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iglesia colombiana

Vie 12 Jul 2024

Los retiros espirituales

Por Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Me gusta en ocasiones partir de lo que el Catecismo de la Iglesia católica nos ofrece como orientaciones en la vida de fe.“El Espíritu Santo, cuya unción impregna todo nuestro ser, es el Maestro interior de la oración cristiana. Es el artífice de la tradición viva de la oración. Ciertamente hay tantos caminos en la oración como orantes, pero es el mismo Espíritu el que actúa en todos y con todo. En la comunión en el Espíritu Santo la oración cristiana es oración en la Iglesia” (Catecismo, 2672).Es tradicional que en el mes de julio, en nuestra Arquidiócesis, todo el clero dedique un espacio de su tiempo para realizar los retiros espirituales anuales. Desde ya agradezco a todos los presbíteros que se han dispuesto e inscrito para estas jornadas especiales de espiritualidad, e invito a todas sus comunidades en las parroquias e instituciones, a que se unan espiritualmente a sus párrocos y servidores, orando por ellos, con la seguridad de que ellos en sus casas de retiros, van a orar también por todos. Lo hacemos en las eucaristías que celebramos.Aprovecho esta ocasión de los retiros del clero, para proponer unas ideas en torno de lo que son y deben ser los retiros espirituales en la Iglesia y los frutos que se han de esperar de estos valiosos ejercicios de fe.Lo hago porque se ha vuelto muy común la realización de retiros animados y organizados por distintos grupos y movimientos apostólicos, parroquias, comunidades religiosas, etc. Como Pastor, guía, maestro y liturgo de la diócesis, les comparto, estas líneas que espero les sean útiles.El texto de referencia que he tomado del Catecismo de la Iglesia católica, nos ofrece lo sustantivo de lo que deben ser los retiros, y la forma de hacerlos.La experiencia de los retiros espirituales ha de marcar de una manera concreta la vida de los ejercitantes. Lo primero es que es una experiencia de Dios, de encuentro personal con Él, de dejarse tocar y transformar por Él. Eso significa “la unción que impregna todo el ser”. De hecho, ya por el bautismo y la confirmación, somos templos, morada donde habita Dios. En definitiva, somos seres espirituales, llamados a vivir, como diría San Pablo en la carta a los Gálatas en el capítulo 5º, personas que viven no según la carne sino según el Espíritu.Hay variados métodos y formas de hacer los retiros espirituales, pero en la Iglesia, es necesario dar claridad sobre qué son estos retiros y formas de hacerlos. No se pueden convertir en jornadas de terapia y sanación, ni como lugares para solucionar los múltiples problemas que se puedan tener. Los retiros espirituales deben ser un momento de gracia en donde cada uno sea valiente para poner la mirada primero en Dios, invocando la ayuda del Espíritu Santo, y luego dentro de cada uno.Los retiros no deben quedarse solo en emociones que pasan. Los retiros deben permitir descubrir y discernir lo que Dios está diciendo a cada uno. El discernimiento es don que hay que pedir. “Si lo pedimos confiadamente al Espíritu Santo, y al mismo tiempo nos esforzamos por desarrollarlo con la oración, la lectura y el buen consejo, seguramente podremos crecer en esta capacidad espiritual” (Gaudete et exsultate, 166).Pero los retiros espirituales, para aquellos que se han alejado o enfriado en su relación con Dios, los tienen que llevar a comenzar un camino de cambio profundo, convencidos de que el milagro esperado no viene de un momento a otro, sino que hace parte de un compromiso perseverante.El Papa Francisco, en la exhortación apostólica Gaudete et exsultate sobre el llamado a la santidad en el mundo actual, prende las alarmas sobre los riesgos que pueden darse en la Iglesia respecto de los frutos de los retiros espirituales. Él los presenta como una invitación para los que los animan y acompañan. Por ejemplo, en el número 57 afirma:“Todavía hay cristianos que se empeñan en seguir otro camino: el de la justificación por las propias fuerzas, el de la adoración de la voluntad humana y de la propia capacidad, que se traduce en una autocomplacencia egocéntrica y elitista privada del verdadero amor. Se manifiesta en muchas actitudes aparentemente distintas: la obsesión por la ley, la fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas, la ostentación en el cuidado de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, la vanagloria ligada a la gestión de asuntos prácticos, el embeleso por las dinámicas de autoayuda y de realización autorreferencial. En esto algunos cristianos gastan sus energías y su tiempo, en lugar de dejarse llevar por el Espíritu en el camino del amor, de apasionarse por comunicar la hermosura y la alegría del Evangelio y de buscar a los perdidos en esas inmensas multitudes sedientas de Cristo”.Valoremos los retiros espirituales, con la esperanza de que sean espacios de silencio, de conversión y de comunión con Dios y con la Iglesia.+Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali

Jue 11 Jul 2024

Hacia un diálogo maduro, capaz de gestar consensos

Por Pbro. Rafael Castillo Torres - La Semana por la Paz de este año 2024 tiene como lema “Uniendo voces construimos país”. Es un lema, creado colectivamente, en consenso con muchos, y que nos coloca sobre el horizonte de la palabra como el puente más civilizado para celebrar, entre nosotros, la cultura del encuentro. Será la oportunidad que nos daremos, como nación que anhela la paz integral, para examinarnos a fondo y preguntarnos: ¿Hasta cuándo las relaciones de los colombianos y colombianas han de seguir marcadas por una confrontación de intereses? ¿Hasta cuándo la vida de la nación estará condenada a la fragmentación y signada por los enfrentamientos? ¿Seremos capaces, como pueblo, de fundamentar nuestros vínculos en un diálogo sincero y constructivo? ¿Cuáles son las razones que nos han llevado a olvidar nuestra historia?Esta Semana por la Paz, que pone en el centro nuestra capacidad de dialogar, deberá hacer crecer nuestra conciencia en algo muy concreto: la ausencia de un diálogo sincero y fundamentado en la buena voluntad, nos menoscaba y nos aísla del entorno regional y mundial. En definitiva perjudica, especialmente, a los excluidos, marginados y empobrecidos de nuestra nación.Las jornadas, encuentros culturales, acciones pedagógicas, momentos de oración y celebraciones que tendremos durante todo el mes de septiembre, nos han de ayudar, también, en el reconocimiento de aquellas falencias profundas que tenemos los colombianos. La obstinación de algunos y la persistencia en confrontaciones de intereses sin saber cómo resolverlos, han sido un signo de nuestra debilidad para concertar y conciliar, lo cual refleja no solo la precariedad de nuestras instituciones, sino también la fragilidad de una cultura del encuentro que posibilite un gran acuerdo de nación. Todo ello es un reflejo del escaso aprecio que, como sociedad, otorgamos a la importancia y la dignidad que tiene la acción política como ese ámbito propio para la superación de las diferencias y el afianzamiento de nuestros grandes ideales. Colombia hoy, como nunca antes, está urgida de gestos de grandeza que generen confianza y credibilidad. Queremos que esta Semana por la Paz nos permita descubrir, en cada uno de sus momentos celebrativos, no solo el valor de los conflictos que hemos de transformar creativamente, sino también, el sentirnos abocados a la búsqueda de sus soluciones, como responsables todos, de la paz, de la convivencia y de la reconciliación nacional.Estamos necesitados de generosidad y cooperación, pero también de diálogo y comunicación libre. En una expresión, de aquellos valores que construyen la felicidad social. Nuestro balance será siempre bastante deficitario sino logramos superar la paradoja de una sociedad corrupta que busca elegir gobernantes honestos. Entre nosotros no puede seguir primando la competencia sobre la cooperación, ni el bien individual sobre el bien común, tampoco el “Estado mínimo” sobre el “Estado de bienestar social”.Colombia es una nación en permanente movilización y reclamos de justicia, lo sabemos. Por ello es bueno precisar desde el diálogo, que es el puente más civilizado que acerca todas las orillas que son posibles, que no es en las calles donde solucionaremos nuestros problemas sino a través de un diálogo transparente y constructivo que revisa permanentemente las estrategias de reclamo. Ni la moderación en las demandas, ni la magnanimidad en el ejercicio del poder, son signos de debilidad.A los colombianos, en la búsqueda de la paz, muchos hechos nos han dejado perplejos, pero no estamos desesperados ni desesperanzados. Por ello, siempre será necesario precisar que la firma de un acuerdo para poner fin a un conflicto armado siempre será una condición necesaria, más no suficiente. Ante las mesas de diálogo para la paz con distintos actores, se deben abrir muchas otras mesas locales, municipales y regionales, para hacer las paces territoriales, resolviendo creativamente los conflictos.Vamos a tener presente, en esta Semana por la Paz, que Colombia, en esta hora, no va a crecer por los buenos negocios de su economía, sino por la madurez que tenga su capacidad para dialogar y su habilidad para gestar consensos que se traduzcan en políticas que orienten un proyecto común nación.Nosotros sabemos que Dios es fiel y no abandona a sus hijos. La esperanza en la que creemos los colombianos es aquella que se funda en el amor gratuito de Dios. Justo, desde aquí, creemos que el diálogo, que celebra la cultura del encuentro, es nuestra gran oportunidad.Pbro. Rafael Castillo TorresDirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana

Jue 11 Jul 2024

María, Madre de la Iglesia Evangelizadora

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Durante el mes de julio celebramos con alegría dos advocaciones de la Virgen muy queridas por todos: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Nuestra Señora del Carmen. En nuestra Diócesis de Cúcuta veneramos con fervor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la Kacika de Cúcuta, cuya réplica tenemos en la Basílica Menor. La devoción a la Virgen en todas sus advocaciones nos debe llevar a renovar el compromiso evangelizador en nuestra Iglesia Particular, que nos invita constantemente a hacer la voluntad de Dios desde las palabras que ella pronunció: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra” (Lc 1, 38) y en las bodas de Caná: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5).Hacer lo que el Señor nos dice, es cumplir cada día con la voluntad de Dios a ejemplo de María, tal como lo oramos varias veces al día en el Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo” (Mt 6, 10), en actitud de oración contemplativa, en una vida entera dedicada a la búsqueda de Dios. Así nos lo enseñó el Concilio Vaticano II: “La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de ‘hijos en el Hijo’ nos es dada en la Virgen María quien, por su fe (cf. Lc 1, 45) y obediencia a la voluntad de Dios (cf. Lc 1, 38), así como por su constante meditación de la Palabra de Dios y de las acciones de Jesús (Lc 2, 19.51), es la discípula más perfecta del Señor” (Lumen Gentium 53).María al ser la discípula más perfecta del Señor, también es la gran misionera, se pone en camino para visitar a su prima santa Isabel, en actitud de caridad que va al encuentro de quien la necesita y siempre nos señala a Nuestro Señor Jesucristo, pidiéndonos hacer lo que Él nos diga. En este momento de salida misionera en nuestra Diócesis, tenemos en María un modelo para ir en camino a transmitir la fe a los alejados. Así lo expresa el Papa Francisco cuando afirma: “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hch 1, 14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización” (Evangelii Gaudium 284).María, Madre de la Iglesia evangelizadora nos convoca a seguir anunciando a Jesucristo en las periferias físicas y existenciales de nuestra Iglesia Particular. Estamos llamados a peregrinar en su fiesta a la Basílica Menor de nuestra Diócesis, para encontrar allí la fortaleza que nos da el Señor. Un santuario mariano tiene que ser fuente de evangelización, fuente del anuncio de Jesucristo, así lo expresa el Papa Francisco: “Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios. A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio y entra a formar parte de su identidad histórica” (EG 286).En la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá veneramos a María que nos enseña a ser evangelizadores comprometidos con el anuncio del Reino de Dios.No puede quedarse el amor a María, Madre de la Iglesia evangelizadora, en una simple devoción superficial. Nuestra peregrinación al santuario de la Virgen nos tiene que ayudar a mirar a Jesucristo en quien tenemos puesta nuestra fe.El Papa Francisco nos lo enseña cuando afirma: “Es en los santuarios marianos, donde puede percibirse como María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida” (EG 286).La Santísima Virgen María nos quiere cristianos semejantes a Ella en la vida de oración, de recogimiento interior, de contacto continuo y unión íntima con el Señor y de entrega permanente a la Voluntad de Dios. El corazón de María siempre fue un santuario reservado solo a Dios, donde ninguna criatura humana le robó el corazón, reinando solo el amor y el fervor por la gloria de Dios y colaborando con la entrega de su vida a la salvación de toda la humanidad, en total unión con su Hijo Jesucristo. Así lo enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: “Al pronunciar el Fiat de la Anunciación y al dar su consentimiento al misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo. Ella es madre allí donde Él es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico” (CIC 973).Los convoco a poner la vida personal y familiar bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María y en todas las circunstancias de la vida, aún en los momentos de cruz, tengamos siempre presente el llamado de María: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5) y hagamos con el Apóstol Pedro profesión de fe diciendo: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29).Que el Glorioso Patriarca San José, unido a la Madre de la Iglesia evangelizadora, alcancen de Nuestro Señor Jesucristo muchas gracias y bendiciones para vivir el proceso evangelizador de nuestra Diócesis en salida misionera.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Mié 10 Jul 2024

¡La espera terminó! Está en marcha el encuentro internacional de evangelizadores digitales ‘Hechos 29’ en Colombia

Desde este martes, 9 de julio, la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia en Bogotá, acoge la quinta versión del encuentro internacional de creadores de contenido digital con enfoque católico, conocido como ‘Hechos 29’. El evento, que se extenderá hasta el domingo 14 de julio, reúne a cerca de 100 evangelizadores, provenientes de 20 países. Además de los espacios de fraternidad y espiritualidad, durante estos días, laicos, sacerdotes, religiosos y consagrados de diversas edades estarán compartiendo su experiencia de ser y hacer Iglesia a través de las redes sociales, de tal manera que puedan diseñar juntos nuevas ideas que permitan seguir proyectando su misión digital. También estarán participando en espacios de formación, varios de ellos, con énfasis especial en la dimensión doctrinal.Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de la Diócesis de Pasto y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicaciones y Tecnologías, acompaña el encuentro. Este jueves, 11 de julio, el prelado desarrollará una charla que dará cuenta de la importancia de la misión digital para la Iglesia. También estará suscitando la generación de ideas por parte de los misioneros frente a lo que se puede hacer para facilitar su integración en la vida pastoral de la Iglesia; así como las acciones que los obispos y ministros ordenados pueden llevar a cabo para integrar su acción evangelizadora en los contextos digitales.El evento, que cuenta con el apoyo de la Arquidiócesis de Bogotá y de la Conferencia Episcopal de Colombia, también está respaldado por el Dicasterio para la Comunicación del Vaticano. Esto, mediante la presencia de su Secretario, monseñor Lucio Adrián Ruiz. A propósito del sentido profundo de este encuentro, monseñor Ruiz comentó:“Sabemos que es una realidad profunda para el mundo contemporáneo, porque no es solamente la utilización de muchos y muy avanzados dispositivos, sino que es esa realidad profunda donde habitamos. Es un lugar donde habita el hombre, la mujer contemporánea y por lo tanto si es un lugar para ellos, es un lugar para Dios, es un lugar teológico donde podemos encontrarlos, ayudarlos, responder a las preguntas existenciales, presentarles la hermosura del mensaje de Jesús”.Al inicio del evento, el padre José Juan Montalvo, conocido como el ‘Padre Borre’, fundador de la pastoral digital de la Arquidiócesis de Monterrey y promotor principal de la iniciativa ‘Hechos 29’, indicó a los misioneros digitales que para vivir profundamente esta experiencia, es fundamental adoptar cinco actitudes centrales: escuchar, compartir, conocer, buscar, encontrar. “Lo más importante no es lo que se vive en el aula, sino en los pasillos, en el comedor, en los refrigerios, porque es allí donde se encuentra, se escucha, se comparte la vida y los ideales de evangelización”, agregó el sacerdote mexicano.Para la Iglesia colombiana es fundamental aprovechar los aprendizajes y articulaciones de este encuentro para avanzar en la consolidación de su pastoral digital. Frente a este propósito, el representante del Vaticano precisó que para no caer en la digitalización de la pastoral, es fundamental no confundir las herramientas con los propósitos y tener siempre presente la dimensión cultural:“Una cosa es usar el dispositivo, otra cosa es darnos cuenta de que esto ha pasado de ser un instrumento para hacer una cultura donde las personas viven, sienten, intercambian afectos, intercambian sentimientos, se sienten unidos, y la pandemia en esto nos ha ayudado mucho, a descubrir el valor que tiene cuando se usa bien para unir y mantener las relaciones. Entonces, eso se llama cultura, eso no es un instrumento. Si nosotros nos quedamos con la mentalidad del instrumento, nadie va a evangelizar un instrumento, nadie evangeliza un tenedor o un cuchillo lo usa simplemente. Pero si nos damos cuenta de su valor para ser y hacer cultura, entonces nos damos cuenta que no podemos estar ausentes como Iglesia. Si hoy la gente dialoga, si la gente expresa sus sentimientos, si la gente busca razones y respuestas existenciales para su esperanza, la Iglesia no puede estar excluida, no puede estar fuera de un flujo tan profundo para tantos. ¿Es cierto que hay cosas, muchas cosas malas, es evidente, no? No vamos a negar. Pero nosotros como Iglesia, en el mandato de Jesús, ser fermento en la masa para ir cambiando, no para ir aportando la luz de Cristo”.Por su parte, el padre Martín Sepúlveda, Director de Comunicaciones de la CEC, recordó que estos instrumentos también facilitan el camino de la comunión, la participación y la misión. Hizo énfasis en la importancia de este encuentro y de la pastoral digital para los obispos y sus jurisdicciones eclesiásticas:“Es muy importante que los obispos, como pastores de su diócesis, atiendan también estas urgencias de utilización de estos medios digitales. Ellos, por supuesto, no lo pueden hacer todo, pero sí pueden evidenciar quiénes, por ejemplo, en su jurisdicción eclesiástica, quieren aportar a la evangelización desde estas redes y hacer un camino de participación de comunión y de esa manera, acompañar a tantos jóvenes, sobre todo, que hoy quieren usar esas redes para evangelizar”.‘Hechos 29’ Colombia finalizará el 13 de julio con un gran festival abierto al público en el Colegio Sans Façon. Durante el evento se llevarán a cabo actividades espirituales, musicales, conferencias, charlas y talleres que buscarán motivar en otros la misión digital.Vea a continuación los mejores momentos del inicio del evento, con el testimonio del Director de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia:

Mar 9 Jul 2024

La Iglesia colombiana renovó su compromiso con el anuncio de Jesucristo “aquí, allí, allá y más allá”

Entre el 5 y el 8 de julio, la Iglesia colombiana estuvo de fiesta centenaria. El XIII Congreso Nacional Misionero, desarrollado en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, fue el escenario central de dicha celebración que reunió a más de 1.800 personas de diversas edades y de todas las regiones del país, entre obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos. En representación del Vaticano, participaron, de manera especial, el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, y el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli.Con esta edición, se conmemoraron cien años de haberse celebrado el primero de estos congresos, no solo en Colombia, sino en el mundo. De allí que el lema central con el que se impulsó fue: “¡En la Iglesia misionera, Colombia de primera”.Durante el evento se llevaron a cabo diversos espacios de espiritualidad, ponencias, conversatorios y testimonios misioneros, que buscaron recoger la cosecha de todos los misioneros colombianos que han plantado y celebrado el Evangelio dentro y fuera del país, para valorarla y convertirla en un nuevo impulso de la misión, en todos los niveles y realidades.“Recojamos la cosecha y comprometámonos a llevar semillas para sembrarlas en el corazón de nuestras familias, de nuestras parroquias, de nuestras diócesis, para que renazca con fuerza el ardor misionero, para anunciar a Jesucristo, el regalo de Dios para la humanidad en todos los espacios. Esa realidad misionera está aquí, allí, al frente y más allá”, expresó durante la instalación del evento monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, pidió a los misioneros tener en cuenta tres consideraciones para ser verdaderos “Testigos de la fe y pregoneros de la gracia”, tema bajo el cual se desarrolló la agenda del congreso: 1. “La misión es un camino de hijos que se sienten amados. 2. La misión es un camino de hermanos sencillos, al estilo de Jesús. 3. La misión es un camino de familia; de Iglesia acogedora, guiada por el Espíritu Santo”.Durante su ponencia titulada “La mission ad gentes en la Iglesia local”, el cardenal Luis Antonio Tagle, recordó la necesidad de hacer misión en cinco ambientes concretos, partiendo de la realidad cultural de cada una y peregrinando juntos: entre los pueblos indígenas, entre los jóvenes, en el mundo digital, entre las personas discapacidad o con capacidades diferentes y entre las personas migrantes. Además, enfatizó que “el discipulado misionero implica ir con Jesús, permanecer con Jesús e ir a otras y otros para compartir a Jesús”.La celebración concluyó con una visita histórica del Cardenal Tagle al Vicariato Apostólico de IníridaPara experimentar aún más la misión, tras el cierre del congreso, este lunes 8 de julio, el pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, se desplazó hacia el Vicariato Apostólico de Inírida, ubicado en el departamento del Guainía, en compañía del Nuncio Apostólico y de varios obispos colombianos: monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina-Tadó; monseñor Medardo de Jesús Henao, obispo del Vicariato de Mitú; monseñor Joaquín Pinzón, obispo del Vicariato de Puerto Leguízamo-Solano. Allí fueron recibidos por monseñor Joselito Carreño, obispo de Inírida, por los presbíteros y consagrados del vicariato, así como por miembros de la comunidad.La comitiva, de la que también hacía parte el Padre Samir de Jesús García, Director Nacional de Obras Misionales Pontificias de Colombia y del Centro Nacional Misionero de la CEC; visitó la catedral Nuestra Señora del Carmen, la Pastoral Social de Inírida, el Hogar Infantil Casita de Semillitas y el colegio parroquial Monseñor Antonio Bayter Abud, allí pudieron conocer parte de la labor importante evangelizadora que adelanta esta Iglesia particular en territorio de misión.La jornada culminó con una solemne Eucaristía presidida por el Cardenal Tagle y concelebrada por monseñor Paolo Rudelli, monseñor Joselito Carreño, los prelados visitantes y los presbíteros del Vicariato Apostólico de Inírida.Durante su homilía, el cardenal Luis Antonio Tagle transmitió su saludo fraterno y la bendición del Papa Francisco, expresando la cercanía del Dicasterio para la Evangelización de las Jóvenes Iglesias. "El Vicario Apostólico nos ha informado de los muchos signos de vitalidad y esperanza presentes en su Iglesia. Al mismo tiempo, estoy consciente de los muchos desafíos a los que se enfrentan como pueblo y como Iglesia. Las lecturas de hoy nos dan esperanza", expresó el purpurado.Por su parte, monseñor Joselito Carreño expresó su agradecimiento al cardenal Tagle, resaltando la bendición que representa su visita para esa Iglesia particular. Agradeció a Dios por permitir que el pro-Prefecto de la Evangelización de los Pueblos haya elegido visitar este vicariato entre los diez que existen en Colombia y conocer de primera mano los programas y proyectos que se realizan en la obra de la evangelización integral.Al cierre, el Nuncio Apostólico expresó su alegría por la visita pastoral del Cardenal Tagle, uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco: "Nos ha honrado con su presencia al final del Congreso Nacional Misionero. Es una ocasión para sentirnos todos unidos al Santo Padre, rezar por él, y también escuchar su llamado para que todos vayamos siendo discípulos misioneros de Jesús, compartiendo la alegría del Evangelio".Esta visita representa un hito en la historia del Vicariato Apostólico de Inírida, una oportunidad para fortalecer la fe y el compromiso de la comunidad con la misión evangelizadora de la Iglesia, así lo informó la delegación de comunicaciones de esa jurisdicción eclesiástica.Así registró el XIII Congreso Nacional Misionero la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá, sede del evento:

Sáb 6 Jul 2024

¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada?

DÉCIMO CUARTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJulio 7 de 2024Primera lectura: Ez 2,2-5Salmo: 123 (122),1-2a.2bcd.3-4(R. 2d)Segunda lectura: 2Co 12, 7b-10Evangelio: Mc 6, 1-6I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLas lecturas de este décimo cuarto domingo del tiempo Ordinario, entre muchas posibilidades, ofrecen una visual del empecinamiento del pueblo, problema con mucho, más sensible que el de la mera debilidad. La lectura de Ezequiel y el Evangelio de Marcos hacen énfasis en la obstinación del pueblo y su consiguiente incapacidad de reconocer los beneficios de Dios. El Salmo 123 y el texto de la Segunda carta a los Corintios, al menos, enfatizan la debilidad, la cual resulta una ocasión para volver los ojos a Dios.4.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El profeta Ezequiel, en estas cortas líneas, recoge un desafortunado y ya conocido calificativo del pueblo, es un pueblo de dura cerviz, como ya lo rotuló el Señor en los libros sagrados de la Ley, pero con el agravante que ya ha pasado mucho tiempo y se indica que esta condición ha sido continua y pertinaz, al punto que la obra reveladora del Señor se tiene que imponer ‘sabrán que hay un profeta’. El Salmo 123, en cambio, es más esperanzador, toda vez que pone en boca del orante la confianza en Dios, ante la constatación de la propia debilidad; la certeza es tal que, si bien el salmo no indica si hubo respuesta de parte de Dios, la sensación de confianza colma este vacío y el ambiente entero del poema es que Dios atiende la mirada suplicante del orante. Este mismo es el ambiente que parece derivar de la declaración de san Pablo, débil y necesitado, pero lleno de la gracia de Dios; llega el apóstol incluso a construir con maestría un contraste entre su debilidad y precariedad y la fortaleza de Dios, casi como un sello único. El evangelio, por su parte, escenifica a Jesús entre los suyos, excusa que asumen quienes lo ven y escuchan para no dar crédito a su sabiduría ni a su actuar; el empecinamiento no lo buscan en ellos mismos, sino que lo atribuyen a la condición de Jesús; es esa quizá la muestra contundente que ineludiblemente señala su endurecimiento, incapaces como son de mirarse a sí mismos.5.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?En Ezequiel al menos se dice que por fuerza reconocerán al profeta; en el evangelio no, Jesús solo hará algunas curaciones por imposición de manos, pero quedará sorprendido por la falta de fe. Casi podríamos llevar al argumento que esta manera de obrar, y no los pecados que tan a menudo nos horrorizan, son los que escandalizan a Dios. Este evangelio es verdaderamente conmovedor, pues tenemos que mirar la condición débil de Jesús, impedido como queda de predicar en su propio ambiente y contexto, es descalificado por los suyos, no puede obrar ningún milagro y queda sorprendido por la falta de fe.La costumbre es vernos como el salmista, necesitados de Dios y recurrir a Él con confianza de recibir la solución a nuestros males. Estas lecturas, y en especial este Evangelio, nos desafían con contundencia, pues es como si estuviéramos obligados a reflexionar en las debilidades que causamos a Dios. Suena extraño y claro que lo es, ya que es evidente que no tenemos ningún poder sobre Dios, y su soberanía y poderío son infinitos. Pero en el plan de la salvación, en donde hemos sido insertados con libertad y entendimiento propio, nuestras acciones no son inocuas y pueden estar o no de acuerdo con el proyecto de Jesús; cuando la respuesta es empecinada en el no, entonces afectamos el libre curso de la gracia. Cuántas maravillas de Dios ocultas o sofocadas en el mundo por culpa del rechazo o frialdad de los que nos reconocemos como amigos y paisanos de Jesús. Cuántas ansias de un Dios triunfalista y de una Iglesia imperial que todo lo dominen. El Evangelio, en cambio, no duda en mostrar las ‘limitaciones’ del ministerio de Jesús.6.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Oramos con fe a Dios vivo entre nosotros, sencillo y humilde. Hoy contemplamos al profeta Ezequiel, pequeño en medio de un pueblo de dura cerviz; a Pablo agobiado por su ministerio que lo desborda, y especialmente, nos maravillamos ante Jesús rechazado y cuestionado… Cómo no presentarnos ante Dios frágiles y necesitados; cómo no encomendarle nuestra Iglesia vulnerable y sacudida por terremotos externos e internos. Cómo no suplicar por quienes se creen tan poderosos que cuestionan incluso al mismo Dios._______________________Recomendaciones prácticas:●Concluye el XIII Congreso Nacional Misionero. Celebración del Centenario del primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de misiones.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos reunimos como comunidad de fe para celebrar el día del Señor. Es una oportunidad, como nos indica la lectura de la Palabra, para reflexionar sobre la debilidad y precariedad de nuestra vida, pero también de la grandeza de Dios que nos acoge y bendice. Participemos con alegría y fe.Monición a la liturgia de la Palabra Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestra súplica confiada al Padre, que en su poder se digna mirarnos propicio y digamosR/. Te rogamos, óyenos. 1.Te pedimos, Padre de bondad, por el Papa, los obispos y todos los que ejercen autoridad en la Iglesia, para que lo hagan según el espíritu del evangelio. Oremos.2.Te pedimos, Padre de amor, por la Iglesia universal, para que no se sienta agobiada por la debilidad, sino que encuentre en ti su fuerza para cumplir su misión. Oremos. 3.Te pedimos, Padre de misericordia, por los gobernantes de las naciones, que sean capaces de superar las lógicas del poder y el dominio. Oremos. 4.Te pedimos, Padre de piedad, por los más débiles de la sociedad, para que encuentren su fortaleza en la ayuda de sus hermanos. Oremos.5.Te pedimos, Padre de bondad, por todos los catequistas y responsables del trabajo pastoral en nuestras parroquias, para que puedan llevar a cabo su misión con convicción profunda. Oremos.Oración conclusivaPadre misericordioso,nuestros ojos están fijosen ti para qué nos muestrestu voluntad y cómo debemoshablar en tu nombre.Atiende nuestras súplicasy enséñanos a caminar con Cristo.Él que vive y reina por los siglos de los siglos.R/. Amén.

Sáb 6 Jul 2024

La Voz del Pastor | 7 de julio de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 6, 1-6

Vie 5 Jul 2024

El papa Francisco nombra obispos para las diócesis de Quibdó y San Vicente del Caguán

Este viernes, 5 de julio, la Santa Sede dio a conocer el nombramiento de dos nuevos obispos para Colombia. El padre Wiston Mosquera Moreno es designado por el papa Francisco como obispo de la Diócesis de Quibdó y el padre William Prieto Daza, obispo de la Diócesis de San Vicente del Caguán.El padre Wiston Mosquera se venía desempeñando como Vicario General de la Arquidiócesis de Cali desde el año 2017 y párroco de la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol desde el 2018. El padre William Prieto, sacerdote de la Arquidiócesis de Villavicencio, ejercía como párroco de la Iglesia “Nuestra Señora del Carmen”, en el municipio de Restrepo (Meta).En el caso de la Diócesis de Quibdó, desde julio del año 2022, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, venía acompañando esa Iglesia particular del departamento del Chocó en calidad de administrador apostólico. Entre enero del 2013 y abril del 2022, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, actual obispo de Soacha, fue ejerció como su obispo titular.En lo que respecta a la Diócesis de San Vicente del Caguán, ubicada en el departamento del Caquetá, desde el año 2021, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, ejercía como su administrador apostólico. Entre febrero de 1999 y marzo de 2021 fue el recién nombrado presidente del Episcopado Colombiano, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, actual arzobispo de Cartagena, quien pastoreó esa Iglesia particular.Biografía del padre Wiston Mosquera MorenoEl padre Wiston Mosquera Moreno nació en Andagoya (Diócesis de Istmina-Tadó) el 17 de marzo de 1967. Cursó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de Cali y fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Cali el 19 de marzo de 2005.Estudió teología de la Pontificia Universidad Bolivariana y cursó su licenciatura en filosofía y ciencias religiosas en la Universidad Católica Lumen Gentium de Cali.Entre sus encargos pastorales, se destacan:Vicario Parroquial de Nuestra Señora del Rosario en Jamundi - Valle (2005).Párroco en Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Robles- Valle (2006- 2011).Párroco del Señor de los Milagros en Cali (2011-2012).Rector del Santuario de la Divina Misericordia en Cali (2012-2017).Vicario Episcopal para la zona Oriente (2012-2017); Vicario General (2017-hasta la fecha).Párroco en la Catedral San Pedro Apóstol de Cali (2018-hasta la fecha).Biografía del padre William Prieto DazaEl padre William Prieto Daza nació en Bogotá el 26 de diciembre de 1974.Se graduó como médico cirujano de la Universidad Javeriana (1997), con especialización en anestesiología (Universidad Nacional - 2001).Cursó sus estudios de filosofía en el Seminario Siervos del Espíritu Santo de La Ceja (Antioquia) y de Teología en el Seminario Nuestra Señora del Carmen de la Arquidiócesis de Villavicencio.Fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Villavicencio el 21 de marzo de 2013.Obtuvo la licenciatura de Psicología en el Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2017).Entre sus servicios pastorales, se destacan:Vicario Parroquial en la Parroquia de La Inmaculada Concepción, en Restrepo, Meta (2013).Estudiante en Roma (2013-2017).Vicario Parroquial en María Madre de la Iglesia de Villavicencio (2017).Vicario General y Párroco en María Madre de la Iglesia de Villavicencio (2018-2023).Párroco en Nuestra Señora del Carmen, en Restrepo, Meta (2023 a la fecha).