siendo testigos de la fe y pregoneros de la gracia del buen Dios por todos los rincones de nuestro territorio y más allá de nuestras fronteras”.En 'Así Va la Asamblea' ea a continuación la lectura del mensaje por parte del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta. Además, entérese de otros detalles de la última jornada de la CXVII Asamblea Plenaria:

Mié 3 Jul 2024

Obispos colombianos conformaron sus comisiones episcopales para el trienio 2024-2027

Este miércoles, 3 de julio, se desarrolló la tercera jornada de la CXVI Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano. Animados por la nueva Comunidad de Presidencia, los obispos continuaron con la toma de decisiones: definieron cómo quedarán conformadas las comisiones episcopales y quiénes serán los directores del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano.La jornada inició con la celebración de la Eucaristía, presidida por el nuevo vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, y concelebrada por monseñor Francisco Javier Múnera Correa (presidente) y monseñor Germán Medina Acosta (secretario general). Durante la homilía, el arzobispo de Tunja, recordó a sus hermanos en el episcopado la importancia de fortalecer la comunión eclesial. Expresó que no hay discipulado sin comunión y que la Iglesia atrae cuando vive en comunión. Recordó que, además de lugares eclesiales como las parroquias y movimientos apostólicos, las conferencias episcopales también son instancias en las que se debe vivir esa comunión.Posteriormente se llevó a cabo la conformación de las comisiones episcopales. Es decir, aquellos organismos de carácter permanente o transitorio, integrados por obispos, encargados de la animación, promoción y desarrollopastoraldesde áreas específicas de interés para la Iglesia. Algunos obispos tendrán continuidad, otros aportarán a la Iglesia desde comisiones diferentes.A partir de esta asamblea ya son 15 las comisiones que tendrá la Conferencia Episcopal de Colombia, pues una de las novedades es la reciente conformación de una nueva comisión permanente, se trata de la Comisión para la Cultura del Cuidado. Se trata de paso hacia adelante que dan los obispos en el camino de la atención y prevención de abusos y violencias en la Iglesia, es decir, en la consolidación del Sistema para la Cultura del Cuidado. De manera especial, este organismo quedó integrado por monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez (Presidente), monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez (obispo de Armenia), monseñor José Mario Bacci Trespalacios, CJM (obispo de Santa Marta) y monseñor Juan Fernando Franco Sánchez (obispo de Caldas).Al respecto, monseñor Nelson Jair Cardona, obispo de San José del Guaviare, expresó: “Desde hace tiempo se viene trabajando en toda la Iglesia por hacer de nuestras comunidades ambientes eclesiales cada vez más seguros. También la Conferencia Episcopal ha venido trabajando en esto y ya se habían conformado un Consejo Nacional de Cultura del Cuidado. Después se creó una oficina y ahora la Conferencia Episcopal ha querido establecer también una Comisión Episcopal para la Cultura del cuidado. ¿De qué se trata? Se trata de trabajar desde muchos ángulos, trabajar con muchas personas, justamente para que cada parroquia, para que cada colegio católico, para que cada diócesis, para que cada instancia de la Iglesia sea considerado como seguro para todos aquellos que se acerca. Que sea un ambiente de acogida, que sea un ambiente de protección para los menores, para los discapacitados, para tantas personas que requieren todo nuestro cuidado y afecto”.Frente a las demás comisiones, los obispos decidieron quiénes serán los encargados de presidirlas. En la nueva emisión de ‘Así va la Asamblea’, el informativo del Episcopado Colombiano, los designados presidentes para las comisiones episcopales de Matrimonio y Familia, Estado Laical y Comunicaciones, dan a conocer detalles de los desafíos y prioridades de trabajo que tendrán.En el marco de esta asamblea también se dio a conocer la ratificación del padre Raúl Ortiz Toro como secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia. El presbítero de la Arquidiócesis de Ibagué venía dirigiendo los departamentos de Doctrina, y Promoción de la Unidad y del Diálogo; ahora apoyará directamente a la nueva Comunidad de Presidencia en su tarea de liderar el episcopado.A propósito de los pastores para los que esta es su primera asamblea episcopal, hablamos con monseñor Juan Manuel Toro Vallejo, recién ordenado obispo de Girardota. Este encuentro le ha permitido experimentar la fraternidad episcopal y conocer más de la realidad y el trabajo que adelantan sus hermanos en las diversas jurisdicciones eclesiásticas.“Ha sido un encuentro donde he podido respirar una fraternidad, una acogida por parte de todos para hacerlo sentir a uno hermano, para hacerlo sentir a uno que ellos caminan con con nosotros, en nuestras dificultades y en nuestras situaciones personales. Es maravilloso también poder hacer una lectura de la realidad de Colombia a través de lo que ellos hablan, de lo que piensan y en las reflexiones que hemos tenido a lo largo de estos días; y también cómo construir juntos una mirada en común sobre la manera como la Iglesia colombiana tiene que dar respuesta a estas necesidades”, expresó el prelado.Este jueves 4 de julio, los obispos clausurarán la agenda de trabajo de esta CXVII Asamblea Plenaria. Al cierre, producto de las reflexiones realizadas estos días, darán a conocer un mensaje final al pueblo colombiano.Vea a continuación le cuarta emisión de 'Así va la Asamblea':Encuentre aquí el listado de las Comisiones Episcopales para el trienio 2021-2024.

Mar 2 Jul 2024

Defensa de la vida, la familia y la educación: prioridades del episcopado colombiano, asumidas por los nuevos directivos

Durante la jornada de este martes, 02 de julio, en la CXVII Asamblea Plenaria, iniciaron las designaciones en cargos de corresponsabilidad por parte del Episcopado Colombiano. Los obispos eligieron a sus nuevos directivos para los próximos tres años (2024-2027). Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja, y monseñor Germán Medina Acosta, recién nombrado obispo de la Diócesis de Engativá, fueron designados para tal misión en calidad de presidente, vicepresidente y secretario general, respectivamente.Previo a la fase de elecciones, en plenaria, los obispos socializaron sus reflexiones del análisis de la realidad nacional realizado el día anterior, por regiones. La síntesis definió que temas como la defensa de la vida, la familia y la educación, serán líneas prioritarias para la acción de los pastores en Colombia, a la luz del Evangelio y con voz profética.En la jornada de la mañana, la anterior Comunidad de Presidencia, liderada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio y por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, presentó a la asamblea el informe de gestión con los principales retos, hechos y logros alcanzados entre el 2021 y lo corrido del 2024.Dicho informe dio cuenta de tres dimensiones desde la cuales esa presidencia buscó fortalecer el trabajo y la incidencia de la Iglesia colombiana para responder a los desafíos eclesiales y sociales del país, denominadas “Opciones para caminar juntos”: 1. Iglesia que vive la comunión y la participación. 2. Iglesia de discípulos misioneros. 3 Iglesia misericordiosa. Tras conocer su designación, los nuevos directivos expresaron gratitud a sus hermanos obispos la confianza depositada en ellos para acompañar y servir a la Iglesia, a cada una de las jurisdicciones de este país y a todo el pueblo de Dios, desde el servicio de liderazgo que presta la Comunidad de Presidencia a la Conferencia Episcopal. Frente al contexto del país, insistieron en la necesidad de aportar al fortalecimiento de la institucionalidad, así como en buscar caminos de reconciliación, paz y unidad.“Es un servicio, es una misión y la asumimos confiados totalmente en la Providencia del Señor y también contando con el apoyo, la colaboración, la solidaridad de todo el pueblo de Dios, especialmente de nuestros hermanos obispos”, afirmó el presidente electo, monseñor Francisco Múnera.Por su parte, monseñor Gabriel Ángel, ratificó que el análisis de la realidad del país hecho por el episcopado durante esta asamblea da cuenta de la fuerte incertidumbre que vive el país ante signos como los de la polarización y la violencia, pero también, de las potencialidades a partir de las cuales se puede avanzar hacia un país con mayores garantías y posibilidades de desarrollo integral.“Hay muchos signos de esperanza, mucha gente trabajadora. Creemos que en lo que debemos enfocar nuestro trabajo, especialmente de apoyo desde el Evangelio, es el respeto por la vida, la vida que es un don de Dios, la vida que es sagrada; por la familia, si tenemos familias sanas, tendremos una sociedad sana; y la educación. Los padres de familia tienen el derecho de elegir la educación más conveniente para sus hijos”, expresó el arzobispo de Tunja.El secretario general electo, monseñor Germán Medina Acosta, enfatizó en la esperanza que debe sembrar la Iglesia en el país. Además, ratificó el compromiso de la nueva presidencia de ofrendar su vida al servicio de la propuesta del Evangelio, especialmente por quienes más sufren en las regiones.“Queremos vencer la indiferencia y comprometernos desde las regiones, desde las diócesis, desde las distintas jurisdicciones eclesiásticas, a dar esa respuesta desde la perspectiva del Evangelio. Nuestra opción es la vida, como ya se ha dicho, nuestra opción es la no violencia, nuestra opción es tejer la comunión, la fraternidad entre todos nosotros”.Finalmente el nuevo presidente del episcopado colombiano, envió un contundente mensaje a los diferentes actores gubernamentales y líderes del país:“Queremos hacerle al país y en modo especial a todos los que tienen la responsabilidad de guiar los destinos de la patria, un llamado a trabajar mancomunadamente por la unión del país, construir un proyecto de nación que tanto bien nos hace, tanta necesidad tenemos de él; que fortalezcamos la institucionalidad y nuestra democracia, que seamos capaces de resolver nuestros conflictos a través de las vías del diálogo, de los consensos, de la conciliación y que, ante todo, conjuntamente, erradiquemos dos grandes males que afligen la patria: la violencia y la corrupción. Y con esos, en esas dos tareas, podemos empeñarnos todos para construir un país más equitativo, más solidario, más fraterno”, concluyó el arzobispo de Cartagena.Vea a continuación todos los detalles en la tercera emisión del informativo del episcopado colombiano, en el marco de la CVXII Asamblea Plenaria:

Lun 1 Jul 2024

Espiritualidad, comunión y análisis regional: protagonistas en el primer día de la CXVII Asamblea de los Obispos Colombianos

Este lunes, 1 de julio, se desarrolló la primera jornada de la CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano en Bogotá. Un inicio lleno de espiritualidad, comunión y trabajo por grupos, con énfasis en el análisis del contexto del país, desde la realidad de las regiones que acompañan.La apertura se dio con la celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos. Durante la homilía, el prelado recordó el protagonismo del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y la necesidad de invocar su presencia para discernir, conducir y proyectar, en unidad, las decisiones que se tomarán durante esta asamblea electiva, que deben tener, según indicó, un sentido especial de servicio a la Iglesia y al país.Posteriormente, la instalación del encuentro la protagonizó el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, a sus hermanos. En él evocó, particularmente, cuatro bienaventuranzas, a manera de motivación para que, como pastores, sepan responder a los desafíos eclesiales y sociales del país: “Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”, “Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”, “Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio” y “Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”.Serán más de 40 los encargos de liderazgo que realizarán los obispos durante esta Asamblea 117. Entendiendo la importancia del momento y la necesidad de hacerlo a la luz del Evangelio, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, dirigió una iluminación sobre los fundamentos espirituales de lo que significa discernir y elegir a sus hermanos obispos en cargos de responsabilidad. El purpurado lo hizo evocando algunos capítulos del Evangelio según San Marcos (Mc 3, 13-19) y del Libro de los Hechos de Los Apóstoles (Hch 1, 12-17, 21-26; Hch 6, 1-6).El cardenal Salazar también conectó este episodio electivo con las tres dimensiones que conforman la sinodalidad propuesta por el papa Francisco a la Iglesia: comunión, participación y misión. Recordó que, como pastores, deben ponerse al servicio del infinito amor de Dios por el pueblo; discernir los signos de los tiempos y tener presente que la Iglesia es testigo e instrumento de la salvación. Esto introdujo a los obispos en un momento especial de meditación personal y adoración en presencia del Santísimo Sacramento.El trabajo adelantado por el episcopado colombiano en la tarde de esta primera jornada se centró en el análisis de la realidad social del país por regiones; los aspectos allí abordaros también servirán de base para las decisiones que tomarán esta semana. Para ello, se dividieron en siete regiones, cada una conformada por dos provincias eclesiásticas: Bogotá-Tunja, Ibagué-Manizales, Florencia-Villavicencio, Bucaramanga-Nueva Pamplona, Medellín-Santa Fe de Antioquia, Cali-Popayán y Cartagena-Barranquilla.Tres preguntas guiaron dicho espacio: ¿Cuál es el problema social más arraigado en la región? ¿Cuáles son las características del país que desean ayudar a construir? ¿Cuáles son las principales líneas de acción para enfrentar el problema social identificado? Los encargados de moderar las reflexiones fueron los arzobispos. En el informativo ‘Así Va La Asamblea’, tres de ellos, comparten algunas de estas ideas: monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobispo de Manizales, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja.También en esta emisión tres de los obispos nombrados en los últimos meses por el papa Francisco, entregaron su testimonio de lo que ha significado para ellos ser parte de esta primera asamblea: monseñor Alejandro Díaz García, obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez, obispo electo de El Banco y monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco, obispo auxiliar electo de Barranquilla. Conozca los testimonios a continuación:

Lun 1 Jul 2024

Austeridad, entrega en la misión, servicio y valentía: motivaciones del Cardenal Rueda a los obispos, a la luz de las bienaventuranzas

Este lunes, 1 de julio, inició la CXIII Asamblea Plenaria de los obispos colombianos. Durante la instalación del encuentro, que tendrá carácter electivo, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, animó a los prelados a vivir la austeridad, entregarse en la misión, donarse en el servicio a sus comunidades, y afrontar las dificultades y fragilidades desde la verdad, con valentía y el anuncio del perdón.El Primado de Colombia inició su discurso inaugural haciendo alusión a Lucas 6, 20-23, donde Jesús pronuncia las bienaventuranzas a sus discípulos tras haberlos elegido en el ministerio apostólico. Les recordó a los obispos que esta primera enseñanza también se traslada a su misión como sucesores de los doce apóstoles, por lo que es fundamental hacer una relectura de ella, especialmente en este año de la oración, que prepara a la Iglesia Universal para el Jubileo de la Esperanza 2025.El Cardenal Luis José Rueda afirmó que, frente a los retos a los que está expuesta la esperanza, es normal que surja la tentación de la desconfianza, pero que el cristiano, y aún más, el obispo, puede afrontar las situaciones más adversas, con su confianza puesta en el misterio de la cruz y de la resurección del Señor. Animando y reconfortando a sus hermanos, compartió así su reflexión sobre las bienaventuranzas:“Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”. Enfatizó en la importancia de la vida austera, se refirió a ello como “un mensaje poderoso y un gran aporte para la paz en Colombia”; un ejemplo de lucha contra la corrupción y la codicia que tanto daño causa.“Felices los obispos que aprendiendo de Jesús viven el espíritu de la pobreza y el desapego, son servidores humildes que no viven de la imagen, sino que, en la propia conciencia saben con sinceridad quienes son, y ponen su corazón en el verdadero tesoro que es Cristo crucificado y resucitado, vivo y cercano cada día”.“Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”. Recordó a los obispos el llamado que se les ha hecho a entregarlo todo por la misión evangelizadora. De esta forma, los convocó a estar dispuestos a trabajar en conjunto con las diversas vocaciones dentro de la Iglesia colombiana, y así, caminar hacia la verdadera sinodalidad.“Felices los obispos que son agradecidos con el pequeño paso que se pudo dar, que saben mantener la serenidad, aunque el lobo esté al acecho, que no pierden la esperanza, aunque al revisar las duras labores por la evangelización, pareciera que la cizaña estuviera ahogando el trigo, son obispos que confían en la acción del Espíritu Santo, y son capaces de ponerse en silencio y de rodillas para agradecer ante el sagrario, después de una jornada de aparentes fracasos”.“Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio”. Los invitó a reconocerse vulnerables y frágiles, y que, a su vez, se descubran reconfortados y consolados por el amor de Dios Padre. Además, a ser servidores de la esperanza en sus comunidades, sabiendo leer e interpretar los signos de los tiempos.“Son obispos con capacidad para consolar al que está afligido, son hermanos que prefieren llorar que sucumbir, son aquellos que no se dejan deslumbrar por las estadísticas, son capaces de conmoverse ante el sufrimiento de las personas y de la ciudad, y lloran por amor, uniéndose a las lágrimas de Jesús por Jerusalén”.“Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”. Con esta bienaventuranza finalizó el Cardenal Rueda Aparicio animando a sus hermanos en el ministerio apostólico, a tomar la cruz de la misión y a avanzar con valentía dejándose acompañar. Mencionó que, de esta forma, pueden escuchar la voz del Espíritu Santo, por ejemplo, en medio del sonido ensordecedor de las noticias falsas.“Son Obispos que tienen en su conciencia el signo de María, serena y fiel junto a la cruz de su Hijo, que mantienen la paz ante la injuria y la difamación. Son obispos convencidos de que nada los podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (…) Son hombres que han recibido en su vida personal el perdón y logran anunciarlo con sus actitudes y palabras en medio del Pueblo Fiel de Dios, llevan el bálsamo de la misericordia como una gracia desbordante, saben que a pesar de las presiones externas y las fragilidades internas, nadie los podrá separar del amor de Cristo, ni la angustia, ni la persecución, ni la desnudez, ni los peligros, ni la guerra (Cfr Rm 8, 31 - 39).En su discruso, el Arzobispo de Bogotá manifestó gratitud por el apoyo y la confianza depositada durante los tres años que ejerció como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; también lo hizo en nombre de sus hermanos en la dirección, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (arzobispo de Popayán y vicepresidente) y monseñor Luis Manuel Alí Herrera (obispo auxiliar de Bogotá y secretario general). Además, extendió su agradecimiento al padre Jorge Bustamante Mora (actual secretario general encargado) y a cada uno de los "hermanos y hermanas del Secretariado Permanente del Episcopado de Colombia (SPEC)", por su servicio. Al tiempo, manifestó su disposición para seguir apoyando a quienes en esta CXVII Asamblea Plenaria resulten elegidos en estos roles."Es hermoso ver que somos discípulos misioneros itinerantes, es bello dar un signo de libertad a la Iglesia de Colombia y a la sociedad de nuestro país, un signo de libertad ante la tentación de sentirse indispensables, porque estamos convencidos de que el Espíritu Santo elige, capacita y acompaña siempre nuevas expresiones de liderazgo sinodal, al servicio de su Pueblo Santo", concluyó el Cardenal Luis José.

Vie 28 Jun 2024

Obispos colombianos vivirán una nueva asamblea electiva del 1 al 5 de julio: piden a los fieles orar por este momento

Desde el próximo lunes 1 hasta el viernes 5 de julio, los obispos colombianos se reunirán en Bogotá para desarrollar su CXVII Asamblea Plenaria. En esta oportunidad, el encuentro tendrá como propósito central elegir a quienes liderarán el trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante el trienio 2024 – 2027.Durante esta asamblea los prelados decidirán quiénes serán los encargados de desempeñar durante este período los roles de presidente, vicepresidente y secretario general; determinarán cómo quedarán conformadas las comisiones episcopales y quiénes las presidirán. Además, designarán a aquellos sacerdotes, religiosas y laicos que, desde las diversas áreas del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), conducirán estratégica y operativamente la materialización de la misión de la Iglesia colombiana, a partir de las líneas propuestas por la CEC.Setenta y ocho pastores activos, incluyendo a los administradores diocesanos de Duitama, Vélez y Santa Rosa de Osos y al Provicario Apostólico de Guapi; así como doce obispos eméritos, han confirmado su participación en este encuentro. En él también se abordarán diversos temas de la actualidad eclesial y social, para definir criterios que le permitan a la Iglesia seguir respondiendo a los desafíos del país, a la luz del Evangelio, teniendo como prioridad el bien común y partiendo de las realidades concretas que se presentan en los territorios que acompañan los obispos.Fieles, ¡A orar por las elecciones en la Conferencia Episcopal de Colombia!Entendiendo que este acontecimiento es tan importante para el episcopado, como para los demás miembros de la Iglesia que peregrina en Colombia, la actual Comunidad de Presidencia, integrada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio (presidente), por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (vicepresidente) y por el padre Jorge Enrique Bustamante Mora (secretario general encargado), proponen al Pueblo de Dios intensificar durante los próximos días su oración, teniendo presente esta intención.“La oración nos introduce en una intimidad particular con Dios, en una sociedad con Él, la oración tiene poder, por eso quiero extenderles esta invitación para una campaña de oración por la próxima asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia (…) La Conferencia Episcopal dinamiza todas las tareas y nos unifica en propósito al servicio del país, los invitamos para que oren intensamente, de modo que cada elección, esté dentro del marco de los propósitos de Dios; las personas que resulten elegidas, deben servir a partir del querer de Dios, contamos con su oración”, expresó monseñor Omar Alberto, arzobispo de Popayán, en representación de sus hermanos en el episcopado.El cierre de esta asamblea plenaria coincidirá con el XIII Congreso Nacional Misionero, a través del cual la Iglesia colombiana conmemorará 100 años de haberse celebrado el primero de estos encuentros. El congreso significó un despertar misionero histórico en el país y sirvió de inspiración para otras Iglesias del continente. Ahora, al celebrar su centenario, servirá para renovar las fuerzas de la tarea evangelizadora. Los obispos participarán en este congreso centenario que se estará desarrollando desde el viernes 5 hasta el domingo 7 de julio en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.Vea a continuación la primera emisión de Así Va La Asamblea, el informativo del Episcopado Colombiano, en el contexto del encuentro 117:

Mié 26 Jun 2024

“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18)

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Avanzamos en el desarrollo de nuestro Proceso Evangelizador de la Diócesis de Cúcuta, con el lema “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), que el evangelista Mateo complementa con la respuesta de Jesús a Pedro: “Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 17-18). Siendo esta Palabra de Jesús una verdad fundamental de nuestra fe, sobre la cual se basa la certeza que Jesucristo fundó la Iglesia y eligió a Pedro y a sus sucesores como piedra angular de la misma, “Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt 16, 19). Esto es lo que le da fuerza y solidez a la fe y por eso proclamamos con fervor que nuestra Iglesia es apostólica.En el Apóstol Pedro, columna de la Iglesia, tenemos un testigo de Jesucristo, cuya profesión de fe, es manifestación de su deseo constante de entregar toda su vida a la voluntad de Dios. En la respuesta que dio a Jesús cuando fue interrogado sobre quién era Él para los apóstoles, está contenida toda la misión del Señor a quien seguimos como camino, verdad y vida, cuando cada uno de nosotros hace profesión de fe en Él, pronunciando con Pedro: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), inspirándonos a responder debidamente a la vocación recibida en la vida sacerdotal, religiosa, matrimonial y familiar.Pedro fue elegido por el Señor para la misión de ser el primero entre los apóstoles, él es la piedra sobre la cual se edificó la Iglesia, “sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 18), quien junto con los demás apóstoles y luego con los sucesores garantizan la apostolicidad de la Iglesia, que llega hoy hasta el Papa Francisco, que en este momento es Pedro, para cada uno de los creyentes en Cristo, en comunión con todos los obispos.Próximamente celebramos con toda la Iglesia la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y con esta celebración estamos llamados a renovar nuestra comunión con la Iglesia universal en la persona del Papa Francisco, en quien los católicos tenemos una roca firme de nuestra fe, porque Jesucristo quiso edificar su Iglesia sobre Pedro y sus sucesores. En sus enseñanzas y escritos encontramos magisterio firme, para hacer frente a los oleajes de confusión doctrinal que hoy en día aparecen en muchos ambientes que desorientan a los cristianos.En el Papa, los obispos y los sacerdotes fieles, es decir, en todos aquellos que reconocen la autoridad del Romano Pontífice, siguen su Magisterio y transmiten sus enseñanzas; encontramos al mismo Cristo, Buen Pastor, que guía a sus ovejas a la salvación eterna. Escuchemos su voz, sigamos sus huellas, imitemos su ejemplo de amor, santidad y entrega incondicional para el bien de toda la humanidad y la Iglesia.Los católicos en comunión con Pedro, tenemos la misión de defender y proclamar la fe católica, en obediencia al Papa, dando testimonio de unidad y comunión en los distintos ambientes en los que cada uno se encuentra a nivel familiar, parroquial, laboral y social. Así lo expresa Aparecida cuando dice: “No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas. Afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella ‘nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Católica. La Fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión. Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que podemos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los apóstoles y con el Papa” (Documento de Aparecida 156).Esta verdad viene reforzada con el testimonio de vida de los últimos Papas que hemos tenido, quienes han mantenido la fe, la esperanza, la paz y la comunión, aún en medio de muchos sufrimientos y momentos de cruz en el cumplimiento de su misión apostólica, recibiendo del Espíritu Santo la fortaleza para no temer subirse a la Cruz con Cristo, en las contrariedades de cada día que trae predicar y defender el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, en comunión con toda la Iglesia, con la certeza que el poder del infierno no derrotará a la Iglesia (Cf Mt 16, 18) porque está unida a la roca firme que es Nuestro Señor Jesucristo.Al celebrar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, nos unimos a la jornada del Óbolo de San Pedro y oramos particularmente por las intenciones del Papa Francisco, de modo que en todo momento reciba la gracia del Espíritu Santo, que lo llene de sabiduría para continuar conduciendo a la Iglesia e iluminando todas las realidades del mundo con la luz del Evangelio y trabajando por la comunión y la unidad de toda la Iglesia. Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José nos ayuden a decir con Pedro: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29), para vivir en comunión con Jesucristo y con la Iglesia universal, unidos al Papa Francisco, hoy Pedro, piedra firme de la Iglesia para nosotros.En unión de oraciones,reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Mar 25 Jun 2024

Falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, Prefecto Apostólico Emérito de Leticia

A sus 82 años de edad, falleció monseñor William de Jesús Ruiz Velásquez, quien, entre el 8 de julio de 1997 y el 23 de octubre del 2000, se desempeñó como Prefecto Apostólico de Leticia (Amazonas). El pastor antioqueño fue el segundo en desempeñar este oficio, antes que dicha circunscripción eclesiástica fuera elevada a Vicariato Apostólico por el papa Juan Pablo II.La muerte de monseñor Ruiz Velásquez se produjo en la madrugada de este martes 25 de junio en la ciudad de Medellín, donde vivía desde el año 2016 en una casa familiar.Monseñor William de Jesús nació el 2 de octubre de 1941 en el municipio de Entrerríos (Antioquia). Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Cursó una maestría en Catequesis en la Universidad Católica de París (Francia).Fue ordenado sacerdote para el clero esa misma jurisdicción el 11 de septiembre de 1966, por monseñor Miguel Ángel Builes. Allí desempeñó múltiples oficios pastorales, entre ellos: Vicecanciller de la Curia y Notario del Tribunal Eclesiástico (1969), Promotor Diocesano de la Pastoral Vocacional (1973), Vicario de Pastoral de la Diócesis (1995) y Coordinador de la Pastoral Familiar (1996). En julio de 1997 fue nombrado Prefecto Apostólico de Leticia, misión que desempeñó por tres años.Al regresar a su región natal, entre los años 2001 y 2016 fue párroco en los municipios de Amalfi, Yarumal y Donmatías. Allí apoyó también diferentes procesos de desarrollo municipal e impulsó iniciativas asociadas a la educación, la defensa de la vida y la institucionalidad.Fue colaborador permanente del Consejo de Administración de la Cooperativa Fraternidad Sacerdotal.El padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos, expresó sus condolencias a familiares y amigos del presbítero, e informó que las exequias se celebrarán este miércoles 26 de junio, a las 3:00 p.m., en la Catedral Metropolitana de Medellín.