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Iglesia

Jue 23 Feb 2017

La protección de las niñas, niños y adolescentes es prioridad para la Iglesia: Cardenal Salazar

El cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, en respuesta a la carta enviada por la directora nacional del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), reiteró que la Iglesia mantiene la clara y leal consigna de “cero tolerancia”, ante cualquier caso de abuso a menores por parte de algún miembro de la Iglesia Católica. “Esto nos impulsa, como Iglesia, a asumir clara y lealmente la consigna “cero tolerancia” ante cualquier caso que sea denunciado ante nuestros delegados de protección de menores y a tomar todas las medidas para que los responsables sean castigados tanto canónica como civilmente. Si se comprueba el abuso, un sacerdote jamás podrá volver a ejercer su ministerio”. El prelado recordó que desde la Arquidiócesis de Bogotá se ha implementado una oficina de protección de menores, que busca a través de programas, talleres y proyectos formativos, trabajar en la prevención y cuidado de los menores. “Realizamos un serio trabajo formativo para que todos nuestros establecimientos asuman decididamente una “cultura del buen trato” y salvaguarda de las niñas, niños y adolescentes a los cuales servimos” señala la misiva. El Purpurado explicó que para evitar estos casos, la Iglesia asume su compromiso de tener mayor rigor en la selección de candidatos que ingresen al seminario y velará para que se cumplan los protocolos de protección y los debidos procesos canónicos y jurídicos de abusadores de menores. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar carta[/icon]

Mié 22 Feb 2017

Encuentro de diálogo social en la zona veredal de Icononzo

La Comisión Regional de Conciliación y Paz (CRC) del Tolima en conjunto con la diócesis de El Espinal y la parroquia local, celebraron el pasado 18 de febrero un encuentro de diálogo social con la comunidad, miembros de las FARAC-EP que llegaron a las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN), representantes del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V) y líderes de Icononzo. El encuentro que tuvo como propósito conversar sobre el proceso de dejación de armas y el paso de los guerrilleros a la vida civil, inició con la intervención del padre anfitrión Henry Saavedra, quien afirmó que la paz es de Dios, y donde hay algo de Dios “ahí vamos adelante”. Por su parte, el Padre Rubén Darío Mendoza, Director de Pastoral Social en la diócesis de El Espinal, afirmó que "tenemos que cambiar la cultura colombiana, la mentalidad. Es un momento histórico que vive el país. Olvidémonos de los partidos, porque la paz no es del uno o del otro, sino de los colombianos”, dijo el sacerdote. Seguidamente intervinieron dos representantes de las FARC-EP, quienes pidieron comprensión por su situación: “No somos como algunos de la prensa nos pintan. Somos seres humanos, nos reímos, lloramos, soñamos como todos los demás”. Además, subrayaron su intención de cumplir con lo pactado en el Acuerdo Final y terminaron su participación anunciando la conversión en un movimiento político: “Juntos queremos construir un nuevo país. Ante la sociedad colombiana estamos cumpliendo”. Representantes de la administración municipal, de comunidades indígenas y de las Comisiones de Conciliación regional y nacional de paz hicieron un llamado a las autoridades competentes para que los habitantes de estos lugares estén bien informadas sobre los acuerdos y las acciones que se van a implementar en las zonas veredales, de tal forma que puedan ser agentes de la paz desde sus hogares. El padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, alentó a los presentes y los invitó a no desanimarse en ser artesanos de la reconciliación y la paz “pues mientras en Colombia hay algunos que no creen en la paz que ustedes creen, tenemos que decir a todos: “la paz vale la pena” Finalmente se acordó con la parroquia de este municipio que el próximo 25 de febrero se celebrará una eucaristía, en donde tanto la comunidad, como los miembros de las FARC-EP podrán asistir.

Mié 22 Feb 2017

“Sin el sacerdote se pone en peligro la vida de la Iglesia”

Por: Mons. Héctor Cubillos Peña - “Sin el sacerdote se pone en peligro la vida de la Iglesia” - El tema del presente editorial viene a hacer eco del tema del pasado mes de septiembre de 2016 que trata sobre la necesidad de orar y trabajar espiritual y apostólicamente por las vocaciones sacerdotales. El número de jóvenes que piensan en el sacerdocio es cada vez menor. El ingreso de aspirantes al Seminario en el 2017 se ha reducido a su más mínima expresión ¿Qué está pasando? A todos los miembros de la Iglesia incumbe esta situación. No podemos quedarnos tranquilos como si no estuviera pasando algo que tiene importancia, la falta de vocaciones es una responsabilidad de toda la Iglesia: ministros, consagrados, familias y fieles. El sacerdote tiene una importancia trascendental para la Iglesia: sin él la Palabra de Dios deja de tener fuerza; sin él, no puede haber perdón para los pecadores, sin él Jesús el Pan de vida no llega a ser el alimento para la vida eterna; sin sacerdote, la vida de la comunidad cristiana pierde la guía y el horizonte; en definitiva sin el sacerdote se pone en peligro la vida de la Iglesia, su misión evangelizadora; es decir su fidelidad a lo que Jesús ha querido de ella como instrumento de salvación. Sin el sacerdote, el mal aprisiona más a sus esclavos y acrecienta su poder. Sin sacerdotes el mundo, las culturas, las sociedades no tienen posibilidad de ver la luz y recibir el amor salvador. Cada uno de nosotros es, como creyente, lo que ha recibido de un sacerdote. Estamos asistiendo a un fenómeno muy preocupante de olvido de Dios. Del vivir de cada día en muchísimos seres humanos, conocidos o desconocidos, Dios ha sido relegado, olvidado, desalojado del corazón de las personas y de las relaciones sociales. Y cuando Dios no cuenta, la vida humana cae en el peligro, la amenaza de la destrucción y la muerte. La corrupción, la violencia, los vicios actuales, la falta de la moral son indicadores palpables que no se pueden negar. Pero no solo asistimos a la expulsión de Dios de la vida que propone la publicidad y la sociedad; estamos también asistiendo al combate y al rechazo directo de la Iglesia. Los casos de sacerdotes con caídas graves contra la moral son amplificados y censurados por los medios de comunicación; las autoridades eclesiásticas son “condenados” casi a muerte; vistos como un mal para la sociedad. Sí, le quieren quitar el derecho a la predicación del Evangelio y anular el servicio que ellas puedan prestar en favor de los demás y en especial de los más pobres y necesitados. El anterior panorama incide de manera especial en los jóvenes los cuales además son deslumbrados por las oportunidades e invitación que ofrece el mundo del éxito, el goce personal, la riqueza o el poder. Hoy es más difícil que un joven o incluso un niño pueda ser capaz de escuchar un posible llamado de Jesús. Además porque la vida familiar de muchos hogares y la educación de ninguna manera son medios de transmisión de la voz de Dios. La cuestión no es la de que Dios haya dejado de llamar, porque El sigue llamando, nunca ha dejado de hacerlo ni lo dejará de hacer en el futuro. Lo grave es más bien la sordera que se ha extendido y agudizado para impedir que el llamado divino sea escuchado. ¿Qué hemos de hacer nosotros? Nunca hemos de olvidar la orden del Señor: “Rogad al dueño de la mies que envíe operarios a la mies” (Mt.9, 38) la súplica por las vocaciones sacerdotales no puede suspenderse. Hay que insistir día y noche, con la confianza y perseverancia; no para conseguir que Dios se despierte y atienda nuestras plegarias, sino para que acrecentemos la conciencia de la necesidad y urgencia de las vocaciones al sacerdocio. En otras palabras, pedimos en la oración por que sabemos de la gran importancia de los sacerdotes. De cada familia debe brotar una plegaria, de cada grupo apostólico debe elevarse una oración; en cada misa una petición, en cada acción apostólica de la parroquia, de los movimientos y grupos ha de dirigirse esta misma petición. Nuestra Iglesia diocesana de Zipaquirá ha de ser un coro permanente de día y noche y en todo rincón que pida al Padre del Cielo el envío de vocaciones. Los Comités Vocacionales han de ejercer este apostolado; no puede hoy existir ni una sola parroquia en donde no haya un comité de vocaciones. Su inexistencia sería la manifestación más grande de indiferencia e insolidaridad para con la Iglesia y el mundo. Además de la oración se hace absolutamente necesaria la formación de las vocaciones, la búsqueda, el lanzar las redes. Eso fue lo que hizo el Señor al llamar a sus discípulos. Se acercó a ellos a la orilla del lago en donde se encontraban y los llamó por su nombre: Pedro, Juan, Santiago y así los demás. Hoy también es necesario acercarse a los jóvenes y llamarlos por su nombre: los papás a los hijos, los maestros a sus alumnos, los sacerdotes a los acólitos, a los jóvenes que se encuentran en los colegios, en los campos deportivos, en las esquinas de las cuadras, en las familias, en los grupos juveniles; hoy los catequistas han de llamar por su nombre a sus niños y jóvenes catequizados en la preparación a los sacramentos. Ir como el Señor a donde se encuentran; también han de llamar los agentes de pastoral a los jóvenes del vecindario, a los de sus familiares. La búsqueda ha de ser permanente. Las parroquias han de acoger la presencia de los sacerdotes y jóvenes de la pastoral vocacional. Como Jesús, todos hemos de fijar la mirada en ellos en quienes podemos descubrir cualidades y disposiciones para escuchar el llamado del Señor a través de nuestra invitación. El hacer despertar la responsabilidad vocacional de todos los fieles es una tarea de los sacerdotes y de los comités vocacionales parroquiales. Confiemos en el Señor y trabajemos para hacer realidad una primavera vocacional. + Héctor Cubillos Peña Obispo de Zipaquirá

Mié 22 Feb 2017

Especialistas del SNPS se capacitan en modelo de transformación de conflictos

El enfoque de transformación de conflictos, entendido como una oportunidad de cambio y de creación de procesos de cambio constructivo que reduzcan la violencia estructural, directa y cultural, tanto en el ámbito personal como en el social, fue abordado por el equipo de especialistas temáticos del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana. Una capacitación liderada por el Instituto Kroc de estudios internacionales de paz, de la Universidad de Notre Dame, con la metodología de John Paul Lederach, reconocido internacionalmente como pionero en el trabajo de transformación de conflictos. En la jornada participaron los especialistas nacionales que acompañan los diferentes proyectos en territorio, quienes junto al director del SNPS, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, conocieron de boca del experto Francisco Díez, las preguntas que implica la visión de transformación, las “lentes” conceptuales para tener una panorámica integral, así como las perspectivas y diferencias entre resolución y transformación de conflictos, a partir del enfoque y el propósito que se tenga. Respecto a la transformación, centrada en las relaciones, Francisco Díez explicó mediante ejemplos tomados de la realidad y de su experiencia internacional, los niveles de conexión e intervención con líderes, los desafíos y las articulaciones estratégicas para la construcción de paz, definida desde este modelo como “La confluencia intencionada de personas y procesos improbables, para sostener el cambio constructivo, reducir la violencia y aumentar el potencial y la práctica de la justicia en las relaciones humanas”. Al concluir la jornada, los especialistas del SNPS expresaron su interés en profundizar en el tema e incorporarlo a la labor diaria que desde su trabajo realizan como constructores de paz.

Mar 14 Feb 2017

“Ley de donación de órganos no es perversa pero exige reglamentación”

La ley 1805 aprobada por el Congreso de la República en agosto pasado y ratificada recientemente, que establece la donación de órganos en Colombia con carácter obligatorio, no tiene nada de “perversa”, así lo afirmó monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, obispo de Fontibón y presidente de la Comisión Episcopal de Vida. El prelado manifestó que la posición de la Iglesia católica sobre esta Ley “no tiene contradicción con la doctrina, ni afecta la dignidad de la persona, sino todo lo contrario, está a favor de la vida, es una obra de caridad y de amor ante alguien que necesita un órgano”. Monseñor Córdoba Villota pidió ser estrictos con los controles de la nueva reglamentación en la donación de órganos, para evitar que existan intereses particulares que se puedan beneficiar con ello. Por eso el llamado o posición de la Iglesia es un “No” rotundo frente al tráfico de órganos. Por último el obispo dijo que un ejemplo de estas irregularidades se podría dar en el sector rural, ya que muchas personas no tienen acceso a las Notarías, por lo que planteó la necesidad de acercar estas entidades a la comunidad para que en caso de no querer ser donante, puedan expresarlo sin problemas. La ley 1805 de 2016 aprobada por el Congreso de la República establece que la donación de órganos en Colombia es obligatoria, esto con el propósito de aumentar la disponibilidad de órganos y tejidos en el país y satisfacer la necesidad de más de 3 mil personas que están a la espera de un donante. Según la Ley los colombianos que no quieran ser donantes deberán informarlo previamente a su EPS al momento de afiliarse, o enviar una expresión de voluntad notariada y radicada ante el Instituto Nacional de Salud. Fuente: Of. comunicaciones arq. de Bogotá Foto: Tomada de internet

Mié 8 Feb 2017

Conversión y apertura a los demás, llamado del Papa en Cuaresma

La Cuaresma es una época propicia para la conversión, para renovarse por medio de los sacramentos, para reconocerse pecadores, buscar el perdón de Dios y comenzar de nuevo el camino hacia la Pascua, “la victoria de Cristo sobre la muerte”. Así lo señala el Papa Francisco en su mensaje con motivo de la Cuaresma de 2017 que, con el título de “La Palabra es un don. El otro es un don”, se ha hecho público esta semana. El Papa Francisco explica que, mediante el ayuno, la oración y la limosna, la Cuaresma es el tiempo más adecuado “para intensificar la vida del espíritu”. En el mensaje, el Pontífice afirma que “la Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte”. "En este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios 'de todo corazón', a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor", afirma el Santo Padre. El mensaje del Papa se articula en torno a la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro. A partir de esa parábola, el Pontífice establece tres puntos temáticos: “El otro es un don”, “El pecado nos ciega”, y “La Palabra es un don”. 1.- El otro es un don El Papa Francisco indica que, en esta parábola, “Lázaro nos enseña que el otro es un don. La justa relación con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en la puerta del rico, no es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un pobre desconocido”. En este sentido, invita a “abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor”. 2.- El pecado nos ciega En su reflexión a partir de esta parábola, el Papa llama la atención sobre cómo “la riqueza de este hombre era excesiva”, y cómo “la exhibía de manera habitual todos los días”. En esa actitud del rico “se vislumbra de forma patente la corrupción del pecado, que se realiza en tres momentos sucesivos: el amor al dinero, la vanidad y la soberbia”. El Santo Padre insiste una vez más en los peligros de lo material: “el dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico”. “En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz”, advierte. En cuanto a la vanidad, ilustra en su mensaje cómo “la codicia del rico lo hace vanidoso”. “Su vida está prisionera de la exterioridad, de la dimensión más superficial y efímera de la existencia”. Luego está la soberbia, “el peldaño más bajo de esta decadencia moral”. “El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente un mortal. Para el hombre corrompido por el amor a las riquezas, no existe otra cosa que el propio yo, y por eso las personas que están a su alrededor no merecen su atención”. 3.- La Palabra es un don El verdadero problema del rico, la raíz de sus males, “está en no prestar oído a la Palabra de Dios”, indica el Santo Padre. “Esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por tanto a despreciar al prójimo. La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios”. El Pontífice alertó: “cerrar el corazón al don de Dios que habla, tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar documento[/icon] Fuente: Agencia católica ACIPRENSA Foto: Tomada de Opus Dei

Lun 6 Feb 2017

Iglesia ve con esperanza inicio de diálogos con el ELN y ofrece buenos oficios

En la ciudad de Quito (Ecuador), este martes 7 de febrero se abre paso la fase pública de los diálogos entre el Gobierno Nacional y el grupo guerrillero ELN. Como integrante de una comitiva del episcopado colombiano para el acompañamiento de este proceso de conversaciones, el Obispo de Tibú, Omar Sánchez Cubillos, presenciará la instalación de esta mesa que, en sus palabras, ve “esperanzado”. Son más de 300 días desde que en marzo del año pasado representantes del Gobierno Nacional y el ELN firmaron un primer Acuerdo de Diálogos para dar estructura al trabajo de esta mesa negociadora. En este tiempo, las dos partes afinaron sus propuestas, lo que incluyó un pedido expreso a la Iglesia de hacer presencia en el proceso que inicia ahora. Fue especialmente el ELN quién realizó el pedido para que la Iglesia estuviera en la mesa e hizo una invitación a la Conferencia Episcopal. Según Monseñor Omar Sánchez, luego de realizar una reflexión exhaustiva y realizar consultas con el Gobierno Nacional, el Episcopado consideró oportuno aceptar esta invitación de acompañar “un proceso que ayuda a muchos en nuestros territorios, porque el ELN está presente en los territorios en los que estamos”. Además expresó la esperanza de que “nuestras comunidades finalmente respiren el clima de paz que ya han provocado estos acuerdos de La Habana”. Además de monseñor Sánchez Cubillos estarán también acompañando este proceso de diálogo, los obispos de las diócesis de Arauca, Quibdó, Istmina y Cali, quienes participarán en calidad facilitadores y ofreciendo su consejo oportuno cuando así se requiera. El Obispo de Tibú ve el rol de este grupo principalmente en “ser útiles, estar en disponibilidad. En momentos, toda negociación tiene tensiones, posiciones radicales, momentos críticos. Yo esperaría que vamos a ser un elemento útil en estos espacios, o para otras cosas, que tengan referencia a cómo ir haciendo avanzar el diálogo.” Desde hace muchos años, la Iglesia se viene pronunciando de manera extensa sobre el deseo que tiene el pueblo colombiano de llegar a un acuerdo que finalmente le dé vuelta a la página de los conflictos armados, lo que implica la búsqueda de una salida política y negociada al conflicto armado con la guerrilla del ELN. En el Mensaje de la 101ª Asamblea Plenaria de los Obispos de Colombia del 8 de Julio 2016, quedó plasmado un vehemente llamado a la guerrilla del ELN para que, “interpretando el deseo de paz de todos los colombianos, abra sus puertas al diálogo y a la construcción de un país con justicia social desde la participación política y no desde las armas.” Es por ello que preguntado por sus sentimientos hacia el viaje a Quito el obispo de Tibú remarcó que “vamos esperanzados, sabemos que esto es difícil, las mesas de negociación son tensas, son complejas, vamos desafiados, porque queremos ser útiles simplemente y si la complejidad que ofrece esta mesa va a requerir de nuestros buenos oficios, lo haremos con todo agrado, porque se trata de ayudar al país a pasar a la orilla de la paz”. Entrevista: Mons. Omar Sánchez, obispo de Tibú

Vie 3 Feb 2017

Obispos analizarán la formación inicial en los seminarios

El próximo lunes seis de febrero inicia la 102 Asamblea Plenaria del Episcopado, donde los obispos de colombia analizarán el tema de la formación inicial en los seminarios. Esta asamblea tiene como objetivo conocer y profundizar las orientaciones contenidas en la nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis de la Congregación del Clero, con el fin de responder con renovado espíritu evangelizador y misionero a los desafíos que plantean los procesos de acompañamiento de los futuros pastores de la Iglesia colombiana. Para el desarrollo de la temática se contará con la presencia de monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, Secretario para los Seminarios de la Congregación del Clero en el Vaticano. La Asamblea contará con la presencia de cerca de 90 obispos de todo el país y se realizará en Bogotá del 6 al 10 de febrero.